• *Abriendo mi armario para buscar ropa elegante lo cual solo había ropa casual ya que no era muy de ir de gala, cruzándome de brazos cerrando los ojos y pensativo en cual podría ser la ropa ideal para situaciones como esta, al ponerme frente al espejo de cuerpo entero mi ropa comenzó a cambiar mostrando diferentes estilos, pero ninguno me convencía demasiado hasta que encontré el adecuado, dando una vuelta sobre mí mismo mirándome y me puse bien el cuello de la camisa esbozando una leve sonrisa.

    Tras aquello salí de casa acercándome a la limusina blanca con rebordes dorados que me esperaba frente a la puerta de casa, un ángel con traje de mayordomo me abrió la puerta de pasajero para entrar dentro de la limusina y luego este mismo ángel cerrar la puerta para desaparecer y aparecer en el asiento del conductor, una vez arrancamos un portal se abrió frente a la limusina metros más adelante para atravesarlo y para quedar más espectacular al vehículo le salieron alas angelicales volando hasta la torre de los V’s haciendo que todos los pecadores/demonios del infierno pudieran ver aquella majestuosa limusina.

    Aterrizando frente a las puertas de la torre de los V’s una vez se abrió la puerta de pasajeros una alfombra roja se extendió por el suelo hasta llegar a la puerta, saliendo del vehículo camine tranquilamente hasta las puertas y toque en el timbre mirando de reojo una de las cámaras de seguridad saludando con la mano cordialmente, esperando que Valentino saliera mientras me ponía bien las muñequeras del traje*
    *Abriendo mi armario para buscar ropa elegante lo cual solo había ropa casual ya que no era muy de ir de gala, cruzándome de brazos cerrando los ojos y pensativo en cual podría ser la ropa ideal para situaciones como esta, al ponerme frente al espejo de cuerpo entero mi ropa comenzó a cambiar mostrando diferentes estilos, pero ninguno me convencía demasiado hasta que encontré el adecuado, dando una vuelta sobre mí mismo mirándome y me puse bien el cuello de la camisa esbozando una leve sonrisa. Tras aquello salí de casa acercándome a la limusina blanca con rebordes dorados que me esperaba frente a la puerta de casa, un ángel con traje de mayordomo me abrió la puerta de pasajero para entrar dentro de la limusina y luego este mismo ángel cerrar la puerta para desaparecer y aparecer en el asiento del conductor, una vez arrancamos un portal se abrió frente a la limusina metros más adelante para atravesarlo y para quedar más espectacular al vehículo le salieron alas angelicales volando hasta la torre de los V’s haciendo que todos los pecadores/demonios del infierno pudieran ver aquella majestuosa limusina. Aterrizando frente a las puertas de la torre de los V’s una vez se abrió la puerta de pasajeros una alfombra roja se extendió por el suelo hasta llegar a la puerta, saliendo del vehículo camine tranquilamente hasta las puertas y toque en el timbre mirando de reojo una de las cámaras de seguridad saludando con la mano cordialmente, esperando que [Mothp1mp] saliera mientras me ponía bien las muñequeras del traje*
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  • *Era una noche de Halloween muy tenebrosa y fría, La doncella Céleste se aproximaba a pasos apresurados a finalizar los últimos detalles de su disfraz, que era hecho a mano, pero también había utilizado su magia para hacerlo ver un poco más realista y único, mientras se miraba en el espejo con una sonrisa*.

    —¿Será que me veo bien e impactaré a todos (as) en la fiesta de Disfraces que preparó mi amiga Miya Katsuragi?.

    *El reloj de la Sala principal de la Mansión Kurorosse Ángeles, comenzaba a sonar dando la hora de las 12:00 pm*

    —¡Cielos, ya se está haciendo tarde para ir a la fiesta de mi mejor amiga Miya!.

    *Se dirigió rápidamente saliendo de su habitación, bajando la escalinata que conducía hacia las afueras de su hogar, saliendo de ahí, le dice al mayordomo de la familia de confianza, llamado Richard que la escolte hacia la limusina familiar, que la llevará hacia el sitio de la fiesta*.

    Cuando llegó, le dijo a Richard:
    —¡Muchas gracias!. Es aquí.

    Mayordomo Richard: —¡Señorita!, aquí estaremos, hasta cuando la reunión o festejo termine. ¡Cuidaos mucho por favor!.

    —¡Eréis muy amable, Richard!.


    *Al llegar, notó que la fiesta ya había empezado y que muchos de sus familiares, amistades y hermandades la esperaban*.





    *Era una noche de Halloween muy tenebrosa y fría, La doncella Céleste se aproximaba a pasos apresurados a finalizar los últimos detalles de su disfraz, que era hecho a mano, pero también había utilizado su magia para hacerlo ver un poco más realista y único, mientras se miraba en el espejo con una sonrisa*. —¿Será que me veo bien e impactaré a todos (as) en la fiesta de Disfraces que preparó mi amiga Miya Katsuragi?. *El reloj de la Sala principal de la Mansión Kurorosse Ángeles, comenzaba a sonar dando la hora de las 12:00 pm* —¡Cielos, ya se está haciendo tarde para ir a la fiesta de mi mejor amiga Miya!. *Se dirigió rápidamente saliendo de su habitación, bajando la escalinata que conducía hacia las afueras de su hogar, saliendo de ahí, le dice al mayordomo de la familia de confianza, llamado Richard que la escolte hacia la limusina familiar, que la llevará hacia el sitio de la fiesta*. Cuando llegó, le dijo a Richard: —¡Muchas gracias!. Es aquí. Mayordomo Richard: —¡Señorita!, aquí estaremos, hasta cuando la reunión o festejo termine. ¡Cuidaos mucho por favor!. —¡Eréis muy amable, Richard!. *Al llegar, notó que la fiesta ya había empezado y que muchos de sus familiares, amistades y hermandades la esperaban*.
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  • Golpeó la puerta suavemente e ingresó a la habitación oscura con parsimonia, trayendo un carrito que dejó al lado de la cama.

    Fue hacia las ventanas y abrió las cortinas de par en par con movimiento estilizado. Los rayos del sol ingresaron con fuerza, iluminando la oscuridad por completo y no dejando rincón sin su luz.

    Luego, vio hacia su «bella durmiente», esbozando una sonrisa cortés.

    —Joven dama —la llamó, acercándose y tocándole el antebrazo. —Despierte.

    Aproximándose al carrito de antes, Sebastian comenzó a preparar el té como era debido, colocando las hojas de té en la tetera, vertiendo agua hirviendo, y tapándola para que se infusionara tranquilamente.
    Jamás usaría un "atajo" como esos saquitos de té del supermercado. Eran aberrantes, produciendo té insulso y con poca personalidad.

    No podía traerle tal cosa a su joven dama, no como su mayordomo, y no en este día tan especial.

    —Joven dama —volvió a llamar con voz sedosa—, ¿ayer se acostó tarde?

    Suspiró.

    Esperaba que se despertara pronto, sino, su desayuno se enfriaría, y con la dedicación que le había puesto...

    Charlotte Steiner
    Golpeó la puerta suavemente e ingresó a la habitación oscura con parsimonia, trayendo un carrito que dejó al lado de la cama. Fue hacia las ventanas y abrió las cortinas de par en par con movimiento estilizado. Los rayos del sol ingresaron con fuerza, iluminando la oscuridad por completo y no dejando rincón sin su luz. Luego, vio hacia su «bella durmiente», esbozando una sonrisa cortés. —Joven dama —la llamó, acercándose y tocándole el antebrazo. —Despierte. Aproximándose al carrito de antes, Sebastian comenzó a preparar el té como era debido, colocando las hojas de té en la tetera, vertiendo agua hirviendo, y tapándola para que se infusionara tranquilamente. Jamás usaría un "atajo" como esos saquitos de té del supermercado. Eran aberrantes, produciendo té insulso y con poca personalidad. No podía traerle tal cosa a su joven dama, no como su mayordomo, y no en este día tan especial. —Joven dama —volvió a llamar con voz sedosa—, ¿ayer se acostó tarde? Suspiró. Esperaba que se despertara pronto, sino, su desayuno se enfriaría, y con la dedicación que le había puesto... [Charlo_tan]
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  • Salem: bien recuerda que no puedes descubrirte los ojos estos días

    - la mujer asintió mientras se colocaba una túnica encima que le cubría hasta los ojos-

    Lo sé Salem..

