• Sólo toma un segundo.

    El hogar que por generaciones perdura.
    La confianza que durante años se construye.
    La felicidad que mediante sacrificios se obtiene.

    Sólo toma un segundo, un instante, un parpadeo.

    Un error. Un error, y todo se ha ido.

    ...

    ¿Por qué no corrió? ¿Por qué había extraído el arma, por qué se congeló cuando el carmesí pintó la nieve?

    ¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que terminar con el calor del rojo sobre lo helado del blanco?

    —¿Por qué?

    Preguntó, pero no hubo respuesta. El frío inmisericorde parecía esperar la oportunidad para colarse en su garganta, quemarla, recordarle algo importante.

    Sólo toma un segundo.

    ...

    —No sé... No sé cómo alguien pudo enterarse...

    De vuelta en su habitación de hotel con ℂ𝐡𝐥𝐨𝑒 ⁖⁖ y el pequeño zorro, el ocre del ocaso pintando todo. Todo, incluído el afiche sobre la mesa.

    "Se busca, viva o muerta".

    Más terminología criminal que le resulta abrumadora. Y, las letras más gruesas, más acusatorias:

    "Asesina".

    —Ellos creen que yo... ¿Por qué? Pero yo nunca... creí que...

    Sólo toma un segundo. Su garganta colapsa, el mundo implosiona en un punto dentro de su pecho. Las lágrimas no salen, como si el caos las confundiera, la sequedad de sus mejillas heladas siendo más acordes al momento.

    Y el recuento llega, expuesto para Chloe.

    Esa noche de invierno hace tres años. La terrible ventisca siberiana, el carruaje en la penumbra, el sinuoso camino rural que al pobre caballo le sirvió de tumba... los gritos de auxilio que llamaron la atención de Irura. ¿Viajeros, a esa hora, en esa temporada? Un buen motivo debían tener. O ninguno. La y el lugar para quien no tenía rumbo y uno desesperadamente buscaba.

    Un rumbo, o un final.

    "¿Por qué?"

    Eso preguntó ella al llegar a la escena. Una garganta colapsa, las gárgaras de sangre reemplazas sus palabras. ¿Quién lo hizo? ¿Acaso importa?

    Sólo toma un segundo. Sólo es un error.

    Retiró el arma del cuello del hombre, a sabiendas de que ya nada había para él en este plano. De que el cruel y frío acero sólo prolongaba su suplicio. Sólo toma un segundo, un acto de fatídica, quizás torpe compasión.

    Un error.

    —Yo no lo hice, cuando... cuando yo llegué, él ya estaba... él ya había...

    Hiperventilaba, sus palabras arrastrando a través de la nieve que de rojo se pintó aquella noche.

    "Asesina". Sólo toma un segundo convertirse en una.
    Sólo toma un segundo. El hogar que por generaciones perdura. La confianza que durante años se construye. La felicidad que mediante sacrificios se obtiene. Sólo toma un segundo, un instante, un parpadeo. Un error. Un error, y todo se ha ido. ... ¿Por qué no corrió? ¿Por qué había extraído el arma, por qué se congeló cuando el carmesí pintó la nieve? ¿Por qué? ¿Por qué todo tenía que terminar con el calor del rojo sobre lo helado del blanco? —¿Por qué? Preguntó, pero no hubo respuesta. El frío inmisericorde parecía esperar la oportunidad para colarse en su garganta, quemarla, recordarle algo importante. Sólo toma un segundo. ... —No sé... No sé cómo alguien pudo enterarse... De vuelta en su habitación de hotel con [Pandemonium.ft] y el pequeño zorro, el ocre del ocaso pintando todo. Todo, incluído el afiche sobre la mesa. "Se busca, viva o muerta". Más terminología criminal que le resulta abrumadora. Y, las letras más gruesas, más acusatorias: "Asesina". —Ellos creen que yo... ¿Por qué? Pero yo nunca... creí que... Sólo toma un segundo. Su garganta colapsa, el mundo implosiona en un punto dentro de su pecho. Las lágrimas no salen, como si el caos las confundiera, la sequedad de sus mejillas heladas siendo más acordes al momento. Y el recuento llega, expuesto para Chloe. Esa noche de invierno hace tres años. La terrible ventisca siberiana, el carruaje en la penumbra, el sinuoso camino rural que al pobre caballo le sirvió de tumba... los gritos de auxilio que llamaron la atención de Irura. ¿Viajeros, a esa hora, en esa temporada? Un buen motivo debían tener. O ninguno. La y el lugar para quien no tenía rumbo y uno desesperadamente buscaba. Un rumbo, o un final. "¿Por qué?" Eso preguntó ella al llegar a la escena. Una garganta colapsa, las gárgaras de sangre reemplazas sus palabras. ¿Quién lo hizo? ¿Acaso importa? Sólo toma un segundo. Sólo es un error. Retiró el arma del cuello del hombre, a sabiendas de que ya nada había para él en este plano. De que el cruel y frío acero sólo prolongaba su suplicio. Sólo toma un segundo, un acto de fatídica, quizás torpe compasión. Un error. —Yo no lo hice, cuando... cuando yo llegué, él ya estaba... él ya había... Hiperventilaba, sus palabras arrastrando a través de la nieve que de rojo se pintó aquella noche. "Asesina". Sólo toma un segundo convertirse en una.
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  • 僕は佇み君を思う。
    Eunwoo Kim

    Escuchó la afirmación sobre su acento con un fuerte revuelo en el pecho, como si en su interior, en lugar de un estanque en paz, hubiera una fuerte tormenta haciendo estragos en sus emociones. Yuiichi escondió el rostro entre sus manos un momento antes de tomar, esta vez, el vaso de agua —Gracias —susurró apenas, con una voz que podría confundirse con el murmullo del viento tras la ventana, mientras sus mejillas lucían un rojo brillante. No se esforzó por apartar el cabello que caía sobre su cara; no hacía más que existir como podía tras la declaración de Eunwoo. ¿Y cómo no estarlo? Estaba tan inmerso en sus sentimientos y en el latido frenético de su corazón que apenas lograba reaccionar. Muy pocas veces solía tener ese tipo de cumplidos, algunas veces, personas con las que había salido antes tenían como una especie de burla hacía cosas tan simples como su acento japonés, la dificultad para mencionar la “L” era una de las cosas que más le daba vergüenza después de su yaeba —No suelen decir cosas lindas de eso, o de mis dientes— comentó sin pensarlo mucho, arrepintiéndose un poco de su hablar sin pensar.

