• 판사𓆤


    ‹ El apartamento del Juez ha estado tan descuidado. Olvidó ese mes enviar a alguien para limpiarlo, ahora al regresar después de mucho a su casa, lo encontró completamente abandonado, sucio y con algunos defectos que necesitan reparación. Lu Feng no era especialista en mantenimiento, pero sabía cosas útiles para la supervivencia del hogar y cualquier tipo de supervivencia. Así que ese día su trabajo no era identificar infectados y eliminarlos, sino solamente el aseo del hogar. ›
    판사𓆤 ‹ El apartamento del Juez ha estado tan descuidado. Olvidó ese mes enviar a alguien para limpiarlo, ahora al regresar después de mucho a su casa, lo encontró completamente abandonado, sucio y con algunos defectos que necesitan reparación. Lu Feng no era especialista en mantenimiento, pero sabía cosas útiles para la supervivencia del hogar y cualquier tipo de supervivencia. Así que ese día su trabajo no era identificar infectados y eliminarlos, sino solamente el aseo del hogar. ›
    Me gusta
    Me encocora
    4
    0 turnos 0 maullidos
  • El sol de la tarde se derramaba como oro pálido sobre las aguas tranquilas del lago, reflejando una calma engañosa. A unos pasos de la orilla, una cabaña solitaria se erguía entre los árboles, con la puerta abierta de par en par como si sus entrañas pidieran auxilio. El zumbido de las moscas ya comenzaba a colarse entre los marcos de las ventanas, mezclándose con el olor metálico que impregnaba el aire.

    John aparcó su camioneta a un costado del camino de tierra y se quedó un momento dentro, mirando la estructura. Ya conocía ese lugar. Demasiado bien. Sus dedos se cerraron con rabia contenida sobre el volante antes de suspirar y salir. Se puso la nueva camiseta negra que usó bajo la indumentaria, se calzó los pantalones anti salpicaduras negros que ya estaban manchados en los bordes de anteriores trabajos, y se ajustó las gafas de sol. El calor era denso, pero la mascarilla y los guantes no podían faltar. Profesionalismo, aunque la moral se estuviera pudriendo más que los cadáveres que solía encontrar.

    La escena dentro era lo que esperaba: sangre seca adherida al piso de madera, rastros arrastrados hacia una habitación trasera, una lámpara tirada, una silla rota, y huellas como si alguien hubiera intentado escapar… o sido arrastrado de regreso. No era la primera vez que limpiaba esa cabaña. La vez anterior había sido más sencillo: una ejecución limpia, una bala en la cabeza, poco desorden. Pero esta vez parecía que alguien se había ensañado. O había querido dejar un mensaje.

    Pasaron más de dos horas antes de que el interior pareciera presentable otra vez. La mayoría de los rastros eran imposibles de eliminar del todo, pero John conocía los químicos correctos, los métodos adecuados. Su cuerpo sudaba bajo la ropa protectora, y su paciencia se evaporaba con cada trapo que escurría en la cubeta.

    Cuando todo estuvo terminado, salió al porche, se quitó las gafas y la mascarilla, y sacó de su mochila un viejo celular desechable. Lo encendió, marcó el número que le habían dejado en el sobre y esperó.

    —*¿Sí?* —dijo una voz masculina del otro lado.

    John no esperó cortesías.

    —Ya limpié el desastre. Otra vez. —Hizo una pausa, mirando hacia el lago mientras se secaba el sudor de la frente con el antebrazo—. Pero quiero dejar algo claro: esta es la segunda vez que me mandan a esta maldita cabaña.

    Silencio del otro lado.

    —¿No pueden... no sé... variar un poco el escenario? —continuó John, frustrado—. A este paso voy a terminar con el plano de esta casa tatuado en la espalda. Me están haciendo trabajar como si fuera una maldita mucama con estómago de acero.

    La voz intentó soltar una risa.

    —*Es un lugar discreto.*

    —Discreto mis ••••• —espetó John—. Lo conocen hasta los bichos. ¿La próxima vez qué? ¿Una fiesta de quince años con machetes? Piénsenlo mejor. O cobro doble.

    No hubo respuesta, solo el clic del final de la llamada. John miró el celular por un segundo, luego lo apagó y lo arrojó de vuelta a su mochila. Se quedó allí, respirando hondo, con el olor del lago y el eco de sus pensamientos retumbando en su cabeza.

    La cabaña seguía en silencio, pero a él ya no lo engañaba. Ese lugar tenía demasiadas historias. Y él estaba harto de limpiarlas.
    El sol de la tarde se derramaba como oro pálido sobre las aguas tranquilas del lago, reflejando una calma engañosa. A unos pasos de la orilla, una cabaña solitaria se erguía entre los árboles, con la puerta abierta de par en par como si sus entrañas pidieran auxilio. El zumbido de las moscas ya comenzaba a colarse entre los marcos de las ventanas, mezclándose con el olor metálico que impregnaba el aire. John aparcó su camioneta a un costado del camino de tierra y se quedó un momento dentro, mirando la estructura. Ya conocía ese lugar. Demasiado bien. Sus dedos se cerraron con rabia contenida sobre el volante antes de suspirar y salir. Se puso la nueva camiseta negra que usó bajo la indumentaria, se calzó los pantalones anti salpicaduras negros que ya estaban manchados en los bordes de anteriores trabajos, y se ajustó las gafas de sol. El calor era denso, pero la mascarilla y los guantes no podían faltar. Profesionalismo, aunque la moral se estuviera pudriendo más que los cadáveres que solía encontrar. La escena dentro era lo que esperaba: sangre seca adherida al piso de madera, rastros arrastrados hacia una habitación trasera, una lámpara tirada, una silla rota, y huellas como si alguien hubiera intentado escapar… o sido arrastrado de regreso. No era la primera vez que limpiaba esa cabaña. La vez anterior había sido más sencillo: una ejecución limpia, una bala en la cabeza, poco desorden. Pero esta vez parecía que alguien se había ensañado. O había querido dejar un mensaje. Pasaron más de dos horas antes de que el interior pareciera presentable otra vez. La mayoría de los rastros eran imposibles de eliminar del todo, pero John conocía los químicos correctos, los métodos adecuados. Su cuerpo sudaba bajo la ropa protectora, y su paciencia se evaporaba con cada trapo que escurría en la cubeta. Cuando todo estuvo terminado, salió al porche, se quitó las gafas y la mascarilla, y sacó de su mochila un viejo celular desechable. Lo encendió, marcó el número que le habían dejado en el sobre y esperó. —*¿Sí?* —dijo una voz masculina del otro lado. John no esperó cortesías. —Ya limpié el desastre. Otra vez. —Hizo una pausa, mirando hacia el lago mientras se secaba el sudor de la frente con el antebrazo—. Pero quiero dejar algo claro: esta es la segunda vez que me mandan a esta maldita cabaña. Silencio del otro lado. —¿No pueden... no sé... variar un poco el escenario? —continuó John, frustrado—. A este paso voy a terminar con el plano de esta casa tatuado en la espalda. Me están haciendo trabajar como si fuera una maldita mucama con estómago de acero. La voz intentó soltar una risa. —*Es un lugar discreto.* —Discreto mis ••••• —espetó John—. Lo conocen hasta los bichos. ¿La próxima vez qué? ¿Una fiesta de quince años con machetes? Piénsenlo mejor. O cobro doble. No hubo respuesta, solo el clic del final de la llamada. John miró el celular por un segundo, luego lo apagó y lo arrojó de vuelta a su mochila. Se quedó allí, respirando hondo, con el olor del lago y el eco de sus pensamientos retumbando en su cabeza. La cabaña seguía en silencio, pero a él ya no lo engañaba. Ese lugar tenía demasiadas historias. Y él estaba harto de limpiarlas.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    || Lastima que me eliminaron a Isha que es igual que la misma edad que de Powder de Arcane de la primera temporada de los primeros capítulos.

