• Iona, bajo su identidad como Lepus, se sienta en el rincón de su pequeña y oscura habitación, el aire denso y cálido apenas iluminado por la luz de una vela. La llama parpadea en su máscara de conejo, creando sombras danzantes en las paredes. La ciudad afuera bulle de vida, pero dentro de este espacio, el silencio es casi tangible. Es en momentos como este que su mente vuelve a la sociedad de Luminarias.

    Piensa en Destino, esa presencia enigmática cuya voz ha resonado en su mente como un eco lejano, siempre presente y a la vez inalcanzable. La imagen de la primera vez que escuchó aquella voz vuelve a ella. Despertó en medio de aquella fiesta del té, rodeada de las demás entidades, como si siempre hubiera estado ahí. Una bienvenida sin palabras, solo miradas y gestos que sugerían comprensión y, tal vez, un rastro de curiosidad. No era la primera Lepus, lo supo desde el primer instante, pero era como si la sociedad la hubiera estado esperando, o tal vez, como si Destino hubiera decidido que era el momento adecuado para su aparición.

    Los miembros de Luminarias, todos seres de antiguos planos, con sus nombres tomados de constelaciones y sus formas adoptadas de animales. Hay una sensación de seguridad entre ellos, una certeza de que cada uno tiene su propósito, aunque la forma en que lo cumplan sea única. Iona se pregunta a menudo qué habrá sido del Lepus anterior. Nadie habla de él, o de ella, y ella ha aprendido a no preguntar. Tal vez el misterio es parte de la magia de la sociedad, ese constante recordar que nada es permanente, que incluso ellos, entidades de la sombra y la luz, pueden desaparecer sin dejar rastro.

    El Fénix es una presencia que trae consuelo a sus pensamientos. Su figura se alza en su mente, medio humano, medio pájaro, siempre rodeado de un resplandor cálido. Él la trata con cariño, casi como si fuera una hermana menor. Los dulces que le ofrece en cada encuentro son un recordatorio de que, aunque sea la más joven, es aceptada. La idea de la resurrección que él representa la ha hecho reflexionar más de una vez. ¿Qué significa realmente renacer? ¿Es posible que ella misma esté en un proceso de constante renacimiento, aprendiendo de cada encuentro, de cada alma que asiste?

    Iona se pregunta si alguna vez llegará a ser como ellos, si con el tiempo perderá esa sensibilidad que la hace tambalear en sus decisiones, que la llena de dudas cuando se enfrenta a los humanos. Los otros la tranquilizan, le dicen que con el tiempo aprenderá a desligarse, a ser más eficiente en su labor. Sin embargo, una parte de ella teme ese cambio. Su empatía, su capacidad de sentir lo que sienten los demás, es lo que la hace quien es, lo que la conecta con el mundo humano que tanto le fascina y desconcierta.

    Los recuerdos de las reuniones la envuelven. Escuchar las historias de los demás es su forma de aprender, de prepararse para lo que pueda venir. Cada anécdota es una lección, un fragmento de sabiduría que atesora en su mente. A veces, desearía poder hablar más, compartir sus propios miedos y preguntas, pero se contiene. La percepción de los otros hacia ella, como si fuera una infante entre gigantes, la hace dudar. Aun así, el apoyo silencioso de sus compañeros le da la fortaleza que necesita para seguir adelante.

    En el fondo, Iona sabe que la sociedad de Luminarias es más que una reunión de entidades poderosas. Es una familia disfuncional, un grupo de seres que, a pesar de sus diferencias y orígenes, se unen por un propósito mayor. Cada uno cumple un rol, una función en el gran entramado de la existencia, y aunque sus caminos a veces se crucen solo en esos extraños y oníricos encuentros, hay un lazo inquebrantable que los mantiene unidos.

    Con un suspiro, Iona se levanta y apaga la vela. El cuarto queda sumido en la oscuridad, pero no es una oscuridad que la asuste. Es la oscuridad de la reflexión, de la conexión con lo que es y lo que será. Las Luminarias están con ella, incluso en este pequeño rincón del mundo humano, y esa certeza le da la calma para continuar.

