• Vestigia
    Sacrificio .

    Dime tú Basilio porque estás triste, te conozco yo desde que eras apenas un niño, te he visto pelear, derramar tu sangre y también castigar, pero nunca triste, nunca perdido, dime tú señor Rey de las bestias que es aquello que tú alma ha empañado de tristeza .

    Así fue la interrogante de la dama Carei sacerdotisa del credo Basilio al ver ella con sus ojos al joven Rey que sostiene en sus manos una rosa ya marchita, una rosa de aquellas azules que en las noches brillan como hermosas estrellas .

    - Yacarei .. dime qué debo hacer, quisiera verla una vez más, así sea una última vez, de ella no tuve el valor para despedirme, y como hacerlo si aún lejos nuestros cuerpos, el corazón es uno y el alma mía y la suya se mantienen abrazadas sin importar toda esta distancia .

    " Sin valor para mirar a la mujer que le habla, Zet pronunció sus palabras sin apartar mirada de aquella flor que parecía ya estar muerta .

    La dama recoge un poco su vestido y se inclina para acercarse más al Basilio, dobla sus rodillas pues aquel joven y atribulado Rey estaba sentado a la orilla de un arrollo, los labios de la dama se acercaron al oido del Dragón y susurraron suavemente .

    * Dame tus ojos, sabes bien que ese es mi más codiciado tesoro, dame tus ojos, aquellos que ven la mentira en el rostro y las malas intenciones que se ocultan en las palabras bondadosas, dame tu don para ver la verdad, entonces yo te llevaré con ella, un momento y nada más un instante, entonces dime, eso lo vale ??

    " El Basilio se ha puesto de pie y a lanzado la flor al arrollo .

    - Por cinco minutos daría hasta la última gota de mi sangre, llévame y mis ojos serán tuyos .

    " La mujer se puso de pie, se acercó por la espalda del varón y lo abrazo rodeado con sus delicadas manos la cintura del Rey Dragón .

    * Si no te escuchará yo con mi propio oído no creería que esas palabras fueran pronunciadas por tu boca, te vez tan tierno tan frágil, entonces tenemos un trato ??

    " Yacarei la sacerdotisa de los Basilios siempre había deseado el poder que habita en los ojos del Rey Zet, por esa razón, como una serpiente la mujer se desliza por la herida y con dulces palabras y gestos lo cautiva .

    - Que así sea ..

    " Y así fue, la mujer de inmediato abrió un portal en medio del arrollo conjurando palabras y magia antigua, del otro lado se veía con claridad una recamara, al Basilio le llegó el perfume de la mujer que ama y sin pensarlo atraviesa el portal, del otro lado ella estaba, recostada en su cama, en sus mejillas unas manchas al parecer había derramado unas cuantas lágrimas, dormida, serena y tranquila arropada en una gruesa cobija, Zet se acercó lentamente se subió a la cama, le beso la frente le abrazo con ternura y al oído de la rubia él susurro .

    - Te amo, te amare por siempre y un día más, renuncio a mi poder pero no al amor que tú hiciste nacer .

    " Aquel gran amor del Basilio es en todo contraria a el, es una mujer de luz, de gran belleza, de fortaleza como ninguna otra, Él la llama Reina Leona, de cabellos rubios, el azul es su color favorito, el eterno amor del Tirano Rey de los Dragones Basilios .

    Como un consuelo y despedida la sacerdotisa le regaló al Basilio toda la noche, pero no le permitió despertar a la mujer que amaba, solo estar ahí, solo acompañarla, el Basilio la abrazó y durmió a su lado, al caer la mañana antes de que los ojos de ella se abrieran el cuerpo del Dragón desapareció, dejando en la cama la figura de su cuerpo y su aroma en la recamara .
    Mil veces el Basilio susurro al oído de la mujer que le perdonara, y le dijo también que quizás nunca más la volvería a ver, pero que él nunca la olvidaría, repitió también, mi amor será eterno y si un día te hago falta mira las estrellas, yo estaré siempre en medio de ellas .
    La noche terminó, el Basilio regresó al arrollo, lloro amargamente y como fue pactado el poder de aquel que todo lo ve le fue entregado a la sacerdotisa .

    * Te diré que con esto has firmado tu sentencia de muerte, aquellos que alguna vez te tuvieron miedo ahora vendrán por tu cabeza .

    " Aconteció después de sus palabras que la mujer desapareció como una sombra blanca que se desvanece con la suave brisa del viento .

    " El Basilio miró al cielo, saco un cigarro lo encendió y con una sonrisa simplemente respondió .

    - Diles tu dónde estoy, Diles dónde encontrarme que yo los esperare con ansias, y Diles también que vengan preparados para morir, porque yo estoy herido pero no derrotado .

    Vestigia Sacrificio . Dime tú Basilio porque estás triste, te conozco yo desde que eras apenas un niño, te he visto pelear, derramar tu sangre y también castigar, pero nunca triste, nunca perdido, dime tú señor Rey de las bestias que es aquello que tú alma ha empañado de tristeza . Así fue la interrogante de la dama Carei sacerdotisa del credo Basilio al ver ella con sus ojos al joven Rey que sostiene en sus manos una rosa ya marchita, una rosa de aquellas azules que en las noches brillan como hermosas estrellas . - Yacarei .. dime qué debo hacer, quisiera verla una vez más, así sea una última vez, de ella no tuve el valor para despedirme, y como hacerlo si aún lejos nuestros cuerpos, el corazón es uno y el alma mía y la suya se mantienen abrazadas sin importar toda esta distancia . " Sin valor para mirar a la mujer que le habla, Zet pronunció sus palabras sin apartar mirada de aquella flor que parecía ya estar muerta . La dama recoge un poco su vestido y se inclina para acercarse más al Basilio, dobla sus rodillas pues aquel joven y atribulado Rey estaba sentado a la orilla de un arrollo, los labios de la dama se acercaron al oido del Dragón y susurraron suavemente . * Dame tus ojos, sabes bien que ese es mi más codiciado tesoro, dame tus ojos, aquellos que ven la mentira en el rostro y las malas intenciones que se ocultan en las palabras bondadosas, dame tu don para ver la verdad, entonces yo te llevaré con ella, un momento y nada más un instante, entonces dime, eso lo vale ?? " El Basilio se ha puesto de pie y a lanzado la flor al arrollo . - Por cinco minutos daría hasta la última gota de mi sangre, llévame y mis ojos serán tuyos . " La mujer se puso de pie, se acercó por la espalda del varón y lo abrazo rodeado con sus delicadas manos la cintura del Rey Dragón . * Si no te escuchará yo con mi propio oído no creería que esas palabras fueran pronunciadas por tu boca, te vez tan tierno tan frágil, entonces tenemos un trato ?? " Yacarei la sacerdotisa de los Basilios siempre había deseado el poder que habita en los ojos del Rey Zet, por esa razón, como una serpiente la mujer se desliza por la herida y con dulces palabras y gestos lo cautiva . - Que así sea .. " Y así fue, la mujer de inmediato abrió un portal en medio del arrollo conjurando palabras y magia antigua, del otro lado se veía con claridad una recamara, al Basilio le llegó el perfume de la mujer que ama y sin pensarlo atraviesa el portal, del otro lado ella estaba, recostada en su cama, en sus mejillas unas manchas al parecer había derramado unas cuantas lágrimas, dormida, serena y tranquila arropada en una gruesa cobija, Zet se acercó lentamente se subió a la cama, le beso la frente le abrazo con ternura y al oído de la rubia él susurro . - Te amo, te amare por siempre y un día más, renuncio a mi poder pero no al amor que tú hiciste nacer . " Aquel gran amor del Basilio es en todo contraria a el, es una mujer de luz, de gran belleza, de fortaleza como ninguna otra, Él la llama Reina Leona, de cabellos rubios, el azul es su color favorito, el eterno amor del Tirano Rey de los Dragones Basilios . Como un consuelo y despedida la sacerdotisa le regaló al Basilio toda la noche, pero no le permitió despertar a la mujer que amaba, solo estar ahí, solo acompañarla, el Basilio la abrazó y durmió a su lado, al caer la mañana antes de que los ojos de ella se abrieran el cuerpo del Dragón desapareció, dejando en la cama la figura de su cuerpo y su aroma en la recamara . Mil veces el Basilio susurro al oído de la mujer que le perdonara, y le dijo también que quizás nunca más la volvería a ver, pero que él nunca la olvidaría, repitió también, mi amor será eterno y si un día te hago falta mira las estrellas, yo estaré siempre en medio de ellas . La noche terminó, el Basilio regresó al arrollo, lloro amargamente y como fue pactado el poder de aquel que todo lo ve le fue entregado a la sacerdotisa . * Te diré que con esto has firmado tu sentencia de muerte, aquellos que alguna vez te tuvieron miedo ahora vendrán por tu cabeza . " Aconteció después de sus palabras que la mujer desapareció como una sombra blanca que se desvanece con la suave brisa del viento . " El Basilio miró al cielo, saco un cigarro lo encendió y con una sonrisa simplemente respondió . - Diles tu dónde estoy, Diles dónde encontrarme que yo los esperare con ansias, y Diles también que vengan preparados para morir, porque yo estoy herido pero no derrotado .
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  • |Recuerdos de sus años escolares|

    El aula estaba en silencio, apenas interrumpido por el murmullo lejano de voces en el pasillo. La luz dorada del atardecer se filtraba por la ventana, bañando los pupitres en un resplandor suave. Entre cuadernos abiertos y lápices olvidados, dos figuras descansaban una junto a la otra.

    Ella, con la mejilla apoyada sobre sus apuntes, respiraba con calma, perdida en un sueño ligero. Un auricular colgaba de su oído, compartiendo la misma canción que él escuchaba. Él, en cambio, no dormía; mantenía la cabeza recostada en sus brazos, observándola en silencio, como si cada detalle de su rostro mereciera ser guardado en la memoria.