    Salem: también te dejamos el vendaje para los ojos que comúnmente debes usar o los lentes de sol..

    Jack: la cantidad de almas que salen en esta fecha son tantas que tus ojos se vuelves hipersensibles. Además del hecho que es la única fecha que tú energía aumenta y eres capaz de..

    Matar a un inmortal si así lo quisiera... No me lo recuerdes Jack
    Pero ya hay suficiente que salieron a buscar venganza..
    Haré vista gorda solo por hoy ..

    - El gato y el mayordomo habían preparado la casi así como abierto el portal de almas , solo quedaba entregar las ropas adecuadas a la persona principal..la parca-
    Salem: bien recuerda que no puedes descubrirte los ojos estos días - la mujer asintió mientras se colocaba una túnica encima que le cubría hasta los ojos- Lo sé Salem.. Salem: también te dejamos el vendaje para los ojos que comúnmente debes usar o los lentes de sol.. Jack: la cantidad de almas que salen en esta fecha son tantas que tus ojos se vuelves hipersensibles. Además del hecho que es la única fecha que tú energía aumenta y eres capaz de.. Matar a un inmortal si así lo quisiera... No me lo recuerdes Jack Pero ya hay suficiente que salieron a buscar venganza.. Haré vista gorda solo por hoy .. - El gato y el mayordomo habían preparado la casi así como abierto el portal de almas , solo quedaba entregar las ropas adecuadas a la persona principal..la parca-
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  • Desilusión
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Original
    Tomo asiento llevando el periódico que el mayordomo acaba de traerme, no soy un gran lector pero en esta ocasión me interesa leer la parte donde hablan de la nueva exposición de arte que muy pronto inaugurarán en el museo más importante del país.

    Sophie Bridgerton
    Tomo asiento llevando el periódico que el mayordomo acaba de traerme, no soy un gran lector pero en esta ocasión me interesa leer la parte donde hablan de la nueva exposición de arte que muy pronto inaugurarán en el museo más importante del país. [Cinderella]
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  • Días oscuros
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Suspenso
    Colin Bridgerton

    Después de disfrutar de dos porciones de la exquisita tarta de manzana y crema caramelizada recién hecha por nuestra cocinera y sus ayudantes.
    A la vez acompañado con una taza de té con un chorrito de leche fría.

    No me di cuenta de que me había quedado dormida hasta que nuestro mayordomo, Dunwoody con toda la delicadeza que tanto le caracteriza me despierta.
    Aún sigo aturdida cuándo me hace entrega de una carta, enseguida me reincorporo para sentarme mejor sobre el sofá y leer el remitente.
    Inmediatamente rasgo el sobre para ver con claridad la letra del señor Crane, el esposo de mi prima Marina.
    [Colin_SB] Después de disfrutar de dos porciones de la exquisita tarta de manzana y crema caramelizada recién hecha por nuestra cocinera y sus ayudantes. A la vez acompañado con una taza de té con un chorrito de leche fría. No me di cuenta de que me había quedado dormida hasta que nuestro mayordomo, Dunwoody con toda la delicadeza que tanto le caracteriza me despierta. Aún sigo aturdida cuándo me hace entrega de una carta, enseguida me reincorporo para sentarme mejor sobre el sofá y leer el remitente. Inmediatamente rasgo el sobre para ver con claridad la letra del señor Crane, el esposo de mi prima Marina.
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    Terminado
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  • Promesa
    Categoría Romance
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)-


    Pajarillo …
    ¿Sabias?

    -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo-

    Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano.

    He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos.

    Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio.

    Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca?
    No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra.

    Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti.

    -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"-

    Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer.....

    -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos-

    Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego.
    Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio.

    Pajarillo…
    ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia?
    ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria?
    ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo?

    Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina.
    Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor.

    Así que dime, pajarillo mío…
    ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena?
    ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo?

    Porque si tú dices que sí…
    Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo.
    Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
    -En aquel lugar de su palacio y reino de la lujuria, cuna de cuervos ya algunos extintos en el infierno, cielo y tierra, iluminado por candelabros de fuego azul y púrpura alumbrando Las paredes cubiertas de tapices que susurran un pasado desconocido para cualquier ser ajeno a los pecados. Sebastián, impecablemente vestido con su típico uniforme negro curiosamente similar a la de un mayordomo de alguna clase alta, se acerco al balcón donde su amado —a quien llama y reconoce como “pajarillo”— contempla la gema carmesí que cuelga sobre el castillo del pecado lujurioso (la gema no es algo al azar en aquel castillo, aquel objeto tiene más historia de lo que aparenta ser)- Pajarillo … ¿Sabias? -sujeto la cintura de su pareja rompiendo cualquier distancia que los pudiera separar, juntando sus cuerpos en uno solo- Hay pecados que se deslizan como seda entre los dedos, pecados a los que debes de tener, quizas estás ante uno de los más aterradores aún así ... Este castillo, este templo de lujuria, no es sino un espejo de lo que arde en mi pecho desde que tus ojos se posaron en mí como la brisa sobre océano. He servido a demonios, he pactado con almas rotas, he visto la eternidad desangrarse de mil formas… pero jamás, jamás había sentido que el tiempo se detuviera hasta que tú, con tu retrinar nocturno, me dijiste vendesiste al dedicar más que palabras de odio cuando me presenté a usurpar tu cuerpo y me diste la oportunidad de confiar ni destrozado corazón en la palma de tus manos. Tú, que caminas entre sombras con la gracia de un pecado que no quiere ser perdonado. Tú, que me llamas por mi nombre como si lo hubieras inventado tú mismo. Tú, que me haces desear no la sangre… sino el calor de una caricia sin lujuria de por medio. Pajarillo… ¿puedes oír cómo mi alma, si es que aún queda algo de ella, tiembla cuando estás cerca? No soy humano, quizás ni siquiera este vivo y sin embargo, contigo me siento más vivo que cualquier ser en la tierra. Este palacio, que ha sido testigo de mil pasiones condenadas, hoy será testigo de algo más puro que cualquier redención: mi rendición ante ti. -libero su cuerpo para ponerse de rodillas bajando la cabeza llevándose una mano al pecho mostrando respeto como lo haría si estuviera "haciendo un pacto a cambio de una condenada alma a la que deberá llamar amo hasta que se la puerta comer"- Así que escucha, y escucha bien, porque lo que voy a decir no lo repetiré ni ante el mismo Lucifer..... -deslizo una mano por el bolsillo interno de su abrigo sacando una pequeña caja de madera negra cuyo interior contenía un antiguo "instrumento" familiar. Una gema sin color atada a un trozo de cuerda algo malgastado por los siglos- Quiero que seas mío. No como un contrato, no como un amo, no como un juego. Quiero que seas mío como el cielo pertenece a las estrellas, como la música pertenece al silencio. Pajarillo… ¿Aceptarías este anillo, forjado al nacer de mi existencia? ¿Aceptarías mi mano, aunque esté manchada de siglos de servidumbre y lujuria? ¿Aceptarías mi eternidad, aunque esté envuelta en la promesa de que jamás te dejaré volar solo? Sé que es cursi. Sé que suena como un poema escrito por un ángel enamorado de su ruina. Pero si el amor no es cursi, entonces no es amor, solo contigo no deseo vivir en la lujuria sino del amor. Así que dime, pajarillo mío… ¿Volarías conmigo, incluso si nuestras alas fueran hechas de deseo y condena? ¿Serías mi esposo, mi compañero, mi única razón para desafiar el infierno y burlarme del cielo? Porque si tú dices que sí… Entonces este palacio, este pecado, este demonio… todo será tuyo. Y yo, Sebastián Michaelis, me arrodillaré ante ti no como sirviente… sino como amante eterno.
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  • Agenda
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Drama
    Connor Fife

    Paso página a la revista de moda que trajo durante el desayuno nuestro mayordomo con el resto de la correspondencia, dos cartas que iban dirigidas a mi esposo y desconozco su contenido.
    Todavía no he puesto en marcha el plan que gracias a madre idealice, a partir de este jueves lo llevaré acabo.
    [Mr_Fife] Paso página a la revista de moda que trajo durante el desayuno nuestro mayordomo con el resto de la correspondencia, dos cartas que iban dirigidas a mi esposo y desconozco su contenido. Todavía no he puesto en marcha el plan que gracias a madre idealice, a partir de este jueves lo llevaré acabo.
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  • 𝒯𝒽𝑒 ℬ𝑒𝑔𝒾𝓃𝓃𝒾𝓃𝑔 𝑜𝒻 𝓉𝒽𝑒 ℰ𝓃𝒹: 𝒞𝑜𝓊𝓃𝒸𝒾𝓁
    Fandom N/A
    Categoría Suspenso
    ** El lugar... ¿Realmente importaba?
    Algún lugar de Europa Oriental, allá donde las más grandes leyendas de horror surgieron y cobraron fuerza con el pasar de las décadas.

    Imbuidos bajo la protección de un manto que les separaba del "mundo real", mejor llamado entre los Inmortales: "Reino de Sombras". Creado a partir de un poder considerado divino para los simples mortales e ignorantes de la materia. Un mundo que cuya existencia es ignorada por el resto de la humanidad y la vida moderna. Un mundo establecido sobre la tangente de la realidad, sujeto a sus propias leyes de espacio tiempo, pero conectados únicamente por un simple punto.

    La puerta se abrió en un pesado sonido que se dispersó en el eco que se producía en aquel gran salón. Una mesa redonda y oscura, rodeada de algunos asientos, se hallaba en el centro de dicho salón, iluminado no solo por el gran candelabro que colgaba sobre la mesa, sino también por la luz que atravesaba el ventanal para dispersar la penumbra que contrastaba ligeramente de las afueras, pues tenues ruidos desconocidos, pero perceptibles eran audibles. ¿Quién sabe la clase de horrores uno podría hallarse si se aventurase al exterior? Tan solo Rubí y el mismo Dr. Dee sabían la clase de criaturas rondando las afueras de dicho castillo.

    Dee sería el primero en cruzar la puerta. Se mostraba seguro de sí mismo, con el mismo porte de un rey llegando a sus dominios, dispuesto a lo que sea por cumplir con sus más oscuros deseos. Y, al igual que un rey, el atuendo no era algo que podía faltar ya que nunca dejaba de lucir tan pulcro y ordenado. Vistiendo un elegante traje satinado negro, con algunas delgadas líneas marrón en vertical, donde la corbata y zapatos hicieron juego, y la camisa era lo único blanco que lucía. Por otra parte, llevaba aquel abrigo sobrepuesto en sus hombros. Ni siquiera su dorada cabellera era algo que había dejado libre, pues aunque atado en una cinta detrás de la nuca, no dejaba ni un solo mechón libre.

    Avanzó, su imperturbable mirada se mantuvo en aquella mesa a la que estaba por tomar asiento. Mientras tanto, un grupo le seguía: su escolta personal. Aquel joven pelirrojo, el primero de sus creaciones y quien fungia de mayordomo y asistente personal: Arthur Dee; por otra parte, a su izquierda avanzaba una rubia mujer de buen físico, algo mayor en comparación con el chico anterior: Katherine Dee. Y a sus espaldas, una criatura de abundante pelaje y prminente altura, caminando igual a como lo hacía una persona normal; creación de su amada y sanguinaria aliada Rubí, mismo al que llamó "Havoc".

    Continuó su avance hasta que, finalmente, alcanzó la silla y se dispuso a descansar en la misma silla que parecía ser quien encabezaría dicha reunión.

    — Arthur, en cuanto los demás lleguen, no se demoren en absurdas formalidades... sólo hazlos pasar. —

    Indicó al homúnculo en voz firme y autoritaria, totalmente decidido a comenzar con lo que años atrás se había propuesto. **

