• ~Escena con Daozhang Xiao Xingchen ~

    "¿Alguien tiene un DeLorean?"

    Abrió los ojos lentamente solo para percatarse de que no reconocía dónde estaba. ¿Qué era todo eso? ¿Qué había pasado? Lo último que recordaba era meterse en su cama a dormir y entonces... ¿Qué hacía en mitad de un bosque? Y... ¿Por qué llevaba aquellas ropas? ¿Un yukata? No estaba entendiendo nada.
    Se incorporó, pues estaba tumbado sobre un lecho de flores. Se puso en pie y miró a su alrededor. No reconocí aquel lugar. ¿Cuándo llegó allí y por qué llevaba aquellas ropas que no eran suyas?

    Demasiados sinsentidos.

    Necesitaba regresar a casa, pero... ¿Por dónde debía ir?
    Caminaría sin más, dejándose llevar por su habitual buena orientación, pensó que así lograría regresar. Pero lo cierto era que no. Sus pasos le llevaron hasta lo que parecía una ¿aldea? ¿A caso se había colado en el set de rodaje de una película ambientada en la época Edo? Pero todo parecía tan realista, incluso había gente que juraría vivían allí. Pero eso no era posible, ¿no?

    Para su sorpresa y desgracia sí, era posible. La gente hablaba un dialecto japonés que le costaba un poco entender en ocasiones, a demás de que le observaban con una mezcla de admiración y temor. ¿Era debido a su apariencia? Desde luego llamaba la atención. Pasó varios días y noches tratando de descubrir qué había pasado, solo para tener que admitir la cruda realidad... Había viajado en el tiempo. ¿Cómo? No tenía ni idea, pero así era. ¿Qué iba a ser de él? ¿Cómo iba a sobrevivir allí? Es más, la caza de lobos parecía a la orden del día, se sentía como un mal chiste.

    El tiempo siguió pasando, sobreviviendo de cazar algún animal en el bosque, de esconderse en cuevas, conseguir dinero que robaba a borrachos para así poder comprar algunas cosas o costearse unas copas en lugares de mala muerte. Alguna vez trataron de capturarlo para venderlo en el barrio rojo, otras le intentaban caza acusándolo de ser un yokai, etc. La vida no era para nada sencilla.
    De alguna u otra forma, necesitó huir de allí desesperadamente pues, por lo visto, algunos aldeanos se enteraron de su verdadera naturaleza y los problemas no hicieron más que aumentar. Sin comerlo ni beberlo acabó en un barco que zarpaba a vete a saber dónde. ¿Es que no podía vivir tranquilo?

    Se mantuvo escondido en las bodegas como pudo, un polizón, cosa que no fue tarea fácil.

    Finalmente llegaron a tierra, el destino de la mercancía entre otros asuntos turbios que parecían tener entre manos los tripulantes.
    ¿Dónde estaba ene se momento? Ya no tenía ni idea y llegados ese punto, tampoco creyó que importase demasiado. Logró salir del navío sin ser descubierto y cuando al fin pudo vagar por las calles no tardó mucho en reconocer un poco del dialecto, así como arquitectura.
    China.

    Genial, ¿qué se supone que iba a hacer él por su cuenta en China? Y más aún en aquella época. Listo, estaba jodido. Muy jodido. Solo le quedaba asumirlo.
    Buscó lugares que tuvieran frondosos bosques cercanos, lugares donde pudiera usar su apariencia de lobo con tranquilidad, así como, de vez en cuando y si era necesario, cazar algún pequeño animal para alimentarse. Nunca mataba más de la cuenta, no le traía placer alguno la caza en sí, pero no tenía más opciones para conseguir alimento sustancioso dada la situación.
    En ocasiones bajaba a los pueblos, intentando memorizar cada lugar, moverse ágil por las calles, quizá conseguir un poco de dinero y con este, alcohol para embriagarse. Con el paso del tiempo también lograba aprender un poco más del idioma, aunque lo hablaba peor que un niño pequeño pero se hacía entender.

    A pesar de seguir atrapado en lo que creía una broma de mal gusto o una maldición sin sentido, las cosas no iban del todo mal. Estaba preocupado por su madre, sí, así como muchos otros asuntos sin resolver... Pero sobrevivía bastante bien.

    Al menos hasta que un suceso extraño azotó los pueblos y los bosques. Algo que, sin duda y dada su mala suerte habitual, le salpicaría...
    ~Escena con [Daozhang_XiaoXingchen] ~ "¿Alguien tiene un DeLorean?" Abrió los ojos lentamente solo para percatarse de que no reconocía dónde estaba. ¿Qué era todo eso? ¿Qué había pasado? Lo último que recordaba era meterse en su cama a dormir y entonces... ¿Qué hacía en mitad de un bosque? Y... ¿Por qué llevaba aquellas ropas? ¿Un yukata? No estaba entendiendo nada. Se incorporó, pues estaba tumbado sobre un lecho de flores. Se puso en pie y miró a su alrededor. No reconocí aquel lugar. ¿Cuándo llegó allí y por qué llevaba aquellas ropas que no eran suyas? Demasiados sinsentidos. Necesitaba regresar a casa, pero... ¿Por dónde debía ir? Caminaría sin más, dejándose llevar por su habitual buena orientación, pensó que así lograría regresar. Pero lo cierto era que no. Sus pasos le llevaron hasta lo que parecía una ¿aldea? ¿A caso se había colado en el set de rodaje de una película ambientada en la época Edo? Pero todo parecía tan realista, incluso había gente que juraría vivían allí. Pero eso no era posible, ¿no? Para su sorpresa y desgracia sí, era posible. La gente hablaba un dialecto japonés que le costaba un poco entender en ocasiones, a demás de que le observaban con una mezcla de admiración y temor. ¿Era debido a su apariencia? Desde luego llamaba la atención. Pasó varios días y noches tratando de descubrir qué había pasado, solo para tener que admitir la cruda realidad... Había viajado en el tiempo. ¿Cómo? No tenía ni idea, pero así era. ¿Qué iba a ser de él? ¿Cómo iba a sobrevivir allí? Es más, la caza de lobos parecía a la orden del día, se sentía como un mal chiste. El tiempo siguió pasando, sobreviviendo de cazar algún animal en el bosque, de esconderse en cuevas, conseguir dinero que robaba a borrachos para así poder comprar algunas cosas o costearse unas copas en lugares de mala muerte. Alguna vez trataron de capturarlo para venderlo en el barrio rojo, otras le intentaban caza acusándolo de ser un yokai, etc. La vida no era para nada sencilla. De alguna u otra forma, necesitó huir de allí desesperadamente pues, por lo visto, algunos aldeanos se enteraron de su verdadera naturaleza y los problemas no hicieron más que aumentar. Sin comerlo ni beberlo acabó en un barco que zarpaba a vete a saber dónde. ¿Es que no podía vivir tranquilo? Se mantuvo escondido en las bodegas como pudo, un polizón, cosa que no fue tarea fácil. Finalmente llegaron a tierra, el destino de la mercancía entre otros asuntos turbios que parecían tener entre manos los tripulantes. ¿Dónde estaba ene se momento? Ya no tenía ni idea y llegados ese punto, tampoco creyó que importase demasiado. Logró salir del navío sin ser descubierto y cuando al fin pudo vagar por las calles no tardó mucho en reconocer un poco del dialecto, así como arquitectura. China. Genial, ¿qué se supone que iba a hacer él por su cuenta en China? Y más aún en aquella época. Listo, estaba jodido. Muy jodido. Solo le quedaba asumirlo. Buscó lugares que tuvieran frondosos bosques cercanos, lugares donde pudiera usar su apariencia de lobo con tranquilidad, así como, de vez en cuando y si era necesario, cazar algún pequeño animal para alimentarse. Nunca mataba más de la cuenta, no le traía placer alguno la caza en sí, pero no tenía más opciones para conseguir alimento sustancioso dada la situación. En ocasiones bajaba a los pueblos, intentando memorizar cada lugar, moverse ágil por las calles, quizá conseguir un poco de dinero y con este, alcohol para embriagarse. Con el paso del tiempo también lograba aprender un poco más del idioma, aunque lo hablaba peor que un niño pequeño pero se hacía entender. A pesar de seguir atrapado en lo que creía una broma de mal gusto o una maldición sin sentido, las cosas no iban del todo mal. Estaba preocupado por su madre, sí, así como muchos otros asuntos sin resolver... Pero sobrevivía bastante bien. Al menos hasta que un suceso extraño azotó los pueblos y los bosques. Algo que, sin duda y dada su mala suerte habitual, le salpicaría...
    Me gusta
    Me shockea
    2
    1 turno 0 maullidos
  • Un profesor inusual
    Fandom Libre
    Categoría Drama
    Bekya Leavitt

