• Aviso para mañana voy a etiquetar a todo aquel que entre a mi perfil ya se pasan ni un saludo ni nada que barbaridad se perdieron las buenas costumbres de la casa muajajajaja voy a dejarlos en evidencia
    Aviso para mañana voy a etiquetar a todo aquel que entre a mi perfil ya se pasan ni un saludo ni nada que barbaridad se perdieron las buenas costumbres de la casa muajajajaja voy a dejarlos en evidencia :STK-18:
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  • Al recibir el ramo de tulipanes, supo inmediatamente quien lo habia enviado, y una sonrisa provocada las mariposas que sentía en el estómago, afloró en sus labios.

    Así que se esforzó por escribir una nota que hacer llegar al super:

    "𝐒𝐎𝐋𝐃𝐈𝐄𝐑⋆𝐁𝐎𝐘 me parece muy justo. Los tulipanes son preciosos. Eres increíble"

    Después entregó la nota al mensajero que enviaba avisos de una zona a otra de aquel campamento.
    Al recibir el ramo de tulipanes, supo inmediatamente quien lo habia enviado, y una sonrisa provocada las mariposas que sentía en el estómago, afloró en sus labios. Así que se esforzó por escribir una nota que hacer llegar al super: "[D0NTUSEDRUGS] me parece muy justo. Los tulipanes son preciosos. Eres increíble" Después entregó la nota al mensajero que enviaba avisos de una zona a otra de aquel campamento.
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    ⋆. 𐙚 ˚LEER ANTES DE ROLEAR CONMIGO!

    ⋆˚࿔ Esto no lo hago de mala ni nada , solo después de tantos años tengo mis preferencias y se que NO me gusta y no lo voy a soportar.

    ⋆˚࿔ Aviso también que tengo una fuerte dislexia asi que aun que algunas veces trato de fijarme con cuidado no tener faltas una que otra se me pasa

    ִֶָ. ..𓂃 ࣪ ִֶָ🪽་༘࿐
    NO
    ۶ৎ No hago solo rol NSFW de una necesito mínimo una charla algo sino es aburrido..
    ۶ৎ No hago rol personajes 3D
    ۶ৎ No hago rol furry
    ۶ৎ No hago rol NSFW con kinks raros como de pies , etc (siempre antes de agregar un kink diganme)
    ۶ৎ No roleo con menores de 18 años.

    SI
    ۶ৎ Hago starters , aun que también empiezo con roles improvisados aun que no son mis favoritos.
    ۶ৎ Puedo hacer rol con personajes existentes o oc pero prefiero mil veces mas oc asi que tienen preferencia
    ۶ৎ No soy ni mulitship ni uniship , ya que puede ser que en algun momento si los dos estamos de acuerdo es uniship sino es mulitship.
    . ..𓂃 ࣪ ִֶָ🪽་༘࿐

    Cosa básica por favor miren mi ficha!! Así sabes la información básica de mi personaje, si tienen dudas díganme. ⸜(。˃ ᵕ ˂ )⸝❤︎

    Creo que dije todo probablemente esto se modifique en fin besos ദ്ദി(˵ •̀ ᴗ - ˵ ) ✧
    ⋆. 𐙚 ˚LEER ANTES DE ROLEAR CONMIGO! 📌 ⋆˚࿔ Esto no lo hago de mala ni nada , solo después de tantos años tengo mis preferencias y se que NO me gusta y no lo voy a soportar. ⋆˚࿔ Aviso también que tengo una fuerte dislexia asi que aun que algunas veces trato de fijarme con cuidado no tener faltas una que otra se me pasa ִֶָ. ..𓂃 ࣪ ִֶָ🪽་༘࿐ NO ۶ৎ No hago solo rol NSFW de una necesito mínimo una charla algo sino es aburrido.. ۶ৎ No hago rol personajes 3D ۶ৎ No hago rol furry ۶ৎ No hago rol NSFW con kinks raros como de pies , etc (siempre antes de agregar un kink diganme) ۶ৎ No roleo con menores de 18 años. SI ۶ৎ Hago starters , aun que también empiezo con roles improvisados aun que no son mis favoritos. ۶ৎ Puedo hacer rol con personajes existentes o oc pero prefiero mil veces mas oc asi que tienen preferencia ۶ৎ No soy ni mulitship ni uniship , ya que puede ser que en algun momento si los dos estamos de acuerdo es uniship sino es mulitship. . ..𓂃 ࣪ ִֶָ🪽་༘࿐ Cosa básica por favor miren mi ficha!! Así sabes la información básica de mi personaje, si tienen dudas díganme. ⸜(。˃ ᵕ ˂ )⸝❤︎ Creo que dije todo probablemente esto se modifique en fin besos ദ്ദി(˵ •̀ ᴗ - ˵ ) ✧
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  • -La mañana había transcurrido con relativa normalidad. y con ella la tarde. Fue un dia mas tranquilo en su hogar, sus inquilinos estaban adaptándose al lugar y con ello haciendo su vida un poco mas fácil-

    -Comenzar su negocio de rentar habitaciones había salido tan bien como cabria esperar para alguien como ella; un carisma innato, una casa espaciosa..., era el modo mas sencillo de atraer personas a su domicilio, a algunos les cobraba, a otros... se llegaba a otro tipo de acuerdos. No llevaba la cuenta, así que solía olvidar que huésped le debía y cual no-.

