• ¡La prueba consiste en hacer el trabajo de una maid, o un mayordomo de forma impecable! Necesitan el traje, la disposición y la capacidad de hacer perfectamente las cosas

    *Yo también aproveche la ocasión para disfrazarme de maid, ¿por que? Por que soy Bisky y puedo*

    Un cazador debe tener las aptitudes necesarias para realizar incluso trabajos que no les gustan, o que encuentran humillantes, si quieren ser cazadores no pueden fallar jamás

    Con eso dicho... durante esta fase... todos ustedes me pertenecen ~
    ¡La prueba consiste en hacer el trabajo de una maid, o un mayordomo de forma impecable! Necesitan el traje, la disposición y la capacidad de hacer perfectamente las cosas *Yo también aproveche la ocasión para disfrazarme de maid, ¿por que? Por que soy Bisky y puedo* Un cazador debe tener las aptitudes necesarias para realizar incluso trabajos que no les gustan, o que encuentran humillantes, si quieren ser cazadores no pueden fallar jamás Con eso dicho... durante esta fase... todos ustedes me pertenecen ~
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  • Ayuda
    Fandom Cazadores de Misterios
    Categoría Slice of Life
    con Tolek Zientek

    Esa misma tarde, James se encuentra nuevamente ante la fachada del bar, un lugar que, aunque nunca le ha parecido completamente cómodo, empieza a sentir familiar. La falta de sueño y descanso en su mirada. Su mente aún enredada en las implicaciones de la muerte del joven influencer.

    Se ciñe el abrigo antes de abrir la puerta, como queriendo ocultarse tras la ropa al entrar.

    Se dirige directamente a la barra, buscando a Tolek con la mirada.

    #wendigo #elBrujoCojo #CazadoresDeMisterios
    con [Tolek] Esa misma tarde, James se encuentra nuevamente ante la fachada del bar, un lugar que, aunque nunca le ha parecido completamente cómodo, empieza a sentir familiar. La falta de sueño y descanso en su mirada. Su mente aún enredada en las implicaciones de la muerte del joven influencer. Se ciñe el abrigo antes de abrir la puerta, como queriendo ocultarse tras la ropa al entrar. Se dirige directamente a la barra, buscando a Tolek con la mirada. #wendigo #elBrujoCojo #CazadoresDeMisterios
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  • ─────── Ⲓⲛ⳨ⲟ ⲢⲚⳖ → Ⲙⲇⲅⲕ Ⲧⲏⲟⲙⲣ⳽ⲟⲛ

    42 años ─ Detective Senior

    Mark Thompson es un detective con más de veinte años de experiencia en las fuerzas policiales, poseedor de una personalidad pragmática y un carácter duro.

    Con una estatura imponente y una mirada aguda, Mark siempre ha sido conocido por su enfoque directo y sin rodeos. Durante la mayor parte de su carrera, fue un escéptico empedernido, confiando solo en los hechos y en lo que podía ver con sus propios ojos. Sin embargo, un caso misterioso hace 15 años, que desafió toda lógica, cambió su perspectiva para siempre, abriendo su mente a lo inexplicable. Desde entonces, aunque sigue siendo un hombre de pruebas y evidencia, ha aprendido a aceptar que hay cosas que escapan a la comprensión humana.

    Esta mezcla de escepticismo residual y nueva apertura lo hace un aliado invaluable en los casos más inusuales.

    #PNJ #CazadoresDeMisterios
    ─────── Ⲓⲛ⳨ⲟ ⲢⲚⳖ → Ⲙⲇⲅⲕ Ⲧⲏⲟⲙⲣ⳽ⲟⲛ 42 años ─ Detective Senior Mark Thompson es un detective con más de veinte años de experiencia en las fuerzas policiales, poseedor de una personalidad pragmática y un carácter duro. Con una estatura imponente y una mirada aguda, Mark siempre ha sido conocido por su enfoque directo y sin rodeos. Durante la mayor parte de su carrera, fue un escéptico empedernido, confiando solo en los hechos y en lo que podía ver con sus propios ojos. Sin embargo, un caso misterioso hace 15 años, que desafió toda lógica, cambió su perspectiva para siempre, abriendo su mente a lo inexplicable. Desde entonces, aunque sigue siendo un hombre de pruebas y evidencia, ha aprendido a aceptar que hay cosas que escapan a la comprensión humana. Esta mezcla de escepticismo residual y nueva apertura lo hace un aliado invaluable en los casos más inusuales. #PNJ #CazadoresDeMisterios
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  • ──── Prólogo: La Llamada Inesperada.

    Mark estaba parado junto a la puerta del apartamento de Steven, con los brazos cruzados y la mandíbula tensa. La cinta amarilla de "Escena del Crimen" ondeaba suavemente en la brisa matutina que se colaba a través de una de las ventanas entreabiertas.

    El cuerpo de Steven yacía en el suelo, su rostro retorcido en una mueca de puro terror. Las marcas de arañazos en su piel eran de todo menos normales, parecían cargadas de una violencia inusitada y causadas por una persona. De hecho, la dirección y la forma en que los surcos rojizos estaban dispuestos sugería que fueron hechas por el mismo Steven. Pero, ¿Por qué? Los forenses estaban haciendo su trabajo en silencio, pero Mark podía notar que ellos también estaban inquietos. Esto no era un simple asesinato ni una muerte por causas naturales, tampoco podía calificarse de un suicidio. Había algo más oscuro en juego.

    Mark suspiró, sacó su teléfono y buscó en su lista de contactos. Sabía que tenía que hacer la llamada, pero le costaba trabajo decidir las palabras correctas. No se trataba solo de otro caso para él, Steven era bien conocido en las redes sociales por su nombre de influencer "7Steven", un muchacho explorador urbano que siempre había tenido la mala costumbre de ir demasiado lejos, de adentrarse en terrenos donde nadie más se atrevía. ¿Acaso esa obsesión le había costado la vida?

    El dedo de Mark se detuvo sobre un nombre en la pantalla: James Blackwood.

    — James… —comenzó, intentando sonar lo más sereno posible—. Necesito que vengas a Pensilvania cuanto antes, tengo un caso complicado y necesito tu ayuda. Pero no tenemos demasiado tiempo antes de que todo internet se entere... —"y se arriesgue a correr el mismo destino", quiso decir.

    Pero no pudo sacar esas últimas palabras de su garganta.

    #CazadoresDeMisterios James Benjamin Blackwood
    ──── Prólogo: La Llamada Inesperada. Mark estaba parado junto a la puerta del apartamento de Steven, con los brazos cruzados y la mandíbula tensa. La cinta amarilla de "Escena del Crimen" ondeaba suavemente en la brisa matutina que se colaba a través de una de las ventanas entreabiertas. El cuerpo de Steven yacía en el suelo, su rostro retorcido en una mueca de puro terror. Las marcas de arañazos en su piel eran de todo menos normales, parecían cargadas de una violencia inusitada y causadas por una persona. De hecho, la dirección y la forma en que los surcos rojizos estaban dispuestos sugería que fueron hechas por el mismo Steven. Pero, ¿Por qué? Los forenses estaban haciendo su trabajo en silencio, pero Mark podía notar que ellos también estaban inquietos. Esto no era un simple asesinato ni una muerte por causas naturales, tampoco podía calificarse de un suicidio. Había algo más oscuro en juego. Mark suspiró, sacó su teléfono y buscó en su lista de contactos. Sabía que tenía que hacer la llamada, pero le costaba trabajo decidir las palabras correctas. No se trataba solo de otro caso para él, Steven era bien conocido en las redes sociales por su nombre de influencer "7Steven", un muchacho explorador urbano que siempre había tenido la mala costumbre de ir demasiado lejos, de adentrarse en terrenos donde nadie más se atrevía. ¿Acaso esa obsesión le había costado la vida? El dedo de Mark se detuvo sobre un nombre en la pantalla: James Blackwood. — James… —comenzó, intentando sonar lo más sereno posible—. Necesito que vengas a Pensilvania cuanto antes, tengo un caso complicado y necesito tu ayuda. Pero no tenemos demasiado tiempo antes de que todo internet se entere... —"y se arriesgue a correr el mismo destino", quiso decir. Pero no pudo sacar esas últimas palabras de su garganta. #CazadoresDeMisterios [Wendigo]
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  • 𝑼𝒏 𝒄𝒂𝒎𝒃𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝑨𝒊𝒓𝒆𝒔 | ⁽ᴷⁱᵐᵉᵗˢᵘ ⁿᵒ ʸᵃⁱᵇᵃ⁾
    Fandom Kimetsu no Yaiba
    Categoría Aventura
    La luz del alba comenzaba a iluminar la finca Mariposa, bañando con un suave resplandor las paredes de madera. Los rayos de sol, cálidos y delicados, se filtraban a través de las ventanas, despertando lentamente a quienes dormían en el interior. Aoi,fue la primera en levantarse. Sus pies descalzos apenas hicieron ruido al tocar el suelo de tatami, y con un suspiro, empezó a organizar mentalmente las tareas del día. Las demás niñas asistentes también se desperezaban, iniciando la rutina que tanto conocían.

    —Hoy parece ser un día tranquilo —murmuró Aoi, más para sí misma que para las demás, mientras ataba su delantal blanco sobre el kimono. Se dirigió a la cocina, sabiendo que pronto las pequeñas se ocuparían de revisar a los huéspedes de la finca.

    En la mansión Mariposa, las heridas tanto del cuerpo como del alma se curaban, y eso era algo que Nezuko, Inosuke y Zenitsu habían experimentado de primera mano. No hacía mucho que la señora Shinobu les había dado el visto bueno para regresar a sus deberes como cazadores de demonios, después de los desgarradores sucesos en el Monte Natagumo. Desde entonces, la finca se había convertido en un refugio seguro, un lugar al que regresar tras cada misión, donde podían encontrar un respiro de la constante lucha que definía sus vidas. Para Nezuko, en particular, ese pequeño oasis era más que necesario.

    Esa mañana, sin embargo, algo parecía diferente. Las niñas, que habían entrado en la habitación compartida para su habitual revisión matutina, encontraron el lugar inusualmente despejado. Las camas estaban vacías y ordenadas. Zenitsu e Inosuke, siempre tan impredecibles, habían partido días antes en sus respectivas misiones individuales. Pero lo que realmente les llamó la atención fue la ausencia de Nezuko, la única que aún no había sido requerida para una nueva misión.

    —¿Dónde podría estar? —preguntó una de las niñas, frunciendo el ceño mientras miraba alrededor.

    Un sonido suave, el correr del agua, llegó a sus oídos desde una habitación cercana. Esa pista bastó para calmar su preocupación momentánea.

    Lo que ninguna de ellas esperaba era que la calma de aquella mañana iba a ser efímera. Lo que parecía ser un día rutinario estaba a punto de cambiar, pues una presencia insospechada, cargada de intenciones desconocidas, se aproximaba silenciosamente a los terrenos de la señora Shinobu.
    La luz del alba comenzaba a iluminar la finca Mariposa, bañando con un suave resplandor las paredes de madera. Los rayos de sol, cálidos y delicados, se filtraban a través de las ventanas, despertando lentamente a quienes dormían en el interior. Aoi,fue la primera en levantarse. Sus pies descalzos apenas hicieron ruido al tocar el suelo de tatami, y con un suspiro, empezó a organizar mentalmente las tareas del día. Las demás niñas asistentes también se desperezaban, iniciando la rutina que tanto conocían. —Hoy parece ser un día tranquilo —murmuró Aoi, más para sí misma que para las demás, mientras ataba su delantal blanco sobre el kimono. Se dirigió a la cocina, sabiendo que pronto las pequeñas se ocuparían de revisar a los huéspedes de la finca. En la mansión Mariposa, las heridas tanto del cuerpo como del alma se curaban, y eso era algo que Nezuko, Inosuke y Zenitsu habían experimentado de primera mano. No hacía mucho que la señora Shinobu les había dado el visto bueno para regresar a sus deberes como cazadores de demonios, después de los desgarradores sucesos en el Monte Natagumo. Desde entonces, la finca se había convertido en un refugio seguro, un lugar al que regresar tras cada misión, donde podían encontrar un respiro de la constante lucha que definía sus vidas. Para Nezuko, en particular, ese pequeño oasis era más que necesario. Esa mañana, sin embargo, algo parecía diferente. Las niñas, que habían entrado en la habitación compartida para su habitual revisión matutina, encontraron el lugar inusualmente despejado. Las camas estaban vacías y ordenadas. Zenitsu e Inosuke, siempre tan impredecibles, habían partido días antes en sus respectivas misiones individuales. Pero lo que realmente les llamó la atención fue la ausencia de Nezuko, la única que aún no había sido requerida para una nueva misión. —¿Dónde podría estar? —preguntó una de las niñas, frunciendo el ceño mientras miraba alrededor. Un sonido suave, el correr del agua, llegó a sus oídos desde una habitación cercana. Esa pista bastó para calmar su preocupación momentánea. Lo que ninguna de ellas esperaba era que la calma de aquella mañana iba a ser efímera. Lo que parecía ser un día rutinario estaba a punto de cambiar, pues una presencia insospechada, cargada de intenciones desconocidas, se aproximaba silenciosamente a los terrenos de la señora Shinobu.
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  • ╔═.✵.══════════╗

    Aɪᴍɪ
    Bᴏᴛɪᴄᴀʀɪᴀ
    Cʟᴀɴ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ ᴀᴢᴜʟ

    ╚══════════.✵.═╝

    へ ♡ ╱|、
    ૮ - ՛ ) (` - 7
    / ⁻ ៸| |、⁻〵
    乀 (ˍ, ل ل じしˍ,)ノ

    *Esa vez, la sed de sangre se hizo incontenble, por lo que fue a atacar a una inocente víctima, llevada por el instinto que cego su autocontrol, ella se abalanzo contra la persona, la derribo quedado sobre él, mordio su cuello con fuerza, clavado sus comillos en el cuello ajeno, comenzando a beber la sangre que provocó las heridas de sus colmillos.

    No se detuvo por mas que esa persona lucho para quitarse a la chica encima, ella por su parte con su gran fuerza, así estuvo hasta que la víctima perdió la vida. *

    ...

    *Aimi se levantó quedando sentada de forma acaballada sobre el cuerpo ya sin vida de la persona ajena, paso sus brazos por su labios para limpiarse los restos de sangre que escurre de los mismos. *

    ...

    *Baja su mirada viendo su víctima, sabía que si no se calma, sería agregada a la lista negra de los cazadores de vampiros de la iglesia... Pero no puede contenerse, hacer eso le daba algo de paz a su ya lastimado y solitario corazón.

    No pudo evitar derramar lagrimas, no quería volverse lo que es ahora pero no puede contenerse. *

    ...

    *Cargo el cuerpo y lo llevo a un lugar donde pueda ser encontrado para que lo llevaran con su familia, traga en seco y se alejo del lugar. *

    Perdoname.


    *Surrura con su voz quebrada por el dolor *

    ✶ Fandom: #VanitasNoCarte
    ✶ Comunidad: #Comunidad2D #Personaje2D
    ╔═.✵.══════════╗ Aɪᴍɪ Bᴏᴛɪᴄᴀʀɪᴀ Cʟᴀɴ ᴅᴇ ʟᴀ ʟᴜɴᴀ ᴀᴢᴜʟ ╚══════════.✵.═╝ へ ♡ ╱|、 ૮ - ՛ ) (` - 7 / ⁻ ៸| |、⁻〵 乀 (ˍ, ل ل じしˍ,)ノ *Esa vez, la sed de sangre se hizo incontenble, por lo que fue a atacar a una inocente víctima, llevada por el instinto que cego su autocontrol, ella se abalanzo contra la persona, la derribo quedado sobre él, mordio su cuello con fuerza, clavado sus comillos en el cuello ajeno, comenzando a beber la sangre que provocó las heridas de sus colmillos. No se detuvo por mas que esa persona lucho para quitarse a la chica encima, ella por su parte con su gran fuerza, así estuvo hasta que la víctima perdió la vida. * ... *Aimi se levantó quedando sentada de forma acaballada sobre el cuerpo ya sin vida de la persona ajena, paso sus brazos por su labios para limpiarse los restos de sangre que escurre de los mismos. * ... *Baja su mirada viendo su víctima, sabía que si no se calma, sería agregada a la lista negra de los cazadores de vampiros de la iglesia... Pero no puede contenerse, hacer eso le daba algo de paz a su ya lastimado y solitario corazón. No pudo evitar derramar lagrimas, no quería volverse lo que es ahora pero no puede contenerse. * ... *Cargo el cuerpo y lo llevo a un lugar donde pueda ser encontrado para que lo llevaran con su familia, traga en seco y se alejo del lugar. * Perdoname. *Surrura con su voz quebrada por el dolor * ✶ Fandom: #VanitasNoCarte ✶ Comunidad: #Comunidad2D #Personaje2D
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  • 𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝
    <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>
    Ella se acercó lentamente al dragón, lo que provocó que este comenzara a gruñir. Agatha lo comprendía: estaba herido. A dos metros de su cabeza, el dragón abrió su boca, su interior brillando, listo para exhalar fuego. Agatha permaneció estoica, aceptando lo que sucedía... pero, misteriosamente, una marca apareció en su frente sin que ella se diera cuenta. La marca le habló al dragón, calmándolo y haciendo que se acostara nuevamente.

    -¿Se acostó? ¿Por qué?... —murmuró Agatha.

    Intrigada por el comportamiento del dragón, no se había percatado de la marca en su frente, que desapareció en segundos. Una vez cerca del dragón, Agatha comenzó a curar la herida en su pierna, tarareando una dulce canción que la criatura podía escuchar, lo que la calmó.

    Le costó media hora curar por completo la herida, pero lo logró. Luego, se dirigió hacia la cabeza del dragón y extendió su mano para tocarlo. Sin embargo, un sonido extraño los puso en alerta a ambos.

    Cazadores furtivos aparecieron en la escena, y no eran pocos; probablemente ellos habían herido al animal en primer lugar.

    -Aquí está la dragona... y viene acompañada de una puta. Además de comida, nos vamos a divertir —manifestó el repugnante cazador.

    Pero gracias a ese asqueroso comentario, Agatha supo que el dragón era una hembra joven, las cuales se venden a un alto precio en el mercado negro.

    No tuvo tiempo de responder, pues la dragona se levantó y comenzó a asesinar a cualquier cazador que veía. Agatha no iba a quedarse sin hacer nada. Tomó una espada de uno de los caídos y comenzó a masacrar a aquellos malditos.

    Había pasado un tiempo desde que la batalla comenzó, pero los cazadores no dejaban de llegar. No importaba si los quemaban o degollaban; simplemente seguían viniendo.

    -¡Amiga mía, debemos irnos! —exclamó Agatha.

    La dragona no dudó y colocó a la mujer en su espalda, alzando el vuelo sobre el bosque. Agatha, por su parte, manifestó una especie de soga para poder sostenerse y no caer.Había terminado.

    Agatha tenía el control, con la oportunidad de regresar a su hogar junto a su nueva compañera. Con una sonrisa en su rostro, ella había ganado más de lo que esperaba ese día.
    <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>
    𝕄𝕠𝕟𝕠𝕣𝕠𝕝: "𝔼𝕝 𝕧𝕚𝕒𝕛𝕖" 𝔽𝕚𝕟𝕒𝕝 <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×> Ella se acercó lentamente al dragón, lo que provocó que este comenzara a gruñir. Agatha lo comprendía: estaba herido. A dos metros de su cabeza, el dragón abrió su boca, su interior brillando, listo para exhalar fuego. Agatha permaneció estoica, aceptando lo que sucedía... pero, misteriosamente, una marca apareció en su frente sin que ella se diera cuenta. La marca le habló al dragón, calmándolo y haciendo que se acostara nuevamente. -¿Se acostó? ¿Por qué?... —murmuró Agatha. Intrigada por el comportamiento del dragón, no se había percatado de la marca en su frente, que desapareció en segundos. Una vez cerca del dragón, Agatha comenzó a curar la herida en su pierna, tarareando una dulce canción que la criatura podía escuchar, lo que la calmó. Le costó media hora curar por completo la herida, pero lo logró. Luego, se dirigió hacia la cabeza del dragón y extendió su mano para tocarlo. Sin embargo, un sonido extraño los puso en alerta a ambos. Cazadores furtivos aparecieron en la escena, y no eran pocos; probablemente ellos habían herido al animal en primer lugar. -Aquí está la dragona... y viene acompañada de una puta. Además de comida, nos vamos a divertir —manifestó el repugnante cazador. Pero gracias a ese asqueroso comentario, Agatha supo que el dragón era una hembra joven, las cuales se venden a un alto precio en el mercado negro. No tuvo tiempo de responder, pues la dragona se levantó y comenzó a asesinar a cualquier cazador que veía. Agatha no iba a quedarse sin hacer nada. Tomó una espada de uno de los caídos y comenzó a masacrar a aquellos malditos. Había pasado un tiempo desde que la batalla comenzó, pero los cazadores no dejaban de llegar. No importaba si los quemaban o degollaban; simplemente seguían viniendo. -¡Amiga mía, debemos irnos! —exclamó Agatha. La dragona no dudó y colocó a la mujer en su espalda, alzando el vuelo sobre el bosque. Agatha, por su parte, manifestó una especie de soga para poder sostenerse y no caer.Había terminado. Agatha tenía el control, con la oportunidad de regresar a su hogar junto a su nueva compañera. Con una sonrisa en su rostro, ella había ganado más de lo que esperaba ese día. <×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>-<×>
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  • Ya la noche comenzaba a caer y con ella la luna menguante se podía ver en el cielo. Alexa caminaba escoltada por los guardias, como si de un criminal se tratara. Los cargos en su contra eran amplios, siendo el más grave la traición, basado en el hecho de que había abandonado a su pueblo y costumbres para vivir una vida fuera de las creencias y normas del reino Fae.

    Sin embargo, nada era más lejano a la realidad. El juzgado estaba lleno de rostros conocidos; sus padres, su hermano y algunos amigos se encontraban entre los asistentes. Se molestó al ver a Daniel, pues le había pedido que no fuera. Le apenaba que su pequeño hermano escuchara las cosas que había tenido que hacer para sobrevivir. Miró el tragaluz que estaba justo arriba de donde ella sería juzgada. La luna entraría por el cristal iluminándola como parte de las pruebas de inocencia que se le harían.

    Como colmo de su mala suerte, Cesare Moonlight sería parte del juicio, quien estaba segura haría todo por volverla a comprometer a su hijo o deslindarlo de toda la responsabilidad del desastre con los corrompidos.

    Alexa se encontraba en la vasta sala del consejo de los sabios del reino Fae. Los muros estaban adornados con símbolos antiguos y runas sagradas, y la luz de la luna menguante se filtraba por las ventanas altas, iluminando el rostro de la joven mujer. Su cabello platinado caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos azules reflejaban una mezcla de determinación, miedo y enojo. Vestía aquel vestido que había sido elegido por la mañana por su nana y otras mujeres, simbolizando tanto su pureza como su aceptación del juicio que estaba a punto de enfrentar.

    Los sabios, todos descendientes de los dioses, se sentaban en un semicírculo frente a ella. Sus rostros eran serios y sus miradas penetrantes, algunos mirándola con desprecio, otros con lastima. En el centro, el Gran Sabio Luthien, un hombre de edad avanzada con una larga barba plateada, levantó una mano para silenciar el murmullo de la audiencia. A su lado, Cesare Moonlight, patriarca de una de las familias más poderosas del reino Fae y padre de Ian, observaba con una expresión severa.

    — Alexandra Selene —comenzó Luthien con una voz profunda y resonante—, te encuentras aquí para enfrentar el juicio de los sabios por tus acciones pasadas y por abandonar tus deberes como hija de la luna y guardiana del conocimiento.

    Alexa se mantuvo firme, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho. Sabía que este momento llegaría, y había pasado años preparándose mentalmente para ello.

    —Acepto mi juicio, Gran Sabio —respondió con voz clara—. Estoy aquí para enfrentar mis responsabilidades y para rectificar mis errores, si es que el consejo así lo considera.

    Luthien asintió solemnemente y continuó.

    —Alexandra Selene, se te acusa de los siguientes crímenes: primero, traición a tu comunidad y a tus juramentos; segundo, ser cómplice de Ian en el desequilibrio de los espíritus; tercero, romper tu juramento de castidad; cuarto, vivir fuera de las normas establecidas por nuestra sociedad; quinto incumplir la orden de este mismo consejo de contraer nupcias con Ian Moonlight y finalmente, bloquear tu magia, lo cual se toma como una grave ofensa a tu madre la diosa Selene.

    Sabia que la lista era corta pues no se menciono las vidas que había arrebatado en sus intentos por huir de los cazadores que la persiguieron durante años. Los murmullos crecieron entre la audiencia. Alexa sintió las miradas de los aldeanos sobre ella algunos llenos de reproche, otros de curiosidad y unos pocos de compasión. Sabía que muchos no comprendían la magnitud de su sacrificio. Pues no conocían la verdad del porque lo había hecho.

    Miro de reojo a su familia, le dolía hacerlos pasar por todo esto.

    —Lo que hice —dijo Alexa, con voz temblorosa pero firme—, lo hice para protegerme a mí misma y a aquellos que amo. Ian, el hombre con el que estaba destinada a unirme, no era el ser honorable que todos creíamos. Descubrí sus atrocidades y su deseo de usarme como una herramienta para obtener más poder. En un acto desesperado, sellé mi magia y mis dones para evitar que él pudiera usarlos para el mal. Me envolvió en sus trucos y engaños, enamorándome usando el vinculo de nuestra madre como herramienta para que me entregara a el uniendo nuestras almas.

    Levantó su brazo, mostrando la marca en su muñeca donde antes se encontraba el brazalete que sellaba sus dones.

    —Rompí aquel sello y volví tras el ataque de los corrompidos para curar a mis padres sin miedo a enfrentar las consecuencias de mis decisiones.

    Un murmullo más fuerte recorrió la sala cuando Cesare Moonlight, uno de los sabios, se levantó de su asiento. Con su porte imponente y su rostro severo, se acercó al centro de la sala, pidiendo la palabra.

    —Gran Sabio, solicito hablar —dijo Cesare con voz autoritaria.

    Luthien asintió, permitiéndole continuar. Cesare se volvió hacia Alexa, sus ojos verde grisáceos destellando con una mezcla de ira y desdén.

    —Alexa, tus acusaciones contra mi hijo son graves y carecen de fundamento. Ian es un legítimo hijo de la luna, bendecido por la diosa Selene. ¿Cómo te atreves a implicar que él sería capaz de tales atrocidades?

    Alexa lo miró directamente, sin amedrentarse. Sabia que seria momento de sacar a la luz su única carta, la que había mantenido oculta durante años, aunque su corazón dio una ligera punzada al pensar que iba a traicionar de alguna manera la confianza que el Ian que juraba amarla le había dado hace algunos años, alejo aquel pensamiento de su mente y hablo con decisión.

    —Hablamos del mismo Ian... ¿Verdad?... El que es tu hijo bastardo producto de uno de tus muchos amoríos extramaritales...

    Una exclamación colectiva lleno la sala, aquello era un secreto a voces, sin embargo nadie había podido confirmar que fuera cierto aunque era mas que sabido lo libertino que era el patriarca de la familia Moonlight. Alexa continuo hablando.

    —Ian es hijo de la luna, sí, pero también es mestizo de oscuridad. Nació una noche sin luna en el cielo, y esa ausencia de luz ha marcado su corazón. Su madre, una hechicera oscura, dejó su esencia en él. Él es víctima de una maldición por no haber nacido bajo la luz de la luna.

    Cesare apretó los puños, sus ojos brillando de furia.

    —¡Mentiras! —rugió—. Ian ha sido criado como un Moonlight, un hijo legítimo y digno de su linaje. Es un heredero bendecido, y tus palabras solo buscan deshonrar a nuestra familia.

    —La verdad no deshonra, Cesare —replicó Alexa con firmeza—. La verdad libera. Ian utilizó sus dones para el mal, aun cundo es producto de aquella locura oscura que he podido presenciar con mis propios ojos cuando la luna se ausenta en el cielo.

    Su voz se quebró al recordar las múltiples veces que vio con sus propios ojos como la oscuridad se apoderaba de aquel hombre y se trasformaba en un monstro sin escrúpulos dotado de los dones de la luna, una mezcla muy peligrosa.

    —El manipuló y traicionó. La maldición que lleva en su sangre no es culpa suya, pero las decisiones que tomó, sí lo son.

    Luthien levantó una mano para calmar la situación.

    —Basta —ordenó con voz firme—. La verdad será revelada bajo la luz de la luna menguante. Alexandra Selene, ¿Estás dispuesta a someterte a la prueba de la luna menguante para demostrar la veracidad de tus palabras?

    Alexa asintió sin dudar.

    —Sí, Gran Sabio. Estoy lista para enfrentar la verdad y las consecuencias que ella traiga.

    Luthien la observó con una expresión inescrutable. Vio como la luz ilumino a la joven mujer dejando ver el azul brillante de sus ojos y las runas iluminar el cuerpo femenino para después iluminarse las del salón dejando ver la luz azul brillante, Alexa sabia que decía la verdad, pues jamás mintió sobre amar a Ian o sobre no haber estado junto pues en mas de una ocasión callo en la tentación de estar entre los brazos de aquel hombre que la hacia arden solo con mirarla, después de un momento de silencio, habló de nuevo.

    —Tus palabras son sinceras, Alexandra. Ahora que sabemos del poder y la maldad de Ian, y comprendemos las razones detrás de tu huida. Sin embargo, el consejo debe decidir si tu sacrificio y tus acciones pueden ser perdonados.

    Se giró hacia los otros sabios, que empezaron a murmurar entre ellos. La tensión en la sala era palpable. La luna menguante, símbolo de la diosa Selene, funcionaba como un detector de mentiras, asegurando que la verdad prevaleciera en este juicio. Después de lo que pareció una eternidad, Luthien levantó una mano para silenciar el murmullo.

    —Hemos deliberado —anunció—. Alexandra Selene, en reconocimiento a tu sacrificio y al peligro que enfrentaste, el consejo ha decidido que tu castigo será exorcizar y capturar a todos los espíritus corrompidos por Ian. Además, deberás restaurar la confianza de nuestra comunidad y cumplir con tus responsabilidades como dama de noble cuna e hija de la luna. Solo entonces podrás ser perdonada y liberada de tu unión a Ian.

    Alexa asintió, sintiendo una mezcla de alivio y determinación. Sabía que la tarea que le esperaba sería ardua, pero estaba lista para enfrentarla. No solo por su libertad, sino también por la justicia y la protección de su comunidad.

    —Acepto mi castigo, Gran Sabio —dijo con firmeza—. Haré todo lo posible para corregir mis errores y proteger a nuestro pueblo.

