• Genial, ahora me quedé plantado y con dos cosas que no se que son, se supone que es matcha, ¿ alguien quiere uno?
    Genial, ahora me quedé plantado y con dos cosas que no se que son, se supone que es matcha, ¿ alguien quiere uno?
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  • ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ
    ​Irina tosió, el aire rancio del pasado raspándole la garganta, mientras se arrodillaba sobre la tierra seca y agrietada. La aparición había sido violenta - como siempre-
    Un estallido de luz fría en medio del día, seguido por el silencio ensordecedor de la nada.

    ​Se llevó la muñeca al rostro, el guante de cuero negro absorbiendo el hilo de sangre caliente que resbalaba de su nariz...Mareo, náuseas, visión borrosa el precio por viajar a través del espacio-tiempo. Pero esta vez la sensación era más profunda, un frío pegajoso que no provenía de la fatiga, sino de la misión. Sus clientes ya no pedían la mera recuperación de artefactos, ahora la exigencia era más siniestra, más… final.

    ​Levantó la cabeza. El sol se cernía como un ojo amarillo y enfermizo sobre un paisaje monocromático de tonos ocres y pardos. A cien metros de distancia, la granja o un intento de ella, era un esqueleto de madera una choza tambaleante, un granero inclinado y un molino de viento estático que parecía un crucifijo roto.

    ​Entonces los notó.
    ​Una bandada inmensa de cuervos se levantó del tejado desvencijado de la choza. No volaron hacia el cielo. En su lugar, comenzaron a describir círculos lentos y metódicos justo sobre la cabeza de Irina.
    Eran más de veinte, plumas negras como obsidiana, y sus graznidos no eran los sonidos casuales de las aves. Eran gritos roncos profundos que resonaban en el pecho de Irina, un coro de advertencia primitiva.

    ​Se detuvo en medio de la explanada, sin fuerzas ni convicción para dar el siguiente paso. La angustia le oprimía el pecho como una prensa de hierro fundido. Sabía que los cuervos no la estaban ahuyentando a ella estaban avisándole a él...​El viejo granjero, el objetivo.

    ​Mientras observaba a los cuervos girar, sintiendo sus ojos avizores sobre su nuca. ​Uno descendió y se posó en el hombro de Irina, sus pequeñas garras penetrando el tejido de su chaqueta de viaje. El pájaro no picoteó; simplemente la miró fijamente con un ojo brillante y maligno.

    ​En ese instante, la puerta de la choza se abrió lentamente, con el gemido de unas bisagras oxidadas. Un hombre de silueta curvada y piel curtida por el sol se asomó, sosteniendo una escopeta de doble cañón. No había sorpresa en sus ojos viejos, solo una paciencia infinita.

    ​──Sabía que venías —dijo el granjero. Su voz era un susurro seco, apenas audible por encima del graznido de la bandada—. Mis guardianes te trajeron el mensaje.
    ​Irina sintió cómo el corazón se le encogía, los clientes siempre le habían dicho que el objetivo no sabría que venía. Que sería un golpe limpio. El granjero, su víctima, no solo lo sabía, sino que la estaba esperando.
    ​El cuervo en su hombro levantó el pico y soltó un último y estridente graznido, como si estuviera dando la señal de ataque justo cuando el granjero levantaba lentamente la escopeta.
    Irina no se movió la repentina y punzante claridad chocaba contra su cara... había fallado antes de empezar. La misión estaba contaminada. El objetivo no era un peón ignorante, sino alguien que estaba, de alguna manera, conectado al flujo temporal, quizás incluso protegido por él.

    ​La vida de Irina dependía de ser eficiente, invisible y letal. En este momento, era visible, acorralada y completamente sin intención de cumplir la orden.
    ​El granjero dio un paso fuera de la choza. A pesar de su postura encorvada, su movimiento era deliberado.

    ​Irina sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el viento frío de ese desolado páramo. Sus clientes le habían mentido. Omitieron que este hombre era consciente de su destino y de los intentos por alterarlo. Matarlo ahora sería un acto sucio, un asesinato innecesario de un hombre que ya estaba viviendo bajo una condena.
    ​La mujer tomó una decisión en una fracción de segundo, una que equivaldría a su propia sentencia de muerte si sus empleadores la descubrían

    ​──No vengo a hacerte daño —logró decir Irina, su voz era ronca por la sequedad y la tensión.
    ​Una risa seca y breve salió de la garganta del granjero.

    ​──Ya lo sé. Pero la intención no limpia la sangre, viajera. Y tú ya tienes suficiente en la nariz.

    ​Ignorando el cañón del arma que la apuntaba, Irina Intentó correr, dar la espalda al granjero, pero la desorientación fue inmediata. Dio un paso hacia adelante y se encontró girando, tropezando con una roca inexistente en la tierra. Cayó de rodillas, el impacto enviando un chispazo de dolor por sus rótulas. Los cuervos, que habían estado sobre ellos, se elevaron en el aire graznando con más intensidad, como un coro de despedida infernal.
    ​Irina se levantó tambaleante, la cabeza latiéndole al ritmo de una máquina averiada.

    ​Escuchó el sonido distante del granjero gritando algo, quizás una advertencia, pero ella ya estaba muy lejos, la voz del hombre se deshacía en la distancia

    ​Corrió ciegamente hacia ninguna parte, apenas consciente de que sus pies golpeaban el suelo. Cada zancada era un acto de voluntad bruta contra el cuerpo que había colpasado por el viaje, no supo como pero logró alejarse lo suficiente para no ver la choza desde su ubicación actual. Irina deshidratada y cansada se dejó caer en tierra seca, no había sombra ni agua, sólo el intenso sol quemando sus retinas aún desenfocadas

    ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀⠀ ⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀ ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀ 》ᴿᵒˡ ᵃᵇⁱᵉʳᵗᵒ ​Irina tosió, el aire rancio del pasado raspándole la garganta, mientras se arrodillaba sobre la tierra seca y agrietada. La aparición había sido violenta - como siempre- Un estallido de luz fría en medio del día, seguido por el silencio ensordecedor de la nada. ​Se llevó la muñeca al rostro, el guante de cuero negro absorbiendo el hilo de sangre caliente que resbalaba de su nariz...Mareo, náuseas, visión borrosa el precio por viajar a través del espacio-tiempo. Pero esta vez la sensación era más profunda, un frío pegajoso que no provenía de la fatiga, sino de la misión. Sus clientes ya no pedían la mera recuperación de artefactos, ahora la exigencia era más siniestra, más… final. ​Levantó la cabeza. El sol se cernía como un ojo amarillo y enfermizo sobre un paisaje monocromático de tonos ocres y pardos. A cien metros de distancia, la granja o un intento de ella, era un esqueleto de madera una choza tambaleante, un granero inclinado y un molino de viento estático que parecía un crucifijo roto. ​Entonces los notó. ​Una bandada inmensa de cuervos se levantó del tejado desvencijado de la choza. No volaron hacia el cielo. En su lugar, comenzaron a describir círculos lentos y metódicos justo sobre la cabeza de Irina. Eran más de veinte, plumas negras como obsidiana, y sus graznidos no eran los sonidos casuales de las aves. Eran gritos roncos profundos que resonaban en el pecho de Irina, un coro de advertencia primitiva. ​Se detuvo en medio de la explanada, sin fuerzas ni convicción para dar el siguiente paso. La angustia le oprimía el pecho como una prensa de hierro fundido. Sabía que los cuervos no la estaban ahuyentando a ella estaban avisándole a él...​El viejo granjero, el objetivo. ​Mientras observaba a los cuervos girar, sintiendo sus ojos avizores sobre su nuca. ​Uno descendió y se posó en el hombro de Irina, sus pequeñas garras penetrando el tejido de su chaqueta de viaje. El pájaro no picoteó; simplemente la miró fijamente con un ojo brillante y maligno. ​En ese instante, la puerta de la choza se abrió lentamente, con el gemido de unas bisagras oxidadas. Un hombre de silueta curvada y piel curtida por el sol se asomó, sosteniendo una escopeta de doble cañón. No había sorpresa en sus ojos viejos, solo una paciencia infinita. ​──Sabía que venías —dijo el granjero. Su voz era un susurro seco, apenas audible por encima del graznido de la bandada—. Mis guardianes te trajeron el mensaje. ​Irina sintió cómo el corazón se le encogía, los clientes siempre le habían dicho que el objetivo no sabría que venía. Que sería un golpe limpio. El granjero, su víctima, no solo lo sabía, sino que la estaba esperando. ​El cuervo en su hombro levantó el pico y soltó un último y estridente graznido, como si estuviera dando la señal de ataque justo cuando el granjero levantaba lentamente la escopeta. Irina no se movió la repentina y punzante claridad chocaba contra su cara... había fallado antes de empezar. La misión estaba contaminada. El objetivo no era un peón ignorante, sino alguien que estaba, de alguna manera, conectado al flujo temporal, quizás incluso protegido por él. ​La vida de Irina dependía de ser eficiente, invisible y letal. En este momento, era visible, acorralada y completamente sin intención de cumplir la orden. ​El granjero dio un paso fuera de la choza. A pesar de su postura encorvada, su movimiento era deliberado. ​ ​Irina sintió un escalofrío que no tenía nada que ver con el viento frío de ese desolado páramo. Sus clientes le habían mentido. Omitieron que este hombre era consciente de su destino y de los intentos por alterarlo. Matarlo ahora sería un acto sucio, un asesinato innecesario de un hombre que ya estaba viviendo bajo una condena. ​La mujer tomó una decisión en una fracción de segundo, una que equivaldría a su propia sentencia de muerte si sus empleadores la descubrían ​──No vengo a hacerte daño —logró decir Irina, su voz era ronca por la sequedad y la tensión. ​Una risa seca y breve salió de la garganta del granjero. ​──Ya lo sé. Pero la intención no limpia la sangre, viajera. Y tú ya tienes suficiente en la nariz. ​Ignorando el cañón del arma que la apuntaba, Irina Intentó correr, dar la espalda al granjero, pero la desorientación fue inmediata. Dio un paso hacia adelante y se encontró girando, tropezando con una roca inexistente en la tierra. Cayó de rodillas, el impacto enviando un chispazo de dolor por sus rótulas. Los cuervos, que habían estado sobre ellos, se elevaron en el aire graznando con más intensidad, como un coro de despedida infernal. ​Irina se levantó tambaleante, la cabeza latiéndole al ritmo de una máquina averiada. ​Escuchó el sonido distante del granjero gritando algo, quizás una advertencia, pero ella ya estaba muy lejos, la voz del hombre se deshacía en la distancia ​Corrió ciegamente hacia ninguna parte, apenas consciente de que sus pies golpeaban el suelo. Cada zancada era un acto de voluntad bruta contra el cuerpo que había colpasado por el viaje, no supo como pero logró alejarse lo suficiente para no ver la choza desde su ubicación actual. Irina deshidratada y cansada se dejó caer en tierra seca, no había sombra ni agua, sólo el intenso sol quemando sus retinas aún desenfocadas ​ ​
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  • ⁀➴ La Kitsune se encontraba durmiendo en unas de las ramas de un árbol, aunque está vez se veía diferente con diferente vestimenta y color de pelo, aunque para ella era normal, pues podía cambiar su vestimenta y color de pelo como quisiera aunque su rostro seguiría siendo el mismo, aunque minutos después abre los ojos observando el amanecer con atención, el cual se veía hermoso.

    ᯓ★ Bien ya es de día, aunque sigo con algo de sueño, debería levantarme y explorar un poco más el mundo humano y el bosque.
    ⁀➴ La Kitsune se encontraba durmiendo en unas de las ramas de un árbol, aunque está vez se veía diferente con diferente vestimenta y color de pelo, aunque para ella era normal, pues podía cambiar su vestimenta y color de pelo como quisiera aunque su rostro seguiría siendo el mismo, aunque minutos después abre los ojos observando el amanecer con atención, el cual se veía hermoso. ᯓ★ Bien ya es de día, aunque sigo con algo de sueño, debería levantarme y explorar un poco más el mundo humano y el bosque.
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  • Estos últimos años he vivido muy tranquilo. Mi percepción del tiempo cambió; mi estabilidad económica me mantuvo fuera de todos esos círculos problemáticos y mi clara inactividad me transformó en un espectador a tiempo completo… No es una queja, busqué esto durante mucho tiempo.

    Pero quiero que esta Navidad sea distinta…

    ¿Amistades? No. Puedo contar con los dedos de una sola mano a quienes mantienen un mínimo vínculo conmigo sin que exista una ganancia de por medio. Ni hablar de todos esos que… No, no puedo involucrar a la mala junta luego de desertar como lo hice.

    Las fiestas, las reuniones… todo eso queda fuera. ¿Podré “cocinar” dentro del hogar?

    Qué dilema… No tengo la paciencia para cosechar un fracaso. Qué dilema, sin dudas…
    Estos últimos años he vivido muy tranquilo. Mi percepción del tiempo cambió; mi estabilidad económica me mantuvo fuera de todos esos círculos problemáticos y mi clara inactividad me transformó en un espectador a tiempo completo… No es una queja, busqué esto durante mucho tiempo. Pero quiero que esta Navidad sea distinta… ¿Amistades? No. Puedo contar con los dedos de una sola mano a quienes mantienen un mínimo vínculo conmigo sin que exista una ganancia de por medio. Ni hablar de todos esos que… No, no puedo involucrar a la mala junta luego de desertar como lo hice. Las fiestas, las reuniones… todo eso queda fuera. ¿Podré “cocinar” dentro del hogar? Qué dilema… No tengo la paciencia para cosechar un fracaso. Qué dilema, sin dudas…
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  • welcome, seattle
    Categoría Slice of Life
    Faltaba una semana para el cumpleaños de Maverick, el cual caía desgraciadamente para una de las fechas más jodidas del año. Recordaba la conversación que habían tenido con Danielle, y aunque debía reconocer que lo había hecho sin pensar al momento de reservar los vuelos ya estaba hecho.

    Aquella mañana en el cuartel del MI6 el agente Heathcliff ingresó a la sala de juntas dónde le habían dicho que estaba la muchacha con un par de cafés en la mano y tras aclararse la garganta le cedió el vaso para poder hablar.


    — La próxima semana es navidad, y todo está muy jodido en esas fechas. . . no sé si tengas planes para esas fechas específicas, lo más seguro es que sí, pero recuerdo que me habías dicho que si decidía viajar a Seattle te apuntabas. —

    se mordió el interior de la mejilla antes de continuar.

    — Iré a visitar a mí familia, ya sabes mí abuelo y mí hermano insisten en ello. Tengo los tickets de avión y los días ya cedidos, de hecho hoy solo vine porque quería hablarte de esto. —

    tras contarle para que había venido procedió a beber de su café. No hacía falta que le dijese que la visita tenía que ver con qué era su cumpleaños.

    Danielle Conway
    Faltaba una semana para el cumpleaños de Maverick, el cual caía desgraciadamente para una de las fechas más jodidas del año. Recordaba la conversación que habían tenido con Danielle, y aunque debía reconocer que lo había hecho sin pensar al momento de reservar los vuelos ya estaba hecho. Aquella mañana en el cuartel del MI6 el agente Heathcliff ingresó a la sala de juntas dónde le habían dicho que estaba la muchacha con un par de cafés en la mano y tras aclararse la garganta le cedió el vaso para poder hablar. — La próxima semana es navidad, y todo está muy jodido en esas fechas. . . no sé si tengas planes para esas fechas específicas, lo más seguro es que sí, pero recuerdo que me habías dicho que si decidía viajar a Seattle te apuntabas. — se mordió el interior de la mejilla antes de continuar. — Iré a visitar a mí familia, ya sabes mí abuelo y mí hermano insisten en ello. Tengo los tickets de avión y los días ya cedidos, de hecho hoy solo vine porque quería hablarte de esto. — tras contarle para que había venido procedió a beber de su café. No hacía falta que le dijese que la visita tenía que ver con qué era su cumpleaños. [DIN0CRISIS]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    20
    Estado
    Disponible
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  • — Ayer en la noche un vecino mio llego a mi puerta y se quejo de que hacia mucho ruido con mi música "satanica" y "sin control", no algo raro que me digan en mi vida diaria, es mas, hasta me divierte ver sus caras de disgusto cuando satanizan mis gustos y de hecho iba a ser razonable hoy y bajar el volumen.
    ...
    Aja, iba a hacerlo hasta que escuche a ese cabron decirme "greñudo". ¿Quien mierda se cree ese? ¿La reencarnación del papá? *Nadie* se mete con mi imagen.
    Entonceeees, jeje, le dije que iba a bajar el volumen pero cuando cerre la puerta agarrae a mi mas malvada de mis esposas y YO mismo empecé a hacer el ruido mas molesto y rasposo para que no pueda dormir toda la noche.
    — Ayer en la noche un vecino mio llego a mi puerta y se quejo de que hacia mucho ruido con mi música "satanica" y "sin control", no algo raro que me digan en mi vida diaria, es mas, hasta me divierte ver sus caras de disgusto cuando satanizan mis gustos y de hecho iba a ser razonable hoy y bajar el volumen. ... Aja, iba a hacerlo hasta que escuche a ese cabron decirme "greñudo". ¿Quien mierda se cree ese? ¿La reencarnación del papá? *Nadie* se mete con mi imagen. Entonceeees, jeje, le dije que iba a bajar el volumen pero cuando cerre la puerta agarrae a mi mas malvada de mis esposas y YO mismo empecé a hacer el ruido mas molesto y rasposo para que no pueda dormir toda la noche.
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  • : «Pareces triste, ¿Sigues triste por Emma?»

    : «Era maravillosa, sabia como hacer un cafe espectacular»

    : «Siempre usaba la toalla que no era de ella...pero extrañare a la perra, era muy linda»

    : « Se que esgas triste, pero la vida sigue, debes continuar tu vida viejo»

    : «Es lo que ella hubiera querido»

    : «Deja de chillar como una nena durante la noche y salte a buscar a la primera que te encuentres»

    : «Viejo, eso es extremadamente ofensivo»
    —🐔: «Pareces triste, ¿Sigues triste por Emma?» —🐴: «Era maravillosa, sabia como hacer un cafe espectacular» —🦉: «Siempre usaba la toalla que no era de ella...pero extrañare a la perra, era muy linda» —🐔: « Se que esgas triste, pero la vida sigue, debes continuar tu vida viejo» —🐴: «Es lo que ella hubiera querido» —🦉: «Deja de chillar como una nena durante la noche y salte a buscar a la primera que te encuentres» —🐴: «Viejo, eso es extremadamente ofensivo»
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  • Llevaba días investigando a un extraño culto, un culto de desquiciados que no lograba comprender, secuestraban a sus víctimas, generalmente eran mujeres y niños. Abrían sus cuerpos, sacaban sus tripas y decoraban las paredes de sus templos con carne y sangre, a veces simplemente los trituraban. Sin duda un escenario escalofriante para la mayoría, para él solo era grotesco.

    Había encontrado muchas de sus guaridas, todas siempre convertidas en un verdadero mar de sangre y vísceras. Esos tipos no le temían, pero tampoco le atacaban, hablaba con ellos, compartían palabras en cada dialogo.

    El solo hecho de interactuar con ese tipo de gente resultaría como algo inmortal, incorrecto. Pero a estas alturas... ¿Qué significado tiene la moralidad? ¿Qué importancia tiene? Si antes de ser lo que es poco le importaba, ahora ya no tenía ningún tipo de relevancia. De todas maneras, el solo atestiguaba las consecuencias de esos enfermizos rituales, más nunca participo en ello. No sentía ira, no sentía nada, ni siquiera morbo, era como ver insectos matándose entre sí.

    Pero el hecho de no dejar de investigar significaba que veía algo en todo eso, algo que podría de alguna forma tener un significado, alguna razón en especial.

    ── “Amor es violencia. Odio es paz”. ──Citó una de las tantas frases que esos cultistas repetían en sus rituales y procedimientos. ¿Tenía sentido? Para ellos sí, era todo. Para él….

    ──Putos enfermos. ──Dijo alzando la vista hacia el cielo. En medio de una caminata los había recordado, encontró irónico referirse con ese tipo de palabrotas hacia un cierto grupo de individuos, hacía tiempo que no lo hacía. Casi como si una parte del “lado humano” en su ser, se expresara.
    Llevaba días investigando a un extraño culto, un culto de desquiciados que no lograba comprender, secuestraban a sus víctimas, generalmente eran mujeres y niños. Abrían sus cuerpos, sacaban sus tripas y decoraban las paredes de sus templos con carne y sangre, a veces simplemente los trituraban. Sin duda un escenario escalofriante para la mayoría, para él solo era grotesco. Había encontrado muchas de sus guaridas, todas siempre convertidas en un verdadero mar de sangre y vísceras. Esos tipos no le temían, pero tampoco le atacaban, hablaba con ellos, compartían palabras en cada dialogo. El solo hecho de interactuar con ese tipo de gente resultaría como algo inmortal, incorrecto. Pero a estas alturas... ¿Qué significado tiene la moralidad? ¿Qué importancia tiene? Si antes de ser lo que es poco le importaba, ahora ya no tenía ningún tipo de relevancia. De todas maneras, el solo atestiguaba las consecuencias de esos enfermizos rituales, más nunca participo en ello. No sentía ira, no sentía nada, ni siquiera morbo, era como ver insectos matándose entre sí. Pero el hecho de no dejar de investigar significaba que veía algo en todo eso, algo que podría de alguna forma tener un significado, alguna razón en especial. ── “Amor es violencia. Odio es paz”. ──Citó una de las tantas frases que esos cultistas repetían en sus rituales y procedimientos. ¿Tenía sentido? Para ellos sí, era todo. Para él…. ──Putos enfermos. ──Dijo alzando la vista hacia el cielo. En medio de una caminata los había recordado, encontró irónico referirse con ese tipo de palabrotas hacia un cierto grupo de individuos, hacía tiempo que no lo hacía. Casi como si una parte del “lado humano” en su ser, se expresara.
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  • *El trabajo en el hotel era frenético, y mientras me apresuraba a asegurar que todo estuviera impecable, agradecía la ayuda de la joven (o quien parecía ser una niña, dada su estatura). Ella contribuía a la estabilidad y limpieza del lugar. Sin embargo, unos demonios se quedaron observándome fijamente mientras yo limpiaba.*

    Mi paciencia se agotó:
    —¿Qué están mirando? ¡Pónganse a limpiar si no están haciendo nada útil, o quitense que están estorbando!—
    *El trabajo en el hotel era frenético, y mientras me apresuraba a asegurar que todo estuviera impecable, agradecía la ayuda de la joven (o quien parecía ser una niña, dada su estatura). Ella contribuía a la estabilidad y limpieza del lugar. Sin embargo, unos demonios se quedaron observándome fijamente mientras yo limpiaba.* Mi paciencia se agotó: —¿Qué están mirando? ¡Pónganse a limpiar si no están haciendo nada útil, o quitense que están estorbando!—
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  • Cómo desearía que estás alas me llevarán a las estrellas, estar junto a los míos, pero tengo estás cadenas que no me permiten volar y me mantienen anclada a esta tierra que no me pertenece
    Cómo desearía que estás alas me llevarán a las estrellas, estar junto a los míos, pero tengo estás cadenas que no me permiten volar y me mantienen anclada a esta tierra que no me pertenece
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