• -El cielo teñido de naranja parecía observar a Coke desde las alturas, como si también fuera testigo de su lucha interna. Con el balón frente a él, la textura gastada y las grietas de su superficie reflejaban una vida llena de cicatrices, no muy diferente a la suya. Habían pasado semanas desde que había encontrado tiempo para sí mismo, y el campo vacío frente a él era la única compañía que necesitaba.-

    -Sus botas desgastadas se hundieron en el césped mientras daba el primer paso, impulsando el balón con suavidad. Con cada toque, sus movimientos se volvían más precisos, más fluidos, y algo en su interior comenzaba a liberarse. Los pensamientos oscuros que lo perseguían parecían desvanecerse con cada pase. El viento fresco acariciaba su rostro, un contraste con el calor que brotaba de su cuerpo mientras aumentaba la velocidad.-

    -No había público, no había rivales, ni siquiera había una portería real; solo él y el balón, un vínculo tan antiguo como sus recuerdos más felices. El sonido rítmico del cuero contra sus botas resonaba en el aire, marcando el compás de su corazón, que empezaba a latir más fuerte, más firme.-

    -Dio un giro repentino, esquivando obstáculos imaginarios, cada movimiento cargado de una precisión que había perfeccionado en su juventud. De repente, dejó de ser el hombre marcado por sus fracasos, las pérdidas y el peso de un destino que no había elegido. En este campo, era libre.-

    -Con un último toque, cargado de toda la fuerza que le quedaba, el balón voló hacia la portería improvisada. El golpe resonó con fuerza, chocando contra el poste de madera desgastada que servía como marcador. Coke cayó de rodillas, sus manos apoyándose en el césped mientras su respiración entrecortada llenaba el silencio.-

    -Su mirada se dirigió al cielo, el sudor resbalando por su frente. No había cambiado nada allá afuera, pero dentro de él, algo había comenzado a sanar. El deporte no resolvería sus problemas ni desharía el pasado, pero en ese momento le dio algo que creía perdido: esperanza.-


    ---------------------------------------------

    Alguien deme mi rol deportivo por favor ||

    -El cielo teñido de naranja parecía observar a Coke desde las alturas, como si también fuera testigo de su lucha interna. Con el balón frente a él, la textura gastada y las grietas de su superficie reflejaban una vida llena de cicatrices, no muy diferente a la suya. Habían pasado semanas desde que había encontrado tiempo para sí mismo, y el campo vacío frente a él era la única compañía que necesitaba.- -Sus botas desgastadas se hundieron en el césped mientras daba el primer paso, impulsando el balón con suavidad. Con cada toque, sus movimientos se volvían más precisos, más fluidos, y algo en su interior comenzaba a liberarse. Los pensamientos oscuros que lo perseguían parecían desvanecerse con cada pase. El viento fresco acariciaba su rostro, un contraste con el calor que brotaba de su cuerpo mientras aumentaba la velocidad.- -No había público, no había rivales, ni siquiera había una portería real; solo él y el balón, un vínculo tan antiguo como sus recuerdos más felices. El sonido rítmico del cuero contra sus botas resonaba en el aire, marcando el compás de su corazón, que empezaba a latir más fuerte, más firme.- -Dio un giro repentino, esquivando obstáculos imaginarios, cada movimiento cargado de una precisión que había perfeccionado en su juventud. De repente, dejó de ser el hombre marcado por sus fracasos, las pérdidas y el peso de un destino que no había elegido. En este campo, era libre.- -Con un último toque, cargado de toda la fuerza que le quedaba, el balón voló hacia la portería improvisada. El golpe resonó con fuerza, chocando contra el poste de madera desgastada que servía como marcador. Coke cayó de rodillas, sus manos apoyándose en el césped mientras su respiración entrecortada llenaba el silencio.- -Su mirada se dirigió al cielo, el sudor resbalando por su frente. No había cambiado nada allá afuera, pero dentro de él, algo había comenzado a sanar. El deporte no resolvería sus problemas ni desharía el pasado, pero en ese momento le dio algo que creía perdido: esperanza.- --------------------------------------------- Alguien deme mi rol deportivo por favor 😭 ||
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  • oh pero que feliz estoy pensé que habría perdido mi foto con mi hermoso Draco y mi armadura Favorita
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  • —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales.

    Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah.

    Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás.

    Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... —

    Feliz cumpleaños, Elijah

    —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos—

    Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes?

    Elijah Mikaelson

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    —¿Qué demonios le regalas a quien lo tiene todo? Era una putada, porque él era un vampiro con más de mil años de vida y ella era una hibrida de eternos veintipico años desde hacía... ¿veinte años? Las diferencias entre los dos eran abismales. Entonces semanas atrás habia recordado una historia que Rebekah le contó un dia. La de un regalo que ella misma hizo a Elijah: un relicario en cuyo interior se encontraban grabados los retratos de los tres hermanos Mikaelson que habían vivido juntos aquellos mil años: Klaus, Bekah y Elijah. Pero, según Rebekah, aquel relicario se habia perdido cuando tuvieron que huir de Nueva Orleans la noche que Mikael los encontró hacia un siglo atrás. Asi que eso fue lo que Hayley se obcecó en encontrar... Aquel relicario... Y no fue tarea fácil, requiriendo ayuda de Freya, Vincent y de una de las mellizas Saltzman que estaba de paso por la ciudad. Pero al fin lo encontró... — Feliz cumpleaños, Elijah —Dijo acercándose por la espalda del vampiro sentado a la mesa de su estudio. Dejó la cajita donde lo habia guardado frente a él y rodeó suavemente los hombros del vampiro con sus brazos— Es muy difícil regalarte algo, ¿sabes? [Nbl3Stag] #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • "Por un segundo... fue el fin del mundo"
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y
    ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló…
    ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤ˹ Daryl Dixon


    ㅤㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel.

    Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos.

    Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador.

    Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador…

    En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada.

    De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver…

    El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos.

    >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv.

    Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad.

    Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas.

    Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba.

    -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero.

    Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión.

    Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff.

    Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse:

    Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón.

    Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos.

    ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos.

    Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron…

    Todo tembló…

    El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras…

    Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar.

    Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo…

    Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello…



    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ "Y cuando todo parecía controlado y ㅤㅤㅤㅤlas medicinas llegaron… Todo tembló… ㅤㅤㅤㅤ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤ˹ [DarylDixon] ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤLa semanas siguientes a aquel primer enfrentamiento con Woodbury fueron intensas para el grupo. Sabedores de que El Gobernador no se detendría en su empeño habían reforzado la cárcel, y en vista de que la reunión entre este y Rick -líder del grupo de Atlanta- había resultado ser totalmente estéril. Liv sabia que algo iba mal pero su padre todavía se empeñaba en guardar secretos sobre sus planes. Planes que solo llegó a compartir con Daryl y Hershel. Por esos dias, Andrea hizo una breve aparición en la cárcel, bastante tensa al principio, pues todo su interés era que cesaran las hostilidades, pero estaba claro que nadie en la prisión iba a ceder. No después de lo ocurrido a Maggie, Glenn o la pelea de zombies con Daryl y Merle. Ya no había punto y aparte en todo aquello… Era curioso pero a pesar de haber pasado meses sin verla, Liv todavía no había desarrollado simpatía por aquella mujer y, mucho menos, después de enterarse de lo acaecido en Woodbury entre ella, Michonne y aquel cabrón. ¿Qué clase de persona cambiaba a una amiga por un par de polvos? Aquello le hizo sentir una rara y repentina simpatía por Michonne. Lo que ayudó a que ambas mujeres estrecharan lazos. Fue demasiado tarde cuando Liv se enteró de los planes de Rick. Y es que al no ver en la prisión a Merle ni Michonne y tras escuchar a Daryl contarle la rara conversacion que había tenido con su hermano horas atrás, no le quedó ninguna duda de donde estaban ninguno de los dos. Ese cabrón había ido a entregar a Michonne. Y no había que ser muy inteligente para entender que ese era el secreto que Rick guardaba tras su reunión con El Gobernador. Merle había muerto intentando hacer algo bueno, pues al final en el último momento venció su honradez. No estaba mal un último acto de redención al dejar libre a Michonne y tratar de enfrentar él mismo al Gobernador… En lugar de plantar cara al Gobernador decidieron usar una táctica de tierra quemada… Si ellos aparentaban no estar en la cárcel cuando este llegara, ¿de qué le serviría siquiera al Gobernador aquel lugar? Absolutamente de nada. De ese modo no fue difícil repeler el ataque y El Gobernador y sus hombres tuvieron que salir de aquel lugar con el rabo entre las piernas. Lo que ninguno esperaba fueron las consecuencias de todo eso… Y es que el Gobernador asesino de forma cruel y despiadada al convoy de hombres que había llevado hasta la prisión… Después de esto, nadie lo volvió a ver… El grupo de la prisión decidió recoger a las personas residentes en Woodbury y llevarlos consigo a la prisión y… fue un alivio pues, horas mas tarde de aquello vieron una columna de humo gris alzarse entre los arboles dando clara evidencia de que el pueblo del Gobernador había ardido hasta los cimientos. >> Con el paso de las semanas y los meses se realizaron cambios dentro de la prisión… Rick había decidido renunciar al liderazgo del grupo, por lo que ahora este peso recaía en un Consejo formado por Hershel, Carol, Daryl y Sasha entre otros. Y, por supuesto, Liv. Hubo mejoras, tambien, en la organización de la prisión: se limpiaron dos pabellones y se estableció allí a los supervivientes de Woodbury y otros tantos que Daryl encontraba en la carretera mientras buscaba al Gobernador. Algunos en grupo como eran los siete miembros del grupo que Daryl encontró en Decatur, y otros solitarios, como fue Bob, un doctor al que parecía perseguir la mala suerte y que había encontrado en la prisión su segunda (o quinta) oportunidad. Por supuesto, la relacion entre Daryl y Liv se había vuelto muchisimo más estrecha y consolidada. A medida que los dos ocupaban sus puestos como miembros del Consejo se convertían en figuras de referencia para otros miembros de aquel grupo. Casi siempre se los veia juntos, pero no de un modo empalagoso o zanganeando… No, la verdad es que esos dos eran bastante activos y se habían dado cuenta de que su dinámica de pareja funcionaba sorprendentemente bien haciendo que se entendieran sin palabras apenas. Tenían su propia habitación en el bloque de celdas, a pesar de que a Liv le costó bastante que Daryl accediera a dormir en aquel cubículo, y se habían hecho dueños de una de las torres de vigilancia que prácticamente estaba decorada a su antojo, para hacerles más amenas las horas de vigilia allí arriba. -Feliz aniversario -le dijo un día Liv a Daryl sorprendiendo al sureño de buena mañana, y rápidamente añadió- No es que lleve la cuenta, pero… este me parece tan buen día como otro para decirlo…- rio antes de plantar un beso en los labios del arquero. Se construyó una pocilga para albergar cerdos salvajes capturados por Rick, tambien un par de cuadras para recoger caballos que Daryl había divisado en una granja cercana… y se habían creado campos de cultivo cuidados por Hershel, Rick y Carl… En el centro del patio se había construido una pérgola con materiales que fueron encontrando por la zona y se había construido una rudimentaria cocina exterior que daba de comer a los habitantes de la prisión. Aquellos meses de primavera habían sido favorables para el grupo superviviente de Atlanta y sus nuevos amigos. Todos se habían asentado y casi miraban con optimismo al futuro. Incluso Daryl había dejado de salir a buscar al Gobernador. No asi Michonne, quien cada vez parecía irse más lejos en busca de alguna pista pero siempre regresaba sin nada más que algunos comics, golosinas y algo que contarle a Carl… Esos dos habían hecho muy buenas migas… La samurái tampoco se olvidaba de Liv, pues en uno de sus viajes le trajo unas excelentes gafas de sol que hicieron las delicias de la hija del Sheriff. Pero, como siempre pasa en las grandes historias, las cosas habían de torcerse: Un brote de gripe asoló la prisión diezmando considerablemente la población del interior de la estructura. Entre los enfermos se contaban nombres como: Sasha, Glenn, Liv, Lizzie (una de las dos niñas que Carol se había visto obligada a adoptar). Cuando el medico que se ocupaba de los enfermos tambien sucumbió a la enfermedad fue Hershel quien se ocupo de mantener con vida a los enfermos del pabellón. Daryl, Tyresse, Bob y Michonne marcharon a un centro Universitario Veterinario en busca de medicamentos que pudieran paliar la situación de los enfermos. ¿He dicho que las cosas habían de torcerse? Aun faltaba lo peor: caos. Los enfermos que murieron en el pabellón donde se había aislado a las víctimas de aquella gripe despertaron convertidos en zombies y comenzaron a atacar a los pocos que restaban con vida, los muertos del exterior de la prisión casi lograron tirar la valla de no haber sido por Rick y Carl… Y cuando todo parecía controlado y las medicinas llegaron… Todo tembló… El Gobernador regresó con un nuevo grupo y había hecho prisioneros a Hershel y Michonne y, aunque Rick intentó mediar para proteger al grupo, no había palabras que convencieran a ese hombre… Decapitó a Hershel con la katana de Michonne y entonces… estalló la guerra. Todo fueron disparos, carreras… Siguiendo el plan de huida establecido meses atrás, Daryl instó a Liv de subir al autobús que sacaría a los enfermos de allí, prometiéndole que iria justo detrás de ella. Los minutos pasaban y Daryl no aparecia. El conductor del autobús apremio a Liv informándole de que no podían esperar más. Por lo que Liv bajó del vehículo y se cargó su arco y flechas al hombro dispuesta a buscar al arquero. Pero cuando regresó al centro de la batalla… se dio cuenta de que todo estaba perdido. La prisión estaba en llamas, el tanque del Gobernador había abierto boquetes irreparables en los muros y… todo estaba repleto de muertos que campaban a sus anchas. Se adentró en el patio lo justo para descubrir la sillita de bebé de Judith, su hermana a quien Carl había dado el nombre, llena de sangre. Aquello fue un mazazo emocional irreparable para Liv, quien tuvo que huir de la prisión haciendo un agujero en la valla y huyendo por el punto mas alejado de los muertos que ahora habían tomado aquel lugar. Lo había perdido todo. Absolutamente todo. A su familia. A sus amigos. A Daryl. Absolutamente… todo… Estaba sola. Y esta vez sin un Daryl que viniera a buscarla y llevarla de vuelta… La única esperanza que le quedaba era la de pensar en que podrían seguir con vida, aunque no volviera a verlos… Aunque hordas de muertos los separasen… Pero nada le aseguraba aquello… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #RolPrivado
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  • " Memorias de un Zorro"

    Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo.

    ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate.

    Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor.

    Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre.

    El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida.

    Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia.

    No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente.

    Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido.

    Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza.

    Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos.


    ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune.

    Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo.

    Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo.

    Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza.

    Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más.

    ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca.

    Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto.

    El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera.

    En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo.

    A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban.

    Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación.

    Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas.

    Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro.

    ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer.

    Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo.

    La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma.

    “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia.

    El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera.
    Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro.

    Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado.

    Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre.

    En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.





    " Memorias de un Zorro" Los humanos no merecían su simpatía. Todo lo que los relacionaba directamente con ellos le causaba dolor y aversión. No sería capaz de olvidar ninguna de las lágrimas derramadas por lo que estos le dieron y al mismo tiempo le arrebataron. Veía a los humanos como seres de usar, para después desechar, sin formar ningún vínculo afectivo más allá del divertimento o el sexo. ¿Cómo podría verlo de otra forma?. Estos lo arrancaron de su bosque, le dieron una familia que amar para después, esos mismos seres, segar sus vidas ante la impotencia del zorro, como si el valor de estas quedasen en la nada, como la ceniza de un tronco consumido por las llamas. No deseaba volver a involucrarse con vidas tan efímeras y frágiles, vidas que solo le causarían dolor y pesadumbre. O al menos así pensaba él, hasta aquel ocaso de otoño, donde el bosque estaba tenido de mandarina, limón y granate. Kazuo caminaba de forma tranquila en el único lugar donde sentía que pertenecía; su amado bosque. Este nunca le había traicionado, no como el resto del mundo lo había hecho. Era por esta razón por la que el zorro pasaba sus días recorriendo este de punta a punta. La extensión de su arboleda, el olor a tierra y pino, el sonido del crujir de las hojas bajo sus patas; todo aquello se había convertido en un bálsamo que calmaba su amargo dolor. Pero aquel atardecer sería diferente. El viento traía consigo un aroma a madera quemada. Aquello por lo general no era algo extraño, había pequeños poblados esparcidos por la zona. Pero aquel olor era más intenso que el de unos simples alumbres en casas familiares. ¿Seria que su bosque estaba siendo arrasado nuevamente?. Comenzó a avanzar, en dirección donde él olor a madera quemada se hacía más intenso. Pero a medida que sus zancadas se fueron acelerando, otro olor se alojó en su hocico, dejándole un regusto metálico alojándose en la parte trasera de su lengua; sangre. El zorro era rápido; este apenas una estela plateada entre los arboles para ojos mortales. A pesar de su tamaño, aquel imponente animal de tres colas, se movía entre los arboles como el agua que se colaba entre las rocas de un río montañoso, de forma rápida y fluida. Olía a muerte, y finalmente, llegó al origen de aquel desagradable aroma. Era un poblado de gente humilde, campesinos que apenas sobrevivían el día a día con lo que sacaban de la tierra. Pero ese día sus vidas habían dado un giro de ciento ochenta grados. Un grupo numeroso se bandidos estaba arrasando con las vidas de aquellas familias, saqueando y asediando todo a su paso. Kazuo , con su mirada afilada entre la maleza, observaba la escena con inquietante parsimonia. No era su problema. A él y a su familia nadie les ayudó, tampoco lloraron su muerte. Cuando este explicó, en el poblado donde comerciaban, que su familia había sido asesinada; no obtuvo ningún tipo de apoyo ajeno, más allá de un simple pésame. Era como si aquello fuera lo normal y cada uno tenia que ocuparse de sus propios problemas. Kazuo tuvo que enterrarlos en soledad, con la angustia de ver sus cuerpos destrozados cruelmente. Este estaba apunto de irse cuando escucho el llanto de un bebé. Giró su cabeza, alzó sus orejas zorrunas y clavó su mirada zafiro en una madre siendo arrastrada por la melena, sacándola de lo que una vez fue su hogar, mientras esta se aferraba a la criatura que tenía entre sus brazos. Aquel niño tendría apenas semanas de haber nacido. Aquello parecía haber captado la atención del zorro, quién a base de sufrimiento, había endurecido su corazón. Sin embargo, aquello le provocó una grieta en su bien forjada coraza. Aquella madre, desesperada, sacaba fuerzas de donde fuera, resistiéndose para que su retoño no fuera arrancado de sus brazos. ~ Haced conmigo lo que queráis, pero mi hijo no. Dejarlo vivir, no me importa mi vida, pero a él no…~ Decía aquella madre con una desesperación que calaba incluso dentro del frío Kitsune. Inevitablemente Kazuo recordó a sus madres. Como cuando nació, está daba todo de ella para poder tenerlo, como a pesar de ser diferente a sus hermanos y el más débil, se encargó de que no le faltase alimento. Como su madre Reina, incluso sin conocerle, lo rescató junto con su