• Entonces susurro el salmo de tu nombre. Me pregunto cuántas veces no te vi arrodillado ante mi tempestad hecha templo reverdecido con lo hipócrita de los santos que no son más que bufones de otras tierras que no silban al morir.

    Materializo mis manos con los estigmas del dios en el que crees; pulcritud en tus vestires, pronuncio tu nombre como el amante que reta a la vida por retener de vuelta a lo inexplorado; pero te exploro como un lienzo en filoso paganismo. Tarareo una melodía de jauría de lobos; un maullido, ronroneo a la espera de tu espuelas talladas en mi carne; porque cuando me hago corporeidad; brindo gotas de savia vitae en tu boca que se asemeja al cáliz que tanto tu religión busca con delirio.

    Pero tú, eres cáliz y mis prudencias se persignan con tu gozo. Suspiro y degollo tu cuerpo con el éxtasis al que pretendo someterte. Me hundo en tu virginidad; sé que soy el primero y el único, pero sé que te has tocado en el nombre de mi nombre.

    Me conociste como una lluvia de plata; de impura llama; llano recuerdo desde que fuiste mío bajo los árboles de cerezos donde me atreví a retarte y a emborracharte con la lumbre de mi ombligo hecho oro de pretensiones sólo nacidas de la inocencia de haberte hallado.

    Delineo el abad de tus muñecas, busco tensar la humanidad que no es tuya; porque hace mucho tiempo mi simiente te dejó fluir. Torpe alimaña que soy, te busco entre mis ritos y rasgo tu piel con sigilos prohibidos. Este no es el fin, es la mañana, la tarde y la noche hechas una y echadas a su suerte.

    Maldigo el tiempo y te hago el amor con una cadencia secreta. Abro tus puertas con una oración entre nosotros. No soy macho o hembra, soy un ser que no tiene identidad; pero me llaman el dios madre; el Silonthis Izmigoln, tatuado en tus corazones.

    Me abro ante el pasaje de la realidad y te observo, desde arriba con mis doce cabezas que perdonan el rencor de tus pecados. Puedes verme; me descompongo incorrupto; alabeo de rectitud que penetra tu garganta. Provoco que nuestras extremidades se enlacen como si fuéramos uno y una danza de brujos y cisnes, nos elevamos perennes sobre el altar en el que te desposo.

    Reparto monedas sobre tus ojos, los horado al desengañar tu cuerpo; ese sagrado como mío; y te permito vislumbrarme de porte inenarrable, como un halo de arcoíris de medianoche. Como tú, como el hombre al que besas en tus sueños sin decirlo; escuchas el tic tac de los relojes que marcan tu existencia como mía y al amarte con todos tus ruegos obscenos, me deleito y rio un río de estrellas.

    Te encandilo y pienso en morir a tu lado. Repaso el ejemplo de tu voz; disfruto modular tus ruegos, disfruto hacerte trizas sin dañarte. Susurro, ronroneo con mis dedos sobre tu estampa de dédalos de matices áureos sollozantes.

    Hablo contigo desde tus globos oculares, y rehuso el huso horario de tus denarios; me disfrazo de azucena, porte firme de camelia; hago una nada con las trincheras de tu ser siendo doncel creado por pensamientos y gozo de quebrantados huesos.

    Mi lengua se enlaza con la tuya en arropo de delicia; te ofrezco albaricoques, presas de futuros en almíbar. Ah, si te endiosara no serías capaz de retenerme porque sería tu mismo. Soy la rueda del tiempo, la rueca que hila tus hilares mudos; enarbolados como una manta que nace con el sol que eres.

    Se da un vals; se da en tu nombre y mis susurros se hacen tangibles que escuchas a mi amor desbocado en equilibrio frontal cuál mástil indecoroso. Busco que te retuerzas, las tuercas de tus relojes de tiempos, de tiempos, de tiempos. Tres veces me derramo en ti como la miel de un higo; si fueras hembra estarías preñada de mi pureza hecha calvario. Te amo tanto como adoro mi locura; renazco y tomo las hebras de tu testa y las colecciono entre mis uñas. Recorro lo silvestre que hay en ti y te llamo por tu nombre.

    El verdadero.

    "Aminthedez Polzyrio, ¿por qué te ocultaste tanto tiempo? En cada realidad tiemblo en el tiempo por soñarte; ahora que estás aquí, lo único que amanecerá en ti será el vástago sin amores; un eléboro que retoñará en este sacrificio".

    Te observo. Tu belleza es deslumbrante y lloro; con la amargura de abrazarte ya santificado.

    "Mírame sólo a mí, en esta pieza que juzga tu génesis. No hice más que soñarte hasta este momento. Escúchame. Pide. Reza por tu salvación, porque a mi lado serás el cordero de tu dios que quita el pecado del mundo".

    Verso y delineo tus labios con mis extremidades.

    "Eres tal y cómo te recuerdo; en mis memorias. Eres yo y yo soy tú. Eres mi promesa; la bruma indecorosa que me enloquece".

    Me edifico en la aurora de tu nombre; de tez y voto, de tul y gen de primaveras con aroma a sándalo; materializo mis monstruosidades y confecciono el andar de los orzuelos de mis mejillas; pronto la tinta se derrama como líneas zigzagueantes sobre ti; soberano mi sinuosidad sobre la geografía de tu cuerpo es un pecado original que no decae por más que te sorprendo con mis telares en tu son de tentarme.

    Tomo el augurio de una seda y la ato a tus tobillos para inmovilizarte; me atrevo a hacerlo porque sé que mis oraciones atraerán a las delicias de los imperios que te esconden. Delineo tu hombría con mi voz hecha céfiro; entremezclo las entrañas de las sombras en el centro de tu ombligo al que doy una caricia; y pese a que te hago el amor no me ves; aún no.

