• El sol de la tarde bañaba el jardín en tonos dorados mientras hojas y flores se mecían suavemente al ritmo del viento. Un suave crujido en la madera vieja llamó la atención de (....), quien estaba sentada en una banca debajo de la pérgola. Al alzar la vista, se encontró con dos grandes ojos curiosos que la observaban desde lo alto.

    Un pequeño gato blanco asomaba su cabeza entre las hojas, colgando boca abajo, como si intentara descubrir qué hacía la persona ahí. Sus orejas rosas se iluminaban con la luz del sol, y las sombras juguetonas de las plantas bailaban sobre su pelaje esponjoso.

    "¿Tú también te escondes del mundo, pequeño?" murmuró (....), sonriendo. Para su sorpresa, el gato inclinó su cabecita y, con una voz suave y juguetona, respondió: "¿Quieres jugar?"

    (....) parpadeó, atónit@; antes de que pudiera reaccionar, el gato soltó una risita traviesa y desapareció entre el follaje, dejando tras de sí solo el sonido suave de las hojas moviéndose.
    El sol de la tarde bañaba el jardín en tonos dorados mientras hojas y flores se mecían suavemente al ritmo del viento. Un suave crujido en la madera vieja llamó la atención de (....), quien estaba sentada en una banca debajo de la pérgola. Al alzar la vista, se encontró con dos grandes ojos curiosos que la observaban desde lo alto. Un pequeño gato blanco asomaba su cabeza entre las hojas, colgando boca abajo, como si intentara descubrir qué hacía la persona ahí. Sus orejas rosas se iluminaban con la luz del sol, y las sombras juguetonas de las plantas bailaban sobre su pelaje esponjoso. "¿Tú también te escondes del mundo, pequeño?" murmuró (....), sonriendo. Para su sorpresa, el gato inclinó su cabecita y, con una voz suave y juguetona, respondió: "¿Quieres jugar?" (....) parpadeó, atónit@; antes de que pudiera reaccionar, el gato soltó una risita traviesa y desapareció entre el follaje, dejando tras de sí solo el sonido suave de las hojas moviéndose.
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  • Me quedo frente al espejo, observando el reflejo. Hoy decidí hacer algo diferente: un nuevo peinado. Mis dedos juegan con algunos mechones de mi cabello pelirrojo mientras intento convencerme de que este cambio es una buena idea.

    "¿Cómo me veo?", murmuro, aunque no hay nadie más en la habitación para responderme. Me doy una vuelta frente al espejo, tratando de apreciar todos los ángulos. Después de 300 años, pensé que un cambio no me vendría mal... aunque no estoy del todo seguro aún.
    Me quedo frente al espejo, observando el reflejo. Hoy decidí hacer algo diferente: un nuevo peinado. Mis dedos juegan con algunos mechones de mi cabello pelirrojo mientras intento convencerme de que este cambio es una buena idea. "¿Cómo me veo?", murmuro, aunque no hay nadie más en la habitación para responderme. Me doy una vuelta frente al espejo, tratando de apreciar todos los ángulos. Después de 300 años, pensé que un cambio no me vendría mal... aunque no estoy del todo seguro aún.
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  • Tinis piriji

    - Murmuro imitando a la persona que le habia preguntado por eso, odiaba que le pregunten por su vida amorosa ¿Por que? Ni el sabe, pero le molestaba.

    - ¿La gente no tenia mejores dudas? Que necesidad de preguntar sobre la vida personal de una persona, osea, tambien odiaba que confundan su amabilidad con coqueteo. Por favor, si a el le gustaba alguien se hacia notar.

    - Preferia que le pregunten como le gustaria morir a que quien le atraia o si tenia pareja, tal vez le molestaba el hecho de que su vida amorosa era una mrd.
    Tinis piriji - Murmuro imitando a la persona que le habia preguntado por eso, odiaba que le pregunten por su vida amorosa ¿Por que? Ni el sabe, pero le molestaba. - ¿La gente no tenia mejores dudas? Que necesidad de preguntar sobre la vida personal de una persona, osea, tambien odiaba que confundan su amabilidad con coqueteo. Por favor, si a el le gustaba alguien se hacia notar. - Preferia que le pregunten como le gustaria morir a que quien le atraia o si tenia pareja, tal vez le molestaba el hecho de que su vida amorosa era una mrd.
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  • - Para Andrew hoy fue un dia bastante productivo... Algo de lo que su yo del pasado no estaria orgulloso pero honestamente ahora le daba igual.