    Hubiera hecho más con ella pero bueno, Ficrol y sus prohibiciones con los niños chiquitos.

    || Lastima que me eliminaron a Isha que es igual que la misma edad que de Powder de Arcane de la primera temporada de los primeros capítulos. Hubiera hecho más con ella pero bueno, Ficrol y sus prohibiciones con los niños chiquitos.
    Me entristece
    2
    5 comentarios 0 compartidos
  • No puedo dormir.

    Soñé con que lo encontraba para volver a dormir juntos. Pero su mirada me decía que debía soltarlo. Mi yo del sueño, no quería se hacía de la loca. Lo abrazaba, danzaba a su alrededor. Tomaba entre manos como un tesoro al que no quería perder.

    La primera vez, me rehusé a soltar.
    Lloré. Lo busqué. Hasta me tiré desde muy alto. Él vino y me regañó.

    Vino... Y no lo quise soltar. Parecía que mi cabeza no quería aceptar que aunque viniera, el no vendría de verdad.

    La segunda vez que parecía estar aceptandoo su marcha. Lo sentí. Sentí miedo de dejarlo ir. No lo encontré por ningún lado. No me escuchaba. No venía. Entré en panico. Danzaba. Caminaba. Pero no avanzaba.

    Lo vi venir. Pero esta vez en su mirada me rogaba soltarlo. Fue demasiado desgarrador. Saber que soy quien no lo quiere dejar ir. Saber que mi alma es quien no lo quiere soltar.

    Las lágrimas caían, sonreír no era lo mismo, la alegría no era lo mismo. Danzaba sin ganas, solo era un espejismo, lo tomaba pero mis manos se sentían como si tocaran algo que no debía mas tocar. Ya no era más mío. Ya no era nada mío. Ya estaba yendo en contra de la naturaleza.

    Mi cuerpo se paralizó. Cayó. Lloró. Gritó. Se horrorizó. Y no dejé ni siquiera que me salvaran. No dejé que Morfeo fuera mi héroe. Porque en lo profundo de mi alma, sé que soltar es lo que debo. Por lo que, ahora era la silueta de aquello que amo como el aire, quien se notaba ido. Cambiado. No perdido. Pero extrañado. Y yo lo miraba con vista borrosa.

    Lo tomé de sus manos una vez mas, con una sonrisa que no daba para más. Con unos ojos que no deseaban mas volver a repetir el bucle. No quería mas hacerle daño. No quería ir en contra de la libertad que le prometí tener conmigo. Me sentía sucia. Estupida. Perdida. Dolida. Que lo perdí.

    Esta vez fui yo quien gritó. Gritó que se marchara con la voz en un desgarro. Las lagrimas nublando todo mi entorno. La cueva en bucle desapareció. Él y yo en ese nucleo se esparcieron, se desdibujaron. Se rompió, se fue y exhalé con horror en un ahogado despertar, mas no despertar del sueño, quedar en la deriva del sueño y la consciencia, teniendo el horror y la sensación de eliminar la impureza en mi. SUCIA. Sucia al rehusarme y estar yendo en contra de la libertad, haber dicho que jamás dependería de nadie.

    No desperté ni tampoco dormí. Me quedé en un estado y limbo raro. Mirando a la nada. Hasta que un humano con su alarma insignificante sonó, sonó, timbró hasta liberar a mi cuerpo de su dolor y negación en la que no quería despertar y aceptar que la cruel realidad era que:

    Despierta acepté dejarlo ir.
    Le dije si. Pero el peor monstruo estaba en lo profundo de mis sueños. Me siento increíblemente avergonzada. Casi me convierto en lo que jamás quise. Casi exijo a alguien que me devolvió un regalo, que volvió nuestra amistad a nula. Nuestra existencia junta a la deriva de la incertidumbre.

