• Mis jardines son los mas bellos del Olimpo sin duda. Pero como para que alguien que no voy a mencionar su nombre Pero es el estúpido hijo de Zeus, ensucie mis preciosos pastos.

    —Aphrodite

    #mitologiagriega #humor #afrodita #jardin
    Mis jardines son los mas bellos del Olimpo sin duda. Pero como para que alguien que no voy a mencionar su nombre Pero es el estúpido hijo de Zeus, ensucie mis preciosos pastos. —Aphrodite #mitologiagriega #humor #afrodita #jardin
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  • Llegadas y secretos
    Categoría Aventura
    ᴬⁿⁱˡˡᵒ Superchica Kᵃʳᵃ ᙆᵒʳ⁻ᴱˡ

    "May the road rise up to meet you, may the wind be always at your back."

    Hope siempre había sido una pequeña tormenta con nombre propio. Su cabello rojo revuelto, botas gastadas y una actitud que hacía fruncir el ceño a cualquier adulto con autoridad. Había pasado los diecisiete años de su vida en un rincón lluvioso de Irlanda, donde los días grises combinaban perfectamente con su humor en la mayoria de los días grises y lluviosos.

    Así que cuando le ofrecieron un programa de intercambio para estudiar en otro país, no lo pensó dos veces. Escapar y ver algo más. Empezar de cero, aunque fuera por unos meses. Extrañaria a sus ovejas, su familia, el olor del campo pero era hora de un cambio drástico para ella. Lo que no esperaba era terminar en un barrio tan perfectamente americano que parecía sacado de una película. Casas blancas con jardines cuidados, vecinos sonrientes y una escuela que parecía más un centro comercial que un instituto.

    La familia que la había recibido estaba compuesta principalmente por una mujer llamada Kara. Pero desde que llegó, Kara habia sido una especie de sombra presente. Parecía sumamente ocupada y aunque Hope ya estaba en edad de cuidarse sola no estaba acostumbrada a tanta libertad. Habia escuchado de lo liberal que eran los yankees pero a pesar que siempre habia un plato de comida en su mesa Hope comenzaba a sentirse un poco sola.

    Habia algo en Kara que encontraba un poco raro. En las dos semanas que llevaba allí, apenas la habia visto un par de veces, y siempre entrando o saliendo apresuradamente, como si quisiera evitar ser vista.

    Su cuarto estaba siempre cerrado con llave como si escondiera un gran secreto que nadie podia revelar. Por supuesto, pensar que algo realmente extraño pasaba no se le cruzaba por la cabeza. Había crecido con historias de superhéroes, sí, pero como cualquiera: en cómics, películas y cuentos para no dormir. La vida real no era así. ¿O sí? Se pregunto aquella noche que intentaba seguirle el paso en medio de la oscuridad.
    [An0uk] "May the road rise up to meet you, may the wind be always at your back." Hope siempre había sido una pequeña tormenta con nombre propio. Su cabello rojo revuelto, botas gastadas y una actitud que hacía fruncir el ceño a cualquier adulto con autoridad. Había pasado los diecisiete años de su vida en un rincón lluvioso de Irlanda, donde los días grises combinaban perfectamente con su humor en la mayoria de los días grises y lluviosos. Así que cuando le ofrecieron un programa de intercambio para estudiar en otro país, no lo pensó dos veces. Escapar y ver algo más. Empezar de cero, aunque fuera por unos meses. Extrañaria a sus ovejas, su familia, el olor del campo pero era hora de un cambio drástico para ella. Lo que no esperaba era terminar en un barrio tan perfectamente americano que parecía sacado de una película. Casas blancas con jardines cuidados, vecinos sonrientes y una escuela que parecía más un centro comercial que un instituto. La familia que la había recibido estaba compuesta principalmente por una mujer llamada Kara. Pero desde que llegó, Kara habia sido una especie de sombra presente. Parecía sumamente ocupada y aunque Hope ya estaba en edad de cuidarse sola no estaba acostumbrada a tanta libertad. Habia escuchado de lo liberal que eran los yankees pero a pesar que siempre habia un plato de comida en su mesa Hope comenzaba a sentirse un poco sola. Habia algo en Kara que encontraba un poco raro. En las dos semanas que llevaba allí, apenas la habia visto un par de veces, y siempre entrando o saliendo apresuradamente, como si quisiera evitar ser vista. Su cuarto estaba siempre cerrado con llave como si escondiera un gran secreto que nadie podia revelar. Por supuesto, pensar que algo realmente extraño pasaba no se le cruzaba por la cabeza. Había crecido con historias de superhéroes, sí, pero como cualquiera: en cómics, películas y cuentos para no dormir. La vida real no era así. ¿O sí? Se pregunto aquella noche que intentaba seguirle el paso en medio de la oscuridad.
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  • No solía interferir en las celebraciones mortales, pero esa mañana, al sentir el murmullo de miles de niños soñando con huevos de colores, conejos mágicos y risas en jardines soleados, decidió intervenir. Se envolvió en su manto de niebla y descendió suavemente al mundo de los vivos, no como una sombra, sino como una brisa cálida que acaricia los párpados.
    No solía interferir en las celebraciones mortales, pero esa mañana, al sentir el murmullo de miles de niños soñando con huevos de colores, conejos mágicos y risas en jardines soleados, decidió intervenir. Se envolvió en su manto de niebla y descendió suavemente al mundo de los vivos, no como una sombra, sino como una brisa cálida que acaricia los párpados.
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  • Quietud. Concentración. Precisión. Y lo más importante: talento.

    Un conjunto de atributos que, sin duda, el joven amo de la familia poseía y desplegaba en estos precisos momentos.
    De hecho, era la viva imagen: los ojos fijos en la tarea con la precisión de un cirujano y rostro profundamente ensimismado en la pintura.
    El pincel se deslizaba cuidadosamente sobre el lienzo de calcio, pintando al adorable conejo antropomórfico y brindándole vida con sus vibrantes colores.

    —¡Está listo! —exclamó con expresión satisfecha, levantando el huevo y mostrándolo con orgullo.

    Todos aplaudieron.

    —¡Excelente, joven amo! —dijo el cocinero.

    —¡Este año se ha esmerado! —añadió la sirvienta.

    —¡Se ve lindo! —se sumó el jardinero.

    —Ese conejo se ve delicioso —dijo una de las serpientes de Snake, a quien se le había abierto el apetito viendo al pequeño animal dibujado.

    —Como era de esperarse del joven amo, un trabajo impecable —aplaudió el mayordomo.

    Sus padres asintieron con aprobación.

    Pero entre todos ellos, quien mostró más ímpetu fue la tía Lizzy.

    —¡Es taaan bonito~! —se acercó, para observalo de cerca con los ojos brillantes. —¿¡Puedo quedármelo!?

    —Yo— pero antes de que pudiera responderle, fue interrumpido por su padre.

    —No puedes —dijo Charles Grey, con una ceja arqueada y una sonrisa competitiva. —Tienes que ganártelo en la búsqueda

    Por alguna razón, entre ellos existía una rivalidad que Jean entendía como estrictamente deportiva. Ambos eran usuarios de florete, maestros en la esgrima, y no perdían oportunidad para medir su fuerza en cada ocasión.
    Y cuando se hablaba de competiciones, su otro padre, el conde Phantomhive, no podía evitar unirse con esa sonrisa arrogante y con Sebastián guiándolo en cada paso.

    —Lo lamento, Lizzy —dijo Ciel. —Pero así se ha establecido.

    La susodicha hizo un puchero, pero, en pocos segundos, asintió, de lo más dispuesta a participar.

    —¡Entonces! —miró a Jean con determinación—, ¡guardalo bien, porque vendré a buscarlo cuando gane!

    Asintió, curioso por averiguar si, efectivamente, cumpliría con su palabra y ganaría.

    .
    .
    .

    Efectivamente… tía Lizzy perdió.

    Ciel había ganado, pero, miró a Jean en busca de su autorización, y entendiendo sus intenciones, él asintió.

    —Toma —le ofreció el huevo decorado con una sonrisa. —Yo ya tengo muchos como estos, y estoy seguro que Jean quiere que obtengas este.

    Jean asintió para secundarlo.

    Conmovida, su tía lo abrazó fuertemente, y en una muestra de gran torpeza, su padre soltó el huevo y este cayó al suelo, quebrándose en pedazos.

    —Ah —dejó salir tontamente Ciel.

    Ese día, Jean tuvo que pintar otro huevo para detener las lágrimas de su tía.

    ___

    | Escrito express. Realmente no es de los mejores. Pero no podía dejar de imaginarme a Jean decorando un huevo, lo demás un agregado improvisado jkajka.

    Esto no conecta con ninguna trama.
    Quietud. Concentración. Precisión. Y lo más importante: talento. Un conjunto de atributos que, sin duda, el joven amo de la familia poseía y desplegaba en estos precisos momentos. De hecho, era la viva imagen: los ojos fijos en la tarea con la precisión de un cirujano y rostro profundamente ensimismado en la pintura. El pincel se deslizaba cuidadosamente sobre el lienzo de calcio, pintando al adorable conejo antropomórfico y brindándole vida con sus vibrantes colores. —¡Está listo! —exclamó con expresión satisfecha, levantando el huevo y mostrándolo con orgullo. Todos aplaudieron. —¡Excelente, joven amo! —dijo el cocinero. —¡Este año se ha esmerado! —añadió la sirvienta. —¡Se ve lindo! —se sumó el jardinero. —Ese conejo se ve delicioso —dijo una de las serpientes de Snake, a quien se le había abierto el apetito viendo al pequeño animal dibujado. —Como era de esperarse del joven amo, un trabajo impecable —aplaudió el mayordomo. Sus padres asintieron con aprobación. Pero entre todos ellos, quien mostró más ímpetu fue la tía Lizzy. —¡Es taaan bonito~! —se acercó, para observalo de cerca con los ojos brillantes. —¿¡Puedo quedármelo!? —Yo— pero antes de que pudiera responderle, fue interrumpido por su padre. —No puedes —dijo Charles Grey, con una ceja arqueada y una sonrisa competitiva. —Tienes que ganártelo en la búsqueda Por alguna razón, entre ellos existía una rivalidad que Jean entendía como estrictamente deportiva. Ambos eran usuarios de florete, maestros en la esgrima, y no perdían oportunidad para medir su fuerza en cada ocasión. Y cuando se hablaba de competiciones, su otro padre, el conde Phantomhive, no podía evitar unirse con esa sonrisa arrogante y con Sebastián guiándolo en cada paso. —Lo lamento, Lizzy —dijo Ciel. —Pero así se ha establecido. La susodicha hizo un puchero, pero, en pocos segundos, asintió, de lo más dispuesta a participar. —¡Entonces! —miró a Jean con determinación—, ¡guardalo bien, porque vendré a buscarlo cuando gane! Asintió, curioso por averiguar si, efectivamente, cumpliría con su palabra y ganaría. . . . Efectivamente… tía Lizzy perdió. Ciel había ganado, pero, miró a Jean en busca de su autorización, y entendiendo sus intenciones, él asintió. —Toma —le ofreció el huevo decorado con una sonrisa. —Yo ya tengo muchos como estos, y estoy seguro que Jean quiere que obtengas este. Jean asintió para secundarlo. Conmovida, su tía lo abrazó fuertemente, y en una muestra de gran torpeza, su padre soltó el huevo y este cayó al suelo, quebrándose en pedazos. —Ah —dejó salir tontamente Ciel. Ese día, Jean tuvo que pintar otro huevo para detener las lágrimas de su tía. ___ | Escrito express. Realmente no es de los mejores. Pero no podía dejar de imaginarme a Jean decorando un huevo, lo demás un agregado improvisado jkajka. Esto no conecta con ninguna trama.
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  • Florencia, 1873
    Fandom Fantasma de la Ópera
    Categoría Drama
    Rol cerrado con ࣪ 𝐄𝐑𝐈𝐊 𝐃𝐄𝐒𝐓𝐋𝐄𝐑. Favor de no comentar.
    ————☫————

    Habían salido de París a toda velocidad con unas escasas pertenencias. Todo se les había ido de las manos. Raoul y Christine habían jugado tan, tan sucio queriendo hacer creer al Fantasma que habían matado a Elettra, que no les había quedado más remedio que arrasarlo todo hasta los cimientos y buscar la manera de empezar de cero. Elettra había sido clara en su postura: no iba a separarse de Erik, no iba a abandonar a Erik. Llevaban dos años siendo pareja, y además, una pareja que había vivido lo indecible desde el principio.

    Mientras la Ópera Populaire ardía hasta los cimientos, Elettra había reunido un escueto equipaje con el que podrían sobrevivir hasta llegar a Florencia. Sus padres no la esperaban, y menos aún esperaban que volviera acompañada. Francia ya no era segura.

    Tardaron tres días en llegar a la ciudad de los Medici. El ferrocarril que los dejó en la estación arribó a mediodía; se apreciaba el fin del invierno con las primeras flores mostrando los colores de sus pétalos en los jardines tan bien cuidados. Era necesario tomar un carruaje que los llevara hasta el barrio del Oltrarno, donde vivía la familia Dantelli desde hacía generaciones.

    Cuando por fin se cerraron las puertas, Elettra miró a Erik con ternura.

    ━¿Nervioso, mio cuore?━le preguntó con un susurro. Porque ella... no era que estuviera nerviosa.

    Estaba histérica.

    Y en el fondo, no podía evitar temer que sus padres rechazaran a Erik, pese a que conocían su existencia y sabían bien todo lo que significaba para Elettra.
    Rol cerrado con [FANTOME]. Favor de no comentar. ————☫———— Habían salido de París a toda velocidad con unas escasas pertenencias. Todo se les había ido de las manos. Raoul y Christine habían jugado tan, tan sucio queriendo hacer creer al Fantasma que habían matado a Elettra, que no les había quedado más remedio que arrasarlo todo hasta los cimientos y buscar la manera de empezar de cero. Elettra había sido clara en su postura: no iba a separarse de Erik, no iba a abandonar a Erik. Llevaban dos años siendo pareja, y además, una pareja que había vivido lo indecible desde el principio. Mientras la Ópera Populaire ardía hasta los cimientos, Elettra había reunido un escueto equipaje con el que podrían sobrevivir hasta llegar a Florencia. Sus padres no la esperaban, y menos aún esperaban que volviera acompañada. Francia ya no era segura. Tardaron tres días en llegar a la ciudad de los Medici. El ferrocarril que los dejó en la estación arribó a mediodía; se apreciaba el fin del invierno con las primeras flores mostrando los colores de sus pétalos en los jardines tan bien cuidados. Era necesario tomar un carruaje que los llevara hasta el barrio del Oltrarno, donde vivía la familia Dantelli desde hacía generaciones. Cuando por fin se cerraron las puertas, Elettra miró a Erik con ternura. ━¿Nervioso, mio cuore?━le preguntó con un susurro. Porque ella... no era que estuviera nerviosa. Estaba histérica. Y en el fondo, no podía evitar temer que sus padres rechazaran a Erik, pese a que conocían su existencia y sabían bien todo lo que significaba para Elettra.
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  • ✞ঔৣ۝G 🄲🄻🄰🅂🄴🅂 🄳🄴 🄱🅁🅄🄹🄰 ۝ঔৣ✞
    Fandom Oc's
    Categoría Fantasía
    -muy buenos dias queridos invitados, o alumnos?- solto unas risitas -me alegra que decidieran tomar esta clase libre, yo soy Bloom su maestra- el bebe que cargaba en brazos parecio querer llamar la atencion -claro que no lo olvide, este de aqui es mi segundo al mando mi pequeño Aruna- el bebe asintio con la cabeza

    -muchos se estaran preguntando como llegaron aqui no es asi?, este es el valle atardecer, cuando tomaron la invitacion que se les ofrecio una teletransportacion magica fue programada para ustedes, no se preocupen volveran a casa directamente de aqui cuando acabemos o antes si lo desean- chasqueo los dedos y detras de ellos de abrio un portal -ahora, es una clase libre como ya mencione, en estos valles hay toda clase de criaturas y hierbas magicas inofensivas, como lo son los golems de jardin- se agacho y bajo la mano, una piedra con musgo salto a su palama y se la mostro a los demas -su tarea de hoy es encontrar cosas que les interesen y yo me encargare de explicarles que son y que pueden hacer con ellas, asi que adelante y a dar rienda suelta a su curiosidad- hablo con emocion y alegria

    ★彡『 sɪᴇɴᴛᴀɴsᴇ ʟɪʙʀᴇs ᴅᴇ ᴘᴀʀᴛɪᴄɪᴘᴀʀ ʏ ᴜɴɪʀsᴇ ᴀ ʟᴀ ᴄʟᴀsᴇ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ʙʀᴜᴊᴀ 』彡★
    -muy buenos dias queridos invitados, o alumnos?- solto unas risitas -me alegra que decidieran tomar esta clase libre, yo soy Bloom su maestra- el bebe que cargaba en brazos parecio querer llamar la atencion -claro que no lo olvide, este de aqui es mi segundo al mando mi pequeño Aruna- el bebe asintio con la cabeza -muchos se estaran preguntando como llegaron aqui no es asi?, este es el valle atardecer, cuando tomaron la invitacion que se les ofrecio una teletransportacion magica fue programada para ustedes, no se preocupen volveran a casa directamente de aqui cuando acabemos o antes si lo desean- chasqueo los dedos y detras de ellos de abrio un portal -ahora, es una clase libre como ya mencione, en estos valles hay toda clase de criaturas y hierbas magicas inofensivas, como lo son los golems de jardin- se agacho y bajo la mano, una piedra con musgo salto a su palama y se la mostro a los demas -su tarea de hoy es encontrar cosas que les interesen y yo me encargare de explicarles que son y que pueden hacer con ellas, asi que adelante y a dar rienda suelta a su curiosidad- hablo con emocion y alegria ★彡『 sɪᴇɴᴛᴀɴsᴇ ʟɪʙʀᴇs ᴅᴇ ᴘᴀʀᴛɪᴄɪᴘᴀʀ ʏ ᴜɴɪʀsᴇ ᴀ ʟᴀ ᴄʟᴀsᴇ ᴅᴇ ᴇsᴛᴀ ʙʀᴜᴊᴀ 』彡★
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  • Camina hacia su pequeña casa , o mas bien la casa de jardinero en donde habita la joven doncella de largos mechones dorados , despues de haber terminando sus
    Quehaceres

    Para llegar a su pequeña casita tendria que atravesar un pequeño bosque perteneciente a la casa del Duque. La humedad se podria sentir en el aire , el olor a tierra mojada era tan fascinante.

    El bosque era silencioso, o bueno hasta que escuchabun leve gimoteo entre los arbustos, al revisar , Layla, se encuentra con un pequeño pichon el cual habria caido del nido. Con sumo cuidado toma al pequeño y dice

    -"no te preocupes pequeñin, te ayudare"-dice con un tono relajado
    Camina hacia su pequeña casa , o mas bien la casa de jardinero en donde habita la joven doncella de largos mechones dorados , despues de haber terminando sus Quehaceres Para llegar a su pequeña casita tendria que atravesar un pequeño bosque perteneciente a la casa del Duque. La humedad se podria sentir en el aire , el olor a tierra mojada era tan fascinante. El bosque era silencioso, o bueno hasta que escuchabun leve gimoteo entre los arbustos, al revisar , Layla, se encuentra con un pequeño pichon el cual habria caido del nido. Con sumo cuidado toma al pequeño y dice -"no te preocupes pequeñin, te ayudare"-dice con un tono relajado
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  • — ¿Qué puedo plantar hoy? Tal vez unas zanahorias, creo que en el club de jardinería nadie lo ha hecho, ¡Seré la primera en hacerlo! — Dice y procede a trabajar en su cultivo.
    — ¿Qué puedo plantar hoy? Tal vez unas zanahorias, creo que en el club de jardinería nadie lo ha hecho, ¡Seré la primera en hacerlo! — Dice y procede a trabajar en su cultivo.
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  • Razor se encontraba recostado en uno de los jardines en Mondstadt. Estaba jugando una marioneta que le había regalado Marjorie, la encargada de la tienda de recuerdos.

    —Tal vez.. gustar a Chica explosiva...
    Razor se encontraba recostado en uno de los jardines en Mondstadt. Estaba jugando una marioneta que le había regalado Marjorie, la encargada de la tienda de recuerdos. —Tal vez.. gustar a Chica explosiva...
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  • Desde su atalaya celeste, Zeus observaba sin ser visto. El Olimpo, a pesar de su esplendor, se había convertido en un teatro de escándalos y excesos. Entre columnas de mármol y jardines colgantes, jóvenes dioses y diosas se entregaban a juegos amorosos sin pudor alguno. Besos robados, caricias descaradas y promesas susurradas llenaban cada rincón de los pasillos, incluso ante la vista de los mortales que osaban asomarse a las nubes.

    Zeus, rey de dioses, no podía evitar sentir una mezcla de fastidio y humillación. ¿Acaso el Olimpo no era un símbolo de poder y respeto? ¿Qué pensarían los héroes, los reyes y hasta los titanes cautivos, al ver que el sagrado hogar de los inmortales parecía una comedia romántica sin control?

    Fue entonces, tras una reunión silenciosa en su propio pensamiento, que decretó con voz firme y trueno estruendoso

    — ¡Desde hoy, ningún dios o diosa osará besarse fuera de sus aposentos! El amor no será prohibido, pero el descaro sí.—

    La orden resonó por todo el Olimpo como un rayo partiendo la montaña. Desde entonces, los jardines se volvieron más sobrios, las columnas dejaron de ser testigos de besos furtivos y, aunque muchos dioses susurraban entre dientes sobre la dureza de Zeus, nadie se atrevía a desobedecerlo... al menos no cuando él miraba.

    En secreto, claro, todos sabían que el primero en romper la regla sería el propio Zeus.

    #MisionEspecial

    Desde su atalaya celeste, Zeus observaba sin ser visto. El Olimpo, a pesar de su esplendor, se había convertido en un teatro de escándalos y excesos. Entre columnas de mármol y jardines colgantes, jóvenes dioses y diosas se entregaban a juegos amorosos sin pudor alguno. Besos robados, caricias descaradas y promesas susurradas llenaban cada rincón de los pasillos, incluso ante la vista de los mortales que osaban asomarse a las nubes. Zeus, rey de dioses, no podía evitar sentir una mezcla de fastidio y humillación. ¿Acaso el Olimpo no era un símbolo de poder y respeto? ¿Qué pensarían los héroes, los reyes y hasta los titanes cautivos, al ver que el sagrado hogar de los inmortales parecía una comedia romántica sin control? Fue entonces, tras una reunión silenciosa en su propio pensamiento, que decretó con voz firme y trueno estruendoso — ¡Desde hoy, ningún dios o diosa osará besarse fuera de sus aposentos! El amor no será prohibido, pero el descaro sí.— La orden resonó por todo el Olimpo como un rayo partiendo la montaña. Desde entonces, los jardines se volvieron más sobrios, las columnas dejaron de ser testigos de besos furtivos y, aunque muchos dioses susurraban entre dientes sobre la dureza de Zeus, nadie se atrevía a desobedecerlo... al menos no cuando él miraba. En secreto, claro, todos sabían que el primero en romper la regla sería el propio Zeus. #MisionEspecial
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