• Dr Sniffles Stuart ᴬⁿᵗᵉᵃᵗᵉʳ A veces siento que soy una carga para tí porque te agobió con mis problemas, mi querido amigo.
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  • La soledad es aquello que nos hace más fuertes o eso dicen.

    La soledad es enemiga, amiga, incluso desconocida y amante. Miles de pensamientos rondaban la cabeza de la deidad de la primavera, cansada, hastiada de sus propios pensamientos, su honda respiración se hizo presente a la profundidad a la que sus pulmones llegaban a ese sentimiento de quemazón, después de tragar saliva, procesar y recapitular sus pensamientos, y ante todo controlar la impulsividad, llevó la mano zurda al pecho, a la zona del corazón.

    Apretó dicha zona como a un clavo ardiente, arrugando por ende toda aquella pieza del vestido, las lágrimas caían por sus mejillas, su rostro intentó metamorfosearle en rigidez, costaba, no era imposible, tampoco posible, pero ahí estaba, pivotando de un batiburrillo de pensamientos a cada cual, peor.

    Sentía calambres en la espalda, en el vientre incluso, temía a la más oscura de las sombras, tragó saliva, su pensamiento pivotó a otro, y sucesivamente, su piel se erizó... algo ocurrida en el cuerpo y mente de Perséfone, miles de sentimientos flotaban: ¿cariño, amor, pasión, miedo, lujuria...?
    La soledad es aquello que nos hace más fuertes o eso dicen. La soledad es enemiga, amiga, incluso desconocida y amante. Miles de pensamientos rondaban la cabeza de la deidad de la primavera, cansada, hastiada de sus propios pensamientos, su honda respiración se hizo presente a la profundidad a la que sus pulmones llegaban a ese sentimiento de quemazón, después de tragar saliva, procesar y recapitular sus pensamientos, y ante todo controlar la impulsividad, llevó la mano zurda al pecho, a la zona del corazón. Apretó dicha zona como a un clavo ardiente, arrugando por ende toda aquella pieza del vestido, las lágrimas caían por sus mejillas, su rostro intentó metamorfosearle en rigidez, costaba, no era imposible, tampoco posible, pero ahí estaba, pivotando de un batiburrillo de pensamientos a cada cual, peor. Sentía calambres en la espalda, en el vientre incluso, temía a la más oscura de las sombras, tragó saliva, su pensamiento pivotó a otro, y sucesivamente, su piel se erizó... algo ocurrida en el cuerpo y mente de Perséfone, miles de sentimientos flotaban: ¿cariño, amor, pasión, miedo, lujuria...?
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  • Miró a su alrededor, sus pasos se habían detenido, y sus ojos observaban a las personas caminar por sus costados; rodeándolo inconscientemente. Alzó una de sus manos, la otra lo acompañó y las dos se cerraron en un aplauso. Todo se esfumó. Ya no había personas caminando por su lado, ni por detrás, ni por delante; ya no había nada. Únicamente El Vacío en el que reinaba, donde su omnipotencia no entendía de límites ni de fronteras.

         ㅤ──Si mi poder entendiera de límites, ¿los apreciaría?

    Vio cómo una vida se formaba dentro de ese vacío; una persona de estatura común para ser hombre, con el rostro gritando "MIEDO" por donde lo veas. Quiso correr, quiso escapar, y él, aburrido por la misma reacción de siempre, chasqueó los dedos y al instante vio la cabeza del hombre ser separada de su cuerpo. Pronto, cuerpo y cabeza desaparecieron a su voluntad. Se dejó caer, flotó, observando la oscuridad de la nada en sus ojos bicolor.
    Miró a su alrededor, sus pasos se habían detenido, y sus ojos observaban a las personas caminar por sus costados; rodeándolo inconscientemente. Alzó una de sus manos, la otra lo acompañó y las dos se cerraron en un aplauso. Todo se esfumó. Ya no había personas caminando por su lado, ni por detrás, ni por delante; ya no había nada. Únicamente El Vacío en el que reinaba, donde su omnipotencia no entendía de límites ni de fronteras.      ㅤ──Si mi poder entendiera de límites, ¿los apreciaría? Vio cómo una vida se formaba dentro de ese vacío; una persona de estatura común para ser hombre, con el rostro gritando "MIEDO" por donde lo veas. Quiso correr, quiso escapar, y él, aburrido por la misma reacción de siempre, chasqueó los dedos y al instante vio la cabeza del hombre ser separada de su cuerpo. Pronto, cuerpo y cabeza desaparecieron a su voluntad. Se dejó caer, flotó, observando la oscuridad de la nada en sus ojos bicolor.
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  • Las sombras se retorcían al final del pasillo del metro subterráneo, tal y como si una fuerza invisible las hubiera hecho cobrar vida, arrastrándolas en caóticas espirales. Se pegaban a las paredes, estirándose hacia las luces intermitentes, ocupando los huecos que la oscuridad normalmente rechaza.

