• Jimoto se deslizó entre las sombras, con la vista fija en la gran caja metálica dentro del almacén enemigo. Había sido difícil infiltrarse en la base de la Patrulla Roja, pero ahí estaba: la esfera del dragón, custodiada por unos pocos soldados distraídos. Solo tenía que actuar rápido, tomarla y desaparecer antes de que sonara la alarma.

    Pero entonces, un estruendo sacudió el suelo. Desde el intercomunicador de uno de los soldados, una voz chillona resonó:

    —¡El ataque ha comenzado! ¡Reduciremos la ciudad a cenizas hasta que nos entreguen la información!

    Jimoto sintió un escalofrío. *¿Ataque?* ¿A qué ciudad se referían?

    Salió sigilosamente del almacén y se trepó a una torre de vigilancia para ver a lo lejos. Un humo espeso se alzaba en el horizonte. Desde ahí, pudo ver el resplandor de las llamas devorando los edificios de una ciudad cercana. Gritos, explosiones… gente corriendo por sus vidas.

    Apretó los puños. Tenía la oportunidad de llevarse la esfera ahora. Podía completar su misión.

    Pero…

    Miró la caja. Luego la ciudad.

    Chasqueó la lengua con frustración.

    —Maldición…

    Sin pensarlo dos veces, se lanzó en dirección al caos.

    ***

    Las calles estaban sumidas en el terror. Soldados de la Patrulla Roja disparaban sin piedad, causando explosiones que derrumbaban edificios enteros. La gente huía, algunos atrapados entre escombros, otros rodeados sin salida.

    Entonces, una sombra veloz irrumpió en la escena.

    —¡Hey! ¡Cobardes con uniforme! —gritó Jimoto, aterrizando con un golpe que hizo temblar el pavimento—. ¿Por qué no prueban su suerte con alguien que puede devolver los golpes?

    Los soldados voltearon, sorprendidos.

    —¡Es ese tipo! ¡El de la máscara!

    Sin darles tiempo para reaccionar, Jimoto se lanzó contra ellos, derribando a los primeros con una patada giratoria y esquivando las balas con movimientos ágiles. Cada golpe suyo derribaba a un enemigo, cada salto lo acercaba a más civiles para ponerlos a salvo.

    Pero sabía la verdad: mientras él estaba aquí, los villanos escapaban con la esfera.

    No importaba.

    Ver a las familias reunirse, a los niños correr hacia los brazos de sus padres, le confirmó que había tomado la decisión correcta.

    Cuando el humo se disipó y la Patrulla Roja ya no estaba, Jimoto se quedó de pie entre los escombros, respirando con dificultad.

    Había perdido la esfera… pero había salvado una ciudad.

    Y eso valía más.
    Jimoto se deslizó entre las sombras, con la vista fija en la gran caja metálica dentro del almacén enemigo. Había sido difícil infiltrarse en la base de la Patrulla Roja, pero ahí estaba: la esfera del dragón, custodiada por unos pocos soldados distraídos. Solo tenía que actuar rápido, tomarla y desaparecer antes de que sonara la alarma. Pero entonces, un estruendo sacudió el suelo. Desde el intercomunicador de uno de los soldados, una voz chillona resonó: —¡El ataque ha comenzado! ¡Reduciremos la ciudad a cenizas hasta que nos entreguen la información! Jimoto sintió un escalofrío. *¿Ataque?* ¿A qué ciudad se referían? Salió sigilosamente del almacén y se trepó a una torre de vigilancia para ver a lo lejos. Un humo espeso se alzaba en el horizonte. Desde ahí, pudo ver el resplandor de las llamas devorando los edificios de una ciudad cercana. Gritos, explosiones… gente corriendo por sus vidas. Apretó los puños. Tenía la oportunidad de llevarse la esfera ahora. Podía completar su misión. Pero… Miró la caja. Luego la ciudad. Chasqueó la lengua con frustración. —Maldición… Sin pensarlo dos veces, se lanzó en dirección al caos. *** Las calles estaban sumidas en el terror. Soldados de la Patrulla Roja disparaban sin piedad, causando explosiones que derrumbaban edificios enteros. La gente huía, algunos atrapados entre escombros, otros rodeados sin salida. Entonces, una sombra veloz irrumpió en la escena. —¡Hey! ¡Cobardes con uniforme! —gritó Jimoto, aterrizando con un golpe que hizo temblar el pavimento—. ¿Por qué no prueban su suerte con alguien que puede devolver los golpes? Los soldados voltearon, sorprendidos. —¡Es ese tipo! ¡El de la máscara! Sin darles tiempo para reaccionar, Jimoto se lanzó contra ellos, derribando a los primeros con una patada giratoria y esquivando las balas con movimientos ágiles. Cada golpe suyo derribaba a un enemigo, cada salto lo acercaba a más civiles para ponerlos a salvo. Pero sabía la verdad: mientras él estaba aquí, los villanos escapaban con la esfera. No importaba. Ver a las familias reunirse, a los niños correr hacia los brazos de sus padres, le confirmó que había tomado la decisión correcta. Cuando el humo se disipó y la Patrulla Roja ya no estaba, Jimoto se quedó de pie entre los escombros, respirando con dificultad. Había perdido la esfera… pero había salvado una ciudad. Y eso valía más.
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  • 𝑳𝒂 𝒏𝒐𝒕𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒄𝒐𝒓𝒅𝒂𝒏𝒕𝒆 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒔𝒆𝒓 𝒍𝒂 𝒎𝒂́𝒔 𝒅𝒖𝒍𝒄𝒆.
    Fandom House Of The Drαgon (Modern AU)
    Categoría Drama
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado.

