• Jimoto aterrizó sobre la farola de un poste, observando la escena desde arriba. En la esquina de la avenida, un grupo de maleantes armados había rodeado a varios transeúntes, exigiéndoles sus pertenencias con amenazas. Uno de ellos agitaba un arma en el aire, gritando órdenes mientras los demás revisaban bolsillos y bolsos.

    Jimoto chasqueó la lengua. Ya había visto suficiente.

    —No es su día de suerte, chicos —dijo, dejándose caer del poste con un giro acrobático.

    Los maleantes se sobresaltaron cuando su figura impactó el suelo con un leve crujido del pavimento. Uno de ellos, el del arma, reaccionó de inmediato y apuntó directo a su cabeza.

    —¡¿Quién demonios eres tú?!

    Jimoto inclinó la cabeza, con las manos en la cintura.

    —¿De verdad? ¿Aún no me reconocen? Qué decepción…

    El criminal no dudó. Jaló el gatillo.

    *¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!*

    Las balas salieron disparadas, pero Jimoto apenas se inmutó. Con un movimiento veloz, levantó la mano y atrapó los proyectiles en el aire, uno tras otro. Los casquillos calientes se deslizaron por su palma antes de caer al suelo con un tintineo metálico.

    El silencio fue absoluto.

    Los maleantes quedaron boquiabiertos. Uno de ellos, el más joven, murmuró con la voz temblorosa:

    —N-no puede ser…

    Jimoto abrió la mano, dejando que los proyectiles cayesen al asfalto. Luego, levantó la mirada y sonrió con confianza.

    —¿Qué decían de suerte?

    El que había disparado se puso pálido. Maldijo entre dientes y trató de disparar de nuevo, pero Jimoto ya estaba en movimiento. En un parpadeo, se deslizó por el suelo y golpeó su muñeca, haciendo que el arma volara por los aires. Antes de que los demás pudieran reaccionar, lanzó una patada giratoria que derribó a dos de ellos de un solo golpe.

    Los otros intentaron correr, pero Jimoto los interceptó con movimientos fluidos, esquivando ataques torpes y dejándolos inconscientes en cuestión de segundos.

    Cuando el último cayó, se sacudió las manos y suspiró.

    Los civiles, aún en shock, lo observaban sin saber qué decir.

    Jimoto sonrió y les hizo un gesto despreocupado.

    —Todo bajo control. Ahora, llamen a la policía.

    Y con eso, se impulsó hacia una azotea cercana y desapareció entre los edificios, dejando atrás el sonido de sirenas que ya comenzaban a acercarse.
    Jimoto aterrizó sobre la farola de un poste, observando la escena desde arriba. En la esquina de la avenida, un grupo de maleantes armados había rodeado a varios transeúntes, exigiéndoles sus pertenencias con amenazas. Uno de ellos agitaba un arma en el aire, gritando órdenes mientras los demás revisaban bolsillos y bolsos. Jimoto chasqueó la lengua. Ya había visto suficiente. —No es su día de suerte, chicos —dijo, dejándose caer del poste con un giro acrobático. Los maleantes se sobresaltaron cuando su figura impactó el suelo con un leve crujido del pavimento. Uno de ellos, el del arma, reaccionó de inmediato y apuntó directo a su cabeza. —¡¿Quién demonios eres tú?! Jimoto inclinó la cabeza, con las manos en la cintura. —¿De verdad? ¿Aún no me reconocen? Qué decepción… El criminal no dudó. Jaló el gatillo. *¡BANG! ¡BANG! ¡BANG!* Las balas salieron disparadas, pero Jimoto apenas se inmutó. Con un movimiento veloz, levantó la mano y atrapó los proyectiles en el aire, uno tras otro. Los casquillos calientes se deslizaron por su palma antes de caer al suelo con un tintineo metálico. El silencio fue absoluto. Los maleantes quedaron boquiabiertos. Uno de ellos, el más joven, murmuró con la voz temblorosa: —N-no puede ser… Jimoto abrió la mano, dejando que los proyectiles cayesen al asfalto. Luego, levantó la mirada y sonrió con confianza. —¿Qué decían de suerte? El que había disparado se puso pálido. Maldijo entre dientes y trató de disparar de nuevo, pero Jimoto ya estaba en movimiento. En un parpadeo, se deslizó por el suelo y golpeó su muñeca, haciendo que el arma volara por los aires. Antes de que los demás pudieran reaccionar, lanzó una patada giratoria que derribó a dos de ellos de un solo golpe. Los otros intentaron correr, pero Jimoto los interceptó con movimientos fluidos, esquivando ataques torpes y dejándolos inconscientes en cuestión de segundos. Cuando el último cayó, se sacudió las manos y suspiró. Los civiles, aún en shock, lo observaban sin saber qué decir. Jimoto sonrió y les hizo un gesto despreocupado. —Todo bajo control. Ahora, llamen a la policía. Y con eso, se impulsó hacia una azotea cercana y desapareció entre los edificios, dejando atrás el sonido de sirenas que ya comenzaban a acercarse.
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  • El sol brillaba sobre los rascacielos de la ciudad mientras los autos recorrían las calles y la gente iba de un lado a otro en su rutina diaria. Sin embargo, en lo alto de un edificio, una figura con una capa ondeante observaba la metrópoli con determinación.

    Jimoto había regresado.

    Tras meses de entrenamiento con el anciano, su dominio del **Kamehameha** aún no era perfecto, pero su control sobre el **ki** y su fuerza habían alcanzado un nuevo nivel. Ya no era el mismo joven inexperto que había salido de la ciudad en busca de poder. Ahora, había vuelto como el héroe que el mundo necesitaba: **El Gran Saiyaman Omega**.

    —Hora de poner a prueba lo aprendido —dijo para sí mismo, ajustando su casco con visor oscuro.

    El comunicador en su traje sonó con una alerta urgente.

    **"Atención, hay un robo en la avenida central. Los sospechosos están armados y se dirigen a la autopista."**

    Jimoto sonrió. Era el momento perfecto para demostrar su evolución.

    —¡El Gran Saiyaman Omega está en acción!

    Con un salto, se lanzó desde el edificio, cayendo en picada a una velocidad increíble. Justo antes de impactar contra el suelo, liberó una pequeña ráfaga de **ki** desde sus pies y aterrizó con elegancia frente a una camioneta negra que intentaba escapar de la policía.

    Los criminales frenaron de golpe al ver la silueta del héroe frente a ellos.

    —¡Maldición, es ese loco de la capa! —gritó el conductor.

    Jimoto se cruzó de brazos y habló con su característica voz heroica:

    —¡Deténganse ahora o enfrentarán la justicia del Gran Saiyaman Omega!

    Uno de los delincuentes sacó un rifle y disparó sin pensarlo. Pero Jimoto, con una velocidad impresionante, esquivó las balas con ágiles movimientos.

    —¡Ahora verán lo que he aprendido!

    El joven juntó sus manos a la altura de la cintura y comenzó a concentrar su energía. Una esfera azulada brilló entre sus palmas.

    —¡Ka… me… ha… me…!

    Los criminales se miraron con terror.

    —¡Arranca, arranca!

    Pero antes de que pudieran escapar, Jimoto apuntó hacia el suelo frente a ellos y liberó su ataque.

    —¡HAAAAA!

    La onda de energía impactó contra el pavimento, creando una explosión de luz y viento que detuvo la camioneta en seco, haciendo que los criminales salieran volando y cayeran al suelo aturdidos.

    Los policías llegaron segundos después y arrestaron a los maleantes. Uno de los oficiales miró a Jimoto y le dio un pulgar arriba.

    —Buen trabajo, Gran Saiyaman Omega.

    Jimoto se llevó un puño al pecho y sonrió bajo su casco.

    —¡Solo hago lo que cualquier héroe debería hacer!

    Con un salto, se elevó en el aire y desapareció entre los edificios, listo para seguir protegiendo la ciudad.
    El sol brillaba sobre los rascacielos de la ciudad mientras los autos recorrían las calles y la gente iba de un lado a otro en su rutina diaria. Sin embargo, en lo alto de un edificio, una figura con una capa ondeante observaba la metrópoli con determinación. Jimoto había regresado. Tras meses de entrenamiento con el anciano, su dominio del **Kamehameha** aún no era perfecto, pero su control sobre el **ki** y su fuerza habían alcanzado un nuevo nivel. Ya no era el mismo joven inexperto que había salido de la ciudad en busca de poder. Ahora, había vuelto como el héroe que el mundo necesitaba: **El Gran Saiyaman Omega**. —Hora de poner a prueba lo aprendido —dijo para sí mismo, ajustando su casco con visor oscuro. El comunicador en su traje sonó con una alerta urgente. **"Atención, hay un robo en la avenida central. Los sospechosos están armados y se dirigen a la autopista."** Jimoto sonrió. Era el momento perfecto para demostrar su evolución. —¡El Gran Saiyaman Omega está en acción! Con un salto, se lanzó desde el edificio, cayendo en picada a una velocidad increíble. Justo antes de impactar contra el suelo, liberó una pequeña ráfaga de **ki** desde sus pies y aterrizó con elegancia frente a una camioneta negra que intentaba escapar de la policía. Los criminales frenaron de golpe al ver la silueta del héroe frente a ellos. —¡Maldición, es ese loco de la capa! —gritó el conductor. Jimoto se cruzó de brazos y habló con su característica voz heroica: —¡Deténganse ahora o enfrentarán la justicia del Gran Saiyaman Omega! Uno de los delincuentes sacó un rifle y disparó sin pensarlo. Pero Jimoto, con una velocidad impresionante, esquivó las balas con ágiles movimientos. —¡Ahora verán lo que he aprendido! El joven juntó sus manos a la altura de la cintura y comenzó a concentrar su energía. Una esfera azulada brilló entre sus palmas. —¡Ka… me… ha… me…! Los criminales se miraron con terror. —¡Arranca, arranca! Pero antes de que pudieran escapar, Jimoto apuntó hacia el suelo frente a ellos y liberó su ataque. —¡HAAAAA! La onda de energía impactó contra el pavimento, creando una explosión de luz y viento que detuvo la camioneta en seco, haciendo que los criminales salieran volando y cayeran al suelo aturdidos. Los policías llegaron segundos después y arrestaron a los maleantes. Uno de los oficiales miró a Jimoto y le dio un pulgar arriba. —Buen trabajo, Gran Saiyaman Omega. Jimoto se llevó un puño al pecho y sonrió bajo su casco. —¡Solo hago lo que cualquier héroe debería hacer! Con un salto, se elevó en el aire y desapareció entre los edificios, listo para seguir protegiendo la ciudad.
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  • Estuve viendo una Holocinta de esas y me causó mucho impacto la manera en la que peleaban, había una chica que peleaba muy chistoso.

    Intenté replicarlo. ¿Muy aparatoso?
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  • El rugido del motor rompía el silencio de la noche mientras el auto negro se deslizaba a toda velocidad por las calles iluminadas por faroles parpadeantes. Tres delincuentes reían en su interior, confiados en que habían dejado atrás a la policía.

    Pero la justicia los alcanzaría pronto.

    Desde lo alto de un edificio, una silueta se lanzó al vacío, cayendo con precisión sobre el techo del vehículo. La carrocería rechinó con el impacto y el conductor perdió el control por un instante.

    —¡¿Qué fue eso?! —gritó uno de los delincuentes.

    Antes de que pudieran reaccionar, una voz firme y heroica resonó desde el techo.

    —¡Su paseo ha terminado, criminales! ¡Ríndanse ahora y nadie saldrá lastimado!

    El conductor, en pánico, intentó sacudir al intruso girando el volante bruscamente, pero Gran Sayaman Omega se mantuvo firme. Con un movimiento preciso, golpeó el parabrisas con su puño, haciendo que se astillara al instante. Luego, con un salto ágil, aterrizó en el capó, su capa ondeando al viento.

    —¡Por el bien de la ciudad, no puedo permitir que sigan huyendo!

    Dio un poderoso golpe al capó, forzando el motor a detenerse con un estruendo. El auto patinó unos metros hasta chocar suavemente contra un poste. Los criminales intentaron salir tambaleándose, pero antes de que pudieran huir, el héroe aterrizó frente a ellos, con los brazos en jarras y una postura imponente.

    —¡Se acabó, bribones! ¡Es hora de que enfrenten la justicia!

    Los delincuentes, temblando, levantaron las manos mientras las sirenas de la policía se acercaban. Gran Sayaman Omega sonrió bajo la máscara. Otro día, otra victoria para la justicia.
    El rugido del motor rompía el silencio de la noche mientras el auto negro se deslizaba a toda velocidad por las calles iluminadas por faroles parpadeantes. Tres delincuentes reían en su interior, confiados en que habían dejado atrás a la policía. Pero la justicia los alcanzaría pronto. Desde lo alto de un edificio, una silueta se lanzó al vacío, cayendo con precisión sobre el techo del vehículo. La carrocería rechinó con el impacto y el conductor perdió el control por un instante. —¡¿Qué fue eso?! —gritó uno de los delincuentes. Antes de que pudieran reaccionar, una voz firme y heroica resonó desde el techo. —¡Su paseo ha terminado, criminales! ¡Ríndanse ahora y nadie saldrá lastimado! El conductor, en pánico, intentó sacudir al intruso girando el volante bruscamente, pero Gran Sayaman Omega se mantuvo firme. Con un movimiento preciso, golpeó el parabrisas con su puño, haciendo que se astillara al instante. Luego, con un salto ágil, aterrizó en el capó, su capa ondeando al viento. —¡Por el bien de la ciudad, no puedo permitir que sigan huyendo! Dio un poderoso golpe al capó, forzando el motor a detenerse con un estruendo. El auto patinó unos metros hasta chocar suavemente contra un poste. Los criminales intentaron salir tambaleándose, pero antes de que pudieran huir, el héroe aterrizó frente a ellos, con los brazos en jarras y una postura imponente. —¡Se acabó, bribones! ¡Es hora de que enfrenten la justicia! Los delincuentes, temblando, levantaron las manos mientras las sirenas de la policía se acercaban. Gran Sayaman Omega sonrió bajo la máscara. Otro día, otra victoria para la justicia.
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  • - Ay, Ay.

    Se quejaba en el suelo, con heridas y raspones en todo el cuerpo, mientras la gente solo observaba aquel desastre. Pero, ¿Cómo llego a ese momento tan desafortunado?. La motoneta parecía estar bien en el instante que la tomó para llegar a la florería, algunas ideas para terminar los labores adecuadamente cruzaron por su cabeza.

    El casco sobre la melena dorada fué acomodando con cuidado para no despeinarla a la hora de retirarlo, un conjunto de polera clara, sudadera color vino y pantalón de mezclilla rotos fueron su elección.

    -¿Qué sucede?

    Se preguntó así mismo, la motoneta vieja comenzó a sonar más raro de lo habitual, no hizo mucho caso y siguió la callé principal, esperó la luz roja del semáforo junto con todos los demás, unos minutos ahí no lo retrasarían, al menos eso pensó, los estudiantes de primaria, cruzaron y la luz verde apareció, Ottom aceleró y a unas cuadras antes de la florería la velocidad bajaría causándole dificultades.

    -Lo que faltaba, solo un poco más.

    Un "¡Cuidado!" Lo hizo voltear , sus ojos como el cielo mostraron terror, un conductor distraído con el celular no logró frenar a tiempo, impacto sobre la parte trasera del vehículo que el rubio conducía.

    -¡Aaaahhhh!.

    Solo un gritó escalofriante retumbó, Ottom quedaría impactado sobre la pared de concreto de la avenida principal, llamando la atención de los transeúntes, mientras el conductor se daría a la fuga.
    - Ay, Ay. Se quejaba en el suelo, con heridas y raspones en todo el cuerpo, mientras la gente solo observaba aquel desastre. Pero, ¿Cómo llego a ese momento tan desafortunado?. La motoneta parecía estar bien en el instante que la tomó para llegar a la florería, algunas ideas para terminar los labores adecuadamente cruzaron por su cabeza. El casco sobre la melena dorada fué acomodando con cuidado para no despeinarla a la hora de retirarlo, un conjunto de polera clara, sudadera color vino y pantalón de mezclilla rotos fueron su elección. -¿Qué sucede? Se preguntó así mismo, la motoneta vieja comenzó a sonar más raro de lo habitual, no hizo mucho caso y siguió la callé principal, esperó la luz roja del semáforo junto con todos los demás, unos minutos ahí no lo retrasarían, al menos eso pensó, los estudiantes de primaria, cruzaron y la luz verde apareció, Ottom aceleró y a unas cuadras antes de la florería la velocidad bajaría causándole dificultades. -Lo que faltaba, solo un poco más. Un "¡Cuidado!" Lo hizo voltear , sus ojos como el cielo mostraron terror, un conductor distraído con el celular no logró frenar a tiempo, impacto sobre la parte trasera del vehículo que el rubio conducía. -¡Aaaahhhh!. Solo un gritó escalofriante retumbó, Ottom quedaría impactado sobre la pared de concreto de la avenida principal, llamando la atención de los transeúntes, mientras el conductor se daría a la fuga.
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  • **La Gran Final del Torneo de Aniquilación Kengan**

    **El momento decisivo había llegado.**

    El Torneo de Aniquilación Kengan había reunido a los peleadores más fuertes de todo el mundo. **Ahora, solo dos quedaban de pie.**

    El rugido del público era ensordecedor mientras dos figuras avanzaban hacia la arena.

    Desde su plataforma, **Takeru Arakawa** caminaba con paso firme, el peso de cada combate marcado en su cuerpo. **Su mente estaba más afilada que nunca.**

    Al otro lado, **Tokita Ohma** hacía lo mismo, con una mirada inquebrantable. **Había llegado hasta aquí para ganar.**

    El anunciador tomó el micrófono, su voz retumbando por toda la arena.

    —**¡Damas y caballeros!** Hemos presenciado una serie de batallas sin igual, enfrentamientos que han empujado los límites de la fuerza, la habilidad y la voluntad humana. **Pero ahora, solo queda un combate.**

    Las luces enfocaron la entrada.

    —**¡En la esquina izquierda… el hombre que ha destrozado a sus oponentes con una combinación mortal de Out-boxing y el Estilo Niko! ¡Su velocidad, precisión y estrategia han convertido cada pelea en una exhibición de dominio absoluto!**

    —**¡Con un valor neto de 4.3 billones de yenes… "El Lobo Negro"… TAKERU ARAKAWA!**

    Takeru llegó a la arena. **Su mirada reflejaba una intensidad inhumana.**

    El anunciador señaló la otra entrada.

    —**¡Y en la esquina derecha… el hombre que ha dominado el Estilo Niko hasta su máxima expresión! ¡Aquel que ha derribado a cada rival con un crecimiento incesante, el luchador que ha trascendido los límites de lo humano!**

    —**¡Con un valor neto de 5.1 billones de yenes… "El Demonio Asura"… TOKITA OHMA!**

    Ohma entró en la arena con una expresión de absoluta confianza. **Ambos peleadores se miraron fijamente.**

    **Este era su destino.**

    El árbitro levantó la mano.

    —**¡COMBATE!**

    ### **Intercambio de Titanes**

    Ohma **cargó sin dudar.**

    **Lanzó un Puño de Hierro del Estilo Niko con una precisión letal.**

    Takeru **desvió el golpe con una finta ágil de Out-boxing y contraatacó con un jab directo a la mandíbula.**

    **¡BAM!**

    Ohma **apenas se movió.**

    **Sin perder un segundo, giró sobre su eje y lanzó un codo al rostro de Takeru.**

    **¡CRACK!**

    **Takeru se inclinó hacia atrás en el último segundo y contraatacó con una ráfaga de ganchos al cuerpo.**

    Ohma **bloqueó dos, pero el tercero se hundió en sus costillas.**

    **Ambos retrocedieron.**

    Ohma sonrió.

    —Buena velocidad.

    Takeru se limpió la sangre del labio.

    —Y tú no caes tan fácil.

    **Se lanzaron de nuevo.**

    Takeru **esquivó un barrido y giró para lanzar una patada giratoria.**

    **Ohma atrapó la pierna y lo arrojó al suelo con una llave.**

    Takeru **rodó por la arena y se puso de pie al instante.**

    **El público rugió.**

    **Los dos peleadores estaban igualados.**

    ### **La Evolución del Combate**

    Ohma **comenzó a presionar más agresivamente.**

    Takeru **respondió con una ofensiva de Out-boxing, lanzando combinaciones de golpes rápidos para desgastarlo.**

    Ohma **desvió los jabs y entró en el rango corto.**

    **¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!**

    **Una combinación de golpes cuerpo a cuerpo resonó en la arena.**

    Takeru **respondió con un uppercut que impactó en la barbilla de Ohma.**

    Ohma **retrocedió… pero no cayó.**

    **Entonces, sus músculos se tensaron.**

    Su piel **se volvió rojiza.**

    **Sus venas se hincharon.**

    —**¡Advance!**

    ### **El Poder Desatado**

    **Ohma desapareció.**

    Takeru **solo pudo ver una sombra moverse antes de que un impacto brutal lo doblara en dos.**

    **¡BOOM!**

    **El golpe resonó como un cañón.**

    Takeru **salió volando varios metros, rodando por la arena.**

    **Ohma estaba frente a él antes de que pudiera reaccionar.**

    —No te duermas.

    **¡BAM!**

    **Una patada al rostro lo sacudió.**

    **Ohma lo agarró del cuello y lo lanzó contra el suelo.**

    **¡CRASH!**

    El público **enloqueció.**

    **Takeru jadeó.**

    Ohma **se acercó lentamente.**

    —Si sigues peleando así… **te aplastaré.**

    Takeru **escupió sangre… y sonrió.**

    —Aún no hemos terminado.

    ### **La Respuesta de Takeru**

    **Su piel también se volvió rojiza.**

    Sus músculos **se expandieron.**

    Sus ojos **brillaron con intensidad inhumana.**

    —**¡POSESIÓN!**

    Ohma **levantó una ceja.**

    —¿También puedes hacerlo?

    **Takeru desapareció.**

    Ohma **solo sintió un impacto en el estómago antes de que su cuerpo se doblara.**

    **¡BOOM!**

    El aire **escapó de sus pulmones.**

    Antes de que pudiera recuperar el aliento, **Takeru ya estaba sobre él.**

    **Un gancho.**

    **Un codo.**

    **Una patada giratoria.**

    **Cada golpe resonaba con una fuerza descomunal.**

    Ohma **intentó responder, pero Takeru estaba en otro nivel.**

    **Era más rápido.**

    **Más fuerte.**

    **Más brutal.**

    Ohma **logró bloquear un golpe, pero Takeru giró y le enterró una rodilla en las costillas.**

    **¡CRACK!**

    Ohma **escupió sangre.**

    La multitud **se levantó de sus asientos.**

    ### **El Final**

    Ohma jadeaba. **Su cuerpo estaba al límite.**

    **Pero su mente no cedía.**

    Takeru cargó con una ráfaga final.

    —¡ESTO SE ACABA AQUÍ!

    Pero en el último segundo…

    Ohma **sonrió.**

    —Eso crees.

    **En un instante, el Advance de Ohma se intensificó.**

    **Sus golpes ahora eran el doble de rápidos.**

    **El doble de letales.**

    Antes de que Takeru pudiera reaccionar, **Ohma lo atrapó con una llave al cuello.**

    —**¡Desgarrador Celestial!**

    **¡BAM!**

    **El impacto hizo que todo el estadio temblara.**

    Takeru **quedó inmóvil en el suelo.**

    El árbitro verificó su estado.

    —**¡TAKERU ARKAWA NO PUEDE CONTINUAR!**

    —**¡EL GANADOR DEL TORNEO DE ANIQUILACIÓN KENGAN ES… TOKITA OHMA!**

    ### **El Campeón**

    Ohma **respiró hondo, observando el cuerpo inconsciente de Takeru.**

    **Había llegado a la cima.**

    Pero en su rostro **no había arrogancia.**

    Solo respeto.
    **La Gran Final del Torneo de Aniquilación Kengan** **El momento decisivo había llegado.** El Torneo de Aniquilación Kengan había reunido a los peleadores más fuertes de todo el mundo. **Ahora, solo dos quedaban de pie.** El rugido del público era ensordecedor mientras dos figuras avanzaban hacia la arena. Desde su plataforma, **Takeru Arakawa** caminaba con paso firme, el peso de cada combate marcado en su cuerpo. **Su mente estaba más afilada que nunca.** Al otro lado, **Tokita Ohma** hacía lo mismo, con una mirada inquebrantable. **Había llegado hasta aquí para ganar.** El anunciador tomó el micrófono, su voz retumbando por toda la arena. —**¡Damas y caballeros!** Hemos presenciado una serie de batallas sin igual, enfrentamientos que han empujado los límites de la fuerza, la habilidad y la voluntad humana. **Pero ahora, solo queda un combate.** Las luces enfocaron la entrada. —**¡En la esquina izquierda… el hombre que ha destrozado a sus oponentes con una combinación mortal de Out-boxing y el Estilo Niko! ¡Su velocidad, precisión y estrategia han convertido cada pelea en una exhibición de dominio absoluto!** —**¡Con un valor neto de 4.3 billones de yenes… "El Lobo Negro"… TAKERU ARAKAWA!** Takeru llegó a la arena. **Su mirada reflejaba una intensidad inhumana.** El anunciador señaló la otra entrada. —**¡Y en la esquina derecha… el hombre que ha dominado el Estilo Niko hasta su máxima expresión! ¡Aquel que ha derribado a cada rival con un crecimiento incesante, el luchador que ha trascendido los límites de lo humano!** —**¡Con un valor neto de 5.1 billones de yenes… "El Demonio Asura"… TOKITA OHMA!** Ohma entró en la arena con una expresión de absoluta confianza. **Ambos peleadores se miraron fijamente.** **Este era su destino.** El árbitro levantó la mano. —**¡COMBATE!** ### **Intercambio de Titanes** Ohma **cargó sin dudar.** **Lanzó un Puño de Hierro del Estilo Niko con una precisión letal.** Takeru **desvió el golpe con una finta ágil de Out-boxing y contraatacó con un jab directo a la mandíbula.** **¡BAM!** Ohma **apenas se movió.** **Sin perder un segundo, giró sobre su eje y lanzó un codo al rostro de Takeru.** **¡CRACK!** **Takeru se inclinó hacia atrás en el último segundo y contraatacó con una ráfaga de ganchos al cuerpo.** Ohma **bloqueó dos, pero el tercero se hundió en sus costillas.** **Ambos retrocedieron.** Ohma sonrió. —Buena velocidad. Takeru se limpió la sangre del labio. —Y tú no caes tan fácil. **Se lanzaron de nuevo.** Takeru **esquivó un barrido y giró para lanzar una patada giratoria.** **Ohma atrapó la pierna y lo arrojó al suelo con una llave.** Takeru **rodó por la arena y se puso de pie al instante.** **El público rugió.** **Los dos peleadores estaban igualados.** ### **La Evolución del Combate** Ohma **comenzó a presionar más agresivamente.** Takeru **respondió con una ofensiva de Out-boxing, lanzando combinaciones de golpes rápidos para desgastarlo.** Ohma **desvió los jabs y entró en el rango corto.** **¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!** **Una combinación de golpes cuerpo a cuerpo resonó en la arena.** Takeru **respondió con un uppercut que impactó en la barbilla de Ohma.** Ohma **retrocedió… pero no cayó.** **Entonces, sus músculos se tensaron.** Su piel **se volvió rojiza.** **Sus venas se hincharon.** —**¡Advance!** ### **El Poder Desatado** **Ohma desapareció.** Takeru **solo pudo ver una sombra moverse antes de que un impacto brutal lo doblara en dos.** **¡BOOM!** **El golpe resonó como un cañón.** Takeru **salió volando varios metros, rodando por la arena.** **Ohma estaba frente a él antes de que pudiera reaccionar.** —No te duermas. **¡BAM!** **Una patada al rostro lo sacudió.** **Ohma lo agarró del cuello y lo lanzó contra el suelo.** **¡CRASH!** El público **enloqueció.** **Takeru jadeó.** Ohma **se acercó lentamente.** —Si sigues peleando así… **te aplastaré.** Takeru **escupió sangre… y sonrió.** —Aún no hemos terminado. ### **La Respuesta de Takeru** **Su piel también se volvió rojiza.** Sus músculos **se expandieron.** Sus ojos **brillaron con intensidad inhumana.** —**¡POSESIÓN!** Ohma **levantó una ceja.** —¿También puedes hacerlo? **Takeru desapareció.** Ohma **solo sintió un impacto en el estómago antes de que su cuerpo se doblara.** **¡BOOM!** El aire **escapó de sus pulmones.** Antes de que pudiera recuperar el aliento, **Takeru ya estaba sobre él.** **Un gancho.** **Un codo.** **Una patada giratoria.** **Cada golpe resonaba con una fuerza descomunal.** Ohma **intentó responder, pero Takeru estaba en otro nivel.** **Era más rápido.** **Más fuerte.** **Más brutal.** Ohma **logró bloquear un golpe, pero Takeru giró y le enterró una rodilla en las costillas.** **¡CRACK!** Ohma **escupió sangre.** La multitud **se levantó de sus asientos.** ### **El Final** Ohma jadeaba. **Su cuerpo estaba al límite.** **Pero su mente no cedía.** Takeru cargó con una ráfaga final. —¡ESTO SE ACABA AQUÍ! Pero en el último segundo… Ohma **sonrió.** —Eso crees. **En un instante, el Advance de Ohma se intensificó.** **Sus golpes ahora eran el doble de rápidos.** **El doble de letales.** Antes de que Takeru pudiera reaccionar, **Ohma lo atrapó con una llave al cuello.** —**¡Desgarrador Celestial!** **¡BAM!** **El impacto hizo que todo el estadio temblara.** Takeru **quedó inmóvil en el suelo.** El árbitro verificó su estado. —**¡TAKERU ARKAWA NO PUEDE CONTINUAR!** —**¡EL GANADOR DEL TORNEO DE ANIQUILACIÓN KENGAN ES… TOKITA OHMA!** ### **El Campeón** Ohma **respiró hondo, observando el cuerpo inconsciente de Takeru.** **Había llegado a la cima.** Pero en su rostro **no había arrogancia.** Solo respeto.
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  • **El Choque de los Titanes**

    El aire en la arena se volvió pesado cuando **Kuroki Gensai** y **Tokita Ohma** se enfrentaron en el centro del círculo de arena. Ninguno se movió de inmediato. No había prisa. **Ambos eran depredadores**, y esta era la calma antes de la tormenta.

    Takeru observaba desde la plataforma con los brazos cruzados. **Sabía que esta pelea sería una de las más brutales del torneo.**

    La multitud contuvo la respiración.

    Entonces, **Ohma atacó primero**.

    Con un **avance explosivo**, su puño derecho cortó el aire directo al rostro de Kuroki. Pero el veterano no era un oponente cualquiera. **Desvió el golpe con una eficiencia aterradora**, apenas inclinando su cuerpo, y lanzó un contrataque devastador con su puño endurecido.

    **¡BAM!**

    Ohma **bloqueó con ambas manos, pero fue empujado hacia atrás varios metros**.

    —Hmph… —Kuroki exhaló con calma, **su postura inquebrantable**.

    Ohma sonrió.

    —Viejo… lo haré en serio.

    **Su musculatura se tensó al máximo.** Sus venas se marcaron y su piel adquirió un tono rojizo. **El Advance se activó.**

    ### **La Técnica vs. La Bestia**

    **Ohma desapareció de la vista.**

    En menos de un segundo, reapareció detrás de Kuroki, lanzando una combinación salvaje de puñetazos y patadas. **Cada golpe era como un relámpago**, atacando desde ángulos imposibles.

    Pero **Kuroki los esquivó todos.**

    —…Demasiado predecible.

    Con un **movimiento minimalista**, bloqueó un golpe dirigido a su cabeza y lanzó un **contragolpe monstruoso al abdomen de Ohma**.

    **¡BOOM!**

    Ohma se dobló por el impacto. **Sintió sus órganos estremecerse.**

    Kuroki no perdió tiempo. **Siguió con un golpe en la sien y luego un barrido a la pierna izquierda**, derribándolo.

    Ohma cayó de rodillas, jadeando.

    Takeru frunció el ceño.

    —Si no cambia su estrategia, **Kuroki lo aplastará.**

    Pero entonces, **Ohma sonrió.**

    —Ahora sí… vamos a pelear.

    Su postura cambió. **El flujo de su cuerpo dejó de ser errático.**

    **Su guardia era perfecta.**

    Takeru lo reconoció al instante.

    —**Técnica del Estilo Niko… Modo Espíritu Calmado.**

    Kuroki notó la diferencia, pero no se inmutó. **Atacó con su Demon’s Bane.**

    **Ohma reaccionó al instante.**

    —**Demonio Asura.**

    **Desvió el golpe con una precisión quirúrgica** y **contraatacó con una ráfaga de golpes dirigidos a los puntos vitales de Kuroki.**

    **¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!**

    Por primera vez en la pelea, Kuroki **retrocedió.**

    La multitud estalló en gritos.

    ### **El Desenlace**

    Ambos se detuvieron, respirando con fuerza. **Habían intercambiado todo lo que tenían.**

    Kuroki, con sangre escurriendo de su boca, habló con calma.

    —Has mejorado… pero esto termina aquí.

    Intentó lanzar otro **Demon’s Bane**, pero **Ohma lo predijo.**

    En un movimiento final, Ohma **se deslizó dentro del alcance de Kuroki y lanzó su ataque definitivo.**

    —¡**Desgarrador Celestial!**

    **Su puño impactó el diafragma de Kuroki con fuerza devastadora.**

    Por un segundo, **el veterano intentó mantenerse en pie… pero su cuerpo colapsó.**

    **¡BOOM!**

    El cuerpo de Kuroki cayó pesadamente en la arena.

    Silencio.

    El árbitro levantó la mano.

    —**¡Kuroki Gensai no puede continuar! ¡El ganador del Bloque B es Tokita Ohma!**

    La multitud **enloqueció.**

    Takeru esbozó una sonrisa.

    Ohma, agotado, levantó la mirada y lo encontró entre la multitud.

    Los dos sabían lo que venía.

    **La batalla final… ya estaba decidida.**
    **El Choque de los Titanes** El aire en la arena se volvió pesado cuando **Kuroki Gensai** y **Tokita Ohma** se enfrentaron en el centro del círculo de arena. Ninguno se movió de inmediato. No había prisa. **Ambos eran depredadores**, y esta era la calma antes de la tormenta. Takeru observaba desde la plataforma con los brazos cruzados. **Sabía que esta pelea sería una de las más brutales del torneo.** La multitud contuvo la respiración. Entonces, **Ohma atacó primero**. Con un **avance explosivo**, su puño derecho cortó el aire directo al rostro de Kuroki. Pero el veterano no era un oponente cualquiera. **Desvió el golpe con una eficiencia aterradora**, apenas inclinando su cuerpo, y lanzó un contrataque devastador con su puño endurecido. **¡BAM!** Ohma **bloqueó con ambas manos, pero fue empujado hacia atrás varios metros**. —Hmph… —Kuroki exhaló con calma, **su postura inquebrantable**. Ohma sonrió. —Viejo… lo haré en serio. **Su musculatura se tensó al máximo.** Sus venas se marcaron y su piel adquirió un tono rojizo. **El Advance se activó.** ### **La Técnica vs. La Bestia** **Ohma desapareció de la vista.** En menos de un segundo, reapareció detrás de Kuroki, lanzando una combinación salvaje de puñetazos y patadas. **Cada golpe era como un relámpago**, atacando desde ángulos imposibles. Pero **Kuroki los esquivó todos.** —…Demasiado predecible. Con un **movimiento minimalista**, bloqueó un golpe dirigido a su cabeza y lanzó un **contragolpe monstruoso al abdomen de Ohma**. **¡BOOM!** Ohma se dobló por el impacto. **Sintió sus órganos estremecerse.** Kuroki no perdió tiempo. **Siguió con un golpe en la sien y luego un barrido a la pierna izquierda**, derribándolo. Ohma cayó de rodillas, jadeando. Takeru frunció el ceño. —Si no cambia su estrategia, **Kuroki lo aplastará.** Pero entonces, **Ohma sonrió.** —Ahora sí… vamos a pelear. Su postura cambió. **El flujo de su cuerpo dejó de ser errático.** **Su guardia era perfecta.** Takeru lo reconoció al instante. —**Técnica del Estilo Niko… Modo Espíritu Calmado.** Kuroki notó la diferencia, pero no se inmutó. **Atacó con su Demon’s Bane.** **Ohma reaccionó al instante.** —**Demonio Asura.** **Desvió el golpe con una precisión quirúrgica** y **contraatacó con una ráfaga de golpes dirigidos a los puntos vitales de Kuroki.** **¡BAM! ¡BAM! ¡BAM!** Por primera vez en la pelea, Kuroki **retrocedió.** La multitud estalló en gritos. ### **El Desenlace** Ambos se detuvieron, respirando con fuerza. **Habían intercambiado todo lo que tenían.** Kuroki, con sangre escurriendo de su boca, habló con calma. —Has mejorado… pero esto termina aquí. Intentó lanzar otro **Demon’s Bane**, pero **Ohma lo predijo.** En un movimiento final, Ohma **se deslizó dentro del alcance de Kuroki y lanzó su ataque definitivo.** —¡**Desgarrador Celestial!** **Su puño impactó el diafragma de Kuroki con fuerza devastadora.** Por un segundo, **el veterano intentó mantenerse en pie… pero su cuerpo colapsó.** **¡BOOM!** El cuerpo de Kuroki cayó pesadamente en la arena. Silencio. El árbitro levantó la mano. —**¡Kuroki Gensai no puede continuar! ¡El ganador del Bloque B es Tokita Ohma!** La multitud **enloqueció.** Takeru esbozó una sonrisa. Ohma, agotado, levantó la mirada y lo encontró entre la multitud. Los dos sabían lo que venía. **La batalla final… ya estaba decidida.**
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  • ---

    La plataforma de arena estaba cubierta de polvo, y el rugido de la multitud resonaba con fuerza. En ese instante, parecía que el destino de los dos guerreros se decidía en cada golpe. Takeru Arakawa, el "Lobo Negro", se enfrentaba a Goalang Wongsawat, el "Dios de la Guerra". El combate estaba lejos de ser sencillo, y las apuestas se disparaban a medida que la pelea avanzaba.

    ### **Primer asalto: El dominio del Dios de la Guerra**

    La campana sonó, y en un parpadeo, Goalang se lanzó hacia Takeru como un depredador imparable. Su estilo de **Hitman Boxing** era letal, sus golpes firmes, rápidos y certeros. Takeru, con su habilidad en el **out-boxing**, trató de moverse con agilidad para evitar el choque directo, pero Goalang estaba siempre un paso adelante, utilizando su tamaño y fuerza para acorralarlo.

    Los golpes de Goalang eran como mazos. Un gancho de derecha impactó en el costado de Takeru, quien retrocedió tambaleándose, pero logró mantenerse en pie. Cada vez que parecía escapar, Goalang lo alcanzaba, metiendo combinaciones de golpes que dejaban a Takeru sin apenas margen para respirar. En una de las embestidas más feroces, Goalang le dio un uppercut tan potente que Takeru cayó de rodillas, respirando con dificultad.

    Pero Takeru no era alguien que se dejara vencer tan fácilmente. Se levantó rápidamente, ajustándose los guantes, sin mostrar miedo en su mirada. **No iba a dejar que la primera caída fuera el final.**

    ### **Segundo asalto: La implacable resistencia de Goalang**

    Goalang no aflojaba. El "Dios de la Guerra" continuaba con su ofensiva arrolladora, como una tormenta de golpes. Takeru, aunque ágil y preciso, comenzó a sentir los efectos de la brutalidad del combate. Los ganchos de Goalang volaban hacia su rostro, conectando una y otra vez, haciendo que su cuerpo se sacudiera, pero Takeru se mantenía firme, evitando caer.

    Sin embargo, Goalang era imparable. En uno de los intercambios, un golpe directo al estómago de Takeru hizo que este cayera de espaldas al suelo. La multitud contuvo la respiración mientras el árbitro comenzaba la cuenta. Takeru, jadeando, levantó la cabeza con dificultad, pero rápidamente se incorporó, sacudiendo la arena de su cuerpo. **¿Cómo derrotar a este monstruo de resistencia?** pensó Takeru mientras se preparaba para seguir peleando.

    Aunque Takeru parecía estar siendo arrasado, su determinación no flaqueaba. **Tenía que encontrar una forma de sobrevivir a este huracán.**

    ### **Mitad del combate: El cambio de estrategia**

    Con los asaltos avanzando y Goalang demostrando su poder imparable, Takeru sintió que sus opciones se agotaban. Cada vez que lograba evadir un golpe, Goalang lo perseguía con una intensidad casi sobrehumana. Pero Takeru ya no luchaba solo contra Goalang; luchaba contra sí mismo, contra su límite físico, contra el desgaste de su cuerpo. Sin embargo, algo dentro de él hizo clic.

    Takeru recordó las enseñanzas de Niko, su maestro. **El estilo Posesión** debía activarse. **Si no lo hacía, su cuerpo no aguantaría más.** Aprovechando una apertura mínima, Takeru dio un paso atrás, dejando que Goalang fallara un golpe por milímetros, y rápidamente activó su técnica. **Posesión**.

    Era como si su cuerpo fuera uno con la arena, moviéndose con una velocidad y control renovados. Takeru comenzó a usar su **out-boxing** de una manera más estratégica. Comenzó a usar los errores de Goalang en su contra, esquivando los poderosos golpes de su oponente y respondiendo con rápidas combinaciones de puños. Los golpes de Takeru, aunque no tan poderosos como los de Goalang, empezaban a acumularse.

    Sin embargo, Goalang seguía siendo increíblemente difícil de derribar. Cada golpe que Takeru lanzaba parecía no tener el impacto esperado. Goalang se mantenía erguido, su resistencia increíblemente alta, y no mostraba señales de debilidad. Cada vez que Takeru lo golpeaba, Goalang lo miraba fijamente, como si nada pudiera derribarlo. A pesar de la diferencia en sus tamaños, Goalang no cedía.

    ### **Tercer asalto: La furia del lobo negro**

    Takeru, viendo la feroz resistencia de Goalang, comprendió que no bastaba con evadir. **Debía ser aún más preciso.** Cada golpe tenía que ser decisivo, cada movimiento más astuto que el anterior. Takeru aprovechó el momento en que Goalang erró un golpe tras un desliz y lo golpeó con una combinación rápida a la cara, haciendo que el "Dios de la Guerra" retrocediera por primera vez.

    La arena temblaba con cada intercambio. Takeru había logrado mantener su calma, adaptándose a la brutalidad del combate. Pero Goalang seguía de pie. Por cada golpe que Takeru le daba, Goalang respondía con igual o más fuerza, demostrando que su resistencia era, de lejos, su mayor fortaleza.

    Finalmente, en el cuarto asalto, Goalang, herido y agotado pero no derrotado, lanzó un golpe devastador. Takeru esquivó por poco y, con un contraataque meticuloso, lanzó un golpe al rostro de Goalang que, esta vez, hizo que su oponente tambaleara por un instante. **¿Sería ese el momento?**

    Pero Goalang se recuperó rápidamente. Aunque parecía estar retrocediendo, no mostraba signos de estar a punto de caer. **¿Qué más debía hacer?**

    ### **Quinto asalto: La técnica Posesión al límite**

    Era el momento decisivo. Takeru, con el corazón acelerado, comenzó a concentrar toda su fuerza, activando la **Posesión** de manera aún más profunda, permitiendo que su voluntad tomara completo control de sus movimientos. **Ya no se trataba de resistir**, sino de derribar a Goalang a toda costa.

    En un último esfuerzo, Takeru esquivó un gancho letal de Goalang y, con una velocidad casi sobrenatural, lanzó un puñetazo directo al rostro de Goalang, seguido de un potente uppercut. Goalang, por primera vez en toda la pelea, vaciló, y Takeru aprovechó ese segundo de duda para lanzarle una combinación de golpes certeros que finalmente lo derribaron.

    Goalang cayó a la arena, su cuerpo desmoronándose. La multitud estalló en vítores, sorprendida por la remontada de Takeru. El "Dios de la Guerra" se levantó lentamente, pero ya no tenía la misma fuerza. El árbitro lo contó rápidamente y, al final, no pudo ponerse de pie antes de la cuenta final.

    Takeru Arakawa, el **Lobo Negro**, había ganado. La arena temblaba por la ovación del público, mientras Takeru, agotado y sangrando, se desplomaba sobre sus rodillas, respirando con dificultad. La pelea más dura de su vida había llegado a su fin, y, aunque herido, el "Lobo Negro" había demostrado su increíble resistencia, superando incluso a un oponente tan imparable como Goalang.

    --- La plataforma de arena estaba cubierta de polvo, y el rugido de la multitud resonaba con fuerza. En ese instante, parecía que el destino de los dos guerreros se decidía en cada golpe. Takeru Arakawa, el "Lobo Negro", se enfrentaba a Goalang Wongsawat, el "Dios de la Guerra". El combate estaba lejos de ser sencillo, y las apuestas se disparaban a medida que la pelea avanzaba. ### **Primer asalto: El dominio del Dios de la Guerra** La campana sonó, y en un parpadeo, Goalang se lanzó hacia Takeru como un depredador imparable. Su estilo de **Hitman Boxing** era letal, sus golpes firmes, rápidos y certeros. Takeru, con su habilidad en el **out-boxing**, trató de moverse con agilidad para evitar el choque directo, pero Goalang estaba siempre un paso adelante, utilizando su tamaño y fuerza para acorralarlo. Los golpes de Goalang eran como mazos. Un gancho de derecha impactó en el costado de Takeru, quien retrocedió tambaleándose, pero logró mantenerse en pie. Cada vez que parecía escapar, Goalang lo alcanzaba, metiendo combinaciones de golpes que dejaban a Takeru sin apenas margen para respirar. En una de las embestidas más feroces, Goalang le dio un uppercut tan potente que Takeru cayó de rodillas, respirando con dificultad. Pero Takeru no era alguien que se dejara vencer tan fácilmente. Se levantó rápidamente, ajustándose los guantes, sin mostrar miedo en su mirada. **No iba a dejar que la primera caída fuera el final.** ### **Segundo asalto: La implacable resistencia de Goalang** Goalang no aflojaba. El "Dios de la Guerra" continuaba con su ofensiva arrolladora, como una tormenta de golpes. Takeru, aunque ágil y preciso, comenzó a sentir los efectos de la brutalidad del combate. Los ganchos de Goalang volaban hacia su rostro, conectando una y otra vez, haciendo que su cuerpo se sacudiera, pero Takeru se mantenía firme, evitando caer. Sin embargo, Goalang era imparable. En uno de los intercambios, un golpe directo al estómago de Takeru hizo que este cayera de espaldas al suelo. La multitud contuvo la respiración mientras el árbitro comenzaba la cuenta. Takeru, jadeando, levantó la cabeza con dificultad, pero rápidamente se incorporó, sacudiendo la arena de su cuerpo. **¿Cómo derrotar a este monstruo de resistencia?** pensó Takeru mientras se preparaba para seguir peleando. Aunque Takeru parecía estar siendo arrasado, su determinación no flaqueaba. **Tenía que encontrar una forma de sobrevivir a este huracán.** ### **Mitad del combate: El cambio de estrategia** Con los asaltos avanzando y Goalang demostrando su poder imparable, Takeru sintió que sus opciones se agotaban. Cada vez que lograba evadir un golpe, Goalang lo perseguía con una intensidad casi sobrehumana. Pero Takeru ya no luchaba solo contra Goalang; luchaba contra sí mismo, contra su límite físico, contra el desgaste de su cuerpo. Sin embargo, algo dentro de él hizo clic. Takeru recordó las enseñanzas de Niko, su maestro. **El estilo Posesión** debía activarse. **Si no lo hacía, su cuerpo no aguantaría más.** Aprovechando una apertura mínima, Takeru dio un paso atrás, dejando que Goalang fallara un golpe por milímetros, y rápidamente activó su técnica. **Posesión**. Era como si su cuerpo fuera uno con la arena, moviéndose con una velocidad y control renovados. Takeru comenzó a usar su **out-boxing** de una manera más estratégica. Comenzó a usar los errores de Goalang en su contra, esquivando los poderosos golpes de su oponente y respondiendo con rápidas combinaciones de puños. Los golpes de Takeru, aunque no tan poderosos como los de Goalang, empezaban a acumularse. Sin embargo, Goalang seguía siendo increíblemente difícil de derribar. Cada golpe que Takeru lanzaba parecía no tener el impacto esperado. Goalang se mantenía erguido, su resistencia increíblemente alta, y no mostraba señales de debilidad. Cada vez que Takeru lo golpeaba, Goalang lo miraba fijamente, como si nada pudiera derribarlo. A pesar de la diferencia en sus tamaños, Goalang no cedía. ### **Tercer asalto: La furia del lobo negro** Takeru, viendo la feroz resistencia de Goalang, comprendió que no bastaba con evadir. **Debía ser aún más preciso.** Cada golpe tenía que ser decisivo, cada movimiento más astuto que el anterior. Takeru aprovechó el momento en que Goalang erró un golpe tras un desliz y lo golpeó con una combinación rápida a la cara, haciendo que el "Dios de la Guerra" retrocediera por primera vez. La arena temblaba con cada intercambio. Takeru había logrado mantener su calma, adaptándose a la brutalidad del combate. Pero Goalang seguía de pie. Por cada golpe que Takeru le daba, Goalang respondía con igual o más fuerza, demostrando que su resistencia era, de lejos, su mayor fortaleza. Finalmente, en el cuarto asalto, Goalang, herido y agotado pero no derrotado, lanzó un golpe devastador. Takeru esquivó por poco y, con un contraataque meticuloso, lanzó un golpe al rostro de Goalang que, esta vez, hizo que su oponente tambaleara por un instante. **¿Sería ese el momento?** Pero Goalang se recuperó rápidamente. Aunque parecía estar retrocediendo, no mostraba signos de estar a punto de caer. **¿Qué más debía hacer?** ### **Quinto asalto: La técnica Posesión al límite** Era el momento decisivo. Takeru, con el corazón acelerado, comenzó a concentrar toda su fuerza, activando la **Posesión** de manera aún más profunda, permitiendo que su voluntad tomara completo control de sus movimientos. **Ya no se trataba de resistir**, sino de derribar a Goalang a toda costa. En un último esfuerzo, Takeru esquivó un gancho letal de Goalang y, con una velocidad casi sobrenatural, lanzó un puñetazo directo al rostro de Goalang, seguido de un potente uppercut. Goalang, por primera vez en toda la pelea, vaciló, y Takeru aprovechó ese segundo de duda para lanzarle una combinación de golpes certeros que finalmente lo derribaron. Goalang cayó a la arena, su cuerpo desmoronándose. La multitud estalló en vítores, sorprendida por la remontada de Takeru. El "Dios de la Guerra" se levantó lentamente, pero ya no tenía la misma fuerza. El árbitro lo contó rápidamente y, al final, no pudo ponerse de pie antes de la cuenta final. Takeru Arakawa, el **Lobo Negro**, había ganado. La arena temblaba por la ovación del público, mientras Takeru, agotado y sangrando, se desplomaba sobre sus rodillas, respirando con dificultad. La pelea más dura de su vida había llegado a su fin, y, aunque herido, el "Lobo Negro" había demostrado su increíble resistencia, superando incluso a un oponente tan imparable como Goalang.
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  • El viento soplaba con fuerza sobre la plataforma de arena, levantando una fina nube de polvo que se arremolinaba alrededor de los dos combatientes. **Takeru se paró firme, con el corazón latiendo a mil por hora, pero con la mente clara, gracias a las palabras de aquella persona, por fin lo comprendió.** Esta no era solo una pelea más; era la prueba definitiva de su crecimiento. **Todo su entrenamiento, todo el legado del Estilo Niko y su destreza como Out-Boxer, lo habían traído hasta aquí.**

    Frente a él, Yun Sekibayashi se erguía como un coloso indomable. **Un titán del puroresu**, su musculatura imponente contrastaba con su eterna sonrisa confiada.

    "¡Venga, Takeru! ¡Vamos a hacer que esta pelea sea legendaria!"

    Sin referí, sin reglas, sin margen para errores. **Solo fuerza, habilidad y voluntad.**

    El choque comenzó de inmediato. **Sekibayashi avanzó con su Lariat devastador, buscando terminar la pelea en un solo golpe.** Pero Takeru reaccionó con la velocidad de un relámpago, inclinando su cuerpo hacia atrás y dejando que el enorme brazo de Yun pasara por encima de su cabeza.

    En un instante, Takeru contraatacó con un **Puño Relámpago del Estilo Niko**, dirigido al hígado del gigante.

    ¡BAM!

    Sekibayashi gruñó y retrocedió un paso, pero su sonrisa se ensanchó aún más. "¡Buen golpe, pero no suficiente!"

    Sin darle respiro, **Sekibayashi se abalanzó sobre él con un Bear Hug brutal**. Su abrazo era como el de una pitón, aplastando las costillas de Takeru con una fuerza descomunal.

    Takeru sintió la presión sofocante, pero su mente se mantuvo fría. **Recordó las enseñanzas del Estilo Niko.** En lugar de resistirse, relajó su cuerpo por un instante, y con un giro preciso, colocó su pierna entre las de Sekibayashi y utilizó un **Lanzamiento de Flujo** para liberarse.

    El titán perdió el equilibrio y **por primera vez cayó de rodillas**.

    El público que rodeaba la plataforma enloqueció.

    Sekibayashi golpeó el suelo con un puño y se levantó con una risa feroz. "¡Esto es lo que esperaba de ti, Takeru!"

    Se sacudió el polvo y volvió a la carga. Esta vez, su velocidad era aún mayor. **Un titán en movimiento, con fuerza y técnica depuradas.**

    **Takeru cerró los puños. No podía fallar.**

    Cuando Sekibayashi se acercó, **Takeru activó su Posesión.** Su mirada cambió, su instinto asesino se elevó al máximo y su cuerpo se movió con una fluidez sobrenatural.

    **Takeru desapareció de la vista del gigante.**

    Antes de que Sekibayashi pudiera reaccionar, **un directo al rostro lo hizo tambalear.**

    ¡BAM!

    Aprovechando su destreza como Out-Boxer, **Takeru encadenó un uno-dos relampagueante**, esquivando con un impecable juego de pies y castigando cada abertura en la defensa del titán.

    Pero Sekibayashi no caía.

    Con un rugido, **lanzó un cabezazo devastador.**

    ¡CRACK!

    Takeru tambaleó, su visión se nubló por un instante. Sekibayashi lo atrapó por los hombros y, con una fuerza titánica, **lo levantó por los aires antes de estrellarlo contra la arena con un Suplex brutal.**

    Un cráter se formó en la plataforma.

    El silencio se apoderó del lugar.

    Por un momento, todo parecía acabado.

    Pero entonces, la arena comenzó a moverse.

    Takeru **se levantó lentamente, con la mirada ardiente y una sonrisa en el rostro.**

    "Eso… fue fuerte."

    Sekibayashi soltó una carcajada. "¡Sigues de pie! ¡Así me gusta!"

    Takeru tomó aire y adoptó su última postura. **El modo Demoniaco del Estilo Niko.**

    Sus músculos se relajaron, su cuerpo fluía como el agua, pero su intención asesina se elevó al máximo. **Era el punto culminante de todo su entrenamiento.**

    Sekibayashi lo sintió. Por primera vez en la pelea, su sonrisa se desvaneció.

    "Ah… esto sí que será un infierno."

    Takeru desapareció de su vista.

    Un instante después, **un golpe brutal impactó la mandíbula del coloso.**

    ¡BAM!

    Yun retrocedió.

    Takeru apareció a su costado y lanzó un **golpe al hígado**, seguido de una patada giratoria al cuello.

    El cuerpo de Sekibayashi comenzó a ceder.

    Con un último aliento, **Takeru reunió toda su fuerza en un solo golpe**.

    Un puñetazo fulminante al mentón.

    El impacto resonó en toda la arena.

    **Sekibayashi cayó de espaldas.**

    El polvo se asentó lentamente mientras el coloso yacía inmóvil en la arena.

    No hubo cuenta.

    No hubo referí.

    **Solo la brutal verdad del combate.**

    Takeru, con el pecho agitado, permaneció de pie. **Había ganado.**

    Sekibayashi, aún en el suelo, comenzó a reír. "¡Eres un monstruo, Takeru…! ¡Ve y gana esa final!"

    Takeru solo asintió. No había tiempo para celebraciones.

    **La verdadera batalla aún lo esperaba.**
    El viento soplaba con fuerza sobre la plataforma de arena, levantando una fina nube de polvo que se arremolinaba alrededor de los dos combatientes. **Takeru se paró firme, con el corazón latiendo a mil por hora, pero con la mente clara, gracias a las palabras de aquella persona, por fin lo comprendió.** Esta no era solo una pelea más; era la prueba definitiva de su crecimiento. **Todo su entrenamiento, todo el legado del Estilo Niko y su destreza como Out-Boxer, lo habían traído hasta aquí.** Frente a él, Yun Sekibayashi se erguía como un coloso indomable. **Un titán del puroresu**, su musculatura imponente contrastaba con su eterna sonrisa confiada. "¡Venga, Takeru! ¡Vamos a hacer que esta pelea sea legendaria!" Sin referí, sin reglas, sin margen para errores. **Solo fuerza, habilidad y voluntad.** El choque comenzó de inmediato. **Sekibayashi avanzó con su Lariat devastador, buscando terminar la pelea en un solo golpe.** Pero Takeru reaccionó con la velocidad de un relámpago, inclinando su cuerpo hacia atrás y dejando que el enorme brazo de Yun pasara por encima de su cabeza. En un instante, Takeru contraatacó con un **Puño Relámpago del Estilo Niko**, dirigido al hígado del gigante. ¡BAM! Sekibayashi gruñó y retrocedió un paso, pero su sonrisa se ensanchó aún más. "¡Buen golpe, pero no suficiente!" Sin darle respiro, **Sekibayashi se abalanzó sobre él con un Bear Hug brutal**. Su abrazo era como el de una pitón, aplastando las costillas de Takeru con una fuerza descomunal. Takeru sintió la presión sofocante, pero su mente se mantuvo fría. **Recordó las enseñanzas del Estilo Niko.** En lugar de resistirse, relajó su cuerpo por un instante, y con un giro preciso, colocó su pierna entre las de Sekibayashi y utilizó un **Lanzamiento de Flujo** para liberarse. El titán perdió el equilibrio y **por primera vez cayó de rodillas**. El público que rodeaba la plataforma enloqueció. Sekibayashi golpeó el suelo con un puño y se levantó con una risa feroz. "¡Esto es lo que esperaba de ti, Takeru!" Se sacudió el polvo y volvió a la carga. Esta vez, su velocidad era aún mayor. **Un titán en movimiento, con fuerza y técnica depuradas.** **Takeru cerró los puños. No podía fallar.** Cuando Sekibayashi se acercó, **Takeru activó su Posesión.** Su mirada cambió, su instinto asesino se elevó al máximo y su cuerpo se movió con una fluidez sobrenatural. **Takeru desapareció de la vista del gigante.** Antes de que Sekibayashi pudiera reaccionar, **un directo al rostro lo hizo tambalear.** ¡BAM! Aprovechando su destreza como Out-Boxer, **Takeru encadenó un uno-dos relampagueante**, esquivando con un impecable juego de pies y castigando cada abertura en la defensa del titán. Pero Sekibayashi no caía. Con un rugido, **lanzó un cabezazo devastador.** ¡CRACK! Takeru tambaleó, su visión se nubló por un instante. Sekibayashi lo atrapó por los hombros y, con una fuerza titánica, **lo levantó por los aires antes de estrellarlo contra la arena con un Suplex brutal.** Un cráter se formó en la plataforma. El silencio se apoderó del lugar. Por un momento, todo parecía acabado. Pero entonces, la arena comenzó a moverse. Takeru **se levantó lentamente, con la mirada ardiente y una sonrisa en el rostro.** "Eso… fue fuerte." Sekibayashi soltó una carcajada. "¡Sigues de pie! ¡Así me gusta!" Takeru tomó aire y adoptó su última postura. **El modo Demoniaco del Estilo Niko.** Sus músculos se relajaron, su cuerpo fluía como el agua, pero su intención asesina se elevó al máximo. **Era el punto culminante de todo su entrenamiento.** Sekibayashi lo sintió. Por primera vez en la pelea, su sonrisa se desvaneció. "Ah… esto sí que será un infierno." Takeru desapareció de su vista. Un instante después, **un golpe brutal impactó la mandíbula del coloso.** ¡BAM! Yun retrocedió. Takeru apareció a su costado y lanzó un **golpe al hígado**, seguido de una patada giratoria al cuello. El cuerpo de Sekibayashi comenzó a ceder. Con un último aliento, **Takeru reunió toda su fuerza en un solo golpe**. Un puñetazo fulminante al mentón. El impacto resonó en toda la arena. **Sekibayashi cayó de espaldas.** El polvo se asentó lentamente mientras el coloso yacía inmóvil en la arena. No hubo cuenta. No hubo referí. **Solo la brutal verdad del combate.** Takeru, con el pecho agitado, permaneció de pie. **Había ganado.** Sekibayashi, aún en el suelo, comenzó a reír. "¡Eres un monstruo, Takeru…! ¡Ve y gana esa final!" Takeru solo asintió. No había tiempo para celebraciones. **La verdadera batalla aún lo esperaba.**
    Me shockea
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  • El choque de puños hizo retumbar el suelo. Takeru sintió cómo sus huesos crujían por el impacto, pero no se detuvo. Ryan tampoco.

    El Kure se deslizó con un movimiento casi imperceptible y lanzó un derechazo que impactó de lleno en la mandíbula de Takeru, haciéndolo retroceder varios pasos. Antes de que pudiera estabilizarse, Ryan ya estaba sobre él, encadenando golpes con una velocidad monstruosa.

    Un gancho al hígado. Un codazo al rostro. Una patada descendente que casi le parte el cráneo.

    Cada golpe de Ryan era como un martillazo, y Takeru apenas podía mantenerse en pie. Pero en lugar de rendirse, avanzó.

    —No te caes… —Ryan sonrió, con un brillo salvaje en los ojos—. ¡Entonces te haré pedazos!

    Ryan lanzó una ráfaga de golpes con ambos brazos, cada uno con la intención de acabar la pelea. Sin embargo, Takeru, con el instinto de un veterano de mil batallas, **se adaptó.**

    Desvió un golpe. Luego otro. Giró el torso para esquivar un codazo, flexionó las piernas y se deslizó bajo un gancho.

    **Out-boxing.**

    Las piernas de Takeru se movieron con precisión quirúrgica, su cabeza y torso esquivaban los ataques con movimientos fluidos. Ryan frunció el ceño, su ofensiva ya no conectaba como antes.

    En un instante, Takeru cambió de ritmo. Dejó de esquivar y pasó al contraataque.

    Un golpe al plexo solar de Ryan lo dejó sin aire. Antes de que pudiera reaccionar, un derechazo a la sien hizo que su cabeza girara. Takeru no se detuvo. Una combinación de puñetazos con el **estilo Niko** castigó el cuerpo de su oponente con precisión quirúrgica.

    Ryan intentó reaccionar, pero por primera vez en toda la pelea, **estaba siendo dominado.**

    —¡Esto aún no acaba! —gruñó Ryan, con la mirada llena de furia.

    Con un rugido, lanzó un rodillazo al mentón de Takeru. **Un golpe perfecto.**

    Pero Takeru ya lo había previsto.

    **Adamantino.**

    Su cuerpo se endureció en el último instante. La rodilla de Ryan impactó, pero en lugar de hacer daño, rebotó contra su piel endurecida.

    Los ojos de Ryan se abrieron con sorpresa.

    **"Es ahora."**

    **Bólido.**

    Takeru flexionó las piernas y **explotó hacia adelante** con toda la potencia de su cuerpo. Su puño derecho, reforzado con Adamantino, se lanzó directo al rostro de Ryan con la velocidad de un rayo.

    El impacto fue devastador.

    El cráneo de Ryan se inclinó violentamente hacia atrás, su cuerpo salió disparado como un muñeco de trapo. Atravesó el aire y se estrelló contra el suelo con un estruendo brutal.

    Silencio.

    Takeru respiró con dificultad, sintiendo cómo su cuerpo finalmente llegaba al límite. Frente a él, Ryan yacía en el suelo, inconsciente.

    La pelea había terminado.
    El choque de puños hizo retumbar el suelo. Takeru sintió cómo sus huesos crujían por el impacto, pero no se detuvo. Ryan tampoco. El Kure se deslizó con un movimiento casi imperceptible y lanzó un derechazo que impactó de lleno en la mandíbula de Takeru, haciéndolo retroceder varios pasos. Antes de que pudiera estabilizarse, Ryan ya estaba sobre él, encadenando golpes con una velocidad monstruosa. Un gancho al hígado. Un codazo al rostro. Una patada descendente que casi le parte el cráneo. Cada golpe de Ryan era como un martillazo, y Takeru apenas podía mantenerse en pie. Pero en lugar de rendirse, avanzó. —No te caes… —Ryan sonrió, con un brillo salvaje en los ojos—. ¡Entonces te haré pedazos! Ryan lanzó una ráfaga de golpes con ambos brazos, cada uno con la intención de acabar la pelea. Sin embargo, Takeru, con el instinto de un veterano de mil batallas, **se adaptó.** Desvió un golpe. Luego otro. Giró el torso para esquivar un codazo, flexionó las piernas y se deslizó bajo un gancho. **Out-boxing.** Las piernas de Takeru se movieron con precisión quirúrgica, su cabeza y torso esquivaban los ataques con movimientos fluidos. Ryan frunció el ceño, su ofensiva ya no conectaba como antes. En un instante, Takeru cambió de ritmo. Dejó de esquivar y pasó al contraataque. Un golpe al plexo solar de Ryan lo dejó sin aire. Antes de que pudiera reaccionar, un derechazo a la sien hizo que su cabeza girara. Takeru no se detuvo. Una combinación de puñetazos con el **estilo Niko** castigó el cuerpo de su oponente con precisión quirúrgica. Ryan intentó reaccionar, pero por primera vez en toda la pelea, **estaba siendo dominado.** —¡Esto aún no acaba! —gruñó Ryan, con la mirada llena de furia. Con un rugido, lanzó un rodillazo al mentón de Takeru. **Un golpe perfecto.** Pero Takeru ya lo había previsto. **Adamantino.** Su cuerpo se endureció en el último instante. La rodilla de Ryan impactó, pero en lugar de hacer daño, rebotó contra su piel endurecida. Los ojos de Ryan se abrieron con sorpresa. **"Es ahora."** **Bólido.** Takeru flexionó las piernas y **explotó hacia adelante** con toda la potencia de su cuerpo. Su puño derecho, reforzado con Adamantino, se lanzó directo al rostro de Ryan con la velocidad de un rayo. El impacto fue devastador. El cráneo de Ryan se inclinó violentamente hacia atrás, su cuerpo salió disparado como un muñeco de trapo. Atravesó el aire y se estrelló contra el suelo con un estruendo brutal. Silencio. Takeru respiró con dificultad, sintiendo cómo su cuerpo finalmente llegaba al límite. Frente a él, Ryan yacía en el suelo, inconsciente. La pelea había terminado.
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