• Lᴀ ɴᴏᴄʜᴇ ᴅᴇ ʟᴀs ʀᴇɪɴᴀs
    Fandom ZYXS
    Categoría Slice of Life
    Había llegado puntual por ella, lo cual por sí mismo ya era extraño. Dejar de lado que además de su primo y Zaphiro, sería la primera persona que invitaba por cuenta propia a entrar a su casa, ya ni hablar de la idea que alguien conviviera con sus gatas o con la anciana a la que Masthian decía cuidar.

    Estacionó la vieja Chevy frente a la casa de Thalya, teniendo una mezcla extraña de emociones. No eran nervios, pero sí, quizás algo de emoción. Parecía un experimento extraño aquello, con todo y su experiencia en citas, aquella era por mucho en la que más se había esforzado.

    La camisa negra arremangada por encima del codo, dejando a la vista el patrón de tatuajes que tenía en el antebrazo y los anillos brillando en sus dedos. Mientras esperaba que abriera la puerta después de tocar el timbre, se aseguró por el reflejo del espejo que su cabello estuviera en orden. Solo un mero acto reflejo, por que sabía que de todos modos se vería bien.

    — Hey, bonita — Saludó una vez que la mujer abrió, sonriéndole abiertamente. — ¿Lista para llenarte de pelos y chistes agrios?

    Tras guiarla al asiento del copiloto en la vieja camioneta y ayudarla a acomodarse, se dirigió a su propio asiento, poniéndose en marcha. No era un trayecto demasiado largo y Masthian lo aprovechó para tener una plática casual, le actualizó el estatus de algunas cosas que por fin se concretaron de su trabajo y un par de halagos entre risas.

    Al estacionarse, se adelantó para poder abrirle la puerta y ayudarla a bajar, marcándole el camino para entrar a su casa. Su casa era un ejemplo perfecto de equilibrio entre un estilo clásico, de esos que parecen salidos de algún cuento y la modernidad de una ciudad. Tenía una fachada adorable, con varias flores que su abuela se encargaba de cuidar y varios adornos que le daban el toque hogareño.

    — ¡Abue! Ya llegamos —Anunció al abrir la puerta, dejando que Thalya pasara primero. El lugar estaba impregnado del aroma de la cena, hierbas de olor, varios condimentos. La decoración era obviamente producto de la señora que ahí vivía, papel tapiz en las paredes, varios cuadros donde se mostraban diferentes momentos de su familia. Y una hilera de fotografías que pertenecían a Masthian, mostrando el crecimiento del muchacho, desde un niño pequeño haciendo mala cara, pasando por su adolescencia, la pubertad y la última, que fue en su graduación, con todos sus amigos posando para la fotografía. Una voz temblorosa y alegre le respondió desde la cocina, invitándolos a pasar. Masthian solo le sonrió a Thalya, estrechando su mano para guiarla donde la anciana.