    - Estaba cansado, tomo una copa y una botella de vino de su estanteria y se sento en la mesa, dispuesto a gozar de esta bebida.

    - Tomo su cigarro y lo encendio, poso este en sus labios y le dio una calada, para luego posar la copa en sus labios y tambien darle un sorbo.

    Agh... Dia de mierda...

    - Murmuro para si mismo, repitiendo sus mismas acciones hasta terminar la bebida y el cigarro.
    - Para Andrew hoy fue un dia bastante productivo... Algo de lo que su yo del pasado no estaria orgulloso pero honestamente ahora le daba igual. - Estaba cansado, tomo una copa y una botella de vino de su estanteria y se sento en la mesa, dispuesto a gozar de esta bebida. - Tomo su cigarro y lo encendio, poso este en sus labios y le dio una calada, para luego posar la copa en sus labios y tambien darle un sorbo. Agh... Dia de mierda... - Murmuro para si mismo, repitiendo sus mismas acciones hasta terminar la bebida y el cigarro.
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  • Que..
    Maldito estrés... - murmurando muy bajito -
    Que.. Maldito estrés... - murmurando muy bajito -
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  • La única forma "prudente" que se le ocurrió para controlar el celo, había sido dormir durante todo el día, aunque le servía para mantenerlo en aparente paz, poco a poco su cuerpo iba resintiendo cada instante, comenzando a subir la temperatura de todo su ser en una pequeña fiebre que sólo sería la punta del iceberg.

    Se removía algo incomodo, apretando los ojos y tratando de volver a acomodarse para seguir durmiendo, aunque junto a la fiebre, llegó un leve dolor de cabeza que igual iría en aumento.
    La única forma "prudente" que se le ocurrió para controlar el celo, había sido dormir durante todo el día, aunque le servía para mantenerlo en aparente paz, poco a poco su cuerpo iba resintiendo cada instante, comenzando a subir la temperatura de todo su ser en una pequeña fiebre que sólo sería la punta del iceberg. Se removía algo incomodo, apretando los ojos y tratando de volver a acomodarse para seguir durmiendo, aunque junto a la fiebre, llegó un leve dolor de cabeza que igual iría en aumento.
    Me entristece
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  • —Finalmente bebió tanto que acabó durmiéndose en la barra del bar —
    —Finalmente bebió tanto que acabó durmiéndose en la barra del bar —
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  • Aquella joven se apoyó en el mostrador de la tienda de conveniencia, mirando distraídamente hacia la puerta principal. El día avanzaba lento, y la pequeña campana que colgaba del marco no había sonado en horas. El aburrimiento comenzaba a apoderarse de ella, algo poco común en una ciudad donde siempre había personas entrando y saliendo.

    Dio un largo suspiro, sintiendo el peso del silencio que solo se interrumpía por el zumbido del refrigerador y el suave murmullo del aire acondicionado. La tienda, normalmente bulliciosa y llena de movimiento, hoy parecía un desierto. Los estantes, repletos de artículos cotidianos como snacks, bebidas y revistas, le resultaban extrañamente monótonos. Incluso los productos que solían captar su atención, como las coloridas bolsas de dulces y las revistas con portadas llamativas, se veían hoy carentes de vida.

    —¿Dónde están todos cuando se necesita un poco de acción? —murmuró para sí misma, dejando caer la cabeza sobre sus brazos cruzados en el mostrador.

    Para no sucumbir por completo al aburrimiento, decidió dar una vuelta por los pasillos de la tienda. Repasó el inventario con la mirada: galletas, cereales, latas de sopa alineadas con precisión, y una fila de botellas de refresco perfectamente organizadas. Hizo un esfuerzo por encontrar algo que necesitara ser ordenado o limpiado, pero todo parecía estar en su lugar. Incluso los precios en las etiquetas estaban correctamente actualizados.

    Finalmente, se acercó a la caja registradora y sacó un cuaderno de bocetos que tenía guardado debajo del mostrador. Si el día iba a seguir tan aburrido, al menos podría entretenerse un poco dibujando. Abrió el cuaderno en una página en blanco y se quedó mirando el papel por un momento, esperando que la inspiración llegara. Al poco tiempo, su mano comenzó a moverse, trazando líneas y sombras al azar. Dibujaba sin un objetivo claro, permitiendo que sus pensamientos fluyeran con cada trazo.