    𝓔𝓵𝓲𝔃𝓪𝓫𝓮𝓽𝓱 𝓡𝓾𝓫𝔂 , 𝕬𝖗𝖙𝖍𝖚𝖗 𝕯𝖊𝖊 ⚙️, Sir Marquis Thornvale, Ⲧⲹⳕⳑⲁⲥⲁⲧⲹⳕⲛ , 𝕵𝖆𝖈𝖐 𝕿𝖍𝖊 𝕽𝖎𝖕𝖕𝖊𝖗 , [The.Hellhound],
    ** El lugar... ¿Realmente importaba? Algún lugar de Europa Oriental, allá donde las más grandes leyendas de horror surgieron y cobraron fuerza con el pasar de las décadas. Imbuidos bajo la protección de un manto que les separaba del "mundo real", mejor llamado entre los Inmortales: "Reino de Sombras". Creado a partir de un poder considerado divino para los simples mortales e ignorantes de la materia. Un mundo que cuya existencia es ignorada por el resto de la humanidad y la vida moderna. Un mundo establecido sobre la tangente de la realidad, sujeto a sus propias leyes de espacio tiempo, pero conectados únicamente por un simple punto. La puerta se abrió en un pesado sonido que se dispersó en el eco que se producía en aquel gran salón. Una mesa redonda y oscura, rodeada de algunos asientos, se hallaba en el centro de dicho salón, iluminado no solo por el gran candelabro que colgaba sobre la mesa, sino también por la luz que atravesaba el ventanal para dispersar la penumbra que contrastaba ligeramente de las afueras, pues tenues ruidos desconocidos, pero perceptibles eran audibles. ¿Quién sabe la clase de horrores uno podría hallarse si se aventurase al exterior? Tan solo Rubí y el mismo Dr. Dee sabían la clase de criaturas rondando las afueras de dicho castillo. Dee sería el primero en cruzar la puerta. Se mostraba seguro de sí mismo, con el mismo porte de un rey llegando a sus dominios, dispuesto a lo que sea por cumplir con sus más oscuros deseos. Y, al igual que un rey, el atuendo no era algo que podía faltar ya que nunca dejaba de lucir tan pulcro y ordenado. Vistiendo un elegante traje satinado negro, con algunas delgadas líneas marrón en vertical, donde la corbata y zapatos hicieron juego, y la camisa era lo único blanco que lucía. Por otra parte, llevaba aquel abrigo sobrepuesto en sus hombros. Ni siquiera su dorada cabellera era algo que había dejado libre, pues aunque atado en una cinta detrás de la nuca, no dejaba ni un solo mechón libre. Avanzó, su imperturbable mirada se mantuvo en aquella mesa a la que estaba por tomar asiento. Mientras tanto, un grupo le seguía: su escolta personal. Aquel joven pelirrojo, el primero de sus creaciones y quien fungia de mayordomo y asistente personal: Arthur Dee; por otra parte, a su izquierda avanzaba una rubia mujer de buen físico, algo mayor en comparación con el chico anterior: Katherine Dee. Y a sus espaldas, una criatura de abundante pelaje y prminente altura, caminando igual a como lo hacía una persona normal; creación de su amada y sanguinaria aliada Rubí, mismo al que llamó "Havoc". Continuó su avance hasta que, finalmente, alcanzó la silla y se dispuso a descansar en la misma silla que parecía ser quien encabezaría dicha reunión. — Arthur, en cuanto los demás lleguen, no se demoren en absurdas formalidades... sólo hazlos pasar. — Indicó al homúnculo en voz firme y autoritaria, totalmente decidido a comenzar con lo que años atrás se había propuesto. ** [H0mmunculi], [cosmic_jade_rat_258], [Pumpkin_Man], [W1ld_hunter], [Fr0m_H3ll], [The.Hellhound],
    Tipo
    Grupal
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  • -Ya que a su hijo se le olvidó desmemorizarlo aprovecho en robar un atuendo de uno de las sirvientas hubiera preferido uno de mayordomo Pero es lo que encontró a la mano empezó a buscar en sus memorias un hechizo o algo que le ayudará a salir Pero luego recordó un conjuro que le ayudaba a abrir portales empezando el ritual no le importaba en qué lugar apareciera solo no quería estar aburrido y en mi estado estar en ese palacio sin poder hablar con nadie ecepto mi hijo PS no le venía en gracia quería grabar mi programa ver el infierno o el cielo el portal se abrió y unas pequeñas manos salieron del portal arrastrandome desapareciendo -
    -Ya que a su hijo se le olvidó desmemorizarlo aprovecho en robar un atuendo de uno de las sirvientas hubiera preferido uno de mayordomo Pero es lo que encontró a la mano empezó a buscar en sus memorias un hechizo o algo que le ayudará a salir Pero luego recordó un conjuro que le ayudaba a abrir portales empezando el ritual no le importaba en qué lugar apareciera solo no quería estar aburrido y en mi estado estar en ese palacio sin poder hablar con nadie ecepto mi hijo PS no le venía en gracia quería grabar mi programa ver el infierno o el cielo el portal se abrió y unas pequeñas manos salieron del portal arrastrandome desapareciendo -
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