    Lo expulsé. ¿lo solté? Tal vez solo acepté que ya se fuera. Porque ahora... Ahora yo solo era un monstruo que no merecía siquiera soñarlo... Me rehusaba verlo... Me rehuso a tenerlo encerrado en mis memorias.

    —Te suelto. En mente... Y en consciencia.—pronuncié a la deriva. Sin sentido.

    Pero... En alma... Me costará.
    Porque te acepté con el corazón en mi vida. Te amo. Y esperaré que deje de sentir eso por ti... Para poder soltarte.

    De nada me sirve forzar a olvidar. De nada me sirve, "rogar odiarte" para soltarte. De nada me sirve pensar que ya no te voy a pensar.

    Pero ahora, consciente, soy un caos.

    Observo el todo y la nada. Y sigo sintiendo que aun no he despertado. Pero sé a ciencia cierta que si llamo a Morfeo no vendrá. Porque sé que estoy despierta, pero no sé si estoy en la tierra, no se donde estoy.

    Sentí que mis labios se abrieron, pero solo salió un sollozo que rompió algo en mi primero antes de hablar. Soltar.
    Decir una palabra.

    —No quiero. No quiero ir en contra de ...mi voluntad... Y no lo haré.—dijo en voz alta, mientras aún hablaba consigo misma entre sus pensamientos.

    Y esa frase... Dolió... rasgó mi corazón y mi mente. Amar duele. Pero si se ama, también se acepta dejarlo ir.

    Pero... Esta vez... Dejaré que el tiempo sane mis heridas. Porque siento que la primera lo olvidé a consciencia, pero esta vez el castigo para mi misma es sentirlo y aprender a soltarlo.

    Y lo soltaré definitivamente. Lo dejaré ir. Porque así es su instinto en él.
    Pero jamás voy a olvidar que me enamoré de verdad..

    Ahora solamente sé, que tengo un largo camino para aceptar que también soy un monstruo más del fondo divino... Tal vez en vida no lo enajule en mi... Pero en sueños... En sueños... Mi mente... Jamás pensé ser incapaz de soltarlo.

    Y si lo expulsé. Fue para no hacerle más daño. Ni por el recuerdo de un nosotros. Porque la amistad que le ofrecí era darle paz. No lo cumplí. Y acepto el castigo. Tal vez el también tuvo culpa, tal vez...

    Diariamente, buscaré la manera para soltar al amor que mas deseé.

    Al que casi enjaulé por quererlo todo.

    Ahora ya se, cual es el límite de mi cordura. De mis emociones. De mi corazón y mente debe ser.

    Si ... Vuelvo a enamorarme, que lo dudo ahora... No voy a darlo todo. Iré serena, cautelosa, este raspon será mi punto de inicio para empezar mi camino... El verdadero camino a dejar de ser una niña y actuar como en proceso de crecer...

