• #MonoRol

    𝙋𝘼𝙍𝘼𝙉𝙊𝙓 𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙁𝙄𝙇𝙀𝙎
    ...
    𝐋𝐚 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚
    𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐈

    El joven albino, había alcanzado sus dieciocho primaveras. En su pecho, el corazón latía con una mezcla de emoción y temor, pues se encontraba en su primer día en la academia policial de Rumanía, un lugar que prometía forjar su destino como un buen hombre pese a lo que hizo en el orfanato.

    Alrededor de él, desfilaban rostros juveniles, muchachos y muchachas que no paraban de charlar o reir.

    Caminando entre los demás, con la vista baja, se sentía como un navegante en un océano de ansiedades, donde cada ola amenazaba con devorarlo.

    El eco del timbre rompió aquel mar de sensaciones, anunciando el momento de agruparse en filas.

    Con un suspiro que intentaba calmar su agitado ser, se unió a sus compañeros para cantar el himno nacional.

    De pronto, como si de un proyectil se tratase, una bola de papel choco contra su rostro, justo allí donde el tapabocas cubría su albina piel.

    Con un estruendo sordo, el papel se estrelló contra él, lanzado desde la mano de un jovencito burlesco.

    La risa pícaramente contenida del provocador se extendía y llegaba a sus oídos.

    El joven albino bajó la mirada, atrapado entre la humillación y el deber. Sin poder evitarlo, un ardor siseante invadió su corazón.

    :Ø: Se está burlando de ti y con ello todo mundo se burla de ti, se ríen a tus espaldas y creeme que si los ves, te darás cuenta de lo que te digo. ¡Devuélvele lo que te hizo!

    Aquel alto joven apretó sus puños, sintiendo cómo la rabia e indignación hervían hasta la punta de sus dedos.

    Sin poder contenerse, se agachó, recogió la bola de papel y, al identificar al provocador, la lanzó de vuelta con toda la fuerza que su frustración le permitió.

    La bola surcó el aire como una flecha impaciente, impactando con tal intensidad en el rostro del otro joven que este retrocedió, sorprendido y dolorido.

    Pero no hubo triunfo en aquel gesto, solo una breve chispa de revancha seguida por el control de la autoridad.

    Un maestro, con mirada severa y ceño fruncido, tomó a Dorian por las orejas.

    "¡Esto no es forma de comportarse en esta academia!"

    Reprendió. La voz del maestro resonó en Dorian y así fue como la vida le dió la bienvenida en su nueva etapa.
    #MonoRol 𝙋𝘼𝙍𝘼𝙉𝙊𝙓 𝙇𝙊𝙎𝙏 𝙁𝙄𝙇𝙀𝙎 ... 𝐋𝐚 𝐀𝐜𝐚𝐝𝐞𝐦𝐢𝐚 𝐂𝐡𝐚𝐩𝐭𝐞𝐫 𝐈 El joven albino, había alcanzado sus dieciocho primaveras. En su pecho, el corazón latía con una mezcla de emoción y temor, pues se encontraba en su primer día en la academia policial de Rumanía, un lugar que prometía forjar su destino como un buen hombre pese a lo que hizo en el orfanato. Alrededor de él, desfilaban rostros juveniles, muchachos y muchachas que no paraban de charlar o reir. Caminando entre los demás, con la vista baja, se sentía como un navegante en un océano de ansiedades, donde cada ola amenazaba con devorarlo. El eco del timbre rompió aquel mar de sensaciones, anunciando el momento de agruparse en filas. Con un suspiro que intentaba calmar su agitado ser, se unió a sus compañeros para cantar el himno nacional. De pronto, como si de un proyectil se tratase, una bola de papel choco contra su rostro, justo allí donde el tapabocas cubría su albina piel. Con un estruendo sordo, el papel se estrelló contra él, lanzado desde la mano de un jovencito burlesco. La risa pícaramente contenida del provocador se extendía y llegaba a sus oídos. El joven albino bajó la mirada, atrapado entre la humillación y el deber. Sin poder evitarlo, un ardor siseante invadió su corazón. :Ø: Se está burlando de ti y con ello todo mundo se burla de ti, se ríen a tus espaldas y creeme que si los ves, te darás cuenta de lo que te digo. ¡Devuélvele lo que te hizo! Aquel alto joven apretó sus puños, sintiendo cómo la rabia e indignación hervían hasta la punta de sus dedos. Sin poder contenerse, se agachó, recogió la bola de papel y, al identificar al provocador, la lanzó de vuelta con toda la fuerza que su frustración le permitió. La bola surcó el aire como una flecha impaciente, impactando con tal intensidad en el rostro del otro joven que este retrocedió, sorprendido y dolorido. Pero no hubo triunfo en aquel gesto, solo una breve chispa de revancha seguida por el control de la autoridad. Un maestro, con mirada severa y ceño fruncido, tomó a Dorian por las orejas. "¡Esto no es forma de comportarse en esta academia!" Reprendió. La voz del maestro resonó en Dorian y así fue como la vida le dió la bienvenida en su nueva etapa.
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  • Tras dejar a su pequeña mascota de vuelta en su sombrero, se aseguró de ir a atender aquel pequeño asunto.
    Ya tiempo atrás había prometido a cierto joven lobo el visitarlo y llevarle algunos bocadillos, esperando que no fuera demasiado el tiempo trascurrido con todos los líos de por medio.

    Al ya no tener el castigo divino encima, podía transitar con libertad entre cielo, infierno y tierra, sin transformarse en humano o ángel, buscando donde quedaba aquella peculiar academia de animales, teniendo que tomar un aspecto similar para no desentonar en el ambiente.

    —Veamos... Legoshi estudia aquí. me pregunto si estará por los alrededores.
    Tras dejar a su pequeña mascota de vuelta en su sombrero, se aseguró de ir a atender aquel pequeño asunto. Ya tiempo atrás había prometido a cierto joven lobo el visitarlo y llevarle algunos bocadillos, esperando que no fuera demasiado el tiempo trascurrido con todos los líos de por medio. Al ya no tener el castigo divino encima, podía transitar con libertad entre cielo, infierno y tierra, sin transformarse en humano o ángel, buscando donde quedaba aquella peculiar academia de animales, teniendo que tomar un aspecto similar para no desentonar en el ambiente. —Veamos... [Leg0Wolf] estudia aquí. me pregunto si estará por los alrededores.
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  • A primera hora de la mañana La Gran Maestra Interina se encontraba en el campo de la salida secundaria de la ciudad. Tocaba entrenamiento con sus caballeros, si bien no se llevó a todos, si citó a unos 60 a los que entrenaría personalmente.

    Risueña, alegre, despreocupada, un alma libre y hasta rebelde eran algunas de las características por las que se le conocía pero, en el entrenamiento era dura. No llevaba ni dos horas con ellos cuando a más de la mitad de los caballeros ya los tenía abatidos en el suelo, era fuerte, y tenía que serlo puesto que Mondstadt dependía de ella y no pensaba defraudarlos y, a pesar de ser querida y respetada por todos sus caballeros, en los entrenamientos y con el calor del momento más de uno se frustraba y le tocaba lidiar con ello.

    -En este momento estamos entrenando. Es aquí donde pueden equivocarse, donde pueden corregir y mejorar cada una de sus técnicas.

    Decía mientras caminaba entre los soldados blandiendo su espada. Se puso frente a uno de los caballeros que la había insultado frustrado y sin verlo directamente a él dice para todos.

    -En el campo de batalla el enemigo no les va a dar segundas oportunidades. Un cuerpo muerto termina solo siendo un cuerpo muerto. Ustedes eligieron ser caballeros, Caballeros de Favonius, pero cada una de sus vidas están sobre los hombros de sus capitanes y mía. Al final de la batalla, quien cargará con sus muertes seré yo. Tienen esposas, hijos, padres, madres, hermanos, hermanas, amigos, y a mi ¿A caso quieren les entregue la noticia a sus familias de su fallecimiento?. Ninguno de ustedes es solo un número en mi lista a quien pago cada mes, a algunos los conozco desde la academia otros se enlistaron por el Maestro Varka o por mi hay caballeros jóvenes y quienes llevan más tiempo que yo siéndolo, arriesgan sus vidas día a día cuando patrullan fuera de la ciudad, cuando escoltan gente en encargos, cuando hay olas de Hilichurls y otros monstruos.

    Los caballeros se miraban entre ellos, asintiendo, miraron hacia abajo, hacia los lados, murmuraron entre ellos.

    -Mis caballeros no pueden morir hasta haber acabado a 200 enemigos por cuenta propia en una guerra.

    Dijo lo último con una sonrisa y una mirada quebrada, pues, sabía que, aunque no había ninguna guerra próxima, era totalmente verdad que arriesgaban sus vidas día a día. Los caballeros empuñaros sus espadas alzándolas al cielo gritando motivados y hasta disculpándose con ella. El soldado a sus pies se levanta se disculpó e hizo una reverencia a la que Jean le sonrió.

    -Quiero parejas y entrenen entre ustedes. Ataquen, contraataquen y defiéndanse uno del otro.
    A primera hora de la mañana La Gran Maestra Interina se encontraba en el campo de la salida secundaria de la ciudad. Tocaba entrenamiento con sus caballeros, si bien no se llevó a todos, si citó a unos 60 a los que entrenaría personalmente. Risueña, alegre, despreocupada, un alma libre y hasta rebelde eran algunas de las características por las que se le conocía pero, en el entrenamiento era dura. No llevaba ni dos horas con ellos cuando a más de la mitad de los caballeros ya los tenía abatidos en el suelo, era fuerte, y tenía que serlo puesto que Mondstadt dependía de ella y no pensaba defraudarlos y, a pesar de ser querida y respetada por todos sus caballeros, en los entrenamientos y con el calor del momento más de uno se frustraba y le tocaba lidiar con ello. -En este momento estamos entrenando. Es aquí donde pueden equivocarse, donde pueden corregir y mejorar cada una de sus técnicas. Decía mientras caminaba entre los soldados blandiendo su espada. Se puso frente a uno de los caballeros que la había insultado frustrado y sin verlo directamente a él dice para todos. -En el campo de batalla el enemigo no les va a dar segundas oportunidades. Un cuerpo muerto termina solo siendo un cuerpo muerto. Ustedes eligieron ser caballeros, Caballeros de Favonius, pero cada una de sus vidas están sobre los hombros de sus capitanes y mía. Al final de la batalla, quien cargará con sus muertes seré yo. Tienen esposas, hijos, padres, madres, hermanos, hermanas, amigos, y a mi ¿A caso quieren les entregue la noticia a sus familias de su fallecimiento?. Ninguno de ustedes es solo un número en mi lista a quien pago cada mes, a algunos los conozco desde la academia otros se enlistaron por el Maestro Varka o por mi hay caballeros jóvenes y quienes llevan más tiempo que yo siéndolo, arriesgan sus vidas día a día cuando patrullan fuera de la ciudad, cuando escoltan gente en encargos, cuando hay olas de Hilichurls y otros monstruos. Los caballeros se miraban entre ellos, asintiendo, miraron hacia abajo, hacia los lados, murmuraron entre ellos. -Mis caballeros no pueden morir hasta haber acabado a 200 enemigos por cuenta propia en una guerra. Dijo lo último con una sonrisa y una mirada quebrada, pues, sabía que, aunque no había ninguna guerra próxima, era totalmente verdad que arriesgaban sus vidas día a día. Los caballeros empuñaros sus espadas alzándolas al cielo gritando motivados y hasta disculpándose con ella. El soldado a sus pies se levanta se disculpó e hizo una reverencia a la que Jean le sonrió. -Quiero parejas y entrenen entre ustedes. Ataquen, contraataquen y defiéndanse uno del otro.
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  • 𝑨𝒔𝒔𝒖𝒎𝒆.

    Habían pasado unos cuantos meses desde que fue suspendido indefinidamente de la academia arcana, por motivos poco usuales. Desde entonces se dedicó a viajar por diferentes lugares, tomando la profesión de aventurero y mercenario, comenzó con pequeños encargos, buscar cosas, reunir ingredientes para alquimistas y gente que se dedica a la medicina natural, luego pasó a cazar bestias que podrían ser peligrosas para la gente, toda clase de monstruos, algunos eran verdaderas aberraciones.

    Pudo prevalecer ya que siempre fue bueno al blandir la espada, pero también era muy bueno con los hechizos, usando la magia tanto para atacar como para defenderse. Mezclando ambos talentos, fue poco a poco haciéndose un nombre en algunos gremios, lo que también llevaría a recibir otro tipo de encargos y misiones, esta vez más complejos e incluso mucho más riesgosos.

    Fue entonces que llego el día, tuvo que ir a unas antiguas ruinas y encargarse de unos bandidos, aunque no fue solo, ya que otros mercenarios habían sido contratados para lo mismo, deshacerse de aquellos delincuentes. Estos usaban las ruinas como una guarida para planificar y llevar a cabo escaramuzas a mercaderes ambulantes, transportistas, servicios de carretas y uno que otro viajero ocasional, pero un día en que un noble fue atacado y asesinado, había sido la gota que rebaso el vaso.

    Así, Iskald y otros mercenarios irrumpieron en esas antiguas ruinas. Lo que pasó fue una verdadera masacre, muchos bandidos serían asesinados por los aventureros y mercenarios que se prestaron para llevar a cabo el trabajo, pero también caerían del otro lado. Ese fue el día en que Iskald, un joven de tan solo 18 años cruzo la línea, cometió el primer asesinato de su vida al matar a un bandido que estuvo a punto de asesinar a un camarada. Por supuesto, hizo lo correcto en ese momento, cumplió con lo que había que hacer, proteger a su compañero, acabar con la vida de ese bandido. Su espada se había bañado en sangre, mientras los demás cumplían el resto del trabajo, él se quedó un buen rato y en silencio mirando ese cadáver, vio como su vida se apagó ante sus ojos, siendo él su verdugo.

    “El primer asesinato siempre es el más difícil”, es lo que dicen.

    Iskald reflexionó, sabía que tarde o temprano iba a tener que matar otra vez. Sabía que su victima era una persona peligrosa y que cegar su vida, a la larga, serviría para un bien mayor.

    Después de eso tendría otros trabajos más, y entre esas misiones volvió a encargarse de otros bandidos, volvió a matar. Incluso en los caminos a veces estos intentaban asaltarle y no quedaba otra, matar o morir. Empezó a ser más fácil de sobrellevar, poco a poco se iría forjando, se iría acostumbrando.

    Pero a veces no podía evitar pensar:
    “¿Algún día me perderé en esto?”
    “¿Qué pasa si empiezo a agarrarle el gusto?”
    “¿Y si hubiera una guerra y me viese forzado a participar?”

    Eran las muchas interrogantes que invadían lo profundo de su mente, pero por ahora no le quedaba más que asumir.
    𝑨𝒔𝒔𝒖𝒎𝒆. Habían pasado unos cuantos meses desde que fue suspendido indefinidamente de la academia arcana, por motivos poco usuales. Desde entonces se dedicó a viajar por diferentes lugares, tomando la profesión de aventurero y mercenario, comenzó con pequeños encargos, buscar cosas, reunir ingredientes para alquimistas y gente que se dedica a la medicina natural, luego pasó a cazar bestias que podrían ser peligrosas para la gente, toda clase de monstruos, algunos eran verdaderas aberraciones. Pudo prevalecer ya que siempre fue bueno al blandir la espada, pero también era muy bueno con los hechizos, usando la magia tanto para atacar como para defenderse. Mezclando ambos talentos, fue poco a poco haciéndose un nombre en algunos gremios, lo que también llevaría a recibir otro tipo de encargos y misiones, esta vez más complejos e incluso mucho más riesgosos. Fue entonces que llego el día, tuvo que ir a unas antiguas ruinas y encargarse de unos bandidos, aunque no fue solo, ya que otros mercenarios habían sido contratados para lo mismo, deshacerse de aquellos delincuentes. Estos usaban las ruinas como una guarida para planificar y llevar a cabo escaramuzas a mercaderes ambulantes, transportistas, servicios de carretas y uno que otro viajero ocasional, pero un día en que un noble fue atacado y asesinado, había sido la gota que rebaso el vaso. Así, Iskald y otros mercenarios irrumpieron en esas antiguas ruinas. Lo que pasó fue una verdadera masacre, muchos bandidos serían asesinados por los aventureros y mercenarios que se prestaron para llevar a cabo el trabajo, pero también caerían del otro lado. Ese fue el día en que Iskald, un joven de tan solo 18 años cruzo la línea, cometió el primer asesinato de su vida al matar a un bandido que estuvo a punto de asesinar a un camarada. Por supuesto, hizo lo correcto en ese momento, cumplió con lo que había que hacer, proteger a su compañero, acabar con la vida de ese bandido. Su espada se había bañado en sangre, mientras los demás cumplían el resto del trabajo, él se quedó un buen rato y en silencio mirando ese cadáver, vio como su vida se apagó ante sus ojos, siendo él su verdugo. “El primer asesinato siempre es el más difícil”, es lo que dicen. Iskald reflexionó, sabía que tarde o temprano iba a tener que matar otra vez. Sabía que su victima era una persona peligrosa y que cegar su vida, a la larga, serviría para un bien mayor. Después de eso tendría otros trabajos más, y entre esas misiones volvió a encargarse de otros bandidos, volvió a matar. Incluso en los caminos a veces estos intentaban asaltarle y no quedaba otra, matar o morir. Empezó a ser más fácil de sobrellevar, poco a poco se iría forjando, se iría acostumbrando. Pero a veces no podía evitar pensar: “¿Algún día me perderé en esto?” “¿Qué pasa si empiezo a agarrarle el gusto?” “¿Y si hubiera una guerra y me viese forzado a participar?” Eran las muchas interrogantes que invadían lo profundo de su mente, pero por ahora no le quedaba más que asumir.
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  • Tirada en el sillón del salón de la academia. Su compañera hoy: la resaca.

