• Su hermano la había dejado a cargo del reino mientras el realizaba algunos viajes a los que no había podido faltar, principalmente por que aun no confiaban mucho en nadie de la corte para enviarlo en si representación, El asunto había terminado involucrando a la desaparición de la su hermana la ex Reina.

    Ella portaba la corona de reina impuesta por su hermano antes de su partida, aquella tarde había una reunión de consejo donde muchos estaban en desacuerdo con la reciente posición adquirida por Adriana, solo era una formalidad para darle el poder irrefutable y prevenir un golpe de estado en ausencia del legitimo Rey.

    Algunos nobles aun seguía inconformes por la situación del repentino asenso al trono de Adrián, en su ausencia y para aprovechar el repentino poder de la princesa de la que se rumoraba "Era infantil y de pensamiento algo escaso", incluso algunos se atavían a decir que "algo no le funcionaba bien en la cabeza" nada mas lejano a la realidad, la cabeza de Adriana funcionaba diferente, pero eso no era una desventaja para ella que le había aprendido a sacar todo el provecho.

    Los nobles habían jugado bien sus cartas tocando temas importantes aquella tarde tratando de confundirla o provecharse de su desinformación sobre el tema, sin embargo ella había leído informes durante dos días seguidos para aquel día. La conversación se había vuelto algo complicada en cada tema ella había respondido filosamente sin dejar su juguetona personalidad en ningún momento.

    -"Por ultimo el tema sobre el heredero real... Ya que su majestad no se encuentra, queremos que usted evalué la posibilidad de un matrimonio morganático con alguna de las jóvenes hijas de la nobleza de terra" -Dijo el lord a quien habían designado como vocero aquella tarde, no lo reconocía, pero al ver la sonrisa era claro que planeaban algo raro. -"En vista de que usted no se a casado aun, ni esta comprometida, tememos por el linaje real... Autorícenos comenzar a buscarle una reina digna a nuestro reino... "-

    Los ojos de Adriana se oscurecieron sintiendo aquello como una ofensa grabe tanto a ella como a su gemelo. No por que se insinuara un matrimonio morganático, eso era indiferente, sino por la intención de imponerle una pareja a su hermano.

    -"Se que su majestad comprende la importancia de un heredero y...."- Una risa salió de sus labios con fuerza, claramente molesta impidiéndolo continuar ella comenzó a hablar.

    -Me parece divertido que me lo proponga a mi y no a mi hermano el rey.... -Dijo suavemente en voz alta- Quiero que algo quede bien claro... Mientras mi hermano siga en este torno... Y yo este a su lado la única que puede usar este trono y la corona real... SOY YO... Y si no es por amor, mi hermano no tendrá una reina a su lado... Si pretenden tener mas poder casando a una de sus hijas con mi hermano... Tendrán que pasar por sobre mi....

    La sala quedo en un sepulcral silencio, aquella reacción fue inesperada por el consejo de la menor de los Salvatore, quien normalmente era infantil y dulce.

    -Esta reunión a terminado... Y no dejare pasar esta falta a mi hermano, ténganlo presente, el es el rey y ustedes sus súbditos...
    Su hermano la había dejado a cargo del reino mientras el realizaba algunos viajes a los que no había podido faltar, principalmente por que aun no confiaban mucho en nadie de la corte para enviarlo en si representación, El asunto había terminado involucrando a la desaparición de la su hermana la ex Reina. Ella portaba la corona de reina impuesta por su hermano antes de su partida, aquella tarde había una reunión de consejo donde muchos estaban en desacuerdo con la reciente posición adquirida por Adriana, solo era una formalidad para darle el poder irrefutable y prevenir un golpe de estado en ausencia del legitimo Rey. Algunos nobles aun seguía inconformes por la situación del repentino asenso al trono de Adrián, en su ausencia y para aprovechar el repentino poder de la princesa de la que se rumoraba "Era infantil y de pensamiento algo escaso", incluso algunos se atavían a decir que "algo no le funcionaba bien en la cabeza" nada mas lejano a la realidad, la cabeza de Adriana funcionaba diferente, pero eso no era una desventaja para ella que le había aprendido a sacar todo el provecho. Los nobles habían jugado bien sus cartas tocando temas importantes aquella tarde tratando de confundirla o provecharse de su desinformación sobre el tema, sin embargo ella había leído informes durante dos días seguidos para aquel día. La conversación se había vuelto algo complicada en cada tema ella había respondido filosamente sin dejar su juguetona personalidad en ningún momento. -"Por ultimo el tema sobre el heredero real... Ya que su majestad no se encuentra, queremos que usted evalué la posibilidad de un matrimonio morganático con alguna de las jóvenes hijas de la nobleza de terra" -Dijo el lord a quien habían designado como vocero aquella tarde, no lo reconocía, pero al ver la sonrisa era claro que planeaban algo raro. -"En vista de que usted no se a casado aun, ni esta comprometida, tememos por el linaje real... Autorícenos comenzar a buscarle una reina digna a nuestro reino... "- Los ojos de Adriana se oscurecieron sintiendo aquello como una ofensa grabe tanto a ella como a su gemelo. No por que se insinuara un matrimonio morganático, eso era indiferente, sino por la intención de imponerle una pareja a su hermano. -"Se que su majestad comprende la importancia de un heredero y...."- Una risa salió de sus labios con fuerza, claramente molesta impidiéndolo continuar ella comenzó a hablar. -Me parece divertido que me lo proponga a mi y no a mi hermano el rey.... -Dijo suavemente en voz alta- Quiero que algo quede bien claro... Mientras mi hermano siga en este torno... Y yo este a su lado la única que puede usar este trono y la corona real... SOY YO... Y si no es por amor, mi hermano no tendrá una reina a su lado... Si pretenden tener mas poder casando a una de sus hijas con mi hermano... Tendrán que pasar por sobre mi.... La sala quedo en un sepulcral silencio, aquella reacción fue inesperada por el consejo de la menor de los Salvatore, quien normalmente era infantil y dulce. -Esta reunión a terminado... Y no dejare pasar esta falta a mi hermano, ténganlo presente, el es el rey y ustedes sus súbditos...
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  • Cuando vio la tarta, se quedó inmóvil durante un instante, sus ojos recorriendo la capa de nata blanca impecable y las fresas brillantes que decoraban la parte superior. La presentación era tan perfecta que casi le costaba creer que alguien se hubiera tomado tantas molestias por ella.

    Se acercó lentamente, como si la enorme tarta fuera un tesoro delicado que temía arruinar con solo tocarlo. Su mirada reflejaba una mezcla de sorpresa y aprecio, aunque un pequeño toque de incomodidad también se asomaba.

    —¿Todo esto… para mí? —Susurro, con una leve sonrisa adornando su pálido rostro.

    Rozó suavemente la superficie con la yema de los dedos, sintiendo la frescura de la nata. No estaba acostumbrada a regalos tan... Dulces, y la idea de que alguien hubiera pensado en algo tan específico para ella la conmovía más de lo que estaba dispuesta a admitir.

    —No creo que pueda terminarla sola. —Comentó en voz más alta, con tono cálido aunque un poco nervioso.

    Por un momento, su mente viajó a los recuerdos de cumpleaños pasados, muchos de ellos llenos de soledad o situaciones menos agradables. Aquel gesto parecía un contraste tan abrumador que casi no sabía cómo reaccionar.

    Finalmente, lamió los restos de la tarta de su dedo, saboreando el equilibrio perfecto entre la dulzura y la frescura, ligera como una nube, con un toque cremoso que casi se derretía en la boca. Era una explosión de simplicidad bien ejecutada, tenía que admitir. Algo… Reconfortante.

    —Gracias. De verdad, gracias… —Un brillo cruzó sus ojos turquesa, aquellos ojos que parecían como si el océano y el cielo se hubieran unido en un baile eterno… Un matiz de felicidad.

    Se quedó un momento más contemplando la tarta antes de añadir, en un tono juguetón.

    —No pienso dejar que algo tan bueno se desperdicie.

    [Gracias 桑蒂 𝐒𝐚𝐧𝐭𝐢𝐚𝐠𝐨 ᴬᵒᶦ 葵 por el regalo ♥
    Ya me gustaria a mi tener esa tarta... (?)]
    Cuando vio la tarta, se quedó inmóvil durante un instante, sus ojos recorriendo la capa de nata blanca impecable y las fresas brillantes que decoraban la parte superior. La presentación era tan perfecta que casi le costaba creer que alguien se hubiera tomado tantas molestias por ella. Se acercó lentamente, como si la enorme tarta fuera un tesoro delicado que temía arruinar con solo tocarlo. Su mirada reflejaba una mezcla de sorpresa y aprecio, aunque un pequeño toque de incomodidad también se asomaba. —¿Todo esto… para mí? —Susurro, con una leve sonrisa adornando su pálido rostro. Rozó suavemente la superficie con la yema de los dedos, sintiendo la frescura de la nata. No estaba acostumbrada a regalos tan... Dulces, y la idea de que alguien hubiera pensado en algo tan específico para ella la conmovía más de lo que estaba dispuesta a admitir. —No creo que pueda terminarla sola. —Comentó en voz más alta, con tono cálido aunque un poco nervioso. Por un momento, su mente viajó a los recuerdos de cumpleaños pasados, muchos de ellos llenos de soledad o situaciones menos agradables. Aquel gesto parecía un contraste tan abrumador que casi no sabía cómo reaccionar. Finalmente, lamió los restos de la tarta de su dedo, saboreando el equilibrio perfecto entre la dulzura y la frescura, ligera como una nube, con un toque cremoso que casi se derretía en la boca. Era una explosión de simplicidad bien ejecutada, tenía que admitir. Algo… Reconfortante. —Gracias. De verdad, gracias… —Un brillo cruzó sus ojos turquesa, aquellos ojos que parecían como si el océano y el cielo se hubieran unido en un baile eterno… Un matiz de felicidad. Se quedó un momento más contemplando la tarta antes de añadir, en un tono juguetón. —No pienso dejar que algo tan bueno se desperdicie. [Gracias [Santi] por el regalo ♥ Ya me gustaria a mi tener esa tarta... (?)]
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  • Le habían hecho un "smoothie" de gancho de lobo, era la primera vez que consumía la fruta en esa presentación. Los ojos del albino brillaron al probar el fruto triturado y congelado.

