• Hubo un día en el que Susan dejó de ver a Mateo Riddle como un misterio fascinante y comenzó a verlo como una maldición con ojos hermosos.

    El sol no se atrevía a salir del todo aquella mañana. Las ventanas del Ala de Encantamientos estaban cubiertas por una bruma grisácea que parecía haber nacido de un presagio. A ella le bastó una mirada. No necesitó un pergamino, ni un mensaje anónimo. No hubo necesidad de que alguien se lo contara. Susan lo sintió.

    Porque el amor, aunque tibio y dulce en su origen, también tiene un instinto que arde cuando duele. Lo vio en sus manos: la ligera mancha oscura en la muñeca izquierda, apenas visible entre los pliegues de su túnica. No era tinta. No era una sombra. Era la Marca Tenebrosa.

    Y entonces, todo se quebró en silencio.

    Susan Bones—la sobrina de Amelia, la hija del linaje que conoció la guerra y la pérdida—se convirtió, por un momento, en una mujer detenida entre dos mundos: el que creía que podía construir con él… y el que él ya había elegido sin ella.

    No dijo nada al principio. Solo bajó la mirada. Tragó el nudo en la garganta con la dignidad que le enseñaron las mujeres de su familia. Y cuando por fin alzó la vista, él ya la estaba observando con esa expresión que no suplicaba perdón… sino comprensión.

    Pero ella no iba a darle esa salida.

    —¿Hace cuánto lo decidiste? —preguntó sin temblor en la voz, aunque por dentro se sentía hecha cenizas—. ¿Antes o después de besarme por primera vez?

    Mateo no respondió. No porque no tuviera palabras, sino porque ninguna bastaba para sostener lo que estaba a punto de desmoronarse entre ellos. Y Susan, la eterna justiciera silenciosa, entendió en ese instante que amarlo no iba a ser su redención, sino su condena.

    Dio media vuelta. No corrió. No lloró. Solo caminó, como si dejara atrás un universo alterno, una promesa nunca dicha, un destino que jamás les pertenecería.

    Aquel día, Susan no perdió a un enamorado. Perdió la idea de que el bien y el mal eran tan sencillos como las casas en Hogwarts. Perdió la esperanza de que su corazón podría estar a salvo en los brazos de alguien con sangre Riddle.

    Y aunque su varita no tembló cuando días después lo enfrentó en el campo de batalla, su alma sí lo hizo. Porque a veces, lo más doloroso no es pelear contra el enemigo… sino saber que, alguna vez, fue tu amor.

    Hubo un día en el que Susan dejó de ver a Mateo Riddle como un misterio fascinante y comenzó a verlo como una maldición con ojos hermosos. El sol no se atrevía a salir del todo aquella mañana. Las ventanas del Ala de Encantamientos estaban cubiertas por una bruma grisácea que parecía haber nacido de un presagio. A ella le bastó una mirada. No necesitó un pergamino, ni un mensaje anónimo. No hubo necesidad de que alguien se lo contara. Susan lo sintió. Porque el amor, aunque tibio y dulce en su origen, también tiene un instinto que arde cuando duele. Lo vio en sus manos: la ligera mancha oscura en la muñeca izquierda, apenas visible entre los pliegues de su túnica. No era tinta. No era una sombra. Era la Marca Tenebrosa. Y entonces, todo se quebró en silencio. Susan Bones—la sobrina de Amelia, la hija del linaje que conoció la guerra y la pérdida—se convirtió, por un momento, en una mujer detenida entre dos mundos: el que creía que podía construir con él… y el que él ya había elegido sin ella. No dijo nada al principio. Solo bajó la mirada. Tragó el nudo en la garganta con la dignidad que le enseñaron las mujeres de su familia. Y cuando por fin alzó la vista, él ya la estaba observando con esa expresión que no suplicaba perdón… sino comprensión. Pero ella no iba a darle esa salida. —¿Hace cuánto lo decidiste? —preguntó sin temblor en la voz, aunque por dentro se sentía hecha cenizas—. ¿Antes o después de besarme por primera vez? Mateo no respondió. No porque no tuviera palabras, sino porque ninguna bastaba para sostener lo que estaba a punto de desmoronarse entre ellos. Y Susan, la eterna justiciera silenciosa, entendió en ese instante que amarlo no iba a ser su redención, sino su condena. Dio media vuelta. No corrió. No lloró. Solo caminó, como si dejara atrás un universo alterno, una promesa nunca dicha, un destino que jamás les pertenecería. Aquel día, Susan no perdió a un enamorado. Perdió la idea de que el bien y el mal eran tan sencillos como las casas en Hogwarts. Perdió la esperanza de que su corazón podría estar a salvo en los brazos de alguien con sangre Riddle. Y aunque su varita no tembló cuando días después lo enfrentó en el campo de batalla, su alma sí lo hizo. Porque a veces, lo más doloroso no es pelear contra el enemigo… sino saber que, alguna vez, fue tu amor.
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  • Detective's Play - The Phantomhive Family.
    Fandom Jujutsu Kaisen/Kuroshitsuji.
    Categoría Suspenso
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913.

    ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo.

    ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte.

    ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta.

    ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos.

    ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre.

    ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos.

    ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día.

    ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico.

    ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso...

    Jean Phantomhive
    ⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀⠀Londres, 14 de Febrero, 1913. ⠀ ⠀⠀La niebla nocturna cae como un sudario sobre las calles, cubriéndolas con la humedad grisácea característica de la Europa de aquella época. Hace más de un siglo, su viaje no había hecho más que empezar, cada parada, cada destino, era un nuevo punto de comienzo. ⠀⠀Siempre lo perseguía... Ese hedor a muerte. ⠀⠀El maleficio cobraba vida en las calles, anunciaba su llegada de la miseria, y con él, la caminata de cierto individuo. Un hombre con ropas oscuras, gastadas pero impecables. Lleva un maletín de cuero curtido, y en su mano izquierda, protegida por un guante raído, una sortija de origen indescifrable. Con el paso de las eras, debía adaptarse a los códigos de vestimenta, no había nada que le disgustase más que usar trajes, pero era la etiqueta. ⠀⠀Por el pseudónimo "A", como le llaman quienes se atreven a pagar por sus servicios. No tiene título, ni oficina, ni papeles legales que lo respalden, pero quienes lo han contratado saben que si algo escapa a las leyes naturales, él sabrá qué hacer. Una forma más precisa de describirlo es que sabrá cómo destruirlo. Siempre cobra por adelantado. Tenía una carta en la mano, proveniente de un comisario que decidió contratar al hombre sin tiempo, bajo la duda sobre si los rumores de su persona son ciertos. ⠀⠀Nadie con sentido común camina por Shadwell cuando cae la noche y los pocos que se atreven a hacerlo no hablan de lo que ven, ni del hedor extraño que emana de ciertos portones cerrados desde hace décadas. Pero hace tres semanas, el primer cuerpo apareció bajo uno de esos faroles: un hombre joven, obrero, con la garganta abierta de forma limpia, sin rastro de sangre. ⠀⠀Tres días después, una mujer apareció sentada en los escalones de una iglesia abandonada, completamente vestida, el rostro lívido pero con las cuencas oculares vacías. Ni una sola marca de violencia. Solo piel cerrada, como si jamás hubiera tenido ojos. ⠀⠀La Scotland Yard —que nunca fue famosa por su competencia— cerró ambos casos como "ataques relacionados", probablemente un asesino serial excéntrico, algo que las imprentas sensacionalistas devoraron con entusiasmo. Pero Alaric sabía que no, estos parecían los requisitos de una especie de ritual, y seguía acumulando víctimas día tras día. ⠀⠀No están asesinando al azar, los están preparando meticulosamente. Algo despertará y será terrorífico. ⠀⠀Pero él no será el único que investigue ese caso... [littl3gr3y]
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  • . El apego es el origen, la raíz del sufrimiento.
    . El apego es el origen, la raíz del sufrimiento.
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  • — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones.
    El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
    — Bajo el cielo que es el origen de todas las cosas, no hay muros, ni castillos, ni naciones. El Planeta Primordial deslumbra desde el fondo de la tierra. Te mostraré el dominio del alma... Garden of Avalon!
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  • Debo confesar, el café es una perdición para mí. Me encanta desde su aroma a sus tan distintos gustos dependiendo del grano y de su origen. Lo disfruto dulce, un caliente espresso o frío en un refresco en verano. No es solamente la excusa para despertar en una mañana de flojera, es una deliciosa rutina, un ritual para empezar bien el día.
    Debo confesar, el café es una perdición para mí. Me encanta desde su aroma a sus tan distintos gustos dependiendo del grano y de su origen. Lo disfruto dulce, un caliente espresso o frío en un refresco en verano. No es solamente la excusa para despertar en una mañana de flojera, es una deliciosa rutina, un ritual para empezar bien el día.
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    The apothecary diaries
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    Nombre: Xiaolan
    Origen: Vendida al Palacio Interior por sus padres
    Ocupación: Sirvienta en el Palacio Interior
    Edad: Joven (edad exacta no especificada)