    Tras perderse en el silencio acompasado por el sonido de sus propios latidos, giró hacia Eunwoo al escuchar su pregunta. Con los ojos brillantes por el calor de su piel, alternó la vista entre el labio que el coreano mordía y sus ojos. ¿Acaso no era consciente de lo que provocaba? —Bueno, me gusta mucho la comida japonesa —dijo suave, volviendo la mirada al vaso que descansaba en sus manos para evitar los labios que soñaba con besar más pronto que tarde— No soy muy fan de la comida picante, pero por lo demás, como de todo —aclaró finalmente tras carraspear un poco, buscando sentirse menos apenado, aun jugando con el vaso en sus manos heladas.

    Luego de aspirar más hondo de lo habitual, inhalando el aroma ajeno, soltó el aire junto con su nombre: —Eunwoo... Tus gatos son de verdad muy adorables, me gustan mucho sus nombres —dijo, cambiando el tema mientras miraba hacia cualquier lado para evitar la cara de Eunwoo. Se humedeció los labios con la lengua; tenía sed de nuevo—. Suki... Está escrito con el kanji de "querer" y "cuidado". Onna y Ko, mujer y niño, respectivamente—pareció reflexionar un momento para luego repetir lo dicho, haciendo hincapié en ello— Es el significado de querer, de apreciar mucho algo.

    Comenzó a explicar los kanjis como podía, dibujando con la humedad del vaso sobre el dorso de la mano de Eunwoo: —Suki significa... como querer o gustar. —Siempre le había agradado dar ese tipo de explicaciones sobre lo que le apasionaba; por algo había terminado dando clases a pesar de la paga poco justa —Así que, por los cuidados que están tus gatos, y por el amor que se nota que les tienes, puedo decir que es un buen nombre— Terminó de agregar, esperando no haber dicho nada incorrecto y cuidando pronunciar todas las letras de la mejor forma, evitando resaltar su habla nativa. Pasaron un rato en silencio. Él esperaba el momento indicado para hablar, sumergido en todo lo que Eunwoo le hacía sentir, hasta que recordó lo que iba a decir antes de que su acento lo delatara por completo.

    —Antes de decir Purin... Pu... Pringles... —Sintió una oleada de vergüenza al notar que casi cometía el mismo error, justo cuando se armaba de valor para hablar de la única forma que encontraba—. Quería... —soltó un leve hmmm—. Quería saber más de ti— Con cada palabra su tono de voz bajaba más. Colocó su mano libre sobre su cuello, intentando comprobar por qué su temperatura era tan alta y por qué sentía que el ruido de su corazón era tan fuerte que podría escucharse en toda la cuadra.
    僕は佇み君を思う。 [whisper_scarlet_hawk_977] Escuchó la afirmación sobre su acento con un fuerte revuelo en el pecho, como si en su interior, en lugar de un estanque en paz, hubiera una fuerte tormenta haciendo estragos en sus emociones. Yuiichi escondió el rostro entre sus manos un momento antes de tomar, esta vez, el vaso de agua —Gracias —susurró apenas, con una voz que podría confundirse con el murmullo del viento tras la ventana, mientras sus mejillas lucían un rojo brillante. No se esforzó por apartar el cabello que caía sobre su cara; no hacía más que existir como podía tras la declaración de Eunwoo. ¿Y cómo no estarlo? Estaba tan inmerso en sus sentimientos y en el latido frenético de su corazón que apenas lograba reaccionar. Muy pocas veces solía tener ese tipo de cumplidos, algunas veces, personas con las que había salido antes tenían como una especie de burla hacía cosas tan simples como su acento japonés, la dificultad para mencionar la “L” era una de las cosas que más le daba vergüenza después de su yaeba —No suelen decir cosas lindas de eso, o de mis dientes— comentó sin pensarlo mucho, arrepintiéndose un poco de su hablar sin pensar. Tras perderse en el silencio acompasado por el sonido de sus propios latidos, giró hacia Eunwoo al escuchar su pregunta. Con los ojos brillantes por el calor de su piel, alternó la vista entre el labio que el coreano mordía y sus ojos. ¿Acaso no era consciente de lo que provocaba? —Bueno, me gusta mucho la comida japonesa —dijo suave, volviendo la mirada al vaso que descansaba en sus manos para evitar los labios que soñaba con besar más pronto que tarde— No soy muy fan de la comida picante, pero por lo demás, como de todo —aclaró finalmente tras carraspear un poco, buscando sentirse menos apenado, aun jugando con el vaso en sus manos heladas. Luego de aspirar más hondo de lo habitual, inhalando el aroma ajeno, soltó el aire junto con su nombre: —Eunwoo... Tus gatos son de verdad muy adorables, me gustan mucho sus nombres —dijo, cambiando el tema mientras miraba hacia cualquier lado para evitar la cara de Eunwoo. Se humedeció los labios con la lengua; tenía sed de nuevo—. Suki... Está escrito con el kanji de "querer" y "cuidado". Onna y Ko, mujer y niño, respectivamente—pareció reflexionar un momento para luego repetir lo dicho, haciendo hincapié en ello— Es el significado de querer, de apreciar mucho algo. Comenzó a explicar los kanjis como podía, dibujando con la humedad del vaso sobre el dorso de la mano de Eunwoo: —Suki significa... como querer o gustar. —Siempre le había agradado dar ese tipo de explicaciones sobre lo que le apasionaba; por algo había terminado dando clases a pesar de la paga poco justa —Así que, por los cuidados que están tus gatos, y por el amor que se nota que les tienes, puedo decir que es un buen nombre— Terminó de agregar, esperando no haber dicho nada incorrecto y cuidando pronunciar todas las letras de la mejor forma, evitando resaltar su habla nativa. Pasaron un rato en silencio. Él esperaba el momento indicado para hablar, sumergido en todo lo que Eunwoo le hacía sentir, hasta que recordó lo que iba a decir antes de que su acento lo delatara por completo. —Antes de decir Purin... Pu... Pringles... —Sintió una oleada de vergüenza al notar que casi cometía el mismo error, justo cuando se armaba de valor para hablar de la única forma que encontraba—. Quería... —soltó un leve hmmm—. Quería saber más de ti— Con cada palabra su tono de voz bajaba más. Colocó su mano libre sobre su cuello, intentando comprobar por qué su temperatura era tan alta y por qué sentía que el ruido de su corazón era tan fuerte que podría escucharse en toda la cuadra.
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  • ​⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ
    Un mensaje llegó con violencia pegado a una piedra que destrozó la ventana de su apartamento ...¿cómo habían logrado alcanzar un cuarto piso sin ser vistos?
    ​La nota, con letras toscamente recortadas de revista, era una amenaza