    A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer.

    Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra:

    ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞

    Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo.

    Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻

    ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
    ⸻ Gritos, golpes y vítores. Ruidos que embotaban los oídos de Aegon, estímulos que no lograban despertarlo de su letargo. Su cuerpo estaba detrás del escenario de uno de los garitos más reconocidos de la ciudad, y tanto él como su banda estaban a punto de cumplir un sueño: los contrataron para tocar durante toda la noche. Además del salario decente que recibieron, realizar aquel bolo representaba un salto importante para ganar renombre como grupo musical; una meta por la que habían luchado con determinación, levantándose tras cada adversidad y avanzando sin rendirse. Esfuerzos que, al fin, dieron frutos y los llevaron hasta ese lugar. Sin embargo, su alma se ahogaba en el fondo de una botella de whiskey, intentando disipar el dolor de no poder compartir su triunfo con 𝐑𝐡𝐚𝐞𝐧𝐲𝐫𝐚, la única que siempre lo apoyó en su carrera de cantante y… no estaba ahí porque no se atrevió a concretarle la hora exacta en la que iban a actuar. Su propia cobardía, hostigada por inseguridades, lo frenó. Más aún porque era viernes, el día de la semana en que ella quedaba con Daemon. Lo sabía con certeza gracias a los sobornos que le daba a la secretaria que llevaba la agenda de su hermana mayor. Por eso no le dijo nada, por temor a ser rechazado. A pesar de que en las últimas semanas se habían acercado gracias a aquella conversación bajo las estrellas, aún quedaba un largo camino en recorrer. Desde que llegaron al camerino no abrió la boca, limitándose a responder con escuetas onomatopeyas cada vez que alguno de sus amigos le preguntaba algo. Esa actitud no pasó desapercibida para los integrantes de la banda, y aprovechando un momento de distracción, el batería tomó el teléfono del Targaryen y le escribió un mensaje a Nyra: ❝𝐄𝐲, 𝐬𝐨𝐲 𝐋𝐮𝐜𝐚𝐬 ¿𝐕𝐚𝐬 𝐚 𝐭𝐚𝐫𝐝𝐚𝐫 𝐦𝐮𝐜𝐡𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐥𝐞𝐠𝐚𝐫? 𝐄𝐬𝐭𝐚𝐦𝐨𝐬 𝐚 𝐩𝐮𝐧𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐬𝐚𝐥𝐢𝐫 𝐚 𝐭𝐨𝐜𝐚𝐫.❞ Intuían que el estado deleznable del platinado se debía a que no vieron a nadie de su familia entre el público. Mientras los demás participantes estaban arropados por sus parientes, él permanecía solo. Finalmente, llegó el momento y el conjunto instrumental salió al escenario para dar inicio con la función. Solo tardaron un par de minutos en alistarse, y el chico se colocó frente al micrófono. Era el vocalista y guitarrista. ⸻ ¡Buenas noches! Espero que estéis listos para darlo todo, porque tenemos un gran repertorio de canciones que os van a molar.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • El Valle del Lamento
    Fandom Mo Dao Zu Shi
    Categoría Fantasía
    Starter libre
    Título: El Valle del Lamento


    El viento soplaba con fuerza entre las montañas, arrastrando consigo las hojas secas que cubrían el suelo.

