• Es una hechicera
    Una seductora
    Ay, qué bonitos ojos
    Ay, qué bonita boca
    Ay, soy su prisionero
    Y me reviento en deseo
    Una seductora
    Es una hechicera
    Una seductora
    Una seductora
    Es una hechicera Una seductora Ay, qué bonitos ojos Ay, qué bonita boca Ay, soy su prisionero Y me reviento en deseo Una seductora Es una hechicera Una seductora Una seductora
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos 468 vistas
  • El encuentro
    Categoría Acción
    Después de abrir la última caja de la mudanza decidió que era tiempo de dar una vuelta, después de todo si su plan era vivir en esa ciudad mucho tiempo gracias a su nuevo trabajo tenía que empezar por conocer el sitio.

    Dió un par de vueltas al azar para al final de su improvisado paseo acabar metida en un club que mostraba un enorme cartero luminoso que decía « LUX »

    La profesora pidió que le sirvieran un whisky, el cual se bebió sin prisas con dos cubitos de hielo flotando en lo último. Tras aburrirse y no encontrar ningún atractivo en aquel lugar saldó su cuenta, junto a algo de propina para la camarera, y se levantó.

    Al salir caminó un par de pasos hasta que un familiar aroma, uno que podría reconocer a miles de años luz, inundó sus fosas nasales provocando que sus ojos se llenarán de lágrimas ante el recuerdo que evocan. Totalmente consternada la hechicera volvió tras sus pasos, quizás en aquel club obtuviera una respuesta por aquella coincidencia.
    Después de abrir la última caja de la mudanza decidió que era tiempo de dar una vuelta, después de todo si su plan era vivir en esa ciudad mucho tiempo gracias a su nuevo trabajo tenía que empezar por conocer el sitio. Dió un par de vueltas al azar para al final de su improvisado paseo acabar metida en un club que mostraba un enorme cartero luminoso que decía « LUX » La profesora pidió que le sirvieran un whisky, el cual se bebió sin prisas con dos cubitos de hielo flotando en lo último. Tras aburrirse y no encontrar ningún atractivo en aquel lugar saldó su cuenta, junto a algo de propina para la camarera, y se levantó. Al salir caminó un par de pasos hasta que un familiar aroma, uno que podría reconocer a miles de años luz, inundó sus fosas nasales provocando que sus ojos se llenarán de lágrimas ante el recuerdo que evocan. Totalmente consternada la hechicera volvió tras sus pasos, quizás en aquel club obtuviera una respuesta por aquella coincidencia.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    20
    Estado
    Disponible
    2 turnos 0 maullidos 513 vistas
  • 𝙻𝚊 𝚎𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊
    ═════════════
    Había recibido información de un autoproclamado "Coleccionista Inhacedero" que vivía en la zona y alardeaba tener en su poder una planta casi extinta: Cymbalaria muralis.

    Mezclando esta, con belladona, arsénico y plomo resultaba la temida αgυα тσƒαηα

    Era una especie de suero de la verdad que producía en quien la tomara un fuerte dolor en el pecho acompañando de espasmos musculares pero sin afectar la conciencia para que la persona que lo consumiera pudiera confesar verdades que en otras circunstancias no lo harían.

    Necesitaba la flor para poder preparar la poción que bajo anonimato una mujer con influencias le había solicitado, la paga era buena y además la hechicera obtendría cierta invisibilidad en los territorios circundantes, algo que le servía para seguir trabajando.

    Pero cuando iba al encuentro de este famoso coleccionista Sigrid fue interceptada a medio camino por un semi demonio que requería de sus servicios, algo que en el momento a regañadientes aceptó, pero que costó el encuentro con el coleccionista y por consiguiente el poder comprar la planta

    En cuanto pudo reorganizó la reunión, sería cerca del mercado en el casco más antiguo de la ciudad; Los lugares públicos para la bruja siempre eran más seguros para transacciones.

    No conocía el aspecto del sujeto, pero tenían una palabra clave para identificarse.

    Pasaron largas horas... nadie aparecía. Un largo suspiro escapaba de la hechicera un tanto frustrada trataba de decidir si esperar un poco más o volverse a su hogar
    𝙻𝚊 𝚎𝚝𝚎𝚛𝚗𝚊 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊 ═════════════ Había recibido información de un autoproclamado "Coleccionista Inhacedero" que vivía en la zona y alardeaba tener en su poder una planta casi extinta: Cymbalaria muralis. Mezclando esta, con belladona, arsénico y plomo resultaba la temida αgυα тσƒαηα Era una especie de suero de la verdad que producía en quien la tomara un fuerte dolor en el pecho acompañando de espasmos musculares pero sin afectar la conciencia para que la persona que lo consumiera pudiera confesar verdades que en otras circunstancias no lo harían. Necesitaba la flor para poder preparar la poción que bajo anonimato una mujer con influencias le había solicitado, la paga era buena y además la hechicera obtendría cierta invisibilidad en los territorios circundantes, algo que le servía para seguir trabajando. Pero cuando iba al encuentro de este famoso coleccionista Sigrid fue interceptada a medio camino por un semi demonio que requería de sus servicios, algo que en el momento a regañadientes aceptó, pero que costó el encuentro con el coleccionista y por consiguiente el poder comprar la planta En cuanto pudo reorganizó la reunión, sería cerca del mercado en el casco más antiguo de la ciudad; Los lugares públicos para la bruja siempre eran más seguros para transacciones. No conocía el aspecto del sujeto, pero tenían una palabra clave para identificarse. Pasaron largas horas... nadie aparecía. Un largo suspiro escapaba de la hechicera un tanto frustrada trataba de decidir si esperar un poco más o volverse a su hogar
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos 749 vistas
  • La hechicera y maestra del engaño sentada tras su gran mesón

