Su respiración hacia que la hija se moviese levemente. Suspiraba cansada, tantos años y esto ya era una costumbre. Monje o exorcista que le veía, trataba de exorcisarla. Que si el budismo, que si la religión, que si dejó algo pendiente en el mundo humano. Eso daba igual, ella era incapaz de desaparecer de este mundo.
—No servirá de nada —decía dejándose examinar por ti. No le importaba tener un sello en el rostro, que parecía ser contra las malas energías.
—No servirá de nada —decía dejándose examinar por ti. No le importaba tener un sello en el rostro, que parecía ser contra las malas energías.
Su respiración hacia que la hija se moviese levemente. Suspiraba cansada, tantos años y esto ya era una costumbre. Monje o exorcista que le veía, trataba de exorcisarla. Que si el budismo, que si la religión, que si dejó algo pendiente en el mundo humano. Eso daba igual, ella era incapaz de desaparecer de este mundo.
—No servirá de nada —decía dejándose examinar por ti. No le importaba tener un sello en el rostro, que parecía ser contra las malas energías.