    ​🅂🄰🄱🄴🄼🄾🅂 🅻🅾 🆀🆄🅴 🄷🄸🄲🅸🆂🅃🄴, 🄻🄰 🄿🄰🄶🅰🅁🅰🅂 🄲🄰🅁🄾

    ​Tras leer la sentencia, Irina no perdió un segundo. Salió disparada por la puerta de emergencia del edificio. La pregunta le taladraba la mente: ¿Cómo diablos sabían dónde estaba? Era cierto que había relajado la disciplina, pero que la encontraran era un error inaceptable...un dolor de cabeza
    ​Se culpó por no haberlo previsto, hace solo una semana, la foto que la vinculaba a sus trabajos y revelaba su identidad había circulado y ahora esto.

    ​Entró en un pequeño bar, el ambiente ahogado en penumbra y el humo de cigarrillos baratos. Al fondo, una mujer de belleza hipnótica cantaba sobre el escenario, pocas personas la escuchaban; la mayoría estaba demasiado absortos en su cerveza o, si acaso, embobados por la cantante, sin atreverse a pestañear.

    ​Irina se dirigió a la barra para echar un vistazo a los licores. Necesitaba algo fuerte, una anestesia temporal para silenciar el pánico y avivar la rabia. No podía volver al apartamento. Tenía que conseguir un nuevo refugio y descubrir quiénes estaban moviendo los hilos para darles cacería.
    ​⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ Un mensaje llegó con violencia pegado a una piedra que destrozó la ventana de su apartamento ...¿cómo habían logrado alcanzar un cuarto piso sin ser vistos? ​La nota, con letras toscamente recortadas de revista, era una amenaza ​🅂🄰🄱🄴🄼🄾🅂 🅻🅾 🆀🆄🅴 🄷🄸🄲🅸🆂🅃🄴, 🄻🄰 🄿🄰🄶🅰🅁🅰🅂 🄲🄰🅁🄾 ​Tras leer la sentencia, Irina no perdió un segundo. Salió disparada por la puerta de emergencia del edificio. La pregunta le taladraba la mente: ¿Cómo diablos sabían dónde estaba? Era cierto que había relajado la disciplina, pero que la encontraran era un error inaceptable...un dolor de cabeza ​Se culpó por no haberlo previsto, hace solo una semana, la foto que la vinculaba a sus trabajos y revelaba su identidad había circulado y ahora esto. ​Entró en un pequeño bar, el ambiente ahogado en penumbra y el humo de cigarrillos baratos. Al fondo, una mujer de belleza hipnótica cantaba sobre el escenario, pocas personas la escuchaban; la mayoría estaba demasiado absortos en su cerveza o, si acaso, embobados por la cantante, sin atreverse a pestañear. ​Irina se dirigió a la barra para echar un vistazo a los licores. Necesitaba algo fuerte, una anestesia temporal para silenciar el pánico y avivar la rabia. No podía volver al apartamento. Tenía que conseguir un nuevo refugio y descubrir quiénes estaban moviendo los hilos para darles cacería.
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  • Un nuevo juego en el bosque
    Fandom Oc
    Categoría Suspenso
    -La noche había caído temprano sobre aquel condado boscoso, el aire de que aquella noche era denso, cargado con el olor a tierra húmeda y a aquel caracteristico aroma del bosque, la lluvia reciente dejaba un brillo que se reflejaba sobre el asfalto. A unos metros, el bosque se extendía como una sombra viva, respirando entre el murmullo del viento y el crujir de ramas-

    -Bondrewd avanzó entre los árboles con paso firme, la linterna en su mano cortando la oscuridad frente a el e iluminando su camino y siguiendo aquel ruido de los radios, su paso se detuvo cuando la luz rebotó contra algo que no debía estar ahí: una cinta amarilla temblando al ritmo de la brisa, mientras que a pocos metros más linternas se miraban, pasando de un lado a otro-

    Otra vez al pie de un árbol…

    -murmuró, agachándos, La víctima estaba allí, justo donde el asesino quería que la encontraran, Joven, sin zapatos, el rostro cubierto con una máscara de papel arrugado y a su lado, clavado en la corteza del roble un sobre blanco con un sello hecho de cera roja, y en la esquina de aquel sobre manchado por algo de sangre aquella firma...La del hombre al que la prensa había bautizado “El Cazador del Bosque"-

    -Bondrewd se quitó un guante con cuidado para después tomar el sobre, observando el detalle antes de abrirlo, dentro, una nota escrita a mano, letras cuidados y una caligrafía bastante buena-

    (“¿Qué harías si el cazador se volviera la presa, detective?”
    “Primer movimiento: tu turno.)


    -El sonido de ramas quebrándose detrás de él lo hizo girar, finalmente Su nuevo compañero había llado, llego tarde, pero al menos había llegado, este solamente encendió un cigarro, dejando que el humo se mezclara con el frío del bosque.

    Bienvenido a tu primer caso....me hubiera gustado empezaras con otra cosa....