    Iona, bajo su identidad como Lepus, se sienta en el rincón de su pequeña y oscura habitación, el aire denso y cálido apenas iluminado por la luz de una vela. La llama parpadea en su máscara de conejo, creando sombras danzantes en las paredes. La ciudad afuera bulle de vida, pero dentro de este espacio, el silencio es casi tangible. Es en momentos como este que su mente vuelve a la sociedad de Luminarias. Piensa en Destino, esa presencia enigmática cuya voz ha resonado en su mente como un eco lejano, siempre presente y a la vez inalcanzable. La imagen de la primera vez que escuchó aquella voz vuelve a ella. Despertó en medio de aquella fiesta del té, rodeada de las demás entidades, como si siempre hubiera estado ahí. Una bienvenida sin palabras, solo miradas y gestos que sugerían comprensión y, tal vez, un rastro de curiosidad. No era la primera Lepus, lo supo desde el primer instante, pero era como si la sociedad la hubiera estado esperando, o tal vez, como si Destino hubiera decidido que era el momento adecuado para su aparición. Los miembros de Luminarias, todos seres de antiguos planos, con sus nombres tomados de constelaciones y sus formas adoptadas de animales. Hay una sensación de seguridad entre ellos, una certeza de que cada uno tiene su propósito, aunque la forma en que lo cumplan sea única. Iona se pregunta a menudo qué habrá sido del Lepus anterior. Nadie habla de él, o de ella, y ella ha aprendido a no preguntar. Tal vez el misterio es parte de la magia de la sociedad, ese constante recordar que nada es permanente, que incluso ellos, entidades de la sombra y la luz, pueden desaparecer sin dejar rastro. El Fénix es una presencia que trae consuelo a sus pensamientos. Su figura se alza en su mente, medio humano, medio pájaro, siempre rodeado de un resplandor cálido. Él la trata con cariño, casi como si fuera una hermana menor. Los dulces que le ofrece en cada encuentro son un recordatorio de que, aunque sea la más joven, es aceptada. La idea de la resurrección que él representa la ha hecho reflexionar más de una vez. ¿Qué significa realmente renacer? ¿Es posible que ella misma esté en un proceso de constante renacimiento, aprendiendo de cada encuentro, de cada alma que asiste? Iona se pregunta si alguna vez llegará a ser como ellos, si con el tiempo perderá esa sensibilidad que la hace tambalear en sus decisiones, que la llena de dudas cuando se enfrenta a los humanos. Los otros la tranquilizan, le dicen que con el tiempo aprenderá a desligarse, a ser más eficiente en su labor. Sin embargo, una parte de ella teme ese cambio. Su empatía, su capacidad de sentir lo que sienten los demás, es lo que la hace quien es, lo que la conecta con el mundo humano que tanto le fascina y desconcierta. Los recuerdos de las reuniones la envuelven. Escuchar las historias de los demás es su forma de aprender, de prepararse para lo que pueda venir. Cada anécdota es una lección, un fragmento de sabiduría que atesora en su mente. A veces, desearía poder hablar más, compartir sus propios miedos y preguntas, pero se contiene. La percepción de los otros hacia ella, como si fuera una infante entre gigantes, la hace dudar. Aun así, el apoyo silencioso de sus compañeros le da la fortaleza que necesita para seguir adelante. En el fondo, Iona sabe que la sociedad de Luminarias es más que una reunión de entidades poderosas. Es una familia disfuncional, un grupo de seres que, a pesar de sus diferencias y orígenes, se unen por un propósito mayor. Cada uno cumple un rol, una función en el gran entramado de la existencia, y aunque sus caminos a veces se crucen solo en esos extraños y oníricos encuentros, hay un lazo inquebrantable que los mantiene unidos. Con un suspiro, Iona se levanta y apaga la vela. El cuarto queda sumido en la oscuridad, pero no es una oscuridad que la asuste. Es la oscuridad de la reflexión, de la conexión con lo que es y lo que será. Las Luminarias están con ella, incluso en este pequeño rincón del mundo humano, y esa certeza le da la calma para continuar.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Awww ♡
    ¡Encantada de poder ayudar! ¡Me alegra muchisimo que hayáis arreglado vuestras diferencias! Y gracias a vosotros por querer hacer de FicRol una comunidad más sana ♡
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    ❒; Voy a salirme de personaje completamente. Pero esto es necesario. Quiero dar las gracias públicamente a nuestra RolSage Caroline Forbes, aunque ya se las di por interno, por su excelente mediación y ayuda para solucionar un problema que hubo entre mi expartner y yo. Gracias a ella, 𝙳𝙴𝙰𝙽 𝚆𝙸𝙽𝙲𝙷𝙴𝚂𝚃𝙴𝚁 y yo hemos vuelto a hablar y hemos arreglado los malentendidos. Asi que gracias, Caroline. De verdad
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  • Nikolai observaba cómo las sombras se alargaban sobre las paredes de su apartamento mientras el sol continuaba su lento recorrido. El fin de semana siempre significaba lo mismo: un encierro forzado, lejos de la luz. No era algo que le molestara en exceso, pero el silencio le daba demasiado tiempo para pensar. Afuera, el mundo seguía girando bajo el sol, mientras él permanecía apartado, esperando la llegada de la noche.

    Dejó el libro que tenía en las manos y se dejó caer sobre el sofá. Sus pensamientos pronto volaron hacia sus hermanos. Vikesh, sin duda, estaría sumergido en algo serio, tal vez revisando documentos importantes o estudiando algún texto antiguo. Siempre meticuloso, siempre calculador. Nikolai sonrió al imaginar el ceño fruncido de Vikesh, totalmente inmerso en sus responsabilidades. Era predecible, pero en cierto modo, eso lo tranquilizaba.

    Ivanov, por otro lado, era una incógnita. Nikolai no tenía idea de qué podría estar haciendo su hermano. Ivanov siempre parecía ir por donde el viento lo llevara. Podría estar en la ciudad, en alguna fiesta clandestina, o tal vez simplemente paseando sin rumbo bajo la luz de las farolas. Era imposible saberlo con certeza, y eso, en cierto modo, lo intrigaba y preocupaba a la vez.

    Suspiró y cerró los ojos, permitiendo que la quietud del apartamento lo envolviera. A pesar de sus diferencias y la distancia que a veces sentía con ellos, el pensamiento de sus hermanos le traía una sensación de consuelo. Pronto, la noche llegaría, y con ella, la libertad que tanto ansiaba. Por ahora, solo quedaba esperar.
    Nikolai observaba cómo las sombras se alargaban sobre las paredes de su apartamento mientras el sol continuaba su lento recorrido. El fin de semana siempre significaba lo mismo: un encierro forzado, lejos de la luz. No era algo que le molestara en exceso, pero el silencio le daba demasiado tiempo para pensar. Afuera, el mundo seguía girando bajo el sol, mientras él permanecía apartado, esperando la llegada de la noche. Dejó el libro que tenía en las manos y se dejó caer sobre el sofá. Sus pensamientos pronto volaron hacia sus hermanos. Vikesh, sin duda, estaría sumergido en algo serio, tal vez revisando documentos importantes o estudiando algún texto antiguo. Siempre meticuloso, siempre calculador. Nikolai sonrió al imaginar el ceño fruncido de Vikesh, totalmente inmerso en sus responsabilidades. Era predecible, pero en cierto modo, eso lo tranquilizaba. Ivanov, por otro lado, era una incógnita. Nikolai no tenía idea de qué podría estar haciendo su hermano. Ivanov siempre parecía ir por donde el viento lo llevara. Podría estar en la ciudad, en alguna fiesta clandestina, o tal vez simplemente paseando sin rumbo bajo la luz de las farolas. Era imposible saberlo con certeza, y eso, en cierto modo, lo intrigaba y preocupaba a la vez. Suspiró y cerró los ojos, permitiendo que la quietud del apartamento lo envolviera. A pesar de sus diferencias y la distancia que a veces sentía con ellos, el pensamiento de sus hermanos le traía una sensación de consuelo. Pronto, la noche llegaría, y con ella, la libertad que tanto ansiaba. Por ahora, solo quedaba esperar.
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  • #FicRolTips
    ¿Sabes que en Ajustes > Personaje > Misceláneo puedes elegir qué tipo de personaje es tu personaje (2D o 3D), elegir tu longitud narrativa y las categorías de rol que roleas? Asi los demás personajes sabrán cuales son tus intereses narrativos al consultar tu perfil :D

    Para saber si tu personaje es 2D o 3D, he creado esta guía: https://ficrol.com/blogs/155692/Diferencias-entre-Personajes-2D-y-3D

