• Era un día de celebración. Pero no cualquier día de celebración, el cumpleaños de 𝑹𝒂𝒚𝒍𝒂 ni más ni menos. Por lo que todo debía ser perfecto... Romántico y perfecto. La perfecta combinación.

    Por supuesto, no lo había hecho solo. No podía sino pedir a los pequeños, e inteligentes animalitos, que lo ayudaran. Implorando que la intuición de la elfa no la hiciera sospechar de sus planes, le habría pedido a Stella que la mantuviera ocupada el suficiente tiempo para que él pudiera preparar todo.

    — Rayla!

    La llamaría al ir donde ella, con una amplia sonrisa sobre sus labios.

    — ¿Crees que podrías acompañarme un momento? Ah, ah! Pero, con los ojos vendados. Confía en mi

    Casi que le haría ojitos de cachorro para convencerla. Nada demasiado producido como pequeño obsequio de cumpleaños. Solo unas vistas espléndidas al atradecer sobre alguna colina cercana, acompañado por alguna manta acomodada meticulosamente en el suelo junto a algunas velas, quisas algunas luciérnagas que parecían imitar a Cebo que no paraba de brillar con su mala cara, y aperitivos que acompañaran el momento.
    Era un día de celebración. Pero no cualquier día de celebración, el cumpleaños de [fusion_ruby_horse_283] ni más ni menos. Por lo que todo debía ser perfecto... Romántico y perfecto. La perfecta combinación. Por supuesto, no lo había hecho solo. No podía sino pedir a los pequeños, e inteligentes animalitos, que lo ayudaran. Implorando que la intuición de la elfa no la hiciera sospechar de sus planes, le habría pedido a Stella que la mantuviera ocupada el suficiente tiempo para que él pudiera preparar todo. — Rayla! La llamaría al ir donde ella, con una amplia sonrisa sobre sus labios. — ¿Crees que podrías acompañarme un momento? Ah, ah! Pero, con los ojos vendados. Confía en mi Casi que le haría ojitos de cachorro para convencerla. Nada demasiado producido como pequeño obsequio de cumpleaños. Solo unas vistas espléndidas al atradecer sobre alguna colina cercana, acompañado por alguna manta acomodada meticulosamente en el suelo junto a algunas velas, quisas algunas luciérnagas que parecían imitar a Cebo que no paraba de brillar con su mala cara, y aperitivos que acompañaran el momento.
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  • Hay noches en las que me parece que el mundo se estira… como si respirara muy hondo antes de dormirse.
    Esta es una de esas noches.

    He caminado sin rumbo entre los árboles plateados. Las flores cerraron sus párpados con la última luz y la bruma decidió quedarse. Me gusta cuando el bosque no tiene prisa, cuando parece que hasta los pájaros sueñan en voz baja.

    Recojo una hoja que cayó sin que nadie lo notara. Tiene forma de lágrima. O de ala.
    A veces me pregunto si todo lo que cae es tristeza… o libertad.

    No tengo lugar entre los brillantes. No brillo lo suficiente, ni canto como las otras.
    Pero el musgo me conoce. El agua sabe mis pasos.
    Y a veces, cuando estoy muy quieta, las luciérnagas me rodean como si les contara secretos.

    Hoy no ha pasado nada extraordinario.
    Pero algo en el aire —algo que no tiene nombre— me roza los pensamientos.
    No es miedo.
    Ni alegría.
    Es… una hebra tirante, como si algo estuviera a punto de comenzar y yo no supiera qué.

    Aun así, me quedo.
    Porque en noches como esta, el mundo no necesita respuestas. Solo una criatura que escuche.
    Hay noches en las que me parece que el mundo se estira… como si respirara muy hondo antes de dormirse. Esta es una de esas noches. He caminado sin rumbo entre los árboles plateados. Las flores cerraron sus párpados con la última luz y la bruma decidió quedarse. Me gusta cuando el bosque no tiene prisa, cuando parece que hasta los pájaros sueñan en voz baja. Recojo una hoja que cayó sin que nadie lo notara. Tiene forma de lágrima. O de ala. A veces me pregunto si todo lo que cae es tristeza… o libertad. No tengo lugar entre los brillantes. No brillo lo suficiente, ni canto como las otras. Pero el musgo me conoce. El agua sabe mis pasos. Y a veces, cuando estoy muy quieta, las luciérnagas me rodean como si les contara secretos. Hoy no ha pasado nada extraordinario. Pero algo en el aire —algo que no tiene nombre— me roza los pensamientos. No es miedo. Ni alegría. Es… una hebra tirante, como si algo estuviera a punto de comenzar y yo no supiera qué. Aun así, me quedo. Porque en noches como esta, el mundo no necesita respuestas. Solo una criatura que escuche.
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  • “Hasta que las estrellas caigan”
    Luna se quedó quieta en medio del estudio, con los dedos acariciando una caja pequeña de terciopelo blanco. Dentro, las dos argollas descansaban aún, como si el tiempo no hubiera podido marchitarlas.

