• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Que en pleno siglo 21 pasen estas cosas. Ni es por su personaje ni ostias. Ha venido a molestar y a hacerse el gracioso el idiota este.
    // Que en pleno siglo 21 pasen estas cosas. Ni es por su personaje ni ostias. Ha venido a molestar y a hacerse el gracioso el idiota este.
    Me encocora
    Me shockea
    2
    0 comentarios 0 compartidos 41 vistas
  • — No comprendo, ¿por qué lo veo así? ¿Por qué se va formando este sentimiento? Me aterra. No quiero que por ello se aleje, piense mal de mí, ya no quiera ser mi amigo. Maldito corazón que no puede estar tranquilo, sin dar vuelcos a su lado.

    > El joven soltaba sus emociones en la soledad de un campo, de ese modo, sus lamentos serían escuchados y llevados por el viento, convertido en vendaval por la lluvia que se avecinó, empapando al cachorro de orejas a pies. Las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia que caían por sus mejillas; la única señal de llanto era el enrojecimiento de sus ojos. Sentía que se ahogaba; no hallaba la forma de apaciguar el latir de su pecho, ese incesante latir de amor. Sus manos temblaban, sus piernas flaqueaban; consiguió la fuerza para no caer de rodillas, para no demostrar la debilidad que lo azotaba.

    > Aplicaba fuerza al morder su labio, hiriendolo, combinándose ahora la transparencia de las lágrimas con el carmín de su sangre; el sabor metálico dominó su boca, pero poca importancia le prestó; toda atención se crentraba en ese confuso y claro sentimiento que aumentaba en su corazón. Su mente y ese órgano luchaban; uno gritaba que si funcionaría, que todo saldría bien; el otro, rompía esas ilusiones, diciéndole que no sea idiota, que finja, mienta, sea normal con los él.

    — ¿Por qué?...
    — No comprendo, ¿por qué lo veo así? ¿Por qué se va formando este sentimiento? Me aterra. No quiero que por ello se aleje, piense mal de mí, ya no quiera ser mi amigo. Maldito corazón que no puede estar tranquilo, sin dar vuelcos a su lado. > El joven soltaba sus emociones en la soledad de un campo, de ese modo, sus lamentos serían escuchados y llevados por el viento, convertido en vendaval por la lluvia que se avecinó, empapando al cachorro de orejas a pies. Las lágrimas se confundían con las gotas de lluvia que caían por sus mejillas; la única señal de llanto era el enrojecimiento de sus ojos. Sentía que se ahogaba; no hallaba la forma de apaciguar el latir de su pecho, ese incesante latir de amor. Sus manos temblaban, sus piernas flaqueaban; consiguió la fuerza para no caer de rodillas, para no demostrar la debilidad que lo azotaba. > Aplicaba fuerza al morder su labio, hiriendolo, combinándose ahora la transparencia de las lágrimas con el carmín de su sangre; el sabor metálico dominó su boca, pero poca importancia le prestó; toda atención se crentraba en ese confuso y claro sentimiento que aumentaba en su corazón. Su mente y ese órgano luchaban; uno gritaba que si funcionaría, que todo saldría bien; el otro, rompía esas ilusiones, diciéndole que no sea idiota, que finja, mienta, sea normal con los él. — ¿Por qué?...
    Me entristece
    1
    0 turnos 0 maullidos 182 vistas
  • - Señora... Ambos sabemos que ese saco de arroz no vale lo que usted me está pidiendo.- Decía algo frustrado al ver que la vendedora no da su brazo a torcer.

    Kazuo había bajado a la ciudad que estaba al piel del monte Inari (Kyoto feudal) para comprar algunos víveres. Pero la vendedora era muy obstinada y vendía el arroz a más precio del que correspondía. Esta era una mujer de avanzada edad, arrugada como una pasa seca. En cambio el zorro lucia una apariencia totalmente humana, pasando desapercibido hasta que sus ojos eran avistados, ese color azul intenso llamaba la atención aunque este no la deseará.

    Kazuo respira hondo y cambia el semblante de su rostro. Hace alago de toda su galantería y le sonríe de una forma suave pero arrolladora. La anciana intenta reprimir una sonrisita nerviosa mientras intenta alisar los pliegues de su yukata.

    - Vamos señora Takana, ya sabe que soy un humilde monje en el santuario. ¿no me haría este pequeño favor?.- Le decía con leve sonrisa picarona. Evitaba hacer relucir sus encantos en público, pero todo sea por el buen regateo.

    La señora Takana finalmente cede, extendiéndole a Kazuo el saco de arroz mientras esta tomaba el dinero de la mano del joven.

    -Siempre terminas convenciéndome muchacho, no se cómo lo haces. A veces pienso que usas brujería contra mi.- Decía esta finalmente con una sonrisa en los labios, claramente encantada con la actitud de Kazuo hacia ella.

    -Ya sabe que estos encantos solo los reservo para usted señora Takana. Que Inari la acompañe.* Decía Kazuo sin perder esa sonrisa cautivadora. La escena no pasa del todo desarpecivida, ya que un grupo de jovenes casaderas cuchicheaban y reían de forma suave mirando a Kazuo. Este hace una leve inclinación hacia ellas a modo de respetuosa despedida. Esto hace que incluso una de ellas profiera un gritito de emoción, haciendo que el resto de las jovenes se revoluonaran a un más.

    El zorro continuo su paso entre las calles, algunas estrechas en dirección al resto de comercios para hacer sus compras.
    - Señora... Ambos sabemos que ese saco de arroz no vale lo que usted me está pidiendo.- Decía algo frustrado al ver que la vendedora no da su brazo a torcer. Kazuo había bajado a la ciudad que estaba al piel del monte Inari (Kyoto feudal) para comprar algunos víveres. Pero la vendedora era muy obstinada y vendía el arroz a más precio del que correspondía. Esta era una mujer de avanzada edad, arrugada como una pasa seca. En cambio el zorro lucia una apariencia totalmente humana, pasando desapercibido hasta que sus ojos eran avistados, ese color azul intenso llamaba la atención aunque este no la deseará. Kazuo respira hondo y cambia el semblante de su rostro. Hace alago de toda su galantería y le sonríe de una forma suave pero arrolladora. La anciana intenta reprimir una sonrisita nerviosa mientras intenta alisar los pliegues de su yukata. - Vamos señora Takana, ya sabe que soy un humilde monje en el santuario. ¿no me haría este pequeño favor?.- Le decía con leve sonrisa picarona. Evitaba hacer relucir sus encantos en público, pero todo sea por el buen regateo. La señora Takana finalmente cede, extendiéndole a Kazuo el saco de arroz mientras esta tomaba el dinero de la mano del joven. -Siempre terminas convenciéndome muchacho, no se cómo lo haces. A veces pienso que usas brujería contra mi.- Decía esta finalmente con una sonrisa en los labios, claramente encantada con la actitud de Kazuo hacia ella. -Ya sabe que estos encantos solo los reservo para usted señora Takana. Que Inari la acompañe.* Decía Kazuo sin perder esa sonrisa cautivadora. La escena no pasa del todo desarpecivida, ya que un grupo de jovenes casaderas cuchicheaban y reían de forma suave mirando a Kazuo. Este hace una leve inclinación hacia ellas a modo de respetuosa despedida. Esto hace que incluso una de ellas profiera un gritito de emoción, haciendo que el resto de las jovenes se revoluonaran a un más. El zorro continuo su paso entre las calles, algunas estrechas en dirección al resto de comercios para hacer sus compras.
    Me gusta
    4
    0 turnos 0 maullidos 246 vistas
  • Noche perpetua, un cielo negro que se pierde más allá de la vista.
    Un campo de rosas, pétalos carmesí, gotas escarlatas que se extienden hasta el oscuro horizonte.
    Allí yace Hansel Russo, de rodillas en medio de estatuas grotescamente troceadas y con sus restos esparcidos de un lado a otro.
    Otra vez estaba ahí, en ese mundo odioso y onírico. Pero ésta vez era diferente, pues en una de sus manos se encuentra enredado un peculiar hilo rojizo.

    —Mi pequeño y miserable Hansel, ¿Sabes qué es eso?—

    Russo alzó la mirada con el ceño fruncido, odiaba con su alma aquella voz burlona y arrogante.
    Al verlo notó que el hilo pasa por el lado de ese monstruo y se extiende hasta más allá de noche perpetua. No supo que responder, por lo que guardó silencio.

    —Es una distracción, Hansel, eso es. En algún futuro tratara de hacerte olvidar tu glorioso propósito.—

    —¿Cuál propósito, sufrir hasta los ochenta?—

    —¡Exacto!—

    Russo apretó los dientes, mientras cerraba sus manos en puños que tiemblan de rabia.

    —Pero no te preocupes, mi pequeño y miserable Hansel. Sé perfectamente cómo arreglarlo. —

    Hansel Russo presenció como ese monstruo tomó el hilo rojo desde dos alejados extremos con sus negras zarpas. Él tiró del hilo, lo tensó y lo estiró. Pero en su último intento lo cortó, tuvo que usar tanta fuerza que hizo temblar a Noche perpetua.

    Por un segundo, exactamente uno, Hansel Russo sintió frío, sintió como una aguda punzada atravesó su corazón y lo obligó a detenerse en ese corto momento. Por alguna razón se sentía vacío, como si le faltara algo, sentía un frío totalmente ajeno al que provocaba Noche perpetua.
    El hilo rojo se contrajo hasta perderse en el cielo negro, mientras que la parte de Russo quedó colgando en aquellas negras zarpas. Su brillo rojizo estaba muriendo, cada vez se tornaba más y más opaco.

    —¿Qué... Qué hiciste?—

    Tartamudeó el confundido Russo, quien miraba sin entender nada. Mientras que el monstruo, él sonreía, mostraba sus puntiagudos dientes en una sonrisa retorcida y demencial.

    —Tenía que ver con algo del destino, una cosa sin importancia; Algo con encontrarse con alguien especial. — Su respuesta iba cargada con aquella burla, con aquella arrogancia que le recordaba a Russo la enorme diferencia entre un humano y un ente de ese tipo.

    —Hansel Russo, aquel que marqué para ser mi punto de conexión con el mundo terrenal. Tu propósito es dar a conocer mi existencia, por cualquier medio que sea necesario. —

    El hombre de la marcas sintió como el aire era despojado de sus pulmones, de una forma tan agresiva que lo hizo caer de cara entre las rosas carmesí. No importa cuánto intentara, el aire simplemente no volvía y de a poco perdía la conciencia.

    —Así como te salvé de que cobraran tu alma en ese mugroso departamento, o como hiciste hace años en ese hospital psiquiátrico. Noche perpetua debe ser conocido, luego mi nombre será revelado. —

    Y eso fue lo último que escuchó Russo, luego de eso se hundió en un profundo silencio entre aquel mar de sangre y pétalos.

    .
    .
    .





    //Cualquiera diría que nomás ando torturando a Hansel a lo wey-
    PERO! Let me cook boy, todo va a tener su sentido- Si es que consigo dárselo

    Noche perpetua, un cielo negro que se pierde más allá de la vista. Un campo de rosas, pétalos carmesí, gotas escarlatas que se extienden hasta el oscuro horizonte. Allí yace Hansel Russo, de rodillas en medio de estatuas grotescamente troceadas y con sus restos esparcidos de un lado a otro. Otra vez estaba ahí, en ese mundo odioso y onírico. Pero ésta vez era diferente, pues en una de sus manos se encuentra enredado un peculiar hilo rojizo. —Mi pequeño y miserable Hansel, ¿Sabes qué es eso?— Russo alzó la mirada con el ceño fruncido, odiaba con su alma aquella voz burlona y arrogante. Al verlo notó que el hilo pasa por el lado de ese monstruo y se extiende hasta más allá de noche perpetua. No supo que responder, por lo que guardó silencio. —Es una distracción, Hansel, eso es. En algún futuro tratara de hacerte olvidar tu glorioso propósito.— —¿Cuál propósito, sufrir hasta los ochenta?— —¡Exacto!— Russo apretó los dientes, mientras cerraba sus manos en puños que tiemblan de rabia. —Pero no te preocupes, mi pequeño y miserable Hansel. Sé perfectamente cómo arreglarlo. — Hansel Russo presenció como ese monstruo tomó el hilo rojo desde dos alejados extremos con sus negras zarpas. Él tiró del hilo, lo tensó y lo estiró. Pero en su último intento lo cortó, tuvo que usar tanta fuerza que hizo temblar a Noche perpetua. Por un segundo, exactamente uno, Hansel Russo sintió frío, sintió como una aguda punzada atravesó su corazón y lo obligó a detenerse en ese corto momento. Por alguna razón se sentía vacío, como si le faltara algo, sentía un frío totalmente ajeno al que provocaba Noche perpetua. El hilo rojo se contrajo hasta perderse en el cielo negro, mientras que la parte de Russo quedó colgando en aquellas negras zarpas. Su brillo rojizo estaba muriendo, cada vez se tornaba más y más opaco. —¿Qué... Qué hiciste?— Tartamudeó el confundido Russo, quien miraba sin entender nada. Mientras que el monstruo, él sonreía, mostraba sus puntiagudos dientes en una sonrisa retorcida y demencial. —Tenía que ver con algo del destino, una cosa sin importancia; Algo con encontrarse con alguien especial. — Su respuesta iba cargada con aquella burla, con aquella arrogancia que le recordaba a Russo la enorme diferencia entre un humano y un ente de ese tipo. —Hansel Russo, aquel que marqué para ser mi punto de conexión con el mundo terrenal. Tu propósito es dar a conocer mi existencia, por cualquier medio que sea necesario. — El hombre de la marcas sintió como el aire era despojado de sus pulmones, de una forma tan agresiva que lo hizo caer de cara entre las rosas carmesí. No importa cuánto intentara, el aire simplemente no volvía y de a poco perdía la conciencia. —Así como te salvé de que cobraran tu alma en ese mugroso departamento, o como hiciste hace años en ese hospital psiquiátrico. Noche perpetua debe ser conocido, luego mi nombre será revelado. — Y eso fue lo último que escuchó Russo, luego de eso se hundió en un profundo silencio entre aquel mar de sangre y pétalos. . . . //Cualquiera diría que nomás ando torturando a Hansel a lo wey- PERO! Let me cook boy, todo va a tener su sentido- Si es que consigo dárselo :STK-21:
    Me gusta
    2
    2 turnos 0 maullidos 359 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Él quería seguir enojado con ese hombre, pero simplemente no podía cuando era tan perfecto y detallista, mostrándole ese genuino interés y cuidado al detalle que tanto adoraba.

    —Maldita sea, es que así ni quien se moleste, que injusto~
    Él quería seguir enojado con ese hombre, pero simplemente no podía cuando era tan perfecto y detallista, mostrándole ese genuino interés y cuidado al detalle que tanto adoraba. —Maldita sea, es que así ni quien se moleste, que injusto~
    —Pues nada, limpiándose los dientes esta para quitar todo rastro de ratón, solo para complacer a ᴠᴀʟᴇɴᴛɪɴᴏ ʚ♡ɞ 𝓜𝑜𝓉𝒽𝓛𝓊𝓈𝓉 y son tres hileras arriba y tres abajo de dientes muy diferentes. Si polillita ya se podría dar con un canto en los dientes, nunca mejor dicho —
    1 comentario 0 compartidos 116 vistas
  • Su segundo día de michi y podía estar satisfecho con la atención que había recibido hasta ahora, exceptuando que cierto perrote se lo quería comer y de la peor manera.

    Igualmente eso no opacaba que estaba a gusto, bostezando y estirándose, retozaría un poco más antes de tener que volver a ser un rey sufriendo en celo, porque si, seguía en celo aunque como gatito parecía no afectarle tanto.
    Su segundo día de michi y podía estar satisfecho con la atención que había recibido hasta ahora, exceptuando que cierto perrote se lo quería comer y de la peor manera. Igualmente eso no opacaba que estaba a gusto, bostezando y estirándose, retozaría un poco más antes de tener que volver a ser un rey sufriendo en celo, porque si, seguía en celo aunque como gatito parecía no afectarle tanto.
    Me encocora
    1
    11 turnos 0 maullidos 356 vistas
  • Recostado en el suelo con algo de pereza (bastante), sabe que tiene que hacer su ficha, pero le da flojera...
    Recostado en el suelo con algo de pereza (bastante), sabe que tiene que hacer su ficha, pero le da flojera...
    Me gusta
    Me encocora
    4
    3 turnos 0 maullidos 316 vistas
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    No lo pude maullar, pero puede responder quien guste
    https://ficrol.com/posts/191220
    No lo pude maullar, pero puede responder quien guste https://ficrol.com/posts/191220
    FICROL.COM
    Buscando un motivo de interés
    Aquel demonio de cabellos rojos llevaba dos semanas en Japón, viviendo en el aeropuerto terminando en un hotel; al estar ya establecido decidió salir a caminar en las noches a recorrer la calles sin saber a dónde ir. Después de unas cuantas horas, se encontraba...
    0 comentarios 1 compartido 1092 vistas
  • ㅤㅤ¿Qué decir de ella? Dependiendo de a quién se le pregunte se pueden obtener diferentes respuestas.
    Por un lado, Jia es una joven muy linda y con una sonrisa brillante que haría sentir bien a cualquiera, pero que en los últimos años ha dejado de mostrar. Es solo una pobre niña que está tratando de salir adelante sin tener demasiada ayuda de parte de sus progenitores.

    ㅤㅤ❝Creí que tenían un buen futuro, la familia Yoon. El padre era un oficial de policía muy disciplinado y con gran sentido de la justicia. La madre era una excelente chef que preparaba los mejores platillos que cualquiera haya degustado… Fue una total lástima el enterarme que el oficial terminó por caer en el alcohol y mató a varios inocentes en el trabajo. Escuché que también quiso asesinar a su esposa e hija… Bueno, ni hablar, justo, de la mujer que terminó en depresión y cayó en drogas. La niña tuvo que crecer muy rápido y arreglárselas por su cuenta, aunque los abuelos ayudaron un poco, pero no pudieron llevársela para darle mejor vida…❞, comentan algunos. Pero, no todos tienen esa misma opinión.

    ㅤㅤOtros la ven como una diablilla, siempre causando problemas, siendo irrespetuosa con los mayores y con un vocabulario muy vulgar. Lo único lindo que tiene es su apariencia inocente.

    ㅤㅤ❝Esa mocosa… ¡Me robó tres veces está semana! Es demasiado rápida, siempre quitándome cosas de la tienda cuando estoy ocupada… ¿Qué? ¡Claro que no me importa que esté en una “situación difícil”! ¡Todos tenemos tiempos complicados! Ella es lo suficientemente mayor para darse cuenta que debe hacer las cosas bien y con honra. ¡Y que no te engañe si actúa dulce! Es toda una mentirosa y manipuladora. Lo que es más, mejor ni se acerquen a ella. Hasta ha peleado en el colegio, todavía no puedo creer que no la han expulsado… Es una gran decepción.❞

    ㅤㅤㅤ¿Y qué es lo que Jia dice al respecto?

    —¿Debe interesarme lo que digan los demás? Vaya, no sabía que vivía para otros en vez de mí misma. Hago lo que se me da en gana, ¿qué harán? ¿Llevarme a prisión también? No me hagan reír. Hay cosas peores allá afuera y se rascan el culo mientras miran hacia otro lado. Imbéciles.

    ㅤㅤPor supuesto, ella tiene su propia forma de ver las cosas. Culpese a los padres o al ambiente del barrio donde viven, lo que fuese, ella ya se ha formado de esa manera y es difícil sacarla de ahí. Lo positivo es que no se ha metido en las drogas como su madre… no aún, al menos. Pero bueno, algunas lenguas de por ahí comentan todo lo contrario. A saber en qué anda realmente.
    ㅤㅤ¿Qué decir de ella? Dependiendo de a quién se le pregunte se pueden obtener diferentes respuestas. Por un lado, Jia es una joven muy linda y con una sonrisa brillante que haría sentir bien a cualquiera, pero que en los últimos años ha dejado de mostrar. Es solo una pobre niña que está tratando de salir adelante sin tener demasiada ayuda de parte de sus progenitores. ㅤㅤ❝Creí que tenían un buen futuro, la familia Yoon. El padre era un oficial de policía muy disciplinado y con gran sentido de la justicia. La madre era una excelente chef que preparaba los mejores platillos que cualquiera haya degustado… Fue una total lástima el enterarme que el oficial terminó por caer en el alcohol y mató a varios inocentes en el trabajo. Escuché que también quiso asesinar a su esposa e hija… Bueno, ni hablar, justo, de la mujer que terminó en depresión y cayó en drogas. La niña tuvo que crecer muy rápido y arreglárselas por su cuenta, aunque los abuelos ayudaron un poco, pero no pudieron llevársela para darle mejor vida…❞, comentan algunos. Pero, no todos tienen esa misma opinión. ㅤㅤOtros la ven como una diablilla, siempre causando problemas, siendo irrespetuosa con los mayores y con un vocabulario muy vulgar. Lo único lindo que tiene es su apariencia inocente. ㅤㅤ❝Esa mocosa… ¡Me robó tres veces está semana! Es demasiado rápida, siempre quitándome cosas de la tienda cuando estoy ocupada… ¿Qué? ¡Claro que no me importa que esté en una “situación difícil”! ¡Todos tenemos tiempos complicados! Ella es lo suficientemente mayor para darse cuenta que debe hacer las cosas bien y con honra. ¡Y que no te engañe si actúa dulce! Es toda una mentirosa y manipuladora. Lo que es más, mejor ni se acerquen a ella. Hasta ha peleado en el colegio, todavía no puedo creer que no la han expulsado… Es una gran decepción.❞ ㅤㅤㅤ¿Y qué es lo que Jia dice al respecto? —¿Debe interesarme lo que digan los demás? Vaya, no sabía que vivía para otros en vez de mí misma. Hago lo que se me da en gana, ¿qué harán? ¿Llevarme a prisión también? No me hagan reír. Hay cosas peores allá afuera y se rascan el culo mientras miran hacia otro lado. Imbéciles. ㅤㅤPor supuesto, ella tiene su propia forma de ver las cosas. Culpese a los padres o al ambiente del barrio donde viven, lo que fuese, ella ya se ha formado de esa manera y es difícil sacarla de ahí. Lo positivo es que no se ha metido en las drogas como su madre… no aún, al menos. Pero bueno, algunas lenguas de por ahí comentan todo lo contrario. A saber en qué anda realmente.
    Me gusta
    2
    0 turnos 0 maullidos 329 vistas
  • -despues de comer algo se acostó en las rosas para tomar un poco el sueño ya que estaba algo canzada de cazar su alimento de hoy.-

    > El silencio de la noche es calmada <

    -dijo en su mente, mientras tenía los ojos cerrados.-
    -despues de comer algo se acostó en las rosas para tomar un poco el sueño ya que estaba algo canzada de cazar su alimento de hoy.- > El silencio de la noche es calmada < -dijo en su mente, mientras tenía los ojos cerrados.-
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos 168 vistas
Ver más resultados
Patrocinados