ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcon Daryl Dixon
Cada paso era más duro que el anterior. La carretera se extendía ante ella como un desierto árido con los árboles inclinándose sobre el asfalto como sombras al acecho. El sol ya empezaba a descender, y Liv sabía que tenía que encontrar refugio antes de que la oscuridad la tragara por completo.
Pero no podía detenerse. Si lo hacía, la realidad la alcanzaría.
La prisión había caído. La casa que habían construido, la seguridad que creyeron posible… todo se había convertido en humo y gritos. El rugido del tanque aún vibraba en su cabeza, el eco de las balas silbando entre las rejas. Se aferró a la mochila como si eso pudiera devolverle todo lo que había perdido.
El viento susurró entre los árboles, y Liv cerró los ojos por un instante, buscando algo a lo que aferrarse:
⸻⸻ El motor del coche ronroneaba suavemente mientras avanzaban por la carretera llena de grietas y restos de escombros. Daryl conducía con una mano en el volante y la otra descansando sobre su ballesta. Liv iba en el asiento del copiloto, con la mirada recorriendo los alrededores en busca de cualquier movimiento. La patrulla de aquel día había sido tranquila, lo que nunca era una buena señal.
—Nada útil hasta ahora —murmuró ella, echando un vistazo a la carretera. Todo parecía tranquilo.
Daryl no respondió, pero su ceño se frunció de golpe.
—Ahí —dijo, inclinando la cabeza hacia adelante.
Liv siguió su mirada y vio a un hombre caminando por el borde de la carretera, con la mochila colgando de uno de sus hombros. No se tambaleaba como un caminante. Estaba sucio, con la ropa gastada y una postura cansada, pero estaba claro que estaba vivo.
Daryl pisó el freno y detuvo el coche. Ambos se quedaron en silencio unos segundos, evaluando la situación.
—Podría ser una trampa —susurró Liv.
—O solo un pobre diablo —respondió Daryl, tomando su ballesta antes de abrir la puerta.
Liv suspiró y salió del coche junto a él. El sonido de las puertas al cerrarse hizo que el hombre se detuviera en seco y alzase ambas manos en señal de rendición.
—No quiero problemas —dijo con voz áspera—. Solo... estoy buscando un lugar donde quedarme.
Liv y Daryl se acercaron con cautela.
—¿Tienes armas? —preguntó Daryl con tono serio.
El hombre negó con la cabeza y dejó caer su mochila al suelo, abriéndola para que vieran su contenido.
—Nada. Perdí todo hace días. Solo me queda esto —explicó, señalando la botella de agua medio vacía en su cinturón.
—¿Cómo te llamas? —intervino Liv.
—Bob. Bob Stookey.
Daryl lo estudió con detenimiento. No parecía una amenaza, pero en ese mundo, nunca se sabía.
—¿Cuánto tiempo llevas solo? —preguntó.
—Desde que mi último grupo cayó. Un mes, tal vez más.
Se hizo un breve silencio. Bob parecía resignado a cualquier respuesta que pudieran darle, como si estuviera acostumbrado a los rechazos.
Liv miró a Daryl. Sabía lo que él estaba pensando: llevarlo a la prisión era un riesgo, pero también sabían lo que era estar solos en un mundo como ese.
—Podemos llevarte con nosotros —dijo finalmente—. Tenemos un grupo. Un lugar seguro.
Bob parpadeó, como si la idea le pareciera demasiado buena para ser cierta.
—¿De veras?
Daryl chasqueó la lengua.
—No hagas que nos arrepintamos.
Bob asintió de inmediato.
—No lo haré. Lo prometo.
Daryl inclinó la cabeza hacia el coche.
—Sube.
Bob recogió su mochila y se apresuró a abrir la puerta trasera. Liv lo observó por el retrovisor mientras se acomodaba en el asiento. Puede que fuera un riesgo, pero en ese mundo, la única forma de sobrevivir era seguir intentándolo. Porque Andrea tuvo razón al decir que nadie podría sobrevivir solo.
#Personajes3D #3D #Comunidad3D #OneShot
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcon Daryl Dixon
Cada paso era más duro que el anterior. La carretera se extendía ante ella como un desierto árido con los árboles inclinándose sobre el asfalto como sombras al acecho. El sol ya empezaba a descender, y Liv sabía que tenía que encontrar refugio antes de que la oscuridad la tragara por completo.
Pero no podía detenerse. Si lo hacía, la realidad la alcanzaría.
La prisión había caído. La casa que habían construido, la seguridad que creyeron posible… todo se había convertido en humo y gritos. El rugido del tanque aún vibraba en su cabeza, el eco de las balas silbando entre las rejas. Se aferró a la mochila como si eso pudiera devolverle todo lo que había perdido.
El viento susurró entre los árboles, y Liv cerró los ojos por un instante, buscando algo a lo que aferrarse:
⸻⸻ El motor del coche ronroneaba suavemente mientras avanzaban por la carretera llena de grietas y restos de escombros. Daryl conducía con una mano en el volante y la otra descansando sobre su ballesta. Liv iba en el asiento del copiloto, con la mirada recorriendo los alrededores en busca de cualquier movimiento. La patrulla de aquel día había sido tranquila, lo que nunca era una buena señal.
—Nada útil hasta ahora —murmuró ella, echando un vistazo a la carretera. Todo parecía tranquilo.
Daryl no respondió, pero su ceño se frunció de golpe.
—Ahí —dijo, inclinando la cabeza hacia adelante.
Liv siguió su mirada y vio a un hombre caminando por el borde de la carretera, con la mochila colgando de uno de sus hombros. No se tambaleaba como un caminante. Estaba sucio, con la ropa gastada y una postura cansada, pero estaba claro que estaba vivo.
Daryl pisó el freno y detuvo el coche. Ambos se quedaron en silencio unos segundos, evaluando la situación.
—Podría ser una trampa —susurró Liv.
—O solo un pobre diablo —respondió Daryl, tomando su ballesta antes de abrir la puerta.
Liv suspiró y salió del coche junto a él. El sonido de las puertas al cerrarse hizo que el hombre se detuviera en seco y alzase ambas manos en señal de rendición.
—No quiero problemas —dijo con voz áspera—. Solo... estoy buscando un lugar donde quedarme.
Liv y Daryl se acercaron con cautela.
—¿Tienes armas? —preguntó Daryl con tono serio.
El hombre negó con la cabeza y dejó caer su mochila al suelo, abriéndola para que vieran su contenido.
—Nada. Perdí todo hace días. Solo me queda esto —explicó, señalando la botella de agua medio vacía en su cinturón.
—¿Cómo te llamas? —intervino Liv.
—Bob. Bob Stookey.
Daryl lo estudió con detenimiento. No parecía una amenaza, pero en ese mundo, nunca se sabía.
—¿Cuánto tiempo llevas solo? —preguntó.
—Desde que mi último grupo cayó. Un mes, tal vez más.
Se hizo un breve silencio. Bob parecía resignado a cualquier respuesta que pudieran darle, como si estuviera acostumbrado a los rechazos.
Liv miró a Daryl. Sabía lo que él estaba pensando: llevarlo a la prisión era un riesgo, pero también sabían lo que era estar solos en un mundo como ese.
—Podemos llevarte con nosotros —dijo finalmente—. Tenemos un grupo. Un lugar seguro.
Bob parpadeó, como si la idea le pareciera demasiado buena para ser cierta.
—¿De veras?
Daryl chasqueó la lengua.
—No hagas que nos arrepintamos.
Bob asintió de inmediato.
—No lo haré. Lo prometo.
Daryl inclinó la cabeza hacia el coche.
—Sube.
Bob recogió su mochila y se apresuró a abrir la puerta trasera. Liv lo observó por el retrovisor mientras se acomodaba en el asiento. Puede que fuera un riesgo, pero en ese mundo, la única forma de sobrevivir era seguir intentándolo. Porque Andrea tuvo razón al decir que nadie podría sobrevivir solo.
#Personajes3D #3D #Comunidad3D #OneShot
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ𝑹𝒆𝒄𝒖𝒆𝒓𝒅𝒐𝒔
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤcon [DarylDixon]
Cada paso era más duro que el anterior. La carretera se extendía ante ella como un desierto árido con los árboles inclinándose sobre el asfalto como sombras al acecho. El sol ya empezaba a descender, y Liv sabía que tenía que encontrar refugio antes de que la oscuridad la tragara por completo.
Pero no podía detenerse. Si lo hacía, la realidad la alcanzaría.
La prisión había caído. La casa que habían construido, la seguridad que creyeron posible… todo se había convertido en humo y gritos. El rugido del tanque aún vibraba en su cabeza, el eco de las balas silbando entre las rejas. Se aferró a la mochila como si eso pudiera devolverle todo lo que había perdido.
El viento susurró entre los árboles, y Liv cerró los ojos por un instante, buscando algo a lo que aferrarse:
⸻⸻ El motor del coche ronroneaba suavemente mientras avanzaban por la carretera llena de grietas y restos de escombros. Daryl conducía con una mano en el volante y la otra descansando sobre su ballesta. Liv iba en el asiento del copiloto, con la mirada recorriendo los alrededores en busca de cualquier movimiento. La patrulla de aquel día había sido tranquila, lo que nunca era una buena señal.
—Nada útil hasta ahora —murmuró ella, echando un vistazo a la carretera. Todo parecía tranquilo.
Daryl no respondió, pero su ceño se frunció de golpe.
—Ahí —dijo, inclinando la cabeza hacia adelante.
Liv siguió su mirada y vio a un hombre caminando por el borde de la carretera, con la mochila colgando de uno de sus hombros. No se tambaleaba como un caminante. Estaba sucio, con la ropa gastada y una postura cansada, pero estaba claro que estaba vivo.
Daryl pisó el freno y detuvo el coche. Ambos se quedaron en silencio unos segundos, evaluando la situación.
—Podría ser una trampa —susurró Liv.
—O solo un pobre diablo —respondió Daryl, tomando su ballesta antes de abrir la puerta.
Liv suspiró y salió del coche junto a él. El sonido de las puertas al cerrarse hizo que el hombre se detuviera en seco y alzase ambas manos en señal de rendición.
—No quiero problemas —dijo con voz áspera—. Solo... estoy buscando un lugar donde quedarme.
Liv y Daryl se acercaron con cautela.
—¿Tienes armas? —preguntó Daryl con tono serio.
El hombre negó con la cabeza y dejó caer su mochila al suelo, abriéndola para que vieran su contenido.
—Nada. Perdí todo hace días. Solo me queda esto —explicó, señalando la botella de agua medio vacía en su cinturón.
—¿Cómo te llamas? —intervino Liv.
—Bob. Bob Stookey.
Daryl lo estudió con detenimiento. No parecía una amenaza, pero en ese mundo, nunca se sabía.
—¿Cuánto tiempo llevas solo? —preguntó.
—Desde que mi último grupo cayó. Un mes, tal vez más.
Se hizo un breve silencio. Bob parecía resignado a cualquier respuesta que pudieran darle, como si estuviera acostumbrado a los rechazos.
Liv miró a Daryl. Sabía lo que él estaba pensando: llevarlo a la prisión era un riesgo, pero también sabían lo que era estar solos en un mundo como ese.
—Podemos llevarte con nosotros —dijo finalmente—. Tenemos un grupo. Un lugar seguro.
Bob parpadeó, como si la idea le pareciera demasiado buena para ser cierta.
—¿De veras?
Daryl chasqueó la lengua.
—No hagas que nos arrepintamos.
Bob asintió de inmediato.
—No lo haré. Lo prometo.
Daryl inclinó la cabeza hacia el coche.
—Sube.
Bob recogió su mochila y se apresuró a abrir la puerta trasera. Liv lo observó por el retrovisor mientras se acomodaba en el asiento. Puede que fuera un riesgo, pero en ese mundo, la única forma de sobrevivir era seguir intentándolo. Porque Andrea tuvo razón al decir que nadie podría sobrevivir solo.
#Personajes3D #3D #Comunidad3D #OneShot
