*El chico abre lentamente los ojos, su respiración aún agitada por el eco del peligro que casi le arrebata la vida. Los primeros rayos de luz atraviesan el follaje, iluminando su rostro y el mechón desordenado de su cabello pálido. Entre sus dedos, las flores que aún sostiene tiemblan con el leve temblor de sus manos. Mira a su alrededor, desorientado, pero con una chispa de asombro por seguir aquí. El mundo parece más brillante, casi irreal, como si la muerte hubiese rozado su alma y lo hubiera devuelto para una segunda oportunidad.*
—¿Esto... es real? —
*susurra, su voz apenas un murmullo mientras el viento acaricia su piel.*
—¿Esto... es real? —
*susurra, su voz apenas un murmullo mientras el viento acaricia su piel.*
*El chico abre lentamente los ojos, su respiración aún agitada por el eco del peligro que casi le arrebata la vida. Los primeros rayos de luz atraviesan el follaje, iluminando su rostro y el mechón desordenado de su cabello pálido. Entre sus dedos, las flores que aún sostiene tiemblan con el leve temblor de sus manos. Mira a su alrededor, desorientado, pero con una chispa de asombro por seguir aquí. El mundo parece más brillante, casi irreal, como si la muerte hubiese rozado su alma y lo hubiera devuelto para una segunda oportunidad.*
—¿Esto... es real? —
*susurra, su voz apenas un murmullo mientras el viento acaricia su piel.*
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