• Solo un pequeño baile para desentumir el cuerpo.
    Solo un pequeño baile para desentumir el cuerpo.
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Off rol: En está epoca de finales y vacaciones a tan solo unas semanas me encontrare más ausente
    Off rol: En está epoca de finales y vacaciones a tan solo unas semanas me encontrare más ausente
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • — ....me siento tan solin solito, sin nadie a mí ladooo—

    Esperando el tren ciertamente dramático
    — ....me siento tan solin solito, sin nadie a mí ladooo— Esperando el tren ciertamente dramático
    Me enjaja
    1
    15 turnos 0 maullidos
  • Aaaah... Tengo mucho sueño...

    *Elios estaba agotado y somnoliento.*

    Sé que hay sol pero no me importa un cuerno, me voy a dormir... Además ella ya se fue, y va a empezar el juego del calamar en unas horas...

    *Se va a dormir.*
    Aaaah... Tengo mucho sueño... *Elios estaba agotado y somnoliento.* Sé que hay sol pero no me importa un cuerno, me voy a dormir... Además ella ya se fue, y va a empezar el juego del calamar en unas horas... *Se va a dormir.*
    Me gusta
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Aidguar y el Fulgor del Juicio
    Categoría Acción
    Aidguar Drakona

    La brisa era densa y a lo lejos, las nubes parecían girar sobre sí mismas anunciando la cercanía de un vórtice elemental. Miyabi se detuvo en seco en lo alto de la colina envuelta en su capa mientras su cabello oscuro ondeaba como seda al viento. En su mano derecha, un pequeño mapa trazado a mano y marcado con tinta roja: "El Fragmento del Juicio".

    Frente a ella, más allá del abismo de piedra y raíces, yacía la Garganta de Aidguar, un valle quebrado y olvidado por el tiempo donde según antiguos escritos un artefacto elemental dormía bajo la vigilancia de una criatura que habian dicho era imposible.

    Miyabi descendió sin titubear, deslizándose entre formaciones rocosas hasta alcanzar la base del valle. El lugar estaba impregnado de una energía cálida y palpitante, como si el suelo respirara. Fue entonces cuando escuchó un zumbido suave, acompañado de una torpe melodía tarareada sin ritmo alguno.

    Giró la cabeza con cautela, la mano ya rozando la empuñadura de su naginata ceremonial hasta que divisó a Aidguar.

    En su forma reducida no superaba los dos metros de altura pero aún así su presencia ocupaba el claro como si fuese una montaña encarnada. Parecia estar agachado de espaldas intentando colocar cuidadosamente unas flores silvestres alrededor de una roca que resplandecía con un fulgor anaranjado. Miyabi lo observó por un instante. No era lo que esperaba de un guardían ancestral, nada de fuego o escamas relucientes ni rugidos imponentes. Solo una criatura inmensa con ojos blancos y redondos que parecia hablar consigo mismo como un niño regañado por su propia torpeza.

    —Hola . Soy Miyabi y necesito el artefacto ígneo que proteges o que me lo prestes un momento o al menos una parte de él... —dijo finalmente Miyabi, con tono firme aunque sabría que posiblemente no sería tan fácil.
    [shade_titanium_whale_983] La brisa era densa y a lo lejos, las nubes parecían girar sobre sí mismas anunciando la cercanía de un vórtice elemental. Miyabi se detuvo en seco en lo alto de la colina envuelta en su capa mientras su cabello oscuro ondeaba como seda al viento. En su mano derecha, un pequeño mapa trazado a mano y marcado con tinta roja: "El Fragmento del Juicio". Frente a ella, más allá del abismo de piedra y raíces, yacía la Garganta de Aidguar, un valle quebrado y olvidado por el tiempo donde según antiguos escritos un artefacto elemental dormía bajo la vigilancia de una criatura que habian dicho era imposible. Miyabi descendió sin titubear, deslizándose entre formaciones rocosas hasta alcanzar la base del valle. El lugar estaba impregnado de una energía cálida y palpitante, como si el suelo respirara. Fue entonces cuando escuchó un zumbido suave, acompañado de una torpe melodía tarareada sin ritmo alguno. Giró la cabeza con cautela, la mano ya rozando la empuñadura de su naginata ceremonial hasta que divisó a Aidguar. En su forma reducida no superaba los dos metros de altura pero aún así su presencia ocupaba el claro como si fuese una montaña encarnada. Parecia estar agachado de espaldas intentando colocar cuidadosamente unas flores silvestres alrededor de una roca que resplandecía con un fulgor anaranjado. Miyabi lo observó por un instante. No era lo que esperaba de un guardían ancestral, nada de fuego o escamas relucientes ni rugidos imponentes. Solo una criatura inmensa con ojos blancos y redondos que parecia hablar consigo mismo como un niño regañado por su propia torpeza. —Hola . Soy Miyabi y necesito el artefacto ígneo que proteges o que me lo prestes un momento o al menos una parte de él... —dijo finalmente Miyabi, con tono firme aunque sabría que posiblemente no sería tan fácil.
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    10
    Estado
    Disponible
    1 turno 0 maullidos
  • **La Niebla Que Cae Sin Lluvia**

