• Por favor, no confundas mi calma con miedo.
    He caminado por los campos de la muerte.
    He tenido que levantar mi espada contra aquellos que antes llamé hermanos.
    Soy un monstruo, sí.
    Pero uno que castiga a los demás.
    Ellos me crearon.
    Y yo soy la venganza de aquellos que sufrieron.
    Por favor, no confundas mi calma con miedo. He caminado por los campos de la muerte. He tenido que levantar mi espada contra aquellos que antes llamé hermanos. Soy un monstruo, sí. Pero uno que castiga a los demás. Ellos me crearon. Y yo soy la venganza de aquellos que sufrieron.
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  • Recuerdos de un zorro

    Kuragari: La oscuridad creciente (Parte 1)

    //Estas son crónicas del pasado de Kazuo. Ocurrieron alrededor de mil años atrás.//

    “No quiero herir con lo que siento. No quiero herirme con lo que muestro.”



    No siempre hubo luz en aquellos ojos de un azul tan puro y etéreo.
    Hubo un tiempo en el que su brillo fue devorado por su propia alma.

    “Demasiado dolor para una sola alma que calla.
    Araña las paredes de mi mente. Me siento exhausto.”


    No lo vio venir. Su cuerpo se había convertido en un recipiente lleno de odio, amargura, tristeza… y un deseo de venganza insaciable.
    Los hombres le habían causado demasiado dolor. Nada bueno le fue concedido por ellos. Y su madre, su diosa, en aquel entonces parecía mirar hacia otro lado.
    “Una forma retorcida de castigarme por aquello que pienso y callo”, pensó.

    Aquella vorágine de sentimientos comenzó a tomar forma. Era como si su alma se hubiera dividido en dos.
    Por un lado, la bondad y la pureza que luchaban por no ser consumidas.
    Por el otro… Él.

    Lucía como Kazuo, pero al mismo tiempo era algo completamente distinto.
    Su cuerpo era más delgado, con las mejillas hundidas, como si algo le devorase por dentro. Su belleza estaba distorsionada, como una burda copia mal interpretada.
    Su piel, tan blanca, dejaba ver unas venas del color de la noche, que serpenteaban bajo la superficie. Y sus ojos… negros; Tan oscuros que parecía que se habían tragado todo atisbo de luz; unos ojos capaces de arrebatarte lo poco que te quedase de cordura.

    Todo lo malo y oscuro que Kazuo albergaba en su corazón había tomado forma hecha carne.
    Sus miedos.
    Su ira.
    Sus deseos más viscerales.
    Su sed de sangre.

    Kuragari. El anochecer que no se va.

    Le susurraba al oído cada noche, llenando su mente de tanta maldad que habría preferido estar muerto.
    Manipulaba sus pensamientos, convenciéndolo de buscar placer en el dolor ajeno, en el sufrimiento de aquellos que tanto daño le habían hecho.
    Lo seducía con caricias envueltas en un fingido cariño, con promesas de amor y una paz que jamás llegaría.

    Kuragari había tomado su propia forma, construyendo una especie de alma nacida del miedo y el silencio del noble zorro.
    Todo lo que Kazuo había callado y encerrado en lo más profundo de su ser, había despertado con voz propia.

    -Nadie te ama.Solo yo te entiendo, mi Kazuo.Déjame enseñarte lo que es ser amado.- Le decía Kuragari en las noches más frías y solitarias.

    Se pegaba a su espalda, con su pecho desnudo, helado y sin vida.
    Sus manos, huesudas, acariciaban su torso, haciendo estremecer al kitsune, haciéndole creer, aunque fuera por un instante, que podía ser amado.

    Cada palabra era pronunciada en un ronroneo pegado a su oído, provocando un escalofrío que le recorría la columna.
    Su lengua bífida deslizándose por el lateral de su cuello hasta alcanzar el lóbulo de su oreja, que mordía con suavidad, de forma seductora, en un intento desesperado por arrastrarlo a una oscuridad sin fin.