    Esta vez voy a aprender del raspón para ser una mejor versión de mi misma.
    No puedo dormir. Soñé con que lo encontraba para volver a dormir juntos. Pero su mirada me decía que debía soltarlo. Mi yo del sueño, no quería se hacía de la loca. Lo abrazaba, danzaba a su alrededor. Tomaba entre manos como un tesoro al que no quería perder. La primera vez, me rehusé a soltar. Lloré. Lo busqué. Hasta me tiré desde muy alto. Él vino y me regañó. Vino... Y no lo quise soltar. Parecía que mi cabeza no quería aceptar que aunque viniera, el no vendría de verdad. La segunda vez que parecía estar aceptandoo su marcha. Lo sentí. Sentí miedo de dejarlo ir. No lo encontré por ningún lado. No me escuchaba. No venía. Entré en panico. Danzaba. Caminaba. Pero no avanzaba. Lo vi venir. Pero esta vez en su mirada me rogaba soltarlo. Fue demasiado desgarrador. Saber que soy quien no lo quiere dejar ir. Saber que mi alma es quien no lo quiere soltar. Las lágrimas caían, sonreír no era lo mismo, la alegría no era lo mismo. Danzaba sin ganas, solo era un espejismo, lo tomaba pero mis manos se sentían como si tocaran algo que no debía mas tocar. Ya no era más mío. Ya no era nada mío. Ya estaba yendo en contra de la naturaleza. Mi cuerpo se paralizó. Cayó. Lloró. Gritó. Se horrorizó. Y no dejé ni siquiera que me salvaran. No dejé que Morfeo fuera mi héroe. Porque en lo profundo de mi alma, sé que soltar es lo que debo. Por lo que, ahora era la silueta de aquello que amo como el aire, quien se notaba ido. Cambiado. No perdido. Pero extrañado. Y yo lo miraba con vista borrosa. Lo tomé de sus manos una vez mas, con una sonrisa que no daba para más. Con unos ojos que no deseaban mas volver a repetir el bucle. No quería mas hacerle daño. No quería ir en contra de la libertad que le prometí tener conmigo. Me sentía sucia. Estupida. Perdida. Dolida. Que lo perdí. Esta vez fui yo quien gritó. Gritó que se marchara con la voz en un desgarro. Las lagrimas nublando todo mi entorno. La cueva en bucle desapareció. Él y yo en ese nucleo se esparcieron, se desdibujaron. Se rompió, se fue y exhalé con horror en un ahogado despertar, mas no despertar del sueño, quedar en la deriva del sueño y la consciencia, teniendo el horror y la sensación de eliminar la impureza en mi. SUCIA. Sucia al rehusarme y estar yendo en contra de la libertad, haber dicho que jamás dependería de nadie. No desperté ni tampoco dormí. Me quedé en un estado y limbo raro. Mirando a la nada. Hasta que un humano con su alarma insignificante sonó, sonó, timbró hasta liberar a mi cuerpo de su dolor y negación en la que no quería despertar y aceptar que la cruel realidad era que: Despierta acepté dejarlo ir. Le dije si. Pero el peor monstruo estaba en lo profundo de mis sueños. Me siento increíblemente avergonzada. Casi me convierto en lo que jamás quise. Casi exijo a alguien que me devolvió un regalo, que volvió nuestra amistad a nula. Nuestra existencia junta a la deriva de la incertidumbre. Lo expulsé. ¿lo solté? Tal vez solo acepté que ya se fuera. Porque ahora... Ahora yo solo era un monstruo que no merecía siquiera soñarlo... Me rehusaba verlo... Me rehuso a tenerlo encerrado en mis memorias. —Te suelto. En mente... Y en consciencia.