    Versa el reguero de mis besos por tu torso y no recapacito; trago y relamo la presencia de tus manualidades; mis dagas de carne te perforan y te anudan y mis alas se baten una dos y tres veces cuando empujo dentro de ti el resto de lo que poseo.

    Impregno mi aroma a limón, a miel y mandarinas sobre el tronco de tu cuello; reparo en tus lunares de tenerlos y empujo nueve veces en ondas de océanos de bruna sal; serpenteo y busco, me inmiscuyo en los cordeles que ato a tu cuello como collares.

    Me rehuso a renunciar a ti, por tu porte; tus afrentas, tu dolor hecho placeres de pura seda. Uno mis labios y aparezco como un genio de gran poder; de ojos lilas y albos cabellos que se derraman sobre ti como una cascada, una ternura que no controlo.

    Te beso al derecho y al revés, verso besos en tu abdomen y ejemplifico otros desordenes de mis memorias desde el pensamiento que te creo. Mis ojos raptan tu silueta y mis alas te protegen; escudan a tu ser, desean todo lo casto para ti como si fuese un deseo de cumpleaños. Susurro y termino de despojar del vestir a tu alma. Tejo un chal sobre tu rostro; o un velo quizá, no lo sé pero sé que te pertenece...como yo te pertenezco.

    Riego tu verdor y te digo, en vilo reestablecido:

    "Ante tu majestad, siempre puedo soñarla como mía; pero este instante es sólo nuestro; esta unión ante el altar. Ellos te entregaron y no habrá marcha atrás; Cayemnar".

    Entonces susurro el salmo de tu nombre. Me pregunto cuántas veces no te vi arrodillado ante mi tempestad hecha templo reverdecido con lo hipócrita de los santos que no son más que bufones de otras tierras que no silban al morir. Materializo mis manos con los estigmas del dios en el que crees; pulcritud en tus vestires, pronuncio tu nombre como el amante que reta a la vida por retener de vuelta a lo inexplorado; pero te exploro como un lienzo en filoso paganismo. Tarareo una melodía de jauría de lobos; un maullido, ronroneo a la espera de tu espuelas talladas en mi carne; porque cuando me hago corporeidad; brindo gotas de savia vitae en tu boca que se asemeja al cáliz que tanto tu religión busca con delirio. Pero tú, eres cáliz y mis prudencias se persignan con tu gozo. Suspiro y degollo tu cuerpo con el éxtasis al que pretendo someterte. Me hundo en tu virginidad; sé que soy el primero y el único, pero sé que te has tocado en el nombre de mi nombre. Me conociste como una lluvia de plata; de impura llama; llano recuerdo desde que fuiste mío bajo los árboles de cerezos donde me atreví a retarte y a emborracharte con la lumbre de mi ombligo hecho oro de pretensiones sólo nacidas de la inocencia de haberte hallado. Delineo el abad de tus muñecas, busco tensar la humanidad que no es tuya; porque hace mucho tiempo mi simiente te dejó fluir. Torpe alimaña que soy, te busco entre mis ritos y rasgo tu piel con sigilos prohibidos. Este no es el fin, es la mañana, la tarde y la noche hechas una y echadas a su suerte. Maldigo el tiempo y te hago el amor con una cadencia secreta. Abro tus puertas con una oración entre nosotros. No soy macho o hembra, soy un ser que no tiene identidad; pero me llaman el dios madre; el Silonthis Izmigoln, tatuado en tus corazones. Me abro ante el pasaje de la realidad y te observo, desde arriba con mis doce cabezas que perdonan el rencor de tus pecados. Puedes verme; me descompongo incorrupto; alabeo de rectitud que penetra tu garganta. Provoco que nuestras extremidades se enlacen como si fuéramos uno y una danza de brujos y cisnes, nos elevamos perennes sobre el altar en el que te desposo. Reparto monedas sobre tus ojos, los horado al desengañar tu cuerpo; ese sagrado como mío; y te permito vislumbrarme de porte inenarrable, como un halo de arcoíris de medianoche. Como tú, como el hombre al que besas en tus sueños sin decirlo; escuchas el tic tac de los relojes que marcan tu existencia como mía y al amarte con todos tus ruegos obscenos, me deleito y rio un río de estrellas. Te encandilo y pienso en morir a tu lado. Repaso el ejemplo de tu voz; disfruto modular tus ruegos, disfruto hacerte trizas sin dañarte. Susurro, ronroneo con mis dedos sobre tu estampa de dédalos de matices áureos sollozantes. Hablo contigo desde tus globos oculares, y rehuso el huso horario de tus denarios; me disfrazo de azucena, porte firme de camelia; hago una nada con las trincheras de tu ser siendo doncel creado por pensamientos y gozo de quebrantados huesos. Mi lengua se enlaza con la tuya en arropo de delicia; te ofrezco albaricoques, presas de futuros en almíbar. Ah, si te endiosara no serías capaz de retenerme porque sería tu mismo. Soy la rueda del tiempo, la rueca que hila tus hilares mudos; enarbolados como una manta que nace con el sol que eres. Se da un vals; se da en tu nombre y mis susurros se hacen tangibles que escuchas a mi amor desbocado en equilibrio frontal cuál mástil indecoroso. Busco que te retuerzas, las tuercas de tus relojes de tiempos, de tiempos, de tiempos. Tres veces me derramo en ti como la miel de un higo; si fueras hembra estarías preñada de mi pureza hecha calvario. Te amo tanto como adoro mi locura; renazco y tomo las hebras de tu testa y las colecciono entre mis uñas. Recorro lo silvestre que hay en ti y te llamo por tu nombre. El verdadero. "Aminthedez Polzyrio, ¿por qué te ocultaste tanto tiempo? En cada realidad tiemblo en el tiempo por soñarte; ahora que estás aquí, lo único que amanecerá en ti será el vástago sin amores; un eléboro que retoñará en este sacrificio". Te observo. Tu belleza es deslumbrante y lloro; con la amargura de abrazarte ya santificado. "Mírame sólo a mí, en esta pieza que juzga tu génesis. No hice más que soñarte hasta este momento. Escúchame. Pide. Reza por tu salvación, porque a mi lado serás el cordero de tu dios que quita el pecado del mundo". Verso y delineo tus labios con mis extremidades. "Eres tal y cómo te recuerdo; en mis memorias. Eres yo y yo soy tú. Eres mi promesa; la bruma indecorosa que me enloquece". Me edifico en la aurora de tu nombre; de tez y voto, de tul y gen de primaveras con aroma a sándalo; materializo mis monstruosidades y confecciono el andar de los orzuelos de mis mejillas; pronto la tinta se derrama como líneas zigzagueantes sobre ti; soberano mi sinuosidad sobre la geografía de tu cuerpo es un pecado original que no decae por más que te sorprendo con mis telares en tu son de tentarme. Tomo el augurio de una seda y la ato a tus tobillos para inmovilizarte; me atrevo a hacerlo porque sé que mis oraciones atraerán a las delicias de los imperios que te esconden. Delineo tu hombría con mi voz hecha céfiro; entremezclo las entrañas de las sombras en el centro de tu ombligo al que doy una caricia; y pese a que te hago el amor no me ves; aún no. Versa el reguero de mis besos por tu torso y no recapacito; trago y relamo la presencia de tus manualidades; mis dagas de carne te perforan y te anudan y mis alas se baten una dos y tres veces cuando empujo dentro de ti el resto de lo que poseo. Impregno mi aroma a limón, a miel y mandarinas sobre el tronco de tu cuello; reparo en tus lunares de tenerlos y empujo nueve veces en ondas de océanos de bruna sal; serpenteo y busco, me inmiscuyo en los cordeles que ato a tu cuello como collares. Me rehuso a renunciar a ti, por tu porte; tus afrentas, tu dolor hecho placeres de pura seda. Uno mis labios y aparezco como un genio de gran poder; de ojos lilas y albos cabellos que se derraman sobre ti como una cascada, una ternura que no controlo. Te beso al derecho y al revés, verso besos en tu abdomen y ejemplifico otros desordenes de mis memorias desde el pensamiento que te creo. Mis ojos raptan tu silueta y mis alas te protegen; escudan a tu ser, desean todo lo casto para ti como si fuese un deseo de cumpleaños. Susurro y termino de despojar del vestir a tu alma. Tejo un chal sobre tu rostro; o un velo quizá, no lo sé pero sé que te pertenece...como yo te pertenezco. Riego tu verdor y te digo, en vilo reestablecido: "Ante tu majestad, siempre puedo soñarla como mía; pero este instante es sólo nuestro; esta unión ante el altar. Ellos te entregaron y no habrá marcha atrás; Cayemnar".
    0 turnos 0 maullidos
  • Ay, qué fácil me enculé, mmh
    Si tú me dijeras: "ven", hasta el fin del mundo voy
    Baby, ni batallaste y eso que fácil no soy
    Y es que si tú me engañaras, te pidiera perdón
    Me gustas como para que me rompas el corazón
    Y es que yo ti te rezara, tú eres mi religión
    Y es que no sé qué me pasa, debes ser escorpión





    //voy a tratar de responder a todos hoy :v una disculpa jsjs
    Ay, qué fácil me enculé, mmh Si tú me dijeras: "ven", hasta el fin del mundo voy Baby, ni batallaste y eso que fácil no soy Y es que si tú me engañaras, te pidiera perdón Me gustas como para que me rompas el corazón Y es que yo ti te rezara, tú eres mi religión Y es que no sé qué me pasa, debes ser escorpión //voy a tratar de responder a todos hoy :v una disculpa jsjs
    Me gusta
    Me encocora
    3
    1 turno 0 maullidos
  • 𝐒𝐮𝐜𝐢𝐚 𝐃𝐢𝐚𝐧𝐚 🫦


    ❝ Sucia Diana... Me llamaste tu amigo, y me mordiste la mano, cuál perra en celo. Tu lujuria excede tu religión, con esa boca hablas de Dios pero engulles por completo la virilidad de los hombres. Hipócrita. Atención es lo que buscas, atención te daré. No sabes valorar y tus decisiones siempre son erróneas. Has tomado una mala decisión en tu vida que te ha dejado con una huella imborrable. No me extraña entonces que hayas tomado está descicion...

    ¿Dices que la paranoia me corrompió? El egoísmo y víctimismo corrompen más

    Sucia Diana... Dejaré que los vírgenes y hombres lujuriosos te defiendan y te den la razón Pero.... Respeto ante mujeres serias y hombres serios no tienes. Me averguenzo de haberte conocido. Que pena. Sucia Diana.❞

    Está carta Dorian la escribió para una persona que Conoció hace mucho. Alguien a quien había creído. Cabe a resaltar que Dorian hablaba bajo los efectos de la Paranoia.
    𝐒𝐮𝐜𝐢𝐚 𝐃𝐢𝐚𝐧𝐚 🔥🫦 ❝ Sucia Diana... Me llamaste tu amigo, y me mordiste la mano, cuál perra en celo. Tu lujuria excede tu religión, con esa boca hablas de Dios pero engulles por completo la virilidad de los hombres. Hipócrita. Atención es lo que buscas, atención te daré. No sabes valorar y tus decisiones siempre son erróneas. Has tomado una mala decisión en tu vida que te ha dejado con una huella imborrable. No me extraña entonces que hayas tomado está descicion... ¿Dices que la paranoia me corrompió? El egoísmo y víctimismo corrompen más Sucia Diana... Dejaré que los vírgenes y hombres lujuriosos te defiendan y te den la razón Pero.... Respeto ante mujeres serias y hombres serios no tienes. Me averguenzo de haberte conocido. Que pena. Sucia Diana.❞ Está carta Dorian la escribió para una persona que Conoció hace mucho. Alguien a quien había creído. Cabe a resaltar que Dorian hablaba bajo los efectos de la Paranoia.
    Me shockea
    1
    0 turnos 0 maullidos
  • Hubo un tiempo en que todo me iba mal
    Perdido en la oscuridad
    Sin saber a dónde ir
    De mi vida se esfumó todo el color
    Solamente quedó
    En mí el color gris
    Y pensé

    Que era mi final
    Del laberinto
    No podía escapar

    No busqué el apoyo en los demás
    No quería suplicar
    Y tener su compasión

    Me hice amigo de la soledad
    Quién iba a imaginar
    Todo lo que me enseñó

    Hoy sonrío
    Recordando la lección
    Que la vida
    Con paciencia me enseñó


    En la vida no todo es avanzar
    A veces un paso atrás

    Nunca dudes en cambiar de dirección Si el camino se acabó
    A cada sueño, cada idea, cada amor Entrégate con pasión
    Lleva siempre la verdad en tu interior Y tu propia religión
    Hubo un tiempo en que todo me iba mal Perdido en la oscuridad Sin saber a dónde ir De mi vida se esfumó todo el color Solamente quedó En mí el color gris Y pensé Que era mi final Del laberinto No podía escapar No busqué el apoyo en los demás No quería suplicar Y tener su compasión Me hice amigo de la soledad Quién iba a imaginar Todo lo que me enseñó Hoy sonrío Recordando la lección Que la vida Con paciencia me enseñó En la vida no todo es avanzar A veces un paso atrás Nunca dudes en cambiar de dirección Si el camino se acabó A cada sueño, cada idea, cada amor Entrégate con pasión Lleva siempre la verdad en tu interior Y tu propia religión
    0 turnos 0 maullidos
  • Su respiración hacia que la hija se moviese levemente. Suspiraba cansada, tantos años y esto ya era una costumbre. Monje o exorcista que le veía, trataba de exorcisarla. Que si el budismo, que si la religión, que si dejó algo pendiente en el mundo humano. Eso daba igual, ella era incapaz de desaparecer de este mundo.

    —No servirá de nada —decía dejándose examinar por ti. No le importaba tener un sello en el rostro, que parecía ser contra las malas energías.
    Su respiración hacia que la hija se moviese levemente. Suspiraba cansada, tantos años y esto ya era una costumbre. Monje o exorcista que le veía, trataba de exorcisarla. Que si el budismo, que si la religión, que si dejó algo pendiente en el mundo humano. Eso daba igual, ella era incapaz de desaparecer de este mundo. —No servirá de nada —decía dejándose examinar por ti. No le importaba tener un sello en el rostro, que parecía ser contra las malas energías.
    Me gusta
    3
    3 turnos 0 maullidos
  • ༒☬ Давным-давно... ☬༒

    𝐔𝐧 𝐝í𝐚 𝐝𝐞𝐥𝐞𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐝𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚í𝐬𝐨; 𝐚𝐥 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐩𝐫𝐮𝐞𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐲 á𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨.





    𝙰𝚕𝚎𝚔𝚜𝚎𝚒 𝙺𝚒𝚎𝚟 𝙽𝚘𝚟𝚊𝚔𝚘𝚟 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟷𝟽

    Fue hace mucho tiempo. Había un hombre fuerte, de piel blanca y mirada oscura, que parecía tragarse el abismo más profundo. Un hombre conocido, respetado, admirado y querido.

    Su nombre pasaba de boca en boca en las iglesias que visitaba. Sus donaciones exorbitantes eran como un gran milagro para la ayuda de la Iglesia Católica. Aquellos que tuvieron la suerte de mantener una conversación con él juraban que hablaban con un santo. A pesar de poseer empresas de armas, era una figura pública amada.

    Incluso llegaba a reservar iglesias para oraciones dedicadas a todo su personal. ¿Cómo podrían odiar a ese hombre? Incluso cuando el gobierno les daba la espalda, él tendía la mano a quienes le ofrecían lealtad, sin que ellos supieran que aquel hombre no era más que el mismo diablo con la máscara de un mesías.
    Aquellas reservas no eran más que reuniones para controlar a su gente. El agua bendita caía sobre sus armas, y la religión no era más que una herramienta para engañar a la gente incauta. Sus palabras eran tan dulces como el korovka, mientras que sus amenazas eran tan amargas como el nastoyka.

    Estaba más que involucrado en asuntos de Estado, siendo los políticos su baraja de cartas favorita. Gobernó la tierra helada de Rusia desde las sombras, reemplazando al “Zar”. Utilizaba a los presidentes como títeres de carne y hueso, solo para mantenerlos gobernados y, muy pronto, tomar todo el poder político.

    “𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘦 é𝘭”.

    Los enemigos no estaban contentos con su dominio sobre gran parte de Rusia. Su influencia no solo creaba alianzas, sino que también los arrinconaba, obligándolos a comer las sobras que él dejaba.
    Cada noche no era más que un intento de matarlo: veneno, francotiradores y bombas. Sin embargo, este hombre se reía junto con la muerte, como si fuera su amiga de toda la vida, y terminaba con la existencia de aquellos que intentaban asesinarlo.

    Debían tener cuidado, incluso si las reuniones eran secretas. Él siempre se presentaba, y una vez más, cabezas rodaban. A sus enemigos no les agradaba cómo terminaba todo esto. Los rivales se sumaban, y solo entonces surgió una idea:

    “𝘋𝘦𝘣𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘢𝘭 𝘡𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢”.

    La idea era tan descabellada. Todos en Rusia sabían que él era su hijo más querido, el primogénito de la misma madre rusa.
    Pero, ¿Quién iba a imaginar que solo bastarían la cabeza de una mujer y tres niños para dejarlo completamente débil y loco, hasta el punto en que su padre lo considerara un peligro?

    Los rumores marcaron su sentencia, y un abogado se encargó de sellar su destino por completo.


    A̶l̶e̶k̶s̶e̶i̶ 𝙺𝚒𝚎𝚟 N̶o̶v̶a̶k̶o̶v̶ 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟸𝟻


    Lo tenían aprisionado peor que a un animal. El sonido de las cadenas resonaba en el aire mientras sus muñecas, sujetas por gruesos eslabones, lo mantenían suspendido. Entre sus dientes apretaba una barra de metal que le impedía articular palabra alguna. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? No podía saberlo con certeza; no había ni una sola gota de luz que rompiera la oscuridad opresiva de su calvario.

    Las quemaduras recientes en su cuerpo comenzaban a cerrarse lentamente, mientras el olor a carne chamuscada se desvanecía con el pasar de los segundos. Las profundas heridas, de las que aún brotaba sangre, teñían el suelo bajo él. Poco a poco, estas también empezaban a sellarse. Pero el ardor del líquido que le inyectaban en las venas seguía consumiéndolo por dentro, un tormento desesperante que lo llevaba al borde de la locura. Esta vez, las dosis habían aumentado considerablemente, dejando su mente en blanco, inmóvil, incapaz de resistirse a las torturas.

    Las voces eran lo único que lo acompañaban, un eco persistente que lo mantenía aferrado a un frágil hilo de “cordura”. Eran suaves, pero extrañamente irreconocibles, y su cerebro, enredado en el dolor y la confusión. Una mansión incendiada, una mujer extraña que simplemente provocaba el dolor más profundo en su pecho, y personas sin rostro que pasaban fugazmente por su memoria. Nombres, había nombres que no había dejado de repetir en su mente desde que tenía uso de razón, pero que a poco a poco se iban perdiendo con el viento. Si tan solo… si tan solo pudiera recordar quien era en realidad seria mas fácil para él o sin tan solo pudiera morir.
    ༒☬ Давным-давно... ☬༒ 𝐔𝐧 𝐝í𝐚 𝐝𝐞𝐥𝐞𝐢𝐭𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐥𝐚𝐝𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐦𝐢𝐞𝐥𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐩𝐚𝐫𝐚í𝐬𝐨; 𝐚𝐥 𝐬𝐢𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞, 𝐩𝐫𝐮𝐞𝐛𝐚𝐬 𝐞𝐥 𝐚𝐦𝐚𝐫𝐠𝐨 𝐲 á𝐜𝐢𝐝𝐨 𝐬𝐚𝐛𝐨𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐟𝐢𝐞𝐫𝐧𝐨. 𝙰𝚕𝚎𝚔𝚜𝚎𝚒 𝙺𝚒𝚎𝚟 𝙽𝚘𝚟𝚊𝚔𝚘𝚟 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟷𝟽 Fue hace mucho tiempo. Había un hombre fuerte, de piel blanca y mirada oscura, que parecía tragarse el abismo más profundo. Un hombre conocido, respetado, admirado y querido. Su nombre pasaba de boca en boca en las iglesias que visitaba. Sus donaciones exorbitantes eran como un gran milagro para la ayuda de la Iglesia Católica. Aquellos que tuvieron la suerte de mantener una conversación con él juraban que hablaban con un santo. A pesar de poseer empresas de armas, era una figura pública amada. Incluso llegaba a reservar iglesias para oraciones dedicadas a todo su personal. ¿Cómo podrían odiar a ese hombre? Incluso cuando el gobierno les daba la espalda, él tendía la mano a quienes le ofrecían lealtad, sin que ellos supieran que aquel hombre no era más que el mismo diablo con la máscara de un mesías. Aquellas reservas no eran más que reuniones para controlar a su gente. El agua bendita caía sobre sus armas, y la religión no era más que una herramienta para engañar a la gente incauta. Sus palabras eran tan dulces como el korovka, mientras que sus amenazas eran tan amargas como el nastoyka. Estaba más que involucrado en asuntos de Estado, siendo los políticos su baraja de cartas favorita. Gobernó la tierra helada de Rusia desde las sombras, reemplazando al “Zar”. Utilizaba a los presidentes como títeres de carne y hueso, solo para mantenerlos gobernados y, muy pronto, tomar todo el poder político. “𝘏𝘢𝘺 𝘲𝘶𝘦 𝘥𝘦𝘴𝘩𝘢𝘤𝘦𝘳𝘯𝘰𝘴 𝘥𝘦 é𝘭”. Los enemigos no estaban contentos con su dominio sobre gran parte de Rusia. Su influencia no solo creaba alianzas, sino que también los arrinconaba, obligándolos a comer las sobras que él dejaba. Cada noche no era más que un intento de matarlo: veneno, francotiradores y bombas. Sin embargo, este hombre se reía junto con la muerte, como si fuera su amiga de toda la vida, y terminaba con la existencia de aquellos que intentaban asesinarlo. Debían tener cuidado, incluso si las reuniones eran secretas. Él siempre se presentaba, y una vez más, cabezas rodaban. A sus enemigos no les agradaba cómo terminaba todo esto. Los rivales se sumaban, y solo entonces surgió una idea: “𝘋𝘦𝘣𝘦𝘮𝘰𝘴 𝘱𝘰𝘯𝘦𝘳 𝘢𝘭 𝘡𝘢𝘳 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘳𝘢”. La idea era tan descabellada. Todos en Rusia sabían que él era su hijo más querido, el primogénito de la misma madre rusa. Pero, ¿Quién iba a imaginar que solo bastarían la cabeza de una mujer y tres niños para dejarlo completamente débil y loco, hasta el punto en que su padre lo considerara un peligro? Los rumores marcaron su sentencia, y un abogado se encargó de sellar su destino por completo. A̶l̶e̶k̶s̶e̶i̶ 𝙺𝚒𝚎𝚟 N̶o̶v̶a̶k̶o̶v̶ 𝚁𝚘𝚖𝚊𝚕𝚜𝚔𝚘 - 𝟸𝟶𝟸𝟻 Lo tenían aprisionado peor que a un animal. El sonido de las cadenas resonaba en el aire mientras sus muñecas, sujetas por gruesos eslabones, lo mantenían suspendido. Entre sus dientes apretaba una barra de metal que le impedía articular palabra alguna. ¿Cuánto tiempo llevaba ahí? No podía saberlo con certeza; no había ni una sola gota de luz que rompiera la oscuridad opresiva de su calvario. Las quemaduras recientes en su cuerpo comenzaban a cerrarse lentamente, mientras el olor a carne chamuscada se desvanecía con el pasar de los segundos. Las profundas heridas, de las que aún brotaba sangre, teñían el suelo bajo él. Poco a poco, estas también empezaban a sellarse. Pero el ardor del líquido que le inyectaban en las venas seguía consumiéndolo por dentro, un tormento desesperante que lo llevaba al borde de la locura. Esta vez, las dosis habían aumentado considerablemente, dejando su mente en blanco, inmóvil, incapaz de resistirse a las torturas. Las voces eran lo único que lo acompañaban, un eco persistente que lo mantenía aferrado a un frágil hilo de “cordura”. Eran suaves, pero extrañamente irreconocibles, y su cerebro, enredado en el dolor y la confusión. Una mansión incendiada, una mujer extraña que simplemente provocaba el dolor más profundo en su pecho, y personas sin rostro que pasaban fugazmente por su memoria. Nombres, había nombres que no había dejado de repetir en su mente desde que tenía uso de razón, pero que a poco a poco se iban perdiendo con el viento. Si tan solo… si tan solo pudiera recordar quien era en realidad seria mas fácil para él o sin tan solo pudiera morir.
    Me encocora
    Me shockea
    Me gusta
    Me endiabla
    Me entristece
    19
    0 turnos 0 maullidos
  • https://youtu.be/HlF0EokynRg?si=UBIMSlqo1d6YU78T

    {MonoRol} Parte 1. { La oveja. }

    Monstruo, lamebotas, desalmado, miserable, bastardo, engendro de vileza, sabandija, desgraciado, escoria, perro rastrero, sangano, pez muerto, carroñero, gaznápiro presuntuoso, chambergo sin decoro, víbora de sonrisa pérfida...

    Esos y aún más, los insultos, los calificativos despectivos que Knight ha recibido de los demás por su obligada labor eterna. Por que sí, a pesar de haber cometido los crímenes más atroces contra la humanidad, todos absolutamente todos los culpables deben ser sometidos a juicio y con ello, tener un abogado. Ahí es donde entra Constantine Knight, el abogado de aquellos que nadie desea defender. Aquel que no importa lo cruel de los actos, leerá el informe de principio a fin, revisará minuciosamente fotografías, evidencias y testimonios, todo lo que sea necesario para encontrar una grieta, una oportunidad de tal vez no salvación, pero si una condena menos severa.

    No es por placer, mucho menos morbo; Knight no tiene un alma que le permita conocer ese tipo de inclinaciones con intenciones ocultas. Fue creado específicamente para ese trabajo, siendo él quien despues de los acontecimientos de cierto traidor Bíblico fue creado gracias a la idea colectiva de la gente.

    Y obviamente, lhay ideas son a prueba del tiempo, continentes, genero, edad o religión.

    Pero entonces, vino la particularidad; un caso que llegó a su responsabilidad que marcaría un antes y un después en Knight.

    "Femenina de entre los 25 y 28 años"
    Claro, no sería la primera vez que representa a una mujer.
    "Ella ha confesado el asesinato de más de diez hombres desaparecidos."
    Ahi, la mente de Knight comenzó a maquinar, no era especial, muchos confiezan sus crímenes por motivos específicos.
    "Además, se le declara autora intelectual del envenenamiento de 20 hombres del cuartel general *Delta*, el incendio en el bar de caballeros *Foxxxy* en donde 8 hombres fallecieron y para terminar, la desaparición de un camión de estudiantes de una escuela solo para varones. "

    En este punto, era mas que obvio.
    Eran solo victimas masculinas, de edades entre los 21 y los 40 años de edad.

    No habia mucho que decir, ella ya no deseaba un proceso largo y tedioso solo esperaba poder elegir su "última" comida con sus condiciones predilectas y ya.
    Cada que alguien le preguntaba, ella solo respondia con una serie de nombres femeninos, como si fuese una especie de mantra.


    Aceptó a ver a Knight, por obligación, trámite y cierta formalidad.
    Una mujer de no mas del metro sesenta... tal vez sesenta y cinco, pero no más; facciones algo cuadradas, claramente hija de inmigrantes de otro pais, cabellos con varias tonalidades de rubio, labios partidos y blancos, ojos azules de mirada muy expresiva, podria decirse incluso que sus ojos eran saltones, con severas ojeras y parpados delgados que dejaban ver algunas venas, asi como algunas espinillas producto de estres y cambios hormonales.

    Las manos asperas, las uñas pequeñas y chuecas, los dedos con padrastros y zonas de carne roja, dejando en evidencia habitos de morder uñas y quitarse la piel.

    Cuerpo emcorvado, manos al frente, una peculiar humildad e inocencia que haria a mas de uno dudar que ella ha cometido aquellos crímenes con total conocimiento.

    — No pierda su tiempo en mi, en cuanto pueda, me voy a declarar culpable. Quiero, que me declares culpable, pero también quiero... que expliques quienes fueron ellos, todos los que asesiné y que todos sepan, que no lo hice por orgullo, si no para ayudar. —

    Surreal, apenas si Knight estaba por hacer las formalidades de presentarse, hablar y explicar la situación, cuanso ya habia sido recibido con órdenes.
    ¿Le molestaba? No.
    Era mejor asi.

    ———Entendido.
    Respondió Knight, sacando de su maletín una pequeña maquina de escribir y papel, se preparaba para tomar nota de todo lo que estaba por escuchar.
    Sería una noche larga, en donde incluso el psiquiatra con la mente menos permeable podria sufrir pesadillas.

    Y así, comenzó el relato de la oveja forzada a ser perro.
    https://youtu.be/HlF0EokynRg?si=UBIMSlqo1d6YU78T {MonoRol} Parte 1. { La oveja. } Monstruo, lamebotas, desalmado, miserable, bastardo, engendro de vileza, sabandija, desgraciado, escoria, perro rastrero, sangano, pez muerto, carroñero, gaznápiro presuntuoso, chambergo sin decoro, víbora de sonrisa pérfida... Esos y aún más, los insultos, los calificativos despectivos que Knight ha recibido de los demás por su obligada labor eterna. Por que sí, a pesar de haber cometido los crímenes más atroces contra la humanidad, todos absolutamente todos los culpables deben ser sometidos a juicio y con ello, tener un abogado. Ahí es donde entra Constantine Knight, el abogado de aquellos que nadie desea defender. Aquel que no importa lo cruel de los actos, leerá el informe de principio a fin, revisará minuciosamente fotografías, evidencias y testimonios, todo lo que sea necesario para encontrar una grieta, una oportunidad de tal vez no salvación, pero si una condena menos severa. No es por placer, mucho menos morbo; Knight no tiene un alma que le permita conocer ese tipo de inclinaciones con intenciones ocultas. Fue creado específicamente para ese trabajo, siendo él quien despues de los acontecimientos de cierto traidor Bíblico fue creado gracias a la idea colectiva de la gente. Y obviamente, lhay ideas son a prueba del tiempo, continentes, genero, edad o religión. Pero entonces, vino la particularidad; un caso que llegó a su responsabilidad que marcaría un antes y un después en Knight. "Femenina de entre los 25 y 28 años" Claro, no sería la primera vez que representa a una mujer. "Ella ha confesado el asesinato de más de diez hombres desaparecidos." Ahi, la mente de Knight comenzó a maquinar, no era especial, muchos confiezan sus crímenes por motivos específicos. "Además, se le declara autora intelectual del envenenamiento de 20 hombres del cuartel general *Delta*, el incendio en el bar de caballeros *Foxxxy* en donde 8 hombres fallecieron y para terminar, la desaparición de un camión de estudiantes de una escuela solo para varones. " En este punto, era mas que obvio. Eran solo victimas masculinas, de edades entre los 21 y los 40 años de edad. No habia mucho que decir, ella ya no deseaba un proceso largo y tedioso solo esperaba poder elegir su "última" comida con sus condiciones predilectas y ya. Cada que alguien le preguntaba, ella solo respondia con una serie de nombres femeninos, como si fuese una especie de mantra. Aceptó a ver a Knight, por obligación, trámite y cierta formalidad. Una mujer de no mas del metro sesenta... tal vez sesenta y cinco, pero no más; facciones algo cuadradas, claramente hija de inmigrantes de otro pais, cabellos con varias tonalidades de rubio, labios partidos y blancos, ojos azules de mirada muy expresiva, podria decirse incluso que sus ojos eran saltones, con severas ojeras y parpados delgados que dejaban ver algunas venas, asi como algunas espinillas producto de estres y cambios hormonales. Las manos asperas, las uñas pequeñas y chuecas, los dedos con padrastros y zonas de carne roja, dejando en evidencia habitos de morder uñas y quitarse la piel. Cuerpo emcorvado, manos al frente, una peculiar humildad e inocencia que haria a mas de uno dudar que ella ha cometido aquellos crímenes con total conocimiento. — No pierda su tiempo en mi, en cuanto pueda, me voy a declarar culpable. Quiero, que me declares culpable, pero también quiero... que expliques quienes fueron ellos, todos los que asesiné y que todos sepan, que no lo hice por orgullo, si no para ayudar. — Surreal, apenas si Knight estaba por hacer las formalidades de presentarse, hablar y explicar la situación, cuanso ya habia sido recibido con órdenes. ¿Le molestaba? No. Era mejor asi. ———Entendido. Respondió Knight, sacando de su maletín una pequeña maquina de escribir y papel, se preparaba para tomar nota de todo lo que estaba por escuchar. Sería una noche larga, en donde incluso el psiquiatra con la mente menos permeable podria sufrir pesadillas. Y así, comenzó el relato de la oveja forzada a ser perro.
    Me gusta
    Me encocora
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • ¿Estas satisfecho con el monstruo que han hecho de ti?
    ¿Has convertido ese rencor en algo útil?
    ¿ya te percataste de que hay seres, así como la religión, que es mejor tenerlas bajo candado y llave?
    ¿Estas satisfecho con el monstruo que han hecho de ti? ¿Has convertido ese rencor en algo útil? ¿ya te percataste de que hay seres, así como la religión, que es mejor tenerlas bajo candado y llave?
    Me gusta
    Me encocora
    3
    13 turnos 0 maullidos
  • ═══════════ ∘◦ᵒ ᵒ◦∘ ════
    𝕴𝖑𝖑𝖚𝖒𝖎𝖓𝖆𝖙𝖎

