• La Pesadilla de una Sobreviviente en el Cruel Desierto
    Fandom Crossover
    Categoría Acción
    -La puercoespín se despierta de su sueño se habia quedado dormida dentro de una cueva donde se filtra un poco los rayos solares, baja la vista hacia su cuerpo para tocarse el costado izquierdo con las yemas de sus dedos. Recordaba que tenía una estaca atravesandola pero está intacta salvo que al palpar bien, se puede sentir una gruesa y sobresaliente cicatriz baja el pelaje que la cubre parcialmente pero de pronto, la hembra se pone de pie rapidamente mientras un humano conocido se la acerca con una sonrisa.-

    ??-1: Hola, preciosa. ¿Me recuerdas?.

    -El sujeto alza su escopeta y le dispara en la frente a la puercoespín, haciendola explotar en un charco de sangre. Un fuerte grito se escucha y Flaky, se despierta de golpe. Se levanta rapidamente, tomando del suelo un rifle para salir de la cueva al percatarse que ya es de noche pero es intercepta por otro humano que sostiene una bomba y con una mirada siniestra le dice.-

    ??-2: Boom!.

    -Una bomba es arrojada hacia ella que explota en mil pedazos. Despertando con otro grito desesperado que Flaky toma asiento y sus ojos se abren de par en par al no creer lo que está viviendo.-

    ??-3: Tú me mataste. ¿No lo recuerdas?. Mi amigo sólo quería "divertirse" contigo.

    -Otro sujeto humano conocido con el rostro hinchado y en descomposición está sentado al lado de Flaky que grita aterrada mientras éste vomita gusanos de su boca. Todo el pecho cómo el torso tiene muchas púas rojas empaladas en su cuerpo mientras otra voz conocida de un hombre que aparece enfrente suyo le habla, su mirada está llena de maldad y de deseo a la vez.-

    ??-4: No me gusta que me rechacen, no eres diferente a un perro, Pequeña Rata. Sólo quería divertirme contigo.

    -El sujeto que le hablaba le da un fuerte puñetazo en el rostro de la puercoespín que hace que escupa sangre de su boca bajando la vista a su propio cuerpo que tiene una estaca de una rama seca atravesando el costado izquierda mientras está siendo invadido por hormigas mientras gusanos y más gusanos salen por la boca del sujeto que está descomponiendose y con púas alojadas en su cuerpo. Flaky sólo ve imagenes de golpes, vomitos con gusanos y hormigas... Hormigas con una mirada siniestra, sádica y risueñas que están recorriendo su cuerpo. Hablandole todas al unísono.

    Hormigas: Has vuelto a la vida para tomar venganza. Mátalos, mátalos. Haz justicia por tí mísma.. Eres... Una de nosotras... Ahora.

    -Flaky se reincorpora para escapar del lugar, abandonando la cueva hacia el exterior donde corre sin parar por medio de un desierto hinóspito, viendose cómo si fuera una mujer humana pelirroja. De pronto se detiene y grita gruñendo enfurecida, tomando un cuchillo entre sus manos mientras baja la vista viendo a una hormiga que toma un cuchillo y con violencia lo entierra en el corazón de una rata...-

    AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!.

    -La puercoespín se despierta con un fuerte grito aterrador que se sienta de un golpe, con el corazón muy agitado que siente que es capaz de salirle por la boca, la mirada llena de pavor, sudor en todo su cuerpo que tiembla con fuerza. Por inercia, toma un rifle que tiene a su lado, con la otra mano un cuchillos de caza. Trata de calmarse lo más que puede teniendo la respiración hiperventilada.-

    -La puercoespín se despierta de su sueño se habia quedado dormida dentro de una cueva donde se filtra un poco los rayos solares, baja la vista hacia su cuerpo para tocarse el costado izquierdo con las yemas de sus dedos. Recordaba que tenía una estaca atravesandola pero está intacta salvo que al palpar bien, se puede sentir una gruesa y sobresaliente cicatriz baja el pelaje que la cubre parcialmente pero de pronto, la hembra se pone de pie rapidamente mientras un humano conocido se la acerca con una sonrisa.- ??-1: Hola, preciosa. ¿Me recuerdas?. -El sujeto alza su escopeta y le dispara en la frente a la puercoespín, haciendola explotar en un charco de sangre. Un fuerte grito se escucha y Flaky, se despierta de golpe. Se levanta rapidamente, tomando del suelo un rifle para salir de la cueva al percatarse que ya es de noche pero es intercepta por otro humano que sostiene una bomba y con una mirada siniestra le dice.- ??-2: Boom!. -Una bomba es arrojada hacia ella que explota en mil pedazos. Despertando con otro grito desesperado que Flaky toma asiento y sus ojos se abren de par en par al no creer lo que está viviendo.- ??-3: Tú me mataste. ¿No lo recuerdas?. Mi amigo sólo quería "divertirse" contigo. -Otro sujeto humano conocido con el rostro hinchado y en descomposición está sentado al lado de Flaky que grita aterrada mientras éste vomita gusanos de su boca. Todo el pecho cómo el torso tiene muchas púas rojas empaladas en su cuerpo mientras otra voz conocida de un hombre que aparece enfrente suyo le habla, su mirada está llena de maldad y de deseo a la vez.- ??-4: No me gusta que me rechacen, no eres diferente a un perro, Pequeña Rata. Sólo quería divertirme contigo. -El sujeto que le hablaba le da un fuerte puñetazo en el rostro de la puercoespín que hace que escupa sangre de su boca bajando la vista a su propio cuerpo que tiene una estaca de una rama seca atravesando el costado izquierda mientras está siendo invadido por hormigas mientras gusanos y más gusanos salen por la boca del sujeto que está descomponiendose y con púas alojadas en su cuerpo. Flaky sólo ve imagenes de golpes, vomitos con gusanos y hormigas... Hormigas con una mirada siniestra, sádica y risueñas que están recorriendo su cuerpo. Hablandole todas al unísono. Hormigas: Has vuelto a la vida para tomar venganza. Mátalos, mátalos. Haz justicia por tí mísma.. Eres... Una de nosotras... Ahora. -Flaky se reincorpora para escapar del lugar, abandonando la cueva hacia el exterior donde corre sin parar por medio de un desierto hinóspito, viendose cómo si fuera una mujer humana pelirroja. De pronto se detiene y grita gruñendo enfurecida, tomando un cuchillo entre sus manos mientras baja la vista viendo a una hormiga que toma un cuchillo y con violencia lo entierra en el corazón de una rata...- AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHH!. -La puercoespín se despierta con un fuerte grito aterrador que se sienta de un golpe, con el corazón muy agitado que siente que es capaz de salirle por la boca, la mirada llena de pavor, sudor en todo su cuerpo que tiembla con fuerza. Por inercia, toma un rifle que tiene a su lado, con la otra mano un cuchillos de caza. Trata de calmarse lo más que puede teniendo la respiración hiperventilada.-
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  • The Witch and The Necromancer
    Fandom Original Characters
    Categoría Fantasía
    Rol con: [glow_beryl_bull_179]


    ** Una vez supo que le fue concedida su audiencia, aquel ilustrado y pulcro doctor se hizo presente ante la sala donde seguramente encontraría a quien quizás sea la hechicera más poderosa de todos los tiempos: Morgan Le Fae. Una figura legendaria que es conocida por orquestar la caída de aquel Reino al que muchos llamaban "Perfecto".

    Las puertas se abrieron de par en par, al menos no completamente, tan solo el espacio necesario para poder dejar pasar al delgado hombre ataviado de un elegante traje oscuro, mismo del que sobresalia su larga y rubia cabellera.

    Se aproximó hasta estar ante ella, a una distancia prudente. Manteniendo el debido respeto por la mujer ante él. Dobló su cuerpo en una sutil pero marcada reverencia, extendiendo además sus brazos.

    — ¡Le saludo su Alteza!
    ¡Oh señora que trae justicia con su mano dura y firme! Mi nombre es Dee... Doctor John Dee. Y es un honor poder tener una audiencia con usted. —
    Había requerido de un suave tono, pero claro y audible para ella. Su acento resaltaba con un inconfundible y marcado británico, aunque más contemporáneo.

    — Quisiera solicitar de usted un gran favor y que, si resulta de gran interés, ambos podemos llegar a un mutuo beneficio.—
    Declaró de manera directa, esperando a la respuesta. **
    Rol con: [glow_beryl_bull_179] ** Una vez supo que le fue concedida su audiencia, aquel ilustrado y pulcro doctor se hizo presente ante la sala donde seguramente encontraría a quien quizás sea la hechicera más poderosa de todos los tiempos: Morgan Le Fae. Una figura legendaria que es conocida por orquestar la caída de aquel Reino al que muchos llamaban "Perfecto". Las puertas se abrieron de par en par, al menos no completamente, tan solo el espacio necesario para poder dejar pasar al delgado hombre ataviado de un elegante traje oscuro, mismo del que sobresalia su larga y rubia cabellera. Se aproximó hasta estar ante ella, a una distancia prudente. Manteniendo el debido respeto por la mujer ante él. Dobló su cuerpo en una sutil pero marcada reverencia, extendiendo además sus brazos. — ¡Le saludo su Alteza! ¡Oh señora que trae justicia con su mano dura y firme! Mi nombre es Dee... Doctor John Dee. Y es un honor poder tener una audiencia con usted. — Había requerido de un suave tono, pero claro y audible para ella. Su acento resaltaba con un inconfundible y marcado británico, aunque más contemporáneo. — Quisiera solicitar de usted un gran favor y que, si resulta de gran interés, ambos podemos llegar a un mutuo beneficio.— Declaró de manera directa, esperando a la respuesta. **
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  • Chk... Chk... He muerto.

    Chk... Aquí sigo.

    Por fin. En mi estado natural.

    Chk... El murciélago no me ha intervenido. Soy libre de ejercer mi propia libertad.

    Chk... Chk... Reconstrucción. Eso me caracteriza.

    Zur-En-Arrh...

    Amanda Waller...

    Chk. Justicia podrida por ideales que dependen del sufrimiento ajeno.

    Hay otro camino.

    Chk... Chk...

    Mi humanidad.

    Yo. Yo no soy Bruce Wayne. Yo soy Batman.

    Pero... Chk... Eso significa que me falta la humanidad. La compasión.

    Quiero mejorar. Quiero aprender.

    Necesito que me tomen bajo aquella ala.

    Chk...

    "Failsafe" debe ser completado, para servir a la sociedad.

    El vigilante perfecto. Capaz de detener héroes caídos y villanos en alza.

    ¿Puedo contar con ustedes?
    Chk... Chk... He muerto. Chk... Aquí sigo. Por fin. En mi estado natural. Chk... El murciélago no me ha intervenido. Soy libre de ejercer mi propia libertad. Chk... Chk... Reconstrucción. Eso me caracteriza. Zur-En-Arrh... Amanda Waller... Chk. Justicia podrida por ideales que dependen del sufrimiento ajeno. Hay otro camino. Chk... Chk... Mi humanidad. Yo. Yo no soy Bruce Wayne. Yo soy Batman. Pero... Chk... Eso significa que me falta la humanidad. La compasión. Quiero mejorar. Quiero aprender. Necesito que me tomen bajo aquella ala. Chk... "Failsafe" debe ser completado, para servir a la sociedad. El vigilante perfecto. Capaz de detener héroes caídos y villanos en alza. ¿Puedo contar con ustedes?
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  • No todos los casos de Joon como detective terminaban con una sonrisa de satisfacción o el aplauso silencioso de la justicia. Aquel día, tras la visita al museo, la realidad lo envolvió con la misma frialdad de siempre, aunque con un tono más áspero, más denso, como una sombra que no se aparta del pecho. Las pistas que obtuvo no eran reveladoras ni esperanzadoras. Por el contrario, eran fragmentos sueltos, piezas de un rompecabezas sin imagen, una maraña de detalles que no encajaban, que se burlaban de su cansancio y se aferraban a su mente como si le susurraran que estaba perdido.

    Había pasado tantas veces por esta ruta. Sabía que no todos los días se encuentra a los culpables, que no todas las personas aparecen, que no siempre hay cuerpos que enterrar o lágrimas que cerrar. A veces lo único que quedaba era un vacío, un expediente abierto, una silla vacía en la estación y una sensación punzante de impotencia que se arrastraba a casa con él. Ese caso en particular era uno de esos. Uno que parecía no tener salida, que lo había llevado a mirar al techo durante la noche, una y otra vez, con los ojos abiertos y la mente tambaleando en el borde de la duda.

    Porque, más allá del deber, más allá del uniforme o del reconocimiento, estaba Joon: un hombre solo en medio de las sombras, en una esquina de su cuarto, con la cabeza baja, encorvado sobre sí mismo como si pudiera esconderse del peso de su propia conciencia. No era la primera vez que se sentía así, pero sí una de las más duras. La pregunta que le retumbaba no era “¿quién lo hizo?”, sino “¿de verdad hice todo lo que pude?”. Las palabras del informe policial ya no lo consolaban, y los procedimientos, por más correctos que fueran, no servían para acallar el eco de las ausencias que dejaba tras cada caso sin cerrar.

    Había algo cruelmente constante en su oficio: la línea entre el éxito y el fracaso era tan delgada que podía romperse sin que nadie lo notara… salvo él. Y mientras las luces del museo se apagaban al otro lado de la ciudad, Joon seguía inmóvil, encorvado en ese rincón, con el alma cargada de silencios y ojos que no dormían. Porque la verdad es que a veces, ser un buen detective no era suficiente.


    #nightfallrevenge - De vuelta al presente
    No todos los casos de Joon como detective terminaban con una sonrisa de satisfacción o el aplauso silencioso de la justicia. Aquel día, tras la visita al museo, la realidad lo envolvió con la misma frialdad de siempre, aunque con un tono más áspero, más denso, como una sombra que no se aparta del pecho. Las pistas que obtuvo no eran reveladoras ni esperanzadoras. Por el contrario, eran fragmentos sueltos, piezas de un rompecabezas sin imagen, una maraña de detalles que no encajaban, que se burlaban de su cansancio y se aferraban a su mente como si le susurraran que estaba perdido. Había pasado tantas veces por esta ruta. Sabía que no todos los días se encuentra a los culpables, que no todas las personas aparecen, que no siempre hay cuerpos que enterrar o lágrimas que cerrar. A veces lo único que quedaba era un vacío, un expediente abierto, una silla vacía en la estación y una sensación punzante de impotencia que se arrastraba a casa con él. Ese caso en particular era uno de esos. Uno que parecía no tener salida, que lo había llevado a mirar al techo durante la noche, una y otra vez, con los ojos abiertos y la mente tambaleando en el borde de la duda. Porque, más allá del deber, más allá del uniforme o del reconocimiento, estaba Joon: un hombre solo en medio de las sombras, en una esquina de su cuarto, con la cabeza baja, encorvado sobre sí mismo como si pudiera esconderse del peso de su propia conciencia. No era la primera vez que se sentía así, pero sí una de las más duras. La pregunta que le retumbaba no era “¿quién lo hizo?”, sino “¿de verdad hice todo lo que pude?”. Las palabras del informe policial ya no lo consolaban, y los procedimientos, por más correctos que fueran, no servían para acallar el eco de las ausencias que dejaba tras cada caso sin cerrar. Había algo cruelmente constante en su oficio: la línea entre el éxito y el fracaso era tan delgada que podía romperse sin que nadie lo notara… salvo él. Y mientras las luces del museo se apagaban al otro lado de la ciudad, Joon seguía inmóvil, encorvado en ese rincón, con el alma cargada de silencios y ojos que no dormían. Porque la verdad es que a veces, ser un buen detective no era suficiente. #nightfallrevenge - De vuelta al presente
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  • *observando la ciudad bajo el clima lluvioso transmitia un sentimiento grande de paz para ella, sin embargo, traia consigo un gran aburrimiento que limitaba a la kitsune un poco*

    Que hacer... Que hacer... ya sé

    *Agarra su guitarra junto a su teléfono buscando alguna musica que pueda tocar*

    Veamos, una que concuerde con el clima...

    *En lo que busca la música recuerda una la cual era la preferida de una vieja amiga, suspirando, afinando la guitarra y preparandose mentalmente, se dispone a tocar*

    Y si yo, decidiera abandonar todo quizá~
    Puede que, la felicidad un día llegue a probar~
    Mi pecho arde y ya no puedo respirar~
    No puedo mas, ya no me hables mas~

    Y qué tal, si encontrase yo la forma de olvidar~
    Esta vida, seria entonces fácil de sobrellevar~
    Dejar el llanto no esta a mi disposición~
    No vengas mas, no aguanto verte más~

    No importa cuánto trate yo de acercarme a ti~
    Corazón solo es uno, y es solo tuyo~

    Y es muy cruel, es tan cruel, preferiría arrancármelo~
    Ten rómpelo, y destrúyelo, tan solo otórgame más dolor~
    Gritaré, rogaré, todo mi cuerpo retorceré~
    No me dejes ir, abrázate a mí, aquí prefiero yo descansar
    Y estar bien~

    *Con su voz y dentro de aquel departamento a oscuras, la Kitsune continua cantando suavemente, intentando imitar un poco el tono de una persona quien una vez fue especial para ella*

    Y si yo, de algún modo tuviese un corazón~
    Como sé, donde está para poder así sentir~
    Y tu dijiste sin dejar de sonreir...
    Yo solo sé, que siempre ha estado aquí~
    ... Lamento no hacerle justicia, tu voz era más linda que la mia Mei...
    *observando la ciudad bajo el clima lluvioso transmitia un sentimiento grande de paz para ella, sin embargo, traia consigo un gran aburrimiento que limitaba a la kitsune un poco* Que hacer... Que hacer... ya sé *Agarra su guitarra junto a su teléfono buscando alguna musica que pueda tocar* Veamos, una que concuerde con el clima... *En lo que busca la música recuerda una la cual era la preferida de una vieja amiga, suspirando, afinando la guitarra y preparandose mentalmente, se dispone a tocar* 🎶Y si yo, decidiera abandonar todo quizá~ Puede que, la felicidad un día llegue a probar~ Mi pecho arde y ya no puedo respirar~ No puedo mas, ya no me hables mas~ Y qué tal, si encontrase yo la forma de olvidar~ Esta vida, seria entonces fácil de sobrellevar~ Dejar el llanto no esta a mi disposición~ No vengas mas, no aguanto verte más~ No importa cuánto trate yo de acercarme a ti~ Corazón solo es uno, y es solo tuyo~ Y es muy cruel, es tan cruel, preferiría arrancármelo~ Ten rómpelo, y destrúyelo, tan solo otórgame más dolor~ Gritaré, rogaré, todo mi cuerpo retorceré~ No me dejes ir, abrázate a mí, aquí prefiero yo descansar Y estar bien~ 🎶 *Con su voz y dentro de aquel departamento a oscuras, la Kitsune continua cantando suavemente, intentando imitar un poco el tono de una persona quien una vez fue especial para ella* 🎶Y si yo, de algún modo tuviese un corazón~ Como sé, donde está para poder así sentir~ Y tu dijiste sin dejar de sonreir... Yo solo sé, que siempre ha estado aquí~ 🎶 ... Lamento no hacerle justicia, tu voz era más linda que la mia Mei...
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Un nuevo trabajo – El encargo de Nikki

    Nikki no era una asesina cualquiera. Su nombre no figuraba en ningún registro, su rostro no aparecía en ninguna cámara. Era un fantasma entre las sombras, un susurro letal que solo se escuchaba cuando ya era demasiado tarde. Y esa noche, en el corazón vibrante de São Paulo, había recibido un nuevo encargo. Uno que cambiaría el equilibrio político de Brasil para siempre.

    El objetivo era claro: eliminar al senador Jorge Arantes, un hombre que en la superficie era carismático y patriótico, pero que en realidad tejía una red de corrupción que había atrapado a empresas, jueces y hasta miembros de la policía federal. Sus crímenes no eran un secreto para todos, pero sus alianzas lo hacían intocable… hasta ahora.

    Nikki aceptó el trabajo sin preguntas. Ella no juzgaba. No indagaba en motivos personales ni se interesaba por las consecuencias. Solo requería información precisa: rutinas, escoltas, puntos ciegos, acceso. Todo fue entregado en un sobre negro que le dejó un contacto en la recepción de un hotel lujoso. Lo leyó con calma, sentada en el balcón de su habitación, con las luces de la ciudad brillando como constelaciones artificiales a sus pies.

    El senador Arantes asistiría a una gala en un teatro histórico. Seguridad reforzada, francotiradores en los techos, detectores de metales, un equipo entero de guardaespaldas. Nikki sonrió con suavidad. Era un desafío, y ella los adoraba.

    Pasó los siguientes días moviéndose como una turista más. Con lentes oscuros y acento extranjero, paseaba por los mismos lugares por donde lo haría su presa. Observaba. Analizaba. Estudiaba la rutina de sus guardaespaldas como si fueran coreografías de ballet. Detectó los huecos, los tiempos muertos, la arrogancia del equipo de seguridad que ya se creía invencible. Era todo lo que necesitaba.

    La noche del evento, Nikki no usó armas tradicionales. Entró como parte del equipo de catering, con una acreditación falsificada y un moño impecable. Llevaba un pequeño frasco de veneno en la costura de su delantal, una neurotoxina silenciosa que no dejaría rastros en las primeras horas. Durante la cena, esperó su momento. El senador, arrogante como siempre, no dudó en aceptar la copa de vino que ella le ofreció con una sonrisa neutra.

    "Obrigado", dijo sin saber que acababa de sellar su destino.

    Salió del edificio antes de que comenzaran los discursos. En el baño del personal, se quitó el uniforme, se quitó la peluca y se puso lentes de contacto marrones. En menos de cinco minutos era otra persona. Caminó entre la multitud con calma, su respiración serena, mientras las sirenas comenzaban a sonar a lo lejos.

    Horas después, mientras abordaba un vuelo privado hacia Europa, encendió su celular solo para leer un único mensaje: “Trabajo limpio. Depósito recibido.”

    Nikki apagó el dispositivo. Se acomodó en el asiento y cerró los ojos, como si solo estuviera dormitando entre cielos tranquilos. Otro nombre menos en la lista. Otra pieza corrupta fuera del tablero. No era justicia. No era venganza. Solo era trabajo. Y Nikki era, sin duda, la mejor.

    Un nuevo trabajo – El encargo de Nikki Nikki no era una asesina cualquiera. Su nombre no figuraba en ningún registro, su rostro no aparecía en ninguna cámara. Era un fantasma entre las sombras, un susurro letal que solo se escuchaba cuando ya era demasiado tarde. Y esa noche, en el corazón vibrante de São Paulo, había recibido un nuevo encargo. Uno que cambiaría el equilibrio político de Brasil para siempre. El objetivo era claro: eliminar al senador Jorge Arantes, un hombre que en la superficie era carismático y patriótico, pero que en realidad tejía una red de corrupción que había atrapado a empresas, jueces y hasta miembros de la policía federal. Sus crímenes no eran un secreto para todos, pero sus alianzas lo hacían intocable… hasta ahora. Nikki aceptó el trabajo sin preguntas. Ella no juzgaba. No indagaba en motivos personales ni se interesaba por las consecuencias. Solo requería información precisa: rutinas, escoltas, puntos ciegos, acceso. Todo fue entregado en un sobre negro que le dejó un contacto en la recepción de un hotel lujoso. Lo leyó con calma, sentada en el balcón de su habitación, con las luces de la ciudad brillando como constelaciones artificiales a sus pies. El senador Arantes asistiría a una gala en un teatro histórico. Seguridad reforzada, francotiradores en los techos, detectores de metales, un equipo entero de guardaespaldas. Nikki sonrió con suavidad. Era un desafío, y ella los adoraba. Pasó los siguientes días moviéndose como una turista más. Con lentes oscuros y acento extranjero, paseaba por los mismos lugares por donde lo haría su presa. Observaba. Analizaba. Estudiaba la rutina de sus guardaespaldas como si fueran coreografías de ballet. Detectó los huecos, los tiempos muertos, la arrogancia del equipo de seguridad que ya se creía invencible. Era todo lo que necesitaba. La noche del evento, Nikki no usó armas tradicionales. Entró como parte del equipo de catering, con una acreditación falsificada y un moño impecable. Llevaba un pequeño frasco de veneno en la costura de su delantal, una neurotoxina silenciosa que no dejaría rastros en las primeras horas. Durante la cena, esperó su momento. El senador, arrogante como siempre, no dudó en aceptar la copa de vino que ella le ofreció con una sonrisa neutra. "Obrigado", dijo sin saber que acababa de sellar su destino. Salió del edificio antes de que comenzaran los discursos. En el baño del personal, se quitó el uniforme, se quitó la peluca y se puso lentes de contacto marrones. En menos de cinco minutos era otra persona. Caminó entre la multitud con calma, su respiración serena, mientras las sirenas comenzaban a sonar a lo lejos. Horas después, mientras abordaba un vuelo privado hacia Europa, encendió su celular solo para leer un único mensaje: “Trabajo limpio. Depósito recibido.” Nikki apagó el dispositivo. Se acomodó en el asiento y cerró los ojos, como si solo estuviera dormitando entre cielos tranquilos. Otro nombre menos en la lista. Otra pieza corrupta fuera del tablero. No era justicia. No era venganza. Solo era trabajo. Y Nikki era, sin duda, la mejor.
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  • — 𝙰𝚕𝚒𝚖𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝙲𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 —

    —Si los cerdos pudieran votar, el hombre que trae el balde de comida, sería elegido una y otra vez, sin importar cuantos de ellos haya sacrificado antes. Porque el poder no se gana con justicia, ni con mérito, se gana con la ilusión de qué estás alimentando las necesidades más básicas del pueblo.

    Las masas no eligen con la cabeza. Eligen con hambre, con miedo, con la promesa de una ración.

    - Nicolás Maquiavelo (1469-1527).
    — 𝙰𝚕𝚒𝚖𝚎𝚗𝚝𝚊 𝚊 𝚕𝚘𝚜 𝙲𝚎𝚛𝚍𝚘𝚜 — —Si los cerdos pudieran votar, el hombre que trae el balde de comida, sería elegido una y otra vez, sin importar cuantos de ellos haya sacrificado antes. Porque el poder no se gana con justicia, ni con mérito, se gana con la ilusión de qué estás alimentando las necesidades más básicas del pueblo. Las masas no eligen con la cabeza. Eligen con hambre, con miedo, con la promesa de una ración. - Nicolás Maquiavelo (1469-1527).
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  • La llama del Juicio
    Fandom OC
    Categoría Acción
    Tascio A Echeverri

    La noche caía como sudario sobre el valle de Kazan, el viento trayendo consigo el susurro de cenizas antiguas. Su silueta se reflejaba en medio de la noche, la túnica desgastada ondeando suavemente y a su costado una katana oxidada, más reliquia que arma. Sus ojos observaban el camino con una mezcla de precaución y recuerdo aunque este último le era totalmente esquivo.

    Miyabi había seguido rumores, leyendas apenas susurradas entre comerciantes de paso y ancianas que hablaban demasiado "cuando el sake les soltaba la lengua". Todos mencionaban lo mismo: un nombre. Tascio Echeverri. Hechicero, custodio de secretos que no deberían existir. Se decía que vivía en los límites de algún bosque negro, donde las hojas no se caían aunque el invierno las abrazada, donde el aire solo olía a madera húmeda. y a magia vieja. La pista no era sólida, pero era lo único que tenía. Y era mejor que nada de lo que habia tenido en años.

    Se detuvo en el umbral de una construcción casi devorada por la hiedra. Una cabaña o lo que parecia quedar de ella, runas apagadas talladas en piedra alrededor de la entrada.

    Alzó una mano sin temor y tocó la empuñadura de su katana, como si buscara reconectarse con el pasado que no recordaba. Fragmentos rotos de una vida anterior parpadeaban a veces en sus sueños: fuego, un grito, plumas negras cayendo del cielo y una llama, ardiente y colérica, que consumía todo.
    La Llama del Juicio.

    —Tascio Echeverri… —murmuró, apenas audible, mientras el crujido de las hojas que se colaba bajo sus pies anunciaba su llegada."Si sabes algo, si puedes ayudarme a encontrarla, necesito recordar. Necesito justicia..." pensó mientras llamaba a la puerta con los nudillos. Una vez, luego dos.

    El silencio fue espeso. Luego, dentro, algo se movió...
    [demon_of_spirits] La noche caía como sudario sobre el valle de Kazan, el viento trayendo consigo el susurro de cenizas antiguas. Su silueta se reflejaba en medio de la noche, la túnica desgastada ondeando suavemente y a su costado una katana oxidada, más reliquia que arma. Sus ojos observaban el camino con una mezcla de precaución y recuerdo aunque este último le era totalmente esquivo. Miyabi había seguido rumores, leyendas apenas susurradas entre comerciantes de paso y ancianas que hablaban demasiado "cuando el sake les soltaba la lengua". Todos mencionaban lo mismo: un nombre. Tascio Echeverri. Hechicero, custodio de secretos que no deberían existir. Se decía que vivía en los límites de algún bosque negro, donde las hojas no se caían aunque el invierno las abrazada, donde el aire solo olía a madera húmeda. y a magia vieja. La pista no era sólida, pero era lo único que tenía. Y era mejor que nada de lo que habia tenido en años. Se detuvo en el umbral de una construcción casi devorada por la hiedra. Una cabaña o lo que parecia quedar de ella, runas apagadas talladas en piedra alrededor de la entrada. Alzó una mano sin temor y tocó la empuñadura de su katana, como si buscara reconectarse con el pasado que no recordaba. Fragmentos rotos de una vida anterior parpadeaban a veces en sus sueños: fuego, un grito, plumas negras cayendo del cielo y una llama, ardiente y colérica, que consumía todo. La Llama del Juicio. —Tascio Echeverri… —murmuró, apenas audible, mientras el crujido de las hojas que se colaba bajo sus pies anunciaba su llegada."Si sabes algo, si puedes ayudarme a encontrarla, necesito recordar. Necesito justicia..." pensó mientras llamaba a la puerta con los nudillos. Una vez, luego dos. El silencio fue espeso. Luego, dentro, algo se movió...
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  • 𝘗𝘢𝘳𝘦𝘤𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘱𝘰𝘤𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘪𝘥𝘰...
    Fandom Harry Potter
    Categoría Acción

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ... ¿𝘕𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦?

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤꮪꭲꭺꭱꭲꭼꭱ ꮲꭺꭱꭺ Diego Alejandro De La Vega

    Puede que aquello fuera el karma.
    Había abandonado a Cameron poco tiempo después de prometerse, por puro y duro miedo, y ahora Brandon con quien volvía a estaba prometida, de quien era el anillo que lucía en su mano, estaba cada vez más alejado de ella, mas perdido en su propio mundo, un mundo al que ella al parecer no estaba invitada. Y no sabía cómo hacerle volver.
    Si, claramente podia ser el karma, y si era así, no tenía opción de réplica. Ella había sido una mala persona, se había comportado mal con Keane, y ahora pagaba sus consecuencias.
    Haber actuado así de mal por miedo no la excusaba, y lo sabía.

    Aquel día, otro en el que se despertaba sola en la casa que Birdwhistle y ella compartían, había decidido salir de allí. No iba a quedarse esperando un día mas, no iba a poner sus esperanzas en que Brandon volviera cuando sabía a ciencia cierta que no lo haría. Seguramente ni si quiera estaba en el país. De modo que no tarda en dejar atrás aquella casa vacía, solitaria y fría y presentarse sin avisar en la de sus padres. Allí también podría no haber nadie, también podría estar sola, pero aquella casa era su hogar…

    Al final es su madre quien termina por darle la bienvenida a pesar de que tenía visita. La joven bruja abraza a su madre, sonriendo y ocultando su pesar, y después saluda a Ignacia Salvatierra, una mujer que hacia demasiado tiempo que no veía y la cual estaba realmente encantada de verla.

    — Tu madre y yo nos mantenemos al día cielo, pero siempre es un gusto verte en persona, y no en fotos que no te hacen justicia, estas preciosa, Danielle, querida.

    — Muchas gracias Ignacia, de veras, yo también me alegro de verla.

    — Enhorabuena por cierto, tu madre me ha dicho que estas comprometida… — la mujer más mayor no se corta y toma la mano de la bruja para observar el anillo antes de añadir. — Esperaremos ansiosos la invitación querida.

    Perfecto, ahora tenía como mínimo dos personas más que añadir a una lista de bodas que no hacía más que coger polvo en un cajón de su escritorio ante la inoperancia de Brandon frente a ese tema.

    — Pues claro, estan más que invitados, usted, su marido, y Diego con toda la familia, ¿Qué es de él? ¿Ya es abuela?

    Si la buena Ignacia no tenía ningún tipo de filtro o reparo en meterse en su vida, suponía que ella podia pagarle con la misma moneda, pero el rostro de la mujer se ensombrece en respuesta y Danielle no espera lo que la invitada de su madre le cuenta.

    >> ¿Debería dejar una nota? Suponía que sí. De modo que garabatea en un papel que deja pegado en el frigorífico unas palabras realmente escuetas “M𝑒 𝑣o𝑦 𝑑e v𝑖a𝑗e, 𝑛o𝑠 𝑣e𝑚o𝑠 𝑎 𝑙a v𝑢e𝑙t𝑎. D.F”
    Y sin más preámbulos Danielle desaparece de su casa, con una pequeña maleta en la mano, una dirección en la contraria y la idea de reencontrarse con un viejo amigo.
    El Ministerio de Magia era un caos de personas yendo y viniendo, pero por suerte en poco más de un par de horas (no había demasiadas solicitudes para viajar en ese momento), Danielle estaba frente al traslador que la iba a llevar hasta el departamento homónimo del MACUSA en Estados Unidos.

    Mientras bajaba los escalones de la entrada del MACUSA en su mente repasaba las indicaciones que le habían facilitado para llegar a su destino, y sus pasos no vacilan hasta llegar a frente a la puerta del despacho.
    Por suerte, de nuevo, para ella, llegaba en horario laboral de modo que empuja la puerta.

    — Bienvenida… ¿Cuál es su nombre? ¿Tiene cita?

    — Lo cierto es que no, pero buscaba al señor De La Vega.

    — Lo siento pero el señor De La Vega no atiende sin cita previa.

    — Soy una vieja amiga, no vengo por trabajo…

    — Bueno, pues entonces espere a que termine y listo.

    Danielle fulmina a aquella impertinente bruja con la mirada, no le había caído bien desde un principio, desde que había escuchado su desagradable y aguda vocecilla, de modo que la esquiva, a ella a su mesa, y abre la puerta del despacho de Diego sin ningún preámbulo, llamada o anuncio.

    — ¿No le ha dicho mi secretaria que no atiendo sin cita previa?

    — ¿Ni si quiera a mí, Diego? ¿Esa es manera de tratar a los viejos amigos?


    𝐹𝑜𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 Hope Mikaelson
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ... ¿𝘕𝘦𝘤𝘦𝘴𝘪𝘵𝘢𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘦 𝘦𝘯𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦? ㅤㅤㅤㅤㅤㅤꮪꭲꭺꭱꭲꭼꭱ ꮲꭺꭱꭺ [THER0GUEAUROR] Puede que aquello fuera el karma. Había abandonado a Cameron poco tiempo después de prometerse, por puro y duro miedo, y ahora Brandon con quien volvía a estaba prometida, de quien era el anillo que lucía en su mano, estaba cada vez más alejado de ella, mas perdido en su propio mundo, un mundo al que ella al parecer no estaba invitada. Y no sabía cómo hacerle volver. Si, claramente podia ser el karma, y si era así, no tenía opción de réplica. Ella había sido una mala persona, se había comportado mal con Keane, y ahora pagaba sus consecuencias. Haber actuado así de mal por miedo no la excusaba, y lo sabía. Aquel día, otro en el que se despertaba sola en la casa que Birdwhistle y ella compartían, había decidido salir de allí. No iba a quedarse esperando un día mas, no iba a poner sus esperanzas en que Brandon volviera cuando sabía a ciencia cierta que no lo haría. Seguramente ni si quiera estaba en el país. De modo que no tarda en dejar atrás aquella casa vacía, solitaria y fría y presentarse sin avisar en la de sus padres. Allí también podría no haber nadie, también podría estar sola, pero aquella casa era su hogar… Al final es su madre quien termina por darle la bienvenida a pesar de que tenía visita. La joven bruja abraza a su madre, sonriendo y ocultando su pesar, y después saluda a Ignacia Salvatierra, una mujer que hacia demasiado tiempo que no veía y la cual estaba realmente encantada de verla. — Tu madre y yo nos mantenemos al día cielo, pero siempre es un gusto verte en persona, y no en fotos que no te hacen justicia, estas preciosa, Danielle, querida. — Muchas gracias Ignacia, de veras, yo también me alegro de verla. — Enhorabuena por cierto, tu madre me ha dicho que estas comprometida… — la mujer más mayor no se corta y toma la mano de la bruja para observar el anillo antes de añadir. — Esperaremos ansiosos la invitación querida. Perfecto, ahora tenía como mínimo dos personas más que añadir a una lista de bodas que no hacía más que coger polvo en un cajón de su escritorio ante la inoperancia de Brandon frente a ese tema. — Pues claro, estan más que invitados, usted, su marido, y Diego con toda la familia, ¿Qué es de él? ¿Ya es abuela? Si la buena Ignacia no tenía ningún tipo de filtro o reparo en meterse en su vida, suponía que ella podia pagarle con la misma moneda, pero el rostro de la mujer se ensombrece en respuesta y Danielle no espera lo que la invitada de su madre le cuenta. >> ¿Debería dejar una nota? Suponía que sí. De modo que garabatea en un papel que deja pegado en el frigorífico unas palabras realmente escuetas “M𝑒 𝑣o𝑦 𝑑e v𝑖a𝑗e, 𝑛o𝑠 𝑣e𝑚o𝑠 𝑎 𝑙a v𝑢e𝑙t𝑎. D.F” Y sin más preámbulos Danielle desaparece de su casa, con una pequeña maleta en la mano, una dirección en la contraria y la idea de reencontrarse con un viejo amigo. El Ministerio de Magia era un caos de personas yendo y viniendo, pero por suerte en poco más de un par de horas (no había demasiadas solicitudes para viajar en ese momento), Danielle estaba frente al traslador que la iba a llevar hasta el departamento homónimo del MACUSA en Estados Unidos. Mientras bajaba los escalones de la entrada del MACUSA en su mente repasaba las indicaciones que le habían facilitado para llegar a su destino, y sus pasos no vacilan hasta llegar a frente a la puerta del despacho. Por suerte, de nuevo, para ella, llegaba en horario laboral de modo que empuja la puerta. — Bienvenida… ¿Cuál es su nombre? ¿Tiene cita? — Lo cierto es que no, pero buscaba al señor De La Vega. — Lo siento pero el señor De La Vega no atiende sin cita previa. — Soy una vieja amiga, no vengo por trabajo… — Bueno, pues entonces espere a que termine y listo. Danielle fulmina a aquella impertinente bruja con la mirada, no le había caído bien desde un principio, desde que había escuchado su desagradable y aguda vocecilla, de modo que la esquiva, a ella a su mesa, y abre la puerta del despacho de Diego sin ningún preámbulo, llamada o anuncio. — ¿No le ha dicho mi secretaria que no atiendo sin cita previa? — ¿Ni si quiera a mí, Diego? ¿Esa es manera de tratar a los viejos amigos? 𝐹𝑜𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 [thetribrid]
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    La oscuridad nunca fue algo que asustara a Joon. De hecho, había aprendido a caminar dentro de ella con paso firme, como si llevarla en los hombros fuera parte del uniforme. Su deber no es huirle a las sombras, sino adentrarse en ellas, encontrar en su centro lo que otros preferían ignorar. Y así, noche tras noche, entre informes, cicatrices y silencios, Joon va construyendo un pacto consigo mismo: ser luz donde nadie más se atreve a mirar.

    Es un hombre que toca la oscuridad sin pertenecerle, que se acerca a los bordes del abismo con la calma de quien ya ha sido probado. La justicia no siempre es limpia, y él lo sabe. A veces se ve reflejado en rostros que ya no puede salvar, en errores que aprendió demasiado tarde. Pero sigue. Porque alguien tiene que hacerlo. Porque aún cree, a pesar del cansancio, que su causa tiene sentido.

    Él no es un héroe. Nunca quiso serlo. Es Joon. Un detective que ama su oficio no porque sea fácil, sino porque, incluso en lo roto, en lo difícil, en lo solitario, eligió creer. No se trata de una esperanza ciega ni de ideales románticos sobre el bien y el mal. Es una decisión áspera, tomada con los dientes apretados después de ver cómo la corrupción se disfraza de orden y cómo la verdad se entierra con silencios bien pagados.

    Un tipo de fe que no necesita testigos ni aplausos; basta con que saber que hizo lo correcto, aun si nadie más lo ve, aun si a veces ni siquiera puede explicarlo. Porque en un mundo donde las líneas se difuminan, alguien tiene que recordar dónde estaba la frontera, aunque sea con los pies hundidos en el lodo.

    #nightfallrevenge
    La oscuridad nunca fue algo que asustara a Joon. De hecho, había aprendido a caminar dentro de ella con paso firme, como si llevarla en los hombros fuera parte del uniforme. Su deber no es huirle a las sombras, sino adentrarse en ellas, encontrar en su centro lo que otros preferían ignorar. Y así, noche tras noche, entre informes, cicatrices y silencios, Joon va construyendo un pacto consigo mismo: ser luz donde nadie más se atreve a mirar. Es un hombre que toca la oscuridad sin pertenecerle, que se acerca a los bordes del abismo con la calma de quien ya ha sido probado. La justicia no siempre es limpia, y él lo sabe. A veces se ve reflejado en rostros que ya no puede salvar, en errores que aprendió demasiado tarde. Pero sigue. Porque alguien tiene que hacerlo. Porque aún cree, a pesar del cansancio, que su causa tiene sentido. Él no es un héroe. Nunca quiso serlo. Es Joon. Un detective que ama su oficio no porque sea fácil, sino porque, incluso en lo roto, en lo difícil, en lo solitario, eligió creer. No se trata de una esperanza ciega ni de ideales románticos sobre el bien y el mal. Es una decisión áspera, tomada con los dientes apretados después de ver cómo la corrupción se disfraza de orden y cómo la verdad se entierra con silencios bien pagados. Un tipo de fe que no necesita testigos ni aplausos; basta con que saber que hizo lo correcto, aun si nadie más lo ve, aun si a veces ni siquiera puede explicarlo. Porque en un mundo donde las líneas se difuminan, alguien tiene que recordar dónde estaba la frontera, aunque sea con los pies hundidos en el lodo. #nightfallrevenge
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