    -Smo...Smo...-cambió la frande al no poderla pronunciar- Gancho de lobo helado...delicioso...
    Le habían hecho un "smoothie" de gancho de lobo, era la primera vez que consumía la fruta en esa presentación. Los ojos del albino brillaron al probar el fruto triturado y congelado. -Smo...Smo...-cambió la frande al no poderla pronunciar- Gancho de lobo helado...delicioso...
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    ⋮||⋮ Ñau

    "...Sin que ellos fueran conscientes su diosa y madre lo estaba viendo todo. Estaba viendo el sufrimiento de su hijo y de la mujer que había elegido en su vida y su muerte. Un acto de amor tan puro no pasaba desapercibido a sus ojos. Ver cómo cada uno estaba dispuesto a sacrificar su vida o felicidad por el amor del otro era algo que como Kami le hacía sentir orgullo. Ellos dos eran una representación de esperanza en un mundo bañado por la guerra, la codicia, el poder y la venganza.

    ~ 𝐻𝑖𝑗𝑜 𝑚í𝑜, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑠𝑜𝑙𝑠𝑡𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑠𝑢 𝑓𝑟𝑖𝑜 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑜, 𝑡𝑟𝑎𝑒 𝑎 𝑡𝑢 𝑎𝑚𝑎𝑑𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑎𝑛𝑠í𝑎𝑛 𝑠𝑢 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑜 𝐸𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒 𝑚á𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑎, 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑛𝑎𝑙, 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑒𝑠𝑝í𝑟𝑖𝑡𝑢 𝑦 𝑒𝑙 𝑡𝑢𝑦𝑜 𝑠𝑒 𝑢𝑛𝑎𝑛 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑢𝑚𝑏𝑟𝑎𝑙.~ "

    𝗟𝗲𝗲𝗿⬇
    ⋮||⋮ Ñau💘 "...Sin que ellos fueran conscientes su diosa y madre lo estaba viendo todo. Estaba viendo el sufrimiento de su hijo y de la mujer que había elegido en su vida y su muerte. Un acto de amor tan puro no pasaba desapercibido a sus ojos. Ver cómo cada uno estaba dispuesto a sacrificar su vida o felicidad por el amor del otro era algo que como Kami le hacía sentir orgullo. Ellos dos eran una representación de esperanza en un mundo bañado por la guerra, la codicia, el poder y la venganza. ~ 𝐻𝑖𝑗𝑜 𝑚í𝑜, 𝑐𝑢𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑒𝑙 𝑠𝑜𝑙𝑠𝑡𝑖𝑐𝑖𝑜 𝑑𝑒𝑠𝑝𝑖𝑒𝑟𝑡𝑒 𝑠𝑢 𝑓𝑟𝑖𝑜 𝑚𝑎𝑛𝑡𝑜, 𝑡𝑟𝑎𝑒 𝑎 𝑡𝑢 𝑎𝑚𝑎𝑑𝑎, 𝑞𝑢𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑜𝑗𝑜𝑠 𝑎𝑛𝑠í𝑎𝑛 𝑠𝑢 𝑒𝑛𝑐𝑎𝑛𝑡𝑜 𝐸𝑛 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐ℎ𝑒 𝑚á𝑠 𝑙𝑎𝑟𝑔𝑎, 𝑎 𝑙𝑎 𝑙𝑢𝑧 𝑑𝑒𝑙 𝑓𝑢𝑒𝑔𝑜 𝑖𝑛𝑣𝑒𝑟𝑛𝑎𝑙, 𝑞𝑢𝑒 𝑠𝑢 𝑒𝑠𝑝í𝑟𝑖𝑡𝑢 𝑦 𝑒𝑙 𝑡𝑢𝑦𝑜 𝑠𝑒 𝑢𝑛𝑎𝑛 𝑒𝑛 𝑚𝑖 𝑢𝑚𝑏𝑟𝑎𝑙.~ " 𝗟𝗲𝗲𝗿⬇
    La noche no había salido como esperaban ninguno de los presentes. Había sido todo tan intenso y agotador que cuando ambos llegaron a casa , 𝑬𝒍𝒊𝒛𝒂𝒃𝒆𝒕𝒉 ✴ 𝑩𝒍𝒐𝒐𝒅𝒇𝒍𝒂𝒎𝒆 y Kazuo, prácticamente habían caído en el sueño casi de inmediato.

    Ahora tenían una audiencia con uno de los Kamis primigenios en la creación del mundo. Su madre Inari. Esto confirmaba que los había estado observando, y que alguna consecuencia se avecinaba. Lo más probable es, tal y como se había comunicado hacía ellos, es que fueran consecuencias buenas. ¿Pero y si no?, ¿Estarían desafiando a los dioses con su amor y promesas?. Eso hacía que el zorro se despertara a mitad de la noche, intranquilo, quedandose pensativo en el silencio de la noche. Barajaba y rumiaba todos los posibles escenarios cuando ambos fueran al reino de los espíritus, ese lugar que no pertenecía a ninguna parte.

    Por otro lado, había estado su discusión con Heinrich Rosenberg... Ambos se habían reprochado y dicho cosas de las que seguramente se arrepentían de un modo u otro. Pero de momento debería dejar que pasara unos días antes de abordar la situación. Tenían mucho que pensar, ordenar cada uno sus propias ideas antes de intentar solucionar por qué aquella noche parecía haberse quebrado.

    Todos esos pensamientos interrumpían el sueño del zorro, quien trazaba círculos de forma perezosa sobre el brazo de Elizabeth, un gesto que le mantenía los pies en la tierra y que le ayudaba pensar. Con ella cerca todo era más fácil, por qué ella era su prioridad, y ante eso jamás tenía dudas.

    ---------------------------
    Trama https://ficrol.com/posts/206030
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  • -pecado de la gula hace su presentación....... Olfatea la mano ya sintió el aroma de manzanas y miel por alguna parte del humano -
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    //Estoy orgulloso de mi Perfíl ^^

    Revisen la presentación... Y verán a lo que me refiero
    //Estoy orgulloso de mi Perfíl ^^ Revisen la presentación... Y verán a lo que me refiero ❤️
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  • 𝕷𝖆 𝖕𝖗𝖔𝖒𝖊𝖘𝖆 𝖉𝖊 𝕴𝖓𝖆𝖗𝖎 - 𝕽𝖊𝖈𝖚𝖊𝖗𝖉𝖔 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖅𝖔𝖗𝖗𝖔 (parte 2)

    Era consciente del transcurrir del tiempo, capaz de calcularlo con el paso de las estaciones. También era consciente de ver a otros animales nacer y morir sin que él sucumbiera a ese mismo paso del tiempo. No era inmortal: si se cortaba, sangraba, y eso era una prueba irrefutable de su mortalidad. Sin embargo, sus heridas sanaban con una velocidad que no era natural, y tampoco sucumbía a la enfermedad. Entonces recordó que, al nacer, una mano dorada acarició su pequeña cabeza. Era cálida, casi como un arrullo en una noche oscura, tan agradable como el abrazo de una madre. Ese gesto marcó la diferencia entre ser un zorro salvaje y lo que él era en ese momento.

    Era capaz de razonar todo aquello con una comprensión que rozaba lo humano o quizás, superior. Esa sensación cobró más fuerza cuando una voz lo llamó, una voz con la misma calidez de aquella mano que lo había arrullado al nacer. Se dejó guiar hasta llegar a ese lugar, fuera del plano donde solía estar. Era un océano infinito, donde al mirar hacia el horizonte no se podía distinguir dónde se separaban el cielo y el mar. El agua estaba tan quieta que ningún oleaje la alteraba, permaneciendo imperturbable. Solo cuando Kazuo posó sus patas sobre ella, unas pequeñas ondas desvelaron esa línea que diferenciaba el agua del cielo nocturno. Caminó sobre el mar como si fuera tierra firme, sin que el peso de su cuerpo lo hundiera. Mientras avanzaba, vio dos inmensos koi tan blancos como su pelaje, nadando bajo sus patas y guiándole el camino a seguir.

    Fue entonces, después de caminar durante un tiempo indefinido, que una figura apareció ante él. Su resplandor era dorado, tan brillante y cálido que resultaba imposible no deslumbrarse con su luz. Su rostro no se definía por un género; era imposible identificar si era hombre o mujer. Ese ser trascendía todas esas limitaciones. Era su madre, no la que le dio a luz, sino quien le dio la vida. Fue quien lo convirtió en lo que era, otorgándole ese pelaje color de luna, esos ojos color zafiro y ese poder que emanaba de su interior. Sus auras eran prácticamente iguales, como si Kazuo fuese una extensión de aquel ser. Finalmente, aquella majestuosa figura habló.

    —Hijo mío, siento orgullo del ser tan magnífico en el que te has convertido —decía con una voz dulce, que calaba hondo en el pecho del zorro.

    Kazuo podía entender sus palabras, aunque estas no fueran verbalizadas como tal. Era como si tomaran significado en su mente, proyectándose directamente en sus pensamientos.

    —Madre... Inari... —musitó él a través de esa conexión mental que ambos habían establecido.

    No entendía por qué sabía aquello; simplemente lo supo, como algo que llegó a él de manera tan natural como respirar.

    —Eres mi conexión en la Tierra; tú y tus hermanos sois mis ojos, la forma en que puedo llegar a todos los que necesitan mi bendición. Eres parte de mí, y yo soy parte de ti —continuó el kami.

    —Necesito que seas mi mensajero, aquel que lleve mi bondad y que me traiga el anhelo de aquellos que merecen mi gracia. Quiero que seas mi representación en la Tierra —añadió con una calma profunda.

    Las palabras de su madre se asentaron en el pecho de Kazuo, quien asintió suavemente, comprendiendo todo lo que ella le decía. Para él, de una forma inexplicable, todo aquello tenía sentido.