    -Dijo con voz baja, apenas un murmullo que se perdía entre los árboles-

    No te preocupes… solo espero nadie esté esperándote está noche....hay mucho terreno que recorrer además.....

    -Le pasó la nota sin mirarlo-

    Y parece que quiere jugar.

    -El viento sopló, moviendo las ramas como si algo o alguien estuviera observándolos desde lo profundo del bosque, Bondrewd no dejo de mirar aquel cacío entre los árboles, como aquella oscuridad se hacía más densa conforme más árboles se cruzaban, será que el bosque tiene más secretos -

    -La noche había caído temprano sobre aquel condado boscoso, el aire de que aquella noche era denso, cargado con el olor a tierra húmeda y a aquel caracteristico aroma del bosque, la lluvia reciente dejaba un brillo que se reflejaba sobre el asfalto. A unos metros, el bosque se extendía como una sombra viva, respirando entre el murmullo del viento y el crujir de ramas- -Bondrewd avanzó entre los árboles con paso firme, la linterna en su mano cortando la oscuridad frente a el e iluminando su camino y siguiendo aquel ruido de los radios, su paso se detuvo cuando la luz rebotó contra algo que no debía estar ahí: una cinta amarilla temblando al ritmo de la brisa, mientras que a pocos metros más linternas se miraban, pasando de un lado a otro- Otra vez al pie de un árbol… -murmuró, agachándos, La víctima estaba allí, justo donde el asesino quería que la encontraran, Joven, sin zapatos, el rostro cubierto con una máscara de papel arrugado y a su lado, clavado en la corteza del roble un sobre blanco con un sello hecho de cera roja, y en la esquina de aquel sobre manchado por algo de sangre aquella firma...La del hombre al que la prensa había bautizado “El Cazador del Bosque"- -Bondrewd se quitó un guante con cuidado para después tomar el sobre, observando el detalle antes de abrirlo, dentro, una nota escrita a mano, letras cuidados y una caligrafía bastante buena- (“¿Qué harías si el cazador se volviera la presa, detective?” “Primer movimiento: tu turno.) -El sonido de ramas quebrándose detrás de él lo hizo girar, finalmente Su nuevo compañero había llado, llego tarde, pero al menos había llegado, este solamente encendió un cigarro, dejando que el humo se mezclara con el frío del bosque. Bienvenido a tu primer caso....me hubiera gustado empezaras con otra cosa.... -Dijo con voz baja, apenas un murmullo que se perdía entre los árboles- No te preocupes… solo espero nadie esté esperándote está noche....hay mucho terreno que recorrer además..... -Le pasó la nota sin mirarlo- Y parece que quiere jugar. -El viento sopló, moviendo las ramas como si algo o alguien estuviera observándolos desde lo profundo del bosque, Bondrewd no dejo de mirar aquel cacío entre los árboles, como aquella oscuridad se hacía más densa conforme más árboles se cruzaban, será que el bosque tiene más secretos -
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  • Nota mental: no crear pociones de 𝐀yane 𝐈𝐬𝐡𝐭𝐚𝐫 sin seguir bien las pautas de las letras pequeñas. Se suponía que debía causar terror... Dragóna, Gorila... En fin.

    Resultado del experimento:
    — Orejas adorables
    — Cuernos cuquis
    — Cero control sobre mis patitas
    — Ayane riéndose desde la ventana mientras yo intento no tropezar con mi propia sombra.

    Moraleja:
    La magia puede cambiar tu forma,
    pero nunca tu torpeza.
    Nota mental: no crear pociones de [Ayane_Ishtar] sin seguir bien las pautas de las letras pequeñas. Se suponía que debía causar terror... Dragóna, Gorila... En fin. Resultado del experimento: — Orejas adorables ✔️ — Cuernos cuquis ✔️ — Cero control sobre mis patitas ❌ — Ayane riéndose desde la ventana mientras yo intento no tropezar con mi propia sombra. Moraleja: La magia puede cambiar tu forma, pero nunca tu torpeza.
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  • El timbre sonó a las 9:03 de la mañana, rompiendo el silencio perezoso de un domingo cualquiera. Sofía estaba en la cocina, todavía en pijama, con el cabello despeinado y una taza de café con leche entre las manos. No esperaba nada, o al menos eso se repetía para calmar el vértigo que sentía desde hacía semanas.

    Dejó la taza sobre la encimera, se limpió las manos en el pantalón del pijama y bajó las escaleras con el corazón golpeándole el pecho. Afuera, el aire era fresco y olía a tierra mojada. El cartero ya se había marchado, pero en el buzón asomaba un sobre blanco con el sello dorado de la University of Southern California.

    Por un momento no se movió. Solo lo miró, inmóvil, como si acercarse fuera un acto peligroso. Cuando por fin estiró la mano, la temblorosa emoción se mezcló con miedo puro. Rasgó el sobre con cuidado, como si el papel pudiera decidir su destino, y leyó.

    “We are pleased to inform you that you have been accepted into the USC School of Dramatic Arts…”

    El aire se le escapó de los pulmones.
    Durante unos segundos, no hubo sonido, ni casa, ni mundo: solo las letras flotando ante sus ojos, borroneadas por las lágrimas.

    Sofía soltó una risa entrecortada, una mezcla de incredulidad y felicidad tan intensa que dolía. Dejó caer el sobre en el suelo, cubriéndose la boca con las manos, y empezó a reír y llorar al mismo tiempo.

    —¡Lo conseguí! —susurró, casi sin voz—. ¡Lo conseguí, joder!

    Corrió hacia la cocina, el corazón desbocado, buscando su móvil para llamar a Rachel. Pero al abrir la galería de contactos, se detuvo por un momento.
    La imaginó allí, con su novia, quizá cocinando o trabajando, ajena a todo. Sofía quiso marcar igual, contarle lo que había pasado, gritarle entre risas que su sueño se había hecho real. Pero algo en su pecho se frenó.
    Rachel le diría que estaba orgullosa, sin dudarlo, pero también le preguntaría si ya se lo había contado a mamá.
    Y ella no estaba lista para eso.