    El tiempo parecía haberse detenido. No había prisa, ni tareas pendientes, solo la tranquila certeza de que, en ese pequeño instante, estaban exactamente donde debían estar: juntos, compartiendo una calma que se sentía más valiosa que cualquier palabra. Ella era y había sido su primer amor desde sus tiernos años de infancia,pero los unia una profunda amistad,la cual no quería arruinar

    -Me pregunto si....¿Me ves?-

    Dijo él con voz baja y casi imperceptible,después de todo no quería interrumpir el sueño de ella

    Melínoe Fleur
    |Recuerdos de sus años escolares| El aula estaba en silencio, apenas interrumpido por el murmullo lejano de voces en el pasillo. La luz dorada del atardecer se filtraba por la ventana, bañando los pupitres en un resplandor suave. Entre cuadernos abiertos y lápices olvidados, dos figuras descansaban una junto a la otra. Ella, con la mejilla apoyada sobre sus apuntes, respiraba con calma, perdida en un sueño ligero. Un auricular colgaba de su oído, compartiendo la misma canción que él escuchaba. Él, en cambio, no dormía; mantenía la cabeza recostada en sus brazos, observándola en silencio, como si cada detalle de su rostro mereciera ser guardado en la memoria. El tiempo parecía haberse detenido. No había prisa, ni tareas pendientes, solo la tranquila certeza de que, en ese pequeño instante, estaban exactamente donde debían estar: juntos, compartiendo una calma que se sentía más valiosa que cualquier palabra. Ella era y había sido su primer amor desde sus tiernos años de infancia,pero los unia una profunda amistad,la cual no quería arruinar -Me pregunto si....¿Me ves?- Dijo él con voz baja y casi imperceptible,después de todo no quería interrumpir el sueño de ella [Melinoe_Fleur]
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  • La noche Parisina
    Fandom Free rol
    Categoría Romance
    Katherine Gilbert

    Todo está preparado para la gran velada de esta noche, mientras Katherine continúa en el baño con la puerta cerrada.
    Aprovecho para llamar a la recepción del hotel donde estamos hospedados.
    [ThcSallow] Todo está preparado para la gran velada de esta noche, mientras Katherine continúa en el baño con la puerta cerrada. Aprovecho para llamar a la recepción del hotel donde estamos hospedados.
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    Individual
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    Cualquier línea
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    Una transmisor de un casco , algo dañado por el tiempo pero funcional , es lo primero que se escucho en los receptores de mensaje del grupo de soldados.


    - Ok chicos , recuerden la misión es eliminar a los rebeldes y seguir adelante , si retrasos.

    Tan rápido como vino el mensaje , ahora solo había un silencio , que se rompía levemente por las pisadas de este grupo.
    Una transmisor de un casco , algo dañado por el tiempo pero funcional , es lo primero que se escucho en los receptores de mensaje del grupo de soldados. - Ok chicos , recuerden la misión es eliminar a los rebeldes y seguir adelante , si retrasos. Tan rápido como vino el mensaje , ahora solo había un silencio , que se rompía levemente por las pisadas de este grupo.
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  • 𝑫𝒆𝒃𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒅𝒆𝒄𝒊𝒓 "𝒂𝒅𝒊𝒐́𝒔"
    Fandom ZYXS
    Categoría Drama
    ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰….ᐣ ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘯𝘢𝘥𝘢.ᐣ
    𝘖𝘫𝘢𝘭𝘢́ 𝘵𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘢𝘳𝘢𝘴, 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢.
    𝘝𝘪𝘦́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘚𝘰𝘭 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘯𝘢𝘴.

    Sus mensajes con el tiempo habían dejado de ser tan frecuentes, al grado de contestar solo un par de veces al día. Masthian podía vivir con eso, pero cuando empezaron a ser solo un par a la semana, comenzó la preocupación. La buscó, por supuesto. Fue a su casa, la buscó en las tiendas de saldos que sabía que frecuentaba, incluso trató de seguir sus historias de Instagram, pero parecía que se la había tragado la tierra.

    Hasta que un día, sin más, le soltó la noticia: Había obtenido una beca para estudiar fuera del país, se iría a Europa. ¿Cuando? ¿Por qué no le había dicho? ¿Podían verse antes? Ninguna de esas preguntas tuvo respuestas. Todos los días, un mensaje y un intento de llamada que no atendían ni respondían.

    Esa mañana, descubrió que el mensaje simplemente no fue recibido y la llamada lo mandaba directamente a buzón. Entró en pánico. Salió corriendo de casa de su abuela hasta el barrio donde Nicole vivía. Se encontró las puertas y ventanas cerradas.

    𝘠 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰, 𝘭𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰
    ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘯𝘢𝘥𝘢.ᐣ
    𝘛𝘶́ 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘭𝘪𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘴𝘪𝘯 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘪𝘭𝘭𝘰...
    𝘠 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴

    Sintió como el corazón poco a poco se le fue acelerando, a medida que se acercaba y comprobaba que la casa estaba vacía. Su familia nunca cerraba las cortinas, a sus padres no les gustaba que las ventanas estuvieran cerradas... ¿Dónde estaba su perro? ¿Por qué no ladraba?

    Su diestra fue a abrir la rejita que conectaba al patio y por un momento, cuando esta cedió sin problema, pensó que solo sería un cambio extraño de preferencias. Hasta que recordó que esa reja nunca había cerrado. Cuando tenían 8 años, habían estrellado sus bicicletas en ella y nunca repararon el seguro que atoraba la puerta. Tragó saliva mientras entraba al lugar.

    ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.ᐣ
    ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘦 𝘷𝘢𝘴 𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳.ᐣ
    𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳𝘮𝘦
    𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳

    Miró a su al rededor; al jardín de las rosas de su madre, donde constantemente de pequeños los regañaban por que les gustaba meterse ahí y jugar entre los rosales. Cuando por fin dejaron de jugar, Masthian se había encargado de una vez a la semana cortar la rosa más bonita y dejarla en la habitación de Nicole. En todos sus años de conocerse, recién el año pasado empezó a verse decente ese jardín. Justo cuando ellos dejaron de frecuentarse.

    Avanzó por el caminito de piedra, algunas losetas quebradas y sueltas. La mayoría por su culpa, cuando llegaban después de la escuela y dejaban caer las bicicletas ahí. Y luego estaban los pequeños hoyos que el perrito de Nicole hacía.

    Cuando la conoció, tenía un labrador que después de unos cuantos años, murió. Recordaba la depresión que envolvió a la castaña. Y también su cara de emoción cuando apareció con un cachorro a los pocos días en su sala. Había tenido que cruzar media ciudad para encontrar a un cachorro que se pareciera a la mascota que había perdido. Que silencioso era el patio sin el rufián que siempre lo recibía entre ladridos y lengüetazos.

    𝘕𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘷𝘪𝘷𝘦 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭, ¿𝘺 𝘲𝘶𝘦́ 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘢.ᐣ
    𝘝𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘶𝘵𝘶𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥
    𝘘𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘰́ 𝘢 𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘮𝘣𝘳𝘦
    𝘕𝘰 𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘭𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢


    Quiso abrir la puerta, aún manteniendo esa vaga esperanza, aún sabiendo que se podía ver las ventanas incluso atrancadas. No cedió el picaporte, por más que intentó girar la perilla. Su corazón para ese momento ya estaba roto.

    Giró el cuerpo hacia la derecha, buscando la escalerilla que usaba para subir a la habitación de su amiga por las noches, cuando les tocaba la guardia. Su ventana daba al patio. Sabía que debajo de ella, estaba el escritorio. Un sin fin de veces, Masthian había acudido a ella para estudiar juntos. Y cada una de ellas, se había quedado embobado viéndola mientras trataba de explicarle el tema que estaban estudiando. Todas las veces que estudió con ella, había reprobado. Y después de cada una de esas sesiones, cuando regresaba a casa, se decía que al día siguiente le diría y la invitaría a salir.

    No estaba la escalera. Y el momento de decirle que estaba completamente enamorado de ella, también se había ido.

    ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.ᐣ
    ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘵𝘦 𝘷𝘰𝘺 𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳.ᐣ
    𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘦 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳𝘵𝘦
    𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳

    Rodeó el patio, dirigiéndose a la parte trasera de la casa. La bicicleta, la casita de muñecas y el armario donde su padre guardaba la herramienta. Estaban cubiertos con mantas y asegurados con candados y cadenas. Nunca se habían molestado en hacerlo, la camioneta de su abuela siempre estuvo estacionada ahí, no había forma de sacarlo sin moverla. No recordaba una sola vez que hubiera podido caminar por aquel lugar sin tener que pegar la panza a la pared para poder pasar.

    Todo estaba cubierto de mantas y aún así, conocía a la perfección que había debajo. De no ser por que llegó una edad en la que ya no les permitieron hacer pijamadas juntos, probablemente Masthian habría pasado toda su infancia, adolescencia y el principio de su adultez metido en esa casa.

    Y entonces, una caja llamó su atención. Estaba fuera de cualquier cubierta, a medio cerrar y de su interior, sobresalía la manga de una sudadera que reconoció de inmediato. Era suya. Estaba bajo el pequeño techo de la bodega que había en el patio, si llovía, no se mojaría. Pero era obvio que la habían dejado ahí apropósito. Lo comprobó al acercarse, su nombre estaba escrito con la letra redonda y agraciada de Nicole.

    𝘠 𝘰𝘫𝘢𝘭𝘢́ 𝘵𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘢𝘳𝘢𝘴
    𝘊𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢
    𝘘𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦
    𝘘𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘰́ 𝘢 𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘮𝘣𝘳𝘦
    𝘕𝘰 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴
    𝘓𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢

    Empezó a hiperventilar. La sudadera no fue un regalo realmente, pero después de que Nicole se la pidió por tercera vez, dejó de pedirla de regreso. Frecuentemente, la usaba para sus cacerías en tiendas, buscando ofertas. Decía que era perfecta para guardar cosas.

    Un llavero, con la foto de los doce, la última vez que se habían juntado, antes de que todos siguieran sus propios caminos. El recuerdo de esa noche lo asaltó. Estuvieron a punto de besarse, pero el retrocedió y no hablaron más. Después de eso, sus encuentros apenas y duraron un cuarto de hora.

    Quiso seguir revisando, distinguió una camiseta que una vez dejó y ella usaba de pijama. La cajita que habían pintado junto a Hanary. Los collares a juego... Las lágrimas le hacían difícil saber que había.

    Casi quince años de amistad, de estar juntos prácticamente todos los días. Tantas risas, sonrojos, los latidos desenfrenados cuando se tomaban las manos... Todo eso, entraba en una caja de cartón.

    En una caja de cartón olvidada en su cochera. No, ni siquiera olvidada. Abandonada, puesta ahí sin si quiera preocuparse por cubrirla. ¿Esperaba Nicole que él la encontrara? Era un mal chiste.

    Cuando por fin se dejó caer con todo la dignidad que tenía encima, sacó su celular y entre berridos y lamentos le marcó a su primo. Si le entendió o no, la verdad es que no importaba. Se abrazó a lo único que aún conservaba el olor de la castaña, la sudadera y esperó a que llegara.

    𝑁𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐𝘩𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑟.
    ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰….ᐣ ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘯𝘢𝘥𝘢.ᐣ 𝘖𝘫𝘢𝘭𝘢́ 𝘵𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘢𝘳𝘢𝘴, 𝘤𝘰𝘯 𝘵𝘰𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘴𝘢𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢. 𝘝𝘪𝘦́𝘯𝘥𝘰𝘮𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘚𝘰𝘭 𝘢 𝘭𝘢𝘴 𝘷𝘦𝘯𝘵𝘢𝘯𝘢𝘴. Sus mensajes con el tiempo habían dejado de ser tan frecuentes, al grado de contestar solo un par de veces al día. Masthian podía vivir con eso, pero cuando empezaron a ser solo un par a la semana, comenzó la preocupación. La buscó, por supuesto. Fue a su casa, la buscó en las tiendas de saldos que sabía que frecuentaba, incluso trató de seguir sus historias de Instagram, pero parecía que se la había tragado la tierra. Hasta que un día, sin más, le soltó la noticia: Había obtenido una beca para estudiar fuera del país, se iría a Europa. ¿Cuando? ¿Por qué no le había dicho? ¿Podían verse antes? Ninguna de esas preguntas tuvo respuestas. Todos los días, un mensaje y un intento de llamada que no atendían ni respondían. Esa mañana, descubrió que el mensaje simplemente no fue recibido y la llamada lo mandaba directamente a buzón. Entró en pánico. Salió corriendo de casa de su abuela hasta el barrio donde Nicole vivía. Se encontró las puertas y ventanas cerradas. 𝘠 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰, 𝘭𝘰 𝘱𝘦𝘳𝘥𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘵𝘰𝘥𝘰 ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘢𝘱𝘳𝘦𝘯𝘥𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘯𝘢𝘥𝘢.ᐣ 𝘛𝘶́ 𝘣𝘪𝘦𝘯 𝘴𝘢𝘣𝘦𝘴 𝘥𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘭𝘪𝘳𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘪𝘳 𝘴𝘪𝘯 𝘢𝘮𝘢𝘳𝘪𝘭𝘭𝘰... 𝘠 𝘵𝘦 𝘭𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘷𝘢𝘴 Sintió como el corazón poco a poco se le fue acelerando, a medida que se acercaba y comprobaba que la casa estaba vacía. Su familia nunca cerraba las cortinas, a sus padres no les gustaba que las ventanas estuvieran cerradas... ¿Dónde estaba su perro? ¿Por qué no ladraba? Su diestra fue a abrir la rejita que conectaba al patio y por un momento, cuando esta cedió sin problema, pensó que solo sería un cambio extraño de preferencias. Hasta que recordó que esa reja nunca había cerrado. Cuando tenían 8 años, habían estrellado sus bicicletas en ella y nunca repararon el seguro que atoraba la puerta. Tragó saliva mientras entraba al lugar. ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.ᐣ ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘮𝘦 𝘷𝘢𝘴 𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳.ᐣ 𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳𝘮𝘦 𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳 Miró a su al rededor; al jardín de las rosas de su madre, donde constantemente de pequeños los regañaban por que les gustaba meterse ahí y jugar entre los rosales. Cuando por fin dejaron de jugar, Masthian se había encargado de una vez a la semana cortar la rosa más bonita y dejarla en la habitación de Nicole. En todos sus años de conocerse, recién el año pasado empezó a verse decente ese jardín. Justo cuando ellos dejaron de frecuentarse. Avanzó por el caminito de piedra, algunas losetas quebradas y sueltas. La mayoría por su culpa, cuando llegaban después de la escuela y dejaban caer las bicicletas ahí. Y luego estaban los pequeños hoyos que el perrito de Nicole hacía. Cuando la conoció, tenía un labrador que después de unos cuantos años, murió. Recordaba la depresión que envolvió a la castaña. Y también su cara de emoción cuando apareció con un cachorro a los pocos días en su sala. Había tenido que cruzar media ciudad para encontrar a un cachorro que se pareciera a la mascota que había perdido. Que silencioso era el patio sin el rufián que siempre lo recibía entre ladridos y lengüetazos. 𝘕𝘢𝘥𝘢 𝘴𝘰𝘣𝘳𝘦𝘷𝘪𝘷𝘦 𝘢𝘭 𝘧𝘪𝘯𝘢𝘭, ¿𝘺 𝘲𝘶𝘦́ 𝘮𝘢́𝘴 𝘥𝘢.ᐣ 𝘝𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘶𝘯 𝘧𝘶𝘵𝘶𝘳𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘪𝘫𝘰 𝘭𝘢 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘢𝘥 𝘘𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘪𝘮𝘰𝘴 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦, 𝘲𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘰́ 𝘢 𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘕𝘰 𝘮𝘢́𝘴 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯 𝘢𝘤𝘤𝘪𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦, 𝘭𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢 Quiso abrir la puerta, aún manteniendo esa vaga esperanza, aún sabiendo que se podía ver las ventanas incluso atrancadas. No cedió el picaporte, por más que intentó girar la perilla. Su corazón para ese momento ya estaba roto. Giró el cuerpo hacia la derecha, buscando la escalerilla que usaba para subir a la habitación de su amiga por las noches, cuando les tocaba la guardia. Su ventana daba al patio. Sabía que debajo de ella, estaba el escritorio. Un sin fin de veces, Masthian había acudido a ella para estudiar juntos. Y cada una de ellas, se había quedado embobado viéndola mientras trataba de explicarle el tema que estaban estudiando. Todas las veces que estudió con ella, había reprobado. Y después de cada una de esas sesiones, cuando regresaba a casa, se decía que al día siguiente le diría y la invitaría a salir. No estaba la escalera. Y el momento de decirle que estaba completamente enamorado de ella, también se había ido. ¿𝘗𝘰𝘳 𝘲𝘶𝘦́ 𝘯𝘰 𝘱𝘶𝘦𝘥𝘦𝘴 𝘴𝘦𝘳 𝘶𝘯 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳.ᐣ ¿𝘊𝘰́𝘮𝘰 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰𝘴 𝘵𝘦 𝘷𝘰𝘺 𝘢 𝘦𝘯𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢𝘳.ᐣ 𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘳𝘦𝘨𝘳𝘦𝘴𝘦 𝘢 𝘣𝘶𝘴𝘤𝘢𝘳𝘵𝘦 𝘗𝘢𝘳𝘢 𝘦𝘴𝘤𝘶𝘤𝘩𝘢𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳 Rodeó el patio, dirigiéndose a la parte trasera de la casa. La bicicleta, la casita de muñecas y el armario donde su padre guardaba la herramienta. Estaban cubiertos con mantas y asegurados con candados y cadenas. Nunca se habían molestado en hacerlo, la camioneta de su abuela siempre estuvo estacionada ahí, no había forma de sacarlo sin moverla. No recordaba una sola vez que hubiera podido caminar por aquel lugar sin tener que pegar la panza a la pared para poder pasar. Todo estaba cubierto de mantas y aún así, conocía a la perfección que había debajo. De no ser por que llegó una edad en la que ya no les permitieron hacer pijamadas juntos, probablemente Masthian habría pasado toda su infancia, adolescencia y el principio de su adultez metido en esa casa. Y entonces, una caja llamó su atención. Estaba fuera de cualquier cubierta, a medio cerrar y de su interior, sobresalía la manga de una sudadera que reconoció de inmediato. Era suya. Estaba bajo el pequeño techo de la bodega que había en el patio, si llovía, no se mojaría. Pero era obvio que la habían dejado ahí apropósito. Lo comprobó al acercarse, su nombre estaba escrito con la letra redonda y agraciada de Nicole. 𝘠 𝘰𝘫𝘢𝘭𝘢́ 𝘵𝘦 𝘮𝘦 𝘰𝘭𝘷𝘪𝘥𝘢𝘳𝘢𝘴 𝘊𝘰𝘯 𝘵𝘶𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘤𝘢𝘳𝘢 𝘘𝘶𝘦 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘰𝘵𝘳𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘴𝘪𝘦𝘮𝘱𝘳𝘦 𝘘𝘶𝘦 𝘯𝘰 𝘭𝘭𝘦𝘨𝘰́ 𝘢 𝘥𝘪𝘤𝘪𝘦𝘮𝘣𝘳𝘦 𝘕𝘰 𝘧𝘶𝘦𝘳𝘰𝘯 𝘴𝘶𝘧𝘪𝘤𝘪𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘓𝘢 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘤𝘢𝘮𝘣𝘪𝘢 Empezó a hiperventilar. La sudadera no fue un regalo realmente, pero después de que Nicole se la pidió por tercera vez, dejó de pedirla de regreso. Frecuentemente, la usaba para sus cacerías en tiendas, buscando ofertas. Decía que era perfecta para guardar cosas. Un llavero, con la foto de los doce, la última vez que se habían juntado, antes de que todos siguieran sus propios caminos. El recuerdo de esa noche lo asaltó. Estuvieron a punto de besarse, pero el retrocedió y no hablaron más. Después de eso, sus encuentros apenas y duraron un cuarto de hora. Quiso seguir revisando, distinguió una camiseta que una vez dejó y ella usaba de pijama. La cajita que habían pintado junto a Hanary. Los collares a juego... Las lágrimas le hacían difícil saber que había. Casi quince años de amistad, de estar juntos prácticamente todos los días. Tantas risas, sonrojos, los latidos desenfrenados cuando se tomaban las manos... Todo eso, entraba en una caja de cartón. En una caja de cartón olvidada en su cochera. No, ni siquiera olvidada. Abandonada, puesta ahí sin si quiera preocuparse por cubrirla. ¿Esperaba Nicole que él la encontrara? Era un mal chiste. Cuando por fin se dejó caer con todo la dignidad que tenía encima, sacó su celular y entre berridos y lamentos le marcó a su primo. Si le entendió o no, la verdad es que no importaba. Se abrazó a lo único que aún conservaba el olor de la castaña, la sudadera y esperó a que llegara. 𝑁𝑒𝑐𝑒𝑠𝑖𝑡𝑜 𝑒𝑠𝑐𝑢𝑐𝘩𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑟𝑒𝑠𝑝𝑖𝑟𝑎𝑟.
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    Grupal
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    AGENCIA ISHTAR’S DEMONIC DÈESSE – INFERNAL GLAMOUR

    Lema: “La belleza es un arma. El glamour, la victoria.”

    ❀ Descripción General:
    Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour es una de las agencias de modelaje más exclusivas del multiverso, donde se fusionan moda de lujo, estética demoníaca, alta costura arcana y narrativa de poder.
    No solo representa modelos, sino divinidades vivientes que encarnan el poder, la seducción y la autoridad.
    Cada integrante es cuidadosamente seleccionada por su presencia escénica, trasfondo narrativo y capacidad de influir en la élite interdimensional.

    LALATINA DARKNESS – FICHA EXTENDIDA
    Categoría: Dèesse Guerrière Élégante – Musa de Poder y Fuerza Elegante

    Datos Generales
    𝄵 Nombre Completo: Lalatina Darkness
    𝄵 Título Oficial: Segunda Dèesse de la Corte Infernal
    𝄵 Rol en la Agencia: Modelo principal de alta costura bélica y embajadora de fuerza femenina.
    𝄵 Edad Aparente: 25 años (cronología humana)
    𝄵 Altura: 1.75 m
    𝄵 Cabello: Rubio dorado, largo y sedoso, con mechones que capturan la luz como metal bruñido.
    𝄵 Ojos: Azul zafiro profundo.
    𝄵 Piel: Marfil claro con matiz cálido.
    𝄵 Complexión: Atlética, fuerte y curvilínea, con porte imponente.
    𝄵 Lenguas: Común Humano, Lengua Infernal, Alemán Medieval, Idioma de Corte Celeste.

    Rol Narrativo dentro del Lore
    Lalatina Darkness es reconocida como la Guerrera Noble del Glamour Infernal.
    Proveniente de una casa aristocrática guerrera en su mundo natal, su matrimonio con Metphies Ishtar representó la unión de la nobleza marcial con la monarquía del glamour.
    Su imagen mezcla poder bélico y refinamiento estético, convirtiéndola en el estandarte de las líneas de moda que fusionan armaduras y alta costura.

    En desfiles, Darkness es la encargada de las aperturas impactantes, portando armaduras ornamentadas y capas largas que combinan fuerza, erotismo y elegancia. Su carisma y porte marcial le han ganado el título interno de “La Leona de la Pasarela”.

    Cita Oficial de Personaje

    “No hay joya más brillante que una espada bien empuñada.” – Lalatina Darkness

    "La Guerrera Noble del Glamour Infernal."
    🕋 AGENCIA ISHTAR’S DEMONIC DÈESSE – INFERNAL GLAMOUR Lema: “La belleza es un arma. El glamour, la victoria.” ❀ Descripción General: Ishtar’s Demonic Dèesse – Infernal Glamour es una de las agencias de modelaje más exclusivas del multiverso, donde se fusionan moda de lujo, estética demoníaca, alta costura arcana y narrativa de poder. No solo representa modelos, sino divinidades vivientes que encarnan el poder, la seducción y la autoridad. Cada integrante es cuidadosamente seleccionada por su presencia escénica, trasfondo narrativo y capacidad de influir en la élite interdimensional. 🌹 LALATINA DARKNESS – FICHA EXTENDIDA Categoría: Dèesse Guerrière Élégante – Musa de Poder y Fuerza Elegante 📌 Datos Generales 𝄵 Nombre Completo: Lalatina Darkness 𝄵 Título Oficial: Segunda Dèesse de la Corte Infernal 𝄵 Rol en la Agencia: Modelo principal de alta costura bélica y embajadora de fuerza femenina. 𝄵 Edad Aparente: 25 años (cronología humana) 𝄵 Altura: 1.75 m 𝄵 Cabello: Rubio dorado, largo y sedoso, con mechones que capturan la luz como metal bruñido. 𝄵 Ojos: Azul zafiro profundo. 𝄵 Piel: Marfil claro con matiz cálido. 𝄵 Complexión: Atlética, fuerte y curvilínea, con porte imponente. 𝄵 Lenguas: Común Humano, Lengua Infernal, Alemán Medieval, Idioma de Corte Celeste. 💠 Rol Narrativo dentro del Lore Lalatina Darkness es reconocida como la Guerrera Noble del Glamour Infernal. Proveniente de una casa aristocrática guerrera en su mundo natal, su matrimonio con Metphies Ishtar representó la unión de la nobleza marcial con la monarquía del glamour. Su imagen mezcla poder bélico y refinamiento estético, convirtiéndola en el estandarte de las líneas de moda que fusionan armaduras y alta costura. En desfiles, Darkness es la encargada de las aperturas impactantes, portando armaduras ornamentadas y capas largas que combinan fuerza, erotismo y elegancia. Su carisma y porte marcial le han ganado el título interno de “La Leona de la Pasarela”. 🔥 Cita Oficial de Personaje “No hay joya más brillante que una espada bien empuñada.” – Lalatina Darkness "La Guerrera Noble del Glamour Infernal."
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    Y al atardecer me visto.

    Con una corona de amoldados fantasmas.

    --- Y al atardecer me visto. Con una corona de amoldados fantasmas.
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  • — Espera, será rápido —

    No había como el orgullo en la primera misión, acompañado por el sentimiento de miedo y preocupación.
    Había insistido a Runaan que aún era demasiado pronto para Rayla. Era demasiado joven.

    Podía ver en Rayla una bondad innata que no era propio de su trabajo. Sabía que compararlo con su esposo era algo estúpido dados los años de experiencia. Sin embargo, no estaba del todo seguro que aquello fuera algo para lo que Rayla estuviese hecha.
    Aún así, con el mismo cariño que ayudaba a su esposo a acomodarse antes de cada misión, decidió hacerlo con aquella joven que por tantos años había cuidado como si fuera su propia hija. Trenzado un pequeño mechón de su cabello con cariño paternal mientras, internamente, rezaba a la luna porque fuera su guía y su misión fuese satisfactoria.
    — Espera, será rápido — No había como el orgullo en la primera misión, acompañado por el sentimiento de miedo y preocupación. Había insistido a Runaan que aún era demasiado pronto para Rayla. Era demasiado joven. Podía ver en Rayla una bondad innata que no era propio de su trabajo. Sabía que compararlo con su esposo era algo estúpido dados los años de experiencia. Sin embargo, no estaba del todo seguro que aquello fuera algo para lo que Rayla estuviese hecha. Aún así, con el mismo cariño que ayudaba a su esposo a acomodarse antes de cada misión, decidió hacerlo con aquella joven que por tantos años había cuidado como si fuera su propia hija. Trenzado un pequeño mechón de su cabello con cariño paternal mientras, internamente, rezaba a la luna porque fuera su guía y su misión fuese satisfactoria.
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  • Era como un reloj mecánico. Tenía las alarmas dispuestas y conectadas al reloj inteligente para que le saltaran con una suave vibración la cual apagó con un movimiento de muñeca.

    Terminó de redactar el alegato que le habían mandado para un juicio al que le permitirían acudir como ayudante, antes de levantarse, dejando bloqueada la pantalla. Era sumamente cuidadoso con sus cosas.

    Agarró una carpeta que descansaba en el interior del segundo cajón de la mesa, antiguos casos que el buffet había perdido y que le habían pedido que revisara en búsqueda de posibles fallos a subsanar en el futuro y se fue a la parte habilitada para el café.

    Había días que salía para acudir a alguna cafetería cercana, pero la humedad y el calor de la calle hacía que prefiriera quedarse en el edificio, bajo el aire acondicionado.

    Puso la cafetera, y esperó a que el café se preparara tomando asiento en la mesa. Abrió la carpeta y empezó a revisar el caso que le había mantenido ocupado toda la semana.

    Hye–ri Han
    Era como un reloj mecánico. Tenía las alarmas dispuestas y conectadas al reloj inteligente para que le saltaran con una suave vibración la cual apagó con un movimiento de muñeca. Terminó de redactar el alegato que le habían mandado para un juicio al que le permitirían acudir como ayudante, antes de levantarse, dejando bloqueada la pantalla. Era sumamente cuidadoso con sus cosas. Agarró una carpeta que descansaba en el interior del segundo cajón de la mesa, antiguos casos que el buffet había perdido y que le habían pedido que revisara en búsqueda de posibles fallos a subsanar en el futuro y se fue a la parte habilitada para el café. Había días que salía para acudir a alguna cafetería cercana, pero la humedad y el calor de la calle hacía que prefiriera quedarse en el edificio, bajo el aire acondicionado. Puso la cafetera, y esperó a que el café se preparara tomando asiento en la mesa. Abrió la carpeta y empezó a revisar el caso que le había mantenido ocupado toda la semana. [Hyer1]
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  • —Señorita Sunset.

    Apareciéndose sin dar aviso en un destello azul, Jean se encontró en la boticaria con un rostro aburrido. Artemis volaba cerca suyo, su adorable aspecto de conejito hoy se veía algo desprolijo, pues, obedeciendo los mandados de su maestro, había recogido las flores del jardín de Bloom, o más bien, el que le había dejado a Jean.
    Pero este ni siquiera se había acercado. Dejándole toda la tarea a su familiar, quien tenía pétalos y briznas de césped pegados a la ropa.

    —Le agradecería que hoy fuera al grano. Tengo una agenda apretada.

    Jean miró hacia Artemis, y esta asintió con entendimiento, acercándose a dejarle las flores recogidas.

    ---

    | lamento la tardanza
    Sunset Rose
    —Señorita Sunset. Apareciéndose sin dar aviso en un destello azul, Jean se encontró en la boticaria con un rostro aburrido. Artemis volaba cerca suyo, su adorable aspecto de conejito hoy se veía algo desprolijo, pues, obedeciendo los mandados de su maestro, había recogido las flores del jardín de Bloom, o más bien, el que le había dejado a Jean. Pero este ni siquiera se había acercado. Dejándole toda la tarea a su familiar, quien tenía pétalos y briznas de césped pegados a la ropa. —Le agradecería que hoy fuera al grano. Tengo una agenda apretada. Jean miró hacia Artemis, y esta asintió con entendimiento, acercándose a dejarle las flores recogidas. --- | lamento la tardanza 😔 [specter_platinum_tiger_957]
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