    Kazuo suspiraba, dejándose llevar por breves momentos por aquel placer tan fácil… tan inmediato… que casi lograba convencerlo de rendirse.

    -Déjame…- Decía el zorro de forma entrecortada.

    -No te puedo dejar, al igual que tú no puedes dejarme a mí. Soy parte de tu todo, sin mi solo eres alguien incompleto.- Decía mientras una de sus manos se volaban desde su espalda hasta el vientre del zorro.

    Kuragari pasaba sus dedos por todo el abdomen de Yōkai, dejando que sus largas uñas dejasen un recorrido de marcas rojizas. A Kazuo le costaba respirar, como si su simple toque provocase que el aire escapase de sus pulmones.

    No era amor, ni nada que se le pareciera. Era un deseo vacío, uno que Kuragari intentaba despertar. Su mano descendió aún más, llegando a su bajo vientre, hasta quedar a escasos sentimientos de la virilidad del zorro.

    Fue entonces que Kazuo reaccionó. Se volteó, llevando su mano en puño hacia atrás, creando un arco para asestar un golpe certero. En ese momento Kuragari se volvió humo, desapareciendo, dejando una risa maliciosa suspendida en el aire.

    Los rayos del sol comenzaron a filtrarse a través de la ventana de una choza abandonada, que estaba usando como refugio provisional. Estos anunciaban el fin de la oscuridad. Al menos, hasta que la noche volviera a caer, Kuragari se mantendría lejos.

    En aquel entonces, Kazuo era aún joven.
    Apenas había cumplido los doscientos años.
    Un yōkai inexperto.
    Un zorro marcado por un siglo de amargura inconsolable.

    La muerte de quienes había considerado su familia lo dejó anclado en un ciclo perpetuo de tristeza y deseo de venganza.

    Y así nació Kuragari:

    Un ente vengativo y lleno de dolor.
    Una sombra con voz, intentando arrastrar a su creador al mismo abismo del que surgió.

    Pero Kazuo fue más fuerte;
    Recordó la bondad de sus padres, la inocencia de sus hermanos, y el amor verdadero.Un amor que Kuragari no podía ofrecer de forma genuina.

    Entonces comprendió que ese ser nacido de su sufrimiento debía ser detenido.Pero destruirlo no era una opción.Compartían alma.Y si Kuragari era destruido, parte del alma de Kazuo moriría con él, dejándolo incompleto. Una criatura fragmentada vagando por la tierra.

    Lo único que podía hacer con el poder que tenía entonces fue sellarlo.

    “Para siempre.”

    O al menos… eso pensó.






