• ¡Hoy celebramos un cumpleaños en FicRol!
    Rowan Kingsley está de celebración, así que… ¡que lluevan las felicitaciones!

    Un año más de historias, tramas y momentazos por vivir.
    Si le conoces, pásate a dejarle unas palabras. Y si no, ¡quizá sea un buen momento para hacerlo!

    ¡Feliz vuelta al sol, Rowan!
    🎉 ¡Hoy celebramos un cumpleaños en FicRol! 🎉 ✨ [pulse_violet_koala_658] está de celebración, así que… ¡que lluevan las felicitaciones! 🎂 Un año más de historias, tramas y momentazos por vivir. 💬 Si le conoces, pásate a dejarle unas palabras. Y si no, ¡quizá sea un buen momento para hacerlo! ¡Feliz vuelta al sol, Rowan! 🌟
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  • ༒☬ 𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐏𝐋𝐀𝐘 𝐀 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 ☬༒

    ──𝐕𝐚𝐲𝐚… 𝐚ú𝐧 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞𝐬 𝐯𝐢𝐯𝐨, 𝐡𝐢𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝐑𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚.


    La primera vez que lo vio fue hace casi diez años, aunque para una mente fragmentada como la suya aquello se sentía como si hubiera ocurrido apenas cuatro. Y sin embargo, lo recordaba con una claridad incómoda, no por el contexto ni por lo que se dijeron, sino por lo que sintió.

    Lo primero que pensó de él fue simple y directo:

    "Este tipo es escalofriante".

    Había algo en su forma de estar… algo que no encajaba en ningún patrón lógico. Ryan no tenía la mirada de un hombre común, ni la de un asesino ordinario. Era otra cosa. Rozaba la psicopatía, pensó entonces. Una bestia disfrazada de cortesía, con esa sonrisa ambigua y esa calma tan antinatural que ponía los nervios de punta. Un hombre que podía estar contemplando una obra de arte… o planificando una ejecución, y nadie notaría la diferencia.


    Мне следовало сломать ему шею, когда я мог.


    No solo le parecía poco confiable. Le parecía peligroso en un sentido mucho más profundo, como si no tuviera emociones o, peor aún, como si supiera fingirlas a la perfección. Kiev lo había observado con desconfianza desde el primer momento y, con los años, esa percepción no mejoró… solo se volvió más compleja. Aprendió a trabajar a su lado, a leerlo en parte, pero jamás dejó de pensar que Ryan era mucho peor que él. Solo que este gustaba pintarse de maldito santo.

    Y eso ya era decir bastante.

    . . .

    "Eres igual a ese bastardo…"

    Como una broma enferma del destino, las palabras del italiano regresaron a su memoria justo cuando sostenía la cabeza ensangrentada de uno de los bastardos con el que lidiaba, su sonrisa se borró instantáneamente . Su agarre vaciló un segundo, no por duda, sino porque eso le provocó una rabia profunda que se expandió como un incendio. Lo sostuvo con más fuerza y lo estampó contra el pavimento en un solo movimiento seco, sin titubeos.

    El crujido fue visceral, desagradable para cualquiera que no estuviera sumergido en su mundo, pero para él sonó como romper una galleta. Su respiración se agitó. Los ojos platinados se mantuvieron fijos en el cuerpo que presentaba espasmos frente a él. No dijo nada. Solo observó hasta que el movimiento cesó, luego murmuró con fastidio:

    — Qué porquería.

    Hizo una breve cruz en el aire y se incorporó. Bastó un gesto de su mano para que sus hombres entendieran. En segundos el cuerpo fue envuelto en plástico, preparado para desaparecer como basura. Kiev se apartó unos metros, la espalda doliéndole por haber dormido en el sillón la noche anterior.

    Cruzó el salón hasta el balcón. Afuera, la ciudad de Monkov se extendía como un océano de luces y humo. Estaba ahí por contratos y para asegurar un territorio que ya dominaba, pero las tensiones en Rusia crecían y cada movimiento era una pieza más en un tablero que no podía permitirse perder.

