• #monorol
    -- Pilares de la Creación --

    [ Décadas atrás ]

    Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia.

    Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido.

    "¡Apúrate, Cornelius!"
    El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo.

    "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones"
    El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle.

    "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic".
    Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico.

    Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación".

    Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros!

    Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía.

    "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius.

    "¿Por qué siempre cargas esa espada?"
    Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención.

    "¿De qué hablas?"
    Amadeus respondió perplejo.
    "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme"

    "Es más que una espada para ti"
    Acotó Dominic con certeza.

    "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?"
    Afirmó Amadeus.

    "Aquí no hay hongos ni setas"
    Dominic explicó.
    "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar"

    "¿En serio son así de importantes?"
    Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema.

    "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo"
    Dominic mostraba más intensidad a cada palabra.

    "En ese caso..."
    Completó Amadeus.
    "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
    #monorol -- Pilares de la Creación -- [ Décadas atrás ] Nada más que un simple pueblo rural olvidado por Dios. Ni turismo, ni minería, ni cosechas abundantes, solo un par de casuchas polvorientas a mitad del desierto. Un lugar tan insignificante que bien podria ni existir y nadie notaría la diferencia. Sin embargo en los túneles subterráneos se ocultaba un secreto hasta ese día desconocido por el hombre. Secretos ancestrales tan antiguos que desafiaban todo lo establecido. "¡Apúrate, Cornelius!" El hombre que lideraba la expedición era Dominic Ryzenga, un joven micólogo que se había hecho de fama inusitada a su corta edad. No sólo fue él quien descubrió ese lugar, sino que habia descubierto nada menos que 78 especies diferentes de setas en ese abismo. "¿Podemos tomar un descanso? Saben que mi pierna ya no puede con este tipo de excursiones" El que se estaba rezagando era Cornelius Lenheim, un veterano de guerra que había heredado una fortuna tan inmensa de la noche a la mañana, tanto asi que no tenia idea qué hacer con ella. Se apoyaba de un bastón para caminar, cuando uno de los excursionistas regresó a ayudarle. "Creo que es buena idea tomar un descanso, Dominic". Su larga cabellera negra como la noche y su espada oriental eran inconfundibles. Amadeus Crowley, el filántropo y coleccionista que había decidido financiar la investigación del joven Ryzenga cuando el resto del mundo científico le había dado la espalda. Ahora la envidia de muchos gracias a la fructífera investigación del talentoso científico. Frente a los tres hombres y el resto de su expedición se encontraba una gruta natural, sinuosa y traicionera que llevaba a lo que Dominic habia llamado "Los Pilares de la Creación". Los pilares eran nada más que tres hongos de un colosal tamaño que desafiaba todo entendimiento moderno. Dominic había estimado que cada uno alcanzaba una profundidad de nada menos que ¡400 kilómetros! Desde ahí se esparcía una red de setas no solo a traves de esa área, sino a todos los rincones del mundo. Una red de información tan vieja como el propio planeta, aunque según Dominic, era aún más vieja que la tierra misma, o así lo explicaba una descabellada y atrevida teoría que él tenía. "La desdoblabilidad reversible del ADN" le llamaba. Fue recibida con burlas, pero Amadeus escuchó con atención e interés, y por supuesto, con fondos casi ilimitados. Fondos que provenían en gran parte de la familia Lenheim, ahora liderada por Cornelius. "¿Por qué siempre cargas esa espada?" Preguntó Cornelius como si fuera un tabú. Lo conocía desde hace casi un año y le había llamado la atención. "¿De qué hablas?" Amadeus respondió perplejo. "Yo no cargo nada. Ella es la que ha decidido acompañarme" "Es más que una espada para ti" Acotó Dominic con certeza. "Como estas setas son más que simples hongos para ti, ¿no es así?" Afirmó Amadeus. "Aquí no hay hongos ni setas" Dominic explicó. "Esos son los nombres que decidimos para los verdaderos habitantes de este mundo. Estuvieron aquí primero y estarán cuando nuestro turno termine. Ellos son los que deberían decidir si 'humano' es como nos deberíamos llamar" "¿En serio son así de importantes?" Pregunta Cornelius con cautela pues sabe lo apasionado que Dominic es en cuanto a este tema. "¿Importantes? Es lo único que importa, este planeta solo fue creado como un hogar para los Pilares. Comparados con ellos, los humanos somos solo personajes secundarios en este mundo" Dominic mostraba más intensidad a cada palabra. "En ese caso..." Completó Amadeus. "¿Qué tal si nosotros tres tomamos el papel protagónico de este mundo prestado?" Sólo un momento"
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  • -Escena de rol con ℭ𝔞𝔦𝔫 -

    "Entre los colmillos y la pared"

    ¿Otro día de mierda? Por supuesto. ¿Iba a buscar un bar en cuanto terminase de trabajar y tomase una ducha? Sin dudarlo.