    La imagen de Elena James apareció en su mente: su tono frío, su mirada cargada de juicio, la misma que había usado la última vez que hablaron del tema.
    “Te estás engañando, Sofía. El teatro no da de comer. Eres inteligente, podrías hacer algo útil, algo serio.”

    Sofía apretó el teléfono entre los dedos. No quería escuchar esa voz hoy. No cuando, por primera vez, sentía que el mundo le daba la razón.

    Respiró hondo y volvió a mirar el sobre caído en el suelo. Lo recogió con cuidado y lo apoyó contra la ventana, justo donde entraba la luz del sol.

    Esa carta era su puerta, su billete, su promesa.
    Y aunque nadie más lo supiera todavía, ella se permitió celebrarlo igual.

    Encendió el altavoz, buscó una lista de reproducción vieja y dejó que sonara Golden Hour. Subió el volumen, cerró los ojos y se dejó llevar, girando sobre sí misma entre risas y lágrimas.

    Por fin, el sueño que todos consideraban una pérdida de tiempo se había convertido en su realidad.
    Y aunque no pudiera compartirlo aún, Sofía sabía que su historia había empezado.
    El timbre sonó a las 9:03 de la mañana, rompiendo el silencio perezoso de un domingo cualquiera. Sofía estaba en la cocina, todavía en pijama, con el cabello despeinado y una taza de café con leche entre las manos. No esperaba nada, o al menos eso se repetía para calmar el vértigo que sentía desde hacía semanas. Dejó la taza sobre la encimera, se limpió las manos en el pantalón del pijama y bajó las escaleras con el corazón golpeándole el pecho. Afuera, el aire era fresco y olía a tierra mojada. El cartero ya se había marchado, pero en el buzón asomaba un sobre blanco con el sello dorado de la University of Southern California. Por un momento no se movió. Solo lo miró, inmóvil, como si acercarse fuera un acto peligroso. Cuando por fin estiró la mano, la temblorosa emoción se mezcló con miedo puro. Rasgó el sobre con cuidado, como si el papel pudiera decidir su destino, y leyó. “We are pleased to inform you that you have been accepted into the USC School of Dramatic Arts…” El aire se le escapó de los pulmones. Durante unos segundos, no hubo sonido, ni casa, ni mundo: solo las letras flotando ante sus ojos, borroneadas por las lágrimas. Sofía soltó una risa entrecortada, una mezcla de incredulidad y felicidad tan intensa que dolía. Dejó caer el sobre en el suelo, cubriéndose la boca con las manos, y empezó a reír y llorar al mismo tiempo. —¡Lo conseguí! —susurró, casi sin voz—. ¡Lo conseguí, joder! Corrió hacia la cocina, el corazón desbocado, buscando su móvil para llamar a Rachel. Pero al abrir la galería de contactos, se detuvo por un momento. La imaginó allí, con su novia, quizá cocinando o trabajando, ajena a todo. Sofía quiso marcar igual, contarle lo que había pasado, gritarle entre risas que su sueño se había hecho real. Pero algo en su pecho se frenó. Rachel le diría que estaba orgullosa, sin dudarlo, pero también le preguntaría si ya se lo había contado a mamá. Y ella no estaba lista para eso. La imagen de Elena James apareció en su mente: su tono frío, su mirada cargada de juicio, la misma que había usado la última vez que hablaron del tema. “Te estás engañando, Sofía. El teatro no da de comer. Eres inteligente, podrías hacer algo útil, algo serio.” Sofía apretó el teléfono entre los dedos. No quería escuchar esa voz hoy. No cuando, por primera vez, sentía que el mundo le daba la razón. Respiró hondo y volvió a mirar el sobre caído en el suelo. Lo recogió con cuidado y lo apoyó contra la ventana, justo donde entraba la luz del sol. Esa carta era su puerta, su billete, su promesa. Y aunque nadie más lo supiera todavía, ella se permitió celebrarlo igual. Encendió el altavoz, buscó una lista de reproducción vieja y dejó que sonara Golden Hour. Subió el volumen, cerró los ojos y se dejó llevar, girando sobre sí misma entre risas y lágrimas. Por fin, el sueño que todos consideraban una pérdida de tiempo se había convertido en su realidad. Y aunque no pudiera compartirlo aún, Sofía sabía que su historia había empezado.
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  • //Mono rol: Una pesadilla mas del monton. hecho unica y exclusivamente para el evento ese de halloween #OctubreConSonic (para que Sonic no se enoje conmigo)//

    *- Ahí se encontraba Shadow, en la colonia espacial ARK, reviviendo todos los momentos de felicidad que tuvo con su mejor amiga, Maria Robotnik; hasta que, tal y como había ocurrido en el pasado, el caos cayó sobre la colonia espacial cuando agentes de GUN irrumpieron, buscando eliminar todo lo relacionado con el proyecto Shadow. Al final terminó reviviendo el mismo trauma que tuvo: Ver morir a María frente a sus ojos, aunque esta vez sus últimas palabras no fueron pidiéndole a Shadow que trajera esperanza a la humanidad.

    "Todo esto es tu culpa, Shadow…"

    *- Pronunciaría María sonriendo escalofriantemente mientras los soldados de GUN a sus espaldas comenzaban a dispararle de nuevo, llenando su cuerpo de agujeros. -*

    *- Luego todo se oscurece y Shadow aparece parado al borde de un enorme edificio; intenta retroceder; sin embargo, alguien lo empuja, haciéndolo caer. Antes de estamparse contra el suelo, puede notar que hay algo escrito. -*

    "¡FELIZ HALLOWEEN!"

    *- Decían las letras. Y entonces, termina de caer.-*

    "─ ¡¡AH!!"