    Con esas palabras, Alexa dio un paso adelante, lista para enfrentar los desafíos que le aguardaban y para redimir su nombre y su linaje. La sala de los sabios observó en silencio mientras la hija de la luna, la noble heredera de los Selene, se preparaba para una nueva batalla, una que definiría su destino y el de toda su comunidad.
    Ya la noche comenzaba a caer y con ella la luna menguante se podía ver en el cielo. Alexa caminaba escoltada por los guardias, como si de un criminal se tratara. Los cargos en su contra eran amplios, siendo el más grave la traición, basado en el hecho de que había abandonado a su pueblo y costumbres para vivir una vida fuera de las creencias y normas del reino Fae. Sin embargo, nada era más lejano a la realidad. El juzgado estaba lleno de rostros conocidos; sus padres, su hermano y algunos amigos se encontraban entre los asistentes. Se molestó al ver a Daniel, pues le había pedido que no fuera. Le apenaba que su pequeño hermano escuchara las cosas que había tenido que hacer para sobrevivir. Miró el tragaluz que estaba justo arriba de donde ella sería juzgada. La luna entraría por el cristal iluminándola como parte de las pruebas de inocencia que se le harían. Como colmo de su mala suerte, Cesare Moonlight sería parte del juicio, quien estaba segura haría todo por volverla a comprometer a su hijo o deslindarlo de toda la responsabilidad del desastre con los corrompidos. Alexa se encontraba en la vasta sala del consejo de los sabios del reino Fae. Los muros estaban adornados con símbolos antiguos y runas sagradas, y la luz de la luna menguante se filtraba por las ventanas altas, iluminando el rostro de la joven mujer. Su cabello platinado caía en cascada sobre sus hombros, y sus ojos azules reflejaban una mezcla de determinación, miedo y enojo. Vestía aquel vestido que había sido elegido por la mañana por su nana y otras mujeres, simbolizando tanto su pureza como su aceptación del juicio que estaba a punto de enfrentar. Los sabios, todos descendientes de los dioses, se sentaban en un semicírculo frente a ella. Sus rostros eran serios y sus miradas penetrantes, algunos mirándola con desprecio, otros con lastima. En el centro, el Gran Sabio Luthien, un hombre de edad avanzada con una larga barba plateada, levantó una mano para silenciar el murmullo de la audiencia. A su lado, Cesare Moonlight, patriarca de una de las familias más poderosas del reino Fae y padre de Ian, observaba con una expresión severa. — Alexandra Selene —comenzó Luthien con una voz profunda y resonante—, te encuentras aquí para enfrentar el juicio de los sabios por tus acciones pasadas y por abandonar tus deberes como hija de la luna y guardiana del conocimiento. Alexa se mantuvo firme, aunque su corazón latía con fuerza en su pecho. Sabía que este momento llegaría, y había pasado años preparándose mentalmente para ello. —Acepto mi juicio, Gran Sabio —respondió con voz clara—. Estoy aquí para enfrentar mis responsabilidades y para rectificar mis errores, si es que el consejo así lo considera. Luthien asintió solemnemente y continuó. —Alexandra Selene, se te acusa de los siguientes crímenes: primero, traición a tu comunidad y a tus juramentos; segundo, ser cómplice de Ian en el desequilibrio de los espíritus; tercero, romper tu juramento de castidad; cuarto, vivir fuera de las normas establecidas por nuestra sociedad; quinto incumplir la orden de este mismo consejo de contraer nupcias con Ian Moonlight y finalmente, bloquear tu magia, lo cual se toma como una grave ofensa a tu madre la diosa Selene. Sabia que la lista era corta pues no se menciono las vidas que había arrebatado en sus intentos por huir de los cazadores que la persiguieron durante años. Los murmullos crecieron entre la audiencia. Alexa sintió las miradas de los aldeanos sobre ella algunos llenos de reproche, otros de curiosidad y unos pocos de compasión. Sabía que muchos no comprendían la magnitud de su sacrificio. Pues no conocían la verdad del porque lo había hecho. Miro de reojo a su familia, le dolía hacerlos pasar por todo esto. —Lo que hice —dijo Alexa, con voz temblorosa pero firme—, lo hice para protegerme a mí misma y a aquellos que amo. Ian, el hombre con el que estaba destinada a unirme, no era el ser honorable que todos creíamos. Descubrí sus atrocidades y su deseo de usarme como una herramienta para obtener más poder. En un acto desesperado, sellé mi magia y mis dones para evitar que él pudiera usarlos para el mal. Me envolvió en sus trucos y engaños, enamorándome usando el vinculo de nuestra madre como herramienta para que me entregara a el uniendo nuestras almas. Levantó su brazo, mostrando la marca en su muñeca donde antes se encontraba el brazalete que sellaba sus dones. —Rompí aquel sello y volví tras el ataque de los corrompidos para curar a mis padres sin miedo a enfrentar las consecuencias de mis decisiones. Un murmullo más fuerte recorrió la sala cuando Cesare Moonlight, uno de los sabios, se levantó de su asiento. Con su porte imponente y su rostro severo, se acercó al centro de la sala, pidiendo la palabra. —Gran Sabio, solicito hablar —dijo Cesare con voz autoritaria. Luthien asintió, permitiéndole continuar. Cesare se volvió hacia Alexa, sus ojos verde grisáceos destellando con una mezcla de ira y desdén. —Alexa, tus acusaciones contra mi hijo son graves y carecen de fundamento. Ian es un legítimo hijo de la luna, bendecido por la diosa Selene. ¿Cómo te atreves a implicar que él sería capaz de tales atrocidades? Alexa lo miró directamente, sin amedrentarse. Sabia que seria momento de sacar a la luz su única carta, la que había mantenido oculta durante años, aunque su corazón dio una ligera punzada al pensar que iba a traicionar de alguna manera la confianza que el Ian que juraba amarla le había dado hace algunos años, alejo aquel pensamiento de su mente y hablo con decisión. —Hablamos del mismo Ian... ¿Verdad?... El que es tu hijo bastardo producto de uno de tus muchos amoríos extramaritales... Una exclamación colectiva lleno la sala, aquello era un secreto a voces, sin embargo nadie había podido confirmar que fuera cierto aunque era mas que sabido lo libertino que era el patriarca de la familia Moonlight. Alexa continuo hablando. —Ian es hijo de la luna, sí, pero también es mestizo de oscuridad. Nació una noche sin luna en el cielo, y esa ausencia de luz ha marcado su corazón. Su madre, una hechicera oscura, dejó su esencia en él. Él es víctima de una maldición por no haber nacido bajo la luz de la luna. Cesare apretó los puños, sus ojos brillando de furia. —¡Mentiras! —rugió—. Ian ha sido criado como un Moonlight, un hijo legítimo y digno de su linaje. Es un heredero bendecido, y tus palabras solo buscan deshonrar a nuestra familia. —La verdad no deshonra, Cesare —replicó Alexa con firmeza—. La verdad libera. Ian utilizó sus dones para el mal, aun cundo es producto de aquella locura oscura que he podido presenciar con mis propios ojos cuando la luna se ausenta en el cielo. Su voz se quebró al recordar las múltiples veces que vio con sus propios ojos como la oscuridad se apoderaba de aquel hombre y se trasformaba en un monstro sin escrúpulos dotado de los dones de la luna, una mezcla muy peligrosa. —El manipuló y traicionó. La maldición que lleva en su sangre no es culpa suya, pero las decisiones que tomó, sí lo son. Luthien levantó una mano para calmar la situación. —Basta —ordenó con voz firme—. La verdad será revelada bajo la luz de la luna menguante. Alexandra Selene, ¿Estás dispuesta a someterte a la prueba de la luna menguante para demostrar la veracidad de tus palabras? Alexa asintió sin dudar. —Sí, Gran Sabio. Estoy lista para enfrentar la verdad y las consecuencias que ella traiga. Luthien la observó con una expresión inescrutable. Vio como la luz ilumino a la joven mujer dejando ver el azul brillante de sus ojos y las runas iluminar el cuerpo femenino para después iluminarse las del salón dejando ver la luz azul brillante, Alexa sabia que decía la verdad, pues jamás mintió sobre amar a Ian o sobre no haber estado junto pues en mas de una ocasión callo en la tentación de estar entre los brazos de aquel hombre que la hacia arden solo con mirarla, después de un momento de silencio, habló de nuevo. —Tus palabras son sinceras, Alexandra. Ahora que sabemos del poder y la maldad de Ian, y comprendemos las razones detrás de tu huida. Sin embargo, el consejo debe decidir si tu sacrificio y tus acciones pueden ser perdonados. Se giró hacia los otros sabios, que empezaron a murmurar entre ellos. La tensión en la sala era palpable. La luna menguante, símbolo de la diosa Selene, funcionaba como un detector de mentiras, asegurando que la verdad prevaleciera en este juicio. Después de lo que pareció una eternidad, Luthien levantó una mano para silenciar el murmullo. —Hemos deliberado —anunció—. Alexandra Selene, en reconocimiento a tu sacrificio y al peligro que enfrentaste, el consejo ha decidido que tu castigo será exorcizar y capturar a todos los espíritus corrompidos por Ian. Además, deberás restaurar la confianza de nuestra comunidad y cumplir con tus responsabilidades como dama de noble cuna e hija de la luna. Solo entonces podrás ser perdonada y liberada de tu unión a Ian. Alexa asintió, sintiendo una mezcla de alivio y determinación. Sabía que la tarea que le esperaba sería ardua, pero estaba lista para enfrentarla. No solo por su libertad, sino también por la justicia y la protección de su comunidad. —Acepto mi castigo, Gran Sabio —dijo con firmeza—. Haré todo lo posible para corregir mis errores y proteger a nuestro pueblo. Con esas palabras, Alexa dio un paso adelante, lista para enfrentar los desafíos que le aguardaban y para redimir su nombre y su linaje. La sala de los sabios observó en silencio mientras la hija de la luna, la noble heredera de los Selene, se preparaba para una nueva batalla, una que definiría su destino y el de toda su comunidad.
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  • Los cazadores no tienen más remedio que obedecer a su naturaleza. Es parte de ellos
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  • Había pensado en algo bastante serio para hacer. Decidiría cambiar el rumbo de su vida

    — Diré esto muy calmado. Renuncio. Ya no seré más un profesor, hechicero de Jujutsu o lo que sea, renuncio.
    Seguiré combatiendo maldiciones porque son repulsivas y no me gustarían que fastidiaran a los jóvenes (Itadori, Nobara y Megumi)

    Quito la cara de amargado para sonreír un poco levantando la mano

    — Si tengo que matar a uno que otro humano mientras combato a una maldición, no me importa. Cómo siempre e pensando, perder una que otra vida por matar a una criatura que puede acabar a más vidas que esas, no me importa.
    Si tratan de detenerme por renunciar recuerden... Soy el más fuerte, no importa cuántos hechiceros, cazadores o a toji manden tras de mi. ¡Ganaré!
    Había pensado en algo bastante serio para hacer. Decidiría cambiar el rumbo de su vida — Diré esto muy calmado. Renuncio. Ya no seré más un profesor, hechicero de Jujutsu o lo que sea, renuncio. Seguiré combatiendo maldiciones porque son repulsivas y no me gustarían que fastidiaran a los jóvenes (Itadori, Nobara y Megumi) Quito la cara de amargado para sonreír un poco levantando la mano — Si tengo que matar a uno que otro humano mientras combato a una maldición, no me importa. Cómo siempre e pensando, perder una que otra vida por matar a una criatura que puede acabar a más vidas que esas, no me importa. Si tratan de detenerme por renunciar recuerden... Soy el más fuerte, no importa cuántos hechiceros, cazadores o a toji manden tras de mi. ¡Ganaré!
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