    -El sol estaba poniéndose y justo habia terminado de lavar los platos. Tenia pensado darse un baño y recostarse a mirar una película asi que se acomodó sobre su cama y empezó a desvestirse..., hasta que su puerta se abrió sin previo aviso-

    —...¿si?

    -Su falda ya no estaba, sus calcetas fuera y solo la cubría su suéter, se tumbó de lado, resaltando su figura y observó al intruso con una mirada pasiva. No se inmutó al hecho de ser pillada en un acto privado-
    -La mañana había transcurrido con relativa normalidad. y con ella la tarde. Fue un dia mas tranquilo en su hogar, sus inquilinos estaban adaptándose al lugar y con ello haciendo su vida un poco mas fácil- -Comenzar su negocio de rentar habitaciones había salido tan bien como cabria esperar para alguien como ella; un carisma innato, una casa espaciosa..., era el modo mas sencillo de atraer personas a su domicilio, a algunos les cobraba, a otros... se llegaba a otro tipo de acuerdos. No llevaba la cuenta, así que solía olvidar que huésped le debía y cual no-. -El sol estaba poniéndose y justo habia terminado de lavar los platos. Tenia pensado darse un baño y recostarse a mirar una película asi que se acomodó sobre su cama y empezó a desvestirse..., hasta que su puerta se abrió sin previo aviso- —...¿si? -Su falda ya no estaba, sus calcetas fuera y solo la cubría su suéter, se tumbó de lado, resaltando su figura y observó al intruso con una mirada pasiva. No se inmutó al hecho de ser pillada en un acto privado-
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  • Durante mi camino, mientras estaba reposando en una taberna, me sentaba solo en la mesa menos ocupada. El bullicio del recinto me aturdía de cierto modo, de tal manera que lo único que había en el lugar sobre el rincón solitario era la vergüenza o timidez.

    Hasta que eso se acabó. Un hombre de tez bronceada. Parecía recién salido de un horno de los dioses de la luz. Su cuerpo, de un aspecto carnoso y tallado de mil batallas, llegaba a dejar mis sentidos cautivados. Un humano robusto y formado por el puño de luz en su marca. La cicatriz que tenía era lo que más me llamó la atención. Pensé que una bestia común le habría atacado, pero lo único que llamaron a mi atención mis ojos azules fueron sus ojos mostaza, como si expusieran un aura de control y dominio, paz y severidad a la vez. Lleno de certeza y decisión en lo que deseaba o quisiera tenerlo sin dificultad con solo hablar o mover un poco sus labios saboreando cada frase que diría antes de hablar.

    Fue así como me llamó la atención con un guiño que me había dejado embobado, lelo para la vista de él mientras se acercaba a un paso lento. La comisura de sus labios se elevó a tal manera de ser una invitación, quizás una insinuación; de cierto modo era más como una presunción de querer lucir algo. - ¿Qué hace tan sola una criatura pura como el mar y la naturaleza aquí? Los tuyos deberían estar bebiendo contigo, ¿no lo crees? - mencionó con una voz ronca. Parecía más un ronroneo mientras sostenía su sonrisa; que de cierto parecer era más pícara, dispuesta a abrir cualquier puerta cerrada. Se sentó y después miró con un rostro decidido. Sus semifelinos ojos llenaron mi presencia mientras añadió: - Noté que estabas mirándome un poco... ¿Cómo te llamas, chico? Es de mala educación no saludar como es debido a un caballero de la luz. Tú no pareces como los demás de los verdes como los tuyos. - Su comentario era un poco burlón a pesar de notar el característico color arcilla del orco, mientras suelta un par de internas y gruesas carcajadas.

    Me... llamo Daakuh... Daakuh Lobogelido... - fue lo único que le contesté mientras sus ojos se aferraron con el tiempo a sus manos. Su presencia aturdía un poco mi autoridad de mí mismo, de tal modo que solo él mismo, al notar que le miré con un poco de prisa, me guiñó y con ello tomó mi mano. Mi rostro se enrojeció mientras su imponente figura se cernía sobre mí con autoridad y dominio. - Sten... me llamo Sten, hemos estado juntos en la misión. Supongo que no estaría mal que nos conociéramos un poco, tú... de tal modo me inspiras un poco de... paz y confianza... - llevando así una de sus manos a sus labios mientras un leve shhhh- salió de su boca, implicando un acto completo de complicidad y de secretismo entre el calor de ambas manos de los dos. - ¿Q... qué estás haciendo... a- a dónde me llevas? S... se supone que tenemos que trabajar juntos en liberar a nuestros grupos... - Él interrumpió y, de una fuerza indomable, bufeó mientras me retiraba de la mesa.

    Solo quiero que nos vayamos a divertir un poco. Después de todo, es bueno tomarse un descanso debido como ambos guerreros. Deja que tu mente se relaje un poco, ¿quieres? - La interrupción del macho era más que una manera de relajar. Era una invitación tácita a lo más profundo. Con el tiempo que él estaba pasando a lo poco en la misión de expedición, parecía conocerlo de toda la vida como si hubiera deducido o vivido todo con él, atrayéndolo de manera posesiva. - Esto es entre nosotros dos. Tus ojos cansados piden a alguien que merezca reclamarte como se debe, y eso, un caballero como yo, jamás dejaría pasar la oportunidad de poder ser el primero en hacerlo - añadió al detenerse en una habitación que abriría después con una llave que tenía quién sabe cuánto. - ¡Pero es que yo! N- ¡Hhgggg! - Sten actuaba de manera desmedida mientras conseguía frotar su fría armadura en la piel del orco, causando un escalofrío. El deseo le tomó por sorpresa, y las palabras, calladas mediante un jugoso beso que invadía los labios del chico y la lengua, sin medida exploraba con ansias cada centímetro ajeno al que un humano quizá no debería adentrarse. - Cierra la boca... tú mismo lo pides aunque te niegues. ¿Por qué no complacerte y cumplir lo que anhelas? -.

    Entonces, sin pensarlo dos veces, las semienguantadas manos del macho empujaron a la cama al orco joven. A pesar de que su armadura revelaba su piel con discreción, despojaba cada parte de su armadura mientras los clicks y clacks de los broches y cinturones cedían. Estaba expectante en la cama mientras las mejillas de aquel orco exponían una complicidad a través del acto carnal que recibiría. El carmesí de sus mejillas estaban atestiguando lo fuerte e imponente que era ante sus ojos azulados como el mar puro y limpio, lleno de anhelos y propósitos. Sten, cerrando la puerta, estaba ya expuesto y desnudo. Los pantalones ajustados que tenía daban un vistazo a su abultado miembro mientras acariciaba en señal de que estaba más que listo de reclamar las tierras y rincones más oscuros y amorosos del orco, mordiéndose su labio inferior y con el brillo de sus ojos, calculando las cosas que podría hacer sabiendo que tenía al orco en sus manos.

    Interiores de cuero mostraban la anticipación de la semierección del hombre mientras aquella ropa escasa amenazaba quizás con romperse debido a la tensión que exhibía. Nuevamente un guiño a sus toques en su cuerpo robusto y grande le hicieron ronronear. - Que este sea nuestro paso a conocernos, chamán. La curiosidad ante esas hábiles manos tuyas me atraen... y esa boca... me llena de malditos deseos de querer tomarte completamente como mío, si es que no te opones a que te ponga mano dura... - Y sin previo aviso, tomó la nuca del joven para atraerlo a su entrepierna con su abultamiento tenso. La frente del orco chocaba con la rocosa y dura pelvis mientras seguía hablando... - ...este es tu reino como también el mío. Aquí puedes hacer lo que desees y podrás tomar lo que quieras, pero yo... te quiero es a ti...-

    - continuara cuando deseen leer mas el relato erotico -
    ///////arte por mi. regalo de un amigo que hice./////////
    /////// full sin censura pronto disponible ///////////

    --------- comentarios libres si deseas quizas unirte o desentrñar mas de la historia y actuarla.------------
    Durante mi camino, mientras estaba reposando en una taberna, me sentaba solo en la mesa menos ocupada. El bullicio del recinto me aturdía de cierto modo, de tal manera que lo único que había en el lugar sobre el rincón solitario era la vergüenza o timidez. Hasta que eso se acabó. Un hombre de tez bronceada. Parecía recién salido de un horno de los dioses de la luz. Su cuerpo, de un aspecto carnoso y tallado de mil batallas, llegaba a dejar mis sentidos cautivados. Un humano robusto y formado por el puño de luz en su marca. La cicatriz que tenía era lo que más me llamó la atención. Pensé que una bestia común le habría atacado, pero lo único que llamaron a mi atención mis ojos azules fueron sus ojos mostaza, como si expusieran un aura de control y dominio, paz y severidad a la vez. Lleno de certeza y decisión en lo que deseaba o quisiera tenerlo sin dificultad con solo hablar o mover un poco sus labios saboreando cada frase que diría antes de hablar. Fue así como me llamó la atención con un guiño que me había dejado embobado, lelo para la vista de él mientras se acercaba a un paso lento. La comisura de sus labios se elevó a tal manera de ser una invitación, quizás una insinuación; de cierto modo era más como una presunción de querer lucir algo. - ¿Qué hace tan sola una criatura pura como el mar y la naturaleza aquí? Los tuyos deberían estar bebiendo contigo, ¿no lo crees? - mencionó con una voz ronca. Parecía más un ronroneo mientras sostenía su sonrisa; que de cierto parecer era más pícara, dispuesta a abrir cualquier puerta cerrada. Se sentó y después miró con un rostro decidido. Sus semifelinos ojos llenaron mi presencia mientras añadió: - Noté que estabas mirándome un poco... ¿Cómo te llamas, chico? Es de mala educación no saludar como es debido a un caballero de la luz. Tú no pareces como los demás de los verdes como los tuyos. - Su comentario era un poco burlón a pesar de notar el característico color arcilla del orco, mientras suelta un par de internas y gruesas carcajadas. Me... llamo Daakuh... Daakuh Lobogelido... - fue lo único que le contesté mientras sus ojos se aferraron con el tiempo a sus manos. Su presencia aturdía un poco mi autoridad de mí mismo, de tal modo que solo él mismo, al notar que le miré con un poco de prisa, me guiñó y con ello tomó mi mano. Mi rostro se enrojeció mientras su imponente figura se cernía sobre mí con autoridad y dominio. - Sten... me llamo Sten, hemos estado juntos en la misión. Supongo que no estaría mal que nos conociéramos un poco, tú... de tal modo me inspiras un poco de... paz y confianza... - llevando así una de sus manos a sus labios mientras un leve shhhh- salió de su boca, implicando un acto completo de complicidad y de secretismo entre el calor de ambas manos de los dos. - ¿Q... qué estás haciendo... a- a dónde me llevas? S... se supone que tenemos que trabajar juntos en liberar a nuestros grupos... - Él interrumpió y, de una fuerza indomable, bufeó mientras me retiraba de la mesa. Solo quiero que nos vayamos a divertir un poco. Después de todo, es bueno tomarse un descanso debido como ambos guerreros. Deja que tu mente se relaje un poco, ¿quieres? - La interrupción del macho era más que una manera de relajar. Era una invitación tácita a lo más profundo. Con el tiempo que él estaba pasando a lo poco en la misión de expedición, parecía conocerlo de toda la vida como si hubiera deducido o vivido todo con él, atrayéndolo de manera posesiva. - Esto es entre nosotros dos. Tus ojos cansados piden a alguien que merezca reclamarte como se debe, y eso, un caballero como yo, jamás dejaría pasar la oportunidad de poder ser el primero en hacerlo - añadió al detenerse en una habitación que abriría después con una llave que tenía quién sabe cuánto. - ¡Pero es que yo! N- ¡Hhgggg! - Sten actuaba de manera desmedida mientras conseguía frotar su fría armadura en la piel del orco, causando un escalofrío. El deseo le tomó por sorpresa, y las palabras, calladas mediante un jugoso beso que invadía los labios del chico y la lengua, sin medida exploraba con ansias cada centímetro ajeno al que un humano quizá no debería adentrarse. - Cierra la boca... tú mismo lo pides aunque te niegues. ¿Por qué no complacerte y cumplir lo que anhelas? -. Entonces, sin pensarlo dos veces, las semienguantadas manos del macho empujaron a la cama al orco joven. A pesar de que su armadura revelaba su piel con discreción, despojaba cada parte de su armadura mientras los clicks y clacks de los broches y cinturones cedían. Estaba expectante en la cama mientras las mejillas de aquel orco exponían una complicidad a través del acto carnal que recibiría. El carmesí de sus mejillas estaban atestiguando lo fuerte e imponente que era ante sus ojos azulados como el mar puro y limpio, lleno de anhelos y propósitos. Sten, cerrando la puerta, estaba ya expuesto y desnudo. Los pantalones ajustados que tenía daban un vistazo a su abultado miembro mientras acariciaba en señal de que estaba más que listo de reclamar las tierras y rincones más oscuros y amorosos del orco, mordiéndose su labio inferior y con el brillo de sus ojos, calculando las cosas que podría hacer sabiendo que tenía al orco en sus manos. Interiores de cuero mostraban la anticipación de la semierección del hombre mientras aquella ropa escasa amenazaba quizás con romperse debido a la tensión que exhibía. Nuevamente un guiño a sus toques en su cuerpo robusto y grande le hicieron ronronear. - Que este sea nuestro paso a conocernos, chamán. La curiosidad ante esas hábiles manos tuyas me atraen... y esa boca... me llena de malditos deseos de querer tomarte completamente como mío, si es que no te opones a que te ponga mano dura... - Y sin previo aviso, tomó la nuca del joven para atraerlo a su entrepierna con su abultamiento tenso. La frente del orco chocaba con la rocosa y dura pelvis mientras seguía hablando... - ...este es tu reino como también el mío. Aquí puedes hacer lo que desees y podrás tomar lo que quieras, pero yo... te quiero es a ti...- - continuara cuando deseen leer mas el relato erotico - ///////arte por mi. regalo de un amigo que hice.///////// /////// full sin censura pronto disponible /////////// --------- comentarios libres si deseas quizas unirte o desentrñar mas de la historia y actuarla.------------
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    //AVISO: Está semana de lun a vie no podré responder roles largos y antiguos que debo porque no podré usar el PC ya que me toca levantarme muy temprano casi de madrugada para acompañar a mi mamá al médico... Y así estaré hasta principio del próximo mes y en el celular es muy incómodo, me cuesta responder rápido... El día sábado y domingo por la noche, estando en el PC continuaré poniendome al día a medida que pueda con los roles antiguos que debo... Mil perdones por la tardanza... Espero en Noviembre, estar más normalizada... Gracias por su comprensión, saludos...
    //AVISO: Está semana de lun a vie no podré responder roles largos y antiguos que debo porque no podré usar el PC ya que me toca levantarme muy temprano casi de madrugada para acompañar a mi mamá al médico... Y así estaré hasta principio del próximo mes y en el celular es muy incómodo, me cuesta responder rápido... El día sábado y domingo por la noche, estando en el PC continuaré poniendome al día a medida que pueda con los roles antiguos que debo... Mil perdones por la tardanza... Espero en Noviembre, estar más normalizada... Gracias por su comprensión, saludos...
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  • Chopin: Piano Concerto No. 1 e-minor

    Siempre que tocaba una presentación con sus alumnos de la orquesta estaba bastante relajado, confiaba mucho en sus estudiantes como para sentirse preocupado como director. Además, tener el control dirigiendo la orquesta le daba la suficiente calma para abordar el recital. Tenía una rutina, hacia un ensayo general dos días antes para pulir los pequeños errores, el día siguiente escoge una prenda que usaría si el mismo estuviera en la orquesta como músico y no como director, y luego la noche antes les manda muchos mensajes alentadores a los participantes, como la persona nerviosa que era, no quería permitirse que alguno de los que estaba guiando se sintieran como él durante su camino por la academia de música.

    Era lamentable que esta vez las cosas fueran por completo distintas, una colega en la academia le aviso con tres días de anticipación que su pianista estaba dispuesto para su orquesta, le pidió con tanta urgencia que por favor fuera él quien tocara el piano que se sintió algo mal de rechazar, no le gustaban los contratiempos, o las sorpresas que rompieran con su tranquilidad, estuvo los siguientes días practicando de forma casi obsesiva las piezas que recordaba a medias de la universidad, y para cuando llegó el momento en el que quería escoger una prenda de ropa que le hiciera sentir tranquilo, también se vio limitado por el código de vestimenta de la directora de esta ocasión, camisa con mangas oscura y pantalón de vestir oscuro. No quería hablar de lo incómodo que estaba, pero sabía que parecía un enfermo de tuberculosis de la época victoriana, esos colores lo hacían ver más pálido y con las ojeras más pronunciadas de lo que esperaba, mínimo el pantalón le quedaba lo suficientemente bien como para no parecer que usaba ropa demasiado ancha.

    Quería salir de eso lo antes posible, pues pareciera que todo el mundo esperaba que fuera su pianista para hacer arreglos y ensayos generales de obras de ópera y ballet esa semana, si de por sí ya no dormía bien, todo por aquella época del año enloquecía un poco. Llegó al auditorio temprano, habló con algunos de los estudiantes de la orquesta, que parecían tener el mismo aburrido traje (más parecido a un uniforme que a cualquier cosa) pero los ojos llenos de alegría y esperanza, Yuiichi solo pudo sonreírles después de presentarse, una sonrisa incómoda que le hacía sonrojarse ante la vergüenza de ser observado por tantas personas, era divertido, siempre después de la presentaciones la gente la hacía notar que estaba tan rojo que no sabían si hacía calor o el aire acondicionado del auditorio estaba dañado.

    Antes de empezar habló con la directora, siempre manteniendo su cara amable, y escuchando con atención las instrucciones de la mujer de mediana edad, que por alguna razón, criticaba mucho su cabello largo y despeinado a lo largo de la conversación, haciéndolo sentir un poco más fatigado desde que había aceptado aquel favor. Recordaba la sensación de las teclas que estuvo tocando durante sus largas prácticas en la yema de los dedos mientras estaba frente a la entrada de la orquesta, mentiría si dijera que no se sentía algo mal, solo haría lo que le gustaba, frente a varias personas que desconocía, una directora prepotente y unos músicos que no apenas había conocido. Solo iba a respirar toda la presentación y se centraría en el piano. Después de todo, no se quedaría para la celebración, ya lo había hablado con todo el mundo que estaba muy ocupado las siguientes dos semanas, y el tiempo que había invertido en este recital en realidad debería haberlo usado para aprenderse completo El Cascanueces, pues todavía no podía con algunos de los arpegios de Sugar Plum Fairy.

    Cuando entró solo miró a un punto fijo en la cara de nadie en particular en la presentación, se inclinó y decidió empezar su presentación para la que había practicado de forma insana.

    Y debía decir, que a pesar de todos sus miedos, la presentación había salido bastante bien, hubo uno que otro momento donde uno de los violinistas ¿o eran dos distintos? Se confundió en varias notas, pero nada del otro mundo, hasta a los mejores les pasa, Yuiichi solo mantuvo la serenidad, se despidió del público y una vez en la sala de los músicos hizo lo mismo con cada uno de ellos, incluyendo de la directora de la orquesta, luego solo fue a cambiarse la camisa que tanto odiaba el color por una más clara, con mangas anchas y cuello un poco alto que se cerraba con unos lazos a los costados, debía salir casi corriendo si quería llegar al metro que salía en unos diez minutos para llegar al espacio donde se llevaría a cabo el ensayo general de El Cascanueces.
    Chopin: Piano Concerto No. 1 e-minor Siempre que tocaba una presentación con sus alumnos de la orquesta estaba bastante relajado, confiaba mucho en sus estudiantes como para sentirse preocupado como director. Además, tener el control dirigiendo la orquesta le daba la suficiente calma para abordar el recital. Tenía una rutina, hacia un ensayo general dos días antes para pulir los pequeños errores, el día siguiente escoge una prenda que usaría si el mismo estuviera en la orquesta como músico y no como director, y luego la noche antes les manda muchos mensajes alentadores a los participantes, como la persona nerviosa que era, no quería permitirse que alguno de los que estaba guiando se sintieran como él durante su camino por la academia de música. Era lamentable que esta vez las cosas fueran por completo distintas, una colega en la academia le aviso con tres días de anticipación que su pianista estaba dispuesto para su orquesta, le pidió con tanta urgencia que por favor fuera él quien tocara el piano que se sintió algo mal de rechazar, no le gustaban los contratiempos, o las sorpresas que rompieran con su tranquilidad, estuvo los siguientes días practicando de forma casi obsesiva las piezas que recordaba a medias de la universidad, y para cuando llegó el momento en el que quería escoger una prenda de ropa que le hiciera sentir tranquilo, también se vio limitado por el código de vestimenta de la directora de esta ocasión, camisa con mangas oscura y pantalón de vestir oscuro. No quería hablar de lo incómodo que estaba, pero sabía que parecía un enfermo de tuberculosis de la época victoriana, esos colores lo hacían ver más pálido y con las ojeras más pronunciadas de lo que esperaba, mínimo el pantalón le quedaba lo suficientemente bien como para no parecer que usaba ropa demasiado ancha. Quería salir de eso lo antes posible, pues pareciera que todo el mundo esperaba que fuera su pianista para hacer arreglos y ensayos generales de obras de ópera y ballet esa semana, si de por sí ya no dormía bien, todo por aquella época del año enloquecía un poco. Llegó al auditorio temprano, habló con algunos de los estudiantes de la orquesta, que parecían tener el mismo aburrido traje (más parecido a un uniforme que a cualquier cosa) pero los ojos llenos de alegría y esperanza, Yuiichi solo pudo sonreírles después de presentarse, una sonrisa incómoda que le hacía sonrojarse ante la vergüenza de ser observado por tantas personas, era divertido, siempre después de la presentaciones la gente la hacía notar que estaba tan rojo que no sabían si hacía calor o el aire acondicionado del auditorio estaba dañado. Antes de empezar habló con la directora, siempre manteniendo su cara amable, y escuchando con atención las instrucciones de la mujer de mediana edad, que por alguna razón, criticaba mucho su cabello largo y despeinado a lo largo de la conversación, haciéndolo sentir un poco más fatigado desde que había aceptado aquel favor. Recordaba la sensación de las teclas que estuvo tocando durante sus largas prácticas en la yema de los dedos mientras estaba frente a la entrada de la orquesta, mentiría si dijera que no se sentía algo mal, solo haría lo que le gustaba, frente a varias personas que desconocía, una directora prepotente y unos músicos que no apenas había conocido. Solo iba a respirar toda la presentación y se centraría en el piano. Después de todo, no se quedaría para la celebración, ya lo había hablado con todo el mundo que estaba muy ocupado las siguientes dos semanas, y el tiempo que había invertido en este recital en realidad debería haberlo usado para aprenderse completo El Cascanueces, pues todavía no podía con algunos de los arpegios de Sugar Plum Fairy. Cuando entró solo miró a un punto fijo en la cara de nadie en particular en la presentación, se inclinó y decidió empezar su presentación para la que había practicado de forma insana. Y debía decir, que a pesar de todos sus miedos, la presentación había salido bastante bien, hubo uno que otro momento donde uno de los violinistas ¿o eran dos distintos? Se confundió en varias notas, pero nada del otro mundo, hasta a los mejores les pasa, Yuiichi solo mantuvo la serenidad, se despidió del público y una vez en la sala de los músicos hizo lo mismo con cada uno de ellos, incluyendo de la directora de la orquesta, luego solo fue a cambiarse la camisa que tanto odiaba el color por una más clara, con mangas anchas y cuello un poco alto que se cerraba con unos lazos a los costados, debía salir casi corriendo si quería llegar al metro que salía en unos diez minutos para llegar al espacio donde se llevaría a cabo el ensayo general de El Cascanueces.
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    Lamento si suelto algunos spoilers de nier autómata y réplicant, creo que podré avisos a cada escena para que sepan cuales tienen spoilers y cuales no.

    Lamento si suelto algunos spoilers de nier autómata y réplicant, creo que podré avisos a cada escena para que sepan cuales tienen spoilers y cuales no. 👉👈
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  • Nunca imaginé que algo así pudiera volver a pasarme. Había pasado meses manejando situaciones peligrosas, lidiando con problemas de la mafia, con rivales, con enemigos que creía resueltos. Pensé que estaba a salvo, que la sombra de la violencia había quedado atrás, que mis días de caos y miedo habían terminado… hasta que ellos me encontraron.

    Salí de viaje unos días antes para organizar cosas de la boda, revisando contratos, cerrando detalles con proveedores. Confié en que este viaje sería solo eso: trabajo, rutina, preparación.

    Pero no fue así.

    Me arrancaron del coche antes de que pudiera reaccionar. Una mano fuerte cubrió mi boca, otra me empujó hacia un vehículo que olía a gasolina y a metal frío. Mis gritos se ahogaron en la noche, y mientras la lluvia golpeaba mi cara, entendí que no había escapatoria. No esta vez.

    Me llevaron a un almacén apartado, un lugar que olía a humedad, a polvo, a algo metálico y podrido. La puerta se cerró detrás de mí con un golpe seco que resonó en mis oídos. Me empujaron a una silla y me ataron las muñecas con cuerda áspera que dejó marcas que arderían días después. La luz era escasa, apenas suficiente para ver las siluetas de ellos, los hombres que habían sido amigos de mi padre y ahora buscaban venganza. Sus miradas eran cuchillos, y yo me sentí desnuda ante ellas, no en ropa, sino en vulnerabilidad y miedo.

    Las palizas empezaron casi de inmediato. Cada golpe me recordaba que mi pasado había vuelto a alcanzarme, que ninguna habilidad, ninguna preparación, ninguna certeza sobre el control que pensaba tener podía salvarme de esto. Me empujaban, me lanzaban al suelo, me hacían sentir que mi cuerpo no me pertenecía, abusando de mi cada día, cuando ellos querían. Cada contusión, cada moretón, era un recordatorio de que estaba completamente a merced de su ira.

    No hablaban mucho. No hacía falta. Cada palabra que soltaban estaba cargada de amenaza y resentimiento, cada gesto decía que la venganza de ellos debía cumplirse a toda costa. Intenté mantener la calma, respirar, recordar que soy Alessia, que he sobrevivido a cosas que harían temblar a cualquiera. Pero cada noche, en la soledad de esa habitación oscura, me sentía más pequeña, más frágil, más atrapada que nunca.

    No puedo contar con exactitud cuántos días pasaron así. Las horas se mezclaban con el dolor, con el miedo, con la humillación. A veces me golpeaban, otras me empujaban, otras me hacían sentir que cada parte de mí estaba bajo su dominio, tocándome… y haciendo cosas mucho peores. Me hicieron comprender que no hay fuerza suficiente para enfrentar la ira de quienes buscan venganza… y que a veces, aunque seas sicaria, aunque hayas manejado la muerte y la traición, el mundo puede voltearse en tu contra y dejarte indefensa.