    Ya empezaba a volverse una rutina salir a beber, siendo lógicamente algo nocivo. ¿A caso no veía que no existía tanta diferencia entre la politoxicomanía que sufría su madre y los principios de alcoholismo por su parte? Sí, era plenamente consciente de ello pero aún así no encontraba otra forma de despejarse y olvidarse de todo por un rato. Soltarse y dejar atrás su problemática vida familiar, entre otras cosas.

    Así lo hizo. La jornada finalizó, puso rumbo a su pequeño, pero bien limpio y ordenado, apartamento y tomó una ducha tranquilo.
    No era alguien dado a arreglarse, al menos no sin un motivo. Tampoco es que tuviera opción a comprar buenas ropas o cosas más finas y elegantes. Casi siempre vestía ropa cómoda en tonos grises, blancos, marrones o verdes. Pero lo cierto era que esos tonos y esas prendas le sentaban muy bien, no había necesidad de ofuscarse por ello.

    Cenó un poco antes de salir y empezó a deambular por las calles. Originalmente el plan era ir a uno de los locales que solía frecuentar, pero esa noche se sentía atrevido. Siguió vagando sin rumbo fijo hasta que encontrase algún sitio que no conociera y que le llamase la atención. Difícil, pues estaba casi seguro de haber entrado en todos los locales de la zona.
    O eso pensó.
    Dio con un lugar de aspecto un tanto oscuro pero con un toque pseudo elegante. No parecía haber portero guardando la entrada, extraño. Tampoco se filtraba música al exterior por lo que contaba con buen aislamiento, seguro.

    Después de meditarlo un minuto, se decidió a entrar. Por alguna extraña razón había algo en el ambiente que le desagradaba. Algo totalmente ilógico ya que nunca había estado allí como para sentir rechazo. ¿Qué era?... Un olor a... No tenía ni idea de a qué, pero sentía como le erizaba el bello de la nuca.
    Decidió ignorar la sensación y se dirigió directamente a la barra a pedir un Long island icetea.

    ¿Era cosa suya o sentía varas miradas sobre él? ¿Qué le pasaba a la gente de ese club? Era cierto que por su aspecto, andrógino, de piel nívea, largo cabello castaño claro y ojos con heterocromía, solía llamar la atención allí donde iba. Pero esas miradas... Se sentían distintas. ¿Por qué sus sentidos se mantenían en alerta, con la guardia tan en alto?

    -Oye. ¿No me vas a preparar la copa? Tampoco es que te haya pedido nada raro.- Le recriminó al barman, el cual también lo observaba de forma extraña.

    Poco sabía Ren dónde había ido a parar.
    -Escena de rol con [F1rstTraitor] - "Entre los colmillos y la pared" ¿Otro día de mierda? Por supuesto. ¿Iba a buscar un bar en cuanto terminase de trabajar y tomase una ducha? Sin dudarlo. Ya empezaba a volverse una rutina salir a beber, siendo lógicamente algo nocivo. ¿A caso no veía que no existía tanta diferencia entre la politoxicomanía que sufría su madre y los principios de alcoholismo por su parte? Sí, era plenamente consciente de ello pero aún así no encontraba otra forma de despejarse y olvidarse de todo por un rato. Soltarse y dejar atrás su problemática vida familiar, entre otras cosas. Así lo hizo. La jornada finalizó, puso rumbo a su pequeño, pero bien limpio y ordenado, apartamento y tomó una ducha tranquilo. No era alguien dado a arreglarse, al menos no sin un motivo. Tampoco es que tuviera opción a comprar buenas ropas o cosas más finas y elegantes. Casi siempre vestía ropa cómoda en tonos grises, blancos, marrones o verdes. Pero lo cierto era que esos tonos y esas prendas le sentaban muy bien, no había necesidad de ofuscarse por ello. Cenó un poco antes de salir y empezó a deambular por las calles. Originalmente el plan era ir a uno de los locales que solía frecuentar, pero esa noche se sentía atrevido. Siguió vagando sin rumbo fijo hasta que encontrase algún sitio que no conociera y que le llamase la atención. Difícil, pues estaba casi seguro de haber entrado en todos los locales de la zona. O eso pensó. Dio con un lugar de aspecto un tanto oscuro pero con un toque pseudo elegante. No parecía haber portero guardando la entrada, extraño. Tampoco se filtraba música al exterior por lo que contaba con buen aislamiento, seguro. Después de meditarlo un minuto, se decidió a entrar. Por alguna extraña razón había algo en el ambiente que le desagradaba. Algo totalmente ilógico ya que nunca había estado allí como para sentir rechazo. ¿Qué era?... Un olor a... No tenía ni idea de a qué, pero sentía como le erizaba el bello de la nuca. Decidió ignorar la sensación y se dirigió directamente a la barra a pedir un Long island icetea. ¿Era cosa suya o sentía varas miradas sobre él? ¿Qué le pasaba a la gente de ese club? Era cierto que por su aspecto, andrógino, de piel nívea, largo cabello castaño claro y ojos con heterocromía, solía llamar la atención allí donde iba. Pero esas miradas... Se sentían distintas. ¿Por qué sus sentidos se mantenían en alerta, con la guardia tan en alto? -Oye. ¿No me vas a preparar la copa? Tampoco es que te haya pedido nada raro.- Le recriminó al barman, el cual también lo observaba de forma extraña. Poco sabía Ren dónde había ido a parar.
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  • La ofrenda
    Categoría Terror
    ㅤㅤㅤLos pasillos de la parroquia estaban en completo silencio. Fríos y oscuros, con sombras que esperaban por pasos de víctimas distraídas para poder hacerles desaparecer en la noche. Pero, no era cualquier tipo de víctima, Arya se movía entre esos pasillos a pies descalzos entumecidos por el frío mármol del suelo. Ella ni siquiera se inmutó ante ello.

    ㅤㅤㅤCaminaba con lentitud en la oscuridad, conocía a la perfección esos pasillos, más que a la mismísima palma de su mano. Y, con sigilo, comenzó a acercarse a una de tantas puertas que le prohibían mirar. Una que le recordaban una y otra vez que jamás debería tocar.

    ㅤㅤㅤLo sabía muy bien, hasta temía saber qué había del otro lado, pero su cuerpo se movía sin que ella pudiera detenerlo como si estuviera en un trance. Sus ojos, aunque humanos, se ajustaron a la penumbra y vislumbraron perfectamente la puerta de roble, la cual tenía candado y hasta parecía sellada desde cada grieta.

    ㅤㅤㅤ"Ábrela", escuchó en su mente, un susurro tan dulce como melodía de cuna. "Debes abrirla, Arya".

    ㅤㅤㅤAmbas manos se extendieron, esperando tocar la madera vieja que poco a poco fue perdiendo el barniz con los años. Entonces, cuando apenas hizo contacto, el candado cedió enseguida y cayó al suelo con un ruido pesado, pero seco. La pelinegra empujó con todas sus fuerzas, la puerta fue difícilde mover.

    ㅤㅤㅤㅤ"Ábrelo, Ábrelo, Ábrelo".

    ㅤㅤㅤAllí estaba, esperando con mucha paciencia, un grimorio cerrado sobre el escritorio desgastado. Hasta parecía demasiado pesado como para que la vieja madera pudiera sostenerlo por mucho mas tiempo, ya curvada hacia abajo justo en medio donde descansaba el gran libro.

    ㅤㅤㅤSus pies continuaron, el polvillo del suelo pegándose a las plantas de sus pies con cada paso, dejando marcas detrás de ella. Poco después alzó su mano derecha hacia su boca, la cual abrió de a poco y, colocando la misma entre la unión de su pulgar e índice, mordió con la fuerza necesaria para comenzar a sangrar. El dolor era sordo, casi lejano, pues lo que sintió más fue el calor. Ardor en sus venas que goteaba por la mordida.

