• Siente que se puede arrepentir en algún punto pero prometió complacer a Inuyasha No Taisho mientras Sesshomaru se recuperaba, aunque no deja de sentirse apenado por actuar tan sumiso y ofrecerse de ese modo cuando no está acostumbrado a ese comportamiento.

    —S-Sólo hazlo, creo que ya conseguí prepararme, estuve leyendo algunas cosas al respecto...

    ¿De donde consiguió la información? Magia(?.
    Siente que se puede arrepentir en algún punto pero prometió complacer a [illusion_amethyst_mule_800] mientras Sesshomaru se recuperaba, aunque no deja de sentirse apenado por actuar tan sumiso y ofrecerse de ese modo cuando no está acostumbrado a ese comportamiento. —S-Sólo hazlo, creo que ya conseguí prepararme, estuve leyendo algunas cosas al respecto... ¿De donde consiguió la información? Magia(?.
    0 turnos 0 maullidos
  • El sol caía sobre su piel como un abrazo tibio, pero ella no lo sentía...

    Narelle permanecía apoyada contra la estructura amarilla, los brazos sueltos a los costados, los ojos entrecerrados. De tanto en tanto, los humanos pasaban junto a ella, riendo, apresurados, viviendo sin darse cuenta de nada. Ese mundo seguía latiendo, aunque el suyo hacía tiempo que había dejado de hacerlo.

    Una mueca apenas perceptible tensó sus labios, le dolía. Todo. Siempre... El murmullo de la ciudad le rozaba los oídos, pero dentro de su pecho solo había un eco... Un vacío hondo donde antes había agua, hogar, calor...

    -"Ojalá pudiera dejar de sentir." El pensamiento la atravesó con la misma suavidad con la que el viento movió su cabello, una ironía amarga...sentir demasiado fue lo que la había deshecho… y aun así... y aun asi no podía apagarlo.

    Vio a una madre tomar la mano de su hijo para cruzar la calle, algo tan simple.... pero que le arrancó un latido doloroso que no pidió.

    Narelle desvió la mirada incomoda con lo que se removió dentro de ella
    -Amé así… tan fuerte que me rompí...Quise protegerlo todo… hasta que no quedó nada que me protegiera a mí- murmuró a la nada, su mirada se alzó al cielo... y aunque era completamente soleado... sabía que ella estaba ahí, observándola... aún podía sentirla... y quiso gritar, preguntarle el porqué la había enviado ahí... ella no era la culpable de las decisiones de otros.. ella solo quería un hogar, ella había pertenecido a un firmamento... y eso incluso parecia una vida de fantasía para ese maldito momento.

    Cerró los ojos un instante. El sol seguía calentándola, pero su cuerpo permanecía frío... helado...Como si hubiera sido hecha para ver, pero no para pertenecer.
    El sol caía sobre su piel como un abrazo tibio, pero ella no lo sentía... Narelle permanecía apoyada contra la estructura amarilla, los brazos sueltos a los costados, los ojos entrecerrados. De tanto en tanto, los humanos pasaban junto a ella, riendo, apresurados, viviendo sin darse cuenta de nada. Ese mundo seguía latiendo, aunque el suyo hacía tiempo que había dejado de hacerlo. Una mueca apenas perceptible tensó sus labios, le dolía. Todo. Siempre... El murmullo de la ciudad le rozaba los oídos, pero dentro de su pecho solo había un eco... Un vacío hondo donde antes había agua, hogar, calor... -"Ojalá pudiera dejar de sentir." El pensamiento la atravesó con la misma suavidad con la que el viento movió su cabello, una ironía amarga...sentir demasiado fue lo que la había deshecho… y aun así... y aun asi no podía apagarlo. Vio a una madre tomar la mano de su hijo para cruzar la calle, algo tan simple.... pero que le arrancó un latido doloroso que no pidió. Narelle desvió la mirada incomoda con lo que se removió dentro de ella -Amé así… tan fuerte que me rompí...Quise protegerlo todo… hasta que no quedó nada que me protegiera a mí- murmuró a la nada, su mirada se alzó al cielo... y aunque era completamente soleado... sabía que ella estaba ahí, observándola... aún podía sentirla... y quiso gritar, preguntarle el porqué la había enviado ahí... ella no era la culpable de las decisiones de otros.. ella solo quería un hogar, ella había pertenecido a un firmamento... y eso incluso parecia una vida de fantasía para ese maldito momento. Cerró los ojos un instante. El sol seguía calentándola, pero su cuerpo permanecía frío... helado...Como si hubiera sido hecha para ver, pero no para pertenecer.
    0 turnos 0 maullidos

  • Después de enfrentarse a dos elfos oscuros que se atrevieron a invadir su bosque, ella salió tambaleante entre los árboles. Tenía los brazos cubiertos de raspones y la piel marcada por cortes que aún goteaban sangre. El sudor y el polvo se mezclaban en su rostro, y una herida más profunda en el costado le hacía difícil respirar. Aun así, sus ojos mantenían un brillo desafiante; estaba herida, pero no vencida.

    —Quizas muera aquí...—dice con voz entre cortada—pero será dónde nací y moriré por mi amado bosque.

    #rol
    Después de enfrentarse a dos elfos oscuros que se atrevieron a invadir su bosque, ella salió tambaleante entre los árboles. Tenía los brazos cubiertos de raspones y la piel marcada por cortes que aún goteaban sangre. El sudor y el polvo se mezclaban en su rostro, y una herida más profunda en el costado le hacía difícil respirar. Aun así, sus ojos mantenían un brillo desafiante; estaba herida, pero no vencida. —Quizas muera aquí...—dice con voz entre cortada—pero será dónde nací y moriré por mi amado bosque. #rol
    Me entristece
    3
    1 turno 0 maullidos
  • -Las gemelas después de haber estado esforzadose para el proyecto Gestalt, cosa que nadie de la aldea donde vive, nadie de ahi sabía la verdad, solo ellas por lo que saber que son dos, esa carga se puede diviri en dos.

    Haciendo ese peso más fácil de llevar, Devola y Popola esa tarde optaron por ir a relajarse y olvidar un poco todo, Nier no estaba, él fue rumbo al nido del águila para informarse mas sobre una manera de curar a Yoona. -

    Devola: La verdad, espero que esto sea un éxito. - Comentó tras un leve suspiro de su bebida. -

    Popola: Tranquila, solo debemos aguantar un poco más. -Responde tratando de animar a su hermana. -

    -Ambas aveces estar con esa "doble" vida, puede resultar agotador pero no podía hacer más nada, solo seguir adelante.

    Por lo que ese día, ambas salieron a un bar solo para despejar sus mentes-
    -Las gemelas después de haber estado esforzadose para el proyecto Gestalt, cosa que nadie de la aldea donde vive, nadie de ahi sabía la verdad, solo ellas por lo que saber que son dos, esa carga se puede diviri en dos. Haciendo ese peso más fácil de llevar, Devola y Popola esa tarde optaron por ir a relajarse y olvidar un poco todo, Nier no estaba, él fue rumbo al nido del águila para informarse mas sobre una manera de curar a Yoona. - Devola: La verdad, espero que esto sea un éxito. - Comentó tras un leve suspiro de su bebida. - Popola: Tranquila, solo debemos aguantar un poco más. -Responde tratando de animar a su hermana. - -Ambas aveces estar con esa "doble" vida, puede resultar agotador pero no podía hacer más nada, solo seguir adelante. Por lo que ese día, ambas salieron a un bar solo para despejar sus mentes-
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Tengo una pregunta a los creadores.

    Si quieres saludar a alguien pero no lo tienes en tu lista se considera falta y acoso creando spam(?)

    Está es una comunidad para poder hacer historias y hacer amistades. Pero si está prohibido por los lineamientos como vamos a interactuar.

    No quiero que me baneen por saludar a quien acaba de llegar.
    Tengo una pregunta a los creadores. Si quieres saludar a alguien pero no lo tienes en tu lista se considera falta y acoso creando spam(?) Está es una comunidad para poder hacer historias y hacer amistades. Pero si está prohibido por los lineamientos como vamos a interactuar. No quiero que me baneen por saludar a quien acaba de llegar.
    Me gusta
    Me encocora
    4
    4 comentarios 1 compartido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    El primer combate contra Akane: El despertar

    —La encuentro en el jardín Ishtar, entrenando sola.

    El viento apenas se atreve a rozarla.
    Cada movimiento suyo es una línea perfecta: la espada sube, baja, gira con una elegancia que parece casi música.
    Su cabello sigue el ritmo del acero, y por un instante pienso que estoy viendo un sueño en lugar de a una persona real.

    Pero cuando siente mi presencia… se detiene.
    La espada queda suspendida en un último movimiento preciso, y luego la enfunda con un gesto suave.

    Y entonces me sonríe.

    Una sonrisa tímida, dulce, la clase de sonrisa que me derrite las piernas.

    Akane da unos pasos hacia mí.

    Akane: Buenos días, Lili. Estás… ¿bien? Pareces muy emocionada.

    Yo asiento rápido, demasiado rápido, como si se me fuera la vida en ello.
    Y comienzo a hablarle atropellada, contándole todo lo que viví el día anterior con Oz.
    Cómo apareció, lo que me dijo, lo que hizo con el poste.
    Su rostro cambia apenas cuando menciono su nombre—Oz—y sus ojos se vuelven más graves.

    Me explica lo que sabe.
    La historia que se murmura en sombras.

    —La muerte de Selin.
    El caos que nació de ese dolor.
    El encierro eterno.
    La reciente liberación.

    El aire pesa.
    Se me hunde el corazón.

    Lili (temblando): ¿Por eso mi madre desapareció…?

    Akane baja la mirada, incapaz de darme una mentira… e incapaz de decirme la verdad.
    Su silencio me atraviesa.

    Pero entonces, para no llorar, me aferro a lo que sí sé:

    Lili: Oz dice que quiere entrenarme. Dice que soy muy poderosa… ¡Así que te lo voy a demostrar!

    Ella vuelve a sonreír, esa sonrisa que mezcla cariño y preocupación.

    Akane: Entonces ven con todo lo que tengas, Lili. Estoy lista.


    ---

    Agarro una enorme guadaña.
    Corro hacia ella con toda mi energía, como si fuera una avalancha.

    Ataco una, dos, diez veces.
    Me muevo como si cada golpe fuera una danza improvisada.

    Pero Akane solo esquiva.
    Apenas se mueve.
    Fluye.
    Y siempre, siempre con esa expresión dulce que me enfurece y me sonroja.

    Mis mejillas están rojas.
    Mi orgullo arde.

    Y entonces…
    Siento eso dentro de mí.

    Un latido doble.
    Una voz que no es voz.
    Un susurro que se clava entre mis costillas.

    “Más rápido.”
    “Más fuerte.”
    “No eres frágil.”

    La guadaña cae al suelo.
    Mis manos tiemblan.
    Mis uñas… se alargan.
    Mis dientes rasgan mi propia lengua al cambiar.

    Un dolor delicioso y terrible atraviesa mi cuerpo.

    Y grito.

    Pero no soy solo yo.

    Es una voz lunar.
    Y otra, abismal.
    Una superpuesta a la otra, como si el mundo estuviera desgarrándose y recomponiéndose dentro de mí.

    Mi sombra se estira hacia atrás, se eleva, respira.

    Mi conciencia se apaga como una vela bajo tormenta.

    Lo último que alcanzo a ver…
    Es el rostro de Akane, retrocediendo un paso.

    Por primera vez,
    asustada.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 El primer combate contra Akane: El despertar —La encuentro en el jardín Ishtar, entrenando sola. El viento apenas se atreve a rozarla. Cada movimiento suyo es una línea perfecta: la espada sube, baja, gira con una elegancia que parece casi música. Su cabello sigue el ritmo del acero, y por un instante pienso que estoy viendo un sueño en lugar de a una persona real. Pero cuando siente mi presencia… se detiene. La espada queda suspendida en un último movimiento preciso, y luego la enfunda con un gesto suave. Y entonces me sonríe. Una sonrisa tímida, dulce, la clase de sonrisa que me derrite las piernas. Akane da unos pasos hacia mí. Akane: Buenos días, Lili. Estás… ¿bien? Pareces muy emocionada. Yo asiento rápido, demasiado rápido, como si se me fuera la vida en ello. Y comienzo a hablarle atropellada, contándole todo lo que viví el día anterior con Oz. Cómo apareció, lo que me dijo, lo que hizo con el poste. Su rostro cambia apenas cuando menciono su nombre—Oz—y sus ojos se vuelven más graves. Me explica lo que sabe. La historia que se murmura en sombras. —La muerte de Selin. El caos que nació de ese dolor. El encierro eterno. La reciente liberación. El aire pesa. Se me hunde el corazón. Lili (temblando): ¿Por eso mi madre desapareció…? Akane baja la mirada, incapaz de darme una mentira… e incapaz de decirme la verdad. Su silencio me atraviesa. Pero entonces, para no llorar, me aferro a lo que sí sé: Lili: Oz dice que quiere entrenarme. Dice que soy muy poderosa… ¡Así que te lo voy a demostrar! Ella vuelve a sonreír, esa sonrisa que mezcla cariño y preocupación. Akane: Entonces ven con todo lo que tengas, Lili. Estoy lista. --- Agarro una enorme guadaña. Corro hacia ella con toda mi energía, como si fuera una avalancha. Ataco una, dos, diez veces. Me muevo como si cada golpe fuera una danza improvisada. Pero Akane solo esquiva. Apenas se mueve. Fluye. Y siempre, siempre con esa expresión dulce que me enfurece y me sonroja. Mis mejillas están rojas. Mi orgullo arde. Y entonces… Siento eso dentro de mí. Un latido doble. Una voz que no es voz. Un susurro que se clava entre mis costillas. “Más rápido.” “Más fuerte.” “No eres frágil.” La guadaña cae al suelo. Mis manos tiemblan. Mis uñas… se alargan. Mis dientes rasgan mi propia lengua al cambiar. Un dolor delicioso y terrible atraviesa mi cuerpo. Y grito. Pero no soy solo yo. Es una voz lunar. Y otra, abismal. Una superpuesta a la otra, como si el mundo estuviera desgarrándose y recomponiéndose dentro de mí. Mi sombra se estira hacia atrás, se eleva, respira. Mi conciencia se apaga como una vela bajo tormenta. Lo último que alcanzo a ver… Es el rostro de Akane, retrocediendo un paso. Por primera vez, asustada.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    El primer combate contra Akane: El despertar

    —La encuentro en el jardín Ishtar, entrenando sola.

    El viento apenas se atreve a rozarla.
    Cada movimiento suyo es una línea perfecta: la espada sube, baja, gira con una elegancia que parece casi música.
    Su cabello sigue el ritmo del acero, y por un instante pienso que estoy viendo un sueño en lugar de a una persona real.

    Pero cuando siente mi presencia… se detiene.
    La espada queda suspendida en un último movimiento preciso, y luego la enfunda con un gesto suave.

    Y entonces me sonríe.

    Una sonrisa tímida, dulce, la clase de sonrisa que me derrite las piernas.

    Akane da unos pasos hacia mí.

    Akane: Buenos días, Lili. Estás… ¿bien? Pareces muy emocionada.

    Yo asiento rápido, demasiado rápido, como si se me fuera la vida en ello.
    Y comienzo a hablarle atropellada, contándole todo lo que viví el día anterior con Oz.
    Cómo apareció, lo que me dijo, lo que hizo con el poste.
    Su rostro cambia apenas cuando menciono su nombre—Oz—y sus ojos se vuelven más graves.

    Me explica lo que sabe.
    La historia que se murmura en sombras.

    —La muerte de Selin.
    El caos que nació de ese dolor.
    El encierro eterno.
    La reciente liberación.

    El aire pesa.
    Se me hunde el corazón.

    Lili (temblando): ¿Por eso mi madre desapareció…?

    Akane baja la mirada, incapaz de darme una mentira… e incapaz de decirme la verdad.
    Su silencio me atraviesa.

    Pero entonces, para no llorar, me aferro a lo que sí sé:

    Lili: Oz dice que quiere entrenarme. Dice que soy muy poderosa… ¡Así que te lo voy a demostrar!

    Ella vuelve a sonreír, esa sonrisa que mezcla cariño y preocupación.

    Akane: Entonces ven con todo lo que tengas, Lili. Estoy lista.


    ---

    Agarro una enorme guadaña.
    Corro hacia ella con toda mi energía, como si fuera una avalancha.

    Ataco una, dos, diez veces.
    Me muevo como si cada golpe fuera una danza improvisada.

    Pero Akane solo esquiva.
    Apenas se mueve.
    Fluye.
    Y siempre, siempre con esa expresión dulce que me enfurece y me sonroja.

    Mis mejillas están rojas.
    Mi orgullo arde.

    Y entonces…
    Siento eso dentro de mí.

    Un latido doble.
    Una voz que no es voz.
    Un susurro que se clava entre mis costillas.

    “Más rápido.”
    “Más fuerte.”
    “No eres frágil.”

    La guadaña cae al suelo.
    Mis manos tiemblan.
    Mis uñas… se alargan.
    Mis dientes rasgan mi propia lengua al cambiar.

    Un dolor delicioso y terrible atraviesa mi cuerpo.

    Y grito.

    Pero no soy solo yo.

    Es una voz lunar.
    Y otra, abismal.
    Una superpuesta a la otra, como si el mundo estuviera desgarrándose y recomponiéndose dentro de mí.

    Mi sombra se estira hacia atrás, se eleva, respira.

    Mi conciencia se apaga como una vela bajo tormenta.

    Lo último que alcanzo a ver…
    Es el rostro de Akane, retrocediendo un paso.

    Por primera vez,
    asustada.
    Me shockea
    Me encocora
    4
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    El primer combate contra Akane: El despertar

    —La encuentro en el jardín Ishtar, entrenando sola.

    El viento apenas se atreve a rozarla.
    Cada movimiento suyo es una línea perfecta: la espada sube, baja, gira con una elegancia que parece casi música.
    Su cabello sigue el ritmo del acero, y por un instante pienso que estoy viendo un sueño en lugar de a una persona real.

    Pero cuando siente mi presencia… se detiene.
    La espada queda suspendida en un último movimiento preciso, y luego la enfunda con un gesto suave.

    Y entonces me sonríe.

    Una sonrisa tímida, dulce, la clase de sonrisa que me derrite las piernas.

    Akane da unos pasos hacia mí.

    Akane: Buenos días, Lili. Estás… ¿bien? Pareces muy emocionada.

    Yo asiento rápido, demasiado rápido, como si se me fuera la vida en ello.
    Y comienzo a hablarle atropellada, contándole todo lo que viví el día anterior con Oz.
    Cómo apareció, lo que me dijo, lo que hizo con el poste.
    Su rostro cambia apenas cuando menciono su nombre—Oz—y sus ojos se vuelven más graves.

    Me explica lo que sabe.
    La historia que se murmura en sombras.

    —La muerte de Selin.
    El caos que nació de ese dolor.
    El encierro eterno.
    La reciente liberación.

    El aire pesa.
    Se me hunde el corazón.

    Lili (temblando): ¿Por eso mi madre desapareció…?

    Akane baja la mirada, incapaz de darme una mentira… e incapaz de decirme la verdad.
    Su silencio me atraviesa.

    Pero entonces, para no llorar, me aferro a lo que sí sé:

    Lili: Oz dice que quiere entrenarme. Dice que soy muy poderosa… ¡Así que te lo voy a demostrar!

    Ella vuelve a sonreír, esa sonrisa que mezcla cariño y preocupación.

    Akane: Entonces ven con todo lo que tengas, Lili. Estoy lista.


    ---

    Agarro una enorme guadaña.
    Corro hacia ella con toda mi energía, como si fuera una avalancha.

    Ataco una, dos, diez veces.
    Me muevo como si cada golpe fuera una danza improvisada.

    Pero Akane solo esquiva.
    Apenas se mueve.
    Fluye.
    Y siempre, siempre con esa expresión dulce que me enfurece y me sonroja.

    Mis mejillas están rojas.
    Mi orgullo arde.

    Y entonces…
    Siento eso dentro de mí.

    Un latido doble.
    Una voz que no es voz.
    Un susurro que se clava entre mis costillas.

    “Más rápido.”
    “Más fuerte.”
    “No eres frágil.”

    La guadaña cae al suelo.
    Mis manos tiemblan.
    Mis uñas… se alargan.
    Mis dientes rasgan mi propia lengua al cambiar.

    Un dolor delicioso y terrible atraviesa mi cuerpo.

    Y grito.

    Pero no soy solo yo.

    Es una voz lunar.
    Y otra, abismal.
    Una superpuesta a la otra, como si el mundo estuviera desgarrándose y recomponiéndose dentro de mí.

    Mi sombra se estira hacia atrás, se eleva, respira.

    Mi conciencia se apaga como una vela bajo tormenta.

    Lo último que alcanzo a ver…
    Es el rostro de Akane, retrocediendo un paso.

    Por primera vez,
    asustada.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 El primer combate contra Akane: El despertar —La encuentro en el jardín Ishtar, entrenando sola. El viento apenas se atreve a rozarla. Cada movimiento suyo es una línea perfecta: la espada sube, baja, gira con una elegancia que parece casi música. Su cabello sigue el ritmo del acero, y por un instante pienso que estoy viendo un sueño en lugar de a una persona real. Pero cuando siente mi presencia… se detiene. La espada queda suspendida en un último movimiento preciso, y luego la enfunda con un gesto suave. Y entonces me sonríe. Una sonrisa tímida, dulce, la clase de sonrisa que me derrite las piernas. Akane da unos pasos hacia mí. Akane: Buenos días, Lili. Estás… ¿bien? Pareces muy emocionada. Yo asiento rápido, demasiado rápido, como si se me fuera la vida en ello. Y comienzo a hablarle atropellada, contándole todo lo que viví el día anterior con Oz. Cómo apareció, lo que me dijo, lo que hizo con el poste. Su rostro cambia apenas cuando menciono su nombre—Oz—y sus ojos se vuelven más graves. Me explica lo que sabe. La historia que se murmura en sombras. —La muerte de Selin. El caos que nació de ese dolor. El encierro eterno. La reciente liberación. El aire pesa. Se me hunde el corazón. Lili (temblando): ¿Por eso mi madre desapareció…? Akane baja la mirada, incapaz de darme una mentira… e incapaz de decirme la verdad. Su silencio me atraviesa. Pero entonces, para no llorar, me aferro a lo que sí sé: Lili: Oz dice que quiere entrenarme. Dice que soy muy poderosa… ¡Así que te lo voy a demostrar! Ella vuelve a sonreír, esa sonrisa que mezcla cariño y preocupación. Akane: Entonces ven con todo lo que tengas, Lili. Estoy lista. --- Agarro una enorme guadaña. Corro hacia ella con toda mi energía, como si fuera una avalancha. Ataco una, dos, diez veces. Me muevo como si cada golpe fuera una danza improvisada. Pero Akane solo esquiva. Apenas se mueve. Fluye. Y siempre, siempre con esa expresión dulce que me enfurece y me sonroja. Mis mejillas están rojas. Mi orgullo arde. Y entonces… Siento eso dentro de mí. Un latido doble. Una voz que no es voz. Un susurro que se clava entre mis costillas. “Más rápido.” “Más fuerte.” “No eres frágil.” La guadaña cae al suelo. Mis manos tiemblan. Mis uñas… se alargan. Mis dientes rasgan mi propia lengua al cambiar. Un dolor delicioso y terrible atraviesa mi cuerpo. Y grito. Pero no soy solo yo. Es una voz lunar. Y otra, abismal. Una superpuesta a la otra, como si el mundo estuviera desgarrándose y recomponiéndose dentro de mí. Mi sombra se estira hacia atrás, se eleva, respira. Mi conciencia se apaga como una vela bajo tormenta. Lo último que alcanzo a ver… Es el rostro de Akane, retrocediendo un paso. Por primera vez, asustada.
    Me gusta
    1
    1 comentario 1 compartido
  • Buenos días, mis amores… Lunes otra vez, pero yo ya desperté con ganas de hacer maldades y romper camas. ¿Quién se apunta a que esta semana sea puro pecado disfrazado de productividad?
    Buenos días, mis amores… Lunes otra vez, pero yo ya desperté con ganas de hacer maldades y romper camas. ¿Quién se apunta a que esta semana sea puro pecado disfrazado de productividad? 😈💦
    Me gusta
    Me encocora
    Me enjaja
    Me endiabla
    Me shockea
    6
    0 turnos 0 maullidos
  • Entre mi hermana y mi prometido este año se han lucido un montón con sus regalos por mi cumpleaños.
    Entre mi hermana y mi prometido este año se han lucido un montón con sus regalos por mi cumpleaños.
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // los valentinos ya llevaron el amor propio a un nuevo nivel e leído demasiado
    // los valentinos ya llevaron el amor propio a un nuevo nivel :STK-43: e leído demasiado :STK-53:
    8 comentarios 0 compartidos
Ver más resultados
Patrocinados