    *- Grita Shadow al ser despertado por un rayo; se sienta a la orilla de la cama con las manos en la cara. -*

    "─ Solo… Solo fue una pesadilla… Otra más del montón…"

    //Se que fue super cortito y que ya no es Halloween XD, pero pues su querido user tiene muchas mierdas ahora mismo asi que pido perdon (?). Nos vemos hasta la proxima semana cuando termine mis examenes de la U. Tenia planeado terminar con un "feliz halloween" pero pues...... Adios gente, feliz navidad (?), se les quiere //
    //Mono rol: Una pesadilla mas del monton. hecho unica y exclusivamente para el evento ese de halloween #OctubreConSonic (para que Sonic no se enoje conmigo)// *- Ahí se encontraba Shadow, en la colonia espacial ARK, reviviendo todos los momentos de felicidad que tuvo con su mejor amiga, Maria Robotnik; hasta que, tal y como había ocurrido en el pasado, el caos cayó sobre la colonia espacial cuando agentes de GUN irrumpieron, buscando eliminar todo lo relacionado con el proyecto Shadow. Al final terminó reviviendo el mismo trauma que tuvo: Ver morir a María frente a sus ojos, aunque esta vez sus últimas palabras no fueron pidiéndole a Shadow que trajera esperanza a la humanidad. "Todo esto es tu culpa, Shadow…" *- Pronunciaría María sonriendo escalofriantemente mientras los soldados de GUN a sus espaldas comenzaban a dispararle de nuevo, llenando su cuerpo de agujeros. -* *- Luego todo se oscurece y Shadow aparece parado al borde de un enorme edificio; intenta retroceder; sin embargo, alguien lo empuja, haciéndolo caer. Antes de estamparse contra el suelo, puede notar que hay algo escrito. -* "¡FELIZ HALLOWEEN!" *- Decían las letras. Y entonces, termina de caer.-* "─ ¡¡AH!!" *- Grita Shadow al ser despertado por un rayo; se sienta a la orilla de la cama con las manos en la cara. -* "─ Solo… Solo fue una pesadilla… Otra más del montón…" //Se que fue super cortito y que ya no es Halloween XD, pero pues su querido user tiene muchas mierdas ahora mismo asi que pido perdon (?). Nos vemos hasta la proxima semana cuando termine mis examenes de la U. Tenia planeado terminar con un "feliz halloween" pero pues...... Adios gente, feliz navidad (?), se les quiere :STK-25: //
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  • "Invitación del Infierno"

    La casa estaba en penumbra.
    Solo el resplandor tenue de la brasa moribunda de un cigarrillo sobre el cenicero le daba vida al lugar. Afuera, la lluvia golpeaba los ventanales con una cadencia irregular, como si el mundo contuviera la respiración antes de una tragedia.

    Rei había pasado la noche revisando informes de asesinatos, desapariciones y sucesos que desafiaban toda lógica humana. El cansancio se dibujaba en su mirada, hasta que algo en su escritorio lo obligó a detenerse.

    Una carta.

    No recordaba haberla dejado ahí.

    El sobre, negro y de textura aterciopelada, estaba sellado con cera roja marcada con un pentagrama. Un leve aroma a incienso y fuego emanaba de él, acompañado por algo más… una vibración antigua, casi sagrada y profana a la vez.

    Rei ladeó la cabeza, desconfiando. Su instinto gritaba que no la tocara, pero la curiosidad —su más vieja maldición— habló primero.
    Tomó la carta. La cera se quebró sola, como si hubiese estado esperando el roce de su mano.

    El papel era grueso, casi vivo. Las letras negras parecían reptar bajo la luz del escritorio mientras las leía.

    A cada palabra, la temperatura descendía.
    El reloj del despacho marcaba el tiempo con una lentitud antinatural.

    > “Dancing With the Devil.”
    Una noche para perder el alma con estilo…

    —Tch… —murmuró Rei con una sonrisa ladeada—. Big Brother House. Suena como una trampa... o como una broma del infierno.

    Pero sabía que no lo era.

    El aire olía a azufre. Las sombras de las esquinas parecían moverse, observándolo en silencio. Había lidiado con demasiadas entidades como para no reconocer una firma infernal.
    Esa carta no la había traído un mensajero. El sello aún estaba tibio.

    Se levantó. Caminó hacia la ventana.
    La ciudad seguía envuelta en lluvia. Un relámpago iluminó fugazmente una figura en la calle: alta, cubierta por un sombrero, sosteniendo una rosa negra.
    Un parpadeo, y ya no estaba.

    Rei exhaló despacio.
    —Así que me invitas tú… ¿eh? —susurró, deslizando la carta en el escritorio—. Muy bien. Si el diablo quiere bailar, que prepare la pista.

    Apagó el cigarrillo, fue al baño y dejó que el agua fría lo golpeara mientras meditaba. Sabía que no se trataba de una fiesta común.
    Envuelto en una toalla, caminó al vestidor. Entre abrigos, trajes y reliquias de siglos, halló uno que no usaba desde hacía demasiado: un traje azúl oscuro, perfectamente conservado, regalo de una condesa inmortal a la que alguna vez salvó —o maldijo—, según la versión de la historia.

    Mientras se lo colocaba, cada movimiento tenía la precisión ritual de un hombre que se prepara para una batalla elegante.
    Luego, en el fondo del armario, descubrió una máscara dorada. Su superficie parecía respirar una magia antigua, cálida y protectora. La había recibido de una bruja hace siglos, como escudo contra un dios caído.

    Esta noche, la usaría para el mismo propósito…
    y, de paso, como su disfraz improvisado para bailar con el diablo.

    Antes de salir, bebió una pócima que guardaba para casos extremos. El líquido tenía un brillo carmesí, casi sanguíneo.
    Apenas lo bebió, un tatuaje se extendió bajo su piel, emergiendo como fuego negro. Nació en su cuello, recorrió su torso y se ramificó hasta sus manos, con símbolos que pulsaban suavemente, como si respiraran.
    Era una marca de poder.
    Una bendición... y una advertencia.

    Solo podía usarla una vez.

    Frente al espejo, Rei ajustó los guantes y la máscara.
    Su reflejo le devolvió la imagen de un demonio elegante, listo para entrar al infierno con paso firme.

    Tomó su bastón, aquel cuya empuñadura ocultaba una daga de acero espiritual.
    Una sonrisa leve curvó sus labios.

    —Listo —susurró—. Hora del baile.

    La puerta se cerró con un clic seco.
    La lluvia cesó.
    Y sobre el escritorio vacío, la carta quedó un instante antes de arder por sí sola, desvaneciéndose en humo rojo.

    En el aire, como una burla sutil, flotó la frase final:

    > “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano…”

    https://ficrol.com/posts/315686
    "Invitación del Infierno" La casa estaba en penumbra. Solo el resplandor tenue de la brasa moribunda de un cigarrillo sobre el cenicero le daba vida al lugar. Afuera, la lluvia golpeaba los ventanales con una cadencia irregular, como si el mundo contuviera la respiración antes de una tragedia. Rei había pasado la noche revisando informes de asesinatos, desapariciones y sucesos que desafiaban toda lógica humana. El cansancio se dibujaba en su mirada, hasta que algo en su escritorio lo obligó a detenerse. Una carta. No recordaba haberla dejado ahí. El sobre, negro y de textura aterciopelada, estaba sellado con cera roja marcada con un pentagrama. Un leve aroma a incienso y fuego emanaba de él, acompañado por algo más… una vibración antigua, casi sagrada y profana a la vez. Rei ladeó la cabeza, desconfiando. Su instinto gritaba que no la tocara, pero la curiosidad —su más vieja maldición— habló primero. Tomó la carta. La cera se quebró sola, como si hubiese estado esperando el roce de su mano. El papel era grueso, casi vivo. Las letras negras parecían reptar bajo la luz del escritorio mientras las leía. A cada palabra, la temperatura descendía. El reloj del despacho marcaba el tiempo con una lentitud antinatural. > “Dancing With the Devil.” Una noche para perder el alma con estilo… —Tch… —murmuró Rei con una sonrisa ladeada—. Big Brother House. Suena como una trampa... o como una broma del infierno. Pero sabía que no lo era. El aire olía a azufre. Las sombras de las esquinas parecían moverse, observándolo en silencio. Había lidiado con demasiadas entidades como para no reconocer una firma infernal. Esa carta no la había traído un mensajero. El sello aún estaba tibio. Se levantó. Caminó hacia la ventana. La ciudad seguía envuelta en lluvia. Un relámpago iluminó fugazmente una figura en la calle: alta, cubierta por un sombrero, sosteniendo una rosa negra. Un parpadeo, y ya no estaba. Rei exhaló despacio. —Así que me invitas tú… ¿eh? —susurró, deslizando la carta en el escritorio—. Muy bien. Si el diablo quiere bailar, que prepare la pista. Apagó el cigarrillo, fue al baño y dejó que el agua fría lo golpeara mientras meditaba. Sabía que no se trataba de una fiesta común. Envuelto en una toalla, caminó al vestidor. Entre abrigos, trajes y reliquias de siglos, halló uno que no usaba desde hacía demasiado: un traje azúl oscuro, perfectamente conservado, regalo de una condesa inmortal a la que alguna vez salvó —o maldijo—, según la versión de la historia. Mientras se lo colocaba, cada movimiento tenía la precisión ritual de un hombre que se prepara para una batalla elegante. Luego, en el fondo del armario, descubrió una máscara dorada. Su superficie parecía respirar una magia antigua, cálida y protectora. La había recibido de una bruja hace siglos, como escudo contra un dios caído. Esta noche, la usaría para el mismo propósito… y, de paso, como su disfraz improvisado para bailar con el diablo. Antes de salir, bebió una pócima que guardaba para casos extremos. El líquido tenía un brillo carmesí, casi sanguíneo. Apenas lo bebió, un tatuaje se extendió bajo su piel, emergiendo como fuego negro. Nació en su cuello, recorrió su torso y se ramificó hasta sus manos, con símbolos que pulsaban suavemente, como si respiraran. Era una marca de poder. Una bendición... y una advertencia. Solo podía usarla una vez. Frente al espejo, Rei ajustó los guantes y la máscara. Su reflejo le devolvió la imagen de un demonio elegante, listo para entrar al infierno con paso firme. Tomó su bastón, aquel cuya empuñadura ocultaba una daga de acero espiritual. Una sonrisa leve curvó sus labios. —Listo —susurró—. Hora del baile. La puerta se cerró con un clic seco. La lluvia cesó. Y sobre el escritorio vacío, la carta quedó un instante antes de arder por sí sola, desvaneciéndose en humo rojo. En el aire, como una burla sutil, flotó la frase final: > “Todos bailan con el diablo, tarde o temprano…” https://ficrol.com/posts/315686
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  • 🎃 ᴀᴍᴏɴɢ ꜱʜᴀᴅᴏᴡꜱ: ʟᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ᴅᴇʟ ᴊᴜᴇɢᴏ ꜱɪʟᴇɴᴄɪᴏꜱᴏ
    Fandom Scream x Original
    Categoría Suspenso
    Reglas simples: Nadie revela su identidad, todos usan máscara, y solo uno sabrá la verdad.

    La noche de Halloween cayó con un aire distinto, casi eléctrico. En el antiguo edificio del campus, los estudiantes se reunían bajo un mismo pretexto: Una fiesta exclusiva, un “juego” inventado por la fraternidad más excéntrica del lugar.
    Luces anaranjadas, humo artificial, y un cartel en la entrada que decía en letras rojas:
    “Among Shadows — Solo los valientes entran.”

    A medianoche, la voz del anfitrión resonó en los altavoces:

    “Entre nosotros se esconde alguien. Encuéntrenlo… antes de que él los encuentre a ustedes.”

    Las luces titilaron. Un grito se ahogó entre risas nerviosas.
    Cuando la música volvió, una máscara yacía en el suelo, rota. Nadie supo si era parte del juego o el inicio de algo más real.

    Entre los asistentes, una figura pelirroja observaba desde el fondo.
    Su disfraz: elegante, oscuro, y coronado con una máscara blanca decorada con cristales carmesí.
    Sadie Macher no participaba para ganar. Observaba, medía, analizaba. El miedo era su tablero, y todos los demás, simples piezas.

    —This will be fun, murmuró con una sonrisa apenas visible.

    Reglas del rol:
    — Cualquier personaje puede unirse.
    — Todos deben llevar disfraz.
    — Nadie conoce las identidades reales.
    — Se fomenta el suspenso, la manipulación social y la tensión psicológica.
    — El miedo, la sospecha y el juego mental son el eje principal.

    Bienvenido al juego. No confíes en nadie.
    Reglas simples: Nadie revela su identidad, todos usan máscara, y solo uno sabrá la verdad. La noche de Halloween cayó con un aire distinto, casi eléctrico. En el antiguo edificio del campus, los estudiantes se reunían bajo un mismo pretexto: Una fiesta exclusiva, un “juego” inventado por la fraternidad más excéntrica del lugar. Luces anaranjadas, humo artificial, y un cartel en la entrada que decía en letras rojas: “Among Shadows — Solo los valientes entran.” A medianoche, la voz del anfitrión resonó en los altavoces: “Entre nosotros se esconde alguien. Encuéntrenlo… antes de que él los encuentre a ustedes.” Las luces titilaron. Un grito se ahogó entre risas nerviosas. Cuando la música volvió, una máscara yacía en el suelo, rota. Nadie supo si era parte del juego o el inicio de algo más real. Entre los asistentes, una figura pelirroja observaba desde el fondo. Su disfraz: elegante, oscuro, y coronado con una máscara blanca decorada con cristales carmesí. Sadie Macher no participaba para ganar. Observaba, medía, analizaba. El miedo era su tablero, y todos los demás, simples piezas. —This will be fun, murmuró con una sonrisa apenas visible. 🔪 Reglas del rol: — Cualquier personaje puede unirse. — Todos deben llevar disfraz. — Nadie conoce las identidades reales. — Se fomenta el suspenso, la manipulación social y la tensión psicológica. — El miedo, la sospecha y el juego mental son el eje principal. 🎭 Bienvenido al juego. No confíes en nadie.
    Tipo
    Grupal
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    Estado
    Disponible
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    MEMORIAS.

    OFF: Recuerdan el momento en que todo inició?, no hablo del origen de la tierra, tampoco sobre la evolución propiamente.

    Hablo por supuesto del origen de las ideas; del instante en que pasamos de los juegos infantiles que cada uno tuvo en su infancia, para muchas niñas, jugar con muñecas, y para los varones el jugar a los super heroes, o ser caballeros, etc.
    Esos instantes en que la imaginación era nuestro recurso mas valioso, donde podiamos ser todo lo que quisieramos, no existía límite alguno.

    Las peleas podrian surgir en ocasiones, pues como todo niño (a) deseaba participar y ser parte de algo bonito, formar asi una hermosa historia en un mundo de fantasía.

    Con el tiempo, muchos fueron superando esas etapas de la vida, sin embargo muy en el fondo no dejamos de ser ese niño que jugaba y soñaba con un mundo mejor.
    Muchas circunstancias externas suelen deprimirnos, pero no dejamos de creer. Muchos tambien recurrieron a un mundo de fantasía donde podremos ser lo que en nuestra niñez siempre quisimos ser.
    Aprendimos que la imaginacion es un motor de esperanza que une no solo letras, sino tambien corazones.

    Muchos llegamos de otras plataformas donde no dejamos de escribir, de aumentar nuestro acervo cultural por medio de bellas y fantasticas historias.

    Mi único propósito es seguir compartiendo con todos aquellos que deseen mis historias, mis sueños, y de algun modo dejar tambien mis propias enseñanzas y experiencias. Buenos o malos momentos, lo mas importante es la compañía. Muchas gracias a todos aquellos que hacen posible que exista este sitio y tambien los que no dejan que acabe.

    Muchos lo llaman pasatiempo, otros tienen sus vidas hechas o estan en proceso y se van alejando para dedicarse a un nuevo propósito.
    Solo les pido que nunca dejen de compartir y aun mas, les deseo prosperidad.

    Muchas gracias a todos y espero sigamos juntos en estas historias leyendas personales.

    On: Daozhang Xiao Xingchen.
    MEMORIAS. OFF: Recuerdan el momento en que todo inició?, no hablo del origen de la tierra, tampoco sobre la evolución propiamente. Hablo por supuesto del origen de las ideas; del instante en que pasamos de los juegos infantiles que cada uno tuvo en su infancia, para muchas niñas, jugar con muñecas, y para los varones el jugar a los super heroes, o ser caballeros, etc. Esos instantes en que la imaginación era nuestro recurso mas valioso, donde podiamos ser todo lo que quisieramos, no existía límite alguno. Las peleas podrian surgir en ocasiones, pues como todo niño (a) deseaba participar y ser parte de algo bonito, formar asi una hermosa historia en un mundo de fantasía. Con el tiempo, muchos fueron superando esas etapas de la vida, sin embargo muy en el fondo no dejamos de ser ese niño que jugaba y soñaba con un mundo mejor. Muchas circunstancias externas suelen deprimirnos, pero no dejamos de creer. Muchos tambien recurrieron a un mundo de fantasía donde podremos ser lo que en nuestra niñez siempre quisimos ser. Aprendimos que la imaginacion es un motor de esperanza que une no solo letras, sino tambien corazones. Muchos llegamos de otras plataformas donde no dejamos de escribir, de aumentar nuestro acervo cultural por medio de bellas y fantasticas historias. Mi único propósito es seguir compartiendo con todos aquellos que deseen mis historias, mis sueños, y de algun modo dejar tambien mis propias enseñanzas y experiencias. Buenos o malos momentos, lo mas importante es la compañía. Muchas gracias a todos aquellos que hacen posible que exista este sitio y tambien los que no dejan que acabe. Muchos lo llaman pasatiempo, otros tienen sus vidas hechas o estan en proceso y se van alejando para dedicarse a un nuevo propósito. Solo les pido que nunca dejen de compartir y aun mas, les deseo prosperidad. Muchas gracias a todos y espero sigamos juntos en estas historias leyendas personales. On: Daozhang Xiao Xingchen.
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