    El repiqueteo de incontables garras impregnó el ambiente; cada choque contra la losa reverberó por los túneles. El sonido era una lluvia de pequeñas puntas que se acumuló en la garganta de quien escuchara y no dejó espacio para otra cosa que no fuera el miedo. Y golpeó el hedor de la muerte. Un olor agrio y caliente ascendió desde los escalones, llenó las fosas nasales hasta borrar cualquier rastro de perfume o frescor. La pestilencia habló de heridas abiertas y supurantes, carne ennegrecida y fauces hambrientas.

    En el suelo, un rastro de sangre indicaba el camino hacia la oscuridad; gotas irregulares derramadas hasta perderse donde la luz no llegaba, un hilo bermellón indicando que aquello, sea lo que fuera, ya había tomado sus primeras víctimas.

    Aunque fuera imposible saber que forma tomaría al llegar, aquello se acercaba. La negrura misma pareció compactarse y avanzar, una masa sin contorno, ganando terreno.

    También se acercó la Criatura: su enorme silueta encorvada apareció en la penumbra, desde el extremo opuesto. Llevaba un abrigo corroído que pendía de sus hombros y rozaba el suelo, ocultando su cabeza casi por completo, pero no sus fuertes manos cubiertas de cicatrices, echas puño bajo la presión de un inminente enfrentamiento.

    Sus pasos fueron lentos, pesados e inevitables.

    Se detuvo frente al rastro de sangre y respiró el aire enrarecido, su olfato era mucho más capaz de lo que cabría esperar.

    ▬▬▬ Quizá debería... correr ▬▬▬murmuró con esa voz desgasta, suave pero profundo; compasión y advertencia, un consejo, nunca una orden▬▬▬ Están hambrientos...

    El próximo tren llegaría pronto.
    Las sombras se retorcían al final del pasillo del metro subterráneo, tal y como si una fuerza invisible las hubiera hecho cobrar vida, arrastrándolas en caóticas espirales. Se pegaban a las paredes, estirándose hacia las luces intermitentes, ocupando los huecos que la oscuridad normalmente rechaza. El repiqueteo de incontables garras impregnó el ambiente; cada choque contra la losa reverberó por los túneles. El sonido era una lluvia de pequeñas puntas que se acumuló en la garganta de quien escuchara y no dejó espacio para otra cosa que no fuera el miedo. Y golpeó el hedor de la muerte. Un olor agrio y caliente ascendió desde los escalones, llenó las fosas nasales hasta borrar cualquier rastro de perfume o frescor. La pestilencia habló de heridas abiertas y supurantes, carne ennegrecida y fauces hambrientas. En el suelo, un rastro de sangre indicaba el camino hacia la oscuridad; gotas irregulares derramadas hasta perderse donde la luz no llegaba, un hilo bermellón indicando que aquello, sea lo que fuera, ya había tomado sus primeras víctimas. Aunque fuera imposible saber que forma tomaría al llegar, aquello se acercaba. La negrura misma pareció compactarse y avanzar, una masa sin contorno, ganando terreno. También se acercó la Criatura: su enorme silueta encorvada apareció en la penumbra, desde el extremo opuesto. Llevaba un abrigo corroído que pendía de sus hombros y rozaba el suelo, ocultando su cabeza casi por completo, pero no sus fuertes manos cubiertas de cicatrices, echas puño bajo la presión de un inminente enfrentamiento. Sus pasos fueron lentos, pesados e inevitables. Se detuvo frente al rastro de sangre y respiró el aire enrarecido, su olfato era mucho más capaz de lo que cabría esperar. ▬▬▬ Quizá debería... correr ▬▬▬murmuró con esa voz desgasta, suave pero profundo; compasión y advertencia, un consejo, nunca una orden▬▬▬ Están hambrientos... El próximo tren llegaría pronto.
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  • Se ha levantado de buen humor esa mañana, así que después de hacer una serie de labores domésticas de mantenimiento, acompañada de la mejor selección musical (una playlist de música rock de los años ochenta), la tríbrida se ha propuesto hacer un desayuno en condiciones para ella y los habitantes del bunker que se vayan levantando...

    El olor de las tortitas en la sartén va inundando el bunker y llenando los espacios invitando al banquete.
    Se ha levantado de buen humor esa mañana, así que después de hacer una serie de labores domésticas de mantenimiento, acompañada de la mejor selección musical (una playlist de música rock de los años ochenta), la tríbrida se ha propuesto hacer un desayuno en condiciones para ella y los habitantes del bunker que se vayan levantando... El olor de las tortitas en la sartén va inundando el bunker y llenando los espacios invitando al banquete.
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  • El regreso a casa
    Categoría Acción
    *El salón del Equipo Justice respiraba un lujo oscuro: alfombras carmesí, sillones que parecían recién abandonados por jueces de otro tiempo, lámparas encendidas como ojos vigilantes… y, al centro, el portal metálico aún vibrando con el residuo de la energía usada para traerla. Me dejó caer en el sofá más cercano con un suspiro lleno de triunfo y cansancio. La verdad quería relajarme un rato todo paso tan rapido*

    -Bueno…

    *Frotó sus manos, dejando un sonido seco, casi chispeante*

    -…la ardillita cósmica ya está en la jaula.

    *Su mirada, afilada y burlona, se desplaza hacia la cámara sellada al fondo, cerrada con un zumbido grave. Dentro, el contenedor reforzado donde Hakos Baelz se retorcía, aún confundida, aún furiosa, pero definitivamente capturada.*

    *Estira las piernas, cruzándolas con elegancia insolente.*

    -Saben… pensé que iba a correr más. O a morder. O a… no sé, invocar caos, portales, un ejército de ratas demoníacas. Pero que bien, se entrometieron otras dos más que buscabamos...

    *Me encogía de hombros, divertida*

    -Pero resultó que sólo necesitaba un poquito de convicción.

    *Chasquea los dedos y una llama tenue aparece en la punta, danzando.*

    -Ahora que la tenemos… ¿qué sigue, equipo?. Porque si quieren interrogatorio, bienvenida tortura psicológica. Si quieren custodia, puedo hacer turnos.
    Y si quieren espectáculo…

    *La llama se vuelve un aro carmesí que gira entre sus dedos*

    - …también puedo entretenerme un rato.

    *Ella mira a Raora, a Cecilia, y Gigi que ahora ya regresaba. Con una sonrisa ladeada, peligrosa y satisfecha.*

    -Al fin estamos reunidos.
    Y nuestra primera presa ya está asegurada. ¿Quién quiere hablar primero?

    *Después de éso me dirigí a raora mirándola sus ojos básicamente en un daño, por lo que suspiré levantándome en ese momento y acercándome a ella*

    - Hay raora... Lamentó no haber podido intervenir, la verdad me culpó por éso no pensé que él plan se fuese a descontrolar de ésa manera. Pero te juró que esa maldita pagará totalmente el daño que te provocó.

    *Fue lo que mencionó en el momento después de acariciarle la cabeza la verdad por dentro su irresponsabilidad la carcomía por completo, en cuanto se dirigió a cecilia*

    - Podrías tratarla ceci por favor...

    *Luego mi vista se dirigía a Gigi*

    - Con qué apareciste, te perdiste completamente el show.
    *El salón del Equipo Justice respiraba un lujo oscuro: alfombras carmesí, sillones que parecían recién abandonados por jueces de otro tiempo, lámparas encendidas como ojos vigilantes… y, al centro, el portal metálico aún vibrando con el residuo de la energía usada para traerla. Me dejó caer en el sofá más cercano con un suspiro lleno de triunfo y cansancio. La verdad quería relajarme un rato todo paso tan rapido* -Bueno… *Frotó sus manos, dejando un sonido seco, casi chispeante* -…la ardillita cósmica ya está en la jaula. *Su mirada, afilada y burlona, se desplaza hacia la cámara sellada al fondo, cerrada con un zumbido grave. Dentro, el contenedor reforzado donde Hakos Baelz se retorcía, aún confundida, aún furiosa, pero definitivamente capturada.* *Estira las piernas, cruzándolas con elegancia insolente.* -Saben… pensé que iba a correr más. O a morder. O a… no sé, invocar caos, portales, un ejército de ratas demoníacas. Pero que bien, se entrometieron otras dos más que buscabamos... *Me encogía de hombros, divertida* -Pero resultó que sólo necesitaba un poquito de convicción. *Chasquea los dedos y una llama tenue aparece en la punta, danzando.* -Ahora que la tenemos… ¿qué sigue, equipo?. Porque si quieren interrogatorio, bienvenida tortura psicológica. Si quieren custodia, puedo hacer turnos. Y si quieren espectáculo… *La llama se vuelve un aro carmesí que gira entre sus dedos* - …también puedo entretenerme un rato. *Ella mira a Raora, a Cecilia, y Gigi que ahora ya regresaba. Con una sonrisa ladeada, peligrosa y satisfecha.* -Al fin estamos reunidos. Y nuestra primera presa ya está asegurada. ¿Quién quiere hablar primero? *Después de éso me dirigí a raora mirándola sus ojos básicamente en un daño, por lo que suspiré levantándome en ese momento y acercándome a ella* - Hay raora... Lamentó no haber podido intervenir, la verdad me culpó por éso no pensé que él plan se fuese a descontrolar de ésa manera. Pero te juró que esa maldita pagará totalmente el daño que te provocó. *Fue lo que mencionó en el momento después de acariciarle la cabeza la verdad por dentro su irresponsabilidad la carcomía por completo, en cuanto se dirigió a cecilia* - Podrías tratarla ceci por favor... *Luego mi vista se dirigía a Gigi* - Con qué apareciste, te perdiste completamente el show.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
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    Estado
    Disponible
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  • 𖹭^᪲᪲᪲𝅄 ׁ ˳

    La rubia parpadeo un par de veces cuando noto una mirada sobre ella. Sus labios formaron una sonrisa juguetona e inclinó la cabeza.

    —¡Te atrapé! —dijo en un susurro divertido, sin sonar de forma acusadora sino más como un juego. —¿Estabas mirándome?

    Pronto su tono coqueto se suavizó, no quería parecerle fastidiosa sino al contrario, quería que se llevarán bien y que existiera esa complicidad entre ambos. Soltó una risa bajita para alivianar el momento. Acomodó y mechón rubio de su cabello detrás de su oreja, un poco avergonzada de su propio atrevimiento.

    —Lo siento si te hice sentir incómodo, no era la idea... —murmuró bajando un poco la mirada, aún con la sonrisa en los labios.— Solo quería romper el hielo.

    𖹭^᪲᪲᪲𝅄 ׁ ˳🍮 La rubia parpadeo un par de veces cuando noto una mirada sobre ella. Sus labios formaron una sonrisa juguetona e inclinó la cabeza. —¡Te atrapé! —dijo en un susurro divertido, sin sonar de forma acusadora sino más como un juego. —¿Estabas mirándome? Pronto su tono coqueto se suavizó, no quería parecerle fastidiosa sino al contrario, quería que se llevarán bien y que existiera esa complicidad entre ambos. Soltó una risa bajita para alivianar el momento. Acomodó y mechón rubio de su cabello detrás de su oreja, un poco avergonzada de su propio atrevimiento. —Lo siento si te hice sentir incómodo, no era la idea... —murmuró bajando un poco la mirada, aún con la sonrisa en los labios.— Solo quería romper el hielo. 🧊
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Tenlo en cuenta al responder.
    [Admito que no tenía planeado volver a aquí porque está todo más pausado que cuando estaba, pero me ganó la nostalgia y decidí probar un nuevo personaje que ando desarrollando. Hoy me pasé por la cuenta de Kaoshibo y admiré lo perdido, pero bueno, así tocó.]
    [Admito que no tenía planeado volver a aquí porque está todo más pausado que cuando estaba, pero me ganó la nostalgia y decidí probar un nuevo personaje que ando desarrollando. Hoy me pasé por la cuenta de Kaoshibo y admiré lo perdido, pero bueno, así tocó.]
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  • Probando la ropa de Gojo-kun. Creo que me queda un poco grande.
    Probando la ropa de Gojo-kun. Creo que me queda un poco grande.
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  • ━━ La cosecha de este año es productiva, estamos recuperando lo que alguna vez nos fue arrebatado le traeremos orgullo a nuestro creador.

    Expresó rebosante de energía, de dicha misma, el incidente y la matanza lograron su cometido y sin embargo, sigue habiendo quien se opone a las tragedias.

    ━━ ¿Monjas embarazadas?
    Fue solo el pináculo de las creencias, de las semejanza de su Dios. ¿Por qué hemos de recibir la culpa?. Explícate mujer, tu sola presencia me pone los pelos de punta.
    ━━ La cosecha de este año es productiva, estamos recuperando lo que alguna vez nos fue arrebatado le traeremos orgullo a nuestro creador. Expresó rebosante de energía, de dicha misma, el incidente y la matanza lograron su cometido y sin embargo, sigue habiendo quien se opone a las tragedias. ━━ ¿Monjas embarazadas? Fue solo el pináculo de las creencias, de las semejanza de su Dios. ¿Por qué hemos de recibir la culpa?. Explícate mujer, tu sola presencia me pone los pelos de punta.
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