    El aire estaba cargado de una energía oscura, un presagio inquietante que hacía que los árboles susurraran.

    Wei Wuxian caminaba sin rumbo fijo entre las rocas y el follaje.

    A pesar de la quietud del lugar, el ambiente parecía estar lleno de presencias. Wei Wuxian detuvo su marcha, percibiendo una leve vibración en el aire.

    Una risa suave, casi inaudible, se filtró entre los susurros de la naturaleza. Una risa que le resultaba… familiar.

    —¿Ya has vuelto, huh? —murmuró para sí mismo, los ojos entrecerrados, su mirada fija en la sombra que se movía entre los árboles.

    Un paso atrás y un suspiro. La magia de la cultivación fluyó por su cuerpo, casi como si hubiera estado esperando a despertar. Pero algo era diferente, algo no estaba bien. Las huellas de un viejo enemigo parecían dejarse sentir en cada rincón del valle.

    ¿Quién había osado revivir los ecos de su pasado en este lugar olvidado? Era una pregunta que Wei Wuxian ya intuía, pero prefería no responder todavía.

    De repente, el aire se volvió más espeso, las sombras parecían cobrar vida y, en el centro de todo eso, una figura emergió lentamente.
    ✨ Starter libre ✨ 🌿 Título: El Valle del Lamento 🌿 El viento soplaba con fuerza entre las montañas, arrastrando consigo las hojas secas que cubrían el suelo. El aire estaba cargado de una energía oscura, un presagio inquietante que hacía que los árboles susurraran. Wei Wuxian caminaba sin rumbo fijo entre las rocas y el follaje. A pesar de la quietud del lugar, el ambiente parecía estar lleno de presencias. Wei Wuxian detuvo su marcha, percibiendo una leve vibración en el aire. Una risa suave, casi inaudible, se filtró entre los susurros de la naturaleza. Una risa que le resultaba… familiar. —¿Ya has vuelto, huh? —murmuró para sí mismo, los ojos entrecerrados, su mirada fija en la sombra que se movía entre los árboles. Un paso atrás y un suspiro. La magia de la cultivación fluyó por su cuerpo, casi como si hubiera estado esperando a despertar. Pero algo era diferente, algo no estaba bien. Las huellas de un viejo enemigo parecían dejarse sentir en cada rincón del valle. ¿Quién había osado revivir los ecos de su pasado en este lugar olvidado? Era una pregunta que Wei Wuxian ya intuía, pero prefería no responder todavía. De repente, el aire se volvió más espeso, las sombras parecían cobrar vida y, en el centro de todo eso, una figura emergió lentamente.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • "Veinte... cumplo veinte hoy".

    Dos décadas. ¿A dónde se había ido tan rápido el tiempo? Como los pétalos de una rosa siendo arrastrados por el viento. Como el polen, pero el polen da vida, no se la lleva, no la arrastra a un vacío donde nada más que silencio había.

    ¿Dolía? No, pero eso era lo peor. El dolor hubiese sido, por lo menos, familiar. Cómodo. Reconfortante, incluso.
    "Veinte... cumplo veinte hoy". Dos décadas. ¿A dónde se había ido tan rápido el tiempo? Como los pétalos de una rosa siendo arrastrados por el viento. Como el polen, pero el polen da vida, no se la lleva, no la arrastra a un vacío donde nada más que silencio había. ¿Dolía? No, pero eso era lo peor. El dolor hubiese sido, por lo menos, familiar. Cómodo. Reconfortante, incluso.
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  • Se cubre el rostro con la diestra.*
    Siempre olvidó ola familia tiene costumbres erróneas...
    Se cubre el rostro con la diestra.* Siempre olvidó ola familia tiene costumbres erróneas...
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //Ya estoy al día. Mañana, mi Portadora ॐ Polaris Lᵒʳⁿᵃ ᴰᵃⁿᵉ verá sus fanpages y el grupo que está más abandonado pero bueh!... Buenas noches... Y que no sé me olvide la reunión familiar con mi portadora que haremos con nuestros hijos.
    //Ya estoy al día. Mañana, mi Portadora [s1lfide] verá sus fanpages y el grupo que está más abandonado pero bueh!... Buenas noches... Y que no sé me olvide la reunión familiar con mi portadora que haremos con nuestros hijos.
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  • Quién lo diría Oficialmente tengo una Familia, eh de decir que se siente muy bien

    阿兹 Azrael 死亡 ㊄ Adán Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗

    Quién lo diría Oficialmente tengo una Familia, eh de decir que se siente muy bien [D3ADaz] [1D0what1want] [LuciHe11]
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  • Se que el amor existe, no solo en las parejas también está en la amistad e familiares, padre y madres a sus hijos .
    Se que el amor existe, no solo en las parejas también está en la amistad e familiares, padre y madres a sus hijos .
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  • ### **El Retorno a las Raíces**

    El sol apenas asomaba entre las copas de los árboles cuando Takeru llegó al bosque. El aire fresco, impregnado con el aroma de la tierra húmeda y la resina de los pinos, lo envolvió en una sensación de familiaridad. Habían pasado años desde la última vez que pisó aquel lugar, pero nada había cambiado. Los mismos árboles robustos, las mismas colinas cubiertas de musgo, el mismo río cristalino que cortaba el paisaje como una serpiente plateada.

    Se quitó la camiseta y dejó sus cosas en una roca cercana. Respiró hondo, cerró los ojos y sintió la brisa acariciar su piel. Aquí, lejos de la ciudad, lejos del ruido, lejos del caos de los combates clandestinos, podía reencontrarse consigo mismo.

    **Primera etapa: la resistencia**

    Caminó hasta el río y dejó que el agua helada le cubriera el cuerpo. Al principio, la temperatura le cortó la respiración, pero pronto su piel se acostumbró. Se sumergió por completo y emergió con una exhalación profunda, sintiendo cómo el agua se llevaba consigo toda la tensión acumulada en sus músculos.

    Sin perder tiempo, empezó a nadar río arriba. La corriente lo empujaba hacia atrás, pero él respondía con brazadas poderosas, peleando contra la fuerza del agua. Cada golpe de brazo y cada patada se sentían como un desafío a su resistencia, pero no se detuvo. Su respiración se volvió rítmica, su cuerpo se adaptó al esfuerzo. Minuto tras minuto, siguió avanzando hasta que sus músculos ardieron y su pecho se llenó de fuego.

    Cuando sintió que su cuerpo estaba al límite, se dejó arrastrar por la corriente de regreso a la orilla. Salió del agua jadeando, con el cuerpo empapado y los músculos tensos. Pero apenas le dio tiempo de recuperar el aliento antes de pasar a la siguiente fase.

    **Segunda etapa: la fuerza**

    Se dirigió hacia un claro donde un enorme tronco caído esperaba, cubierto de musgo y humedad. Lo miró con determinación, flexionó las rodillas y metió las manos bajo la madera. Con un gruñido, levantó el tronco, sintiendo el peso desafiar cada fibra de su cuerpo.

    —¡Uno!

    Lo bajó lentamente y volvió a levantarlo.

    —¡Dos!

    Su espalda, hombros y piernas trabajaban al máximo, cada repetición un martillazo contra su resistencia. El sudor comenzó a resbalar por su frente, pero siguió adelante. Cada vez que sus músculos ardían, apretaba los dientes y continuaba. Sabía que no había otra forma de fortalecerse.

    Después de varias repeticiones, dejó caer el tronco con un estruendo y apoyó las manos en las rodillas, respirando hondo. Pero su entrenamiento no había terminado.

    Tomó el tronco nuevamente, pero esta vez lo cargó sobre sus hombros y comenzó a correr a través del bosque. Sus pies descalzos golpeaban la tierra, sorteando raíces y piedras mientras su cuerpo luchaba contra el peso que lo presionaba hacia abajo. A cada paso, sentía que su resistencia flaqueaba, pero se obligó a seguir.

    Después de recorrer varios metros, dejó caer el tronco y cayó de rodillas, jadeando. Su corazón latía con fuerza, su pecho se expandía con cada respiración profunda. Cerró los ojos por un momento, dejando que su cuerpo se recuperara.

    **Tercera etapa: el combate**

    Se puso de pie y caminó hacia una enorme roca cubierta de musgo. Se puso en guardia y lanzó un primer golpe.

    El impacto resonó en el bosque.

    Volvió a golpear. Y otra vez. Cada puñetazo hacía que la piedra se astillara poco a poco. No se detenía. Su técnica era precisa, calculada, pero con la brutalidad necesaria para romper cualquier defensa. Su respiración se volvía cada vez más pesada, y sus nudillos ardían con cada impacto.

    Luego, comenzó a encadenar combinaciones. Jab, cross, hook. Uppercut, esquiva, contraataque. Se movía con la agilidad de un depredador, imaginando a un oponente frente a él. Cada golpe iba acompañado de un resoplido de esfuerzo, cada movimiento calculado como si estuviera en el cuadrilátero.

    Cuando sintió que su resistencia flaqueaba, aumentó la intensidad. La roca estaba marcada con grietas profundas. Su piel ardía, sus nudillos sangraban, pero no se detuvo.

    Finalmente, con un último golpe, la roca se partió en dos.

    Takeru se quedó ahí, jadeando, con los puños en alto. Observó la piedra rota frente a él, testigo de su esfuerzo.

    Este bosque le había dado la fuerza una vez.

    Y ahora, se la estaba devolviendo.
    ### **El Retorno a las Raíces** El sol apenas asomaba entre las copas de los árboles cuando Takeru llegó al bosque. El aire fresco, impregnado con el aroma de la tierra húmeda y la resina de los pinos, lo envolvió en una sensación de familiaridad. Habían pasado años desde la última vez que pisó aquel lugar, pero nada había cambiado. Los mismos árboles robustos, las mismas colinas cubiertas de musgo, el mismo río cristalino que cortaba el paisaje como una serpiente plateada. Se quitó la camiseta y dejó sus cosas en una roca cercana. Respiró hondo, cerró los ojos y sintió la brisa acariciar su piel. Aquí, lejos de la ciudad, lejos del ruido, lejos del caos de los combates clandestinos, podía reencontrarse consigo mismo. **Primera etapa: la resistencia** Caminó hasta el río y dejó que el agua helada le cubriera el cuerpo. Al principio, la temperatura le cortó la respiración, pero pronto su piel se acostumbró. Se sumergió por completo y emergió con una exhalación profunda, sintiendo cómo el agua se llevaba consigo toda la tensión acumulada en sus músculos. Sin perder tiempo, empezó a nadar río arriba. La corriente lo empujaba hacia atrás, pero él respondía con brazadas poderosas, peleando contra la fuerza del agua. Cada golpe de brazo y cada patada se sentían como un desafío a su resistencia, pero no se detuvo. Su respiración se volvió rítmica, su cuerpo se adaptó al esfuerzo. Minuto tras minuto, siguió avanzando hasta que sus músculos ardieron y su pecho se llenó de fuego. Cuando sintió que su cuerpo estaba al límite, se dejó arrastrar por la corriente de regreso a la orilla. Salió del agua jadeando, con el cuerpo empapado y los músculos tensos. Pero apenas le dio tiempo de recuperar el aliento antes de pasar a la siguiente fase. **Segunda etapa: la fuerza** Se dirigió hacia un claro donde un enorme tronco caído esperaba, cubierto de musgo y humedad. Lo miró con determinación, flexionó las rodillas y metió las manos bajo la madera. Con un gruñido, levantó el tronco, sintiendo el peso desafiar cada fibra de su cuerpo. —¡Uno! Lo bajó lentamente y volvió a levantarlo. —¡Dos! Su espalda, hombros y piernas trabajaban al máximo, cada repetición un martillazo contra su resistencia. El sudor comenzó a resbalar por su frente, pero siguió adelante. Cada vez que sus músculos ardían, apretaba los dientes y continuaba. Sabía que no había otra forma de fortalecerse. Después de varias repeticiones, dejó caer el tronco con un estruendo y apoyó las manos en las rodillas, respirando hondo. Pero su entrenamiento no había terminado. Tomó el tronco nuevamente, pero esta vez lo cargó sobre sus hombros y comenzó a correr a través del bosque. Sus pies descalzos golpeaban la tierra, sorteando raíces y piedras mientras su cuerpo luchaba contra el peso que lo presionaba hacia abajo. A cada paso, sentía que su resistencia flaqueaba, pero se obligó a seguir. Después de recorrer varios metros, dejó caer el tronco y cayó de rodillas, jadeando. Su corazón latía con fuerza, su pecho se expandía con cada respiración profunda. Cerró los ojos por un momento, dejando que su cuerpo se recuperara. **Tercera etapa: el combate** Se puso de pie y caminó hacia una enorme roca cubierta de musgo. Se puso en guardia y lanzó un primer golpe. El impacto resonó en el bosque. Volvió a golpear. Y otra vez. Cada puñetazo hacía que la piedra se astillara poco a poco. No se detenía. Su técnica era precisa, calculada, pero con la brutalidad necesaria para romper cualquier defensa. Su respiración se volvía cada vez más pesada, y sus nudillos ardían con cada impacto. Luego, comenzó a encadenar combinaciones. Jab, cross, hook. Uppercut, esquiva, contraataque. Se movía con la agilidad de un depredador, imaginando a un oponente frente a él. Cada golpe iba acompañado de un resoplido de esfuerzo, cada movimiento calculado como si estuviera en el cuadrilátero. Cuando sintió que su resistencia flaqueaba, aumentó la intensidad. La roca estaba marcada con grietas profundas. Su piel ardía, sus nudillos sangraban, pero no se detuvo. Finalmente, con un último golpe, la roca se partió en dos. Takeru se quedó ahí, jadeando, con los puños en alto. Observó la piedra rota frente a él, testigo de su esfuerzo. Este bosque le había dado la fuerza una vez. Y ahora, se la estaba devolviendo.
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  • Lute Michael Morningstar Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗

    Bien, os preguntaréis por qué os he convocado aquí. Y es que se acerca Ostara, normalmente es algo que celebro solo y si, Lute y Mich ya sé que es una celebración pagaba y blah, blah, blah... Pero ¿Quién es Dios ahora?¿Eh? Exacto. Patito y yo. Así que está bien celebrar lo que te salga de los huevos a partir de ahora. —aseguró como también hizo en la navidad

    —. El caso es que ahora que tengo a Maximilian y personas a las que puedo considerar familia. Por qué panda de hijos de puta, SOIS mi familia os mole o no quiero celebrar el equinoccio de primavera juntos. Además, seguro que el pequeñín —y miró a su nene de cinco añitos

    —.No ha celebrado nunca nada, así que quiero preparar varias cosas para el día 21 de marzo más o menos. —suspiró con cierto pesar

    — Y si Sebastián Michaelis ya sé que seguramente me vas a mandar a tomar por culo por qué no quieres saber nada de familias ni pollas en vinagre, pero te quiero y aún así te tengo en cuenta para preguntarte, si vienes o no es decisión tuya. Pero, si me preguntas a mí prefiero que vengas. —tras esto recuperó su habitual y a veces molesta alegría de rayito de sol oficial— ¿Quién se apunta?
    [Lute1] [MichMorninstar1] [LuciHe11] Bien, os preguntaréis por qué os he convocado aquí. Y es que se acerca Ostara, normalmente es algo que celebro solo y si, Lute y Mich ya sé que es una celebración pagaba y blah, blah, blah... Pero ¿Quién es Dios ahora?¿Eh? Exacto. Patito y yo. Así que está bien celebrar lo que te salga de los huevos a partir de ahora. —aseguró como también hizo en la navidad —. El caso es que ahora que tengo a [Maxi8] y personas a las que puedo considerar familia. Por qué panda de hijos de puta, SOIS mi familia os mole o no quiero celebrar el equinoccio de primavera juntos. Además, seguro que el pequeñín —y miró a su nene de cinco añitos —.No ha celebrado nunca nada, así que quiero preparar varias cosas para el día 21 de marzo más o menos. —suspiró con cierto pesar — Y si [Michaelis] ya sé que seguramente me vas a mandar a tomar por culo por qué no quieres saber nada de familias ni pollas en vinagre, pero te quiero y aún así te tengo en cuenta para preguntarte, si vienes o no es decisión tuya. Pero, si me preguntas a mí prefiero que vengas. —tras esto recuperó su habitual y a veces molesta alegría de rayito de sol oficial— ¿Quién se apunta?
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