    El valle de piedra estaba silencioso, salvo por el silbido de las hojas movidas por un viento seco. Cuatro Hunters de rango medio, contratados para eliminar a “un miembro menor de la Brigada Fantasma”, se movían entre las formaciones rocosas. Cada uno con ojos fríos y manos curtidas por combates reales. Estaban preparados para asesinos... pero no para lo que estaban por enfrentar.

    El chico con pecas los esperaba solo.

    **Kyu**, de pie sobre una roca plana, ajustaba su chaqueta marrón forrada de lana. El cielo estaba despejado, sin señales de niebla.

    Uno de los Hunters dio un paso al frente.

    —Sabemos quién eres. Nos encargaremos de esto rápido. No hay honor en matar niños… pero si eres uno de ellos, no nos das opción.

    Kyu no respondió.
    Sólo bajó la mirada... y **juntó lentamente las palmas de sus manos frente a su rostro**.

    Sus dedos formaron un cuenco, como si rezara.

    Y entonces, exhaló.

    Un vapor suave escapó de su boca. Primero blanco, luego gris, luego denso como humo aceitoso. El aire empezó a girar.

    —¡Nieblas! ¡Cúbranle el aura! —gritó una de las Hunters, lanzando una ráfaga de En.

    Demasiado tarde.

    **La niebla envolvió el campo de batalla.**

    Y de la espesura... una silueta con máscara agrietada y sonrisa deformada emergió caminando:
    **Mr. Mist**.

    —¿Eso es… un doble? —susurró otro, retrocediendo.

    Mr. Mist no respondió.

    Solo **se desmaterializó en la niebla y reapareció al lado de uno de los Hunters, con una velocidad antinatural.**
    La garra rasgó su pierna.
    El grito se ahogó por el sonido de la bruma.

    Kyu se movía dentro como si respirara el aire. Con una pirueta baja, golpeó con una patada a otro Hunter desde un ángulo ciego. Mientras tanto, Mr. Mist atacaba por la espalda a un segundo con movimientos enloquecidamente precisos.

    —¡Se mueve junto con su maldita criatura! ¡No son dos… son uno! —bramó el tercero, usando su Nen para explotar el suelo.

    Kyu dio un salto hacia atrás.
    Y mientras caía, **juntó sus manos una vez más**, ahora más lento, como un artista concentrado.
    Volvió a exhalar.

    —...灰の深淵 (Hai no Shin’en).
    **Abismo Gris.**

    La niebla se cerró como una prisión alrededor del último oponente que quedaba en pie.
    Las otras tres siluetas yacían ya inconscientes o desangrándose.

    Dentro de la cúpula brumosa, la visibilidad era cero. El sonido no existía. El Hunter restante giraba como loco, con los puños en guardia, intentando detectar a su enemigo.

    Entonces vio dos luces.

    No ojos.

    **La máscara rota de Mr. Mist.**

    Un golpe.
    Luego otro.
    Luego Kyu apareció del suelo como si se hubiera fundido con la niebla, con una rodilla cargada de aura directa al mentón del oponente.

    El cuerpo cayó.
    Kyu respiraba normal.
    La bruma se disipó.

    ---

    Minutos después, entre las piedras, **Chrollo Lucilfer observaba desde la sombra de una roca**, los brazos cruzados.

    —No solo creas belleza en la batalla, Kyu.
    También creas miedo.
    Un arte útil.

    Kyu miró sus manos.

    —a diferencia de ustedes no lo hago por placer. Lo hago por deber.