—pronuncié a la deriva. Sin sentido. Pero... En alma... Me costará. Porque te acepté con el corazón en mi vida. Te amo. Y esperaré que deje de sentir eso por ti... Para poder soltarte. De nada me sirve forzar a olvidar. De nada me sirve, "rogar odiarte" para soltarte. De nada me sirve pensar que ya no te voy a pensar. Pero ahora, consciente, soy un caos. Observo el todo y la nada. Y sigo sintiendo que aun no he despertado. Pero sé a ciencia cierta que si llamo a Morfeo no vendrá. Porque sé que estoy despierta, pero no sé si estoy en la tierra, no se donde estoy. Sentí que mis labios se abrieron, pero solo salió un sollozo que rompió algo en mi primero antes de hablar. Soltar. Decir una palabra. —No quiero. No quiero ir en contra de ...mi voluntad... Y no lo haré.—dijo en voz alta, mientras aún hablaba consigo misma entre sus pensamientos. Y esa frase... Dolió... rasgó mi corazón y mi mente. Amar duele. Pero si se ama, también se acepta dejarlo ir. Pero... Esta vez... Dejaré que el tiempo sane mis heridas. Porque siento que la primera lo olvidé a consciencia, pero esta vez el castigo para mi misma es sentirlo y aprender a soltarlo. Y lo soltaré definitivamente. Lo dejaré ir. Porque así es su instinto en él. Pero jamás voy a olvidar que me enamoré de verdad.. Ahora solamente sé, que tengo un largo camino para aceptar que también soy un monstruo más del fondo divino... Tal vez en vida no lo enajule en mi... Pero en sueños... En sueños... Mi mente... Jamás pensé ser incapaz de soltarlo. Y si lo expulsé. Fue para no hacerle más daño. Ni por el recuerdo de un nosotros. Porque la amistad que le ofrecí era darle paz. No lo cumplí. Y acepto el castigo. Tal vez el también tuvo culpa, tal vez... Diariamente, buscaré la manera para soltar al amor que mas deseé. Al que casi enjaulé por quererlo todo. Ahora ya se, cual es el límite de mi cordura. De mis emociones. De mi corazón y mente debe ser. Si ... Vuelvo a enamorarme, que lo dudo ahora... No voy a darlo todo. Iré serena, cautelosa, este raspon será mi punto de inicio para empezar mi camino... El verdadero camino a dejar de ser una niña y actuar como en proceso de crecer... Esta vez voy a aprender del raspón para ser una mejor versión de mi misma.
    Me shockea
    Me entristece
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //aclaración sobre la nota que deje, no, no los voy a eliminar si no contestan por dias o por 3 meses, yo solo dije para aquellos que no querían seguir con el rol o no querían formar un rol, no estan obligados a hacer rol conmigo, lo único que pido es que sean sinceros y que de la nada no contesten, aun asi estoy mas que disposición para rol que quieran (no digo que si no me contestan los elimino, se que hay gente ocupada, solo elimine a esa gente que no estaba interesada en seguir el rol, solo por mj privado)
    //aclaración sobre la nota que deje, no, no los voy a eliminar si no contestan por dias o por 3 meses, yo solo dije para aquellos que no querían seguir con el rol o no querían formar un rol, no estan obligados a hacer rol conmigo, lo único que pido es que sean sinceros y que de la nada no contesten, aun asi estoy mas que disposición para rol que quieran (no digo que si no me contestan los elimino, se que hay gente ocupada, solo elimine a esa gente que no estaba interesada en seguir el rol, solo por mj privado) :STK-1:
    Me encocora
    Me emputece
    2
    0 comentarios 0 compartidos
  • ─A veces siento que esto no resultó como esperaba. ¿Pudo ser diferente? Al margen de eso, debo ser un idiota al pensar que cuestionar mis acciones automáticamente me hará mejor persona, y tampoco me devolverá a mi madre.─


    Intentar convencer a civilizaciones enteras de que su imperio es la salvación a todos sus problemas globales y que todos los habitantes decidan revelarse ante ellos sin dudas era la peor parte. El joven soldado era un guerrera desde su nacimiento y fue entrenado para destruir a todos sus enemigos, sin embargo muy en el fondo el deseaba que las razas a conquistar acepten su destino y así no tener que asesinar a nadie. Muchos aceptaban sin problemas, pero en esta ocasión fue la excepción y el se vio obligado a terminar con sus vidas. Se detuvo brevemente para observar como otra civilización terminó muriendo gracias a su estupidez y poco sentido común.


    ─No obstante, debo ser más tonto por dudar sobre mi imperio. El universo nos necesita; podemos finalizar sus guerras, eliminar el hambre y brindarles mejor tecnología. ¿Soy débil por pensar que puedo estar equivocado con todo esto?─


    Dijo el Viltrumita antes de marcharse; dejando atrás un rastro de sangre y destrucción masiva a lo largo y ancho de todo el planeta. Su misión falló, pero eso por supuesto no lo detendría de continuar con su deber. Al final todos verán la luz al final de la oscuridad y aceptarán que sin Viltrum ellos estarán destinados a la extinción.

    ─A veces siento que esto no resultó como esperaba. ¿Pudo ser diferente? Al margen de eso, debo ser un idiota al pensar que cuestionar mis acciones automáticamente me hará mejor persona, y tampoco me devolverá a mi madre.─ Intentar convencer a civilizaciones enteras de que su imperio es la salvación a todos sus problemas globales y que todos los habitantes decidan revelarse ante ellos sin dudas era la peor parte. El joven soldado era un guerrera desde su nacimiento y fue entrenado para destruir a todos sus enemigos, sin embargo muy en el fondo el deseaba que las razas a conquistar acepten su destino y así no tener que asesinar a nadie. Muchos aceptaban sin problemas, pero en esta ocasión fue la excepción y el se vio obligado a terminar con sus vidas. Se detuvo brevemente para observar como otra civilización terminó muriendo gracias a su estupidez y poco sentido común. ─No obstante, debo ser más tonto por dudar sobre mi imperio. El universo nos necesita; podemos finalizar sus guerras, eliminar el hambre y brindarles mejor tecnología. ¿Soy débil por pensar que puedo estar equivocado con todo esto?─ Dijo el Viltrumita antes de marcharse; dejando atrás un rastro de sangre y destrucción masiva a lo largo y ancho de todo el planeta. Su misión falló, pero eso por supuesto no lo detendría de continuar con su deber. Al final todos verán la luz al final de la oscuridad y aceptarán que sin Viltrum ellos estarán destinados a la extinción.
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • //Cualquiera puede incorporarse al rol si quiere. Tanto los que ya iniciaron historia una vez con Shinobu como gente nueva. Entiendo que algunos se podrán sentir perdidos con la historia de este pequeño lobo, después de todo llevaba mucho trayecto hecho en la cuenta original que me eliminaron x'D Si queréis saber algo, solo preguntad.

    Estuvo ya un tiempo planificando qué hacer con todos los problemas que parecían perseguirle. Ciertamente su tío ya no supondría una molestia como solía, pues gracias a un gran amigo del joven lobo, le dieron una lección que nunca olvidaría y con la que se asegurarían de que no volviera a tocar un solo cabello del muchacho.
    Sin embargo parece que a los mafiosos a los que el tío de Shinobu les debía muchísimo dinero (y a los cuales el chico tuvo que estar devolviendo dicho dinero trabajando para ellos cuando el susodicho sujeto desapareció), no les pareció que fueran a sacar nada rentable de un hombre que quedó moribundo y qué, a demás, no tenía ni un mendrugo de pan que llevarse a la boca.

    ¿En qué tocaba todo esto a Shinobu? Bueno, volvía a ser el objetivo de esos hombres para cobrar la deuda ya que era el aval de la misma.

    No iba a permitir que volvieran a hacerle la vida imposible y poco a poco fue recabando más y más información sobre cada uno de los miembros importantes de aquella organización. Algunas veces se ponía en contacto con sus más cercanos, de forma discreta, para que no se preocupasen y supieran que seguía vivo y a salvo. No faltaba mucho para poner en marcha el plan... Uno bastante arriesgado en realidad.

    La puesta del Sol en el horizonte, tiñendo de colores rosados y morados el cielo, colores que se reflejaban en las cristalinas agua de aquella playa en la que se encontraba. Pues sí, no había parado de moverse de un lado a otro mientras recopilaba la información necesaria. Aún así necesitaba un poco de tiempo para relajarse a veces y, sobre todo, mentalizarse. Después de todo la jugada podría ser maestra o salir estrepitosamente mal. Fuera como fuese debía zanjar eso sin importar qué.

    Allí se encontraba, solitario, sentado en la arena sintiendo la fresca brisa en su rostro, ese relajante aroma a mar.

    -Estaría bien que todos los días fueran así...- Murmuró.
    //Cualquiera puede incorporarse al rol si quiere. Tanto los que ya iniciaron historia una vez con Shinobu como gente nueva. Entiendo que algunos se podrán sentir perdidos con la historia de este pequeño lobo, después de todo llevaba mucho trayecto hecho en la cuenta original que me eliminaron x'D Si queréis saber algo, solo preguntad. Estuvo ya un tiempo planificando qué hacer con todos los problemas que parecían perseguirle. Ciertamente su tío ya no supondría una molestia como solía, pues gracias a un gran amigo del joven lobo, le dieron una lección que nunca olvidaría y con la que se asegurarían de que no volviera a tocar un solo cabello del muchacho. Sin embargo parece que a los mafiosos a los que el tío de Shinobu les debía muchísimo dinero (y a los cuales el chico tuvo que estar devolviendo dicho dinero trabajando para ellos cuando el susodicho sujeto desapareció), no les pareció que fueran a sacar nada rentable de un hombre que quedó moribundo y qué, a demás, no tenía ni un mendrugo de pan que llevarse a la boca. ¿En qué tocaba todo esto a Shinobu? Bueno, volvía a ser el objetivo de esos hombres para cobrar la deuda ya que era el aval de la misma. No iba a permitir que volvieran a hacerle la vida imposible y poco a poco fue recabando más y más información sobre cada uno de los miembros importantes de aquella organización. Algunas veces se ponía en contacto con sus más cercanos, de forma discreta, para que no se preocupasen y supieran que seguía vivo y a salvo. No faltaba mucho para poner en marcha el plan... Uno bastante arriesgado en realidad. La puesta del Sol en el horizonte, tiñendo de colores rosados y morados el cielo, colores que se reflejaban en las cristalinas agua de aquella playa en la que se encontraba. Pues sí, no había parado de moverse de un lado a otro mientras recopilaba la información necesaria. Aún así necesitaba un poco de tiempo para relajarse a veces y, sobre todo, mentalizarse. Después de todo la jugada podría ser maestra o salir estrepitosamente mal. Fuera como fuese debía zanjar eso sin importar qué. Allí se encontraba, solitario, sentado en la arena sintiendo la fresca brisa en su rostro, ese relajante aroma a mar. -Estaría bien que todos los días fueran así...- Murmuró.
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    3
    32 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //Vale, Shinobu está aquí de vuelta (cómo ya anuncié en mi cuenta principal de Kahalan Attali, me eliminaron ambas cuentas y tal), pero he de decir una cosita. Solo lo traigo de vuelta para poder finalizar algunas historias que se quedaron colgadas y después de eso, le daré un final de verdad a este pequeño. La idea es que se "reencarne" en otra persona. Aclarado esto, sois libres de hablar con él de mientras~
    //Vale, Shinobu está aquí de vuelta (cómo ya anuncié en mi cuenta principal de Kahalan Attali, me eliminaron ambas cuentas y tal), pero he de decir una cosita. Solo lo traigo de vuelta para poder finalizar algunas historias que se quedaron colgadas y después de eso, le daré un final de verdad a este pequeño. La idea es que se "reencarne" en otra persona. Aclarado esto, sois libres de hablar con él de mientras~
    Me entristece
    2
    11 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //¿Alguien me puede explicar por qué me eliminaron la cuenta esta vez? Creo que no hice nada indebido y solo me desconecté dos semanas por temas laborales, no entiendo. Ayuda. Me estoy frustrando.
    //¿Alguien me puede explicar por qué me eliminaron la cuenta esta vez? Creo que no hice nada indebido y solo me desconecté dos semanas por temas laborales, no entiendo. Ayuda. Me estoy frustrando.
    0 comentarios 0 compartidos
  • ❝ Voy a hacer una limpieza.... eliminar escombros... personas falsas, hipócritas y mentirosas... Este mundo necesita aire fresco... No la podredumbre de ellas. ¿Cuáles son tus últimas palabras?....❞
    ❝ Voy a hacer una limpieza.... eliminar escombros... personas falsas, hipócritas y mentirosas... Este mundo necesita aire fresco... No la podredumbre de ellas. ¿Cuáles son tus últimas palabras?....❞
    Me encocora
    Me shockea
    Me gusta
    6
    2 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados