• FLASHBACK — UNA HABITACIÓN DE MOTEL, EN ALGÚN LUGAR ENTRE LA NADA Y EL OLVIDO.

    La lluvia golpeaba el tejado de lata como un recordatorio constante de que el mundo afuera seguía, indiferente. La habitación estaba iluminada apenas por la lámpara oxidada del buró; la luz amarilla le daba a las paredes un aire sepia, como si todo estuviera atrapado en un recuerdo que se negaba a morir.

    Reina estaba acostada en la orilla de la cama, las manos entrelazadas como si pudiera contener algo en ellas. El agua de la ducha aún goteaba en el baño, pero hacía rato que se había bañado. No tenía ganas de secarse el cabello. No tenía ganas de nada.

    Una camiseta vieja —suya— le cubría el torso. Una de esas que él dejaba tirada sin pensar, con el olor a acero, madera vieja y ese maldito aroma a él que no se iba ni con los años. Apretó la tela entre sus dedos como si fuera una cuerda que evitaba que se ahogara del todo.

    La televisión estaba encendida en un canal que no veía. Las voces eran solo un ruido blanco. Ella miraba al vacío. Pero en realidad lo miraba a él. En su mente. En esos pequeños fragmentos donde aún existía, donde todavía sonreía torpemente, donde le tocaba la mejilla con esos dedos metálicos como si tuviera miedo de romperla.

    —“No supe qué hacer contigo. Nunca supe qué hacer con todo lo que sentía cuando me mirabas…”

    La frase le golpeó como un eco, como un susurro que él nunca dijo, pero que ella intuía. Siempre había algo contenido en Bucky, una guerra interna que nunca la dejó cruzar del todo. Y aún así… aún así, ella lo amó entero.

    Se inclinó hacia la pequeña mesa de noche y abrió el cajón. Ahí estaba su celular viejo, apagado desde hacía meses. Dudó. Lo encendió. La pantalla tardó más de lo normal, pero finalmente apareció su fondo de pantalla: una foto borrosa de un atardecer que captaron juntos, sin rostros, solo colores, solo una sensación.

    Entró en los mensajes. Deslizó hasta aquel que nunca envió:

    “No espero que vuelvas, solo quiero que sepas que te amé. Que cada segundo contigo me dolió y me sanó al mismo tiempo. Que aún duermo de tu lado de la cama. Que aún guardo tu número… aunque ya no marque nada.”



    El cursor parpadeó como un corazón nervioso. No lo envió. Apagó el celular. Se echó hacia atrás en la cama, dejando que las lágrimas finalmente rodaran sin permiso, sin orgullo.

    La habitación olía a humedad, a encierro, a pasado. Ella olía a él. Y dolía. Cómo dolía seguir amándolo en un mundo donde ya no estaba.

    Cerró los ojos.

    Y por un instante, juraría que él estaba ahí. Sentado en la silla, como antes. Mirándola con ese gesto de culpa y ternura que solo él sabía hacer.

    Pero al abrirlos, solo estaba la lluvia.

    Y un silencio que nunca dejaría de sonar.
    FLASHBACK — UNA HABITACIÓN DE MOTEL, EN ALGÚN LUGAR ENTRE LA NADA Y EL OLVIDO. La lluvia golpeaba el tejado de lata como un recordatorio constante de que el mundo afuera seguía, indiferente. La habitación estaba iluminada apenas por la lámpara oxidada del buró; la luz amarilla le daba a las paredes un aire sepia, como si todo estuviera atrapado en un recuerdo que se negaba a morir. Reina estaba acostada en la orilla de la cama, las manos entrelazadas como si pudiera contener algo en ellas. El agua de la ducha aún goteaba en el baño, pero hacía rato que se había bañado. No tenía ganas de secarse el cabello. No tenía ganas de nada. Una camiseta vieja —suya— le cubría el torso. Una de esas que él dejaba tirada sin pensar, con el olor a acero, madera vieja y ese maldito aroma a él que no se iba ni con los años. Apretó la tela entre sus dedos como si fuera una cuerda que evitaba que se ahogara del todo. La televisión estaba encendida en un canal que no veía. Las voces eran solo un ruido blanco. Ella miraba al vacío. Pero en realidad lo miraba a él. En su mente. En esos pequeños fragmentos donde aún existía, donde todavía sonreía torpemente, donde le tocaba la mejilla con esos dedos metálicos como si tuviera miedo de romperla. —“No supe qué hacer contigo. Nunca supe qué hacer con todo lo que sentía cuando me mirabas…” La frase le golpeó como un eco, como un susurro que él nunca dijo, pero que ella intuía. Siempre había algo contenido en Bucky, una guerra interna que nunca la dejó cruzar del todo. Y aún así… aún así, ella lo amó entero. Se inclinó hacia la pequeña mesa de noche y abrió el cajón. Ahí estaba su celular viejo, apagado desde hacía meses. Dudó. Lo encendió. La pantalla tardó más de lo normal, pero finalmente apareció su fondo de pantalla: una foto borrosa de un atardecer que captaron juntos, sin rostros, solo colores, solo una sensación. Entró en los mensajes. Deslizó hasta aquel que nunca envió: “No espero que vuelvas, solo quiero que sepas que te amé. Que cada segundo contigo me dolió y me sanó al mismo tiempo. Que aún duermo de tu lado de la cama. Que aún guardo tu número… aunque ya no marque nada.” El cursor parpadeó como un corazón nervioso. No lo envió. Apagó el celular. Se echó hacia atrás en la cama, dejando que las lágrimas finalmente rodaran sin permiso, sin orgullo. La habitación olía a humedad, a encierro, a pasado. Ella olía a él. Y dolía. Cómo dolía seguir amándolo en un mundo donde ya no estaba. Cerró los ojos. Y por un instante, juraría que él estaba ahí. Sentado en la silla, como antes. Mirándola con ese gesto de culpa y ternura que solo él sabía hacer. Pero al abrirlos, solo estaba la lluvia. Y un silencio que nunca dejaría de sonar.
    Me gusta
    Me entristece
    2
    0 turnos 0 maullidos
  • #DiezCosasSobre 𝕽𝖆𝖋𝖋𝖆𝖊𝖑𝖊

    1.- Nació hace más de 𝘁𝗿𝗲𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 en Florencia, Italia.

    2.- Nunca duerme más de tres horas seguidas.

    3.- Entre tantas propiedades en su poder, 𝗲𝘀 𝗱𝘂𝗲ñ𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗷𝗼𝘀𝗼 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗱𝗲 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗬𝗼𝗿𝗸, cuyo penthouse actualmente llama hogar (aunque rara vez se encuentre en él).

    4.- Tiene una 𝗰𝗶𝗰𝗮𝘁𝗿𝗶𝘇 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼, de una estaca que casi lo mata en el siglo XIIX. La dejó como recordatorio.

    5.- Conserva una 𝗽𝗹𝘂𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝗿𝘃𝗼 en el interior de su abrigo, un amuleto personal.

    6.- 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, pero simula hacerlo para no levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza.

    7.- Dada su antigüedad, 𝗵𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗮 𝗹𝘂𝘇 𝘂𝗹𝘁𝗿𝗮𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝘁𝗮, sin embargo, no es inmune a sus efectos si se expone por un tiempo prolongado.

    8.- Sufre una forma leve de 𝘀𝗶𝗻𝗲𝘀𝘁𝗲𝘀𝗶𝗮, asociando ciertos sonidos con colores específicos, lo que afina aún más su percepción privilegiada.

    9.- Sabe 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗶𝗮𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗼𝗻𝗰𝗵𝗲𝗹𝗼 con maestría. La música podría considerarse una de sus debilidades.

    10.- Tiene una colección privada de 𝗺á𝘀𝗰𝗮𝗿𝗮𝘀 𝗵𝗶𝘀𝘁ó𝗿𝗶𝗰𝗮𝘀, algunas de las cuales datan del siglo XVIII.

    Extra: Su familia estaba emparentada con un 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗹𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀. Por mucho tiempo, culpó de su vampirismo a estas brujas y sus descendiente, ya que lo consideraba consecuencia de su indiferencia hacia la rama mortal de la familia.
    #DiezCosasSobre 𝕽𝖆𝖋𝖋𝖆𝖊𝖑𝖊 1.- Nació hace más de 𝘁𝗿𝗲𝘀𝗰𝗶𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗮ñ𝗼𝘀 en Florencia, Italia. 2.- Nunca duerme más de tres horas seguidas. 3.- Entre tantas propiedades en su poder, 𝗲𝘀 𝗱𝘂𝗲ñ𝗼 𝗱𝗲 𝘂𝗻 𝗹𝘂𝗷𝗼𝘀𝗼 𝗲𝗱𝗶𝗳𝗶𝗰𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗱𝗲𝗽𝗮𝗿𝘁𝗮𝗺𝗲𝗻𝘁𝗼𝘀 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗰𝗼𝗿𝗮𝘇ó𝗻 𝗱𝗲 𝗡𝘂𝗲𝘃𝗮 𝗬𝗼𝗿𝗸, cuyo penthouse actualmente llama hogar (aunque rara vez se encuentre en él). 4.- Tiene una 𝗰𝗶𝗰𝗮𝘁𝗿𝗶𝘇 𝗮𝗻𝘁𝗶𝗴𝘂𝗮 𝗲𝗻 𝗲𝗹 𝗽𝗲𝗰𝗵𝗼, de una estaca que casi lo mata en el siglo XIIX. La dejó como recordatorio. 5.- Conserva una 𝗽𝗹𝘂𝗺𝗮 𝗱𝗲 𝗰𝘂𝗲𝗿𝘃𝗼 en el interior de su abrigo, un amuleto personal. 6.- 𝗡𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗶𝗿𝗮, pero simula hacerlo para no levantar sospechas sobre su verdadera naturaleza. 7.- Dada su antigüedad, 𝗵𝗮 𝗱𝗲𝘀𝗮𝗿𝗿𝗼𝗹𝗹𝗮𝗱𝗼 𝗰𝗶𝗲𝗿𝘁𝗮 𝗿𝗲𝘀𝗶𝘀𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮 𝗵𝗮𝗰𝗶𝗮 𝗹𝗮 𝗹𝘂𝘇 𝘂𝗹𝘁𝗿𝗮𝘃𝗶𝗼𝗹𝗲𝘁𝗮, sin embargo, no es inmune a sus efectos si se expone por un tiempo prolongado. 8.- Sufre una forma leve de 𝘀𝗶𝗻𝗲𝘀𝘁𝗲𝘀𝗶𝗮, asociando ciertos sonidos con colores específicos, lo que afina aún más su percepción privilegiada. 9.- Sabe 𝘁𝗼𝗰𝗮𝗿 𝗲𝗹 𝗽𝗶𝗮𝗻𝗼 𝘆 𝗲𝗹 𝘃𝗶𝗼𝗹𝗼𝗻𝗰𝗵𝗲𝗹𝗼 con maestría. La música podría considerarse una de sus debilidades. 10.- Tiene una colección privada de 𝗺á𝘀𝗰𝗮𝗿𝗮𝘀 𝗵𝗶𝘀𝘁ó𝗿𝗶𝗰𝗮𝘀, algunas de las cuales datan del siglo XVIII. Extra: Su familia estaba emparentada con un 𝗽𝗼𝗱𝗲𝗿𝗼𝘀𝗼 𝗰𝗹𝗮𝗻 𝗱𝗲 𝗯𝗿𝘂𝗷𝗮𝘀. Por mucho tiempo, culpó de su vampirismo a estas brujas y sus descendiente, ya que lo consideraba consecuencia de su indiferencia hacia la rama mortal de la familia.
    Me gusta
    Me encocora
    Me emputece
    8
    0 turnos 0 maullidos
  • ⸺Un día mas en absoluta calma. Me pregunto si esto es a lo que llaman "Paz antes de la tormenta". Ojalá que solo sea mi pesimismo hablando, no creo poder aguantar una crisis sin ti gatito.

    Como ya era costumbre, sus recorridos habían sido el fiel recordatorio de la ausencia de su compañero. La ausencia de sus bromas y la poca disposición a guardar silencio se habían tornado en aburridas búsquedas de problemas inexistentes.

    ⸺Ojalá que estés bien.

    Pidió con todas sus fuerzas a quien escuchara mientras su mirada se perdía en el bello horizonte con la Torre Eiffel como recordatorio de su lucha contra todo aquel que perturbara la paz de su gente y del balance del mundo.

    ⸺Un día mas en absoluta calma. Me pregunto si esto es a lo que llaman "Paz antes de la tormenta". Ojalá que solo sea mi pesimismo hablando, no creo poder aguantar una crisis sin ti gatito. Como ya era costumbre, sus recorridos habían sido el fiel recordatorio de la ausencia de su compañero. La ausencia de sus bromas y la poca disposición a guardar silencio se habían tornado en aburridas búsquedas de problemas inexistentes. ⸺Ojalá que estés bien. Pidió con todas sus fuerzas a quien escuchara mientras su mirada se perdía en el bello horizonte con la Torre Eiffel como recordatorio de su lucha contra todo aquel que perturbara la paz de su gente y del balance del mundo.
    Me gusta
    Me shockea
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Entre le bruit et moi
    Categoría Aventura
    https://www.youtube.com/watch?v=CQCoyXC0CdA&list=RDCQCoyXC0CdA&start_radio=1

    A los 18, Lia buscaba una salida de su realidad. Y la encontró una en un cartel pegado en una farola oxidada: "Se busca guitarrista para banda. Principiantes con agallas, bienvenidos." Había una dirección y una hora. Nada más.

    Ahí conoció a Aren. Tenía 23, una guitarra gastada por las batallas, tatuajes que parecían contar historias a medias y una manera de hablar que mezclaba crudeza con paciencia. El ensayo fue en un sótano húmedo, con más cables que espacio y un baterista que llegaba siempre tarde. Lia no sabía casi nada, pero tenía actitud y algo en la forma de sostener la guitarra que hizo a Aren prestarle atención.

    —Tienes manos de música, no de espectadora —le dijo después de escucharla tocar tres acordes mal encadenados, sabía que ella no pretendía volverse una famosa guitarrista o algo por el estilo, pero ahí estaba tratando de hacer algo que aún él no podía descifrar pero a pesar de ello la dejó quedarse ahí.

    Desde ese día, comenzó algo que nunca fue romance, pero sí fue íntimo. Aren la enseñó a tocar desde la base, sin trucos baratos ni poses: digitación, riffs, cómo manejar un pedal de distorsión, cómo escuchar más de lo que se toca.
    Pero también le enseñó lo que el mundo del rock no muestra en las fotos: el cansancio de las giras baratas, las promesas que no se cumplen, los productores que solo buscan una cara nueva para vender.

    Y sin embargo, Aren siempre trazó una línea invisible entre Lia y la vida que le estaba mostrando.

    Cuando le ofrecían tragos, él le pasaba agua. Cuando un tipo se ponía insistente intentando acercarse más a ella, Aren se plantaba al lado sin decir palabra, como un recordatorio sutil. Y cuando a Lia le brillaban los ojos con la idea de lanzarse más allá, él se encargaba de bajarla con una frase que parecía simple, pero lo decía todo.

    —Cuidate, Lia. El ruido es bueno, pero no dejes que te trague.

    No era paternalismo. Era respeto. Y eso Lia lo supo incluso entonces.

    Permanecieron juntos durante un año, pasando por situaciones entre buenas y muy malas, pero a pesar de todo siempre estuvieron el uno para el otro acompañándose cuando la vida se volvía hostil hasta hacerlos sangrar.

    Después, Aren se fue a producir a otra ciudad. Nunca le prometió quedarse, ambos sabían que solo estaban de pasada, como un momento fugaz en la vida del uno como del otro. El día de la despedida, Aren le dejó su pedal de distorsión con una nota pegada "No dejes de sonar como tu misma."

    Ese fue su año de rock. No el de las luces, sino el que le enseñó a brillar sin perderse en ellas.
    https://www.youtube.com/watch?v=CQCoyXC0CdA&list=RDCQCoyXC0CdA&start_radio=1 A los 18, Lia buscaba una salida de su realidad. Y la encontró una en un cartel pegado en una farola oxidada: "Se busca guitarrista para banda. Principiantes con agallas, bienvenidos." Había una dirección y una hora. Nada más. Ahí conoció a Aren. Tenía 23, una guitarra gastada por las batallas, tatuajes que parecían contar historias a medias y una manera de hablar que mezclaba crudeza con paciencia. El ensayo fue en un sótano húmedo, con más cables que espacio y un baterista que llegaba siempre tarde. Lia no sabía casi nada, pero tenía actitud y algo en la forma de sostener la guitarra que hizo a Aren prestarle atención. —Tienes manos de música, no de espectadora —le dijo después de escucharla tocar tres acordes mal encadenados, sabía que ella no pretendía volverse una famosa guitarrista o algo por el estilo, pero ahí estaba tratando de hacer algo que aún él no podía descifrar pero a pesar de ello la dejó quedarse ahí. Desde ese día, comenzó algo que nunca fue romance, pero sí fue íntimo. Aren la enseñó a tocar desde la base, sin trucos baratos ni poses: digitación, riffs, cómo manejar un pedal de distorsión, cómo escuchar más de lo que se toca. Pero también le enseñó lo que el mundo del rock no muestra en las fotos: el cansancio de las giras baratas, las promesas que no se cumplen, los productores que solo buscan una cara nueva para vender. Y sin embargo, Aren siempre trazó una línea invisible entre Lia y la vida que le estaba mostrando. Cuando le ofrecían tragos, él le pasaba agua. Cuando un tipo se ponía insistente intentando acercarse más a ella, Aren se plantaba al lado sin decir palabra, como un recordatorio sutil. Y cuando a Lia le brillaban los ojos con la idea de lanzarse más allá, él se encargaba de bajarla con una frase que parecía simple, pero lo decía todo. —Cuidate, Lia. El ruido es bueno, pero no dejes que te trague. No era paternalismo. Era respeto. Y eso Lia lo supo incluso entonces. Permanecieron juntos durante un año, pasando por situaciones entre buenas y muy malas, pero a pesar de todo siempre estuvieron el uno para el otro acompañándose cuando la vida se volvía hostil hasta hacerlos sangrar. Después, Aren se fue a producir a otra ciudad. Nunca le prometió quedarse, ambos sabían que solo estaban de pasada, como un momento fugaz en la vida del uno como del otro. El día de la despedida, Aren le dejó su pedal de distorsión con una nota pegada "No dejes de sonar como tu misma." Ese fue su año de rock. No el de las luces, sino el que le enseñó a brillar sin perderse en ellas.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    2
    4 turnos 0 maullidos
  • Dean no era alguien demasiado detallista, o eso era lo que siempre había escuchado. Sam era el atento, el sensible, aquel que tenía en cuenta a los demás y sus deseos. Él era el pasota, el que no daba importancia a las pequeñas cosas…
    Y por desgracia era algo que el mismo Dean había llegado a creerse. Hasta tal punto que todo lo que hacía por los demás, nunca era suficiente, y pasaba por completo desapercibido para todo el mundo.

    Como el hecho de que llevara en secreto preparando aquel regalo para Hope Mikaelson semanas. Semanas en las que aunque había cortado toda relación con la tribrida, habita trabajado en secreto a espaldas de todo el mundo, incluso de los sentidos puñeteramente aumentados de la Mikaelson, para que aquel día la sorpresa fuera todo lo perfecta que él esperaba que fuera.
    Porque Dean la seguía queriendo, porque sus actos estaban respaldados por esos sentimientos que Hope le provocaba, y no podia no hacer nada ese dos de mayo, a pesar de que quizás estuviera fuera de lugar. Le daba igual.

    Todos en aquel bunker habían sufrido demasiado en sus vidas, y sus cumpleaños tan solo eran recordatorios de aquellos que no estaban con ellos, de todos los que faltaban y a los que echaban de menos, así que Dean, ese día tenía la misión, si no de llenar el vacío, cosa que era imposible, si de dibujar una sonrisa en aquellos labios femeninos que le volvían loco.

    Con aquella idea en la cabeza y después de haber dado los últimos retoques, el cazador se dirige a la habitación de Hope, abre la puerta sin llamar, y ve a la tribrida en la cama, por supuesto no es capaz de sorprenderla, porque le mira con esos increíbles ojos en cuanto pone un pie dentro.

    — Aborrezco tu ultra oído…. Ven conmigo.

    Se acerca a la cama y la toma de la mano escondiendo una sonrisa, porque por primera vez estaba casi convencido de que lo había clavado con un regalo.
    Ambos salen del cuarto, y Dean guía a Hope, por los pasillos del bunker, sin vacilar en uno de sus pasos, mientras ambos iban hacia la zona de aquel refugio que, por la poca cantidad de gente viviendo allí ahora mismo, prácticamente no usaban.
    Al final se para frente a una puerta y deja allí a Hope, perfectamente colocada, quedando él justo atrás de ella.

    Detrás de aquella puerta de madera, le esperaba a Hope una impresionante habitación de pintura. Con la mejor iluminación posible al carecer de ventanas, con un caballete y un armario lleno de lienzos en blanco, con todas las herramientas posibles a inimaginables.
    Había pinturas acrílicas, acuarelas, carboncillos, lápices de colores, rotuladores, pinceles, todo lo necesario para el mantenimiento de las mismas así como para la limpieza del lugar, incluso al lado de la puerta había un colgador lleno de impolutas batas blancas, todas de la talla de la tribrida.

    — Feliz cumpleaños, Hope.

    Dean se había quedado unos pasos detrás de ella. Justo en el umbral de la puerta, como si aquel lugar fuera tan solo refugio y propiedad de la morena y él no quisiera contaminarlo con su presencia.

    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #CumpleañosHope #Winchelson
    Dean no era alguien demasiado detallista, o eso era lo que siempre había escuchado. Sam era el atento, el sensible, aquel que tenía en cuenta a los demás y sus deseos. Él era el pasota, el que no daba importancia a las pequeñas cosas… Y por desgracia era algo que el mismo Dean había llegado a creerse. Hasta tal punto que todo lo que hacía por los demás, nunca era suficiente, y pasaba por completo desapercibido para todo el mundo. Como el hecho de que llevara en secreto preparando aquel regalo para [thetribrid] semanas. Semanas en las que aunque había cortado toda relación con la tribrida, habita trabajado en secreto a espaldas de todo el mundo, incluso de los sentidos puñeteramente aumentados de la Mikaelson, para que aquel día la sorpresa fuera todo lo perfecta que él esperaba que fuera. Porque Dean la seguía queriendo, porque sus actos estaban respaldados por esos sentimientos que Hope le provocaba, y no podia no hacer nada ese dos de mayo, a pesar de que quizás estuviera fuera de lugar. Le daba igual. Todos en aquel bunker habían sufrido demasiado en sus vidas, y sus cumpleaños tan solo eran recordatorios de aquellos que no estaban con ellos, de todos los que faltaban y a los que echaban de menos, así que Dean, ese día tenía la misión, si no de llenar el vacío, cosa que era imposible, si de dibujar una sonrisa en aquellos labios femeninos que le volvían loco. Con aquella idea en la cabeza y después de haber dado los últimos retoques, el cazador se dirige a la habitación de Hope, abre la puerta sin llamar, y ve a la tribrida en la cama, por supuesto no es capaz de sorprenderla, porque le mira con esos increíbles ojos en cuanto pone un pie dentro. — Aborrezco tu ultra oído…. Ven conmigo. Se acerca a la cama y la toma de la mano escondiendo una sonrisa, porque por primera vez estaba casi convencido de que lo había clavado con un regalo. Ambos salen del cuarto, y Dean guía a Hope, por los pasillos del bunker, sin vacilar en uno de sus pasos, mientras ambos iban hacia la zona de aquel refugio que, por la poca cantidad de gente viviendo allí ahora mismo, prácticamente no usaban. Al final se para frente a una puerta y deja allí a Hope, perfectamente colocada, quedando él justo atrás de ella. Detrás de aquella puerta de madera, le esperaba a Hope una impresionante habitación de pintura. Con la mejor iluminación posible al carecer de ventanas, con un caballete y un armario lleno de lienzos en blanco, con todas las herramientas posibles a inimaginables. Había pinturas acrílicas, acuarelas, carboncillos, lápices de colores, rotuladores, pinceles, todo lo necesario para el mantenimiento de las mismas así como para la limpieza del lugar, incluso al lado de la puerta había un colgador lleno de impolutas batas blancas, todas de la talla de la tribrida. — Feliz cumpleaños, Hope. Dean se había quedado unos pasos detrás de ella. Justo en el umbral de la puerta, como si aquel lugar fuera tan solo refugio y propiedad de la morena y él no quisiera contaminarlo con su presencia. #Personajes3D #3D #Comunidad3D #CumpleañosHope #Winchelson
    Me encocora
    Me gusta
    3
    2 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    || Recordatorio de que también estoy en discord como darioneoto
    || Recordatorio de que también estoy en discord como darioneoto
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Recordatorio amistoso de que Sophie busca una trama interesante para su historia. En su ficha están las posibilidades de ideas de rol
    Recordatorio amistoso de que Sophie busca una trama interesante para su historia. En su ficha están las posibilidades de ideas de rol ❤️
    Me gusta
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • ¡Hola, FicRolers!

    Paso para dejar tan solo un pequeño recordatorio :
    Sabemos que a veces entre usuarios o personajes pueden surgir roces o malentendidos (¡es normal cuando somos tantos creativos juntos!), pero para cuidar nuestra experiencia en FicRol, la administración siempre ha animado a los usuarios a usar la opción de bloquear si alguna interacción les incomoda o les afecta.

    La herramienta de bloqueo está pensada justo para eso: para que podamos seguir disfrutando sin entrar en discusiones innecesarias.

    Si alguna vez sienten que necesitan ayuda extra y la situación pasa a mayores de forma grave, no dudéis en escribirme o en contactar con la subadministradora. ¡Estamos aquí para ayudar!

    ¡Gracias por ser parte de esta familia tan increíble! Sigamos creando historias maravillosas.

    #RolSage3D #AyudaRolSage #Ayuda
    🌸 ¡Hola, FicRolers! 🌸 Paso para dejar tan solo un pequeño recordatorio ✨: Sabemos que a veces entre usuarios o personajes pueden surgir roces o malentendidos (¡es normal cuando somos tantos creativos juntos!), pero para cuidar nuestra experiencia en FicRol, la administración siempre ha animado a los usuarios a usar la opción de bloquear si alguna interacción les incomoda o les afecta. La herramienta de bloqueo está pensada justo para eso: para que podamos seguir disfrutando sin entrar en discusiones innecesarias. 💬💖 Si alguna vez sienten que necesitan ayuda extra y la situación pasa a mayores de forma grave, no dudéis en escribirme o en contactar con la subadministradora. ¡Estamos aquí para ayudar! 🌟 ¡Gracias por ser parte de esta familia tan increíble! Sigamos creando historias maravillosas. 📚💫 #RolSage3D #AyudaRolSage #Ayuda
    Me gusta
    Me encocora
    6
    0 turnos 0 maullidos
  • 𝗢𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼: 𝗘𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮𝗿.
    Fandom Multi.
    Categoría Acción
    Emma Müller

    La mañana se desplegaba con una calma glacial, el sol apenas asomaba por el horizonte mientras Winter Soldier se preparaba para su misión. Su mente estaba enfocada en la tarea que tenía por delante, sin espacio para emociones o dudas. La voz de HYDRA resonaba en su mente, como una orden grabada a fuego en su cerebro.

    ━━━ ❝ 𝖶𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋 𝖲𝗈𝗅𝖽𝗂𝖾𝗋, 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗆𝗂𝗌𝗂ó𝗇 𝖼𝗋í𝗍𝗂𝖼𝖺. 𝖤𝗅 𝗈𝖻𝗃𝖾𝗍𝗂𝗏𝗈 𝖾𝗌 𝗎𝗇 𝗁𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝗁𝖺 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 𝗂𝗇𝗏𝖾𝗌𝗍𝗂𝗀𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗇𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝖺𝗌 𝖺𝖼𝗍𝗂𝗏𝗂𝖽𝖺𝖽𝖾𝗌 𝗂𝗅í𝖼𝗂𝗍𝖺𝗌. 𝖲𝗎 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝖾𝗌...❞. 𝘓𝘢 𝘷𝘰𝘻 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘶𝘯 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘺 𝘭𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘯𝘶ó, ━━━ ❝ 𝖭𝗈 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺 𝖾𝗅 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾. 𝖫𝗈 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺𝗇𝗍𝖾 𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖽𝖾𝖻𝖾𝗌 𝖾𝗅𝗂𝗆𝗂𝗇𝖺𝗋𝗅𝗈. 𝖫𝖺 𝗀𝖺𝗅𝖺 𝖻𝖾𝗇é𝖿𝗂𝖼𝖺 𝖾𝗇 𝗅𝖺 𝗆𝖺𝗇𝗌𝗂ó𝗇 𝖽𝖾𝗅 𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾𝗌𝖺𝗋𝗂𝗈 𝗌𝖾𝗋á 𝖾𝗅 𝖾𝗌𝖼𝖾𝗇𝖺𝗋𝗂𝗈 𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗅𝗅𝖾𝗏𝖺𝗋 𝖺 𝖼𝖺𝖻𝗈 𝗅𝖺 𝗆𝗂𝗌𝗂ó𝗇 ❞.

    Winter Soldier no respondió, su mente ya estaba procesando la información. La dirección de la mansión se repetía en su mente como un mantra, "ᴄᴀʟʟᴇ 𝟧, ɴúᴍᴇʀᴏ 𝟣𝟤𝟥, ꜱᴇᴄᴛᴏʀ ᴇxᴄʟᴜꜱɪᴠᴏ" . Las instrucciones también estaban claras, 𝐌𝐚𝐭𝐚 𝐚𝐥 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐲 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚 𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 𝐭𝐞𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨. 𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐫𝐞𝐜𝐢ó𝐧, 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐝𝐨.

    Las horas pasaban lentas para él, su mente funcionando como una máquina, sin espacio para la emoción o la duda. Se movía con precisión, cada acción calculada para asegurar el éxito de la misión. Su corazón latía con un ritmo constante, sin acelerarse ni disminuir, como si estuviera programado para cumplir con su deber.

    Mientras esperaba la hora de la gala, el soldado se encontraba en un estado de trance, su mente repitiendo las instrucciones una y otra vez. Su rostro estaba cubierto, listo para ocultar su identidad. No había elección, no había duda. Su misión era clara, y él estaba diseñado para cumplirla.

    "𝗠𝗮𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼 𝘆 𝗲𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮 𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝘁𝗲𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼", se repetía en su mente. La voz de HYDRA resonaba en su mente, como un recordatorio constante de su deber.

    Se levantó, su cuerpo moviéndose con precisión. La hora de la gala se acercaba, y él estaba listo. Su mente estaba enfocada en la misión, sin espacio para la emoción o la duda. Estaba listo para cumplir con su deber, sin cuestionar ni dudar.

    Con un movimiento fluido, el soldado se dirigió hacia la puerta, listo para salir hacia la mansión. La misión estaba a punto de comenzar, y él estaba preparado para llevarla a cabo.
    [zephyr_sapphire_raven_544] La mañana se desplegaba con una calma glacial, el sol apenas asomaba por el horizonte mientras Winter Soldier se preparaba para su misión. Su mente estaba enfocada en la tarea que tenía por delante, sin espacio para emociones o dudas. La voz de HYDRA resonaba en su mente, como una orden grabada a fuego en su cerebro. ━━━ ❝ 𝖶𝗂𝗇𝗍𝖾𝗋 𝖲𝗈𝗅𝖽𝗂𝖾𝗋, 𝗍𝗂𝖾𝗇𝖾𝗌 𝗎𝗇𝖺 𝗆𝗂𝗌𝗂ó𝗇 𝖼𝗋í𝗍𝗂𝖼𝖺. 𝖤𝗅 𝗈𝖻𝗃𝖾𝗍𝗂𝗏𝗈 𝖾𝗌 𝗎𝗇 𝗁𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝗊𝗎𝖾 𝗁𝖺 𝖾𝗌𝗍𝖺𝖽𝗈 𝗂𝗇𝗏𝖾𝗌𝗍𝗂𝗀𝖺𝗇𝖽𝗈 𝗇𝗎𝖾𝗌𝗍𝗋𝖺𝗌 𝖺𝖼𝗍𝗂𝗏𝗂𝖽𝖺𝖽𝖾𝗌 𝗂𝗅í𝖼𝗂𝗍𝖺𝗌. 𝖲𝗎 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾 𝖾𝗌...❞. 𝘓𝘢 𝘷𝘰𝘻 𝘴𝘦 𝘥𝘦𝘵𝘶𝘷𝘰 𝘶𝘯 𝘮𝘰𝘮𝘦𝘯𝘵𝘰, 𝘺 𝘭𝘶𝘦𝘨𝘰 𝘤𝘰𝘯𝘵𝘪𝘯𝘶ó, ━━━ ❝ 𝖭𝗈 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺 𝖾𝗅 𝗇𝗈𝗆𝖻𝗋𝖾. 𝖫𝗈 𝗂𝗆𝗉𝗈𝗋𝗍𝖺𝗇𝗍𝖾 𝖾𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝖽𝖾𝖻𝖾𝗌 𝖾𝗅𝗂𝗆𝗂𝗇𝖺𝗋𝗅𝗈. 𝖫𝖺 𝗀𝖺𝗅𝖺 𝖻𝖾𝗇é𝖿𝗂𝖼𝖺 𝖾𝗇 𝗅𝖺 𝗆𝖺𝗇𝗌𝗂ó𝗇 𝖽𝖾𝗅 𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾𝗌𝖺𝗋𝗂𝗈 𝗌𝖾𝗋á 𝖾𝗅 𝖾𝗌𝖼𝖾𝗇𝖺𝗋𝗂𝗈 𝗉𝖾𝗋𝖿𝖾𝖼𝗍𝗈 𝗉𝖺𝗋𝖺 𝗅𝗅𝖾𝗏𝖺𝗋 𝖺 𝖼𝖺𝖻𝗈 𝗅𝖺 𝗆𝗂𝗌𝗂ó𝗇 ❞. Winter Soldier no respondió, su mente ya estaba procesando la información. La dirección de la mansión se repetía en su mente como un mantra, "ᴄᴀʟʟᴇ 𝟧, ɴúᴍᴇʀᴏ 𝟣𝟤𝟥, ꜱᴇᴄᴛᴏʀ ᴇxᴄʟᴜꜱɪᴠᴏ" . Las instrucciones también estaban claras, 𝐌𝐚𝐭𝐚 𝐚𝐥 𝐨𝐛𝐣𝐞𝐭𝐢𝐯𝐨 𝐲 𝐞𝐥𝐢𝐦𝐢𝐧𝐚 𝐚 𝐜𝐮𝐚𝐥𝐪𝐮𝐢𝐞𝐫 𝐭𝐞𝐬𝐭𝐢𝐠𝐨. 𝐍𝐨 𝐭𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐨𝐜𝐮𝐩𝐞𝐬 𝐩𝐨𝐫 𝐥𝐚 𝐝𝐢𝐬𝐜𝐫𝐞𝐜𝐢ó𝐧, 𝐬𝐨𝐥𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐫𝐞𝐬𝐮𝐥𝐭𝐚𝐝𝐨. Las horas pasaban lentas para él, su mente funcionando como una máquina, sin espacio para la emoción o la duda. Se movía con precisión, cada acción calculada para asegurar el éxito de la misión. Su corazón latía con un ritmo constante, sin acelerarse ni disminuir, como si estuviera programado para cumplir con su deber. Mientras esperaba la hora de la gala, el soldado se encontraba en un estado de trance, su mente repitiendo las instrucciones una y otra vez. Su rostro estaba cubierto, listo para ocultar su identidad. No había elección, no había duda. Su misión era clara, y él estaba diseñado para cumplirla. "𝗠𝗮𝘁𝗮 𝗮𝗹 𝗼𝗯𝗷𝗲𝘁𝗶𝘃𝗼 𝘆 𝗲𝗹𝗶𝗺𝗶𝗻𝗮 𝗮 𝗰𝘂𝗮𝗹𝗾𝘂𝗶𝗲𝗿 𝘁𝗲𝘀𝘁𝗶𝗴𝗼", se repetía en su mente. La voz de HYDRA resonaba en su mente, como un recordatorio constante de su deber. Se levantó, su cuerpo moviéndose con precisión. La hora de la gala se acercaba, y él estaba listo. Su mente estaba enfocada en la misión, sin espacio para la emoción o la duda. Estaba listo para cumplir con su deber, sin cuestionar ni dudar. Con un movimiento fluido, el soldado se dirigió hacia la puerta, listo para salir hacia la mansión. La misión estaba a punto de comenzar, y él estaba preparado para llevarla a cabo.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    5
    43 turnos 0 maullidos
  • El sol acariciaba el cielo cuando ella descendió del Olimpo, con una ultima misión. Su risa aún tenía la inocencia de los siglos, pero sus ojos… sus ojos hablaban de experiencias que antes no conocía. Había cambiado. Ya no era solo la diosa de la juventud: era el resultado de haber sido herida… y haber renacido.

    Caminaba descalza sobre la hierba, y a cada paso, pequeñas flores brotaban bajo sus pies. Su cabello, largo y blanco como la paz eterna, flotaba con cada brisa, brillante, fuerte, indomable.

    —Antes creía que la juventud era eterna sólo por serlo —susurró, alzando un mechón entre sus dedos—. Pero aprendí que incluso la luz necesita cuidados para no apagarse.

    Se detuvo frente a un espejo de agua. Su reflejo era más que belleza: era resiliencia.

    —Me rompieron, sí… —dijo, sin bajar la mirada—. Pero me recompongo más fuerte. Y ahora, no hay sombra que me apague.

    A su lado, un frasco blanco con dorado del shampoo: Pantene, descansaba como un tesoro celestial. Ella lo alzó entre sus manos con la misma reverencia con la que brindaba néctar a los dioses.

    —Esto no es un simple shampoo. Es un escudo, un bálsamo, un recordatorio de que incluso las diosas necesitan cuidarse. Mi cabello no solo brilla… resiste. Vive. Habla de mí.

    Y con una sonrisa traviesa, pero decidida, se giró al espectador invisible que la miraba desde el mundo terrenal.

    —Si quieres sentirte radiante, viva… y fuerte, como yo… Elige bien. Pantene. Brilla con fuerza. Como una diosa.

    #momentopeloteo #desafiodivino
    El sol acariciaba el cielo cuando ella descendió del Olimpo, con una ultima misión. Su risa aún tenía la inocencia de los siglos, pero sus ojos… sus ojos hablaban de experiencias que antes no conocía. Había cambiado. Ya no era solo la diosa de la juventud: era el resultado de haber sido herida… y haber renacido. Caminaba descalza sobre la hierba, y a cada paso, pequeñas flores brotaban bajo sus pies. Su cabello, largo y blanco como la paz eterna, flotaba con cada brisa, brillante, fuerte, indomable. —Antes creía que la juventud era eterna sólo por serlo —susurró, alzando un mechón entre sus dedos—. Pero aprendí que incluso la luz necesita cuidados para no apagarse. Se detuvo frente a un espejo de agua. Su reflejo era más que belleza: era resiliencia. —Me rompieron, sí… —dijo, sin bajar la mirada—. Pero me recompongo más fuerte. Y ahora, no hay sombra que me apague. A su lado, un frasco blanco con dorado del shampoo: Pantene, descansaba como un tesoro celestial. Ella lo alzó entre sus manos con la misma reverencia con la que brindaba néctar a los dioses. —Esto no es un simple shampoo. Es un escudo, un bálsamo, un recordatorio de que incluso las diosas necesitan cuidarse. Mi cabello no solo brilla… resiste. Vive. Habla de mí. Y con una sonrisa traviesa, pero decidida, se giró al espectador invisible que la miraba desde el mundo terrenal. —Si quieres sentirte radiante, viva… y fuerte, como yo… Elige bien. Pantene. Brilla con fuerza. Como una diosa. #momentopeloteo #desafiodivino
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados