• EL inicio de una aventura
    Fandom Crossover
    Categoría Aventura
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre.
    Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar.

    -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente?

    Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft"

    -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto.

    -Jaja, muy gracioso Jonah.

    No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma.

    -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones.

    Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco.
    Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada.

    Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso.

    -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta?

    Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia.
    (ROL LIBRE)
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre. Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar. -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente? Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft" -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto. -Jaja, muy gracioso Jonah. No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma. -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones. Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco. Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada. Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso. -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta? Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia. (ROL LIBRE)
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  • Desilusión
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Original
    Tomo asiento llevando el periódico que el mayordomo acaba de traerme, no soy un gran lector pero en esta ocasión me interesa leer la parte donde hablan de la nueva exposición de arte que muy pronto inaugurarán en el museo más importante del país.

    Sophie Bridgerton
    Tomo asiento llevando el periódico que el mayordomo acaba de traerme, no soy un gran lector pero en esta ocasión me interesa leer la parte donde hablan de la nueva exposición de arte que muy pronto inaugurarán en el museo más importante del país. [Cinderella]
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  • Días oscuros
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Suspenso
    Colin Bridgerton

    Después de disfrutar de dos porciones de la exquisita tarta de manzana y crema caramelizada recién hecha por nuestra cocinera y sus ayudantes.
    A la vez acompañado con una taza de té con un chorrito de leche fría.

    No me di cuenta de que me había quedado dormida hasta que nuestro mayordomo, Dunwoody con toda la delicadeza que tanto le caracteriza me despierta.
    Aún sigo aturdida cuándo me hace entrega de una carta, enseguida me reincorporo para sentarme mejor sobre el sofá y leer el remitente.
    Inmediatamente rasgo el sobre para ver con claridad la letra del señor Crane, el esposo de mi prima Marina.
    [Colin_SB] Después de disfrutar de dos porciones de la exquisita tarta de manzana y crema caramelizada recién hecha por nuestra cocinera y sus ayudantes. A la vez acompañado con una taza de té con un chorrito de leche fría. No me di cuenta de que me había quedado dormida hasta que nuestro mayordomo, Dunwoody con toda la delicadeza que tanto le caracteriza me despierta. Aún sigo aturdida cuándo me hace entrega de una carta, enseguida me reincorporo para sentarme mejor sobre el sofá y leer el remitente. Inmediatamente rasgo el sobre para ver con claridad la letra del señor Crane, el esposo de mi prima Marina.
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  • Promesa
    Categoría Romance
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)-


    Pajarillo …
    ¿Sabias?

    -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo-

    Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano.

    He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos.

    Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio.

    Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca?
    No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra.

    Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti.

    -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"-

    Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer.....

    -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos-

    Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego.
    Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio.

    Pajarillo…
    ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia?
    ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria?
    ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo?

    Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina.
    Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor.

    Así que dime, pajarillo mío…
    ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena?
    ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo?

    Porque si tú dices que sí…
    Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo.
    Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)- Pajarillo … ¿Sabias? -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo- Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano. He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos. Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio. Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca? No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra. Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti. -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"- Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer..... -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos- Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego. Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio. Pajarillo… ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia? ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria? ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo? Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina. Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor. Así que dime, pajarillo mío… ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena? ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo? Porque si tú dices que sí… Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo. Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
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  • Agenda
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Drama
    Connor Fife

    Paso página a la revista de moda que trajo durante el desayuno nuestro mayordomo con el resto de la correspondencia, dos cartas que iban dirigidas a mi esposo y desconozco su contenido.
    Todavía no he puesto en marcha el plan que gracias a madre idealice, a partir de este jueves lo llevaré acabo.
    [Mr_Fife] Paso página a la revista de moda que trajo durante el desayuno nuestro mayordomo con el resto de la correspondencia, dos cartas que iban dirigidas a mi esposo y desconozco su contenido. Todavía no he puesto en marcha el plan que gracias a madre idealice, a partir de este jueves lo llevaré acabo.
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  • 𝒯𝒽𝑒 ℬ𝑒𝑔𝒾𝓃𝓃𝒾𝓃𝑔 𝑜𝒻 𝓉𝒽𝑒 ℰ𝓃𝒹: 𝒞𝑜𝓊𝓃𝒸𝒾𝓁
    Fandom N/A
    Categoría Suspenso
    ** El lugar... ¿Realmente importaba?
    Algún lugar de Europa Oriental, allá donde las más grandes leyendas de horror surgieron y cobraron fuerza con el pasar de las décadas.

    Imbuidos bajo la protección de un manto que les separaba del "mundo real", mejor llamado entre los Inmortales: "Reino de Sombras". Creado a partir de un poder considerado divino para los simples mortales e ignorantes de la materia. Un mundo que cuya existencia es ignorada por el resto de la humanidad y la vida moderna. Un mundo establecido sobre la tangente de la realidad, sujeto a sus propias leyes de espacio tiempo, pero conectados únicamente por un simple punto.

    La puerta se abrió en un pesado sonido que se dispersó en el eco que se producía en aquel gran salón. Una mesa redonda y oscura, rodeada de algunos asientos, se hallaba en el centro de dicho salón, iluminado no solo por el gran candelabro que colgaba sobre la mesa, sino también por la luz que atravesaba el ventanal para dispersar la penumbra que contrastaba ligeramente de las afueras, pues tenues ruidos desconocidos, pero perceptibles eran audibles. ¿Quién sabe la clase de horrores uno podría hallarse si se aventurase al exterior? Tan solo Rubí y el mismo Dr. Dee sabían la clase de criaturas rondando las afueras de dicho castillo.

    Dee sería el primero en cruzar la puerta. Se mostraba seguro de sí mismo, con el mismo porte de un rey llegando a sus dominios, dispuesto a lo que sea por cumplir con sus más oscuros deseos. Y, al igual que un rey, el atuendo no era algo que podía faltar ya que nunca dejaba de lucir tan pulcro y ordenado. Vistiendo un elegante traje satinado negro, con algunas delgadas líneas marrón en vertical, donde la corbata y zapatos hicieron juego, y la camisa era lo único blanco que lucía. Por otra parte, llevaba aquel abrigo sobrepuesto en sus hombros. Ni siquiera su dorada cabellera era algo que había dejado libre, pues aunque atado en una cinta detrás de la nuca, no dejaba ni un solo mechón libre.

    Avanzó, su imperturbable mirada se mantuvo en aquella mesa a la que estaba por tomar asiento. Mientras tanto, un grupo le seguía: su escolta personal. Aquel joven pelirrojo, el primero de sus creaciones y quien fungia de mayordomo y asistente personal: Arthur Dee; por otra parte, a su izquierda avanzaba una rubia mujer de buen físico, algo mayor en comparación con el chico anterior: Katherine Dee. Y a sus espaldas, una criatura de abundante pelaje y prminente altura, caminando igual a como lo hacía una persona normal; creación de su amada y sanguinaria aliada Rubí, mismo al que llamó "Havoc".

    Continuó su avance hasta que, finalmente, alcanzó la silla y se dispuso a descansar en la misma silla que parecía ser quien encabezaría dicha reunión.

    — Arthur, en cuanto los demás lleguen, no se demoren en absurdas formalidades... sólo hazlos pasar. —

    Indicó al homúnculo en voz firme y autoritaria, totalmente decidido a comenzar con lo que años atrás se había propuesto. **

    𝓔𝓵𝓲𝔃𝓪𝓫𝓮𝓽𝓱 𝓡𝓾𝓫𝔂 , 𝕬𝖗𝖙𝖍𝖚𝖗 𝕯𝖊𝖊 ⚙️, Sir Marquis Thornvale, Ⲧⲹⳕⳑⲁⲥⲁⲧⲹⳕⲛ , 𝕵𝖆𝖈𝖐 𝕿𝖍𝖊 𝕽𝖎𝖕𝖕𝖊𝖗 , [The.Hellhound],
    ** El lugar... ¿Realmente importaba? Algún lugar de Europa Oriental, allá donde las más grandes leyendas de horror surgieron y cobraron fuerza con el pasar de las décadas. Imbuidos bajo la protección de un manto que les separaba del "mundo real", mejor llamado entre los Inmortales: "Reino de Sombras". Creado a partir de un poder considerado divino para los simples mortales e ignorantes de la materia. Un mundo que cuya existencia es ignorada por el resto de la humanidad y la vida moderna. Un mundo establecido sobre la tangente de la realidad, sujeto a sus propias leyes de espacio tiempo, pero conectados únicamente por un simple punto. La puerta se abrió en un pesado sonido que se dispersó en el eco que se producía en aquel gran salón. Una mesa redonda y oscura, rodeada de algunos asientos, se hallaba en el centro de dicho salón, iluminado no solo por el gran candelabro que colgaba sobre la mesa, sino también por la luz que atravesaba el ventanal para dispersar la penumbra que contrastaba ligeramente de las afueras, pues tenues ruidos desconocidos, pero perceptibles eran audibles. ¿Quién sabe la clase de horrores uno podría hallarse si se aventurase al exterior? Tan solo Rubí y el mismo Dr. Dee sabían la clase de criaturas rondando las afueras de dicho castillo. Dee sería el primero en cruzar la puerta. Se mostraba seguro de sí mismo, con el mismo porte de un rey llegando a sus dominios, dispuesto a lo que sea por cumplir con sus más oscuros deseos. Y, al igual que un rey, el atuendo no era algo que podía faltar ya que nunca dejaba de lucir tan pulcro y ordenado. Vistiendo un elegante traje satinado negro, con algunas delgadas líneas marrón en vertical, donde la corbata y zapatos hicieron juego, y la camisa era lo único blanco que lucía. Por otra parte, llevaba aquel abrigo sobrepuesto en sus hombros. Ni siquiera su dorada cabellera era algo que había dejado libre, pues aunque atado en una cinta detrás de la nuca, no dejaba ni un solo mechón libre. Avanzó, su imperturbable mirada se mantuvo en aquella mesa a la que estaba por tomar asiento. Mientras tanto, un grupo le seguía: su escolta personal. Aquel joven pelirrojo, el primero de sus creaciones y quien fungia de mayordomo y asistente personal: Arthur Dee; por otra parte, a su izquierda avanzaba una rubia mujer de buen físico, algo mayor en comparación con el chico anterior: Katherine Dee. Y a sus espaldas, una criatura de abundante pelaje y prminente altura, caminando igual a como lo hacía una persona normal; creación de su amada y sanguinaria aliada Rubí, mismo al que llamó "Havoc". Continuó su avance hasta que, finalmente, alcanzó la silla y se dispuso a descansar en la misma silla que parecía ser quien encabezaría dicha reunión. — Arthur, en cuanto los demás lleguen, no se demoren en absurdas formalidades... sólo hazlos pasar. — Indicó al homúnculo en voz firme y autoritaria, totalmente decidido a comenzar con lo que años atrás se había propuesto. ** [H0mmunculi], [cosmic_jade_rat_258], [Pumpkin_Man], [W1ld_hunter], [Fr0m_H3ll], [The.Hellhound],
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  • -Ya que a su hijo se le olvidó desmemorizarlo aprovecho en robar un atuendo de uno de las sirvientas hubiera preferido uno de mayordomo Pero es lo que encontró a la mano empezó a buscar en sus memorias un hechizo o algo que le ayudará a salir Pero luego recordó un conjuro que le ayudaba a abrir portales empezando el ritual no le importaba en qué lugar apareciera solo no quería estar aburrido y en mi estado estar en ese palacio sin poder hablar con nadie ecepto mi hijo PS no le venía en gracia quería grabar mi programa ver el infierno o el cielo el portal se abrió y unas pequeñas manos salieron del portal arrastrandome desapareciendo -
    -Ya que a su hijo se le olvidó desmemorizarlo aprovecho en robar un atuendo de uno de las sirvientas hubiera preferido uno de mayordomo Pero es lo que encontró a la mano empezó a buscar en sus memorias un hechizo o algo que le ayudará a salir Pero luego recordó un conjuro que le ayudaba a abrir portales empezando el ritual no le importaba en qué lugar apareciera solo no quería estar aburrido y en mi estado estar en ese palacio sin poder hablar con nadie ecepto mi hijo PS no le venía en gracia quería grabar mi programa ver el infierno o el cielo el portal se abrió y unas pequeñas manos salieron del portal arrastrandome desapareciendo -
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  • 𝑰𝒕'𝒔 𝒇𝒊𝒏𝒂𝒍𝒍𝒚 𝒉𝒂𝒑𝒑𝒆𝒏𝒊𝒏𝒈...
    Fandom Bridgerton
    Categoría Slice of Life
    𝐀𝐍𝐓𝐇𝐎𝐍𝐘 𝐁𝐑𝐈𝐃𝐆𝐄𝐑𝐓𝐎𝐍

    Finalmente iba a ocurrir. Iba a casarse. Las últimas semanas habían sido una mezcla borrosa de preparativos, flores por doquier, menús para ofrecer, y diversas miradas ante la que iba a ser vizcondesa.

    ¡Ella vizcondesa! Lady Whistledown afirmaba en su columna que, a pesar de ser un compromiso que nadie esperaba, estaba convencida de que era una unión deseada por ambos. Tal vez podría haberlo sido si no les hubiesen descubierto aquel día con la abeja.

    Maldito animal. Eso pensaba mientras daba una puntada a la costura que tenía entre manos. No se le daba demasiado bien, pero quería distraerse. Solamente quedaban dos días para la boda. Y tenía que decir, que la perspectiva no le resultaba del todo desagradable.

    No sabía exactamente lo que sentía por lord Bridgerton, pero algo había. En su forma de hablar, de mirarla. Tuvo que sacudir su cabeza mientras recordaba que había sido el perfecto caballero durante esas últimas semanas. Pero la realidad era que no habían tenido demasiado tiempo para estar ambos solos.

    Justo en ese momento pudo escuchar un carraspeo del mayordomo, que la hizo levantar la mirada.

    -𝑳𝒐𝒓𝒅 𝑩𝒓𝒊𝒅𝒈𝒆𝒓𝒕𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒂𝒒𝒖𝜾́. 𝑫𝒆𝒔𝒆𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂.

    Su boca se abrió por la impresión. Ese día su madre se encontraba con Violet Bridgerton, y su hermana había aprovechado para acompañarlas. Con un carraspeo, dejó su costura en la mesilla contigua antes de levantarse, estirando su vestido.

    -Hágale pasar.
    [CROCODILCROCK] Finalmente iba a ocurrir. Iba a casarse. Las últimas semanas habían sido una mezcla borrosa de preparativos, flores por doquier, menús para ofrecer, y diversas miradas ante la que iba a ser vizcondesa. ¡Ella vizcondesa! Lady Whistledown afirmaba en su columna que, a pesar de ser un compromiso que nadie esperaba, estaba convencida de que era una unión deseada por ambos. Tal vez podría haberlo sido si no les hubiesen descubierto aquel día con la abeja. Maldito animal. Eso pensaba mientras daba una puntada a la costura que tenía entre manos. No se le daba demasiado bien, pero quería distraerse. Solamente quedaban dos días para la boda. Y tenía que decir, que la perspectiva no le resultaba del todo desagradable. No sabía exactamente lo que sentía por lord Bridgerton, pero algo había. En su forma de hablar, de mirarla. Tuvo que sacudir su cabeza mientras recordaba que había sido el perfecto caballero durante esas últimas semanas. Pero la realidad era que no habían tenido demasiado tiempo para estar ambos solos. Justo en ese momento pudo escuchar un carraspeo del mayordomo, que la hizo levantar la mirada. -𝑳𝒐𝒓𝒅 𝑩𝒓𝒊𝒅𝒈𝒆𝒓𝒕𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒕𝒂́ 𝒂𝒒𝒖𝜾́. 𝑫𝒆𝒔𝒆𝒂 𝒗𝒆𝒓𝒍𝒂. Su boca se abrió por la impresión. Ese día su madre se encontraba con Violet Bridgerton, y su hermana había aprovechado para acompañarlas. Con un carraspeo, dejó su costura en la mesilla contigua antes de levantarse, estirando su vestido. -Hágale pasar.
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  • Anyel Martnes

    Escena: una noche cualquiera, en un baño pequeño con demasiadas botellas vacías en el lavamanos.

    —No te muevas, Rojita —dijo Anyel con voz arrastrada por el vino barato, mientras sostenía con una mano la ducha y con la otra la botella que no soltaba ni para respirar.

    —Te juro que si me tiras agua fría otra vez, te ahogo con esa misma botella —gruñó Luna, con los ojos cerrados y una media sonrisa que no podía ocultar.

    —Jamás te haría eso… intencionalmente —respondió él, riéndose por lo bajo y dejando caer el chorro tibio sobre su cabeza—. ¿Ves? Soy un caballero.

    —Eres un borracho con complejo de mayordomo —replicó ella, apoyando la mejilla contra su mano, dejando que el agua le corriera por el rostro como si fuera un bálsamo.

    Anyel la miró en silencio unos segundos, mientras bebía un trago más.

    —Rojita, ¿te puedo decir algo sin que me pegues?

    —Depende de cuánta estupidez venga después de eso.

    —Que me alegra que estés aquí, aunque estés loca, insoportable y a veces me dan ganas de encerrarte en una caja. Pero me alegra.

    Luna abrió un ojo y lo miró de reojo.

    —¿Sabes que no necesitas emborracharte para decirme esas cosas, cierto?

    —Lo sé —dijo Anyel, bajando la voz—. Pero a veces me es más fácil cuando el mundo se tambalea un poco.

    Ella suspiró. Estaba cansada, dolida, pero en paz. Porque tenía a Anyel. A su Rojita y su caos compartido. A veces la familia se elige, y a veces, también te moja el cabello mientras bebe directamente de la botella.

    [Anyel01] Escena: una noche cualquiera, en un baño pequeño con demasiadas botellas vacías en el lavamanos. —No te muevas, Rojita —dijo Anyel con voz arrastrada por el vino barato, mientras sostenía con una mano la ducha y con la otra la botella que no soltaba ni para respirar. —Te juro que si me tiras agua fría otra vez, te ahogo con esa misma botella —gruñó Luna, con los ojos cerrados y una media sonrisa que no podía ocultar. —Jamás te haría eso… intencionalmente —respondió él, riéndose por lo bajo y dejando caer el chorro tibio sobre su cabeza—. ¿Ves? Soy un caballero. —Eres un borracho con complejo de mayordomo —replicó ella, apoyando la mejilla contra su mano, dejando que el agua le corriera por el rostro como si fuera un bálsamo. Anyel la miró en silencio unos segundos, mientras bebía un trago más. —Rojita, ¿te puedo decir algo sin que me pegues? —Depende de cuánta estupidez venga después de eso. —Que me alegra que estés aquí, aunque estés loca, insoportable y a veces me dan ganas de encerrarte en una caja. Pero me alegra. Luna abrió un ojo y lo miró de reojo. —¿Sabes que no necesitas emborracharte para decirme esas cosas, cierto? —Lo sé —dijo Anyel, bajando la voz—. Pero a veces me es más fácil cuando el mundo se tambalea un poco. Ella suspiró. Estaba cansada, dolida, pero en paz. Porque tenía a Anyel. A su Rojita y su caos compartido. A veces la familia se elige, y a veces, también te moja el cabello mientras bebe directamente de la botella.
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  • —Tengo tanto qué hacer...

    La cocina de la mansión era un hervidero de actividad, literalmente; todos los fogones estaban encendidos, ocupados con grandes ollas cocinando diversidad de alimentos. Los hornos asaban alguna carne o tubérculo, otros horneaban el postre, y los bizcochos para armar el pastel de cumpleaños.
    Por otra parte, el mayordomo de la casa picaba verduras sin parar, colocándolas en un recipiente más grande que su cabeza sin interrumpir el proceso ni por la torpeza del trío de idiotas.

    — . . .

    Y aún faltaba más comida por preparar.

    No era para menos, sabiendo que tenían como invitado a una persona que comía lo equivalente a diez personas.

    —Tengo tanto qué hacer... La cocina de la mansión era un hervidero de actividad, literalmente; todos los fogones estaban encendidos, ocupados con grandes ollas cocinando diversidad de alimentos. Los hornos asaban alguna carne o tubérculo, otros horneaban el postre, y los bizcochos para armar el pastel de cumpleaños. Por otra parte, el mayordomo de la casa picaba verduras sin parar, colocándolas en un recipiente más grande que su cabeza sin interrumpir el proceso ni por la torpeza del trío de idiotas. — . . . Y aún faltaba más comida por preparar. No era para menos, sabiendo que tenían como invitado a una persona que comía lo equivalente a diez personas.
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