    lleno de frascos con contenido de dudosa procedencia y reputación,

    al lado, una ruma de libros de conocimientos arcanos

    se acumulaban esperando ser consultados

    Ꮥ • 𝐀𝐲... 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐮𝐚 𝐩𝐨𝐥𝐢𝐥𝐥𝐢𝐭𝐚 ¿𝐐𝐮é 𝐭𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐢𝐨𝐬?
    La hechicera y maestra del engaño sentada tras su gran mesón lleno de frascos con contenido de dudosa procedencia y reputación, al lado, una ruma de libros de conocimientos arcanos se acumulaban esperando ser consultados Ꮥ • 𝐀𝐲... 𝐢𝐧𝐠𝐞𝐧𝐮𝐚 𝐩𝐨𝐥𝐢𝐥𝐥𝐢𝐭𝐚 ¿𝐐𝐮é 𝐭𝐞 𝐭𝐫𝐚𝐞 𝐡𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐦𝐢𝐬 𝐝𝐨𝐦𝐢𝐧𝐢𝐨𝐬?
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    9
    0 turnos 0 maullidos 584 vistas
  • El murmullo del bar se mezclaba con el tintineo de vasos y el sonido bajo de una vieja canción de rock. Shoko Ieiri empujó la puerta y dejó que el olor a madera vieja y cerveza derramada la envolviera. Era uno de esos bares pequeños y acogedores donde nadie hacía demasiadas preguntas, justo lo que necesitaba esa noche.

    Cruzó el lugar con las manos en los bolsillos de su chaqueta y se sentó en un taburete junto a la barra. El bartender, un hombre de cabello canoso y expresión tranquila, le dirigió una mirada interrogante.

    —Cerveza, la más fría que tengas —dijo Shoko con una media sonrisa.

    Mientras el hombre llenaba el vaso, Shoko dejó escapar un suspiro y observó a los demás. Había un grupo de amigos jugando dardos, una pareja compartiendo una pizza, y algunos solitarios como ella, cada uno enfrascado en sus propios pensamientos. No era que tuviera algo en contra de la compañía, pero últimamente había aprendido a disfrutar de su propia soledad.

    Cuando el bartender colocó la cerveza frente a ella, Shoko levantó el vaso en un brindis silencioso y dio el primer trago. El líquido frío le recorrió la garganta, arrancándole una sonrisa genuina.

    —Esto es exactamente lo que necesitaba —murmuró para sí misma.

    Con el vaso en la mano, empezó a distraerse mirando los cuadros en las paredes, todos con fotografías de bandas antiguas y algún que otro autógrafo. La música cambió a una canción de los 80 que le era vagamente familiar, y, sin pensarlo demasiado, comenzó a tararear mientras tamborileaba con los dedos sobre la barra.

    El bartender, que limpiaba un vaso cerca, se rió suavemente.

    —Buena elección, ¿eh? —comentó, señalando la bocina.

    —No está mal. Aunque me vendría mejor algo más movido —respondió Shoko con un guiño.

    La noche avanzó sin prisa. Se pidió una segunda cerveza y, después de un rato, se dejó convencer por el bartender para probar un aperitivo de la casa. Para su sorpresa, estaba delicioso. Intercambiaron comentarios triviales: el clima, la música, incluso bromearon sobre el fútbol, aunque ninguno de los dos parecía realmente interesado.

    Shoko se dio cuenta de que llevaba rato sonriendo sin razón aparente, disfrutando del ambiente, del anonimato, y de la libertad de no tener que pensar demasiado en nada.

    Cuando terminó su última cerveza, pagó la cuenta y dejó una propina generosa.

    —Gracias, necesitaba esto —dijo, inclinando ligeramente la cabeza hacia el bartender antes de levantarse.

    —Vuelve cuando quieras. La próxima canción la eliges tú.