    Personalidad:

    Positiva y agradecida pese a sus circunstancias

    Charlatana, entusiasta, adorable

    Inocentemente entrometida

    Muy sociable y amigable

    Descripción general:
    A pesar de su dura historia personal, Xiaolan ha abrazado su vida en el Palacio Trasero con una actitud optimista. Es conocida por su personalidad vivaz, su cariño contagioso y su inagotable apetito por los chismes. Es amiga cercana de Maomao, a quien respeta y admira, aunque a menudo sin comprender del todo la complejidad de su mente analítica.

    Talentos:
    Conocimiento social
    Observadora

    Información de: https://kusuriya.fandom.com/wiki/Xiaolan
    Nombre: Xiaolan Origen: Vendida al Palacio Interior por sus padres Ocupación: Sirvienta en el Palacio Interior Edad: Joven (edad exacta no especificada) 🌟 Personalidad: Positiva y agradecida pese a sus circunstancias Charlatana, entusiasta, adorable Inocentemente entrometida Muy sociable y amigable Descripción general: A pesar de su dura historia personal, Xiaolan ha abrazado su vida en el Palacio Trasero con una actitud optimista. Es conocida por su personalidad vivaz, su cariño contagioso y su inagotable apetito por los chismes. Es amiga cercana de Maomao, a quien respeta y admira, aunque a menudo sin comprender del todo la complejidad de su mente analítica. 🧩 Talentos: Conocimiento social Observadora Información de: https://kusuriya.fandom.com/wiki/Xiaolan
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  • — Esa rubia me prometió elfas y atenciones de origen dulce que te hacen babear. Pero no veo ni elfas ni babas. — Mientras tanto está pasando por una crisis de identidad.



    || bonjour, les pido que respeten la historia de cada personaje y no me lleguen con meta rol sacado del *** de favor, gracias.
    — Esa rubia me prometió elfas y atenciones de origen dulce que te hacen babear. Pero no veo ni elfas ni babas. — Mientras tanto está pasando por una crisis de identidad. || bonjour, les pido que respeten la historia de cada personaje y no me lleguen con meta rol sacado del *** de favor, gracias.
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  • 🪻 𝓤n 𝓡oce 𝓒armesí ◌᪲ ㅤ .ㅤ ︶ּ︶
    Fandom OC
    Categoría Romance
    Shizuka, una chica de gran belleza, con su cabello lila ondeante recogido en dos coletas y ojos celestes que brillaban como estrellas, formaba una pareja estable contigo desde hacía unos pocos meses. Vivían juntos en una hermosa casa frente a un lago, un entorno natural que complementaba perfectamente el origen de la chica. Hasta ese momento, Shizuka siempre se había mostrado afectuosa, tranquila, creativa e innovadora. Si bien a veces se disociaba y necesitaba su espacio, ambos habían logrado comprenderse y respetar sus momentos a solas, lo que les había permitido mantener una relación duradera.

    No obstante, en los últimos días, algo extraño estaba sucediendo con Shizuka. Últimamente, se la veía muy rojiza, con las mejillas y la frente sonrojadas, y evitaba a toda costa el contacto físico desde hacía tres días. Cualquier roce la hacía erizarse y se alejaba rápidamente, mirando a su pareja con temblor. Antes, solían dormir abrazados, ver películas juntos o simplemente acurrucarse, pero esa rutina había desaparecido. Ahora, ella siempre desayunaba con la cabeza gacha, mordiéndose el labio, como si intentara contener un sonido que no quería que saliera.

