Una noche de lluvia, el viento despeinaba el llamativo cabello del chico, pero este le restaba importancia, una lagrima cayó por su mejilla, seguida de más.

Paso su mano delicadamente por ambas mejillas, limpiando estas mientras, al mismo tiempo, apretaba el mango de su paraguas.

¿Como llegamos a esto? Fácil, corazón roto es la respuesta. Otra vez lo mismo.

El chico estaba en algo con otro chico, algo que no pasaba a nada oficial por su put4 culpa, y está noche eso se confirmó.

Este fue citado por cierto chico, quien terminó por romper todo lazo con el demonio. Sabia que estaba mal enamorarse de un humano, y ahora afrontaba las consecuencias.

¿Por qué? Simple, su inexistente forma de expresarse. Era un chico muy cerrado, no porque quiera, sino que no sabía cómo hacerlo.

No era de sentir cosas como estas, pero de las pocas veces que paso siempre acaba así. Tanto humanos como los de su misma raza lo mandan a la mierd4 por no ser cariñoso, atento, por ser cerrado...

Ya no quería esto, iba a cerrarse aún más. Un demonio no debe de ser débil, y menos por amor. Mejor cumpliría su labor como súcubo, sin lazos reales de por medio.