    Shoko salió del bar con las manos en los bolsillos y el aire frío de la noche despejándole los pensamientos. No había sido una noche extraordinaria ni memorable, pero, de algún modo, había sido perfecta. A veces, solo necesitaba eso: una cerveza fría, buena música y un poco de tiempo para dejar de ser doctora, hechicera, etc, simplemente ser Shoko.
    El murmullo del bar se mezclaba con el tintineo de vasos y el sonido bajo de una vieja canción de rock. Shoko Ieiri empujó la puerta y dejó que el olor a madera vieja y cerveza derramada la envolviera. Era uno de esos bares pequeños y acogedores donde nadie hacía demasiadas preguntas, justo lo que necesitaba esa noche. Cruzó el lugar con las manos en los bolsillos de su chaqueta y se sentó en un taburete junto a la barra. El bartender, un hombre de cabello canoso y expresión tranquila, le dirigió una mirada interrogante. —Cerveza, la más fría que tengas —dijo Shoko con una media sonrisa. Mientras el hombre llenaba el vaso, Shoko dejó escapar un suspiro y observó a los demás. Había un grupo de amigos jugando dardos, una pareja compartiendo una pizza, y algunos solitarios como ella, cada uno enfrascado en sus propios pensamientos. No era que tuviera algo en contra de la compañía, pero últimamente había aprendido a disfrutar de su propia soledad. Cuando el bartender colocó la cerveza frente a ella, Shoko levantó el vaso en un brindis silencioso y dio el primer trago. El líquido frío le recorrió la garganta, arrancándole una sonrisa genuina. —Esto es exactamente lo que necesitaba —murmuró para sí misma. Con el vaso en la mano, empezó a distraerse mirando los cuadros en las paredes, todos con fotografías de bandas antiguas y algún que otro autógrafo. La música cambió a una canción de los 80 que le era vagamente familiar, y, sin pensarlo demasiado, comenzó a tararear mientras tamborileaba con los dedos sobre la barra. El bartender, que limpiaba un vaso cerca, se rió suavemente. —Buena elección, ¿eh? —comentó, señalando la bocina. —No está mal. Aunque me vendría mejor algo más movido —respondió Shoko con un guiño. La noche avanzó sin prisa. Se pidió una segunda cerveza y, después de un rato, se dejó convencer por el bartender para probar un aperitivo de la casa. Para su sorpresa, estaba delicioso. Intercambiaron comentarios triviales: el clima, la música, incluso bromearon sobre el fútbol, aunque ninguno de los dos parecía realmente interesado. Shoko se dio cuenta de que llevaba rato sonriendo sin razón aparente, disfrutando del ambiente, del anonimato, y de la libertad de no tener que pensar demasiado en nada. Cuando terminó su última cerveza, pagó la cuenta y dejó una propina generosa. —Gracias, necesitaba esto —dijo, inclinando ligeramente la cabeza hacia el bartender antes de levantarse. —Vuelve cuando quieras. La próxima canción la eliges tú. Shoko salió del bar con las manos en los bolsillos y el aire frío de la noche despejándole los pensamientos. No había sido una noche extraordinaria ni memorable, pero, de algún modo, había sido perfecta. A veces, solo necesitaba eso: una cerveza fría, buena música y un poco de tiempo para dejar de ser doctora, hechicera, etc, simplemente ser Shoko.
    Me gusta
    Me encocora
    Me enjaja
    9
    0 turnos 0 maullidos 747 vistas
  • Es una hechicera
    Una seductora

    Ven, déjame estrecharte
    Deja desnudarte bajo la luna poquito a poco
    Es, es una hechicera
    Que domina al hombre con sus danzares
    Con las caderas
    🎵Es una hechicera Una seductora Ven, déjame estrecharte Deja desnudarte bajo la luna poquito a poco Es, es una hechicera Que domina al hombre con sus danzares Con las caderas🎵
    Me endiabla
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos 572 vistas
  • 𝑆𝘩𝘩… 𝑠𝘩𝘩, 𝑠𝘩𝘩, 𝑠𝘩𝘩. 𝑁𝑜, 𝑁𝑖 𝑢𝑛 𝑠𝑜𝑛𝑖𝑑𝑜, 𝑛𝑜, 𝑑𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒.

    El aire estaba embebido de un perfume extravagante que se pegaba al vapor que salía de la tetera dejando un sabor en la lengua aunque se inspirara por la nariz. Sabía a adrenalina, dulce como el amor de una madre y a desesperación pero sin saber exactamente de qué. Claramente, era una droga, nada tan divertido o vibrante podía ser parte de la naturaleza.

    𝐵𝑖𝑒𝑛, 𝑒𝑙 𝑎𝑛𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑓𝑢𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝘩𝑎𝑧 𝑟𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎 𝑠𝑖 𝑛𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑚𝑜𝑣𝑒𝑟 𝑙𝑎 𝑙𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎.

    Llevó a la mesa una olla de latón vacía con un par de hojas y ramilletes de hierbas antes de darles un baño con la infusión que estaba en el fuego. La sensación se volvió tres veces más fuerte, hasta el gato que paseaba por ahí se echó a una siesta cerca de la fuente para disfrutar los efectos. Ella, por su parte, se limitó a limpiarse las manos.

    𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑒𝑠, 𝑐𝑢́𝑏𝑟𝑒𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑡𝑜𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝘩𝑎𝑙𝑎𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑣𝑎𝑝𝑜𝑟𝑒𝑠. 𝐿𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑣𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑜́, ¿𝐷𝑒 𝑎𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜?

    En momentos así, comenzaba a perder el hilo de la realidad. Era exactamente como las brujas y hechiceras en los cuentos que se solían pasar de boca a boca en Zaun. Robando lo mejor de la naturaleza para tratar de enmendar lo peor del hombre. Pero la moral tendría que esperar para la siguiente ocasión, la campanilla de la puerta sonó, y su gente la necesitaba.

    𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑎 “𝐶𝑎𝑠𝑎”, 𝑛𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑛𝑖 𝑝𝑒𝑑𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎...

    Era él… La maldita personificación de la ley en todo Piltover…

    𝐸𝑠𝑡𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒.

    Jayce Talis

    #Oc #Arcane
    𝑆𝘩𝘩… 𝑠𝘩𝘩, 𝑠𝘩𝘩, 𝑠𝘩𝘩. 𝑁𝑜, 𝑁𝑖 𝑢𝑛 𝑠𝑜𝑛𝑖𝑑𝑜, 𝑛𝑜, 𝑑𝑒𝑡𝑒𝑛𝑡𝑒. El aire estaba embebido de un perfume extravagante que se pegaba al vapor que salía de la tetera dejando un sabor en la lengua aunque se inspirara por la nariz. Sabía a adrenalina, dulce como el amor de una madre y a desesperación pero sin saber exactamente de qué. Claramente, era una droga, nada tan divertido o vibrante podía ser parte de la naturaleza. 𝐵𝑖𝑒𝑛, 𝑒𝑙 𝑎𝑛𝑒𝑠𝑡𝑒́𝑠𝑖𝑐𝑜 𝑒𝑠𝑡𝑎́ 𝑓𝑢𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑎𝑛𝑑𝑜, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝘩𝑎𝑧 𝑟𝑢𝑖𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑐𝑎𝑚𝑝𝑎𝑛𝑎 𝑠𝑖 𝑛𝑜 𝑝𝑢𝑒𝑑𝑒𝑠 𝑚𝑜𝑣𝑒𝑟 𝑙𝑎 𝑙𝑒𝑛𝑔𝑢𝑎. Llevó a la mesa una olla de latón vacía con un par de hojas y ramilletes de hierbas antes de darles un baño con la infusión que estaba en el fuego. La sensación se volvió tres veces más fuerte, hasta el gato que paseaba por ahí se echó a una siesta cerca de la fuente para disfrutar los efectos. Ella, por su parte, se limitó a limpiarse las manos. 𝑁𝑜 𝑡𝑒 𝑜𝑙𝑣𝑖𝑑𝑒𝑠, 𝑐𝑢́𝑏𝑟𝑒𝑡𝑒 𝑐𝑜𝑛 𝑙𝑎 𝑡𝑜𝑙𝑙𝑎 𝑦 𝑚𝑒𝑑𝑖𝑎 𝘩𝑜𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑖𝑛𝘩𝑎𝑙𝑎𝑟 𝑙𝑜𝑠 𝑣𝑎𝑝𝑜𝑟𝑒𝑠. 𝐿𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑣𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑑𝑜́, ¿𝐷𝑒 𝑎𝑐𝑢𝑒𝑟𝑑𝑜? En momentos así, comenzaba a perder el hilo de la realidad. Era exactamente como las brujas y hechiceras en los cuentos que se solían pasar de boca a boca en Zaun. Robando lo mejor de la naturaleza para tratar de enmendar lo peor del hombre. Pero la moral tendría que esperar para la siguiente ocasión, la campanilla de la puerta sonó, y su gente la necesitaba. 𝐵𝑖𝑒𝑛𝑣𝑒𝑛𝑖𝑑𝑜 𝑎 “𝐶𝑎𝑠𝑎”, 𝑛𝑜 𝘩𝑎𝑐𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑝𝑟𝑒𝑔𝑢𝑛𝑡𝑎𝑠 𝑛𝑖 𝑝𝑒𝑑𝑖𝑚𝑜𝑠 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠, 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑒𝑚𝑜𝑠 𝑎... Era él… La maldita personificación de la ley en todo Piltover… 𝐸𝑠𝑡𝑜 𝑛𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒 𝑝𝑎𝑟𝑒𝑐𝑒. [defender_of_tomorrow] #Oc #Arcane
    Me gusta
    Me encocora
    11
    3 turnos 0 maullidos 1481 vistas
  • Originɑl Chɑrɑcter; 𝑨𝒍𝒗𝒊𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒐𝒏𝒊𝒄𝒍𝒆𝒔: [ Ⅰ ]
    ——¨✦ 𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑂𝑛𝑐𝑒.
    Alvis: Maestre... Me puede contar de nuevo la historia de los 11 Caballeros. Preguntó un pequeño y jubiloso Alvis, era apenas un niño de no más de 6 años que escuchaba fascinado las historias de caballería de su maestro, el caballero sin nombre y miembro de aquel grupo legendario conformado por once miembros.

    S.N: Estás muy insistente hoy, ¿eh, renacuajo? Ya te la he contado varias veces. Vas a gastar la historia y dejará de sonar épica.
    Alvis: ¡Por favor! Nunca dejará de ser épica. —Imploró el joven.

    S.N: Vale, vale... Pero terminando la historia te vas pirando a dormir a tu casa, que tu madre debe estar preocupada.

    Alvis: Lo haré. Palabra de caballero. —Enfatizo levantando el puño al pecho, cuán promesa real de un Sir.

    S.N: Si supieras cuántos problemas me ha dado esa tontería de la palabra de caballero, no la dirías con tanta facilidad. —Contestó con un par de carcajadas recordando historias que de momento sólo el caballero entendía.

    S.N: Pues bien... te la contaré una vez más.

    Hacía ya un par de ayeres.... <No muchos, tan viejo no soy> Una batalla para posteridad se dio en la montaña carmesí. El Rey Dragón, Xopranis. Le declaró la guerra al Reino de los Elfos y al de los humanos ante una sed de venganza por la muerte de su hija, que terminó en una contienda de sangre y llamas.

    La guerra dio inició y cernió los cielos en muerte. Todos los dragones danzaban con estrepito agotando su aliento convertido en llamas. No había noche en la que el fuego de la venganza de los dragones no se presentara en cada luna, destruyendo y asesinando a familias enteras por doquier. A estos días se le conoció como Las Noches de Sangre y Fuego. Nunca existió más miedo al anochecer que en aquellos tiempos. No importaba si el alto consejo mago buscaba el dialogo pues sólo encontraban acuerdos de paz convertidos en cenizas y el rechazo total del Rey Dragón a cualquier intento reconciliación.

    No fue hasta que el Rey de los Elfos, Thaerus de Unova, y la Reina Mortal, Simeria Montefio, profundamente dolidos por la muerte de su gente; crearon una alianza y formaron al ejército más grande jamás visto, que encabezo la batalla para defender a su pueblo y derrocar al Rey Xopranis. Dentro de esta armada, fueron elegidos 11 guerreros legendarios; todos venían de pueblos y reinos diferentes, pero tenían en común ser Caballeros Andantes. Si bien, no todos eran expertos en cazar dragones, su amplio conocimiento, su lealtad y astucia, fueron suficientes para que se distinguieran entre el resto. Por lo que se les conoció a partir de entonces como los "Once"

    Estos valientes guerreros, se les fue encomendada la difícil y casi imposible tarea de enfrentándose directamente contra Xopranis. Infiltrándose en el Reino de los Dragones hasta lograr encontrarlo y tenderle una trampa mortal. Un ataque sorpresa que terminó en una de las batallas más peligrosas y míticas de la historia.

    1. ——¨✦
    𝑶𝒄𝒂𝒓𝒊𝒐𝒏, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐. Protegió con impetú y nadie murió esa noche.
    Alvis: ¡Su escudo es enorme! Y él una montaña.
    2. ——¨✦
    𝑺𝒂𝒍𝒂𝒛𝒂𝒓, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐. Su audacia logró el ataque sorpresa que necesitábamos.
    Alvis: El más astuto, el de los planes. Preparó el ataque a Xopranis.
    3. ——¨✦
    𝑰𝒓𝒊𝒔, 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂. Su poderosa magia y su arco nos indicaron el camino.
    Alvis: Iris, sus flechas nunca fallan, cegaron a la bestia con sólo una flecha.
    4. ——¨✦
    𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓, 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒐. Su elocuencia engañó dragones y mortales por igual.
    Alvis: El más apuesto, el de la lengua afilada y su daga aún más.
    5. ——¨✦
    𝑳𝒆𝒏𝒐𝒓𝒆, 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒕𝒂. Sus sombras nos escondieron del enemigo.
    Alvis: La hechicera oscura… Da miedo, pero es poderosa y justa.
    6. ——¨✦
    𝑼𝒔𝒂𝒓𝒌, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒙𝒕𝒐. No había nada que su hacha no pudiera destrozar.
    Alvis: ¡El más salvaje! Nunca se rinde e intimidó incluso al Rey Dragón.
    7. ——¨✦
    𝑺𝒊𝒏 𝑵𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, 𝒆𝒍 𝑺𝒆́𝒑𝒕𝒊𝒎𝒐. Su valentía y coraje dieron la fuerza para afrontar la batalla.
    Alvis: ¡Ese eres tú! ¡El Caballero sin nombre! El más valiente.
    S.N: Así es muchacho y el más apuesto también.
    Alvis: Ese es Alexander.
    S.N: Maldito crío… En fin, continuemos.
    8. ——¨✦
    𝑭𝒂𝒓𝒐𝒏𝒆𝒚, 𝒆𝒍 𝑶𝒄𝒕𝒂𝒗𝒐. Su ferocidad sometía al villano y protegió al justo.
    Alvis: El hombre bestia. Sus garras podían traspasar la piel del dragón
    9. ——¨✦
    𝑳𝒚𝒓𝒂, 𝒍𝒂 𝑵𝒐𝒗𝒆𝒏𝒂. Su belleza y el filo de su estoque, una combinación letal.
    Alvis: ¡La Princesa guerrera! Noble y poderosa, mantuvo la unidad del grupo.
    10. ——¨✦
    𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐, 𝒆𝒍 𝑫𝒆́𝒄𝒊𝒎𝒐. Su azote aturdió hasta al Rey de los Dragones.
    Alvis: Dicen que peleaba contra dragones sólo usando sus manos.
    11. ——¨✦
    𝑨𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅, 𝒍𝒂 𝒐𝒏𝒄𝒆𝒂𝒗𝒂. La más veloz y joven del grupo, el corte que atravesó su corazón.
    Alvis: ¡La mejor! La más rápida, la que perforó el corazón de Xopranis.
    S.N: ¿Oye niño no debería ser yo tú Maestro, el mejor? Sabandija traicionera.
    Alvis: Lo eres, después de Astrid.
    S.N: Ni siquiera la conoces. Ah, olvídalo, es inútil intentar ganarte. Sigamos…
    ¨✦

    Y bueno cómo ya sabrás, juntos lograron derrotar al Rey Xopranis, y su muerte trajo a su vez, el fin de la guerra. Ese día, el grupo de los once caballeros fueron nombrados como tal y se les entregaron armas legendarias dignas de su batalla. Nunca más volvieron a librar un combate en compañía, pero siguen luchando sus propias disputas buscando la justicia alrededor del mundo como caballeros andantes. Quién sabe, quizás en un paseo en la mañana… o un día en tu ciudad o aldea, uno de estos nobles guerreros se presente frente tu… ¿Niño? ¿Me escuchas? Ah, cárajo. Te quedaste dormido otra vez, mocoso.

    ***
    Terminado el relato, el caballero sin nombre llevo al pequeño Alvis en brazos junto a su Madre. No sería la última vez que le contaría aquella historia, pero siempre terminaba durmiendo con una sonrisa.
    “𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑟𝑒𝑛𝑎𝑐𝑢𝑎𝑗𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑡𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎. 𝑀𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜… 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑜𝑛̃𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟 𝑡𝑢𝑠 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎𝑠. “
    Originɑl Chɑrɑcter; 𝑨𝒍𝒗𝒊𝒔 𝑪𝒉𝒓𝒐𝒏𝒊𝒄𝒍𝒆𝒔: [ Ⅰ ] ——¨✦ 𝐸𝑙 𝑟𝑒𝑙𝑎𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑂𝑛𝑐𝑒. Alvis: Maestre... Me puede contar de nuevo la historia de los 11 Caballeros. Preguntó un pequeño y jubiloso Alvis, era apenas un niño de no más de 6 años que escuchaba fascinado las historias de caballería de su maestro, el caballero sin nombre y miembro de aquel grupo legendario conformado por once miembros. S.N: Estás muy insistente hoy, ¿eh, renacuajo? Ya te la he contado varias veces. Vas a gastar la historia y dejará de sonar épica. Alvis: ¡Por favor! Nunca dejará de ser épica. —Imploró el joven. S.N: Vale, vale... Pero terminando la historia te vas pirando a dormir a tu casa, que tu madre debe estar preocupada. Alvis: Lo haré. Palabra de caballero. —Enfatizo levantando el puño al pecho, cuán promesa real de un Sir. S.N: Si supieras cuántos problemas me ha dado esa tontería de la palabra de caballero, no la dirías con tanta facilidad. —Contestó con un par de carcajadas recordando historias que de momento sólo el caballero entendía. S.N: Pues bien... te la contaré una vez más. Hacía ya un par de ayeres.... <No muchos, tan viejo no soy> Una batalla para posteridad se dio en la montaña carmesí. El Rey Dragón, Xopranis. Le declaró la guerra al Reino de los Elfos y al de los humanos ante una sed de venganza por la muerte de su hija, que terminó en una contienda de sangre y llamas. La guerra dio inició y cernió los cielos en muerte. Todos los dragones danzaban con estrepito agotando su aliento convertido en llamas. No había noche en la que el fuego de la venganza de los dragones no se presentara en cada luna, destruyendo y asesinando a familias enteras por doquier. A estos días se le conoció como Las Noches de Sangre y Fuego. Nunca existió más miedo al anochecer que en aquellos tiempos. No importaba si el alto consejo mago buscaba el dialogo pues sólo encontraban acuerdos de paz convertidos en cenizas y el rechazo total del Rey Dragón a cualquier intento reconciliación. No fue hasta que el Rey de los Elfos, Thaerus de Unova, y la Reina Mortal, Simeria Montefio, profundamente dolidos por la muerte de su gente; crearon una alianza y formaron al ejército más grande jamás visto, que encabezo la batalla para defender a su pueblo y derrocar al Rey Xopranis. Dentro de esta armada, fueron elegidos 11 guerreros legendarios; todos venían de pueblos y reinos diferentes, pero tenían en común ser Caballeros Andantes. Si bien, no todos eran expertos en cazar dragones, su amplio conocimiento, su lealtad y astucia, fueron suficientes para que se distinguieran entre el resto. Por lo que se les conoció a partir de entonces como los "Once" Estos valientes guerreros, se les fue encomendada la difícil y casi imposible tarea de enfrentándose directamente contra Xopranis. Infiltrándose en el Reino de los Dragones hasta lograr encontrarlo y tenderle una trampa mortal. Un ataque sorpresa que terminó en una de las batallas más peligrosas y míticas de la historia. 