    ㅤㅤㅤAcercó la mano al grimorio y la apoyó sobre la tapa, esperando que buena parte de su sangre manchara la superficie. De hecho, esta fue absorbida de a poco hasta que el libro se dejó abrir. Allí es que sintió algo acercarse detrás suyo. No alcanzó a leer lo que estaba escrito en las hojas, pues visiones llegaron a ella. Muerte, demasiada muerte, y sufrimiento. La figura de algo... alguien, ¿un hombre? Era como un faro, lo que causaba agonía y mares de sangre bajo sus pies. Tierras marchitas, destruidas. Escuchó millones de llantos en pena que pedían ayuda, y se hicieron tan fuertes que sintió que su cabeza iba a explotar. Llevó ambas manos a su cabeza para gritar antes de abrir los ojos de golpe.

    ㅤㅤㅤSe sentó de repente, con la respiración agitada y dolor en el pecho, ¿ansiedad? ¿Pánico? Tal vez. Hasta había terror en su mirada. Pero estaba bien... se dio cuenta que volvió a su cuarto. Una pesadilla, por suerte.

    ㅤㅤㅤSuspiró, llevando la diestra a su pecho y sintiendo su corazón latir a mil por minuto. Estuvo a punto de cerrar los ojos, mas algo la detuvo. Dolor. Bajó la vista hasta su mano y vio allí la marca de su propia mordida.

    —...No. —susurró, ahora con el cuerpo helado. ¿Entonces no fue una pesadilla?

    ㅤㅤㅤSe quitó las sábanas y se puso de pie, algo le decía que se acercara a la ventana y así lo hizo, moviendo la cortina para ver hacía afuera. Se espantó en el instante que vio la luna completamente roja, alumbrando cada rincón como si estuviera acechando desde lo alto. De repente le llegó una sensación de perdición: algo muy oscuro estaba llegando. No. No era una sola cosa, eran demasiadas.

    ㅤㅤㅤLos gritos de las demás novicias y hermanas la alejó de un salto de la ventana, escuchando el latir de su corazón junto con un pitido lejano en los oídos. ¿Qué es lo que hizo?

    𝙽𝚊𝚝𝚑 ♦ 𝚁𝚊𝚑𝚎𝚕
    ㅤㅤㅤLos pasillos de la parroquia estaban en completo silencio. Fríos y oscuros, con sombras que esperaban por pasos de víctimas distraídas para poder hacerles desaparecer en la noche. Pero, no era cualquier tipo de víctima, Arya se movía entre esos pasillos a pies descalzos entumecidos por el frío mármol del suelo. Ella ni siquiera se inmutó ante ello. ㅤㅤㅤCaminaba con lentitud en la oscuridad, conocía a la perfección esos pasillos, más que a la mismísima palma de su mano. Y, con sigilo, comenzó a acercarse a una de tantas puertas que le prohibían mirar. Una que le recordaban una y otra vez que jamás debería tocar. ㅤㅤㅤLo sabía muy bien, hasta temía saber qué había del otro lado, pero su cuerpo se movía sin que ella pudiera detenerlo como si estuviera en un trance. Sus ojos, aunque humanos, se ajustaron a la penumbra y vislumbraron perfectamente la puerta de roble, la cual tenía candado y hasta parecía sellada desde cada grieta. ㅤㅤㅤ"Ábrela", escuchó en su mente, un susurro tan dulce como melodía de cuna. "Debes abrirla, Arya". ㅤㅤㅤAmbas manos se extendieron, esperando tocar la madera vieja que poco a poco fue perdiendo el barniz con los años. Entonces, cuando apenas hizo contacto, el candado cedió enseguida y cayó al suelo con un ruido pesado, pero seco. La pelinegra empujó con todas sus fuerzas, la puerta fue difícilde mover. ㅤㅤㅤㅤ"Ábrelo, Ábrelo, Ábrelo". ㅤㅤㅤAllí estaba, esperando con mucha paciencia, un grimorio cerrado sobre el escritorio desgastado. Hasta parecía demasiado pesado como para que la vieja madera pudiera sostenerlo por mucho mas tiempo, ya curvada hacia abajo justo en medio donde descansaba el gran libro. ㅤㅤㅤSus pies continuaron, el polvillo del suelo pegándose a las plantas de sus pies con cada paso, dejando marcas detrás de ella. Poco después alzó su mano derecha hacia su boca, la cual abrió de a poco y, colocando la misma entre la unión de su pulgar e índice, mordió con la fuerza necesaria para comenzar a sangrar. El dolor era sordo, casi lejano, pues lo que sintió más fue el calor. Ardor en sus venas que goteaba por la mordida. ㅤㅤㅤAcercó la mano al grimorio y la apoyó sobre la tapa, esperando que buena parte de su sangre manchara la superficie. De hecho, esta fue absorbida de a poco hasta que el libro se dejó abrir. Allí es que sintió algo acercarse detrás suyo. No alcanzó a leer lo que estaba escrito en las hojas, pues visiones llegaron a ella. Muerte, demasiada muerte, y sufrimiento. La figura de algo... alguien, ¿un hombre? Era como un faro, lo que causaba agonía y mares de sangre bajo sus pies. Tierras marchitas, destruidas. Escuchó millones de llantos en pena que pedían ayuda, y se hicieron tan fuertes que sintió que su cabeza iba a explotar. Llevó ambas manos a su cabeza para gritar antes de abrir los ojos de golpe. ㅤㅤㅤSe sentó de repente, con la respiración agitada y dolor en el pecho, ¿ansiedad? ¿Pánico? Tal vez. Hasta había terror en su mirada. Pero estaba bien... se dio cuenta que volvió a su cuarto. Una pesadilla, por suerte. ㅤㅤㅤSuspiró, llevando la diestra a su pecho y sintiendo su corazón latir a mil por minuto. Estuvo a punto de cerrar los ojos, mas algo la detuvo. Dolor. Bajó la vista hasta su mano y vio allí la marca de su propia mordida. —...No. —susurró, ahora con el cuerpo helado. ¿Entonces no fue una pesadilla? ㅤㅤㅤSe quitó las sábanas y se puso de pie, algo le decía que se acercara a la ventana y así lo hizo, moviendo la cortina para ver hacía afuera. Se espantó en el instante que vio la luna completamente roja, alumbrando cada rincón como si estuviera acechando desde lo alto. De repente le llegó una sensación de perdición: algo muy oscuro estaba llegando. No. No era una sola cosa, eran demasiadas. ㅤㅤㅤLos gritos de las demás novicias y hermanas la alejó de un salto de la ventana, escuchando el latir de su corazón junto con un pitido lejano en los oídos. ¿Qué es lo que hizo? [nathrahel01]
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  • Va a salir a pasear por la Isla un poco, hace tiempo que no ha visto a Aino y a Inefa, espera que estén bien.
    Va a salir a pasear por la Isla un poco, hace tiempo que no ha visto a Aino y a Inefa, espera que estén bien.
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  • Ya cierre mis ojitos y manitas están esperando mi regalo... ¿Que es?.
    Ya cierre mis ojitos y manitas están esperando mi regalo... ¿Que es?.
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  • *Después de unos dias de investigación encontré una biblioteca sobre algunos libros que estaba buscando sobre el infierno*