padre de aquel estanque en mitad de la nada, arriesgando sus vidas al detenerse de su huída de la guerra para recogerlo. Aquella mujer estaba peleando como una jabata para evitar un final funesto para su hijo. Finalmente, aquellos mercenarios, lograban arrancarle a su hijo de los brazos, mientras algunos de estos la sujetaban y comenzaron a rasgar sus ropas de forma brusca, una señal inequívoca de lo que venía a continuación para ella. La mujer dejó de luchar, estaba dispuesta a todo por tal de que su hijo no sufriera la suerte que le esperaba a ella, dejando su cuerpo como pago por su vida. Aunque aquello no le garantizaba que su hijo viviera, ella estaba dispuesta a todo, a agarrarse a esa mínima esperanza. Ahí estaba, el amor incondicional de una madre. Algo tan puro y honesto, que difícilmente podría ser superado por algo más. ~ Dioses, proteger a mí hijo, solo pido eso. Que mi suerte y la suya se hagan una para él. Que mi alma sirva de tributo para que él esté bien.~ Decía esta mientras veía como su retoño se pasaba de un mercenario a otro de forma brusca. Una plegaría... Una plegaría frente a un mensajero de Inari. Eso, sumado a la grieta que se habría formado en el caparazón alrededor del corazón del zorro, fue el detonante para que este se moviera por puro instinto. El Kitsune, en toda su majestuosa forma, salió de entre la maleza, gruñendo y enseñando su hilera de dientes, afilados como cuchillos de cerámica. A aquellos infelices apenas les dio tiempo de reaccionar; en un abrir y cerrar de ojos, él zorro, tan grande como un caballo, se abalanzaba sobre estos, uno por uno. Acabando con cada una de sus vidas de forma certera. En medio del alboroto, la madre se zafó de sus actores para ir en busca de su hijo, quién lo tenía uno de aquellos desgraciados. Cuando esta se acercó al mercenario, este sin compasión Katana en mano, atravesó su estómago con una estocada firme. Esta, a pesar de la herida infligida, tomo a su criatura de los brazos de aquel sin corazón. En cuanto este retira su arma, la joven madre cae de espaldas al suelo en un charco de sangre, pero sin soltar en ningún momento a su más preciado tesoro, su hijo. A Kazuo no le había dado tiempo a detener aquel deleznable acto. Este, con la misma furia con la que vengó a su familia se abalanzó sobre aquel individuo. Sus temibles fauces sujetaron la cabeza del contrario, quien gritaba de puro miedo ante la impotencia de su tráfico final. De un tirón, Kazuo decapitó a aquel mala sangre, lanzando su cabeza varios metros de donde se encontraban. Este estaba furibundo, el fuego recorría la sangre de sus venas, en oleadas de rabia y heridas abiertas. Solo el llanto de aquella frágil criatura lo trajo de vuelta al presente. Este se voltea y camina en dirección a esa madre, la cual se desangraba sin opción a salvación. Con cada paso del zorro, su cuerpo iba mutando con llamas color zafiro. La estela de estas daban paso a un Kazuo con aspecto humano, con una vestimenta desgastada, pero de un blanco puro, ahora tintada por la sangre derramada. Su melena plateada enmarcaban aquel rostro casi angelical, parecía alguien que solo podía ser soñado o contado en leyendas. Este llega donde la mujer, quién aún estaba viva, pero su respiración era lenta y errática, arrodillándose a su lado. Kazuo aún no tenía el suficiente poder para curar una herida como aquella, no sin que la vida de este peligrase, compartiendo ambos un funesto destino. La mujer clavaba su mirada avellana en los ojos lapislázuli del zorro. ~ Hijo de la luna…~ Digo con voz casi inaudible aquella mujer. Esta arrastraba su mano hasta tomar la de Kazuo, y con un esfuerzo tremebundo, lo guía hasta que la mano de él descansara sobre su bebé. El Kitsune abría sus ojos sorprendido; aquella mujer lo había visto masacrar sin esfuerzo ni compasión a aquellos hombres, y aún así dejaba que la mano de un demonio descansara sobre lo más valioso para ella, su hijo. La mano libre de Kazuo se alzó hasta alcanzar el rostro de aquella madre, quién parecía tranquila estando al borde de la muerte. Aquellos indeseables habían gritado y suplicado por si vida, habían tenido miedo de su destino final. Sin embargo, aquella joven que rondaba la veintena, estaba en total calma. “Hijo de la Luna”. Este había nacido una noche bañada por la luna llena y bendecido por la gracia de una diosa. Aquella mujer había depositado su esperanza y confianza en él sin dudarlo, una confianza y una esperanza que él había perdido por completo en él y en la humanidad. Pero aquel acontecimiento cambiaría totalmente la perspectiva de Kazuo, de como miraba el mundo después de la muerte de su familia. El mundo aún tenía bondad que ofrecer, y él también podría darle bondad al mundo; tal y como sus madres quería que hiciera. Fue entonces cuando los ojos de aquella joven se apagaron, perdiendo el brillo de la vida en un último suspiro. Kazuo, con sumo cuidado, toma el tesoro más preciado de aquella joven. En cuanto el niño estuvo en sus brazos, este dejó de llorar, clavando esos mismos ojos avellana en la mirada del zorro. Kazuo se encargó de darle una sepultura digna a su madre. Y de buscar una familia de ese mismo poblado que se encargara de cuidarlo y contar la historia de como su madre dio la vida por él. Esos días posteriores Kazuo ayudó a reconstruir el poblado, enterrar a los seres queridos y ayudar diligentemente en todo lo que podía, tal y como su madre y su padre les habían enseñado. Es ahí cuando el zorro empezaría su más sagrada tarea. Llevar las plegarias puras a oídos de su diosa madre. En un monte, donde el bosque era dueño en toda su extensión. El zorro, decidió construir un templo, con sus propias manos y su propio esfuerzo. Un templo que sería un tributo a su familia, y un hogar para aquellos que necesitaran de su gracia. Es así como el monte Inari llegaría a bautizarse, y donde el templo Aihara se alzaría en la medianía camino a su cima.
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  • No conozco mucho sobre la fauna de las tundras, pero recientemente me mudé a nanavut, sinceramente... Siento que volveré a mudarme a europa cuando tenga el dinero necesario, es mas frio de lo usual aquí y creo que fue una mala idea en general...

    Anyways, he escuchado historias que las personas de aqui cuentan, es un relato que al parecer es reciente, se trata de alguien perdido en una tormenta de nieve en la tundra, vio a una chica mitad lobo tan palida y salvaje como uno, contó que corría con su boca llena de escarlata... Un relato lindo. Anyways aqui una foto que tome de un lugar mas lindo de lo usual.
    No conozco mucho sobre la fauna de las tundras, pero recientemente me mudé a nanavut, sinceramente... Siento que volveré a mudarme a europa cuando tenga el dinero necesario, es mas frio de lo usual aquí y creo que fue una mala idea en general... Anyways, he escuchado historias que las personas de aqui cuentan, es un relato que al parecer es reciente, se trata de alguien perdido en una tormenta de nieve en la tundra, vio a una chica mitad lobo tan palida y salvaje como uno, contó que corría con su boca llena de escarlata... Un relato lindo. Anyways aqui una foto que tome de un lugar mas lindo de lo usual. :STK-5: :STK-5:
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  • -fred sostiene una margarita de forma reflexiva, el ente fantasmal parecía perdido en sus pensamientos- ..
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  • #Monorol

    𝗘𝗹 𝗢𝘀𝗼 𝗣𝗼𝗹𝗮𝗰𝗼

    ❝Y decir que estas fueron las tierras de la que era... Mi mejor amiga❞

    Reflexionaba en voz baja mientras un suspiro gélido de decepción, impregnado de triste melancolía, se deslizaba de sus labios. Hace años, cuando Dorian aún era parte de la policía, visitó Polonia por unas vacaciones y allí conoció a una persona maravillosa, o al menos fue maravillosa.

    Sasha Timber

    En la mente de Paranox, aquel nombre daba vueltas insistentemente como una mariposa del pasado que insistía en revolotear con sus alas de melancólia y momentos que alguna vez fueron momentos de felicidad, todo mientras ajustaba su rifle de precisión para disparar contra un importante mafioso conocido como "El Oso Polaco".

    Una vez que ajustó su rifle de precisión, calibrando con cuidado la mira telescópica, ajustando el visor y verificando el nivel de la burbuja para asegurar un disparo certero, respiró hondo y aquel nombre de aquella persona, su mejor amiga, se coló nuevamente en sus pensamientos.

    ❝Todo destrozado por el orgullo de nuestros corazones...❞

    Un súbito ardor le inundó el corazón, mientras una oleada de pensamientos le inundaba la mente.

    :Ø: Dorian ¿porque tienes que estar martirizandote por una amistad que dejó de ser? Al final ella se canso de ti como todos se cansan de ti, ya estamos acostumbrados. Te ocultaba cosas y fingía para que tú te sintieras bien hasta que ella misma colapso y prefirió elegirse a ella antes que a ti ¿Donde esta lo malo en eso?. Ella actuó de forma inmadura al hacer lo que hizo ¿Y tú? ¿Crees que lo que hiciste fue algo correcto?

    Con lágrimas que surcaban su delgado rostro, y una rabia abrasadora en su corazón, musitó mientras sostenía su rifle, su dedo estaba listo para apretar el gatillo pero temblaba a causa de aquel sentimiento profundo que embargaba a Paranox.

    ❝¡Que yo no la veía como algo más! ¡Imposible! Yo no nací para tener una relación amorosa con alguna yo solo... Yo solo quería una amistad sincera, yo solo quería saber lo que se siente ser amado ¿Porque ni eso puedo tener?❞

    :Ø: Porque no naciste para estar al lado de alguien, eres diferente Dorian y eso conlleva la soledad más fría y oscura ¿Que hay de malo en ello? Ella se confundió ¿Y? ¿Cuál es el problema? Al final todas las personas son malas y algún día te traicionaran o te dejarán solo, ella demostró eso... Aprende que el mundo es tu enemigo principal y tu debes resguardarte de todos esos lobos vestidos de ovejas.

    Lágrimas nublaban su visión sin embargo el intento limpiarlas pero apretaba los dientes con furia contenida, realmente no quería aceptar que su amistad se haya acabado por un simple mal entendido, o quizás también por lo injusto que era la vida con él, una vez localizó su objetivo, disparó.

    Aquel disparo fue tan silencioso como un susurro que se mezclaba con la calma del momento. La bala surcó el aire con una velocidad implacable, trazando una línea invisible hacia su destino. El impacto fue certero, un golpe preciso que atravesó la cabeza de aquel mafioso derribándolo al suelo en un instante. Paranox dejó el rifle allí y comenzó a escapar.

    En cuánto a su fracaso en una amistad fugaz, Dorian y Sasha habían tenido una linda relación amistosa hasta que un mal entendido y medidas drásticas dieron fin a aquello. Fue una de las razones por las que el joven Dorian dejó de creer en los demás y sigue sin creer. Quizás todo producto de su intensa paranoia o quizás producto de personas equivocadas...

    Sea como sea aquel peliblanco había perdido las esperanzas ya y sepultado su corazón, es por eso que asesina a sangre fría.
    #Monorol 𝗘𝗹 𝗢𝘀𝗼 𝗣𝗼𝗹𝗮𝗰𝗼 ❝Y decir que estas fueron las tierras de la que era... Mi mejor amiga❞ Reflexionaba en voz baja mientras un suspiro gélido de decepción, impregnado de triste melancolía, se deslizaba de sus labios. Hace años, cuando Dorian aún era parte de la policía, visitó Polonia por unas vacaciones y allí conoció a una persona maravillosa, o al menos fue maravillosa. Sasha Timber En la mente de Paranox, aquel nombre daba vueltas insistentemente como una mariposa del pasado que insistía en revolotear con sus alas de melancólia y momentos que alguna vez fueron momentos de felicidad, todo mientras ajustaba su rifle de precisión para disparar contra un importante mafioso conocido como "El Oso Polaco". Una vez que ajustó su rifle de precisión, calibrando con cuidado la mira telescópica, ajustando el visor y verificando el nivel de la burbuja para asegurar un disparo certero, respiró hondo y aquel nombre de aquella persona, su mejor amiga, se coló nuevamente en sus pensamientos. ❝Todo destrozado por el orgullo de nuestros corazones...❞ Un súbito ardor le inundó el corazón, mientras una oleada de pensamientos le inundaba la mente. :Ø: Dorian ¿porque tienes que estar martirizandote por una amistad que dejó de ser? Al final ella se canso de ti como todos se cansan de ti, ya estamos acostumbrados. Te ocultaba cosas y fingía para que tú te sintieras bien hasta que ella misma colapso y prefirió elegirse a ella antes que a ti ¿Donde esta lo malo en eso?. Ella actuó de forma inmadura al hacer lo que hizo ¿Y tú? ¿Crees que lo que hiciste fue algo correcto? Con lágrimas que surcaban su delgado rostro, y una rabia abrasadora en su corazón, musitó mientras sostenía su rifle, su dedo estaba listo para apretar el gatillo pero temblaba a causa de aquel sentimiento profundo que embargaba a Paranox. ❝¡Que yo no la veía como algo más! ¡Imposible! Yo no nací para tener una relación amorosa con alguna yo solo... Yo solo quería una amistad sincera, yo solo quería saber lo que se siente ser amado ¿Porque ni eso puedo tener?❞ :Ø: Porque no naciste para estar al lado de alguien, eres diferente Dorian y eso conlleva la soledad más fría y oscura ¿Que hay de malo en ello? Ella se confundió ¿Y? ¿Cuál es el problema? Al final todas las personas son malas y algún día te traicionaran o te dejarán solo, ella demostró eso... Aprende que el mundo es tu enemigo principal y tu debes resguardarte de todos esos lobos vestidos de ovejas. Lágrimas nublaban su visión sin embargo el intento limpiarlas pero apretaba los dientes con furia contenida, realmente no quería aceptar que su amistad se haya acabado por un simple mal entendido, o quizás también por lo injusto que era la vida con él, una vez localizó su objetivo, disparó. Aquel disparo fue tan silencioso como un susurro que se mezclaba con la calma del momento. La bala surcó el aire con una velocidad implacable, trazando una línea invisible hacia su destino. El impacto fue certero, un golpe preciso que atravesó la cabeza de aquel mafioso derribándolo al suelo en un instante. Paranox dejó el rifle allí y comenzó a escapar. En cuánto a su fracaso en una amistad fugaz, Dorian y Sasha habían tenido una linda relación amistosa hasta que un mal entendido y medidas drásticas dieron fin a aquello. Fue una de las razones por las que el joven Dorian dejó de creer en los demás y sigue sin creer. Quizás todo producto de su intensa paranoia o quizás producto de personas equivocadas... Sea como sea aquel peliblanco había perdido las esperanzas ya y sepultado su corazón, es por eso que asesina a sangre fría.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Si escribiese la historia de finwë con sus recuerdos, sería muy larga ...aún me duele haber perdido su ficha..//
    Si escribiese la historia de finwë con sus recuerdos, sería muy larga ...aún me duele haber perdido su ficha..//
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  • De dónde me ven la cara de hechicero..... ¿Un hombre no se puede vestir con las tunicas tradicionales de su hogar en estos tiempos?

    Este universo es un caso perdido....
    De dónde me ven la cara de hechicero..... ¿Un hombre no se puede vestir con las tunicas tradicionales de su hogar en estos tiempos? Este universo es un caso perdido....
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