    Nosotros inventamos las enfermedades y te vendemos la cura.

    Nosotros inventamos la pobreza y te vendemos libros falsos de riquezas

    Nosotros creamos la religión para que rezes ciegamente

    Nosotros asesinamos lo bueno para que lo malo prevalezca.

    Nosotros te hacemos creer que el amor no existe pero te vendemos regalos de San Valentín

    Nosotros inventamos las mentiras y las falsas filosofías para que Hombre y Mujer peleen entre si y no haya unidad nunca.

    Nosotros hacemos la guerra y vendemos las armas

    Nosotros dividimos a las familias para que la soledad reine

    Nosotros simplemente hacemos lo correcto...


    ɪʟʟᴜᴍɪɴᴀᴛɪ
    ══════════════════════
    ═══════════ ∘◦ᵒ 👁️ ᵒ◦∘ ════ 𝕴𝖑𝖑𝖚𝖒𝖎𝖓𝖆𝖙𝖎 Nosotros inventamos las enfermedades y te vendemos la cura. Nosotros inventamos la pobreza y te vendemos libros falsos de riquezas Nosotros creamos la religión para que rezes ciegamente Nosotros asesinamos lo bueno para que lo malo prevalezca. Nosotros te hacemos creer que el amor no existe pero te vendemos regalos de San Valentín Nosotros inventamos las mentiras y las falsas filosofías para que Hombre y Mujer peleen entre si y no haya unidad nunca. Nosotros hacemos la guerra y vendemos las armas Nosotros dividimos a las familias para que la soledad reine Nosotros simplemente hacemos lo correcto... 👁️ 👑🍷 ɪʟʟᴜᴍɪɴᴀᴛɪ ══════════════════════
    Me gusta
    Me endiabla
    Me shockea
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • -Siempre ha sido así, desde los inicios... Los humanos, frágiles criaturas, siempre buscan algo a lo que aferrarse, algo que les dé sentido, algo que los ancle a esta caótica existencia... La familia, dicen, es su refugio, su propósito... Otras veces es la religión, esos dioses invisibles que veneran con tanto fervor... Y cuando eso no basta, recurren a sustancias, a drogas, a alcohol, buscando en la oscuridad lo que no encuentran en la luz...

    -Buscan mitos, leyendas, incluso a sí mismos... Se adhieren a cualquier cosa que les prometa una verdad, un escape, una razón para no caer en la desesperación... Los veo, los observo desde la distancia... Son tan previsibles, tan necesitados... No pueden soportar el vacío, no pueden enfrentarse a la realidad desnuda de su propia fragilidad...

    -Y aquí entro yo...

    -¿Quieren algo que adorar? ¿Quieren algo en lo que creer? Me puedo disfrazar, cambiar de forma, convertirme en lo que sea necesario para que tengan ese algo a lo que aferrarse... Puedo ser su dios, su demonio, su esperanza o su destrucción... No importa... Solo necesitan que alguien los guíe, que alguien les dé la ilusión de control en un mundo donde no lo tienen...

    -Porque al final, eso es todo lo que son: seres perdidos, desesperados por encontrar algo, cualquier cosa, que les dé consuelo... Y yo… yo estoy más que dispuesto a ofrecerles exactamente lo que buscan...
    -Siempre ha sido así, desde los inicios... Los humanos, frágiles criaturas, siempre buscan algo a lo que aferrarse, algo que les dé sentido, algo que los ancle a esta caótica existencia... La familia, dicen, es su refugio, su propósito... Otras veces es la religión, esos dioses invisibles que veneran con tanto fervor... Y cuando eso no basta, recurren a sustancias, a drogas, a alcohol, buscando en la oscuridad lo que no encuentran en la luz... -Buscan mitos, leyendas, incluso a sí mismos... Se adhieren a cualquier cosa que les prometa una verdad, un escape, una razón para no caer en la desesperación... Los veo, los observo desde la distancia... Son tan previsibles, tan necesitados... No pueden soportar el vacío, no pueden enfrentarse a la realidad desnuda de su propia fragilidad... -Y aquí entro yo... -¿Quieren algo que adorar? ¿Quieren algo en lo que creer? Me puedo disfrazar, cambiar de forma, convertirme en lo que sea necesario para que tengan ese algo a lo que aferrarse... Puedo ser su dios, su demonio, su esperanza o su destrucción... No importa... Solo necesitan que alguien los guíe, que alguien les dé la ilusión de control en un mundo donde no lo tienen... -Porque al final, eso es todo lo que son: seres perdidos, desesperados por encontrar algo, cualquier cosa, que les dé consuelo... Y yo… yo estoy más que dispuesto a ofrecerles exactamente lo que buscan...
    Me shockea
    Me encocora
    3
    7 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados