La vida que desearía disfrutar... He atravesado los corredores del Tártaro, he sentido el fuego en la lengua del Asfódelos y he visto el eco del olvido en los salones de Estigia. Conozco cada grieta de este inframundo como si fueran las arrugas de mi propia alma, y en cada esquina donde la muerte respira en silencio, he dejado algo de mí. Las armas que me han acompañado —Varatha, Coronacht,...