1. ——¨✦ 𝑶𝒄𝒂𝒓𝒊𝒐𝒏, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒎𝒆𝒓𝒐. Protegió con impetú y nadie murió esa noche. Alvis: ¡Su escudo es enorme! Y él una montaña. 2. ——¨✦ 𝑺𝒂𝒍𝒂𝒛𝒂𝒓, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒈𝒖𝒏𝒅𝒐. Su audacia logró el ataque sorpresa que necesitábamos. Alvis: El más astuto, el de los planes. Preparó el ataque a Xopranis. 3. ——¨✦ 𝑰𝒓𝒊𝒔, 𝒍𝒂 𝒕𝒆𝒓𝒄𝒆𝒓𝒂. Su poderosa magia y su arco nos indicaron el camino. Alvis: Iris, sus flechas nunca fallan, cegaron a la bestia con sólo una flecha. 4. ——¨✦ 𝑨𝒍𝒆𝒙𝒂𝒏𝒅𝒆𝒓, 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒓𝒕𝒐. Su elocuencia engañó dragones y mortales por igual. Alvis: El más apuesto, el de la lengua afilada y su daga aún más. 5. ——¨✦ 𝑳𝒆𝒏𝒐𝒓𝒆, 𝒍𝒂 𝑸𝒖𝒊𝒏𝒕𝒂. Sus sombras nos escondieron del enemigo. Alvis: La hechicera oscura… Da miedo, pero es poderosa y justa. 6. ——¨✦ 𝑼𝒔𝒂𝒓𝒌, 𝒆𝒍 𝑺𝒆𝒙𝒕𝒐. No había nada que su hacha no pudiera destrozar. Alvis: ¡El más salvaje! Nunca se rinde e intimidó incluso al Rey Dragón. 7. ——¨✦ 𝑺𝒊𝒏 𝑵𝒐𝒎𝒃𝒓𝒆, 𝒆𝒍 𝑺𝒆́𝒑𝒕𝒊𝒎𝒐. Su valentía y coraje dieron la fuerza para afrontar la batalla. Alvis: ¡Ese eres tú! ¡El Caballero sin nombre! El más valiente. S.N: Así es muchacho y el más apuesto también. Alvis: Ese es Alexander. S.N: Maldito crío… En fin, continuemos. 8. ——¨✦ 𝑭𝒂𝒓𝒐𝒏𝒆𝒚, 𝒆𝒍 𝑶𝒄𝒕𝒂𝒗𝒐. Su ferocidad sometía al villano y protegió al justo. Alvis: El hombre bestia. Sus garras podían traspasar la piel del dragón 9. ——¨✦ 𝑳𝒚𝒓𝒂, 𝒍𝒂 𝑵𝒐𝒗𝒆𝒏𝒂. Su belleza y el filo de su estoque, una combinación letal. Alvis: ¡La Princesa guerrera! Noble y poderosa, mantuvo la unidad del grupo. 10. ——¨✦ 𝑻𝒊𝒛𝒊𝒂𝒏𝒐, 𝒆𝒍 𝑫𝒆́𝒄𝒊𝒎𝒐. Su azote aturdió hasta al Rey de los Dragones. Alvis: Dicen que peleaba contra dragones sólo usando sus manos. 11. ——¨✦ 𝑨𝒔𝒕𝒓𝒊𝒅, 𝒍𝒂 𝒐𝒏𝒄𝒆𝒂𝒗𝒂. La más veloz y joven del grupo, el corte que atravesó su corazón. Alvis: ¡La mejor! La más rápida, la que perforó el corazón de Xopranis. S.N: ¿Oye niño no debería ser yo tú Maestro, el mejor? Sabandija traicionera. Alvis: Lo eres, después de Astrid. S.N: Ni siquiera la conoces. Ah, olvídalo, es inútil intentar ganarte. Sigamos… ¨✦ Y bueno cómo ya sabrás, juntos lograron derrotar al Rey Xopranis, y su muerte trajo a su vez, el fin de la guerra. Ese día, el grupo de los once caballeros fueron nombrados como tal y se les entregaron armas legendarias dignas de su batalla. Nunca más volvieron a librar un combate en compañía, pero siguen luchando sus propias disputas buscando la justicia alrededor del mundo como caballeros andantes. Quién sabe, quizás en un paseo en la mañana… o un día en tu ciudad o aldea, uno de estos nobles guerreros se presente frente tu… ¿Niño? ¿Me escuchas? Ah, cárajo. Te quedaste dormido otra vez, mocoso. *** Terminado el relato, el caballero sin nombre llevo al pequeño Alvis en brazos junto a su Madre. No sería la última vez que le contaría aquella historia, pero siempre terminaba durmiendo con una sonrisa. “𝑃𝑒𝑞𝑢𝑒𝑛̃𝑜 𝑟𝑒𝑛𝑎𝑐𝑢𝑎𝑗𝑜, 𝑎𝑙𝑔𝑢́𝑛 𝑑𝑖́𝑎 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟𝑎́𝑠 𝑡𝑢 𝑝𝑟𝑜𝑝𝑖𝑎 𝑙𝑒𝑦𝑒𝑛𝑑𝑎. 𝑀𝑖𝑒𝑛𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜… 𝑠𝑖𝑔𝑢𝑒 𝑑𝑢𝑟𝑚𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑦 𝑠𝑜𝑛̃𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑐𝑜𝑛 𝑒𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑛 𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑠 𝑣𝑖𝑣𝑖𝑟 𝑡𝑢𝑠 𝑎𝑣𝑒𝑛𝑡𝑢𝑟𝑎𝑠. “
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos 1090 vistas
  • ⊹⋅˚₊ ‧₊˚ ⋅ ⊹  𝐵𝑙𝑢𝑒-𝑒𝑦𝑒𝑠 𝑤𝘩𝑖𝑡𝑒 𝑑𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛
    ❛  ✦     ✦  ❜