    *Había notado un libro particular con el título "aquellas cosas que nos pertenecen" decidí tomarlo y leerlo de inmediato

    -Hmmm es interesante *hablaba conmigo mismo en voz baja*

    -Ahora si puedo poner en marcha mis planes... Solo debo recaudar más información...

    *Un aura empezaba a surgir dentro de mí ser en el cual se proyectaba una sobra con forma demoníaca....*

    - los entrenamientos me vendrán bien para estás pruebas... *Decía recordando aquel pasado....*
    *Después de unos dias de investigación encontré una biblioteca sobre algunos libros que estaba buscando sobre el infierno* *Había notado un libro particular con el título "aquellas cosas que nos pertenecen" decidí tomarlo y leerlo de inmediato -Hmmm es interesante *hablaba conmigo mismo en voz baja* -Ahora si puedo poner en marcha mis planes... Solo debo recaudar más información... *Un aura empezaba a surgir dentro de mí ser en el cual se proyectaba una sobra con forma demoníaca....* - los entrenamientos me vendrán bien para estás pruebas... *Decía recordando aquel pasado....*
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  • INSTAGRAM ↷ update.
    𓂅 @jaejun.sanren 。 。

    ˹ posted on
    .⇾ 27/11

    ˹ located in
    .⇾ Sanren Hanok, Seoul

    ❝ Las noches como esta suelen terminar siempre igual:
    yo frente al tablero de GO, moviendo piezas
    que nunca contradicen,
    que nunca juzgan,
    que permanecen donde las pongo.

    A veces creo que es más fácil así… porque cada vez que intento abrir un vínculo,
    algo dentro de mí insiste en que no basta,
    que cualquier conexión que intente construir
    siempre será más frágil que la voz de quienes
    me difaman sin conocerme.

    Quizá por eso camino solo.
    La soledad no exige explicaciones…
    y el silencio nunca miente.