    Hace más de una hora que está viendo clips aleatorios con comerciales incluidos. Tanta era su flojera que ni siquiera quiso levantar la mano para hacer "skip".

    Al rato ya se le podía escuchar recitar la publicidad junto con la pantalla.

    ▬"Usted está buscando una residencia permanente para los Estados Unidos y es profesional en las áreas de. . . "
    Tirada en el sillón del salón de la academia. Su compañera hoy: la resaca. Hace más de una hora que está viendo clips aleatorios con comerciales incluidos. Tanta era su flojera que ni siquiera quiso levantar la mano para hacer "skip". Al rato ya se le podía escuchar recitar la publicidad junto con la pantalla. ▬"Usted está buscando una residencia permanente para los Estados Unidos y es profesional en las áreas de. . . "
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  • Es ya muy tarde y aún sigue en pie. Intentó acostarse un rato para escuchar música y relajarse pero lo único que logró fue contar las tablas del techo de su habitación.

    Resignada, bajó a la cocina de la Academia para preparase alguna infusión como la que Aranthos le compartió y así poder relajarse de alguna vez.

    La incertidumbre sigue en ella, pero ya está cediendo puesto que no tuvo noticia alguna sobre algo malo que ocurriera en el lugar.

    Tomó la tasa y subió al techo del inmueble para continuar escuchando melodías que pudieran relajarla de una vez. A los pocos minutos un pequeño felino se acercó con confianza a demandar mimos.

    -¿Y tu? ¿De donde saliste?- preguntó la tiefling puesto que era primera vez que lo veía por ahí. -Mmhh. . . No sé que hacer ahora. No me siento cómoda. Necesito encontrar algo para mis noches.-

    -Miau-

    - ¿Mmh? ¿Tienes alguna idea cariño?- preguntó acariciando el mentón del gato.

    -Miau- respondió el pequeño para luego girarse y mirar en dirección a la ciudad, hacia un pequeño establecimiento en donde cada cierto tiempo entraban y salian clientes.

    -¿Qué? ¿El bar?.-

    -Miau- maulló como si estuviera asintiendo.

    -Aish. . . hace mucho tiempo que no voy para allá. Quizás mañana me dé una vuelta por ahí. Gracias por tu idea precioso bebe.- finalizó sonriendo Kite acariciando con ternura al animal.

    Es ya muy tarde y aún sigue en pie. Intentó acostarse un rato para escuchar música y relajarse pero lo único que logró fue contar las tablas del techo de su habitación. Resignada, bajó a la cocina de la Academia para preparase alguna infusión como la que Aranthos le compartió y así poder relajarse de alguna vez. La incertidumbre sigue en ella, pero ya está cediendo puesto que no tuvo noticia alguna sobre algo malo que ocurriera en el lugar. Tomó la tasa y subió al techo del inmueble para continuar escuchando melodías que pudieran relajarla de una vez. A los pocos minutos un pequeño felino se acercó con confianza a demandar mimos. -¿Y tu? ¿De donde saliste?- preguntó la tiefling puesto que era primera vez que lo veía por ahí. -Mmhh. . . No sé que hacer ahora. No me siento cómoda. Necesito encontrar algo para mis noches.- -Miau- - ¿Mmh? ¿Tienes alguna idea cariño?- preguntó acariciando el mentón del gato. -Miau- respondió el pequeño para luego girarse y mirar en dirección a la ciudad, hacia un pequeño establecimiento en donde cada cierto tiempo entraban y salian clientes. -¿Qué? ¿El bar?.- -Miau- maulló como si estuviera asintiendo. -Aish. . . hace mucho tiempo que no voy para allá. Quizás mañana me dé una vuelta por ahí. Gracias por tu idea precioso bebe.- finalizó sonriendo Kite acariciando con ternura al animal.
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  • —¡Buenos días!

    Acaba de despertarse y, tras darse una ducha rápida, se está bebiendo un café muy cargado.

    Aún no sabe qué hará hoy. Quizá pase por la Academia Jujutsu de Tokio o quizá regrese a la de Kioto para seguir entrenando con Tôdô.


    #YukiTsukumo
    ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen
    #2D #Personajes2D #Comunidad2D
    —¡Buenos días! Acaba de despertarse y, tras darse una ducha rápida, se está bebiendo un café muy cargado. Aún no sabe qué hará hoy. Quizá pase por la Academia Jujutsu de Tokio o quizá regrese a la de Kioto para seguir entrenando con Tôdô. ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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  • Aquella mañana, Yuki salió de su casa con la intención de despejar su mente. Se dirigió a una cafetería y pidió una taza de café caliente.

    Sentada en una esquina tranquila, observó cómo el camarero depositaba ante ella un cappuccino con un intrincado diseño de espuma. El dibujo, cuidadosamente elaborado, era una obra de arte efímera que capturó su atención.

    La hechicera tenía planeado visitar la Academia Jujutsu de Tokio más tarde.

    Esa no era la academia con la que estaba formalmente vinculada, lo que hacía que sus visitas parecieran fuera de lugar. Pero en su interior, sabía bien por qué iba, aunque prefería no enfrentar ese pensamiento tan directamente.

    Sus pensamientos comenzaron a agitarse como una tormenta en su mente.

    ¿Qué significaba esta segunda oportunidad que se les había dado a algunos, como a ella y a Gojo? ¿Era un regreso a la lucha? ¿Un llamado a ser nuevamente herramientas en manos de otros o a voluntad de otros? ¿ O acaso era un camino ineludible hacia el sacrificio por un bien común?

    Cada posibilidad se arremolinaba en su mente, llenándola de incertidumbre y dejándola con más preguntas que respuestas.

    #YukiTsukumo
    ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen
    #2D #Personajes2D #Comunidad2D
    Aquella mañana, Yuki salió de su casa con la intención de despejar su mente. Se dirigió a una cafetería y pidió una taza de café caliente. Sentada en una esquina tranquila, observó cómo el camarero depositaba ante ella un cappuccino con un intrincado diseño de espuma. El dibujo, cuidadosamente elaborado, era una obra de arte efímera que capturó su atención. La hechicera tenía planeado visitar la Academia Jujutsu de Tokio más tarde. Esa no era la academia con la que estaba formalmente vinculada, lo que hacía que sus visitas parecieran fuera de lugar. Pero en su interior, sabía bien por qué iba, aunque prefería no enfrentar ese pensamiento tan directamente. Sus pensamientos comenzaron a agitarse como una tormenta en su mente. ¿Qué significaba esta segunda oportunidad que se les había dado a algunos, como a ella y a Gojo? ¿Era un regreso a la lucha? ¿Un llamado a ser nuevamente herramientas en manos de otros o a voluntad de otros? ¿ O acaso era un camino ineludible hacia el sacrificio por un bien común? Cada posibilidad se arremolinaba en su mente, llenándola de incertidumbre y dejándola con más preguntas que respuestas. ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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  • —¡Buenos días!

    Buscó un sitio elevado, se subió en el mismo y se encendió un cigarro. Le dio una profunda calada y después expulsó lentamente el humo mientras observaba a los alumnos de diferentes cursos entrenar en los jardines de la Academia Jujutsu.

    —Algunos estáis muy verdes aún... —murmuró refiriéndose a algunos de los más inexpertos.

    #YukiTsukumo
    ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen
    #2D #Personajes2D #Comunidad2D
    —¡Buenos días! Buscó un sitio elevado, se subió en el mismo y se encendió un cigarro. Le dio una profunda calada y después expulsó lentamente el humo mientras observaba a los alumnos de diferentes cursos entrenar en los jardines de la Academia Jujutsu. —Algunos estáis muy verdes aún... —murmuró refiriéndose a algunos de los más inexpertos. ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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  • Nada más que los primeros rayos de sol bañaron Tokio, Yuki empezó su exigente entrenamiento en los jardines de la Academia Jujutsu.

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    Nada más que los primeros rayos de sol bañaron Tokio, Yuki empezó su exigente entrenamiento en los jardines de la Academia Jujutsu. ⏍ #YukiTsukumo ⏍ Fᥲᥒdom #JujutsuKaisen ⏍ #2D #Personajes2D #Comunidad2D
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