    El kami se acercó a él lentamente. Se arrodilló frente al zorro con extrema humildad, acunando su cabeza entre sus manos y entrelazando sus largos dedos en su pelaje. Kazuo cerró los ojos al sentir el contacto; era cálido, era como estar en casa. Aquella figura mística se inclinó para besarle la frente, como si le otorgara un beso de infinita gratitud.

    —Te amo, hijo mío. Gracias por existir —dijo, susurrando contra su piel.

    Y tras eso, el tintineo de una pequeña campana. Al abrir los ojos, todo había desaparecido, como si de un chasquido sordo lo hubiese despertado de un profundo sueño. Solo que aquello no había sido un sueño. Ahora Kazuo comprendía el propósito de su existencia y cuál sería su cometido de aquí en adelante. Cumpliría su misión hasta exhalar su último aliento, si es que eso llegara a suceder algún día. Fue entonces cuando Kazuo alcanzó un nivel de consciencia mayor que el de cualquier humano o ser terrenal, sellando su destino con una promesa eterna.
    𝕷𝖆 𝖕𝖗𝖔𝖒𝖊𝖘𝖆 𝖉𝖊 𝕴𝖓𝖆𝖗𝖎 - 𝕽𝖊𝖈𝖚𝖊𝖗𝖉𝖔 𝖉𝖊 𝖚𝖓 𝖅𝖔𝖗𝖗𝖔 (parte 2) Era consciente del transcurrir del tiempo, capaz de calcularlo con el paso de las estaciones. También era consciente de ver a otros animales nacer y morir sin que él sucumbiera a ese mismo paso del tiempo. No era inmortal: si se cortaba, sangraba, y eso era una prueba irrefutable de su mortalidad. Sin embargo, sus heridas sanaban con una velocidad que no era natural, y tampoco sucumbía a la enfermedad. Entonces recordó que, al nacer, una mano dorada acarició su pequeña cabeza. Era cálida, casi como un arrullo en una noche oscura, tan agradable como el abrazo de una madre. Ese gesto marcó la diferencia entre ser un zorro salvaje y lo que él era en ese momento. Era capaz de razonar todo aquello con una comprensión que rozaba lo humano o quizás, superior. Esa sensación cobró más fuerza cuando una voz lo llamó, una voz con la misma calidez de aquella mano que lo había arrullado al nacer. Se dejó guiar hasta llegar a ese lugar, fuera del plano donde solía estar. Era un océano infinito, donde al mirar hacia el horizonte no se podía distinguir dónde se separaban el cielo y el mar. El agua estaba tan quieta que ningún oleaje la alteraba, permaneciendo imperturbable. Solo cuando Kazuo posó sus patas sobre ella, unas pequeñas ondas desvelaron esa línea que diferenciaba el agua del cielo nocturno. Caminó sobre el mar como si fuera tierra firme, sin que el peso de su cuerpo lo hundiera. Mientras avanzaba, vio dos inmensos koi tan blancos como su pelaje, nadando bajo sus patas y guiándole el camino a seguir. Fue entonces, después de caminar durante un tiempo indefinido, que una figura apareció ante él. Su resplandor era dorado, tan brillante y cálido que resultaba imposible no deslumbrarse con su luz. Su rostro no se definía por un género; era imposible identificar si era hombre o mujer. Ese ser trascendía todas esas limitaciones. Era su madre, no la que le dio a luz, sino quien le dio la vida. Fue quien lo convirtió en lo que era, otorgándole ese pelaje color de luna, esos ojos color zafiro y ese poder que emanaba de su interior. Sus auras eran prácticamente iguales, como si Kazuo fuese una extensión de aquel ser. Finalmente, aquella majestuosa figura habló. —Hijo mío, siento orgullo del ser tan magnífico en el que te has convertido —decía con una voz dulce, que calaba hondo en el pecho del zorro. Kazuo podía entender sus palabras, aunque estas no fueran verbalizadas como tal. Era como si tomaran significado en su mente, proyectándose directamente en sus pensamientos. —Madre... Inari... —musitó él a través de esa conexión mental que ambos habían establecido. No entendía por qué sabía aquello; simplemente lo supo, como algo que llegó a él de manera tan natural como respirar. —Eres mi conexión en la Tierra; tú y tus hermanos sois mis ojos, la forma en que puedo llegar a todos los que necesitan mi bendición. Eres parte de mí, y yo soy parte de ti —continuó el kami. —Necesito que seas mi mensajero, aquel que lleve mi bondad y que me traiga el anhelo de aquellos que merecen mi gracia. Quiero que seas mi representación en la Tierra —añadió con una calma profunda. Las palabras de su madre se asentaron en el pecho de Kazuo, quien asintió suavemente, comprendiendo todo lo que ella le decía. Para él, de una forma inexplicable, todo aquello tenía sentido. El kami se acercó a él lentamente. Se arrodilló frente al zorro con extrema humildad, acunando su cabeza entre sus manos y entrelazando sus largos dedos en su pelaje. Kazuo cerró los ojos al sentir el contacto; era cálido, era como estar en casa. Aquella figura mística se inclinó para besarle la frente, como si le otorgara un beso de infinita gratitud. —Te amo, hijo mío. Gracias por existir —dijo, susurrando contra su piel. Y tras eso, el tintineo de una pequeña campana. Al abrir los ojos, todo había desaparecido, como si de un chasquido sordo lo hubiese despertado de un profundo sueño. Solo que aquello no había sido un sueño. Ahora Kazuo comprendía el propósito de su existencia y cuál sería su cometido de aquí en adelante. Cumpliría su misión hasta exhalar su último aliento, si es que eso llegara a suceder algún día. Fue entonces cuando Kazuo alcanzó un nivel de consciencia mayor que el de cualquier humano o ser terrenal, sellando su destino con una promesa eterna.
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  • Inseguridades:

    -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras-

    -Star y [shadow_emerald_kangaroo_486] se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.-

    Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día.

    -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante-

    -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.-

    Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco.

    -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza-

    Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”.

    -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.-

    Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche?

    -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba-

    Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello.

    -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.-

    Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable!

    -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.-

    Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo!

    -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas-

    -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.-

    Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él.
    -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo-

    Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas.

    -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.-

    Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia.

    -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
    Inseguridades: -Ante sus ojos se alzaba una vasta escena de verdor y agua. Altas cascadas caían en múltiples niveles por escarpadas paredes de roca oscura, sus aguas blancas y espumosas creando un eco constante en el aire. Los árboles frondosos enmarcaban la vista, con sus raíces aferrándose al suelo. A lo lejos, el sonido del agua cayendo se mezclaba con el susurro de la brisa que cruzaba el bosque. denso follaje, creando un juego de sombras- -Star y [shadow_emerald_kangaroo_486] se encontraban sentadas en el borde de una de esas grandes montañas de roca, observando en silencio el paisaje frente a ellas. El rostro de Star estaba marcado por una evidente molestia; sus cejas fruncidas y una mueca en los labios revelaban su estado de ánimo. De repente, Star soltó un bufido de frustración, rompiendo el silencio.- Star : ¡Qué estupidez! No puedo creer todavía lo que escuché ese día. -Las palabras salen con un tono amargo. Se cruzó de brazos, cerrándose aún más en su propio enfado, mientras inclinaba ligeramente el cuerpo hacia adelante- -A su lado, Luna, su fiel compañera, observaba a Star con una expresión de preocupación. Sin decir nada al principio, alzó su mano y comenzó a acariciar suavemente la espalda de Star, moviéndola de arriba hacia abajo en un intento por reconfortarla. Después de aclarar levemente la garganta para captar su atención, se acercó un poco más y le habló con voz suave.- Luna : Bueno, cariño… Si me explicas más o menos de qué va todo este tornado en tu cabecita, tal vez pueda ayudarte un poco. -Star lanzó una breve mirada de reojo hacia Luna, notando el apoyo en sus ojos. Exhaló un suspiro largo y cambió la posición de sus brazos, apoyando ahora los codos en sus muslos. Sus manos se posaron en los costados de su cabeza- Star: Es Max… Dijo que iba a adoptar a un… “peluche”. -Luna alzó una ceja, claramente confundida, y ladeó un poco la cabeza.- Luna : ¿Un peluche? ¿Qué quieres decir con un peluche? -De repente, Star se levantó de un salto, como si la pregunta de Luna hubiera detonado una energía incontrolable dentro de ella. Empezó a caminar de un lado a otro en el borde de la montaña, sus pasos rápidos y nerviosos dejando huellas en la hierba. Sus brazos se agitaban mientras hablaba- Star : Va a adoptar a un wey que es súper peludito y parece muy adorable, pero lo hizo sin siquiera hacerme una presentación formal o siquiera ablandarme para ello. -Llevó sus manos a su cabeza y comenzó a desordenarse el cabello de forma desesperada, tirando de él y moviéndolo de atrás hacia adelante. Su rostro mostraba una expresión casi de psicosis; los ojos amplios, la respiración rápida y los labios apretados en una mueca que delataba la intensidad de sus emociones.- Star : ¡Y simplemente quedaré en el pasado! . ¡Y me va a cambiar! ¡Y se va a alejar de mí!¡Porque soy reemplazable! -De repente, sus ojos se fijaron en Luna, quien la observaba con sorpresa y preocupación. Luna entreabrió los labios, queriendo decir algo, pero dejó que Star continuara desahogándose.- Star : ¿Sabes? Ni siquiera Rhett ha vuelto. Lo más seguro es que también hizo la misma gracia que Azren. ¡¿Pero él tiene derecho, sabes?! ¡De todos modos, no somos nada! ¡Y ahora Max hará lo mismo! -Con un movimiento desesperado, Star bajó sus manos por su cara, arrastrándolas con tanta fuerza que dejaron líneas rojas en su piel al descubrir nuevamente su rostro. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas que brotaron sin poder contenerlas- -Luna dejó escapar un suspiro profundo, resignada, como si finalmente comprendiera la magnitud del conflicto interno de su amiga. Sin decir nada, se levantó y se acercó a Star, extendiendo sus brazos y envolviéndola en un abrazo firme alrededor de su abdomen. Luna sintió el temblor en el cuerpo de Star, percibiendo la fragilidad detrás de su ira. La sostuvo con fuerza, anclándola en ese momento, como si quisiera transmitirle toda la seguridad que le faltaba.- Luna : Star… Sabes bien que Max jamás te haría eso. No eres reemplazable para él. -Mientras hablaba, sus manos recorrían la espalda de Star en un gesto suave y tranquilizador. Subían y bajaban con ternura, como una caricia que intentaba calmar la tormenta que Star llevaba en el pecho. Luna apoyó su cabeza en el pecho de Star, buscando la cercanía necesaria para que ella sintiera su apoyo- Luna : No todas las personas son como Azren… Hay personas que realmente valoran tu compañía. Me incluyo en ellas. -Con cuidado, Luna se separó un poco, solo lo suficiente para poder ver el rostro de Star. Colocó sus manos en sus mejillas, limpiando las lágrimas con el pulgar en un movimiento delicado. Hizo que Star la mirara, sus ojos enrojecidos y cansados ​​ahora reflejando una expresión un poco más relajada, vulnerable pero más receptiva a sus palabras.- Luna : Mi niña… Todo está bien. Y este “peluche” del que hablas, también puede llegar a ser muy importante en tu vida, y tú en la de él. Podrías encontrar en él otra forma de cariño, como una hermosa familia. -Star bajó la mirada, sus párpados entrecerrados mientras absorbía esas palabras. El dolor aún estaba allí, pero parecía menos intenso, más soportable. A medida que las lágrimas se secaban en sus mejillas, sintió que algo dentro de ella también se apaciguaba, como si el abrazo y las palabras de Luna hubieran comenzado a cicatrizar un poco las heridas de sus inseguridades.-
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  • 𝓤𝒏 𝒆𝒗𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍𝒔𝒕𝒊𝒄𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝓞𝒕𝒐𝒏̃𝒐