    "La derecha fue la suya..." —pensó, mientras su pulgar rozaba el metal templado con un temblor involuntario.

    En su mente, todo regresó de golpe.

    La terraza del salón flotaba sobre un lago de cristal. Las luces tenues colgaban como luciérnagas eternas, y las flores blancas parecían susurrar entre sí.
    Elian le sostenía la mano por debajo de la mesa, justo como en la foto que aún guardaba.
    Ella, vestida de marfil, con los hombros descubiertos y el corazón lleno.
    Él, en traje oscuro, con los ojos encendidos solo para ella.

    —“Luna,” —le había susurrado al oído, con una sonrisa cálida—
    “si alguna vez me olvidas... prométeme que al menos recordarás cómo te temblaba el alma cuando dijiste ‘sí’.”

    Y tembló.

    Tembló cuando él la miró como si los dioses no importaran, como si la maldición no existiera. Tembló cuando sus tres caras dejaron de luchar entre sí, y por primera vez, fue solo una: la mujer enamorada.

    Volvieron a su mesa, donde compartieron una cena sencilla, las manos entrelazadas bajo el mantel. Fue un instante fugaz, robado al universo.

    Ahora, años después, Luna sentía esas mismas manos ausentes y tibias en la piel de su memoria. Su vestido dormía en el fondo de un armario. La copa que usó él aún estaba guardada, como una reliquia.
    Y el juramento…
    el juramento aún ardía en su pecho.

    —“Hasta que las estrellas caigan...” —murmuró Luna al aire vacío—
    —“...y aún así, te buscaré en cada sombra.”

    Porque ese día, aunque breve, fue su eternidad.
    “Hasta que las estrellas caigan” Luna se quedó quieta en medio del estudio, con los dedos acariciando una caja pequeña de terciopelo blanco. Dentro, las dos argollas descansaban aún, como si el tiempo no hubiera podido marchitarlas. "La derecha fue la suya..." —pensó, mientras su pulgar rozaba el metal templado con un temblor involuntario. En su mente, todo regresó de golpe. 🌸 La terraza del salón flotaba sobre un lago de cristal. Las luces tenues colgaban como luciérnagas eternas, y las flores blancas parecían susurrar entre sí. Elian le sostenía la mano por debajo de la mesa, justo como en la foto que aún guardaba. Ella, vestida de marfil, con los hombros descubiertos y el corazón lleno. Él, en traje oscuro, con los ojos encendidos solo para ella. —“Luna,” —le había susurrado al oído, con una sonrisa cálida— “si alguna vez me olvidas... prométeme que al menos recordarás cómo te temblaba el alma cuando dijiste ‘sí’.” Y tembló. Tembló cuando él la miró como si los dioses no importaran, como si la maldición no existiera. Tembló cuando sus tres caras dejaron de luchar entre sí, y por primera vez, fue solo una: la mujer enamorada. Volvieron a su mesa, donde compartieron una cena sencilla, las manos entrelazadas bajo el mantel. Fue un instante fugaz, robado al universo. Ahora, años después, Luna sentía esas mismas manos ausentes y tibias en la piel de su memoria. Su vestido dormía en el fondo de un armario. La copa que usó él aún estaba guardada, como una reliquia. Y el juramento… el juramento aún ardía en su pecho. —“Hasta que las estrellas caigan...” —murmuró Luna al aire vacío— —“...y aún así, te buscaré en cada sombra.” Porque ese día, aunque breve, fue su eternidad.
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  • -No quiso dormir sola, asi que se fue con su amiga, Luciérnaga.
    Para pasar la noche -
    -No quiso dormir sola, asi que se fue con su amiga, Luciérnaga. Para pasar la noche -
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    ¿Porque la mayoría de shipp de Robin de honkai star rail, son lesbicas?
    Y solo 3 hetero (y uno de esos la ponen norteña)

    Osea Robin con Luciérnaga, Robin con Jade, Robin con Sparkle, Robin con Rappa, Robin con Stelle.

    No mamen :v
    ¿Porque la mayoría de shipp de Robin de honkai star rail, son lesbicas? Y solo 3 hetero (y uno de esos la ponen norteña) Osea Robin con Luciérnaga, Robin con Jade, Robin con Sparkle, Robin con Rappa, Robin con Stelle. No mamen :v
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  • Durante las noches las luciérnagas pintan el cielo azul conjunto las estrellas y el olor de las flores inunda el ambiente.

    La joven se encontraba en aquel hermoso lugar, disfrutando de la plenitud.
    Durante las noches las luciérnagas pintan el cielo azul conjunto las estrellas y el olor de las flores inunda el ambiente. La joven se encontraba en aquel hermoso lugar, disfrutando de la plenitud.
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  • El timbre sonó.

    "Alejandro está esperándote con tu pedido", decía la notificación en la app.

    Le gustaba pedir comida de vez en cuando, sólo para apoyar a los muchachos del delivery.

    — Don't call my name, don't call my name~

    El naga puso el videojuego en pausa y se levantó del sofá. Dejó el mando y los auriculares en la mesita de café. Caminó hacia la salida de su apartamento, tendría que bajar varios pisos. Lo haría a pie, por las escaleras de emergencia, para llegar más rápido que en el elevador.

    Tan pronto como abrió la puerta, un duro golpe en la frente le recibió.

    La visión se le fue a negro.
    Todo se apagó.
    El timbre sonó. "Alejandro está esperándote con tu pedido", decía la notificación en la app. Le gustaba pedir comida de vez en cuando, sólo para apoyar a los muchachos del delivery. — Don't call my name, don't call my name~ El naga puso el videojuego en pausa y se levantó del sofá. Dejó el mando y los auriculares en la mesita de café. Caminó hacia la salida de su apartamento, tendría que bajar varios pisos. Lo haría a pie, por las escaleras de emergencia, para llegar más rápido que en el elevador. Tan pronto como abrió la puerta, un duro golpe en la frente le recibió. La visión se le fue a negro. Todo se apagó.
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  • Pasando tiempo con mis queridas amigas, Stelle y Luciérnaga.
    Pasando tiempo con mis queridas amigas, Stelle y Luciérnaga.
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  • "Pagar por sexo. ¿Por qué no? Cobrar por un buen servicio otorga dignidad. Y no hay nada más sensual que la dignidad bien vestida."

    "Las gratis aburren ya, como las que creen que tener mucha carne las hace especiales, y encima se ofrecen desnudas, como si no fueran todas iguales."

    "Mismo cabello de moda, mismo complejo de princesa sin reino ni realeza ni clase. Mismos tacones, mismo maquillaje, todas sin ropa. Como filetes en un escaparate de carnicería. Si las colgaras en filas y les cortaras las cabezas, ya no podrías distinguir un par de ubres de otras."

    "Mientras tanto, las mujeres que realmente interesan, apenas se ven. Están muy ocupadas queriéndose a sí mismas, siendo especiales, dedicándose a sus cosas. Valiendo la pena, valiendo cada centavo que deseen cobrar."

    El naga pidió autorización antes de compartir la foto junto al número de la señorita en cuestión. Sus colegas lo agradecerían tanto como él.
    "Pagar por sexo. ¿Por qué no? Cobrar por un buen servicio otorga dignidad. Y no hay nada más sensual que la dignidad bien vestida." "Las gratis aburren ya, como las que creen que tener mucha carne las hace especiales, y encima se ofrecen desnudas, como si no fueran todas iguales." "Mismo cabello de moda, mismo complejo de princesa sin reino ni realeza ni clase. Mismos tacones, mismo maquillaje, todas sin ropa. Como filetes en un escaparate de carnicería. Si las colgaras en filas y les cortaras las cabezas, ya no podrías distinguir un par de ubres de otras." "Mientras tanto, las mujeres que realmente interesan, apenas se ven. Están muy ocupadas queriéndose a sí mismas, siendo especiales, dedicándose a sus cosas. Valiendo la pena, valiendo cada centavo que deseen cobrar." El naga pidió autorización antes de compartir la foto junto al número de la señorita en cuestión. Sus colegas lo agradecerían tanto como él.
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  • #SeductiveSunday
    En la playa junto a mi amiga, Luciérnaga.
    #SeductiveSunday En la playa junto a mi amiga, Luciérnaga.
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