    Puedes consultar el resto de guías en mi fanpage: https://ficrol.com/pages/RolSage3D?ref=qs

    O consultando en el indice de guías y mini guías: https://ficrol.com/blogs/147711/%C3%8DNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS

    #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios
    #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    #FicRolTips ✨ ¿Sabes que en Ajustes > Personaje > Misceláneo puedes elegir qué tipo de personaje es tu personaje (2D o 3D), elegir tu longitud narrativa y las categorías de rol que roleas? Asi los demás personajes sabrán cuales son tus intereses narrativos al consultar tu perfil :D Para saber si tu personaje es 2D o 3D, he creado esta guía: https://ficrol.com/blogs/155692/Diferencias-entre-Personajes-2D-y-3D Puedes consultar el resto de guías en mi fanpage: https://ficrol.com/pages/RolSage3D?ref=qs O consultando en el indice de guías y mini guías: https://ficrol.com/blogs/147711/%C3%8DNDICE-DE-GUIAS-Y-MINIGUIAS #RolSage3D #AyudaRolSage #AyudaNuevosUsuarios #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • -¿Cómo describir una singularidad mágica? ¿Cómo podía una simple perturbación de magia en el espacio ser el causante de tantos desastres naturales y eventos catastróficos? Era tal vez el origen de muchos males y de la manifestación de los monstruos que azolaban los diferentes reinos, o quizá funcionaban como imanes y perpendicularidades, las cuales atraían y captaban la energía remanente de los demás reinos/dimensiones a los alrededores. Las teorías sobre las singularidades mágicas y los nexos de poder eran variadas; cada erudito y sabio tenía su propia manera de pensar respecto al tema. Dentro de la comunidad mágica no se podía llegar a un acuerdo sobre los orígenes, sus causas y futuros efectos, pero una cosa era segura y eso era que la producción repetida de estas "Singularidades" estaba causando problemas en todos los reinos.

    Alex había sido enviado por su orden a realizar un trabajo de investigación para captar una potente señal mágica ubicada en un lejano callejón de uno de los reinos próximos a la capital central. Junto al Alquimista, dos hombres más del magisterio mágico habían sido elegidos para realizar la misma tarea, por lo que los tres hombres se pusieron en marcha hacia su punto de encuentro. Estuvieron alrededor de dos días y dos noches buscando pistas, interrogando a los civiles y realizando cateos por casas, monumentos y diversas edificaciones urbanísticas.

    En el ocaso del tercer día, luego de que se separaran para continuar con la búsqueda, el mutante notó una perturbación mágica producida en un callejón apartado, dando así a un paso apresurado. Por su parte, lo que estuviese generando esa veta mágica en el espacio era algo o alguien muy escurridizo, por lo que Alex debía ser rápido. El maestro de las artes arcanas estaba a pocos metros de su objetivo. Doblando una de las esquinas de un alejado callejón en una de las zonas aledañas a su orbita de búsqueda, se topó con una silueta amorfa, la cual parecía sostener un pequeño objeto entre lo que parecían sus dedos; aquella extraña criatura tenía forma humanoide, pero con diferencias sustanciales.

    El cuerpo y la cabeza del ser desconocido se asemejaba a la de un cefalópodo con un tamaño cercano al metro ochenta, unos pequeños tentáculos colgando de su cabeza de pulpo y aquellos ojos rojizos del pavoroso ser, los cuales se terminaron topando con los del Guerrero; ambos se estuvieron observando en un silencio gélido y continuo, hasta que por fin Alex emitió sonido.-