    Era una mañana normal hasta la llegada de una persona nueva al establecimiento, en plena clase.

    Se trata de un joven de Cabellos anaranjados, bastante largo, vistiendo con sencillos, había llegado en búsqueda de trabajo como profesor de música, quizás realizar un remplazo por un tiempo, solo si era aceptado.


    Después que estuvo en la oficina del director sería el mismo que le haría un recorrido por los pasillos hablando de cada salón y realizando preguntas, pero shui solo estaba interesado en ir saludando las miradas curiosas que se asomaban por las ventanas. -

    • Entiendo director, espero que mi apariencia no sea un problema para trabajar con alumnos.

    - menciono suavemente ligeramente preocupado, al obviamente muy llamativo. -
    [galaxy_yellow_spider_803] Era una mañana normal hasta la llegada de una persona nueva al establecimiento, en plena clase. Se trata de un joven de Cabellos anaranjados, bastante largo, vistiendo con sencillos, había llegado en búsqueda de trabajo como profesor de música, quizás realizar un remplazo por un tiempo, solo si era aceptado. Después que estuvo en la oficina del director sería el mismo que le haría un recorrido por los pasillos hablando de cada salón y realizando preguntas, pero shui solo estaba interesado en ir saludando las miradas curiosas que se asomaban por las ventanas. - • Entiendo director, espero que mi apariencia no sea un problema para trabajar con alumnos. - menciono suavemente ligeramente preocupado, al obviamente muy llamativo. -
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    4
    1 turno 0 maullidos
  • Kazuha

    *Sin aviso repentino se haria presente en frente de la joven a quien busca. Ha estudiado y aprendido de ella, sabe que tiene un poder especial. Por un momento su cuerpo levitaba en el suelo antes de tocar el suelo. A pesar de solo medir 1.40 de alto se muestra confiada como si tamaño fuera mayor*

    Tu eres Kazuha cierto? Se que tienes la capacidad de cumplir deseos a cambio de pagar un alto precio. *Todo en su apariencia era llamativa, desde el par de largos cuernos en su cabeza, hasta la cola segmentada con cada porcion luciendo como una estrella de cuatro puntas. Vitiendo un abrigo con mangas demasiado largas que cubrian completamente sus manos*

    Tengo conmigo a un grupo de encantandoras personas dispuestas a ofrecer su vida como pago a cambio de mi deseo *Mencionaba al momento en que se escuchaba un chasquido de su mano oculta por la larga, comenzando a manifestarse una persona tras otra. Cada una con una expresion de angustia y ansiedad en el rostro. todas volteando a ver a la joven con quien habla* Todas estas personas y mas estan dispuestas a colaborar desinteresadamente con sus vidas a cambio de que mi deseo se haga realidad. Con esto deberia ser posible no es asi? Pides algo valioso a cambio. Ellos daran sus vidas...
    [K4zuha] *Sin aviso repentino se haria presente en frente de la joven a quien busca. Ha estudiado y aprendido de ella, sabe que tiene un poder especial. Por un momento su cuerpo levitaba en el suelo antes de tocar el suelo. A pesar de solo medir 1.40 de alto se muestra confiada como si tamaño fuera mayor* Tu eres Kazuha cierto? Se que tienes la capacidad de cumplir deseos a cambio de pagar un alto precio. *Todo en su apariencia era llamativa, desde el par de largos cuernos en su cabeza, hasta la cola segmentada con cada porcion luciendo como una estrella de cuatro puntas. Vitiendo un abrigo con mangas demasiado largas que cubrian completamente sus manos* Tengo conmigo a un grupo de encantandoras personas dispuestas a ofrecer su vida como pago a cambio de mi deseo *Mencionaba al momento en que se escuchaba un chasquido de su mano oculta por la larga, comenzando a manifestarse una persona tras otra. Cada una con una expresion de angustia y ansiedad en el rostro. todas volteando a ver a la joven con quien habla* Todas estas personas y mas estan dispuestas a colaborar desinteresadamente con sus vidas a cambio de que mi deseo se haga realidad. Con esto deberia ser posible no es asi? Pides algo valioso a cambio. Ellos daran sus vidas...
    Me shockea
    Me gusta
    6
    3 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Aviso de user: les aviso que si un día ven a mi PJ con un color diferente, apariencia diferente es parte de mi PJ es una cambia formas. Así que no se sorprendan si un día la ven de pelo negro o otro color o apariciencia distinta sigue siendo ella misma
    Aviso de user: les aviso que si un día ven a mi PJ con un color diferente, apariencia diferente es parte de mi PJ es una cambia formas. Así que no se sorprendan si un día la ven de pelo negro o otro color o apariciencia distinta sigue siendo ella misma
    Me gusta
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • • Ribika (りびか?)
    Es la raza que habita Sisa. Poseen una apariencia humana, siendo la única excepción la presencia de orejas y colas de gato, así como también la incorporación de algunos rasgos de comportamiento típico felino.

    • Demonio (悪魔 Akuma?)
    Son una raza secundaria de Sisa, caracterizados por la presencia de cuernos, colas y poderes sobrenaturales. No está claro si son una raza como tal, puesto que tres de los cuatro demonios conocidos en la serie solían ser humanos o ribika antes convertirse en demonios. Razel es el único cuyo pasado no se conoce.

    • Sanga (さんが?)
    Son ribikas que nacen con la habilidad de componer e interpretar canciones misteriosas que ayudan y otorgan fuerza a los touga en la batalla. Konoe, Firi, Shui y Ul son los únicos sanga conocidos.

    • Touga (とが?)
    Son la contraparte de los sanga, ribikas que han sido entrenados en el arte de la lucha y desempeñan el rol del luchador durante las batallas. Rai, Asato, Bardo, Leaks y Kil son algunos de los touga conocidos.
    • Ribika (りびか?) Es la raza que habita Sisa. Poseen una apariencia humana, siendo la única excepción la presencia de orejas y colas de gato, así como también la incorporación de algunos rasgos de comportamiento típico felino. • Demonio (悪魔 Akuma?) Son una raza secundaria de Sisa, caracterizados por la presencia de cuernos, colas y poderes sobrenaturales. No está claro si son una raza como tal, puesto que tres de los cuatro demonios conocidos en la serie solían ser humanos o ribika antes convertirse en demonios. Razel es el único cuyo pasado no se conoce. • Sanga (さんが?) Son ribikas que nacen con la habilidad de componer e interpretar canciones misteriosas que ayudan y otorgan fuerza a los touga en la batalla. Konoe, Firi, Shui y Ul son los únicos sanga conocidos. • Touga (とが?) Son la contraparte de los sanga, ribikas que han sido entrenados en el arte de la lucha y desempeñan el rol del luchador durante las batallas. Rai, Asato, Bardo, Leaks y Kil son algunos de los touga conocidos.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Puedo cambiar mi apariencia pero nunca la que soy por dentro, puedo ser alguien diferente en mi aspecto pero por dentro seré yo misma
    Puedo cambiar mi apariencia pero nunca la que soy por dentro, puedo ser alguien diferente en mi aspecto pero por dentro seré yo misma
    Me gusta
    Me encocora
    5
    0 turnos 0 maullidos
  • Por favor acompáñame. Que las apariencias no te engañen, soy inocente. No te lastimaré... Lo prometo, hmhm ~
    Por favor acompáñame. Que las apariencias no te engañen, soy inocente. No te lastimaré... Lo prometo, hmhm ~
    Me gusta
    Me encocora
    3
    3 turnos 0 maullidos
  • Las vueltas que da la vida.
    Fandom Mahou Tsukai No Yome/OC
    Categoría Slice of Life
    Rol con: ƤɑʍҽƖɑ Ӈɑեzís
    Elías avanzó por el bosque con su paso lento y seguro, sus botas hundiéndose suavemente en la tierra húmeda. La luz filtrada entre los árboles se deslizaba por su figura alta y oscura, resaltando por momentos el brillo marfil de su cráneo óseo. No tenía prisa, el bosque del norte siempre había sido un lugar amable con él, silencioso y amplio, donde los sonidos de las hojas y el viento eran suficiente compañía.

    Llevaba una manta doblada bajo el brazo y una cesta sencilla en la mano, una imagen casi extraña para alguien de su apariencia, pero que él aceptaba con naturalidad. A medida que avanzaba, el ambiente se volvía más luminoso y sereno hasta que, finalmente, el sendero desembocó en un pequeño claro.

    Era un rincón cálido dentro del bosque, la hierba alta mecida por la brisa, un par de flores silvestres blancas destacando entre el verde, y el murmullo suave de un arroyo cercano que rompía el silencio de manera agradable. Un rayo de sol caía directo al centro del claro, como si el lugar hubiera sido preparado para él.

    Elías dejó la cesta con cuidado y extendió la manta sobre la hierba. Se sentó con la espalda recta, las manos apoyadas sobre las rodillas, su cabeza huesuda girando levemente hacia el sendero por el que debía llegar la otra persona.

    Esperaba sin inquietud, simplemente observando cómo el bosque respiraba a su alrededor. —Quizás llegué demasiado pronto... — murmuró, con esa voz profunda y calmada que parecía mezclarse con el propio viento.
    Rol con: [P4M3L4] Elías avanzó por el bosque con su paso lento y seguro, sus botas hundiéndose suavemente en la tierra húmeda. La luz filtrada entre los árboles se deslizaba por su figura alta y oscura, resaltando por momentos el brillo marfil de su cráneo óseo. No tenía prisa, el bosque del norte siempre había sido un lugar amable con él, silencioso y amplio, donde los sonidos de las hojas y el viento eran suficiente compañía. Llevaba una manta doblada bajo el brazo y una cesta sencilla en la mano, una imagen casi extraña para alguien de su apariencia, pero que él aceptaba con naturalidad. A medida que avanzaba, el ambiente se volvía más luminoso y sereno hasta que, finalmente, el sendero desembocó en un pequeño claro. Era un rincón cálido dentro del bosque, la hierba alta mecida por la brisa, un par de flores silvestres blancas destacando entre el verde, y el murmullo suave de un arroyo cercano que rompía el silencio de manera agradable. Un rayo de sol caía directo al centro del claro, como si el lugar hubiera sido preparado para él. Elías dejó la cesta con cuidado y extendió la manta sobre la hierba. Se sentó con la espalda recta, las manos apoyadas sobre las rodillas, su cabeza huesuda girando levemente hacia el sendero por el que debía llegar la otra persona. Esperaba sin inquietud, simplemente observando cómo el bosque respiraba a su alrededor. —Quizás llegué demasiado pronto... — murmuró, con esa voz profunda y calmada que parecía mezclarse con el propio viento.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    Me endiabla
    7
    13 turnos 0 maullidos
  • Lo habían llamado hacía no mucho a un apartamento en el centro de la ciudad, una mujer que sonaba desesperada y destruida, el llanto apenas haciendo sentido a las palabras. Koda pudo sacar información suficiente como para saber a dónde tenía que dirigirse y qué pasó según la mujer.

    —Llegué a casa del... del... trabajo y... lo vi... en-en la silla y... muerto... —habló la mujer del otro lado de la línea telefónica, tratando de calmarse.

    —Está bien, voy a encontrar al culpable, señora, no se preocupe.

    —Gracias, pero tu-... tu... ¿no eres- no eres un niño? Suenas como... niño. —la pregunta le molestó al detective, haciendo que bajara sus orejas hacia atrás y se quedara en silencio por un largo rato.

    —No. —cortó de inmediato, estaba de buen humor como para dejar que alguien más lo arruinara, planeaba mantenerse así.

    -------

    En el apartamento la escena era clara y todavía fresca, aunque la pobre señora de la llamada no estaba ahí. Ni siquiera tuvo que pedir llaves o forzar la entrada porque ya estaba abierta.

    —No está forzada... no entró por aquí. —comentó para sí mismo mientras inspeccionó la puerta, después alzó bien en alto sus orejas para inspeccionar el resto del lugar.

    Lo primero que notaron sus fosas nasales fue un intenso aroma dulzón, un perfume. Por las notas juzgaba que era de mujer. ¿De quién llamó o alguien más? Tomó nota mental de eso para corroborar después.

    Se acercó a donde estaba el cuerpo, en un sofá individual en la sala de estar. La televisión aún estaba encendida con un programa de citas transcurriendo. No le prestó atención a eso, si no al cuerpo. Tenía un orificio en la frente y otro en la parte anterior de la cabeza, por supuesto que la bala atravesó el cráneo y cerebro.

    Olfateó tanto el cadáver como el ambiente. La sangre seguía fresca, el cuerpo más o menos caliente y pudo detectar, entre ese perfume horrible, un muy ligero rastro de pólvora. También había tabaco.

    —Reciente... apenas unas... ¿tres horas? Cuatro, cuanto mucho. —murmuró mientras rascó apenas su barbilla, después se fijó en la mesa al lado del sofá, allí donde se esparció la sangre, el reloj marcaba la hora y la caja de cigarrillos junto con las colillas indicaban que el hombre estuvo fumando. Lo tomaron totalmente desprevenido.

    Caminó alrededor, todavía olfateando, hasta llegar a la cómoda de la sala. Se acercó a uno de los cajones, notando algo...

    —¿Aceite industrial? Huh... De la víctima no es... ¿el culpable? —de su abrigo sacó un pañuelo y abrió el cajón para inspeccionar el interior. Estaba revuelto, algunas cajas y papeles, incluso fotos, pero nada más. Cerró el cajón—. ¿Qué estaba buscando...?

    Siguió la investigación mientras guardó el pañuelo, pasando por la cocina, también algo revuelta entre las alacenas y heladera, pero nada para tomar nota. Así, pasó por el pequeño pasillo que conectaba la sala con el baño y dos habitaciones más, pequeñas. Pero Koda se detuvo en el primer cuarto, el aire cambió.

    Empujó la puerta lo suficiente para entrar y vio, al igual que antes, todo revuelto. Lo que llamó más su atención fue la ventana del cuarto abierta. Posible entrada del culpable.

    Se acercó a olfatear y, sí, más rastro de aceite. Además, la escalera de incendios estaba cerca de ahí.

    —Pudo subir por las escaleras y entrar sin ser detectado, mh... —cruzó los brazos, pensativo, pero esto no duró mucho cuando oyó pasos. Sus orejas enseguida se voltearon en la dirección de donde provenían.

    El zorro se movió rápido hacia la entrada del apartamento.

    —¡Esto es la escena de un crimen, no puedes estar aquí! ¡No, no! ¡Nada te incumbe así que lárgate! ¡Vas a terminar contaminando la escena! —su voz se alzó en volumen contra aquella persona, pero sonaba algo cómico por el hecho que tenía una voz juvenil. Incluso eso cambió además de su apariencia. Una desdicha—. Anda, vete ya, no me obligues a sacarte.

    A nadie intimidaba con la baja estatura.


    [Cualquiera puede responder si gusta.]
    Lo habían llamado hacía no mucho a un apartamento en el centro de la ciudad, una mujer que sonaba desesperada y destruida, el llanto apenas haciendo sentido a las palabras. Koda pudo sacar información suficiente como para saber a dónde tenía que dirigirse y qué pasó según la mujer. —Llegué a casa del... del... trabajo y... lo vi... en-en la silla y... muerto... —habló la mujer del otro lado de la línea telefónica, tratando de calmarse. —Está bien, voy a encontrar al culpable, señora, no se preocupe. —Gracias, pero tu-... tu... ¿no eres- no eres un niño? Suenas como... niño. —la pregunta le molestó al detective, haciendo que bajara sus orejas hacia atrás y se quedara en silencio por un largo rato. —No. —cortó de inmediato, estaba de buen humor como para dejar que alguien más lo arruinara, planeaba mantenerse así. ------- En el apartamento la escena era clara y todavía fresca, aunque la pobre señora de la llamada no estaba ahí. Ni siquiera tuvo que pedir llaves o forzar la entrada porque ya estaba abierta. —No está forzada... no entró por aquí. —comentó para sí mismo mientras inspeccionó la puerta, después alzó bien en alto sus orejas para inspeccionar el resto del lugar. Lo primero que notaron sus fosas nasales fue un intenso aroma dulzón, un perfume. Por las notas juzgaba que era de mujer. ¿De quién llamó o alguien más? Tomó nota mental de eso para corroborar después. Se acercó a donde estaba el cuerpo, en un sofá individual en la sala de estar. La televisión aún estaba encendida con un programa de citas transcurriendo. No le prestó atención a eso, si no al cuerpo. Tenía un orificio en la frente y otro en la parte anterior de la cabeza, por supuesto que la bala atravesó el cráneo y cerebro. Olfateó tanto el cadáver como el ambiente. La sangre seguía fresca, el cuerpo más o menos caliente y pudo detectar, entre ese perfume horrible, un muy ligero rastro de pólvora. También había tabaco. —Reciente... apenas unas... ¿tres horas? Cuatro, cuanto mucho. —murmuró mientras rascó apenas su barbilla, después se fijó en la mesa al lado del sofá, allí donde se esparció la sangre, el reloj marcaba la hora y la caja de cigarrillos junto con las colillas indicaban que el hombre estuvo fumando. Lo tomaron totalmente desprevenido. Caminó alrededor, todavía olfateando, hasta llegar a la cómoda de la sala. Se acercó a uno de los cajones, notando algo... —¿Aceite industrial? Huh... De la víctima no es... ¿el culpable? —de su abrigo sacó un pañuelo y abrió el cajón para inspeccionar el interior. Estaba revuelto, algunas cajas y papeles, incluso fotos, pero nada más. Cerró el cajón—. ¿Qué estaba buscando...? Siguió la investigación mientras guardó el pañuelo, pasando por la cocina, también algo revuelta entre las alacenas y heladera, pero nada para tomar nota. Así, pasó por el pequeño pasillo que conectaba la sala con el baño y dos habitaciones más, pequeñas. Pero Koda se detuvo en el primer cuarto, el aire cambió. Empujó la puerta lo suficiente para entrar y vio, al igual que antes, todo revuelto. Lo que llamó más su atención fue la ventana del cuarto abierta. Posible entrada del culpable. Se acercó a olfatear y, sí, más rastro de aceite. Además, la escalera de incendios estaba cerca de ahí. —Pudo subir por las escaleras y entrar sin ser detectado, mh... —cruzó los brazos, pensativo, pero esto no duró mucho cuando oyó pasos. Sus orejas enseguida se voltearon en la dirección de donde provenían. El zorro se movió rápido hacia la entrada del apartamento. —¡Esto es la escena de un crimen, no puedes estar aquí! ¡No, no! ¡Nada te incumbe así que lárgate! ¡Vas a terminar contaminando la escena! —su voz se alzó en volumen contra aquella persona, pero sonaba algo cómico por el hecho que tenía una voz juvenil. Incluso eso cambió además de su apariencia. Una desdicha—. Anda, vete ya, no me obligues a sacarte. A nadie intimidaba con la baja estatura. [Cualquiera puede responder si gusta.]
    Me gusta
    Me shockea
    Me endiabla
    8
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    — La apariencia es el primer y más fácil hechizo. ¿Por qué malgastar energía en la fuerza bruta cuando un simple parpadeo puede lograr más? #SeductiveSunday
    🌸— La apariencia es el primer y más fácil hechizo. ¿Por qué malgastar energía en la fuerza bruta cuando un simple parpadeo puede lograr más? #SeductiveSunday
    Me encocora
    Me gusta
    8
    0 comentarios 0 compartidos
Ver más resultados
Patrocinados