    Respiró el aire frío. Sintió cómo sus pulmones se llenaban y el cuerpo parecía aligerarse.
    — Marcos… llama a esos cuatro. Necesito que vayan a San Petersburgo a averiguar algo —ordenó con calma mientras se quitaba los guantes. Sacó una navaja del bolsillo y se hizo un corte en la palma, observando cómo la sangre brotaba rápido antes de que la carne comenzara a cerrarse poco a poco. Sonrió apenas—. Bueno, al menos esto ya funciona como debe.

    Guardó la navaja y añadió con un tono sarcástico:
    — Y vigila a esa señorita por mí… esa mujer va a hacer explotar algo en cualquier momento.

    Aquella питунья era más una bomba que humana. Aunque, para ser justos, le había ayudado a conseguir información clave sobre su país natal. No se había dado cuenta al principio, pero había contratado a una bomba humana sin medir las consecuencias. Y eso significaba una sola cosa: debía controlarla antes de que todo se viniera abajo.

    Iría el mismo, pero tenía a una gala que asistir. Una de esas reuniones en las que tendría que encontrarse con otros integrantes de la mafia roja.

    Lo que tenía que hacer era simple, hacerles acordar quien era el perro de quien.
    ༒☬ 𝐋𝐄𝐓'𝐒 𝐏𝐋𝐀𝐘 𝐀 𝐋𝐈𝐓𝐓𝐋𝐄 ☬༒ ──𝐕𝐚𝐲𝐚… 𝐚ú𝐧 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐞𝐬 𝐯𝐢𝐯𝐨, 𝐡𝐢𝐣𝐨 𝐝𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐫𝐚. 𝐑𝐞𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐞 𝐞𝐬𝐭á𝐬 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐨𝐥𝐞𝐬𝐭𝐢𝐚. La primera vez que lo vio fue hace casi diez años, aunque para una mente fragmentada como la suya aquello se sentía como si hubiera ocurrido apenas cuatro. Y sin embargo, lo recordaba con una claridad incómoda, no por el contexto ni por lo que se dijeron, sino por lo que sintió. Lo primero que pensó de él fue simple y directo: "Este tipo es escalofriante". Había algo en su forma de estar… algo que no encajaba en ningún patrón lógico. Ryan no tenía la mirada de un hombre común, ni la de un asesino ordinario. Era otra cosa. Rozaba la psicopatía, pensó entonces. Una bestia disfrazada de cortesía, con esa sonrisa ambigua y esa calma tan antinatural que ponía los nervios de punta. Un hombre que podía estar contemplando una obra de arte… o planificando una ejecución, y nadie notaría la diferencia. Мне следовало сломать ему шею, когда я мог. No solo le parecía poco confiable. Le parecía peligroso en un sentido mucho más profundo, como si no tuviera emociones o, peor aún, como si supiera fingirlas a la perfección. Kiev lo había observado con desconfianza desde el primer momento y, con los años, esa percepción no mejoró… solo se volvió más compleja. Aprendió a trabajar a su lado, a leerlo en parte, pero jamás dejó de pensar que Ryan era mucho peor que él. Solo que este gustaba pintarse de maldito santo. Y eso ya era decir bastante. . . . "Eres igual a ese bastardo…" Como una broma enferma del destino, las palabras del italiano regresaron a su memoria justo cuando sostenía la cabeza ensangrentada de uno de los bastardos con el que lidiaba, su sonrisa se borró instantáneamente . Su agarre vaciló un segundo, no por duda, sino porque eso le provocó una rabia profunda que se expandió como un incendio. Lo sostuvo con más fuerza y lo estampó contra el pavimento en un solo movimiento seco, sin titubeos. El crujido fue visceral, desagradable para cualquiera que no estuviera sumergido en su mundo, pero para él sonó como romper una galleta. Su respiración se agitó. Los ojos platinados se mantuvieron fijos en el cuerpo que presentaba espasmos frente a él. No dijo nada. Solo observó hasta que el movimiento cesó, luego murmuró con fastidio: — Qué porquería. Hizo una breve cruz en el aire y se incorporó. Bastó un gesto de su mano para que sus hombres entendieran. En segundos el cuerpo fue envuelto en plástico, preparado para desaparecer como basura. Kiev se apartó unos metros, la espalda doliéndole por haber dormido en el sillón la noche anterior. Cruzó el salón hasta el balcón. Afuera, la ciudad de Monkov se extendía como un océano de luces y humo. Estaba ahí por contratos y para asegurar un territorio que ya dominaba, pero las tensiones en Rusia crecían y cada movimiento era una pieza más en un tablero que no podía permitirse perder. Respiró el aire frío. Sintió cómo sus pulmones se llenaban y el cuerpo parecía aligerarse. — Marcos… llama a esos cuatro. Necesito que vayan a San Petersburgo a averiguar algo —ordenó con calma mientras se quitaba los guantes. Sacó una navaja del bolsillo y se hizo un corte en la palma, observando cómo la sangre brotaba rápido antes de que la carne comenzara a cerrarse poco a poco. Sonrió apenas—. Bueno, al menos esto ya funciona como debe. Guardó la navaja y añadió con un tono sarcástico: — Y vigila a esa señorita por mí… esa mujer va a hacer explotar algo en cualquier momento. Aquella питунья era más una bomba que humana. Aunque, para ser justos, le había ayudado a conseguir información clave sobre su país natal. No se había dado cuenta al principio, pero había contratado a una bomba humana sin medir las consecuencias. Y eso significaba una sola cosa: debía controlarla antes de que todo se viniera abajo. Iría el mismo, pero tenía a una gala que asistir. Una de esas reuniones en las que tendría que encontrarse con otros integrantes de la mafia roja. Lo que tenía que hacer era simple, hacerles acordar quien era el perro de quien.
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    Agencia de Modelaje: Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour

    — Modelo: Seieki Yokin —

    🏛 Descripción de la Compañía
    Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour es una prestigiosa y exclusiva agencia de modelaje de alto nivel, especializada en fusionar la estética del glamour demoníaco, el misticismo mitológico y la sofisticación de la alta costura. Sus modelos son embajadoras de un estilo único: belleza imponente, aura de poder, magnetismo sobrenatural y elegancia letal.
    La agencia no solo representa rostros, sino leyendas vivientes que encarnan un personaje y una narrativa única, construyendo un universo visual y conceptual alrededor de cada talento.

    Con un enfoque ultra-premium, Ishtar’s trabaja únicamente con modelos que poseen una imagen distintiva, fuerte presencia escénica y la capacidad de transmitir una historia en cada sesión.

    ۵ El lema de la compañía:
    "Seduce. Domina. Conquista."

    Distinción de Marca:
    ❣ Rostro de Campañas de Alta Joyería y Moda Oscura
    ❣ Desfiles Temáticos de Alta Corte y Glamour Infernal
    ❣ Editoriales de Poder Femenino & Seducción Letal
    ❣ Imagen de Perfumes y Lencería de Lujo

    Perfil Oficial – Seieki Yokin:
    ♱ Nombre Código: "Venus Nocturna"
    ♱ Categoría: Demonic Glamour Muse
    ♱ Altura: 1.76 m
    ♱ Cabello: Castaño oscuro, liso, con brillo sedoso.
    ♱ Ojos: Rojos intensos, con un brillo hipnótico que combina seducción y peligro.
    ♱ Piel: Marfil radiante, impecable.
    ♱ Figura: Curvas voluptuosas y simétricas, presencia magnética.
    ♱ Aura: Autoridad sensual, mezcla de misterio y poder.

    Atributos Glamour:
    ⚜ Seductora Dominante: Capaz de transmitir sensualidad y control absoluto en una sola mirada.
    ⚜ Presencia Escénica: Ideal para campañas de lujo, pasarelas temáticas y editoriales de alto impacto.
    ⚜ Versatilidad Visual: De musa elegante a femme fatale, adaptándose sin perder identidad.
    ⚜ Marca Personal: Un estilo de vestir que combina cuero, entallas precisos y cortes que potencian la figura.

    🏛 Narrativa de Personaje (Lore Oficial Ishtar’s)
    Dentro del universo narrativo de Ishtar’s Demonic Dèesse, Seieki Yokin es una Sacerdotisa Élite de la Alta Corte Ishtar, sirviendo como emisaria entre el plano terrenal y los salones oscuros de la realeza infernal.
    Su leyenda cuenta que fue elegida por la Reina Escarlata Ishtar después de superar las Pruebas de los Ojos Carmesí, un ritual prohibido que exige el sacrificio de todos los temores humanos para vestir la mirada con fuego inmortal.

    Seieki es vista como "La Voz que seduce al silencio", capaz de inclinar voluntades con palabras suaves y miradas intensas. Su papel en las campañas de la agencia es proyectar ese dominio invisible que atrae y somete sin esfuerzo.

    🕯 Cita Oficial de Personaje

    "No conquisto corazones… simplemente les enseño dónde arrodillarse." – Seieki Yokin

    🕯 Contacto de Agencia:
    ✦ Departamento Élite – Corte Ishtar
    ✦ [confidencial para uso narrativo]

    📜 Agencia de Modelaje: Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour — Modelo: Seieki Yokin — 🏛 Descripción de la Compañía Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour es una prestigiosa y exclusiva agencia de modelaje de alto nivel, especializada en fusionar la estética del glamour demoníaco, el misticismo mitológico y la sofisticación de la alta costura. Sus modelos son embajadoras de un estilo único: belleza imponente, aura de poder, magnetismo sobrenatural y elegancia letal. La agencia no solo representa rostros, sino leyendas vivientes que encarnan un personaje y una narrativa única, construyendo un universo visual y conceptual alrededor de cada talento. Con un enfoque ultra-premium, Ishtar’s trabaja únicamente con modelos que poseen una imagen distintiva, fuerte presencia escénica y la capacidad de transmitir una historia en cada sesión. ۵ El lema de la compañía: "Seduce. Domina. Conquista." 💎 Distinción de Marca: ❣ Rostro de Campañas de Alta Joyería y Moda Oscura ❣ Desfiles Temáticos de Alta Corte y Glamour Infernal ❣ Editoriales de Poder Femenino & Seducción Letal ❣ Imagen de Perfumes y Lencería de Lujo 🌹 Perfil Oficial – Seieki Yokin: ♱ Nombre Código: "Venus Nocturna" ♱ Categoría: Demonic Glamour Muse ♱ Altura: 1.76 m ♱ Cabello: Castaño oscuro, liso, con brillo sedoso. ♱ Ojos: Rojos intensos, con un brillo hipnótico que combina seducción y peligro. ♱ Piel: Marfil radiante, impecable. ♱ Figura: Curvas voluptuosas y simétricas, presencia magnética. ♱ Aura: Autoridad sensual, mezcla de misterio y poder. ✨ Atributos Glamour: ⚜ Seductora Dominante: Capaz de transmitir sensualidad y control absoluto en una sola mirada. ⚜ Presencia Escénica: Ideal para campañas de lujo, pasarelas temáticas y editoriales de alto impacto. ⚜ Versatilidad Visual: De musa elegante a femme fatale, adaptándose sin perder identidad. ⚜ Marca Personal: Un estilo de vestir que combina cuero, entallas precisos y cortes que potencian la figura. 🏛 Narrativa de Personaje (Lore Oficial Ishtar’s) Dentro del universo narrativo de Ishtar’s Demonic Dèesse, Seieki Yokin es una Sacerdotisa Élite de la Alta Corte Ishtar, sirviendo como emisaria entre el plano terrenal y los salones oscuros de la realeza infernal. Su leyenda cuenta que fue elegida por la Reina Escarlata Ishtar después de superar las Pruebas de los Ojos Carmesí, un ritual prohibido que exige el sacrificio de todos los temores humanos para vestir la mirada con fuego inmortal. Seieki es vista como "La Voz que seduce al silencio", capaz de inclinar voluntades con palabras suaves y miradas intensas. Su papel en las campañas de la agencia es proyectar ese dominio invisible que atrae y somete sin esfuerzo. 🕯 Cita Oficial de Personaje "No conquisto corazones… simplemente les enseño dónde arrodillarse." – Seieki Yokin 🕯 Contacto de Agencia: ✦ Departamento Élite – Corte Ishtar ✦ [confidencial para uso narrativo]
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  • “Toda mujer que se aprecie sabe que tenemos que trabajar el doble que un hombre para que nos consideren la mitad de buenas que él.” —Palabras de Cat Grant.
    “Toda mujer que se aprecie sabe que tenemos que trabajar el doble que un hombre para que nos consideren la mitad de buenas que él.” —Palabras de Cat Grant.
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  • ¡Hoy celebramos un cumpleaños en FicRol!
    Cassian Blackwood Chesire está de celebración, así que… ¡que lluevan las felicitaciones!

    Un año más de historias, tramas y momentazos por vivir.
    Si le conoces, pásate a dejarle unas palabras. Y si no, ¡quizá sea un buen momento para hacerlo!

    ¡Feliz vuelta al sol, Cassian!

    🎉 ¡Hoy celebramos un cumpleaños en FicRol! 🎉 ✨ [eclipse_ivory_spider_606] está de celebración, así que… ¡que lluevan las felicitaciones! 🎂 Un año más de historias, tramas y momentazos por vivir. 💬 Si le conoces, pásate a dejarle unas palabras. Y si no, ¡quizá sea un buen momento para hacerlo! ¡Feliz vuelta al sol, Cassian! 🌟
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  • “Nuestro trabajo es mantener a la gente al tanto de la vida extraterrestre en la Tierra, y nada representa una operación encubierta como una mujer voladora con una falda roja”. — Palabras de Cat Grant
    “Nuestro trabajo es mantener a la gente al tanto de la vida extraterrestre en la Tierra, y nada representa una operación encubierta como una mujer voladora con una falda roja”. — Palabras de Cat Grant
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  • "...Y así como un hermoso angel caído del cielo para mí, apareció mi bella mujer. Quiero recibirte en mis brazos para poder entregarte el cariño que con poca gente puedo expresar. Oficialmente 𝕹𝖆𝖛𝖎𝖆 es mi hermosa Novia. No encuentro palabras para expresar la dicha que siento en este momento, mi adorada dama."
    "...Y así como un hermoso angel caído del cielo para mí, apareció mi bella mujer. Quiero recibirte en mis brazos para poder entregarte el cariño que con poca gente puedo expresar. Oficialmente [Navia01] es mi hermosa Novia. No encuentro palabras para expresar la dicha que siento en este momento, mi adorada dama."❤️
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  • Creí que era "yo".
    Pero no era "yo".
    O solamente era solo "yo".
    En un mundo creado por mi cabeza.
    Una ilusión falsa y siniestra.
    Pero no me arrepiento, pues me grabé tus proesas.
    Era poco de mi parte, o tal vez era demaciado.
    Es que no fui suficiente o la luz en tu mente se había marchitado.
    Te fundiste, como yo me fundí en tus palabras.
    Te fuiste, sin una explicación clara.
    Solo fue un hasta aquí, y desapareciste así como yo desapareci toda palabra.

    https://music.youtube.com/watch?v=5Tjau-hmsBo&si=sBxXRruCRIXGsWhN
    Creí que era "yo". Pero no era "yo". O solamente era solo "yo". En un mundo creado por mi cabeza. Una ilusión falsa y siniestra. Pero no me arrepiento, pues me grabé tus proesas. Era poco de mi parte, o tal vez era demaciado. Es que no fui suficiente o la luz en tu mente se había marchitado. Te fundiste, como yo me fundí en tus palabras. Te fuiste, sin una explicación clara. Solo fue un hasta aquí, y desapareciste así como yo desapareci toda palabra. https://music.youtube.com/watch?v=5Tjau-hmsBo&si=sBxXRruCRIXGsWhN
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  • La ciudad no cambió. O tal vez sí. Los reflejos en los vidrios son más fríos, los callejones más angostos, y el silencio entre las palabras se volvió rutina en lugar de excepción.

    Silver St. Cloud caminó entre las sombras con la cabeza erguida, como quien sabe que no pertenece al mundo por el que transita... pero decide enfrentarlo igual. Su nombre aún abría puertas —a veces—, aunque ya no se apoyaba en eso. Esta vez no vino a buscar un titular, ni un escándalo, ni una segunda oportunidad.

    Esta vez, vino a ver si alguien —si algo— seguía en pie.

    Su elegancia no era ostentación, sino defensa. Y su sonrisa, esa discreta línea entre la ironía y la esperanza, solo se curvaba cuando realmente valía la pena.

    Gotham tenía cicatrices. Ella también.
    Pero Silver aprendió que hay heridas que solo cicatrizan si alguien las nombra en voz alta.
    Y si hay algo que aún sabe hacer, es mirar a los monstruos a los ojos... y no parpadear primero.
    La ciudad no cambió. O tal vez sí. Los reflejos en los vidrios son más fríos, los callejones más angostos, y el silencio entre las palabras se volvió rutina en lugar de excepción. Silver St. Cloud caminó entre las sombras con la cabeza erguida, como quien sabe que no pertenece al mundo por el que transita... pero decide enfrentarlo igual. Su nombre aún abría puertas —a veces—, aunque ya no se apoyaba en eso. Esta vez no vino a buscar un titular, ni un escándalo, ni una segunda oportunidad. Esta vez, vino a ver si alguien —si algo— seguía en pie. Su elegancia no era ostentación, sino defensa. Y su sonrisa, esa discreta línea entre la ironía y la esperanza, solo se curvaba cuando realmente valía la pena. Gotham tenía cicatrices. Ella también. Pero Silver aprendió que hay heridas que solo cicatrizan si alguien las nombra en voz alta. Y si hay algo que aún sabe hacer, es mirar a los monstruos a los ojos... y no parpadear primero.
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  • ❝ — 𝑬𝒏𝒕𝒐𝒏𝒄𝒆𝒔 ¿𝑬𝒔 𝒖𝒏 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐? ❞




    Fue de un cerrar de ojos

    Un día atendía papeles mientras Kiev aún no despertaba, Ryan se había ido, sin dejar una nota, ni una palabra, absolutamente nada.

    Aunque sabía que el rescate de Kiev lo había afectado de sobremanera, no creyó que terminaría provocando un mal dentro de su cabeza, algo que terminaría atormentandolo.

    Trato de hablar, pero ella era la menos indicada para hacerlo, porque también tenía sus propios problemas.

    Su ausencia ocurrió de la nada. Estaba cansada y exhausta, había tomado el control de todo de forma repentina para que la mafia no cayera, ordenó documentos, firmó contratos, controló los negocios, cuidó de Kiev como si fuera su enfermera, y las dudas la carcomían lentamente... ¿por qué no despertaba?, ¿por qué sus heridas no sanaban?, ¿por qué parecía tan simple, tan tranquilo? Su cuerpo no sanaba, parecía un simple mortal...


    Fue una de tanta noches, bebía unas copas, mientras hablaba con Kyo, su supuesta libertad se convirtió en una trampa, en un agujero oscuro que no vio venir. Alguien a quien consideraba un amigo, lo más cercano a ello.

    Cuando sus ojos se abrieron, estaba dentro de una casa antigua con arquitectura japonesa, todo era demasiado silencioso, demasiado ajeno

    Fue la primera alerta

    Buscó a alguien, a cualquiera, y cuando una mujer abrió la boca, el idioma japonés se le clavó como una daga en el oído

    La habían secuestrado y la habían llevado a un país donde no entendía el idioma, donde no tenía poder, donde no era nadie

    — ¡Voy a matarte, Ryo! — gritó con rabia

    Su cabello rojo era un desastre, su respiración desordenada, y los extraños la miraban como si fuera un espectro fuera de lugar.

    Se había olvidado de lo lejos que Kyo estaba dispuesto a llegar para sacarla del camino, alejarla tanto de Kiev como de Ryan, y lo había logrado, porque aunque Ryan fue el primero en desaparecer, a ella la empujaron aún más lejos

    ¿Qué tan difícil podía ser sobrevivir a esto?

    Esperó durante tres días la llegada del japonés, pero ninguna sombra se acercó, no tenía dinero, ni identificación, ni un contacto, ni un maldito plan para regresar a Albania

    Era un desastre, y no solo por fuera

    Intentó conseguir dinero, buscar salidas, improvisar, pero todo era ajeno, todo era hostil, todo estaba en su contra

    Y al final, terminó por involucrarse con los yakuza, fue inevitable, uno de ellos intentó tocarla y sin pensarlo le rompió el brazo, y cuando el resto vino a buscar explicaciones, ya era tarde

    No tuvo más opción que hundirse en ese mundo, meterse en los bajos fondos, adaptarse, ensuciarse, sobrevivir con lo poco que tenía, con lo que recordaba, con las ganas de volver a casa y verlos de nuevo

    Días, semanas, meses

    Todo era una cuenta regresiva


    — .... —

    El humo se disipaba con tranquilidad mientras ella lo observaba, solo tenía que terminar el contrato, solo eso y nada más.

    Estaba en una habitación japonesa, sentada con elegancia, vestía una yukata roja que dejaba parte de sus hombros al descubierto, el cabello recogido a medias, su piel marcada por el cansancio pero su sonrisa intacta, los dedos firmes alrededor de la pipa que encendía con lentitud, la mirada tranquila de quien lleva dentro una tormenta

    — ¿Es un trato? — sus labios soltaron las palabras tan suaves como venenosos mientras caminaba alrededor del hombre que tenía frente a ella, sus pasos suaves, calculados, su tono dulce como veneno — te lo prometo... esto te traerá más beneficios a ti que a mí. — Sus dedos recorrieron los hombros ajenos.

    El humo se escapaba de sus labios con naturalidad mientras se agachaba para sentarse, la yukata se deslizaba lo justo para jugar con su atención, su presencia era un arma, y ese hombre no tenía idea de en qué momento había bajado la guardia

    Estaba acompañado, claro, pero Rubi no se inmutó, los observó con la serenidad de quien ya había hecho esto muchas veces

    No podía decir nada más, cualquier palabra de más lo arruinaría, solo le quedaban unas frases suaves, una sonrisa y esa forma suya de mentir como si no lo hiciera, aunque sus dedos se aferraban a la tela roja que la envolvía.

    — Bien, es un trato — dijo él, haciendo un gesto japonés con la cabeza

    Rubi sonrió, como si acabara de escuchar una melodía perfecta. Aplaudió suavemente, juntó las manos con elegancia.

    Los hombres ingresaron a la sala con los papeles. El sello. El final.

    ¿Estaba contenta?
    Más que eso.
    El contrato era el precio exacto de su libertad.
    Su pasaje de regreso.

    Y mientras firmaban, aquella pregunta flotó por su cabeza, silenciosa, cálida y dolorosa:

    ¿Cómo estarían los chicos...?
    ❝ — 𝑬𝒏𝒕𝒐𝒏𝒄𝒆𝒔 ¿𝑬𝒔 𝒖𝒏 𝒕𝒓𝒂𝒕𝒐? ❞ Fue de un cerrar de ojos Un día atendía papeles mientras Kiev aún no despertaba, Ryan se había ido, sin dejar una nota, ni una palabra, absolutamente nada. Aunque sabía que el rescate de Kiev lo había afectado de sobremanera, no creyó que terminaría provocando un mal dentro de su cabeza, algo que terminaría atormentandolo. Trato de hablar, pero ella era la menos indicada para hacerlo, porque también tenía sus propios problemas. Su ausencia ocurrió de la nada. Estaba cansada y exhausta, había tomado el control de todo de forma repentina para que la mafia no cayera, ordenó documentos, firmó contratos, controló los negocios, cuidó de Kiev como si fuera su enfermera, y las dudas la carcomían lentamente... ¿por qué no despertaba?, ¿por qué sus heridas no sanaban?, ¿por qué parecía tan simple, tan tranquilo? Su cuerpo no sanaba, parecía un simple mortal... Fue una de tanta noches, bebía unas copas, mientras hablaba con Kyo, su supuesta libertad se convirtió en una trampa, en un agujero oscuro que no vio venir. Alguien a quien consideraba un amigo, lo más cercano a ello. Cuando sus ojos se abrieron, estaba dentro de una casa antigua con arquitectura japonesa, todo era demasiado silencioso, demasiado ajeno Fue la primera alerta Buscó a alguien, a cualquiera, y cuando una mujer abrió la boca, el idioma japonés se le clavó como una daga en el oído La habían secuestrado y la habían llevado a un país donde no entendía el idioma, donde no tenía poder, donde no era nadie — ¡Voy a matarte, Ryo! — gritó con rabia Su cabello rojo era un desastre, su respiración desordenada, y los extraños la miraban como si fuera un espectro fuera de lugar. Se había olvidado de lo lejos que Kyo estaba dispuesto a llegar para sacarla del camino, alejarla tanto de Kiev como de Ryan, y lo había logrado, porque aunque Ryan fue el primero en desaparecer, a ella la empujaron aún más lejos ¿Qué tan difícil podía ser sobrevivir a esto? Esperó durante tres días la llegada del japonés, pero ninguna sombra se acercó, no tenía dinero, ni identificación, ni un contacto, ni un maldito plan para regresar a Albania Era un desastre, y no solo por fuera Intentó conseguir dinero, buscar salidas, improvisar, pero todo era ajeno, todo era hostil, todo estaba en su contra Y al final, terminó por involucrarse con los yakuza, fue inevitable, uno de ellos intentó tocarla y sin pensarlo le rompió el brazo, y cuando el resto vino a buscar explicaciones, ya era tarde No tuvo más opción que hundirse en ese mundo, meterse en los bajos fondos, adaptarse, ensuciarse, sobrevivir con lo poco que tenía, con lo que recordaba, con las ganas de volver a casa y verlos de nuevo Días, semanas, meses Todo era una cuenta regresiva — .... — El humo se disipaba con tranquilidad mientras ella lo observaba, solo tenía que terminar el contrato, solo eso y nada más. Estaba en una habitación japonesa, sentada con elegancia, vestía una yukata roja que dejaba parte de sus hombros al descubierto, el cabello recogido a medias, su piel marcada por el cansancio pero su sonrisa intacta, los dedos firmes alrededor de la pipa que encendía con lentitud, la mirada tranquila de quien lleva dentro una tormenta — ¿Es un trato? — sus labios soltaron las palabras tan suaves como venenosos mientras caminaba alrededor del hombre que tenía frente a ella, sus pasos suaves, calculados, su tono dulce como veneno — te lo prometo... esto te traerá más beneficios a ti que a mí. — Sus dedos recorrieron los hombros ajenos. El humo se escapaba de sus labios con naturalidad mientras se agachaba para sentarse, la yukata se deslizaba lo justo para jugar con su atención, su presencia era un arma, y ese hombre no tenía idea de en qué momento había bajado la guardia Estaba acompañado, claro, pero Rubi no se inmutó, los observó con la serenidad de quien ya había hecho esto muchas veces No podía decir nada más, cualquier palabra de más lo arruinaría, solo le quedaban unas frases suaves, una sonrisa y esa forma suya de mentir como si no lo hiciera, aunque sus dedos se aferraban a la tela roja que la envolvía. — Bien, es un trato — dijo él, haciendo un gesto japonés con la cabeza Rubi sonrió, como si acabara de escuchar una melodía perfecta. Aplaudió suavemente, juntó las manos con elegancia. Los hombres ingresaron a la sala con los papeles. El sello. El final. ¿Estaba contenta? Más que eso. El contrato era el precio exacto de su libertad. Su pasaje de regreso. Y mientras firmaban, aquella pregunta flotó por su cabeza, silenciosa, cálida y dolorosa: ¿Cómo estarían los chicos...?
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