El asfalto vibraba bajo sus pasos metálicos mientras el prototipo se detenía al borde de la avenida principal. A menos de doscientos metros, un retén policial bloqueaba el paso con vehículos blindados y agentes armados hasta los dientes, apuntando sus rifles hacia él como si sus balas pudieran alterar el resultado. El cyborg analizó la formación en segundos: tres francotiradores en los techos, dos unidades de apoyo con drones, ocho efectivos en línea con armamento antimaterial. Su visor proyectó datos en rojo: **"NIVEL DE AMENAZA: MODERADO. ESTRATEGIA DE NEUTRALIZACIÓN: ACTIVA."**
No hizo amenazas, no levantó las manos. En silencio, desenfundó su Neutralization Blade, la hoja chispeando como si anticipara el combate. Desde su espalda, el mecanismo del Kinetic Railgun se desplegó con un clic hidráulico, apuntando hacia el cielo por unos segundos antes de enfocar a los francotiradores. Internamente, sus sistemas se sincronizaban: pulso cero, visión múltiple, reflejos aumentados. La voz distorsionada de su núcleo le susurró con calma militar:
**“Retén detectado. Resistencia probable. Activar protocolo de avance táctico.”**
Y sin más, dio el primer paso hacia el bloqueo, sin temor, sin dudas. Porque aunque no sabía a dónde va, había sido construido para abrirse camino, con o sin permiso.
No hizo amenazas, no levantó las manos. En silencio, desenfundó su Neutralization Blade, la hoja chispeando como si anticipara el combate. Desde su espalda, el mecanismo del Kinetic Railgun se desplegó con un clic hidráulico, apuntando hacia el cielo por unos segundos antes de enfocar a los francotiradores. Internamente, sus sistemas se sincronizaban: pulso cero, visión múltiple, reflejos aumentados. La voz distorsionada de su núcleo le susurró con calma militar:
**“Retén detectado. Resistencia probable. Activar protocolo de avance táctico.”**
Y sin más, dio el primer paso hacia el bloqueo, sin temor, sin dudas. Porque aunque no sabía a dónde va, había sido construido para abrirse camino, con o sin permiso.
El asfalto vibraba bajo sus pasos metálicos mientras el prototipo se detenía al borde de la avenida principal. A menos de doscientos metros, un retén policial bloqueaba el paso con vehículos blindados y agentes armados hasta los dientes, apuntando sus rifles hacia él como si sus balas pudieran alterar el resultado. El cyborg analizó la formación en segundos: tres francotiradores en los techos, dos unidades de apoyo con drones, ocho efectivos en línea con armamento antimaterial. Su visor proyectó datos en rojo: **"NIVEL DE AMENAZA: MODERADO. ESTRATEGIA DE NEUTRALIZACIÓN: ACTIVA."**
No hizo amenazas, no levantó las manos. En silencio, desenfundó su Neutralization Blade, la hoja chispeando como si anticipara el combate. Desde su espalda, el mecanismo del Kinetic Railgun se desplegó con un clic hidráulico, apuntando hacia el cielo por unos segundos antes de enfocar a los francotiradores. Internamente, sus sistemas se sincronizaban: pulso cero, visión múltiple, reflejos aumentados. La voz distorsionada de su núcleo le susurró con calma militar:
**“Retén detectado. Resistencia probable. Activar protocolo de avance táctico.”**
Y sin más, dio el primer paso hacia el bloqueo, sin temor, sin dudas. Porque aunque no sabía a dónde va, había sido construido para abrirse camino, con o sin permiso.