    Lo peor no era el dolor físico, aunque era constante y brutal. Lo peor era sentir que el control que creía tener se desmoronaba. Durante meses pensé que todo estaba bajo control, que podía manejar cualquier situación que surgiera, que Angela y yo éramos invencibles. Y ahora… ahora me encontraba rota, temblando en una silla, y comprendí que nada de eso importaba aquí. Que el mundo podía arrancarte todo en un instante, sin aviso, sin compasión.

    Me aferré a mis recuerdos, a la idea de Angela Di Trapani , a la boda, a todo lo que había prometido y construido. Pero esa esperanza pequeña, como una llama que se niega a apagarse, no resistió lo suficiente. No sabía cómo saldría de allí, y en ese punto, no sabía si queria sobrevivir. Me sentía sucia, rota. ¿Cómo se supone que mi prometida me verá ahora? ¿Le daré asco? ¿Lástima, quizás?

    No lo sé, lo único que sé con certeza es que cada día que pasa me rompen más, y yo solo quiero que esto acabe de una vez.
    Nunca imaginé que algo así pudiera volver a pasarme. Había pasado meses manejando situaciones peligrosas, lidiando con problemas de la mafia, con rivales, con enemigos que creía resueltos. Pensé que estaba a salvo, que la sombra de la violencia había quedado atrás, que mis días de caos y miedo habían terminado… hasta que ellos me encontraron. Salí de viaje unos días antes para organizar cosas de la boda, revisando contratos, cerrando detalles con proveedores. Confié en que este viaje sería solo eso: trabajo, rutina, preparación. Pero no fue así. Me arrancaron del coche antes de que pudiera reaccionar. Una mano fuerte cubrió mi boca, otra me empujó hacia un vehículo que olía a gasolina y a metal frío. Mis gritos se ahogaron en la noche, y mientras la lluvia golpeaba mi cara, entendí que no había escapatoria. No esta vez. Me llevaron a un almacén apartado, un lugar que olía a humedad, a polvo, a algo metálico y podrido. La puerta se cerró detrás de mí con un golpe seco que resonó en mis oídos. Me empujaron a una silla y me ataron las muñecas con cuerda áspera que dejó marcas que arderían días después. La luz era escasa, apenas suficiente para ver las siluetas de ellos, los hombres que habían sido amigos de mi padre y ahora buscaban venganza. Sus miradas eran cuchillos, y yo me sentí desnuda ante ellas, no en ropa, sino en vulnerabilidad y miedo. Las palizas empezaron casi de inmediato. Cada golpe me recordaba que mi pasado había vuelto a alcanzarme, que ninguna habilidad, ninguna preparación, ninguna certeza sobre el control que pensaba tener podía salvarme de esto. Me empujaban, me lanzaban al suelo, me hacían sentir que mi cuerpo no me pertenecía, abusando de mi cada día, cuando ellos querían. Cada contusión, cada moretón, era un recordatorio de que estaba completamente a merced de su ira. No hablaban mucho. No hacía falta. Cada palabra que soltaban estaba cargada de amenaza y resentimiento, cada gesto decía que la venganza de ellos debía cumplirse a toda costa. Intenté mantener la calma, respirar, recordar que soy Alessia, que he sobrevivido a cosas que harían temblar a cualquiera. Pero cada noche, en la soledad de esa habitación oscura, me sentía más pequeña, más frágil, más atrapada que nunca. No puedo contar con exactitud cuántos días pasaron así. Las horas se mezclaban con el dolor, con el miedo, con la humillación. A veces me golpeaban, otras me empujaban, otras me hacían sentir que cada parte de mí estaba bajo su dominio, tocándome… y haciendo cosas mucho peores. Me hicieron comprender que no hay fuerza suficiente para enfrentar la ira de quienes buscan venganza… y que a veces, aunque seas sicaria, aunque hayas manejado la muerte y la traición, el mundo puede voltearse en tu contra y dejarte indefensa. Lo peor no era el dolor físico, aunque era constante y brutal. Lo peor era sentir que el control que creía tener se desmoronaba. Durante meses pensé que todo estaba bajo control, que podía manejar cualquier situación que surgiera, que Angela y yo éramos invencibles. Y ahora… ahora me encontraba rota, temblando en una silla, y comprendí que nada de eso importaba aquí. Que el mundo podía arrancarte todo en un instante, sin aviso, sin compasión. Me aferré a mis recuerdos, a la idea de [haze_orange_shark_766] , a la boda, a todo lo que había prometido y construido. Pero esa esperanza pequeña, como una llama que se niega a apagarse, no resistió lo suficiente. No sabía cómo saldría de allí, y en ese punto, no sabía si queria sobrevivir. Me sentía sucia, rota. ¿Cómo se supone que mi prometida me verá ahora? ¿Le daré asco? ¿Lástima, quizás? No lo sé, lo único que sé con certeza es que cada día que pasa me rompen más, y yo solo quiero que esto acabe de una vez.
    Me entristece
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