    Mientras las líneas tomaban forma, su expresión se suavizó. Dibujar siempre había sido una forma de escapar, de evadir la rutina cuando todo a su alrededor parecía detenerse. Pronto, un paisaje urbano empezó a surgir en la página, con calles estrechas y edificios altos que parecían perderse en las nubes. Era un lugar imaginario, lleno de detalles y recovecos, un espacio donde podía perderse cuando la realidad se volvía demasiado predecible.

    Después de un rato, la campana de la puerta finalmente sonó, sacándola de su ensueño. Carmina levantó la vista, sorprendida por el sonido que había roto la calma que envolvía la tienda. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras cerraba el cuaderno de bocetos y lo dejaba a un lado.

    —¡Bienvenido! —dijo con una energía renovada, sintiendo cómo el lugar volvía a llenarse de vida con la llegada de un cliente. Quizá este día aburrido no sería tan aburrido después de todo.
    Aquella joven se apoyó en el mostrador de la tienda de conveniencia, mirando distraídamente hacia la puerta principal. El día avanzaba lento, y la pequeña campana que colgaba del marco no había sonado en horas. El aburrimiento comenzaba a apoderarse de ella, algo poco común en una ciudad donde siempre había personas entrando y saliendo. Dio un largo suspiro, sintiendo el peso del silencio que solo se interrumpía por el zumbido del refrigerador y el suave murmullo del aire acondicionado. La tienda, normalmente bulliciosa y llena de movimiento, hoy parecía un desierto. Los estantes, repletos de artículos cotidianos como snacks, bebidas y revistas, le resultaban extrañamente monótonos. Incluso los productos que solían captar su atención, como las coloridas bolsas de dulces y las revistas con portadas llamativas, se veían hoy carentes de vida. —¿Dónde están todos cuando se necesita un poco de acción? —murmuró para sí misma, dejando caer la cabeza sobre sus brazos cruzados en el mostrador. Para no sucumbir por completo al aburrimiento, decidió dar una vuelta por los pasillos de la tienda. Repasó el inventario con la mirada: galletas, cereales, latas de sopa alineadas con precisión, y una fila de botellas de refresco perfectamente organizadas. Hizo un esfuerzo por encontrar algo que necesitara ser ordenado o limpiado, pero todo parecía estar en su lugar. Incluso los precios en las etiquetas estaban correctamente actualizados. Finalmente, se acercó a la caja registradora y sacó un cuaderno de bocetos que tenía guardado debajo del mostrador. Si el día iba a seguir tan aburrido, al menos podría entretenerse un poco dibujando. Abrió el cuaderno en una página en blanco y se quedó mirando el papel por un momento, esperando que la inspiración llegara. Al poco tiempo, su mano comenzó a moverse, trazando líneas y sombras al azar. Dibujaba sin un objetivo claro, permitiendo que sus pensamientos fluyeran con cada trazo. Mientras las líneas tomaban forma, su expresión se suavizó. Dibujar siempre había sido una forma de escapar, de evadir la rutina cuando todo a su alrededor parecía detenerse. Pronto, un paisaje urbano empezó a surgir en la página, con calles estrechas y edificios altos que parecían perderse en las nubes. Era un lugar imaginario, lleno de detalles y recovecos, un espacio donde podía perderse cuando la realidad se volvía demasiado predecible. Después de un rato, la campana de la puerta finalmente sonó, sacándola de su ensueño. Carmina levantó la vista, sorprendida por el sonido que había roto la calma que envolvía la tienda. Una sonrisa se dibujó en su rostro mientras cerraba el cuaderno de bocetos y lo dejaba a un lado. —¡Bienvenido! —dijo con una energía renovada, sintiendo cómo el lugar volvía a llenarse de vida con la llegada de un cliente. Quizá este día aburrido no sería tan aburrido después de todo.
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  • Lan Wangji

    aprovechando que la luna brillaba bastante, decidió vestirse acorde a lo colores de la noche, llevando también al jade a un cerro que se podría apreciar la luna en gran tamaño.

    cuando estaban alejados de oídos ajenos, el elfo comienza a cantar lo suficiente fuerte y claro que se pueda escuchar.-

    Me cansé de echarte de menos
    Durmiendo en la misma cama
    Separados por el hielo
    De hacer la compra en la farmacia
    Sonreírle a la desgracia
    Boxeando con los celos
    Y es que no puedo estar así
    Las manecillas del reloj
    Son el demonio que me tiene hablando solo
    Soy el capitán de este barco roto
    Soy el gilipollas que te sabe a poco
    Soy el corazón bastardo de cupido
    Que alejas del tuyo con cada latido
    Soy como un satélite orbitando un cuerpo
    Que siempre se enfría en el mismo momento
    Soy tan solo el viento
    Que ya no despeina el eco de tu voz
    Me cansé de vender por piezas
    Nuestro amor que fue tan caro
    Como si fuera robado
    Ya me cansé de tanto ruido
    De esconderme en el armario
    Cuando yo soy el marido
    Y es que no puedo estar así
    Las manecillas del reloj
    Son el demonio que me tiene hablando solo
    Soy el capitán de este barco roto
    Soy el gilipollas que te sabe a poco
    Soy el corazón bastardo de cupido
    Que alejas del tuyo con cada latido
    Soy como un satélite orbitando un cuerpo
    Que siempre se enfría en el mismo momento
    Soy tan solo el viento
    Que ya no despeina el eco de tu voz
    Sé que soy
    El tercero en discordia
    El tonto sin memoria
    El que no sabe nada de tu vida
    Sé que soy
    Un barco malherido
    Tocado y hundido
    Soy el capitán de este barco roto
    Soy el gilipollas que te sabe a poco
    Soy el corazón bastardo de cupido
    Que alejas del tuyo con cada latido
    Soy como un satélite orbitando un cuerpo
    Que siempre se enfría en el mismo momento
    Soy tan solo el viento
    Que ya no despeina el eco de tu voz
    Sé que soy
    El tercero en discordia
    El tonto sin memoria
    El que no sabe nada de tu vida
    Sé que soy
    Un barco malherido
    (Tocado, tocado, tocado, tocado)
    Y hundido en el mar profundo
    Y frío de tus recuerdos
    Perdido en las curvas peligrosas de tus labios
    Dolido porque nuestro amor se muere de sueño
    Y no sé qué hacer ni decir para despertarlo
    Tocado y hundido...

    https://www.youtube.com/watch?v=1JwAr4ZxdMk
    [LanWangji] aprovechando que la luna brillaba bastante, decidió vestirse acorde a lo colores de la noche, llevando también al jade a un cerro que se podría apreciar la luna en gran tamaño. cuando estaban alejados de oídos ajenos, el elfo comienza a cantar lo suficiente fuerte y claro que se pueda escuchar.- Me cansé de echarte de menos Durmiendo en la misma cama Separados por el hielo De hacer la compra en la farmacia Sonreírle a la desgracia Boxeando con los celos Y es que no puedo estar así Las manecillas del reloj Son el demonio que me tiene hablando solo Soy el capitán de este barco roto Soy el gilipollas que te sabe a poco Soy el corazón bastardo de cupido Que alejas del tuyo con cada latido Soy como un satélite orbitando un cuerpo Que siempre se enfría en el mismo momento Soy tan solo el viento Que ya no despeina el eco de tu voz Me cansé de vender por piezas Nuestro amor que fue tan caro Como si fuera robado Ya me cansé de tanto ruido De esconderme en el armario Cuando yo soy el marido Y es que no puedo estar así Las manecillas del reloj Son el demonio que me tiene hablando solo Soy el capitán de este barco roto Soy el gilipollas que te sabe a poco Soy el corazón bastardo de cupido Que alejas del tuyo con cada latido Soy como un satélite orbitando un cuerpo Que siempre se enfría en el mismo momento Soy tan solo el viento Que ya no despeina el eco de tu voz Sé que soy El tercero en discordia El tonto sin memoria El que no sabe nada de tu vida Sé que soy Un barco malherido Tocado y hundido Soy el capitán de este barco roto Soy el gilipollas que te sabe a poco Soy el corazón bastardo de cupido Que alejas del tuyo con cada latido Soy como un satélite orbitando un cuerpo Que siempre se enfría en el mismo momento Soy tan solo el viento Que ya no despeina el eco de tu voz Sé que soy El tercero en discordia El tonto sin memoria El que no sabe nada de tu vida Sé que soy Un barco malherido (Tocado, tocado, tocado, tocado) Y hundido en el mar profundo Y frío de tus recuerdos Perdido en las curvas peligrosas de tus labios Dolido porque nuestro amor se muere de sueño Y no sé qué hacer ni decir para despertarlo Tocado y hundido... https://www.youtube.com/watch?v=1JwAr4ZxdMk
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