Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos.
Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana.
Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente.
Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan.
Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos).
Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj.
"๐ต๐ข๐๐๐๐ ๐๐ฬ๐๐ , ๐๐๐๐๐ ๐๐ข๐๐๐๐๐๐ก๐.
๐๐ ๐ฉ๐ ๐๐๐ ๐ฃ๐๐๐๐๐ ๐ฆ ๐ฉ๐ ๐๐๐๐๐๐๐๐ ๐๐๐ฃ๐๐๐ก๐๐ ๐๐ ๐๐๐ ๐๐ ๐ฉ๐๐๐๐ ๐ข๐๐๐ ๐๐๐๐๐๐๐ .
๐๐ ๐ก๐ ๐๐๐ก๐๐ ๐๐ ๐๐๐๐ , ๐ ๐๐ ๐๐๐ ๐๐๐, ๐๐๐ ๐๐๐ ๐๐๐๐.
๐๐ ๐๐ ๐ฃ๐๐ฆ ๐ ๐ฉ๐๐๐๐ ;)
๐๐ ๐๐ข๐๐๐๐, ๐๐๐๐๐ฆ."
Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared.
Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto.
Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre.
Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city.
Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella.
La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual.
>> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker.
La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón.
Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen.
— ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos!
#3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies Se había despertado de madrugada. Asaltada por una pesadilla de la que a cada segundo que pasaba, recordaba menos.
Estaba en la habitación de Dean, y el reloj despertador de la mesilla del cazador iluminaba la habitación con un suave resplandor rojizo mientras casi parecía estar increpándole a la cara que eran las 04:00 de la mañana.
Le hubiera encantado poder distraerse de aquel sentimiento amargo que el sueño, casi olvidado, le había dejado. Pero Dean, a su lado, disfrutaba de sus escasas tres horas de sueño al día, y el hecho de hundir sus dedos en aquel pelo corto y trazar cada línea de aquel rostro que ya había memorizado, le daba paz, pero no frenaba su mente.
Por esa razón y con una idea emergente, se desliza fuera de la cama, y camina descalza hacia el baño, donde en la ducha termina de dar forma a su plan.
Si, era demasiado pronto, las 05:00 am cuando por fin está lista, con sus rizos sueltos por los espalda, una falda de satén blanca abierta en el lateral hasta casi la cadera, un delicado top lencero negro, una americana del mismo color y sus tacones stiletto en la mano (suponía que todos estaban durmiendo y no quería despertarlos).
Cuando está al cien por cien lista vuelve a entrar en el cuarto de Dean, y deja una nota apoyada en el ya mencionado reloj.
"๐ต๐ข๐๐๐๐ ๐๐ฬ๐๐ , ๐๐๐๐๐ ๐๐ข๐๐๐๐๐๐ก๐.
๐๐ ๐ฉ๐ ๐๐๐ ๐ฃ๐๐๐๐๐ ๐ฆ ๐ฉ๐ ๐๐๐๐๐๐๐๐ ๐๐๐ฃ๐๐๐ก๐๐ ๐๐ ๐๐๐ ๐๐ ๐ฉ๐๐๐๐ ๐ข๐๐๐ ๐๐๐๐๐๐๐ .
๐๐ ๐ก๐ ๐๐๐ก๐๐ ๐๐ ๐๐๐๐ , ๐ ๐๐ ๐๐๐ ๐๐๐, ๐๐๐ ๐๐๐ ๐๐๐๐.
๐๐ ๐๐ ๐ฃ๐๐ฆ ๐ ๐ฉ๐๐๐๐ ;)
๐๐ ๐๐ข๐๐๐๐, ๐๐๐๐๐ฆ."
Hasta que no está en el garaje, no se calza sus zapatos. Lo hace justo antes de pasear las manos por todos aquellos juegos de llaves que colgaban de la pared.
Sus dedos se frenan justo sobre las llaves de Baby, estaba tan tentada... pero... no, le ahorraría a Dean el infarto.
Al final se decide por el suv que le habían alquilado al llegar al aeropuerto y el cual ahora ya estaba a su nombre.
Tenía cuatro horas de viaje, porque si se hacían compras, se hacían en condiciones y el mejor lugar para hacerlas era Oak Park Mall, en Kansas city.
Y es que hacer regalos, podría resultar algo superficial para muchos, pero para Poppy Davies era una forma de hacer saber a cualquier persona lo importante que era para ella.
La británica pensaba en cada persona, en lo que podía representar y transmitir su regalo, en lo que significaba, lo elegía y compraba con el mayor de los cuidados y cariño, era todo un ritual.
>> Había recorrido el centro comercial durante horas, y a cada momento sus brazos iban llenándose de mas y mas. Una vez todo comprado, al menos por el momento, había hecho una pequeña parada en el restaurante mas top del centro, y después de comer, allí mismo había envuelto cada uno de los regalos para evitar curiosidades ajenas. Había comprado flores para decorar su cuarto y el resto del lugar, al menos hasta que Dean le pusiera mala cara y había puesto rumbo de vuelta a casa, de vuelta al bunker.
La vida había vuelto al hogar cuando ella baja las escaleras metálicas, sonriendo ante el sonido de sus tacones contra cada escalón.
Esquiva la biblioteca y la cocina, desde donde le llegan las voces de cada habitante del lugar, yendo directa a su habitación para esconder los regalos, aunque si que alza la voz para que todos la escuchen.
— ¡Como alguien venga a husmear mis compras, no tendrá lugar en el mundo para esconderse, sea humano, jötunn, tribrida, Winchester, o ángel. Quedáis advertidos!
#3D #Comunidad3D #Personajes3D #PoppyDavies