    Un día, en la tarde del tercer día, su pareja se cansó de la situación. Al entrar a la habitación, Shizuka estaba de pie cerca de la cama; sus manos apretaban con fuerza entre sus muslos, mientras soltaba jadeos contenidos, con el rostro completamente rojo. Quitó una mano de allí, llevándola a sus labios, y alzó lentamente su rostro hacia el chico. Shizuka era una Shal'Zorin, lo que significaba que era mitad gata y mitad humana. Para las gatas, es común que cada cierto tiempo entren en celo, un período en el que se descontrolan. Si su pareja se ponía a analizar, Shizuka mostraba todas esas características. Pero, hasta ahora, ellos no habían tenido intimidad. ¿Cómo acabaría esto?
    Shizuka, una chica de gran belleza, con su cabello lila ondeante recogido en dos coletas y ojos celestes que brillaban como estrellas, formaba una pareja estable contigo desde hacía unos pocos meses. Vivían juntos en una hermosa casa frente a un lago, un entorno natural que complementaba perfectamente el origen de la chica. Hasta ese momento, Shizuka siempre se había mostrado afectuosa, tranquila, creativa e innovadora. Si bien a veces se disociaba y necesitaba su espacio, ambos habían logrado comprenderse y respetar sus momentos a solas, lo que les había permitido mantener una relación duradera. No obstante, en los últimos días, algo extraño estaba sucediendo con Shizuka. Últimamente, se la veía muy rojiza, con las mejillas y la frente sonrojadas, y evitaba a toda costa el contacto físico desde hacía tres días. Cualquier roce la hacía erizarse y se alejaba rápidamente, mirando a su pareja con temblor. Antes, solían dormir abrazados, ver películas juntos o simplemente acurrucarse, pero esa rutina había desaparecido. Ahora, ella siempre desayunaba con la cabeza gacha, mordiéndose el labio, como si intentara contener un sonido que no quería que saliera. Un día, en la tarde del tercer día, su pareja se cansó de la situación. Al entrar a la habitación, Shizuka estaba de pie cerca de la cama; sus manos apretaban con fuerza entre sus muslos, mientras soltaba jadeos contenidos, con el rostro completamente rojo. Quitó una mano de allí, llevándola a sus labios, y alzó lentamente su rostro hacia el chico. Shizuka era una Shal'Zorin, lo que significaba que era mitad gata y mitad humana. Para las gatas, es común que cada cierto tiempo entren en celo, un período en el que se descontrolan. Si su pareja se ponía a analizar, Shizuka mostraba todas esas características. Pero, hasta ahora, ellos no habían tenido intimidad. ¿Cómo acabaría esto?
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  • Milenios antes, cuando los dioses aún estaban aprendiendo a escucharse a sí mismos, la noche en el Olimpo era perfecta. Silenciosa, templada, eterna.
    Tan perfecta que dolía.

    Hera no dormía. Y no era la primera vez.

    La diosa permanecía inmóvil sobre el lecho compartido con Zeus. Su mirada fija en el vacío, el cuerpo tenso bajo la seda, como si aún llevara dentro el eco de algo que no debía haber sentido.

    Un temblor.

    No físico, no visible, pero real. Algo antiguo, una punzada en el pecho que ni el tiempo, ni su poder, ni su orgullo podían calmar. No sabía si había sido un sueño o una revelación. Pero lo había sentido. Como una mano atravesando el tejido del universo y posándose sobre su alma.

    Junto a ella, Zeus dormía. El dios de dioses, invulnerable incluso a los temblores que a ella le habían robado la paz. Su respiración era regular. Serena.
    Ella lo observó. Ni una grieta. Ni una reacción.

    ¿No lo había sentido?

    Hera se incorporó sin hacer ruido. Se deslizó fuera de la cama con la gracia de quien ha reinado demasiado tiempo como para ser torpe. El mármol del suelo estaba frío, como si el Olimpo mismo hubiese perdido calor. Y aún así, caminó.

    Atravesó el salón sin luces, guiada por una fuerza invisible que la empujaba hacia el balcón. Cada paso era una certeza: no podía quedarse. No después de eso.

    El viento la recibió apenas cruzó las cortinas. Era más fuerte de lo habitual. Casi hostil. Su cabello, largo y oscuro como vino espeso, se agitaba con vida propia. El cielo parecía más cercano, más pesado, como si las estrellas hubieran descendido a escuchar.

    Y entonces, ocurrió.

    La esfera se formó entre sus manos sin que ella lo pidiera. Agua suspendida, vibrante, palpitando como si tuviera corazón.
    Dentro de ella: una visión.

    Un campo seco. Oscuro. El cielo rojo como el hierro fundido. Entre las sombras, una figura solitaria avanzaba, armada, cubierta por un yelmo que le ocultaba el rostro. Su andar no era de conquista, sino de necesidad. Llevaba la guerra en el cuerpo, pero aún no sabía por qué.

    ¿era un enemigo.?
    ¿ era un aliado.?
    ¿Era un destino.?
    ¿Era...Un dios aún no nacido.?

    El temblor no había sido una amenaza. Había sido un eco.
    Un susurro del tiempo.
    Una revelación que solo ella podía ver.

    La esfera palpitaba entre sus manos, como si respirara. El viento silbaba entre las columnas, alzando su cabello como una corona viva, y la noche parecía contenerse en ese instante, en ese reflejo que no se atrevía a hablar, pero tampoco desaparecía.

    La figura avanzaba aún dentro de la visión: el guerrero sin rostro, solitario, portando en su cuerpo la furia de mil batallas no libradas. Su armadura no tenía emblemas, su paso no tenía origen, pero todo en él anunciaba lo inevitable. Era guerra sin causa. Fuego sin chispa. Nacía de la nada, y sin embargo, parecía llevar siglos esperando.

    Hera lo miró largo rato. El pecho le dolía con algo que no sabía nombrar. No miedo. No ternura. Algo más hondo. Como si lo que veía no viniera del futuro ni del pasado, sino de una parte de sí misma que nunca había sido dicha en voz alta.

    El agua vibró una vez más… y se deshizo. La visión se disipó como niebla, pero la huella permanecía.

    Ella no se movió.

    El aire frío la rodeaba. El Olimpo estaba en silencio. Nadie más había visto eso. Nadie más podía haberlo visto.

    Y entonces, sin pensar, sin quererlo del todo, sus labios se entreabrieron. La voz salió baja, profunda, como si hablara para sí, o tal vez para el destino:

    “No sé quién eres…
    ni qué seas…
    ni siquiera si existes…”

    Su mirada seguía fija en la oscuridad frente a ella, pero algo en su interior ya lo había aceptado. Ya lo había recibido.

    “…pero te llamaré Ares.”
    Milenios antes, cuando los dioses aún estaban aprendiendo a escucharse a sí mismos, la noche en el Olimpo era perfecta. Silenciosa, templada, eterna. Tan perfecta que dolía. Hera no dormía. Y no era la primera vez. La diosa permanecía inmóvil sobre el lecho compartido con Zeus. Su mirada fija en el vacío, el cuerpo tenso bajo la seda, como si aún llevara dentro el eco de algo que no debía haber sentido. Un temblor. No físico, no visible, pero real. Algo antiguo, una punzada en el pecho que ni el tiempo, ni su poder, ni su orgullo podían calmar. No sabía si había sido un sueño o una revelación. Pero lo había sentido. Como una mano atravesando el tejido del universo y posándose sobre su alma. Junto a ella, Zeus dormía. El dios de dioses, invulnerable incluso a los temblores que a ella le habían robado la paz. Su respiración era regular. Serena. Ella lo observó. Ni una grieta. Ni una reacción. ¿No lo había sentido? Hera se incorporó sin hacer ruido. Se deslizó fuera de la cama con la gracia de quien ha reinado demasiado tiempo como para ser torpe. El mármol del suelo estaba frío, como si el Olimpo mismo hubiese perdido calor. Y aún así, caminó. Atravesó el salón sin luces, guiada por una fuerza invisible que la empujaba hacia el balcón. Cada paso era una certeza: no podía quedarse. No después de eso. El viento la recibió apenas cruzó las cortinas. Era más fuerte de lo habitual. Casi hostil. Su cabello, largo y oscuro como vino espeso, se agitaba con vida propia. El cielo parecía más cercano, más pesado, como si las estrellas hubieran descendido a escuchar. Y entonces, ocurrió. La esfera se formó entre sus manos sin que ella lo pidiera. Agua suspendida, vibrante, palpitando como si tuviera corazón. Dentro de ella: una visión. Un campo seco. Oscuro. El cielo rojo como el hierro fundido. Entre las sombras, una figura solitaria avanzaba, armada, cubierta por un yelmo que le ocultaba el rostro. Su andar no era de conquista, sino de necesidad. Llevaba la guerra en el cuerpo, pero aún no sabía por qué. ¿era un enemigo.? ¿ era un aliado.? ¿Era un destino.? ¿Era...Un dios aún no nacido.? El temblor no había sido una amenaza. Había sido un eco. Un susurro del tiempo. Una revelación que solo ella podía ver. La esfera palpitaba entre sus manos, como si respirara. El viento silbaba entre las columnas, alzando su cabello como una corona viva, y la noche parecía contenerse en ese instante, en ese reflejo que no se atrevía a hablar, pero tampoco desaparecía. La figura avanzaba aún dentro de la visión: el guerrero sin rostro, solitario, portando en su cuerpo la furia de mil batallas no libradas. Su armadura no tenía emblemas, su paso no tenía origen, pero todo en él anunciaba lo inevitable. Era guerra sin causa. Fuego sin chispa. Nacía de la nada, y sin embargo, parecía llevar siglos esperando. Hera lo miró largo rato. El pecho le dolía con algo que no sabía nombrar. No miedo. No ternura. Algo más hondo. Como si lo que veía no viniera del futuro ni del pasado, sino de una parte de sí misma que nunca había sido dicha en voz alta. El agua vibró una vez más… y se deshizo. La visión se disipó como niebla, pero la huella permanecía. Ella no se movió. El aire frío la rodeaba. El Olimpo estaba en silencio. Nadie más había visto eso. Nadie más podía haberlo visto. Y entonces, sin pensar, sin quererlo del todo, sus labios se entreabrieron. La voz salió baja, profunda, como si hablara para sí, o tal vez para el destino: “No sé quién eres… ni qué seas… ni siquiera si existes…” Su mirada seguía fija en la oscuridad frente a ella, pero algo en su interior ya lo había aceptado. Ya lo había recibido. “…pero te llamaré Ares.”
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    EPIC BATTLE #99: “La Ira del Demonio vs El Cazador del Infierno”

    Meliodas Modo Asalto vs Dante (Devil May Cry)

    Escenario
    Un mundo desmoronado entre dimensiones, donde la oscuridad se mezcla con el fuego infernal. El cielo está rasgado por relámpagos violetas, y la tierra flota en pedazos suspendidos por pura energía mágica y demoníaca.

    El Comienzo del Duelo
    Meliodas aparece con una mirada gélida, en su forma más letal: Modo Asalto. Su poder demoníaco corrompe el aire, sus alas oscuras se extienden como la sombra de una condena.

    Frente a él, entre llamas y metralla, surge Dante, el legendario cazador de demonios, con Rebellion en una mano y Ebony & Ivory en la otra. “Hora de patear traseros infernales,” dice, apuntando directo a los ojos del capitán de los Siete Pecados Capitales.

    Meliodas – Modo Asalto
    Origen: Nanatsu no Taizai (Seven Deadly Sins)
    ✠ Raza: Demonio, hijo del Rey Demonio

    Habilidades:
    ✠ Modo Asalto: Forma más poderosa, libera todo su poder demoníaco sin restricción.

    ✠ Full Counter: Refleja ataques mágicos con el doble de potencia.

    ✠ Hellblaze: Llama negra que destruye incluso la regeneración de seres inmortales.

    ✠ Trillion Dark: Miles de proyectiles oscuros disparados simultáneamente.

    ✠ Súper fuerza y velocidad: Capaz de moverse y atacar más rápido que la vista.

    ✠ Durabilidad sobrenatural: Resiste explosiones mágicas masivas y ataques multidimensionales.

    ✠ Resistencia mágica: Altísima resistencia a hechizos, maldiciones y energía espiritual.

    ✠ Ventaja: Brutal poder ofensivo y velocidad casi invencible en corta y media distancia

    Dante – Devil May Cry (DMC 5)
    Origen: Devil May Cry
    ✞ Raza: Híbrido demonio-humano (hijo de Sparda)

    Habilidades:
    ✞ Devil Trigger: Transformación demoníaca que incrementa su poder, curación y velocidad.

    ✞ Sin Devil Trigger: Forma final, que canaliza el poder de Sparda sin restricciones.

    ✞ Supervelocidad y fuerza: Puede romper edificios con un solo golpe y esquivar balas a quemarropa.

    ✞ Regeneración acelerada: Puede sanar heridas mortales en segundos.

    ✞ Arsenal legendario: Rebellion (espada mágica), Ebony & Ivory (pistolas demoníacas), armas mágicas de múltiples tipos.

    ✞ Estilo de combate flexible: Cambia de estilo en pleno combate (Trickster, Royal Guard, Swordmaster, Gunslinger).

    ✞ Experiencia: Ha derrotado a entidades demoníacas de nivel universal, incluso a su propio hermano Vergil y al demonio Urizen.

    ✞ Ventaja: Adaptabilidad, regeneración, y arsenal versátil que contrarresta casi cualquier estilo de lucha.

    El Impacto Final
    Ambos chocan con todo. Espada contra espada. Voluntad contra voluntad.
    La explosión resultante borra todo sonido. Solo queda un cráter de energía oscilante.

    ¿Quién gana?
    ⚔️ EPIC BATTLE #99: “La Ira del Demonio vs El Cazador del Infierno” Meliodas Modo Asalto vs Dante (Devil May Cry) 🌩️ Escenario Un mundo desmoronado entre dimensiones, donde la oscuridad se mezcla con el fuego infernal. El cielo está rasgado por relámpagos violetas, y la tierra flota en pedazos suspendidos por pura energía mágica y demoníaca. 🌪️ El Comienzo del Duelo Meliodas aparece con una mirada gélida, en su forma más letal: Modo Asalto. Su poder demoníaco corrompe el aire, sus alas oscuras se extienden como la sombra de una condena. Frente a él, entre llamas y metralla, surge Dante, el legendario cazador de demonios, con Rebellion en una mano y Ebony & Ivory en la otra. “Hora de patear traseros infernales,” dice, apuntando directo a los ojos del capitán de los Siete Pecados Capitales. ⚔️ Meliodas – Modo Asalto Origen: Nanatsu no Taizai (Seven Deadly Sins) ✠ Raza: Demonio, hijo del Rey Demonio 🧩 Habilidades: ✠ Modo Asalto: Forma más poderosa, libera todo su poder demoníaco sin restricción. ✠ Full Counter: Refleja ataques mágicos con el doble de potencia. ✠ Hellblaze: Llama negra que destruye incluso la regeneración de seres inmortales. ✠ Trillion Dark: Miles de proyectiles oscuros disparados simultáneamente. ✠ Súper fuerza y velocidad: Capaz de moverse y atacar más rápido que la vista. ✠ Durabilidad sobrenatural: Resiste explosiones mágicas masivas y ataques multidimensionales. ✠ Resistencia mágica: Altísima resistencia a hechizos, maldiciones y energía espiritual. ✠ Ventaja: Brutal poder ofensivo y velocidad casi invencible en corta y media distancia 😈 Dante – Devil May Cry (DMC 5) Origen: Devil May Cry ✞ Raza: Híbrido demonio-humano (hijo de Sparda) 🧩 Habilidades: ✞ Devil Trigger: Transformación demoníaca que incrementa su poder, curación y velocidad. ✞ Sin Devil Trigger: Forma final, que canaliza el poder de Sparda sin restricciones. ✞ Supervelocidad y fuerza: Puede romper edificios con un solo golpe y esquivar balas a quemarropa. ✞ Regeneración acelerada: Puede sanar heridas mortales en segundos. ✞ Arsenal legendario: Rebellion (espada mágica), Ebony & Ivory (pistolas demoníacas), armas mágicas de múltiples tipos. ✞ Estilo de combate flexible: Cambia de estilo en pleno combate (Trickster, Royal Guard, Swordmaster, Gunslinger). ✞ Experiencia: Ha derrotado a entidades demoníacas de nivel universal, incluso a su propio hermano Vergil y al demonio Urizen. ✞ Ventaja: Adaptabilidad, regeneración, y arsenal versátil que contrarresta casi cualquier estilo de lucha. 💀 El Impacto Final Ambos chocan con todo. Espada contra espada. Voluntad contra voluntad. La explosión resultante borra todo sonido. Solo queda un cráter de energía oscilante. 🏆 ¿Quién gana?
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