    Recuerdos de un zorro Kuragari: La oscuridad creciente (Parte 1) //Estas son crónicas del pasado de Kazuo. Ocurrieron alrededor de mil años atrás.// “No quiero herir con lo que siento. No quiero herirme con lo que muestro.” No siempre hubo luz en aquellos ojos de un azul tan puro y etéreo. Hubo un tiempo en el que su brillo fue devorado por su propia alma. “Demasiado dolor para una sola alma que calla. Araña las paredes de mi mente. Me siento exhausto.” No lo vio venir. Su cuerpo se había convertido en un recipiente lleno de odio, amargura, tristeza… y un deseo de venganza insaciable. Los hombres le habían causado demasiado dolor. Nada bueno le fue concedido por ellos. Y su madre, su diosa, en aquel entonces parecía mirar hacia otro lado. “Una forma retorcida de castigarme por aquello que pienso y callo”, pensó. Aquella vorágine de sentimientos comenzó a tomar forma. Era como si su alma se hubiera dividido en dos. Por un lado, la bondad y la pureza que luchaban por no ser consumidas. Por el otro… Él. Lucía como Kazuo, pero al mismo tiempo era algo completamente distinto. Su cuerpo era más delgado, con las mejillas hundidas, como si algo le devorase por dentro. Su belleza estaba distorsionada, como una burda copia mal interpretada. Su piel, tan blanca, dejaba ver unas venas del color de la noche, que serpenteaban bajo la superficie. Y sus ojos… negros; Tan oscuros que parecía que se habían tragado todo atisbo de luz; unos ojos capaces de arrebatarte lo poco que te quedase de cordura. Todo lo malo y oscuro que Kazuo albergaba en su corazón había tomado forma hecha carne. Sus miedos. Su ira. Sus deseos más viscerales. Su sed de sangre. Kuragari. El anochecer que no se va. Le susurraba al oído cada noche, llenando su mente de tanta maldad que habría preferido estar muerto. Manipulaba sus pensamientos, convenciéndolo de buscar placer en el dolor ajeno, en el sufrimiento de aquellos que tanto daño le habían hecho. Lo seducía con caricias envueltas en un fingido cariño, con promesas de amor y una paz que jamás llegaría. Kuragari había tomado su propia forma, construyendo una especie de alma nacida del miedo y el silencio del noble zorro. Todo lo que Kazuo había callado y encerrado en lo más profundo de su ser, había despertado con voz propia. -Nadie te ama.Solo yo te entiendo, mi Kazuo.Déjame enseñarte lo que es ser amado.- Le decía Kuragari en las noches más frías y solitarias. Se pegaba a su espalda, con su pecho desnudo, helado y sin vida. Sus manos, huesudas, acariciaban su torso, haciendo estremecer al kitsune, haciéndole creer, aunque fuera por un instante, que podía ser amado. Cada palabra era pronunciada en un ronroneo pegado a su oído, provocando un escalofrío que le recorría la columna. Su lengua bífida deslizándose por el lateral de su cuello hasta alcanzar el lóbulo de su oreja, que mordía con suavidad, de forma seductora, en un intento desesperado por arrastrarlo a una oscuridad sin fin. Kazuo suspiraba, dejándose llevar por breves momentos por aquel placer tan fácil… tan inmediato… que casi lograba convencerlo de rendirse. -Déjame…- Decía el zorro de forma entrecortada. -No te puedo dejar, al igual que tú no puedes dejarme a mí. Soy parte de tu todo, sin mi solo eres alguien incompleto.- Decía mientras una de sus manos se volaban desde su espalda hasta el vientre del zorro. Kuragari pasaba sus dedos por todo el abdomen de Yōkai, dejando que sus largas uñas dejasen un recorrido de marcas rojizas. A Kazuo le costaba respirar, como si su simple toque provocase que el aire escapase de sus pulmones. No era amor, ni nada que se le pareciera. Era un deseo vacío, uno que Kuragari intentaba despertar. Su mano descendió aún más, llegando a su bajo vientre, hasta quedar a escasos sentimientos de la virilidad del zorro. Fue entonces que Kazuo reaccionó. Se volteó, llevando su mano en puño hacia atrás, creando un arco para asestar un golpe certero. En ese momento Kuragari se volvió humo, desapareciendo, dejando una risa maliciosa suspendida en el aire. Los rayos del sol comenzaron a filtrarse a través de la ventana de una choza abandonada, que estaba usando como refugio provisional. Estos anunciaban el fin de la oscuridad. Al menos, hasta que la noche volviera a caer, Kuragari se mantendría lejos. En aquel entonces, Kazuo era aún joven. Apenas había cumplido los doscientos años. Un yōkai inexperto. Un zorro marcado por un siglo de amargura inconsolable. La muerte de quienes había considerado su familia lo dejó anclado en un ciclo perpetuo de tristeza y deseo de venganza. Y así nació Kuragari: Un ente vengativo y lleno de dolor. Una sombra con voz, intentando arrastrar a su creador al mismo abismo del que surgió. Pero Kazuo fue más fuerte; Recordó la bondad de sus padres, la inocencia de sus hermanos, y el amor verdadero.Un amor que Kuragari no podía ofrecer de forma genuina. Entonces comprendió que ese ser nacido de su sufrimiento debía ser detenido.Pero destruirlo no era una opción.Compartían alma.Y si Kuragari era destruido, parte del alma de Kazuo moriría con él, dejándolo incompleto. Una criatura fragmentada vagando por la tierra. Lo único que podía hacer con el poder que tenía entonces fue sellarlo. “Para siempre.” O al menos… eso pensó.
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  • ⸻ Tengo un retrato tuyo en las paredes de mi memoria, viejo amigo. Y si algún día la muerte llega por mi nos encontraremos corriendo entre la hierva alta, cantando y riendo.


    Carta a un muerto
    De: Ethan
    Para: Claus
    ⸻ Tengo un retrato tuyo en las paredes de mi memoria, viejo amigo. Y si algún día la muerte llega por mi nos encontraremos corriendo entre la hierva alta, cantando y riendo. Carta a un muerto De: Ethan Para: Claus
    Me entristece
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  • El grimorio prohibido de magia oscura finalmente es mío... poder ilimitado.

    Lo siento tanto Oz... pero necesito magia más poderosa para traer a mi hermano de la muerte.
    El grimorio prohibido de magia oscura finalmente es mío... poder ilimitado. Lo siento tanto Oz... pero necesito magia más poderosa para traer a mi hermano de la muerte.
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  • El silencio pesaba en la habitación como una lápida recién colocada. Las luces parpadeaban con un zumbido mecánico, reflejándose en las baldosas blancas que ya no eran tan blancas.

    Un charco espeso, oscuro, ajeno al color de la vida, se esparcía bajo el cuerpo aún caliente del detective. Las suelas de sus zapatos negros apuntaban al techo, desordenadas, como si incluso en la muerte hubiese querido levantarse y terminar lo que empezó.

    El disparo había sido limpio. Preciso. Profesional. Pero no bastó para borrar la expresión que se le quedó dibujada en la cara: media sonrisa torcida, como si, incluso con el cañón contra su pecho, hubiera sabido algo que su asesino no. O como si hubiese aceptado, por fin, que su historia no iba a tener final feliz… porque los tipos como él no nacieron para eso.

    Nadie lo encontró a tiempo. Nadie escuchó su última exhalación. Solo quedaron los ecos de pasos pasados, una carpeta con pistas que ya nadie leería… y una taza de café fría sobre el escritorio, con su nombre garabateado a un lado.

    La ciudad seguiría girando. Pero esta vez, lo haría sin él. Y el caso… el caso se cerró solo.

    O eso quisieron creer.




    ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻

    #Nightfallrevenge - Bad ending ?? Alternative Universe


    Un universo donde "esa" visita en plena madrugada no terminó como Joon se lo imaginaba.

    Revisa los previos # para entenderlo. Me gusta darles un final alternativo a mis OC's con trabajos arriesgados.
    El silencio pesaba en la habitación como una lápida recién colocada. Las luces parpadeaban con un zumbido mecánico, reflejándose en las baldosas blancas que ya no eran tan blancas. Un charco espeso, oscuro, ajeno al color de la vida, se esparcía bajo el cuerpo aún caliente del detective. Las suelas de sus zapatos negros apuntaban al techo, desordenadas, como si incluso en la muerte hubiese querido levantarse y terminar lo que empezó. El disparo había sido limpio. Preciso. Profesional. Pero no bastó para borrar la expresión que se le quedó dibujada en la cara: media sonrisa torcida, como si, incluso con el cañón contra su pecho, hubiera sabido algo que su asesino no. O como si hubiese aceptado, por fin, que su historia no iba a tener final feliz… porque los tipos como él no nacieron para eso. Nadie lo encontró a tiempo. Nadie escuchó su última exhalación. Solo quedaron los ecos de pasos pasados, una carpeta con pistas que ya nadie leería… y una taza de café fría sobre el escritorio, con su nombre garabateado a un lado. La ciudad seguiría girando. Pero esta vez, lo haría sin él. Y el caso… el caso se cerró solo. O eso quisieron creer. ⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻⸻ #Nightfallrevenge - Bad ending ?? Alternative Universe Un universo donde "esa" visita en plena madrugada no terminó como Joon se lo imaginaba. Revisa los previos # para entenderlo. Me gusta darles un final alternativo a mis OC's con trabajos arriesgados.
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  • -a pesar de la amenaza de muerte o quizás solo tortura ya encontró ánimos con la ropa que un elfo raro le a dejado como ofrenda. Le gustaría más oscura pero aún así no se queja son contadas con los dedos de un hombre manco las veces que a recibido un regalo así que está feliz a pesar de todo -
    -a pesar de la amenaza de muerte o quizás solo tortura ya encontró ánimos con la ropa que un elfo raro le a dejado como ofrenda. Le gustaría más oscura pero aún así no se queja son contadas con los dedos de un hombre manco las veces que a recibido un regalo así que está feliz a pesar de todo -
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  • —En la noche del segundo dia de invasion,Mark Siniestro volaba a toda velocidad sobre una rural,no le interesaba destruir eso puesto que solo era campo y nada mas que eso,estaba distraído observando el terreno,cuando de la nada vio un destello verde a lo lejos,¿otra variante mas habia llegado?,por lo que el sabia eran solo 18 los que llegaron,ni uno mas tendria que llegar,¿no?,vio una figura vestida como invencible,pero,algo no estaba en orden,esa cosa parecia tener una piel putrefacta y el traje totalmente destrozado,vio como ese Invencible fijo su vista en el,volando hacia su posicion para embestirlo—

    —¡HEY,ESPERA IDIO-...!


    —Mark siniestro no pudo terminar de hablar,esa variable lo habia embestido con fuerza y ahora ambos caian hacia el campo,en el forcejeo vio como esa cosa tenia un rostro horrible,sus dientes estaban expuestos,su piel se caia por el mal estado de la carne,unos puños llenos de sangre y sus ojos no tenian vida,Mark Siniestro se quito encima al Zombie Invencible de encima con un puñetazo y trato de volar lo mas lejos que pudo para preparar una emboscada,pero esa cosa lo seguia a donde fuera,no se cansaba en ningun momento,Mark Siniestro freno en seco y con un codazo logro desorientar al muerto,llevandolo hacia al suelo con todas sus fuerzas,al impactar,su craneo se fracturo y eso hizo que le de una muerte definitiva,Mark Siniestro desconcertado trato de averiguar el porque esa variante lo ataco precisamente a el—


    —Armstrong,si esto llega a ser a propósito y realmente enviaste a este....perdedor a matarme...lo pagaras muy caro

    —Dijo en voz baja,para luego alejarse del lugar volando,dejando alli una variable que dejo mucho que desear—
    —En la noche del segundo dia de invasion,Mark Siniestro volaba a toda velocidad sobre una rural,no le interesaba destruir eso puesto que solo era campo y nada mas que eso,estaba distraído observando el terreno,cuando de la nada vio un destello verde a lo lejos,¿otra variante mas habia llegado?,por lo que el sabia eran solo 18 los que llegaron,ni uno mas tendria que llegar,¿no?,vio una figura vestida como invencible,pero,algo no estaba en orden,esa cosa parecia tener una piel putrefacta y el traje totalmente destrozado,vio como ese Invencible fijo su vista en el,volando hacia su posicion para embestirlo— —¡HEY,ESPERA IDIO-...! —Mark siniestro no pudo terminar de hablar,esa variable lo habia embestido con fuerza y ahora ambos caian hacia el campo,en el forcejeo vio como esa cosa tenia un rostro horrible,sus dientes estaban expuestos,su piel se caia por el mal estado de la carne,unos puños llenos de sangre y sus ojos no tenian vida,Mark Siniestro se quito encima al Zombie Invencible de encima con un puñetazo y trato de volar lo mas lejos que pudo para preparar una emboscada,pero esa cosa lo seguia a donde fuera,no se cansaba en ningun momento,Mark Siniestro freno en seco y con un codazo logro desorientar al muerto,llevandolo hacia al suelo con todas sus fuerzas,al impactar,su craneo se fracturo y eso hizo que le de una muerte definitiva,Mark Siniestro desconcertado trato de averiguar el porque esa variante lo ataco precisamente a el— —Armstrong,si esto llega a ser a propósito y realmente enviaste a este....perdedor a matarme...lo pagaras muy caro —Dijo en voz baja,para luego alejarse del lugar volando,dejando alli una variable que dejo mucho que desear—
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  • *El chico abre lentamente los ojos, su respiración aún agitada por el eco del peligro que casi le arrebata la vida. Los primeros rayos de luz atraviesan el follaje, iluminando su rostro y el mechón desordenado de su cabello pálido. Entre sus dedos, las flores que aún sostiene tiemblan con el leve temblor de sus manos. Mira a su alrededor, desorientado, pero con una chispa de asombro por seguir aquí. El mundo parece más brillante, casi irreal, como si la muerte hubiese rozado su alma y lo hubiera devuelto para una segunda oportunidad.*

    —¿Esto... es real? —

    *susurra, su voz apenas un murmullo mientras el viento acaricia su piel.*
    *El chico abre lentamente los ojos, su respiración aún agitada por el eco del peligro que casi le arrebata la vida. Los primeros rayos de luz atraviesan el follaje, iluminando su rostro y el mechón desordenado de su cabello pálido. Entre sus dedos, las flores que aún sostiene tiemblan con el leve temblor de sus manos. Mira a su alrededor, desorientado, pero con una chispa de asombro por seguir aquí. El mundo parece más brillante, casi irreal, como si la muerte hubiese rozado su alma y lo hubiera devuelto para una segunda oportunidad.* —¿Esto... es real? — *susurra, su voz apenas un murmullo mientras el viento acaricia su piel.*
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  • —LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 7

    —Mientras la familia Requiem descansaba y recobraba fuerzas,los invasores de esta linea temporal continuaban generando destrozos y muerte,la variante mas fuerte de Paul,la unica que fue capaz de dejarlo al borde la muerte,se movia a velocidades imposibles de alcanzar para cualquier ser infernal,con solo su paso por los cielos levantaba todo a su paso,como si se tratara de un fuerte huracan de tan solo unos segundos,buscaba a los demonios mas débiles para torturarlos de manera psicológica hasta el punto de que ellos deseen la muerte,la otra variante de Paul,la cual era otra una versión femenina buscaba a su familia para acabar con cada uno de ellos,la noche pasaba y el infierno cada vez se deformaba cada vez mas—
    —LA GUERRA DE LOS MIL MINUTOS:PARTE 7 —Mientras la familia Requiem descansaba y recobraba fuerzas,los invasores de esta linea temporal continuaban generando destrozos y muerte,la variante mas fuerte de Paul,la unica que fue capaz de dejarlo al borde la muerte,se movia a velocidades imposibles de alcanzar para cualquier ser infernal,con solo su paso por los cielos levantaba todo a su paso,como si se tratara de un fuerte huracan de tan solo unos segundos,buscaba a los demonios mas débiles para torturarlos de manera psicológica hasta el punto de que ellos deseen la muerte,la otra variante de Paul,la cual era otra una versión femenina buscaba a su familia para acabar con cada uno de ellos,la noche pasaba y el infierno cada vez se deformaba cada vez mas—
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  • - Estaba viendo la televisión " El 80% de los hombres tienen problemas a la próstata sobre todo después de los 60 años".
    Se voltea a mirar disimuladamente a Santiago pensando, " ¿debería decirle que tiene que ir a verse ? O ¿ya a su edad está perdido?"-

    Hmmm... Hay destinos peores que la muerte(?)
    - Estaba viendo la televisión " El 80% de los hombres tienen problemas a la próstata sobre todo después de los 60 años". Se voltea a mirar disimuladamente a Santiago pensando, " ¿debería decirle que tiene que ir a verse ? O ¿ya a su edad está perdido?"- Hmmm... Hay destinos peores que la muerte(?)
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