    No sé si algún día cambiará.
    Pero por ahora, juego.
    Porque las piezas siempre vuelven al tablero…
    aunque las personas no. ❞

    #SanrenThoughts #NightRoutine #GoGame #QuietMind
    #AutumnNights #HanokEvenings
    INSTAGRAM ↷ update. 𓂅 @jaejun.sanren 。 。 ˹ posted on .⇾ 27/11 ˹ located in .⇾ Sanren Hanok, Seoul ❝ Las noches como esta suelen terminar siempre igual: yo frente al tablero de GO, moviendo piezas que nunca contradicen, que nunca juzgan, que permanecen donde las pongo. A veces creo que es más fácil así… porque cada vez que intento abrir un vínculo, algo dentro de mí insiste en que no basta, que cualquier conexión que intente construir siempre será más frágil que la voz de quienes me difaman sin conocerme. Quizá por eso camino solo. La soledad no exige explicaciones… y el silencio nunca miente. No sé si algún día cambiará. Pero por ahora, juego. Porque las piezas siempre vuelven al tablero… aunque las personas no. ❞ #SanrenThoughts #NightRoutine #GoGame #QuietMind #AutumnNights #HanokEvenings
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  • El nombre del cadáver.
    Categoría Original
    ⊹┈┈┈┈┈┈⊹
    ⤷ 𝒓𝒐𝒍 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐 / 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆 / 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂
    ⊹┈┈┈┈┈┈⊹


    En una de sus tantas caminatas que solía hacer para despejar su mente, había conseguido entre varios árboles una pequeña capilla abandonada, la cual se convertiría en su refugio y en su escondite. Allí se encontraba en ese preciso momento, realmente agotado, debido a que esta última ‘cacería’ había sido algo difícil, inesperada, improvisada. Se encontraba sentado fumándose un cigarro, restándole importancia a las manchas de sangre de sus manos, rostro y ropa, manchando bajo su tacto la madera polvorienta de las bancas del recinto y corrompiendo solo con su simple presencia lo sagrado que quedaba en aquel lugar.

    Alzó su mirada hacia la gran figura en la cruz que estaba en todo el centro, como si esperara algún devoto para que le rezara. Eunwoo no era devoto, pero tuvo una conversación con aquella imagen.

    —Hubiese sido más fácil matarme que tener que vivir de esta forma. Sé que estoy condenado… condenado a vivir solo y escondido como la especie de monstruo que tú creaste y que todos temen. Si tan solo me hubiera convertido en un asesino a sueldo, en vez de ser un caníbal al que le gusta pintar, tal vez sería más aceptado, o por lo menos por un grupo de gente que trabaja para la corrupción a gran escala sin que les importe quién se mancha las manos— Su tono y actitud eran serenos, hablaba pausado como si nada perturbara su voz, aunque sabía que dentro de él podía esconder una gran carga de ira y agresividad, desde aquel incidente no se había podido quitar la culpa de encima y fue la primera vez que se cuestionó su sangrienta naturaleza -dando inicio a una vida torturada-.

    Al terminar un cigarro encendía otro, años anteriores vivía un poco más en conflicto consigo mismo y con el mundo, ahora y en este punto el dolor se había convertido en ironía, por eso se escapa allí a esa capilla, uno de los pocos lugares que conocía sus secretos y ocultaba la sangre en las manchas de moho, polvo y tierra del lugar. ¿Cuántos otros pecados más estarían resguardados entre las agrietadas paredes?

    Tal vez su vida fuese más interesante si estuviese siendo perseguido, pero eso de ser un asesino en serie nunca se le dió, su lado artístico le tomaba una buena parte de su tiempo y su ser meticuloso, asqueado con facilidad por el resto de la raza humana, lo hacía ser tan selectivo con sus presas que aquellas desapariciones pasaban inadvertidas con el tiempo, sobretodo porque siempre buscaba personas igual de solitarias que él. O personas que deseaban morir.

    Si se comiera a alguien importante, su vida definitivamente correría una adrenalina inigualable, pero no estaba seguro de querer arriesgarse, tal vez más adelante cuando el poco sentido que le veía a la vida se le terminara de esfumar.

    —Uhm… Todavía estoy a tiempo de convertirme en uno de ellos, si me como a algunas víctimas a nadie le importaría— Seguía divagando observando el humo, dejando que las colillas cayeran sobre la vieja madera. Volteó a un costado y allí se encontraba aquel cuerpo inerte, todos esos pensamientos surgían a raíz de esa persona que yacía a unos pocos pasos a su lado, considerando todas las posibilidades.

    ¿A quién engañaba realmente?

    Sabía que había cometido un error, su descuido lo hizo tomarse del cabello y apoyar su frente del respaldo de la banca siguiente, gruñendo con frustración sin dejar que se convirtiera en un grito. Se pasó las manos por el rostro, ya no le importaba si se manchaba más de sangre, colilla y polvo, le crecía el estrés al reconocer su equivocación, pues jamás le había pasado eso. Jamás. Aún así, por más complicada que estuviese una situación, sabía mantener la calma y resolver impecablemente, así que esta vez no sería la excepción, ¿cierto…?

    Por primera vez en su vida no sabía a quién había asesinado.
    ⊹┈┈┈🩸♰🩸┈┈┈⊹ ⤷ 𝒓𝒐𝒍 𝒂𝒃𝒊𝒆𝒓𝒕𝒐 / 𝒍𝒊𝒃𝒓𝒆 / 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒂 ⊹┈┈┈🩸♰🩸┈┈┈⊹ En una de sus tantas caminatas que solía hacer para despejar su mente, había conseguido entre varios árboles una pequeña capilla abandonada, la cual se convertiría en su refugio y en su escondite. Allí se encontraba en ese preciso momento, realmente agotado, debido a que esta última ‘cacería’ había sido algo difícil, inesperada, improvisada. Se encontraba sentado fumándose un cigarro, restándole importancia a las manchas de sangre de sus manos, rostro y ropa, manchando bajo su tacto la madera polvorienta de las bancas del recinto y corrompiendo solo con su simple presencia lo sagrado que quedaba en aquel lugar. Alzó su mirada hacia la gran figura en la cruz que estaba en todo el centro, como si esperara algún devoto para que le rezara. Eunwoo no era devoto, pero tuvo una conversación con aquella imagen. —Hubiese sido más fácil matarme que tener que vivir de esta forma. Sé que estoy condenado… condenado a vivir solo y escondido como la especie de monstruo que tú creaste y que todos temen. Si tan solo me hubiera convertido en un asesino a sueldo, en vez de ser un caníbal al que le gusta pintar, tal vez sería más aceptado, o por lo menos por un grupo de gente que trabaja para la corrupción a gran escala sin que les importe quién se mancha las manos— Su tono y actitud eran serenos, hablaba pausado como si nada perturbara su voz, aunque sabía que dentro de él podía esconder una gran carga de ira y agresividad, desde aquel incidente no se había podido quitar la culpa de encima y fue la primera vez que se cuestionó su sangrienta naturaleza -dando inicio a una vida torturada-. Al terminar un cigarro encendía otro, años anteriores vivía un poco más en conflicto consigo mismo y con el mundo, ahora y en este punto el dolor se había convertido en ironía, por eso se escapa allí a esa capilla, uno de los pocos lugares que conocía sus secretos y ocultaba la sangre en las manchas de moho, polvo y tierra del lugar. ¿Cuántos otros pecados más estarían resguardados entre las agrietadas paredes? Tal vez su vida fuese más interesante si estuviese siendo perseguido, pero eso de ser un asesino en serie nunca se le dió, su lado artístico le tomaba una buena parte de su tiempo y su ser meticuloso, asqueado con facilidad por el resto de la raza humana, lo hacía ser tan selectivo con sus presas que aquellas desapariciones pasaban inadvertidas con el tiempo, sobretodo porque siempre buscaba personas igual de solitarias que él. O personas que deseaban morir. Si se comiera a alguien importante, su vida definitivamente correría una adrenalina inigualable, pero no estaba seguro de querer arriesgarse, tal vez más adelante cuando el poco sentido que le veía a la vida se le terminara de esfumar. —Uhm… Todavía estoy a tiempo de convertirme en uno de ellos, si me como a algunas víctimas a nadie le importaría— Seguía divagando observando el humo, dejando que las colillas cayeran sobre la vieja madera. Volteó a un costado y allí se encontraba aquel cuerpo inerte, todos esos pensamientos surgían a raíz de esa persona que yacía a unos pocos pasos a su lado, considerando todas las posibilidades. ¿A quién engañaba realmente? Sabía que había cometido un error, su descuido lo hizo tomarse del cabello y apoyar su frente del respaldo de la banca siguiente, gruñendo con frustración sin dejar que se convirtiera en un grito. Se pasó las manos por el rostro, ya no le importaba si se manchaba más de sangre, colilla y polvo, le crecía el estrés al reconocer su equivocación, pues jamás le había pasado eso. Jamás. Aún así, por más complicada que estuviese una situación, sabía mantener la calma y resolver impecablemente, así que esta vez no sería la excepción, ¿cierto…? Por primera vez en su vida no sabía a quién había asesinado.
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  • -Hm... Creo que he bajado un poco de tono últimamente. Nunca me ha resultado sencillo ganar masa muscular, es casi imposible, pero... Diría que estoy más delgado. No lo entiendo. ¿Será la alimentación?- Observaba su propio cuerpo con algo de frustración.

    A pesar de ser delgado era fuerte, ágil, tenía buena resistencia y velocidad. Pero una de sus mayores "obsesiones" era ser más y más fuerte para asegurarse que nadie pudiera con él, en caso de necesitar defenderse o defender a su madre. También porque, aunque no tenía problema con ser omega, no le gustaba que constantemente le confundieran con una mujer.
    Resultaba exasperante.

    Aun así, por mucho que ejercitara una y otra vez, su cuerpo tenía un tope que no pasaba. El máximo que llegó a conseguir fue un cuerpo de tipo atlético sutil.

    -¿Tendré que comer más proteína quizá? Proteína..- Se quedó pensando unos instantes. -Mierda, ahora quiero pollo frito. Bueno, iré a un bar a pedirlo y de paso tomaré unas copas.
    -Hm... Creo que he bajado un poco de tono últimamente. Nunca me ha resultado sencillo ganar masa muscular, es casi imposible, pero... Diría que estoy más delgado. No lo entiendo. ¿Será la alimentación?- Observaba su propio cuerpo con algo de frustración. A pesar de ser delgado era fuerte, ágil, tenía buena resistencia y velocidad. Pero una de sus mayores "obsesiones" era ser más y más fuerte para asegurarse que nadie pudiera con él, en caso de necesitar defenderse o defender a su madre. También porque, aunque no tenía problema con ser omega, no le gustaba que constantemente le confundieran con una mujer. Resultaba exasperante. Aun así, por mucho que ejercitara una y otra vez, su cuerpo tenía un tope que no pasaba. El máximo que llegó a conseguir fue un cuerpo de tipo atlético sutil. -¿Tendré que comer más proteína quizá? Proteína..- Se quedó pensando unos instantes. -Mierda, ahora quiero pollo frito. Bueno, iré a un bar a pedirlo y de paso tomaré unas copas.
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞.
    𓂅 @jaejun.sanren 。 。

    ˹ posted on
    .⇾ 27/11

    ˹ located in
    .⇾ Sanren Hanok, Seoul

    ❝ Hoy salí con la idea de traer algo de calma a este hanok…
    y terminé adoptando a quien me la arrebató de golpe.

    No fui yo quien lo eligió.
    Fue él, con esa energía directa, firme, igual de silenciosa que la mía.
    Pequeño, ojos claros, espíritu inquieto.
    Lo llamé Haneul. (cielo en coreano)
    Porque así se siente: puro, libre, incontenible.

    Apenas lleva unas horas aquí…
    y ya hizo que esta casa sonara menos vacía.

    Bienvenido al hanok Sanren, Haneul. ❞

    #SanrenHanok #NewCompanion #Haneul #QuietBond
    𝑰𝑵𝑺𝑻𝑨𝑮𝑹𝑨𝑴 ↷ 𝐮𝐩𝐝𝐚𝐭𝐞. 𓂅 @jaejun.sanren 。 。 ˹ posted on .⇾ 27/11 ˹ located in .⇾ Sanren Hanok, Seoul ❝ Hoy salí con la idea de traer algo de calma a este hanok… y terminé adoptando a quien me la arrebató de golpe. No fui yo quien lo eligió. Fue él, con esa energía directa, firme, igual de silenciosa que la mía. Pequeño, ojos claros, espíritu inquieto. Lo llamé Haneul. (cielo en coreano) Porque así se siente: puro, libre, incontenible. Apenas lleva unas horas aquí… y ya hizo que esta casa sonara menos vacía. Bienvenido al hanok Sanren, Haneul. ❞ #SanrenHanok #NewCompanion #Haneul #QuietBond
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