    Así que tú estabas causando estas perturbaciones mágicas en los alrededores. Mira, sé que quizás pienses que tienes alguna chance de escapar, pero ya no hay donde huir, y las autoridades mágicas tienen muchas preguntas para ti. Te recomiendo amablemente que te dejes de tonterías y respondas a mis preguntas por las buenas, porque en caso contrario serán por las malas, pulpito.~
    -¿Cómo describir una singularidad mágica? ¿Cómo podía una simple perturbación de magia en el espacio ser el causante de tantos desastres naturales y eventos catastróficos? Era tal vez el origen de muchos males y de la manifestación de los monstruos que azolaban los diferentes reinos, o quizá funcionaban como imanes y perpendicularidades, las cuales atraían y captaban la energía remanente de los demás reinos/dimensiones a los alrededores. Las teorías sobre las singularidades mágicas y los nexos de poder eran variadas; cada erudito y sabio tenía su propia manera de pensar respecto al tema. Dentro de la comunidad mágica no se podía llegar a un acuerdo sobre los orígenes, sus causas y futuros efectos, pero una cosa era segura y eso era que la producción repetida de estas "Singularidades" estaba causando problemas en todos los reinos. Alex había sido enviado por su orden a realizar un trabajo de investigación para captar una potente señal mágica ubicada en un lejano callejón de uno de los reinos próximos a la capital central. Junto al Alquimista, dos hombres más del magisterio mágico habían sido elegidos para realizar la misma tarea, por lo que los tres hombres se pusieron en marcha hacia su punto de encuentro. Estuvieron alrededor de dos días y dos noches buscando pistas, interrogando a los civiles y realizando cateos por casas, monumentos y diversas edificaciones urbanísticas. En el ocaso del tercer día, luego de que se separaran para continuar con la búsqueda, el mutante notó una perturbación mágica producida en un callejón apartado, dando así a un paso apresurado. Por su parte, lo que estuviese generando esa veta mágica en el espacio era algo o alguien muy escurridizo, por lo que Alex debía ser rápido. El maestro de las artes arcanas estaba a pocos metros de su objetivo. Doblando una de las esquinas de un alejado callejón en una de las zonas aledañas a su orbita de búsqueda, se topó con una silueta amorfa, la cual parecía sostener un pequeño objeto entre lo que parecían sus dedos; aquella extraña criatura tenía forma humanoide, pero con diferencias sustanciales. El cuerpo y la cabeza del ser desconocido se asemejaba a la de un cefalópodo con un tamaño cercano al metro ochenta, unos pequeños tentáculos colgando de su cabeza de pulpo y aquellos ojos rojizos del pavoroso ser, los cuales se terminaron topando con los del Guerrero; ambos se estuvieron observando en un silencio gélido y continuo, hasta que por fin Alex emitió sonido.- Así que tú estabas causando estas perturbaciones mágicas en los alrededores. Mira, sé que quizás pienses que tienes alguna chance de escapar, pero ya no hay donde huir, y las autoridades mágicas tienen muchas preguntas para ti. Te recomiendo amablemente que te dejes de tonterías y respondas a mis preguntas por las buenas, porque en caso contrario serán por las malas, pulpito.~
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    •|| A veces odio tener diferencias horarias. Qué dolor que aquí ya sean las 5 de la mañana, sigh.
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    Me enjaja
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  • Tenía algunos golpes por la cara, un corte en la nariz y algunos moretones en otras partes de su cuerpo.

    Digamos que durante su entrenamiento había tenido unas "ligeras" diferencias con uno de los soldados que entranaban. La había llamado la perra traidora de Ian. Incluso luz escoltas que la acompañaba a los y sombra se molestaron ante en comentario.

    Resolvieron en pequeño inconveniente en una acalorado pelea la cual había ganado.

    Pero ahora tenía que ganar una pelea diferente.

    -Cariño... Ya te dije que estoy bien son solo unos rasguños... Deberías ver cómo quedó el otro.
    Tenía algunos golpes por la cara, un corte en la nariz y algunos moretones en otras partes de su cuerpo. Digamos que durante su entrenamiento había tenido unas "ligeras" diferencias con uno de los soldados que entranaban. La había llamado la perra traidora de Ian. Incluso luz escoltas que la acompañaba a los y sombra se molestaron ante en comentario. Resolvieron en pequeño inconveniente en una acalorado pelea la cual había ganado. Pero ahora tenía que ganar una pelea diferente. -Cariño... Ya te dije que estoy bien son solo unos rasguños... Deberías ver cómo quedó el otro.
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  • .

    Shoko estaba sentada en su oficina del hospital, mirando por la ventana mientras el sol se ponía lentamente en el horizonte. Sus pensamientos vagaban por los años que había compartido con Gojo Satoru, una amistad que había comenzado en su juventud y había perdurado a través de innumerables desafíos y triunfos. Desde el primer día en la Escuela Técnica de Jujutsu, Satoru había sido un torbellino de energía y confianza. Su carisma y habilidades incomparables lo habían convertido en el centro de atención de todos, pero para Shoko, él era simplemente Satoru, su amigo. Recordaba con una sonrisa las veces que él había tratado de impresionarla con sus técnicas, solo para recibir una mirada desaprobadora o una carcajada.

    A lo largo de los años, habían compartido mucho más que solo batallas contra maldiciones. Habían compartido secretos, miedos, y perdidas. Satoru siempre había estado allí para ella, ya sea para animarla con su optimismo inquebrantable o para ofrecerle un hombro en el que apoyarse cuando las cosas se ponían difíciles. Shoko sabía que detrás de su fachada arrogante y despreocupada, Satoru tenía un corazón generoso y un sentido profundo de responsabilidad hacia aquellos que amaba.

    Habían tenido sus desacuerdos, como cualquier amigo de verdad, pero siempre habían encontrado la manera de superar las diferencias y fortalecer su vínculo. Satoru, a su manera, siempre se había asegurado de que Shoko nunca se sintiera sola, incluso en los momentos más oscuros. Su presencia era una constante, un recordatorio de que, sin importar qué, siempre tendrían el uno al otro. Suspiró y se reclinó en su silla, sintiendo una mezcla de nostalgia y gratitud. Sabía que su amistad con Satoru era única, una conexión que no todos tenían la suerte de experimentar. A pesar de las circunstancias que los rodeaban, su lazo había resistido la prueba del tiempo y las adversidades.

    Tomó su celular y, con una sonrisa, decidió enviarle un mensaje a Satoru. Quería que él supiera lo mucho que valoraba su amistad, aunque no era algo que dijera a menudo en voz alta.

    — ‘’Hey Satoru," — escribió, — "solo quería decirte gracias por ser siempre tú. Por estar ahí, incluso cuando no lo pido. No sé qué haría sin tu locura y tu apoyo constante. Cuídate, Nos vemos pronto." —

    Presionó enviar y miró la pantalla por un momento, sintiéndose un poco más ligera. Sabía que su compañero probablemente respondería con algún comentario ingenioso o una broma, pero eso también era parte del encanto de su amistad. Mientras guardaba su teléfono, Shoko sonrió, agradecida por tener a alguien como Satoru en su vida.

    [Violino_Infinito]
    . Shoko estaba sentada en su oficina del hospital, mirando por la ventana mientras el sol se ponía lentamente en el horizonte. Sus pensamientos vagaban por los años que había compartido con Gojo Satoru, una amistad que había comenzado en su juventud y había perdurado a través de innumerables desafíos y triunfos. Desde el primer día en la Escuela Técnica de Jujutsu, Satoru había sido un torbellino de energía y confianza. Su carisma y habilidades incomparables lo habían convertido en el centro de atención de todos, pero para Shoko, él era simplemente Satoru, su amigo. Recordaba con una sonrisa las veces que él había tratado de impresionarla con sus técnicas, solo para recibir una mirada desaprobadora o una carcajada. A lo largo de los años, habían compartido mucho más que solo batallas contra maldiciones. Habían compartido secretos, miedos, y perdidas. Satoru siempre había estado allí para ella, ya sea para animarla con su optimismo inquebrantable o para ofrecerle un hombro en el que apoyarse cuando las cosas se ponían difíciles. Shoko sabía que detrás de su fachada arrogante y despreocupada, Satoru tenía un corazón generoso y un sentido profundo de responsabilidad hacia aquellos que amaba. Habían tenido sus desacuerdos, como cualquier amigo de verdad, pero siempre habían encontrado la manera de superar las diferencias y fortalecer su vínculo. Satoru, a su manera, siempre se había asegurado de que Shoko nunca se sintiera sola, incluso en los momentos más oscuros. Su presencia era una constante, un recordatorio de que, sin importar qué, siempre tendrían el uno al otro. Suspiró y se reclinó en su silla, sintiendo una mezcla de nostalgia y gratitud. Sabía que su amistad con Satoru era única, una conexión que no todos tenían la suerte de experimentar. A pesar de las circunstancias que los rodeaban, su lazo había resistido la prueba del tiempo y las adversidades. Tomó su celular y, con una sonrisa, decidió enviarle un mensaje a Satoru. Quería que él supiera lo mucho que valoraba su amistad, aunque no era algo que dijera a menudo en voz alta. — ‘’Hey Satoru," — escribió, — "solo quería decirte gracias por ser siempre tú. Por estar ahí, incluso cuando no lo pido. No sé qué haría sin tu locura y tu apoyo constante. Cuídate, Nos vemos pronto." — Presionó enviar y miró la pantalla por un momento, sintiéndose un poco más ligera. Sabía que su compañero probablemente respondería con algún comentario ingenioso o una broma, pero eso también era parte del encanto de su amistad. Mientras guardaba su teléfono, Shoko sonrió, agradecida por tener a alguien como Satoru en su vida. [Violino_Infinito]
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  • [• Fuma tranquilo, recostado contra una pared y viendo a sus compañeros prepararse para la siguiente expedición. Después de un rato, siente un leve estirón en su camisa marrón y, al mirar a su lado, ve a un compañero borracho, con una botella en la mano, pidiéndole que diga algo para pensar.

    El soldado suspira nuevamente, piensa por unos segundos y luego, tras una leve risa, mira hacia el frente. •]

    "Las diferencias sociales y políticas siembran la semilla de la guerra, transformando tensiones en conflictos armados. ¿Qué provoca la guerra? La crudeza se hace evidente en la destrucción y el sufrimiento de combatientes y civiles por igual. La brutalidad es imparcial, reduciendo a seres humanos a meros números en un juego de poder donde el dolor y la pérdida se vuelven moneda corriente. Es una idiotez que cualquiera puede decir con un pensamiento 'filosófico'... pero no se equivocan en ese sentido."

    [• Toma una buena cantidad de humo del poco cigarrillo que le queda, soltándolo suavemente. •]

    "Vivimos en un mundo donde la vida humana parece no valer nada frente a las ambiciones de unos pocos. Nos enseñan a odiar a aquellos que nunca hemos conocido, a luchar por causas que nunca comprenderemos del todo. Y aquí estamos, repitiendo los mismos errores, atrapados en un ciclo sin fin de violencia y desolación."

    [• Mira a su compañero borracho con una sonrisa leve, antes de volver su mirada hacia el horizonte, perdiéndose en sus pensamientos con una cara sería. •]


    (Me dió la de veterano )
    [• Fuma tranquilo, recostado contra una pared y viendo a sus compañeros prepararse para la siguiente expedición. Después de un rato, siente un leve estirón en su camisa marrón y, al mirar a su lado, ve a un compañero borracho, con una botella en la mano, pidiéndole que diga algo para pensar. El soldado suspira nuevamente, piensa por unos segundos y luego, tras una leve risa, mira hacia el frente. •] "Las diferencias sociales y políticas siembran la semilla de la guerra, transformando tensiones en conflictos armados. ¿Qué provoca la guerra? La crudeza se hace evidente en la destrucción y el sufrimiento de combatientes y civiles por igual. La brutalidad es imparcial, reduciendo a seres humanos a meros números en un juego de poder donde el dolor y la pérdida se vuelven moneda corriente. Es una idiotez que cualquiera puede decir con un pensamiento 'filosófico'... pero no se equivocan en ese sentido." [• Toma una buena cantidad de humo del poco cigarrillo que le queda, soltándolo suavemente. •] "Vivimos en un mundo donde la vida humana parece no valer nada frente a las ambiciones de unos pocos. Nos enseñan a odiar a aquellos que nunca hemos conocido, a luchar por causas que nunca comprenderemos del todo. Y aquí estamos, repitiendo los mismos errores, atrapados en un ciclo sin fin de violencia y desolación." [• Mira a su compañero borracho con una sonrisa leve, antes de volver su mirada hacia el horizonte, perdiéndose en sus pensamientos con una cara sería. •] (Me dió la de veterano 👍)
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  • —Claras diferencias entre mi hermano L̶uci͓̽fer M̷o̶rni̲n͢gsta͢r ᴷⁱⁿᵍ y yo...

    Él es el más efusivo y, por ende, el más sentimental también.



    #HazbinHotel
    —Claras diferencias entre mi hermano [Morning_Star] y yo... Él es el más efusivo y, por ende, el más sentimental también. #HazbinHotel
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