    —Ésto no tiene cara de My Melody. ¿Cierto?— Preguntaba a sus amigos a quienes les había dado su cajita con el juguete de McDonald's mientras ella miraba atentamente la pantalla de su celular. En la foto se podía apreciar claramente un peluche de conejita rosa con ropa de maga o hechicera, no estaba segura; después de todo, no era fanática como tal de Yu-Gi-Oh para saber exactamente de que estaba disfrazada su personaje favorito.

    Acto seguido, tomó la cajita que le habían dado luego de pedir su comida. En la ilustración claramente no estaba My Melody, sino que un monito llamado Cinnamoroll, quién compartía un parecido perturbador con Gojo-sensei...

    —No lo quiero.— Le dio su cajita a Fushiguro quien era el más distraído, para después ponerse de pie e ir a la caja y ordenar nuevamente. Ésta vez se aseguraría de pedir a My Melody y, en el peor de los casos, pelear por ella. Su fiel martillo y clavos fijados al cinturón en su cadera en caso de ser necesarios en su importante misión.
    ⊹⋅˚₊ 🔨 ‧₊˚ ⋅ ⊹  𝐵𝑙𝑢𝑒-𝑒𝑦𝑒𝑠 𝑤𝘩𝑖𝑡𝑒 𝑑𝑟𝑎𝑔𝑜𝑛 ❛  ✦  🎀   ✦  ❜ —Ésto no tiene cara de My Melody. ¿Cierto?— Preguntaba a sus amigos a quienes les había dado su cajita con el juguete de McDonald's mientras ella miraba atentamente la pantalla de su celular. En la foto se podía apreciar claramente un peluche de conejita rosa con ropa de maga o hechicera, no estaba segura; después de todo, no era fanática como tal de Yu-Gi-Oh para saber exactamente de que estaba disfrazada su personaje favorito. Acto seguido, tomó la cajita que le habían dado luego de pedir su comida. En la ilustración claramente no estaba My Melody, sino que un monito llamado Cinnamoroll, quién compartía un parecido perturbador con Gojo-sensei... —No lo quiero.— Le dio su cajita a Fushiguro quien era el más distraído, para después ponerse de pie e ir a la caja y ordenar nuevamente. Ésta vez se aseguraría de pedir a My Melody y, en el peor de los casos, pelear por ella. Su fiel martillo y clavos fijados al cinturón en su cadera en caso de ser necesarios en su importante misión.
    Me enjaja
    Me gusta
    Me encocora
    8
    0 turnos 0 maullidos 804 vistas
  • ( ꩜ ᯅ ꩜;)  𝐻𝑎𝑖𝑟 𝑜𝑓 𝑑𝑜𝑜𝑚!
    ❛  ✦     ✦  ❜
          

    Nobara se había puesto unas extensiones que había conseguido en SHEIN(?). Estaba satisfecha con el resultado y le quedaba bonito el cabello largo. Seguramente así llamaría más la atención para ser contemplada en algún proyecto de modelaje o mejor aún, quizá hasta para una campaña publicitaria de productos para el cuidado capilar.

    Pero todo lo que bien empieza, tiene un final. Si bien se veía preciosa con una cabellera larga, ésto tenía su precio. Resultó que pese a ser extensiones, el cabello largo requería de muchos cuidados, el aire lo enmarañaba, el pelo falso se caía como si se tratase de muda de pelaje. Y cómo hechicera, no era conveniente en lo absoluto durante una batalla... Ser bella costaba caro.

    Quería gritar y arrancarse esas extensiones. —¡NUNCA MÁS! NO SOY EL MEJOR SOLDADO PARA SOPORTAR ÉSTA CLASE DE TORTURA!— Gritaba con desagrado frente al espejo, extrañaba su cabello corto.

    (𝐿𝑎 𝑖𝑑𝑒𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖 𝑝𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖 (?) 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑦 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜.)
    ( ꩜ ᯅ ꩜;)  𝐻𝑎𝑖𝑟 𝑜𝑓 𝑑𝑜𝑜𝑚! ❛  ✦  🎀   ✦  ❜        Nobara se había puesto unas extensiones que había conseguido en SHEIN(?). Estaba satisfecha con el resultado y le quedaba bonito el cabello largo. Seguramente así llamaría más la atención para ser contemplada en algún proyecto de modelaje o mejor aún, quizá hasta para una campaña publicitaria de productos para el cuidado capilar. Pero todo lo que bien empieza, tiene un final. Si bien se veía preciosa con una cabellera larga, ésto tenía su precio. Resultó que pese a ser extensiones, el cabello largo requería de muchos cuidados, el aire lo enmarañaba, el pelo falso se caía como si se tratase de muda de pelaje. Y cómo hechicera, no era conveniente en lo absoluto durante una batalla... Ser bella costaba caro. Quería gritar y arrancarse esas extensiones. —¡NUNCA MÁS! NO SOY EL MEJOR SOLDADO PARA SOPORTAR ÉSTA CLASE DE TORTURA!— Gritaba con desagrado frente al espejo, extrañaba su cabello corto. (𝐿𝑎 𝑖𝑑𝑒𝑎 𝑑𝑒 𝑙𝑜𝑠 𝑡𝑖́𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑦 𝑑𝑖𝑣𝑖𝑠𝑜𝑟𝑒𝑠 𝑏𝑜𝑛𝑖𝑡𝑜𝑠 𝑓𝑢𝑒𝑟𝑜𝑛 𝑖𝑛𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑑𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑚𝑖 𝑝𝑖𝑐𝑖𝑜𝑠𝑜 𝑀𝑒𝑔𝑢𝑚𝑖 (?) 𝐺𝑟𝑎𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑦 𝑝𝑒𝑟𝑑𝑜́𝑛 𝑝𝑜𝑟 𝑡𝑎𝑛 𝑝𝑜𝑐𝑜.)
    Me enjaja
    Me gusta
    Me encocora
    8
    6 turnos 0 maullidos 736 vistas
Ver más resultados
Patrocinados