• Oh, Dios… mamá me va a matar.


    —Murmura Sarah, levantándose apresurada de la mesa mientras rebusca entre sus cosas el celular. Había prometido llamar cada mañana, y otra vez se le hizo tarde.—
    Oh, Dios… mamá me va a matar. —Murmura Sarah, levantándose apresurada de la mesa mientras rebusca entre sus cosas el celular. Había prometido llamar cada mañana, y otra vez se le hizo tarde.—
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  • : “Motor y silencio”*

    El cielo del reino estaba quieto. Las nubes rosadas flotaban como algodones gigantes mientras el sol distante bañaba la pista suspendida en una luz cálida y dorada. No había truenos. No había rivales. Solo un viento suave que acariciaba la piel.

    Jett Wheeler estaba recostado cerca de su auto el Deora, con los brazos detrás de la cabeza, la sombrilla apoyada al costado, cerrada.

    —Hmh… Tranquilo, ¿eh? —murmuró, cerrando un ojo.

    Un ave atravesó el cielo lejano, y el único sonido era el leve *tic-tic* del motor enfriándose.

    Jett sonrió.

    —Sí… demasiado tranquilo.

    Se sentó de golpe, hizo crujir el cuello y luego se lanzó al asiento del piloto como si el mundo acabara de empezar a girar otra vez.

    —Vamos, Mirage. A ver si la pista nos extrañó.

    Y con un rugido limpio, el Deora encendió sus luces y aceleró hacia el horizonte celeste, dejando una estela brillante entre las nubes.
    🌅: “Motor y silencio”* El cielo del reino estaba quieto. Las nubes rosadas flotaban como algodones gigantes mientras el sol distante bañaba la pista suspendida en una luz cálida y dorada. No había truenos. No había rivales. Solo un viento suave que acariciaba la piel. Jett Wheeler estaba recostado cerca de su auto el Deora, con los brazos detrás de la cabeza, la sombrilla apoyada al costado, cerrada. —Hmh… Tranquilo, ¿eh? —murmuró, cerrando un ojo. Un ave atravesó el cielo lejano, y el único sonido era el leve *tic-tic* del motor enfriándose. Jett sonrió. —Sí… demasiado tranquilo. Se sentó de golpe, hizo crujir el cuello y luego se lanzó al asiento del piloto como si el mundo acabara de empezar a girar otra vez. —Vamos, Mirage. A ver si la pista nos extrañó. Y con un rugido limpio, el Deora encendió sus luces y aceleró hacia el horizonte celeste, dejando una estela brillante entre las nubes.
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  • El vampiro se apoya contra la mesa de acero manchada de sangre. Lleva una camisa blanca remangada hasta los codos, ahora teñida de rojo. Su chaleco negro y su corbata desajustada le dan un aire de funeral permanente. Sus ojos, dorados por la sangre recién consumida, brillan con culpa más que con hambre.

    mike el último de los Hijos de la Estrella Rota, observa su mano con asco. La sangre salpica su piel como la evidencia de una promesa rota. Pero no. No es sangre humana. No esta vez.

    —“No eran inocentes… No más. Estaban infectados, perdidos. No quedaba mente que salvar en esas bestias.” —murmura, más para sí que para justificarlo ante los espectros que aún lo siguen en su conciencia.

    Los lobos... eran una vez guardianes del Equilibrio. Hasta que la enfermedad de la Luna Rota los corrompió. Su carne se pudre aún con vida. Su alma, retorcida. Y aunque nadie más se atreve a enfrentarlos, él los caza. Uno a uno. Porque en su sangre todavía hay poder... y pureza.

    Se pasa la mano ensangrentada por el rostro, dejando un rastro oscuro en su mejilla. No siente orgullo. Sólo cansancio.

    “Podría ser más fácil... solo una vez. Probar la sangre humana de nuevo. Una pequeña desviación.”

    Pero cada noche, recuerda. A ella. La última mortal que confió en él. Su voz, antes de morir en sus brazos:

    —“Prométeme que no te convertirás en lo que te hicieron.”

    Y él lo juró. Ante la luna, ante el dolor, ante la eternidad.

    Así que allí está. Solo. Rodeado de acero, sangre y silencio. El carnicero de lo corrupto. El médico del fin del mundo. Un monstruo que eligió no serlo.

    —“Mañana... habrá otro. Siempre hay otro. Pero no serán humanos. Jamás otra vez.”

    Y con el sonido de su gabardina arrastrando, desaparece entre las sombras del laboratorio, como un fantasma con propósito.
    El vampiro se apoya contra la mesa de acero manchada de sangre. Lleva una camisa blanca remangada hasta los codos, ahora teñida de rojo. Su chaleco negro y su corbata desajustada le dan un aire de funeral permanente. Sus ojos, dorados por la sangre recién consumida, brillan con culpa más que con hambre. mike el último de los Hijos de la Estrella Rota, observa su mano con asco. La sangre salpica su piel como la evidencia de una promesa rota. Pero no. No es sangre humana. No esta vez. —“No eran inocentes… No más. Estaban infectados, perdidos. No quedaba mente que salvar en esas bestias.” —murmura, más para sí que para justificarlo ante los espectros que aún lo siguen en su conciencia. Los lobos... eran una vez guardianes del Equilibrio. Hasta que la enfermedad de la Luna Rota los corrompió. Su carne se pudre aún con vida. Su alma, retorcida. Y aunque nadie más se atreve a enfrentarlos, él los caza. Uno a uno. Porque en su sangre todavía hay poder... y pureza. Se pasa la mano ensangrentada por el rostro, dejando un rastro oscuro en su mejilla. No siente orgullo. Sólo cansancio. “Podría ser más fácil... solo una vez. Probar la sangre humana de nuevo. Una pequeña desviación.” Pero cada noche, recuerda. A ella. La última mortal que confió en él. Su voz, antes de morir en sus brazos: —“Prométeme que no te convertirás en lo que te hicieron.” Y él lo juró. Ante la luna, ante el dolor, ante la eternidad. Así que allí está. Solo. Rodeado de acero, sangre y silencio. El carnicero de lo corrupto. El médico del fin del mundo. Un monstruo que eligió no serlo. —“Mañana... habrá otro. Siempre hay otro. Pero no serán humanos. Jamás otra vez.” Y con el sonido de su gabardina arrastrando, desaparece entre las sombras del laboratorio, como un fantasma con propósito.
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  • °La habitación estaba apenas iluminada por una tenue luz morada que colgaba sobre el espejo de cuerpo completo. El marco del espejo estaba adornado con flores pequeñas y cadenas oxidadas, reflejando a la perfección la complicada estética de mi ser.

    Vestía completamente de negro, con una blusa que dejaba ver los tatuajes que trepaban por mi cuello , abdomen , cadera y brazos como hiedra oscura. Llevaba pantalones de vinilo ceñidos y botas con plataformas altas que hacían temblar el suelo con cada paso. ( Los cuales me ayudan a verme más alta)

    Con gesto concentrado, me acomodaba mi cabello azabache, enredando entre los mechones algunas hebillas plateadas con forma de cruces, lunas y cuchillas. Luego, ajusté cada uno de mis múltiples piercings: la ceja, la nariz, el labio, las orejas—cada uno cuidadosamente elegido para encajar con su estilo letal y elegante.°

    –" Eso es"

    Al final, me puse mi último anillo—uno con un lindo unicornio, Pero luego me arrepentí y cambie a uno de calavera —y di una vuelta sobre mi misma frente al espejo.

    Me incliné ligeramente hacia mi reflejo, alzó una ceja y murmuró con una sonrisa burlona:°

    —"Perfecta… o al menos lo suficientemente intimidante como para que nadie note que el amor me está atrapando del cuello"
    °La habitación estaba apenas iluminada por una tenue luz morada que colgaba sobre el espejo de cuerpo completo. El marco del espejo estaba adornado con flores pequeñas y cadenas oxidadas, reflejando a la perfección la complicada estética de mi ser. Vestía completamente de negro, con una blusa que dejaba ver los tatuajes que trepaban por mi cuello , abdomen , cadera y brazos como hiedra oscura. Llevaba pantalones de vinilo ceñidos y botas con plataformas altas que hacían temblar el suelo con cada paso. ( Los cuales me ayudan a verme más alta) Con gesto concentrado, me acomodaba mi cabello azabache, enredando entre los mechones algunas hebillas plateadas con forma de cruces, lunas y cuchillas. Luego, ajusté cada uno de mis múltiples piercings: la ceja, la nariz, el labio, las orejas—cada uno cuidadosamente elegido para encajar con su estilo letal y elegante.° –" Eso es" Al final, me puse mi último anillo—uno con un lindo unicornio, Pero luego me arrepentí y cambie a uno de calavera —y di una vuelta sobre mi misma frente al espejo. Me incliné ligeramente hacia mi reflejo, alzó una ceja y murmuró con una sonrisa burlona:° —"Perfecta… o al menos lo suficientemente intimidante como para que nadie note que el amor me está atrapando del cuello"
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  • Entre la gente y la sombra
    Categoría Original
    Ash Bornhater Everblack

    Un lugar pequeño, de arquitectura colonial con detalles modernos, donde todo parece normal… hasta que se mira más de cerca. Las casas tienen símbolos extraños tallados en sus marcos. Las calles están demasiado limpias. Las ventanas, demasiado cerradas. Y los habitantes… demasiado atentos.

    A primera vista, Crossroad es una postal de calma. Pero al caer la noche, las cosas cambian. Criaturas se arrastran desde las grietas, los susurros se multiplican en las sombras, y los nombres de los desaparecidos se murmuran en las tabernas.

    Criaturas como arañas gigantes, golems de hueso, ratas mutantes, gárgolas que vigilan desde los tejados, hombres lobo sin manada, y vampiros renegados rondan sus límites. Nadie lo dice abiertamente, pero todos lo saben que Crossroad es un lugar con muchos secretos.

    A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, Lyra no puede evitar llamar la atención. Su belleza antinatural, su elegancia silenciosa y su aura fría generan miradas en los mercados, susurros en las calles, y desconfianza entre los religiosos del pueblo. Todos la observan, pero ella también lo hace.

    En el mercadillo...

    Las manos de Lyra rozaron las frutas frescas dispuestas en la madera desgastada del puesto. La textura rugosa de la cáscara de una manzana contrastaba con la suavidad impecable de su piel pálida. Mientras elegía con cuidado, sus sentidos se agudizaron, un cambio sutil en el aire, un escalofrío apenas perceptible que no pertenecía al viento.

    Una presencia cercana, demasiado cerca para ser casual, hizo que levantara la mirada lentamente. En medio del bullicio del mercado, sus ojos se encontraron con una figura que parecía haber emergido de las sombras mismas. La sonrisa que iluminó su rostro fue dulce, casi inocente, pero sus palabras estaban cargadas de una promesa silenciosa.

    —¿Apareciste más rápido de lo que esperaba? —musitó con voz melodiosa, como un canto que solo unos pocos podían oír —Parece que en Crossroad las noticias vuelan rápido... o quizás alguien disfruta de la anticipación —agregó, con un tono igualmente dulce pero lleno de doble filo—. ¿Quién me espera tan impacientemente?


    [myth_titanium_squirrel_291] Un lugar pequeño, de arquitectura colonial con detalles modernos, donde todo parece normal… hasta que se mira más de cerca. Las casas tienen símbolos extraños tallados en sus marcos. Las calles están demasiado limpias. Las ventanas, demasiado cerradas. Y los habitantes… demasiado atentos. A primera vista, Crossroad es una postal de calma. Pero al caer la noche, las cosas cambian. Criaturas se arrastran desde las grietas, los susurros se multiplican en las sombras, y los nombres de los desaparecidos se murmuran en las tabernas. Criaturas como arañas gigantes, golems de hueso, ratas mutantes, gárgolas que vigilan desde los tejados, hombres lobo sin manada, y vampiros renegados rondan sus límites. Nadie lo dice abiertamente, pero todos lo saben que Crossroad es un lugar con muchos secretos. A pesar de sus intentos por mantener un perfil bajo, Lyra no puede evitar llamar la atención. Su belleza antinatural, su elegancia silenciosa y su aura fría generan miradas en los mercados, susurros en las calles, y desconfianza entre los religiosos del pueblo. Todos la observan, pero ella también lo hace. En el mercadillo... Las manos de Lyra rozaron las frutas frescas dispuestas en la madera desgastada del puesto. La textura rugosa de la cáscara de una manzana contrastaba con la suavidad impecable de su piel pálida. Mientras elegía con cuidado, sus sentidos se agudizaron, un cambio sutil en el aire, un escalofrío apenas perceptible que no pertenecía al viento. Una presencia cercana, demasiado cerca para ser casual, hizo que levantara la mirada lentamente. En medio del bullicio del mercado, sus ojos se encontraron con una figura que parecía haber emergido de las sombras mismas. La sonrisa que iluminó su rostro fue dulce, casi inocente, pero sus palabras estaban cargadas de una promesa silenciosa. —¿Apareciste más rápido de lo que esperaba? —musitó con voz melodiosa, como un canto que solo unos pocos podían oír —Parece que en Crossroad las noticias vuelan rápido... o quizás alguien disfruta de la anticipación —agregó, con un tono igualmente dulce pero lleno de doble filo—. ¿Quién me espera tan impacientemente?
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    Cualquier línea
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  • Tengo a una chica preciosa durmiendo en mi cama

    PD. Draco no se ve pero anda bajo las mantas, se ha robado el corazón de mi perro
    Tengo a una chica preciosa durmiendo en mi cama PD. Draco no se ve pero anda bajo las mantas, se ha robado el corazón de mi perro
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  • El sol acababa de salir y el cielo estaba teñido de un azul suave sobre el Campamento Mestizo. La brisa olía a pino, néctar y... vale. Un olor bastante desagradable para Annabeth: el sudor de sus compañeros del campamento. Con su camiseta naranja del campamento, jeans claros y su gorra de invisibilidad empujada hacia atrás, caminaba entre los pabellones con una confianza difícil de imitar.

    —Hoy no vamos a perder el tiempo con tonterías.— murmuró, medio para sí, medio para el chico de Hefesto que trataba de colarse en su escuadrón.
    El sol acababa de salir y el cielo estaba teñido de un azul suave sobre el Campamento Mestizo. La brisa olía a pino, néctar y... vale. Un olor bastante desagradable para Annabeth: el sudor de sus compañeros del campamento. Con su camiseta naranja del campamento, jeans claros y su gorra de invisibilidad empujada hacia atrás, caminaba entre los pabellones con una confianza difícil de imitar. —Hoy no vamos a perder el tiempo con tonterías.— murmuró, medio para sí, medio para el chico de Hefesto que trataba de colarse en su escuadrón.
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  • Bueno, no llego en serio. Intento entender, pero qué bueno que no hice nada respecto a la ceremonia. Bueno, me iré a dormir; al menos, durmiendo podré dejar de pensar.

    -Guardo nuevamente todo en unas cajas-

    No espero ni pido mucho Pero aún así sigo decepcionandome
    Bueno, no llego en serio. Intento entender, pero qué bueno que no hice nada respecto a la ceremonia. Bueno, me iré a dormir; al menos, durmiendo podré dejar de pensar. -Guardo nuevamente todo en unas cajas- No espero ni pido mucho Pero aún así sigo decepcionandome
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  • -Despierto de golpe con un terrible dolor de cabeza por la resaca y me percató de que no estoy en mi casa. Sudo frío al pensar en haber hecho algo que no debía; al ver a toji durmiendo en el otro sillón, me reviso rápidamente, notando que aún seguía vestido, respirando aliviado. -

    Uuuff, gracias a Satan.

    -Me muevo algo brusco, mareándome y sintiendo dolor de cabeza. -

    ¡Ahhhgg! Cielos, ¿por qué siempre pierdo el control cuando se trata de whisky?

    -Me paro rápidamente, tomando mi abrigo y caminando a la puerta. Le doy una última mirada a Toji durmiendo, riendo un poco y negando con mi cabeza. -

    Sí, que no tiene remedio, pero admito que me divertí. Contigo toji gracias ..

    -Salgo del lugar para regresar a mi casa.-
    -Despierto de golpe con un terrible dolor de cabeza por la resaca y me percató de que no estoy en mi casa. Sudo frío al pensar en haber hecho algo que no debía; al ver a toji durmiendo en el otro sillón, me reviso rápidamente, notando que aún seguía vestido, respirando aliviado. - Uuuff, gracias a Satan. -Me muevo algo brusco, mareándome y sintiendo dolor de cabeza. - ¡Ahhhgg! Cielos, ¿por qué siempre pierdo el control cuando se trata de whisky? -Me paro rápidamente, tomando mi abrigo y caminando a la puerta. Le doy una última mirada a Toji durmiendo, riendo un poco y negando con mi cabeza. - Sí, que no tiene remedio, pero admito que me divertí. Contigo toji gracias .. -Salgo del lugar para regresar a mi casa.-
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  • La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes.

    Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría.

    ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez...

    Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa.

    Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo...

    ────Diosa... Cuánto lo siento...
    La joven peli blanca había salido muy temprano a recorer el mercado, quería ver las novedades de aquel bazar que recorría siempre todo el reino Fae, su hermano había preparado negocios para que los productos que se necesitaban se quedarán en la aldea lunar y lo que se tenía listo para la venta se fuera con aquellos comerciantes. Había mucha gente, su pueblo parecía feliz y en calma, ya no la apuntaban con el dedo y tampoco murmuraban con descaro sobre ella. Era un alivio poder salir sin ser el centro de atención... Aunque siendo una Selene eso nunca se acabaría. ──── No creí que volvería a ver estás cetas alguna vez... Dijo con su bolsa de compra, esperaba poder preparar es estofado que hacía en aquella taberna que trabajo cuando recién escapó de casa. Iba concentrada en lo que estaba pensando cuando choco con alguien sin esperarlo... ────Diosa... Cuánto lo siento...
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