    Había llegado puntual por ella, lo cual por sí mismo ya era extraño. Dejar de lado que además de su primo y Zaphiro, sería la primera persona que invitaba por cuenta propia a entrar a su casa, ya ni hablar de la idea que alguien conviviera con sus gatas o con la anciana a la que Masthian decía cuidar. Estacionó la vieja Chevy frente a la casa de Thalya, teniendo una mezcla extraña de emociones. No eran nervios, pero sí, quizás algo de emoción. Parecía un experimento extraño aquello, con todo y su experiencia en citas, aquella era por mucho en la que más se había esforzado. La camisa negra arremangada por encima del codo, dejando a la vista el patrón de tatuajes que tenía en el antebrazo y los anillos brillando en sus dedos. Mientras esperaba que abriera la puerta después de tocar el timbre, se aseguró por el reflejo del espejo que su cabello estuviera en orden. Solo un mero acto reflejo, por que sabía que de todos modos se vería bien. — Hey, bonita — Saludó una vez que la mujer abrió, sonriéndole abiertamente. — ¿Lista para llenarte de pelos y chistes agrios? Tras guiarla al asiento del copiloto en la vieja camioneta y ayudarla a acomodarse, se dirigió a su propio asiento, poniéndose en marcha. No era un trayecto demasiado largo y Masthian lo aprovechó para tener una plática casual, le actualizó el estatus de algunas cosas que por fin se concretaron de su trabajo y un par de halagos entre risas. Al estacionarse, se adelantó para poder abrirle la puerta y ayudarla a bajar, marcándole el camino para entrar a su casa. Su casa era un ejemplo perfecto de equilibrio entre un estilo clásico, de esos que parecen salidos de algún cuento y la modernidad de una ciudad. Tenía una fachada adorable, con varias flores que su abuela se encargaba de cuidar y varios adornos que le daban el toque hogareño. — ¡Abue! Ya llegamos —Anunció al abrir la puerta, dejando que Thalya pasara primero. El lugar estaba impregnado del aroma de la cena, hierbas de olor, varios condimentos. La decoración era obviamente producto de la señora que ahí vivía, papel tapiz en las paredes, varios cuadros donde se mostraban diferentes momentos de su familia. Y una hilera de fotografías que pertenecían a Masthian, mostrando el crecimiento del muchacho, desde un niño pequeño haciendo mala cara, pasando por su adolescencia, la pubertad y la última, que fue en su graduación, con todos sus amigos posando para la fotografía. Una voz temblorosa y alegre le respondió desde la cocina, invitándolos a pasar. Masthian solo le sonrió a Thalya, estrechando su mano para guiarla donde la anciana.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    12
    Estado
    Disponible
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  • —Siniester Mark observo la caja de bombones en sus manos,nunca nadie le habia mostrado un afecto de ese estilo,se la paso toda su niñez y adolescencia entrenando,nunca le dio lugar a esa clase de emociones en su vida,al menos no desde que murio su madre—

    —Volvio a ver a Mermid Daminet,en un movimiento casi imperceptible fue hasta lo que podria decir que era su ""hogar"",dejo los bombones y regreso con ella,tomandola con cuidado por las costillas y alzandola como si fuera un muñeco—

    —No abras la boca o te entraran los insectos y creeme..no es agradable tener mosquitos en la lengua..

    —Este empezo a levitar lentamente hacia arriba con ella en brazos—
    —Siniester Mark observo la caja de bombones en sus manos,nunca nadie le habia mostrado un afecto de ese estilo,se la paso toda su niñez y adolescencia entrenando,nunca le dio lugar a esa clase de emociones en su vida,al menos no desde que murio su madre— —Volvio a ver a [flash_navy_bat_117],en un movimiento casi imperceptible fue hasta lo que podria decir que era su ""hogar"",dejo los bombones y regreso con ella,tomandola con cuidado por las costillas y alzandola como si fuera un muñeco— —No abras la boca o te entraran los insectos y creeme..no es agradable tener mosquitos en la lengua.. —Este empezo a levitar lentamente hacia arriba con ella en brazos—
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  • -Ahí estaba en esos pasillos que conocía de memoria cuando tenía 5 años se la paso ahí por culpa de sus desmayos y su agotamiento también parte de su adolescencia se la paso en ese lugar había vuelto ya que se había puesto mal después de un rato estaba en el cuarto de hospital mirando hacia la ventana suspirando suavemente-

    Todo sería diferente si hubiera nacido sanó

    -Susurro haciéndose bolita en la cama del hospital-
    -Ahí estaba en esos pasillos que conocía de memoria cuando tenía 5 años se la paso ahí por culpa de sus desmayos y su agotamiento también parte de su adolescencia se la paso en ese lugar había vuelto ya que se había puesto mal después de un rato estaba en el cuarto de hospital mirando hacia la ventana suspirando suavemente- Todo sería diferente si hubiera nacido sanó -Susurro haciéndose bolita en la cama del hospital-
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  • Fueron tres guerras que marcaron gran parte de mi adolescencia y los comienzos de mi adultes. La tercera guerra no fue la más cruel, pero sí la más vacía. Ya no luchábamos por recuperar nada. Solo peleábamos para que el silencio no nos tragara por completo. Para no olvidar los nombres.

    Camino entre huesos blanqueados por el sol. Algunos aún llevan restos de estandartes desgarrados, otros nada. Cruzamos este valle hace años. Yo era uno más entre miles. Ahora solo soy uno o quizá alguien mas se salvó. Recuerdo bien la primera. Era joven, torpe aún pensaba que la justicia era una espada brillante y un escudo alto. Creí que luchar era suficiente para proteger. Salí de esa guerra con sangre en las manos y llamas en la mirada.

    La segunda fue peor. Ya no peleábamos por honra, sino por sobrevivir. Vi morir a mi padre con una lanza en el pecho, mientras me gritaba que no lo mirara. No pude obedecerlo.

    Pero fue en la tercera donde realmente morí. Mi reino ya no existía. Sus banderas se habían convertido en cenizas, y sus castillos en polvo. No luchaba por un reino. Luchaba por los fantasmas de uno.
    Me detengo frente a una cruz improvisada. El símbolo de nuestro árbol, tallado torpemente en madera vieja. Mis dedos lo rozan. Aún ardía… aunque ya no quedaba fuego.

    ¿Qué soy ahora? Un caballero sin causa. Un faro apagado. Un recuerdo caminante de una tierra que el mundo decidió olvidar. Pero mientras respire, seguiré nombrando lo que fue. No dejaré que nos borren tan fácil.
    Fueron tres guerras que marcaron gran parte de mi adolescencia y los comienzos de mi adultes. La tercera guerra no fue la más cruel, pero sí la más vacía. Ya no luchábamos por recuperar nada. Solo peleábamos para que el silencio no nos tragara por completo. Para no olvidar los nombres. Camino entre huesos blanqueados por el sol. Algunos aún llevan restos de estandartes desgarrados, otros nada. Cruzamos este valle hace años. Yo era uno más entre miles. Ahora solo soy uno o quizá alguien mas se salvó. Recuerdo bien la primera. Era joven, torpe aún pensaba que la justicia era una espada brillante y un escudo alto. Creí que luchar era suficiente para proteger. Salí de esa guerra con sangre en las manos y llamas en la mirada. La segunda fue peor. Ya no peleábamos por honra, sino por sobrevivir. Vi morir a mi padre con una lanza en el pecho, mientras me gritaba que no lo mirara. No pude obedecerlo. Pero fue en la tercera donde realmente morí. Mi reino ya no existía. Sus banderas se habían convertido en cenizas, y sus castillos en polvo. No luchaba por un reino. Luchaba por los fantasmas de uno. Me detengo frente a una cruz improvisada. El símbolo de nuestro árbol, tallado torpemente en madera vieja. Mis dedos lo rozan. Aún ardía… aunque ya no quedaba fuego. ¿Qué soy ahora? Un caballero sin causa. Un faro apagado. Un recuerdo caminante de una tierra que el mundo decidió olvidar. Pero mientras respire, seguiré nombrando lo que fue. No dejaré que nos borren tan fácil.
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  • #DiezCosasSobre Ivory Mora Nonn

    Ivory es una quimera, mitad conejo mitad humano, creado en Lunetheria (la tierra de donde nace la magia) por el alquimista Nonn, quien usó el alma de su único amor (muerto por suicidio) para darle conciencia humana.

    Su parte conejo es curiosa, vital y afectuosa; su parte humana es introspectiva, doliente y autodestructiva, lo que lo convierte en un ser fracturado, inestable.

    Aunque parece temer al dolor físico, en realidad lo disfruta como una forma de reconectar con el mundo y con su propia humanidad.

    Su apariencia y su comportamiento oscilan entre la adolescencia y la madurez, lo que genera confusión en quienes lo rodean.

    Le cuesta demasiado confiar, pero, cuando lo logra, lo hace con una entrega total, a veces ciega. Idealiza y se aferra a quienes le brindan seguridad.

    Le es imposible quedarse callado. Habla como si cada palabra pudiera ser parte de un poema o un estocada al corazón; mezcla lirismo con ironía, dulzura con veneno.

    Tiende a desobedecer, provocar y desafiar a figuras de poder, especialmente si siente que lo infantilizan o lo juzgan.

    Ivory no sabe con certeza si es bueno o malo, niño o adulto. Se redefine constantemente a través del vínculo emocional con otros.

    A veces sueña con desaparecer, con saltar, con dejarse ir. Pero también quiere vivir, sentir, ser amado. Su existencia es un vaivén entre ambos extremos.

    Escribe, dibuja, pinta, garabatea… No se considera un artista, para él el arte es terapéutico, una forma de procesar lo que siente.
    #DiezCosasSobre Ivory Mora Nonn Ivory es una quimera, mitad conejo mitad humano, creado en Lunetheria (la tierra de donde nace la magia) por el alquimista Nonn, quien usó el alma de su único amor (muerto por suicidio) para darle conciencia humana. Su parte conejo es curiosa, vital y afectuosa; su parte humana es introspectiva, doliente y autodestructiva, lo que lo convierte en un ser fracturado, inestable. Aunque parece temer al dolor físico, en realidad lo disfruta como una forma de reconectar con el mundo y con su propia humanidad. Su apariencia y su comportamiento oscilan entre la adolescencia y la madurez, lo que genera confusión en quienes lo rodean. Le cuesta demasiado confiar, pero, cuando lo logra, lo hace con una entrega total, a veces ciega. Idealiza y se aferra a quienes le brindan seguridad. Le es imposible quedarse callado. Habla como si cada palabra pudiera ser parte de un poema o un estocada al corazón; mezcla lirismo con ironía, dulzura con veneno. Tiende a desobedecer, provocar y desafiar a figuras de poder, especialmente si siente que lo infantilizan o lo juzgan. Ivory no sabe con certeza si es bueno o malo, niño o adulto. Se redefine constantemente a través del vínculo emocional con otros. A veces sueña con desaparecer, con saltar, con dejarse ir. Pero también quiere vivir, sentir, ser amado. Su existencia es un vaivén entre ambos extremos. Escribe, dibuja, pinta, garabatea… No se considera un artista, para él el arte es terapéutico, una forma de procesar lo que siente.
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  • Encontrarse a una misma era una tarea complicada para cualquiera. Había quien desde la infancia ya tenia muy claro donde quería enfocar su vida adulta. Los habia que se encontraban a si mismos en la adolescencia... Los habia quien nunca eran capaces de hacerlo y... luego estaba Nora.


    Acababan de devolverle su vida y ahora, por mucha seguridad en si misma que estaba demostrando, por mucho que hubiera aprendido, por mucho que hubiera avanzado... se sentía infinitamente perdida. Había recuperado, después de quince años, las riendas de su vida y cada paso que daba... le hacía sentir absoluto pánico... Porque... ¿estaría tomando las decisiones correctas?

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ #SeductiveSunday

    ㅤㅤㅤㅤㅤ #Personajes3D #3D #Comunidad3D
    Encontrarse a una misma era una tarea complicada para cualquiera. Había quien desde la infancia ya tenia muy claro donde quería enfocar su vida adulta. Los habia que se encontraban a si mismos en la adolescencia... Los habia quien nunca eran capaces de hacerlo y... luego estaba Nora. Acababan de devolverle su vida y ahora, por mucha seguridad en si misma que estaba demostrando, por mucho que hubiera aprendido, por mucho que hubiera avanzado... se sentía infinitamente perdida. Había recuperado, después de quince años, las riendas de su vida y cada paso que daba... le hacía sentir absoluto pánico... Porque... ¿estaría tomando las decisiones correctas? ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ #SeductiveSunday ㅤㅤㅤㅤㅤ #Personajes3D #3D #Comunidad3D
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  • Anna había tenido un oscuro pasado después de la muerte de sus padres, dejó de ver la luz y se encerró en ella misma. Acabó siendo su propia enemiga durante toda su infancia y adolescencia haciendo que en el horfanato no solamente pasasen de adoptarla, sino que también sufría castigos por intentar escaparse.

    Por supuesto, cada persona tiene su evolución pero está etapa trata de no recordarla porque es una de las que siguen recordando a veces con dolor junto a la muerte de sus padres, está última la peor de todas ya que ella, se sentía culpable por no haber podido despertar antes en este accidente del que ella también estuvo involucrada.

    Ella era sólo una niña, pero aún así seguía pensando cada día en aquel cubículo de habitación que pudo haber hecho las cosas antes y de mejor manera.

    Anna había tenido un oscuro pasado después de la muerte de sus padres, dejó de ver la luz y se encerró en ella misma. Acabó siendo su propia enemiga durante toda su infancia y adolescencia haciendo que en el horfanato no solamente pasasen de adoptarla, sino que también sufría castigos por intentar escaparse. Por supuesto, cada persona tiene su evolución pero está etapa trata de no recordarla porque es una de las que siguen recordando a veces con dolor junto a la muerte de sus padres, está última la peor de todas ya que ella, se sentía culpable por no haber podido despertar antes en este accidente del que ella también estuvo involucrada. Ella era sólo una niña, pero aún así seguía pensando cada día en aquel cubículo de habitación que pudo haber hecho las cosas antes y de mejor manera.
    @dollyby

    #ALMA | CLOUDS. #niunamás #raisingvoices #nicolewallace #nicolewallaceedit #almaedit #niunamasedit #netflix #niunamas <3 tags : @౨ৎ @s @raahina🖤 @∞︎︎ 𝗡𝗶𝗰𝗸&𝗡𝗼𝗮𝗵 ∞︎︎ @May (nicky’s version) @Gabriel‘s Version❤️‍🩹 @𝐒𝐚𝐧𝐝𝐲💓 @✰ @Culpa Mía - Moja wina @✮ @˚༘┊anne @•𝓢𝓸𝓹𝓱𝓲𝓪• @❦𝙍𝙞𝙠𝙖❦ @masy @mary ☾ @sar ꨄ︎ @𝒉𝒂𝒏𝒊𝒂ꨄ︎ @☆ @❦❧ @— 𝗜𝗍𝗌.𝗌𝗁𝖺𝗋 @ᵐᵃʳʸ @Analee 🌺

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  • — Rhanya se encontraba sentada en una silla que simulaba ser su trono, lejos de su ciudad natal. Sentía que las cosas que le estaban pasando, eran principalmente culpa de ella. Su maquillaje estaba corrido, tanto por el sudor como por las lágrimas. ¿Acaso ese sería el fin de su fiel amigo Kheryan? Sentía como si un demonio estuviese ahí para recordarle cada uno de sus estúpidos errores, pero sabía que no podía pedir ayuda. Se sentía débil, y ella no podía dar esa imágen a su reino. Tomó una daga entre sus manos, pensando en tocar su piel con ésta ¿Podría ella morir en paz de esa forma? Entre sus pensamientos, apareció una canción que había marcado su adolescencia, y que ahora la describía a ella.

    "This world is a Wasteland where nothing can grow, I used to have strenght but I ran out of hope. I know it's my fault that I'm here all alone. This world it's a Wasteland...please, let me go."
    — Rhanya se encontraba sentada en una silla que simulaba ser su trono, lejos de su ciudad natal. Sentía que las cosas que le estaban pasando, eran principalmente culpa de ella. Su maquillaje estaba corrido, tanto por el sudor como por las lágrimas. ¿Acaso ese sería el fin de su fiel amigo Kheryan? Sentía como si un demonio estuviese ahí para recordarle cada uno de sus estúpidos errores, pero sabía que no podía pedir ayuda. Se sentía débil, y ella no podía dar esa imágen a su reino. Tomó una daga entre sus manos, pensando en tocar su piel con ésta ¿Podría ella morir en paz de esa forma? Entre sus pensamientos, apareció una canción que había marcado su adolescencia, y que ahora la describía a ella. "This world is a Wasteland where nothing can grow, I used to have strenght but I ran out of hope. I know it's my fault that I'm here all alone. This world it's a Wasteland...please, let me go."
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  • Había salido a dar una vuelta por el campus. Necesitaba salir a tomar un poco de aire fresco, a parte de aprovechar y sacar a pasear a Baxter, a quien no veía desde hacía bastante tiempo. A veces pensaba que su cachorro ya no se acordaría de ella, pero todo lo contrario: siempre que la veía, ladraba y corría hacia ella con una energía inusitada.

    —Me echas de menos, ¿verdad, campeón? —dijo de rodillas en el suelo, dejándose acariciar por Baxter, que daba vueltas a su alrededor de pura alegría.

    A su lado, Leon se acercaba lentamente, con las manos detrás de la espalda y sus inconfundibles gafas de sol negras que impedían ver sus ojos. Pudo ver un atisbo de sonrisa antes de agacharse y quedarse en silencio.

    A cualquier otra persona, ese gesto hubiera terminado con una huida o una incomodidad insoportable; sin embargo, para Tahara fue como volver a su adolescencia tardía. Cerró distancias con Leon y lo abrazó, cuál fue su sorpresa cuando el profesional abrió los brazos y le correspondió en silencio. Su voz grave y monótona alcanzó sus oídos cuando se separaron, unos segundos después:

    —He oído que tienes un nuevo trabajo. ¿Cómo es la chica?

    Siempre tan suspicaz. Por supuesto que lo sabía. Era un profesional, después de todo.

    —¿Sabes? Me recuerda a ella —un atisbo de felicidad surgió del pecho de Tahara, algo que duró apenas unos segundos—. Sólo que es de piel clara y ojos azules. Bueno, y de padre rico. Pero no sé… hay algo que me hace querer protegerla, y no precisamente el dinero de su padre.

    El recuerdo de Isabelle seguía siendo fuerte, trataba de atesorar todo lo que había compartido con ella. Tenía diarios escritos para no olvidar el más mínimo detalle, y si eso ocurría, siempre podía recurrir a esas palabras escritas. Fue lo primero que recogió cuando se mudó con Chiara, y en los ratos muertos siempre tenía alguno de los diarios en la mano. A veces no entendía su letra de rápido que había escrito; otras, la tinta estaba desdibujada por las lágrimas que brotaron de sus ojos cuando lo escribió. Pero no todo fueron recuerdos malos, también había muchos pasajes de momentos felices, y eran esos los que más quería mantener.

    Tal vez su voz ya fuera sólo un susurro, algo cada vez más olvidado. Pero las sensaciones, la piel teñida de recuerdos seguía erizándose cada vez que cerraba los ojos y dejaba que su mente navegase al pasado.
    Había salido a dar una vuelta por el campus. Necesitaba salir a tomar un poco de aire fresco, a parte de aprovechar y sacar a pasear a Baxter, a quien no veía desde hacía bastante tiempo. A veces pensaba que su cachorro ya no se acordaría de ella, pero todo lo contrario: siempre que la veía, ladraba y corría hacia ella con una energía inusitada. —Me echas de menos, ¿verdad, campeón? —dijo de rodillas en el suelo, dejándose acariciar por Baxter, que daba vueltas a su alrededor de pura alegría. A su lado, Leon se acercaba lentamente, con las manos detrás de la espalda y sus inconfundibles gafas de sol negras que impedían ver sus ojos. Pudo ver un atisbo de sonrisa antes de agacharse y quedarse en silencio. A cualquier otra persona, ese gesto hubiera terminado con una huida o una incomodidad insoportable; sin embargo, para Tahara fue como volver a su adolescencia tardía. Cerró distancias con Leon y lo abrazó, cuál fue su sorpresa cuando el profesional abrió los brazos y le correspondió en silencio. Su voz grave y monótona alcanzó sus oídos cuando se separaron, unos segundos después: —He oído que tienes un nuevo trabajo. ¿Cómo es la chica? Siempre tan suspicaz. Por supuesto que lo sabía. Era un profesional, después de todo. —¿Sabes? Me recuerda a ella —un atisbo de felicidad surgió del pecho de Tahara, algo que duró apenas unos segundos—. Sólo que es de piel clara y ojos azules. Bueno, y de padre rico. Pero no sé… hay algo que me hace querer protegerla, y no precisamente el dinero de su padre. El recuerdo de Isabelle seguía siendo fuerte, trataba de atesorar todo lo que había compartido con ella. Tenía diarios escritos para no olvidar el más mínimo detalle, y si eso ocurría, siempre podía recurrir a esas palabras escritas. Fue lo primero que recogió cuando se mudó con Chiara, y en los ratos muertos siempre tenía alguno de los diarios en la mano. A veces no entendía su letra de rápido que había escrito; otras, la tinta estaba desdibujada por las lágrimas que brotaron de sus ojos cuando lo escribió. Pero no todo fueron recuerdos malos, también había muchos pasajes de momentos felices, y eran esos los que más quería mantener. Tal vez su voz ya fuera sólo un susurro, algo cada vez más olvidado. Pero las sensaciones, la piel teñida de recuerdos seguía erizándose cada vez que cerraba los ojos y dejaba que su mente navegase al pasado.
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  • Las mujeres somos enamoradizas y soñadoras , más la etapa de la adolescencia....
    Bueno eso , es lo que pienso yo ... Bueno yo soy más soñadora .
    Las mujeres somos enamoradizas y soñadoras , más la etapa de la adolescencia.... Bueno eso , es lo que pienso yo ... Bueno yo soy más soñadora .
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