    Nesta se había preparado para el evento con la ayuda de Amren, la cual le había aconsejado que fuera ella misma, que no intentase falsear vestidos y maquillajes que ella no solía llevar. Así que cuando compró todo lo necesario en Velaris para un buen "disfraz" se maravilló de lo perfecto que le había quedado.

    La representación de la muerte de una estación, así era Nesta Archeron, la dama de la muerte.
    𝓤𝒏 𝒆𝒗𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒅𝒆𝒍 𝒔𝒐𝒍𝒔𝒕𝒊𝒄𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝓞𝒕𝒐𝒏̃𝒐 Nesta se había preparado para el evento con la ayuda de Amren, la cual le había aconsejado que fuera ella misma, que no intentase falsear vestidos y maquillajes que ella no solía llevar. Así que cuando compró todo lo necesario en Velaris para un buen "disfraz" se maravilló de lo perfecto que le había quedado. La representación de la muerte de una estación, así era Nesta Archeron, la dama de la muerte.
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  • Ꭼꭱꭼꮪ ꮇꮖ ꭲꭱꮖꮪꭲꭼꮓꭺ ꭹ ꮇꮖ ꭼꮪꮲꭼꭱꭺɴꮓꭺ...
    Fandom Marvel
    Categoría Acción
    ❝ѕᴛαяᴛєя ᴘαяα 𝑾𝙊𝑳𝙑𝑬𝙍𝑰𝙉𝑬


    Lo había perdid- ¡NO! Se lo habían arrebatado todo. Había tenido en su mano todo cuanto jamás había deseado, después de haber sacrificado a Visión por el bien común, después de haber sido ella quien le había arrancado la gema de la mente, después de que todo aquello, todo ese sufrimiento no había servido para nada, después de perder… Había luchado contra Thanos por una humanidad en la que no le quedaba nadie.
    Habían ganado y lejos de aquel altruismo que les movía a todos, ella seguía sintiendo aquel horrible agujero en su pecho.

    ¿Acaso podían culparla? ¿No hubiera hecho todo el mundo lo mismo que ella de haber tenido la capacidad? Tan solo quería tener una vida, algo que se le había negado desde que era una simple niña.
    Había perdido a sus padres, había perdido a su hermano, había perdido a Visión…
    Y de repente sin llegar a saber bien como, ella se había convertido en la villana, por buscar lo que todo el mundo ya tenía.

    También le habían arrebatado Westview. Era una vida inventada, una mentira, una ilusión pero era lo mejor que había tenido nunca, y aunque ya no podría recuperarlo, había algo lo que no estaba dispuesta a renunciar. Había terminado de decir adiós a Visión, había visto su cuerpo desmembrado, siendo objeto de experimentos e investigaciones, pero aquellos miembros ya no eran más que objetos sin vida, no podia sentirlo, él ya no estaba allí, se había ido, y Wanda lo había dejado ir también.

    Ahora tenía otros motivos para luchar. A Vision lo había perdido incluso antes de comenzar toda aquella locura, antes de que todo aquel inmenso vacío que sentía en su interior creara de la nada aquella anomalía. Pero no iba a permitir que sus hijos, que Tommy y Billy se convirtieran en daños colaterales de todo aquello.

    Agatha ya los había usado en su contra, ya habían sufrido, aun siendo tan pequeños. Habían perdido a su padre, pero ella seguía en pie, y lucharía con uñas y dientes por recuperarlos.
    Tenía todo el poder en sus manos, y se iba a valer de el para sus fines.
    Tenía la magia del caos, había estudiado el Darkhold, y ya no respondía ante nadie, ya no era una Vengadora, no le importaba convertirse en la villana de quien se opusiera a sus planes, por primera vez en su vida iba a seguir sus propios deseos.

    >> Sabía como seguir la pista de los niños, y sabía como llegar hasta el último punto en el que habían estado. Para cualquiera sería una tarea realmente titánica, y tendría que buscar al estirado de Stephen Strange, pero no para ella.
    Frente a ella se crea un portal. Un circulo que poco a poco se va abriendo más y más, chisporroteando y dejando volar aquellas pequeñas luces las cuales normalmente eran doradas, pero como representación de su magia, aquellas eran de un vivo color rojo.

    La imagen que le ofrece aquella ventana es la de una carretera rodeada de vegetación, la cual a pocos metros giraba hacia la derecha, embocando la entrada de su destino.
    Por fin da aquel paso, un simple paso, pero que le hace cambiar por completo de realidad.
    El portal se cierra tras ella, sin que Wanda pusiera mayor interés en el.

    Tras aquel primer paso, no se detiene y recorre aquella despierta carretera, con más premura conforme se acercaba al edificio, pero... La imagen que la recibe la frena de golpe, la mansión había desaparecido, apenas quedaba piedra sobre piedra. No esperaba ver a Tommy y Billy nada más llegar pero tampoco esa escena, era desoladora, y volvía a dejarla sin un solo hilo del que tirar.


    || La imagen del starter ha sido creada por el talento de #Lebanon ||
    ❝ѕᴛαяᴛєя ᴘαяα [W0LVERINE] Lo había perdid- ¡NO! Se lo habían arrebatado todo. Había tenido en su mano todo cuanto jamás había deseado, después de haber sacrificado a Visión por el bien común, después de haber sido ella quien le había arrancado la gema de la mente, después de que todo aquello, todo ese sufrimiento no había servido para nada, después de perder… Había luchado contra Thanos por una humanidad en la que no le quedaba nadie. Habían ganado y lejos de aquel altruismo que les movía a todos, ella seguía sintiendo aquel horrible agujero en su pecho. ¿Acaso podían culparla? ¿No hubiera hecho todo el mundo lo mismo que ella de haber tenido la capacidad? Tan solo quería tener una vida, algo que se le había negado desde que era una simple niña. Había perdido a sus padres, había perdido a su hermano, había perdido a Visión… Y de repente sin llegar a saber bien como, ella se había convertido en la villana, por buscar lo que todo el mundo ya tenía. También le habían arrebatado Westview. Era una vida inventada, una mentira, una ilusión pero era lo mejor que había tenido nunca, y aunque ya no podría recuperarlo, había algo lo que no estaba dispuesta a renunciar. Había terminado de decir adiós a Visión, había visto su cuerpo desmembrado, siendo objeto de experimentos e investigaciones, pero aquellos miembros ya no eran más que objetos sin vida, no podia sentirlo, él ya no estaba allí, se había ido, y Wanda lo había dejado ir también. Ahora tenía otros motivos para luchar. A Vision lo había perdido incluso antes de comenzar toda aquella locura, antes de que todo aquel inmenso vacío que sentía en su interior creara de la nada aquella anomalía. Pero no iba a permitir que sus hijos, que Tommy y Billy se convirtieran en daños colaterales de todo aquello. Agatha ya los había usado en su contra, ya habían sufrido, aun siendo tan pequeños. Habían perdido a su padre, pero ella seguía en pie, y lucharía con uñas y dientes por recuperarlos. Tenía todo el poder en sus manos, y se iba a valer de el para sus fines. Tenía la magia del caos, había estudiado el Darkhold, y ya no respondía ante nadie, ya no era una Vengadora, no le importaba convertirse en la villana de quien se opusiera a sus planes, por primera vez en su vida iba a seguir sus propios deseos. >> Sabía como seguir la pista de los niños, y sabía como llegar hasta el último punto en el que habían estado. Para cualquiera sería una tarea realmente titánica, y tendría que buscar al estirado de Stephen Strange, pero no para ella. Frente a ella se crea un portal. Un circulo que poco a poco se va abriendo más y más, chisporroteando y dejando volar aquellas pequeñas luces las cuales normalmente eran doradas, pero como representación de su magia, aquellas eran de un vivo color rojo. La imagen que le ofrece aquella ventana es la de una carretera rodeada de vegetación, la cual a pocos metros giraba hacia la derecha, embocando la entrada de su destino. Por fin da aquel paso, un simple paso, pero que le hace cambiar por completo de realidad. El portal se cierra tras ella, sin que Wanda pusiera mayor interés en el. Tras aquel primer paso, no se detiene y recorre aquella despierta carretera, con más premura conforme se acercaba al edificio, pero... La imagen que la recibe la frena de golpe, la mansión había desaparecido, apenas quedaba piedra sobre piedra. No esperaba ver a Tommy y Billy nada más llegar pero tampoco esa escena, era desoladora, y volvía a dejarla sin un solo hilo del que tirar. || La imagen del starter ha sido creada por el talento de #Lebanon ||
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