• ────Vaya, este sí que ha sido un día agotador. Lo juro; tuve la intención de ser productiva hasta el final, pero mi cuerpo ha decidido que es momento de colapsar. Y aquí estoy. Solo necesito un par de horas de descanso y vuelvo a ser la Afro de siempre. Prometo traer intacto mi encanto y quizás... con una nueva travesura bajo la manga.
    ────Vaya, este sí que ha sido un día agotador. Lo juro; tuve la intención de ser productiva hasta el final, pero mi cuerpo ha decidido que es momento de colapsar. Y aquí estoy. Solo necesito un par de horas de descanso y vuelvo a ser la Afro de siempre. Prometo traer intacto mi encanto y quizás... con una nueva travesura bajo la manga.
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  • Ella no estaba segura de qué la había llevado a aquel lugar, quizá las luces parpadeantes que parecían que en cualquier momento se fueran a apagar, o la llamativa música que parecía haber sido creada siglos atrás. Parpadeaba frente a la puerta, abierta, que se movía sola, como en su planeta. Dio un paso y luego otro, sin darse cuenta la tienda se la había tragado. Había un refrigerador al fondo, que de repente hace GRRRREAAAAAKKKKJJ gracias al motor. La chica pega un salto que casi tumba un exhibidor de panes "recién salidos del horno". Se veían tan duros como ladrillos.

    Empezó a recorrer el lugar, viendo las bebidas energeticas color neón, embobada. Toma una botella y la acerca a su oído, esta empezó a burbujear cuánto mas cerca estaba de Vee. Sus antenas se sacudieron como si acabara de conectar con algo desconocido. Avanzó mas por la tienda, tocando cada producto con curiosidad.

    —Hace mucho no pruebo bocado.

    Dijo mientras tomaba entre sus manos un paquete de papas color rojo: picante.
    Ella no estaba segura de qué la había llevado a aquel lugar, quizá las luces parpadeantes que parecían que en cualquier momento se fueran a apagar, o la llamativa música que parecía haber sido creada siglos atrás. Parpadeaba frente a la puerta, abierta, que se movía sola, como en su planeta. Dio un paso y luego otro, sin darse cuenta la tienda se la había tragado. Había un refrigerador al fondo, que de repente hace GRRRREAAAAAKKKKJJ gracias al motor. La chica pega un salto que casi tumba un exhibidor de panes "recién salidos del horno". Se veían tan duros como ladrillos. Empezó a recorrer el lugar, viendo las bebidas energeticas color neón, embobada. Toma una botella y la acerca a su oído, esta empezó a burbujear cuánto mas cerca estaba de Vee. Sus antenas se sacudieron como si acabara de conectar con algo desconocido. Avanzó mas por la tienda, tocando cada producto con curiosidad. —Hace mucho no pruebo bocado. Dijo mientras tomaba entre sus manos un paquete de papas color rojo: picante.
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  • Frecuencia silenciosa
    Categoría Suspenso
    Título: La Frecuencia Silenciosa
    Género: Sobrenatural / Ficción Crossover Oscura
    "Hechos Reales" Ambientales: Uso de la mitología del "Pacto de Faustos" y la historia de la Era de Oro de la Radio (1920-1940) como velo para el mal.

    PERSONAJES:
    Dante Son Of Sparda : El cazador de demonios, despreocupado pero letal.
    ꧁༒☬𝓐𝓛𝓐𝓢𝓣𝓞𝓡 𝓡𝓔𝓓 𝓓𝓔𝓜𝓞𝓝 𝓞𝓥𝓔𝓡𝓛𝓞𝓡𝓓☬༒꧂ : El Demonio de la Radio.

    LOCACIÓN: OFICINA DEVIL MAY CRY — NOCHE

    SINOPSIS:

    La vida de Dante Sparda, habitualmente ruidosa y caótica, se vuelve extrañamente silenciosa en medio de una ola de casos inexplicables. La agencia Devil May Cry recibe un encargo atípico: una serie de empresarios, artistas y políticos de Nueva Orleans han muerto en circunstancias idénticas: sin heridas físicas, pero con el rostro congelado en una mueca de terror silencioso y una pequeña radio antigua colocada cuidadosamente junto a ellos. No hay rastros de demonios, ni señales de magia oscura, solo una limpieza clínica que Dante encuentra perturbadora.
    La investigación lleva a Dante a un oscuro rincón del folclore de la ciudad, donde se rumorea que el diablo ya no pide el alma en papel, sino a través de una simple firma contractual y, más recientemente, por la aceptación tácita de una voz carismática en el éter. La amenaza es Alastor, el Demonio de la Radio, un Overlord que opera no con fuerza bruta, sino haciendo cumplir pactos ancestrales, aprovechando el poder de la influencia y la información.
    El conflicto se profundiza cuando Dante se da cuenta de que su fuerza y su espada, Rebellion, son inútiles contra una entidad cuya presencia se manifiesta solo a través de una escalofriante estática de radio y una risa burlona de los años 30. Alastor no está interesado en la destrucción física; su objetivo es la autoría y el control absoluto sobre las almas que ya le pertenecen, y Dante se ha convertido en una interesante interrupción en la transmisión.
    Dante debe sumergirse en la historia oculta de la ciudad, rastreando los viejos contratos que datan de la primera gran época del boom radiofónico (donde la voz tenía un poder sin precedentes) para encontrar la única cosa que Alastor teme: no el acero, sino la verdadera cancelación. La cuenta regresiva comienza cuando Dante mismo escucha su nombre mencionado en una emisión de medianoche con un tono escalofriante y alegre, entendiendo que ahora no es solo el cazador, sino también la presa. ¿Cómo se puede matar a un demonio que es solo una voz y un contrato?
    Título: La Frecuencia Silenciosa Género: Sobrenatural / Ficción Crossover Oscura "Hechos Reales" Ambientales: Uso de la mitología del "Pacto de Faustos" y la historia de la Era de Oro de la Radio (1920-1940) como velo para el mal. PERSONAJES: [solar_yellow_frog_924] : El cazador de demonios, despreocupado pero letal. [Alastor_rabbit] : El Demonio de la Radio. LOCACIÓN: OFICINA DEVIL MAY CRY — NOCHE SINOPSIS: La vida de Dante Sparda, habitualmente ruidosa y caótica, se vuelve extrañamente silenciosa en medio de una ola de casos inexplicables. La agencia Devil May Cry recibe un encargo atípico: una serie de empresarios, artistas y políticos de Nueva Orleans han muerto en circunstancias idénticas: sin heridas físicas, pero con el rostro congelado en una mueca de terror silencioso y una pequeña radio antigua colocada cuidadosamente junto a ellos. No hay rastros de demonios, ni señales de magia oscura, solo una limpieza clínica que Dante encuentra perturbadora. La investigación lleva a Dante a un oscuro rincón del folclore de la ciudad, donde se rumorea que el diablo ya no pide el alma en papel, sino a través de una simple firma contractual y, más recientemente, por la aceptación tácita de una voz carismática en el éter. La amenaza es Alastor, el Demonio de la Radio, un Overlord que opera no con fuerza bruta, sino haciendo cumplir pactos ancestrales, aprovechando el poder de la influencia y la información. El conflicto se profundiza cuando Dante se da cuenta de que su fuerza y su espada, Rebellion, son inútiles contra una entidad cuya presencia se manifiesta solo a través de una escalofriante estática de radio y una risa burlona de los años 30. Alastor no está interesado en la destrucción física; su objetivo es la autoría y el control absoluto sobre las almas que ya le pertenecen, y Dante se ha convertido en una interesante interrupción en la transmisión. Dante debe sumergirse en la historia oculta de la ciudad, rastreando los viejos contratos que datan de la primera gran época del boom radiofónico (donde la voz tenía un poder sin precedentes) para encontrar la única cosa que Alastor teme: no el acero, sino la verdadera cancelación. La cuenta regresiva comienza cuando Dante mismo escucha su nombre mencionado en una emisión de medianoche con un tono escalofriante y alegre, entendiendo que ahora no es solo el cazador, sino también la presa. ¿Cómo se puede matar a un demonio que es solo una voz y un contrato?
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  • El rapto
    Fandom Mitología
    Categoría Drama
    El campo estaba lleno de vida ya sea por las hermosas flores, hasta llegar con los animalitos. Hoy madre me había pedido de que fuera con ella, era la primera vez que estaba con ella. Se que es muy protectora pero yo quiero ir por mi cuenta.

    - Persefone no te alejes mucho -

    Madre me aviso, yo solo asentí con la cabeza y me senté en el prado para hacer una corona de flores. Así que empecé a hacerla mientras tarareo una canción. La medolia hacia que se acercara animales y acaricie con suavidad una ardilla que se poso en mis piernas. Estaba siendo un día precioso.

    ༒︎۞𝙷𝙰𝙳𝙴𝚂۞༒︎
    El campo estaba lleno de vida ya sea por las hermosas flores, hasta llegar con los animalitos. Hoy madre me había pedido de que fuera con ella, era la primera vez que estaba con ella. Se que es muy protectora pero yo quiero ir por mi cuenta. - Persefone no te alejes mucho - Madre me aviso, yo solo asentí con la cabeza y me senté en el prado para hacer una corona de flores. Así que empecé a hacerla mientras tarareo una canción. La medolia hacia que se acercara animales y acaricie con suavidad una ardilla que se poso en mis piernas. Estaba siendo un día precioso. [frost_sapphire_giraffe_726]
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  • De pronto se me ocurre una idea, sin motivo. Entra y empieza a cambiarlo todo.
    No parece tener sentido, pero encaja, y cuanto más la pienso, más lógica parece.
    Es raro, pero tiene sentido, como si todo siguiera un orden que solo yo puedo ver.
    De pronto se me ocurre una idea, sin motivo. Entra y empieza a cambiarlo todo. No parece tener sentido, pero encaja, y cuanto más la pienso, más lógica parece. Es raro, pero tiene sentido, como si todo siguiera un orden que solo yo puedo ver.
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  • Me eh vuelto una rosa con espinas.
    Una que no se puede tocar.
    Que si se toca, solo se provocarara que se claven las espinas.
    Una rosa que solo puede ser admirada.

    Soy una rosa con espinas qué es capaz de hacerte sangran si no se tiene cuidado.

    Aun asi no se pierde la belleza que la misma muestra.
    Me eh vuelto una rosa con espinas. Una que no se puede tocar. Que si se toca, solo se provocarara que se claven las espinas. Una rosa que solo puede ser admirada. Soy una rosa con espinas qué es capaz de hacerte sangran si no se tiene cuidado. Aun asi no se pierde la belleza que la misma muestra.
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  • Siquiera cientos, no... miles de años habían sido suficientes para llegar a corromper al Rey del infierno, antiguo Serafín y ángel favorito de Dios en sí mismo.
    Todo lo que había bastado fue una última tradición, un momento de desgarrador dolor que rompió todo en él como un cristal, fragmentando sus ideas, sus ideales, acabando con la última pizca de bondad que aún albergaba su ser.

    Sus manos, sus pezuñas, teñidas en la oscuridad inminente que el pecado traía consigo, comenzaron a ser devoradas por esta misma, subiendo a un ritmo acelerado hacia sus hombros, caderas, abdomen y cuello, tiñendo la pálida piel del monarca en un negro que sólo se podía comparar con el abismo.
    Sus ojos ya no mostraban más que la más profunda y verdadera Ira, bañados en rojo sangre, con la mirada clavada en quien antes veía como su esposo, ahora no era más que una basura despreciable, alguien a quien iba a eliminar, viendo la sangre que lo bañaba, la de su pequeño hijo.

    El constante murmullo de Eren en su oído siquiera era entendible como tal, pero resonaba en su cabeza como un martilleo constante:
    "Son miserables. Mira lo que han hecho, lo que te han hecho. Acábalos. Acaba con todo."
    La oscuridad terminó por envolverle el cuerpo casi en totalidad, pero lo único que faltaba era la gema en su espalda, entre las alas, reluciente, pura, sana... Pero no por mucho.
    Bastó el toque de la maldad encarnada, una pequeña presión con su dedo índice sobre la joya que, de inmediato, se tornó oscura en su totalidad, terminando por corromper del todo al portador del poder de Dios, deformando sus cuerpo poco a poco, dejando escuchar el crujir y romper de sus huesos reacomodándose, desgarrando la carne a su paso mientras sus extremidades crecían, aumentando el tamaño de sus fauces, la cornamenta, la cola cubierta en espinas y sus alas, perdiendo una a una las plumas en una lluvia torrencial que las bañaba en sangre también, no eran necesarias, pero serían armas al quedar los huesos expuestos.

    El universo, sus habitantes, ángeles y demonios estaban condenados. Nada ni nadie escaparía de su nuevo verdugo, la estrella de la mañana que se había tornado en un agujero negro, dispuesto a arrasar todo a su paso, incluso a quienes juró proteger en algún punto.
    Siquiera cientos, no... miles de años habían sido suficientes para llegar a corromper al Rey del infierno, antiguo Serafín y ángel favorito de Dios en sí mismo. Todo lo que había bastado fue una última tradición, un momento de desgarrador dolor que rompió todo en él como un cristal, fragmentando sus ideas, sus ideales, acabando con la última pizca de bondad que aún albergaba su ser. Sus manos, sus pezuñas, teñidas en la oscuridad inminente que el pecado traía consigo, comenzaron a ser devoradas por esta misma, subiendo a un ritmo acelerado hacia sus hombros, caderas, abdomen y cuello, tiñendo la pálida piel del monarca en un negro que sólo se podía comparar con el abismo. Sus ojos ya no mostraban más que la más profunda y verdadera Ira, bañados en rojo sangre, con la mirada clavada en quien antes veía como su esposo, ahora no era más que una basura despreciable, alguien a quien iba a eliminar, viendo la sangre que lo bañaba, la de su pequeño hijo. El constante murmullo de Eren en su oído siquiera era entendible como tal, pero resonaba en su cabeza como un martilleo constante: "Son miserables. Mira lo que han hecho, lo que te han hecho. Acábalos. Acaba con todo." La oscuridad terminó por envolverle el cuerpo casi en totalidad, pero lo único que faltaba era la gema en su espalda, entre las alas, reluciente, pura, sana... Pero no por mucho. Bastó el toque de la maldad encarnada, una pequeña presión con su dedo índice sobre la joya que, de inmediato, se tornó oscura en su totalidad, terminando por corromper del todo al portador del poder de Dios, deformando sus cuerpo poco a poco, dejando escuchar el crujir y romper de sus huesos reacomodándose, desgarrando la carne a su paso mientras sus extremidades crecían, aumentando el tamaño de sus fauces, la cornamenta, la cola cubierta en espinas y sus alas, perdiendo una a una las plumas en una lluvia torrencial que las bañaba en sangre también, no eran necesarias, pero serían armas al quedar los huesos expuestos. El universo, sus habitantes, ángeles y demonios estaban condenados. Nada ni nadie escaparía de su nuevo verdugo, la estrella de la mañana que se había tornado en un agujero negro, dispuesto a arrasar todo a su paso, incluso a quienes juró proteger en algún punto.
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  • ♛ Lo prometido es deuda ~                          
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  • El héroe de Hyrule y ex-campeón podía hacer muchas cosas: desde enfrentarse a bokoblins hasta pelear con centaleones, gleeoks y contra el mismo Ganondorf.

    Sus hazañas se contaban entre los establos, pasadas de boca en boca entre comerciantes y viajeros. Como aquella vez en que defendió el fuerte de Hateno, cuando una oleada alarmante de guardianes amenazó con arrasarlo todo.

    Pero, pese a todas esas historias, había algo a lo que Link no era inmune: empezar su día a una hora razonable.

    El sol inundaba su casa con rayos cálidos y la promesa de un cielo despejado. Todo apuntaba a que sería un buen día; sin embargo, el hyliano parecía ser el único que no compartía ese entusiasmo por madrugar.

    Con el cabello alborotado —como si hubiese dormido en un matorral— y los ojos ligeramente inflamados, casi como par de pequeños chuchus, daba la impresión de que la batalla de Link por despertar estaba claramente perdida.

    Aun así, dejó escapar un leve resoplido, apretando los labios en una mueca resignada mientras se incorporaba apenas unos centímetros… solo para dejarse caer de nuevo sobre las mantas, revolviéndolas, haciendo un pequeño berrinche silencioso. Y, en ese instante, quedó claro que el héroe había decidido posponer el inicio de su día hasta nuevo aviso.

    (N/A: Se que es Link de Skyward Sword pero finjamos demencia y digamos que es de BotW y TotK para que tenga sentido lo que escribí. Gracias. (?) )
    El héroe de Hyrule y ex-campeón podía hacer muchas cosas: desde enfrentarse a bokoblins hasta pelear con centaleones, gleeoks y contra el mismo Ganondorf. Sus hazañas se contaban entre los establos, pasadas de boca en boca entre comerciantes y viajeros. Como aquella vez en que defendió el fuerte de Hateno, cuando una oleada alarmante de guardianes amenazó con arrasarlo todo. Pero, pese a todas esas historias, había algo a lo que Link no era inmune: empezar su día a una hora razonable. El sol inundaba su casa con rayos cálidos y la promesa de un cielo despejado. Todo apuntaba a que sería un buen día; sin embargo, el hyliano parecía ser el único que no compartía ese entusiasmo por madrugar. Con el cabello alborotado —como si hubiese dormido en un matorral— y los ojos ligeramente inflamados, casi como par de pequeños chuchus, daba la impresión de que la batalla de Link por despertar estaba claramente perdida. Aun así, dejó escapar un leve resoplido, apretando los labios en una mueca resignada mientras se incorporaba apenas unos centímetros… solo para dejarse caer de nuevo sobre las mantas, revolviéndolas, haciendo un pequeño berrinche silencioso. Y, en ese instante, quedó claro que el héroe había decidido posponer el inicio de su día hasta nuevo aviso. (N/A: Se que es Link de Skyward Sword pero finjamos demencia y digamos que es de BotW y TotK para que tenga sentido lo que escribí. Gracias. (?) )
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  • ❝ —Y de ese modo el león se enamoró de la oveja… —murmuró.

    Desvié la vista para ocultar mis ojos mientras me estremecía al oírle pronunciar la palabra.

    —¡Qué oveja tan estúpida! —musité.

    —¡Qué león tan morboso y masoquista! ❞

    Minerva rodó los ojos y cerró el libro con cierta apatía y aburrimiento. Lo tiró suavemente sobre la cama intentando dejar su mente en blanco, pero lo cierto era que su cabeza estaba llena de comentarios sarcásticos, irónicos y algo mordaces acerca de aquel libro.
    ❝ —Y de ese modo el león se enamoró de la oveja… —murmuró. Desvié la vista para ocultar mis ojos mientras me estremecía al oírle pronunciar la palabra. —¡Qué oveja tan estúpida! —musité. —¡Qué león tan morboso y masoquista! ❞ Minerva rodó los ojos y cerró el libro con cierta apatía y aburrimiento. Lo tiró suavemente sobre la cama intentando dejar su mente en blanco, pero lo cierto era que su cabeza estaba llena de comentarios sarcásticos, irónicos y algo mordaces acerca de aquel libro.
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