    La niebla se alzó una última vez mientras se alejaba con Mr. Mist siguiéndolo como un espectro.
    🕷️ **La Niebla Que Cae Sin Lluvia** El valle de piedra estaba silencioso, salvo por el silbido de las hojas movidas por un viento seco. Cuatro Hunters de rango medio, contratados para eliminar a “un miembro menor de la Brigada Fantasma”, se movían entre las formaciones rocosas. Cada uno con ojos fríos y manos curtidas por combates reales. Estaban preparados para asesinos... pero no para lo que estaban por enfrentar. El chico con pecas los esperaba solo. **Kyu**, de pie sobre una roca plana, ajustaba su chaqueta marrón forrada de lana. El cielo estaba despejado, sin señales de niebla. Uno de los Hunters dio un paso al frente. —Sabemos quién eres. Nos encargaremos de esto rápido. No hay honor en matar niños… pero si eres uno de ellos, no nos das opción. Kyu no respondió. Sólo bajó la mirada... y **juntó lentamente las palmas de sus manos frente a su rostro**. Sus dedos formaron un cuenco, como si rezara. Y entonces, exhaló. Un vapor suave escapó de su boca. Primero blanco, luego gris, luego denso como humo aceitoso. El aire empezó a girar. —¡Nieblas! ¡Cúbranle el aura! —gritó una de las Hunters, lanzando una ráfaga de En. Demasiado tarde. **La niebla envolvió el campo de batalla.** Y de la espesura... una silueta con máscara agrietada y sonrisa deformada emergió caminando: **Mr. Mist**. —¿Eso es… un doble? —susurró otro, retrocediendo. Mr. Mist no respondió. Solo **se desmaterializó en la niebla y reapareció al lado de uno de los Hunters, con una velocidad antinatural.** La garra rasgó su pierna. El grito se ahogó por el sonido de la bruma. Kyu se movía dentro como si respirara el aire. Con una pirueta baja, golpeó con una patada a otro Hunter desde un ángulo ciego. Mientras tanto, Mr. Mist atacaba por la espalda a un segundo con movimientos enloquecidamente precisos. —¡Se mueve junto con su maldita criatura! ¡No son dos… son uno! —bramó el tercero, usando su Nen para explotar el suelo. Kyu dio un salto hacia atrás. Y mientras caía, **juntó sus manos una vez más**, ahora más lento, como un artista concentrado. Volvió a exhalar. —...灰の深淵 (Hai no Shin’en). **Abismo Gris.** La niebla se cerró como una prisión alrededor del último oponente que quedaba en pie. Las otras tres siluetas yacían ya inconscientes o desangrándose. Dentro de la cúpula brumosa, la visibilidad era cero. El sonido no existía. El Hunter restante giraba como loco, con los puños en guardia, intentando detectar a su enemigo. Entonces vio dos luces. No ojos. **La máscara rota de Mr. Mist.** Un golpe. Luego otro. Luego Kyu apareció del suelo como si se hubiera fundido con la niebla, con una rodilla cargada de aura directa al mentón del oponente. El cuerpo cayó. Kyu respiraba normal. La bruma se disipó. --- Minutos después, entre las piedras, **Chrollo Lucilfer observaba desde la sombra de una roca**, los brazos cruzados. —No solo creas belleza en la batalla, Kyu. También creas miedo. Un arte útil. Kyu miró sus manos. —a diferencia de ustedes no lo hago por placer. Lo hago por deber. La niebla se alzó una última vez mientras se alejaba con Mr. Mist siguiéndolo como un espectro.
    Me shockea
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • ᨒ↟↟𓂃 ོ ☼𓂃↟ 𖠰𓂃 ོ𓂃ᨒᨒ↟↟𓂃↟ 𖠰𓂃 𓂃
    Una roca esférica del tamaño de una habitación cae de una gran altura cerca de lo que aparentemente era una llanura descampada donde nadie se encontraba. El sitio se estremece en un leve temblor, la tierra se levanta del suelo de los alrededores y antes de que pueda detectarse con la vista, aquel objeto ya estaba en el aire una vez mas tras rebotar en la lisa superficie del ambiente.

    La roca continúa su trayectoria hasta golpear un gran montículo de tierra. Era peculiar, parecía estar puesto alli aproposito (Y lo estaba). El montículo es derribado por la fuerza del impacto causando, una vez más, un levantamiento en la tierra que está vez se queda en el aire formando una cortina que no dejaba que se colarán los rayos del son cálido matutino.

    Tras ese acontecimiento, se oye una carcajada lejana y en lo alto. Proviene de un reptil gigante, parado sobre un pilar de piedra destacando su presencia como un águila sobrevolando en los aires. No dura mucho en un solo lugar sin embargo, tras acabar su diversión aquel pilar comienza a descender junto el individuo encima de él.

    — Mí puntería se encuentra impecable, como siempre... —Alardea pensando en voz alta y escribiendo en un papel de pergamino lo que decía— Las rocas ahora me pesan mucho. Hoy fueron doscientos metros, mañana serán trescientos, solo necesito volver a acostumbrarme ¿Quien hiba a pensar que lanzar cosas y hacerlas estrellar con otras a lo cavernicola fuera tan divertido? Mí hermano tenía razón todo este tiempo. Solo esperó no haber espantado a alguien. He visto un grupo de aves volar a lo lejos ¿El estruendo no habrá hecho que alguno de los huevos de sus nidos se caigan verdad? ¡No podría dormir tranquilo con ese cargo de conciencia!

    Este al terminar de decir esto se queda pensando mientras relee lo que acababa de escribir. Satisfecho simplemente suspira y enrolla con cuidado el frágil material.

    — Supongo que eso es lo que puedo anotar hoy... Me pregunto si alguien leerá esto algún día ¿Habrá alguien interesado en estas memorias? —Voltea a ver a sus alrededores, la cortina de tierra se había desvanecido—. Que más da, lo que importa es que me ayuda a aclarar la mente.

    #DiarioDelGuardian
    ᨒ↟↟𓂃 ོ ☼𓂃↟ 𖠰𓂃 ོ𓂃ᨒᨒ↟↟𓂃↟ 𖠰𓂃 𓂃 Una roca esférica del tamaño de una habitación cae de una gran altura cerca de lo que aparentemente era una llanura descampada donde nadie se encontraba. El sitio se estremece en un leve temblor, la tierra se levanta del suelo de los alrededores y antes de que pueda detectarse con la vista, aquel objeto ya estaba en el aire una vez mas tras rebotar en la lisa superficie del ambiente. La roca continúa su trayectoria hasta golpear un gran montículo de tierra. Era peculiar, parecía estar puesto alli aproposito (Y lo estaba). El montículo es derribado por la fuerza del impacto causando, una vez más, un levantamiento en la tierra que está vez se queda en el aire formando una cortina que no dejaba que se colarán los rayos del son cálido matutino. Tras ese acontecimiento, se oye una carcajada lejana y en lo alto. Proviene de un reptil gigante, parado sobre un pilar de piedra destacando su presencia como un águila sobrevolando en los aires. No dura mucho en un solo lugar sin embargo, tras acabar su diversión aquel pilar comienza a descender junto el individuo encima de él. — Mí puntería se encuentra impecable, como siempre... —Alardea pensando en voz alta y escribiendo en un papel de pergamino lo que decía— Las rocas ahora me pesan mucho. Hoy fueron doscientos metros, mañana serán trescientos, solo necesito volver a acostumbrarme ¿Quien hiba a pensar que lanzar cosas y hacerlas estrellar con otras a lo cavernicola fuera tan divertido? Mí hermano tenía razón todo este tiempo. Solo esperó no haber espantado a alguien. He visto un grupo de aves volar a lo lejos ¿El estruendo no habrá hecho que alguno de los huevos de sus nidos se caigan verdad? ¡No podría dormir tranquilo con ese cargo de conciencia! Este al terminar de decir esto se queda pensando mientras relee lo que acababa de escribir. Satisfecho simplemente suspira y enrolla con cuidado el frágil material. — Supongo que eso es lo que puedo anotar hoy... Me pregunto si alguien leerá esto algún día ¿Habrá alguien interesado en estas memorias? —Voltea a ver a sus alrededores, la cortina de tierra se había desvanecido—. Que más da, lo que importa es que me ayuda a aclarar la mente. #DiarioDelGuardian
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Hermosa y solitaria noche de luna, aveces me pregunto si le volveré a ver o si me vera como yo lo veo..
    Estoy feliz de ser su boticaria.
    Hermosa y solitaria noche de luna, aveces me pregunto si le volveré a ver o si me vera como yo lo veo.. Estoy feliz de ser su boticaria.
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • A veces, Ozen recordaba aquel día con una claridad insoportable.

    El cielo estaba tan azul que casi parecía una burla, como si realmente valiera la pena observarlo antes de que perdiera su color.

    Lyza estaba de pie junto a ella, con esa energía desbordante que parecía imposible de apagar y que tan insoportable le parecía a Ozen.

    Simplemente observaban la ciudad, como Ozen solía hacer. El viento agitaba el plumaje del sombrero de Lyza, y ella sonreía como si el mundo entero aún le perteneciera.

    Ozen no dijo nada, siempre era así. Pensó en alzar la voz, pero optó por observar y escuchar, y por esa decisión, ahora, esa escena la perseguía como un castigo.

    No por lo que se dijo, sino por todo lo que no fue dicho.

    Años después, la ciudad seguía allí, tan ruidosa y colorida como siempre, pero a Ozen le parecía hueca, sofocante, ya no había nada que le interesara aquí. No había lugar, ni deber, ni prestigio suficiente para reconstruir lo que su partida había roto.

    Y, sin embargo, debía seguir siendo La Inamovible.

    Debía mantenerse firme, sin grietas, como si esa imagen no la desgarrara por dentro. Como si no sintiera, cada vez que miraba a la ciudad, que algo esencial se había hundido para siempre.

    A veces se preguntaba si fue cobarde. Si debió decirle que no bajara. Que quedarse también era un acto de valentía. Que si alguien la juzgaba, Ozen la protegería.

    Pero no lo hizo.

    Y ahora solo le quedaba ese recuerdo, grabado en el rincón más frágil de su mente.

    Una figura con una pluma al viento. Un cielo abierto que ya no vuelve.

    Y una soledad que nunca se pudo llenar.
    A veces, Ozen recordaba aquel día con una claridad insoportable. El cielo estaba tan azul que casi parecía una burla, como si realmente valiera la pena observarlo antes de que perdiera su color. Lyza estaba de pie junto a ella, con esa energía desbordante que parecía imposible de apagar y que tan insoportable le parecía a Ozen. Simplemente observaban la ciudad, como Ozen solía hacer. El viento agitaba el plumaje del sombrero de Lyza, y ella sonreía como si el mundo entero aún le perteneciera. Ozen no dijo nada, siempre era así. Pensó en alzar la voz, pero optó por observar y escuchar, y por esa decisión, ahora, esa escena la perseguía como un castigo. No por lo que se dijo, sino por todo lo que no fue dicho. Años después, la ciudad seguía allí, tan ruidosa y colorida como siempre, pero a Ozen le parecía hueca, sofocante, ya no había nada que le interesara aquí. No había lugar, ni deber, ni prestigio suficiente para reconstruir lo que su partida había roto. Y, sin embargo, debía seguir siendo La Inamovible. Debía mantenerse firme, sin grietas, como si esa imagen no la desgarrara por dentro. Como si no sintiera, cada vez que miraba a la ciudad, que algo esencial se había hundido para siempre. A veces se preguntaba si fue cobarde. Si debió decirle que no bajara. Que quedarse también era un acto de valentía. Que si alguien la juzgaba, Ozen la protegería. Pero no lo hizo. Y ahora solo le quedaba ese recuerdo, grabado en el rincón más frágil de su mente. Una figura con una pluma al viento. Un cielo abierto que ya no vuelve. Y una soledad que nunca se pudo llenar.
    Me entristece
    Me shockea
    Me gusta
    7
    1 turno 0 maullidos
  • - una foto normal de Feya de 5 años, iba a ir a una reunión con sus papás, ellos estaban prosperando en la empresa, como ellos no querían dejar a Freya sola y la niñera estaba en su día libre, decidieron llevarla con ella. Freya al estar en aquel lugar lleno de adultos, se puso bastante timida, incluso jugo sola por debajo de las mesas, pero a la hora de la comida ella fue presentada por su padre como su princesita, incluso hablo de sus logros. Ella solo empezo a comer con los modales que les enseñaron, aunque tenia mas hambre porque la comida ocupaba menos que el plato.

    Unas horas después salieron del lugar, se fueron a un restaurante que a ella tanto le gustaba, comio con mucha alegría aquella hamburguesa gigante con papas solo para ella.

    Sin duda fue el mejor día de aquel momento -

    (Cread@r: dibuje en medio de clase, no tenia ganas de hacer paisajes o mas caracoles)
    - una foto normal de Feya de 5 años, iba a ir a una reunión con sus papás, ellos estaban prosperando en la empresa, como ellos no querían dejar a Freya sola y la niñera estaba en su día libre, decidieron llevarla con ella. Freya al estar en aquel lugar lleno de adultos, se puso bastante timida, incluso jugo sola por debajo de las mesas, pero a la hora de la comida ella fue presentada por su padre como su princesita, incluso hablo de sus logros. Ella solo empezo a comer con los modales que les enseñaron, aunque tenia mas hambre porque la comida ocupaba menos que el plato. Unas horas después salieron del lugar, se fueron a un restaurante que a ella tanto le gustaba, comio con mucha alegría aquella hamburguesa gigante con papas solo para ella. Sin duda fue el mejor día de aquel momento - (Cread@r: dibuje en medio de clase, no tenia ganas de hacer paisajes o mas caracoles)
    Me encocora
    5
    2 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados