• -Caminaba descalza por aquellas escaleras llenas de pétalos el mármol frio hacía que tuviera escalofríos al levantar si vista vio que alguien la observaba lo que la llenaba de curiosidad y tal vez miedo-
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  • Dicen que todo hombre necesita paz. Que cerrar los ojos frente a un altar trae redención. Pero yo no creo en redención. Solo en silencio… y en la muerte.

    Había pasado semanas haciéndome pasar por un hombre de fe. Una sotana, un collar al cuello, el tono correcto de voz… y de pronto, todos se inclinaban, confiaban, abrían sus pecados frente a mí. Ironía pura, el lobo con piel de pastor.

    Cada confesión era una pista, un mapa que me llevaba directo al objetivo. Escuchaba pecados que no me importaban, historias de adulterios, robos, miedos… pero en medio de esas voces débiles estaba la que buscaba, un nombre, una dirección, un secreto que solo un “siervo del Señor” podía obtener.

    Esa noche, frente al altar vacío, cerré los ojos. No rezaba. No buscaba perdón. Solo repasaba la misión en mi mente, cada movimiento ya medido, cada sombra que usaría como cobertura.

    Cuando el objetivo entró al confesionario, esperaba un hombre santo… pero lo que encontró fue la oscuridad. Con un susurro bastó.

    —Hijo mío, tus pecados ya no tienen absolución.

    Lo demás fue rápido, preciso, como siempre. Un destello metálico, un cuerpo desplomado, y el silencio volvió a llenar la capilla.

    Al salir, la sotana aún cubría mis cicatrices, pero yo sabía la verdad, no hay fe capaz de ocultar lo que soy. Un asesino. Un soldado. Un fantasma.
    Dicen que todo hombre necesita paz. Que cerrar los ojos frente a un altar trae redención. Pero yo no creo en redención. Solo en silencio… y en la muerte. Había pasado semanas haciéndome pasar por un hombre de fe. Una sotana, un collar al cuello, el tono correcto de voz… y de pronto, todos se inclinaban, confiaban, abrían sus pecados frente a mí. Ironía pura, el lobo con piel de pastor. Cada confesión era una pista, un mapa que me llevaba directo al objetivo. Escuchaba pecados que no me importaban, historias de adulterios, robos, miedos… pero en medio de esas voces débiles estaba la que buscaba, un nombre, una dirección, un secreto que solo un “siervo del Señor” podía obtener. Esa noche, frente al altar vacío, cerré los ojos. No rezaba. No buscaba perdón. Solo repasaba la misión en mi mente, cada movimiento ya medido, cada sombra que usaría como cobertura. Cuando el objetivo entró al confesionario, esperaba un hombre santo… pero lo que encontró fue la oscuridad. Con un susurro bastó. —Hijo mío, tus pecados ya no tienen absolución. Lo demás fue rápido, preciso, como siempre. Un destello metálico, un cuerpo desplomado, y el silencio volvió a llenar la capilla. Al salir, la sotana aún cubría mis cicatrices, pero yo sabía la verdad, no hay fe capaz de ocultar lo que soy. Un asesino. Un soldado. Un fantasma.
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  • Lucifer 𝕾𝖆𝖒𝖆𝖊𝖑 𝕸𝖔𝖗𝖓𝖎𝖓𝖌𝖘𝖙𝖆𝖗 oye angelito ~ que tal si está noche tu y yo creamos a una demonesa curiosamente rubia que cumple el prototipo de una rara mujer a la que Quizás le tenga miedo pero que nos diga papas?~

    -quizas tiene una o dos copitas encima (?-
    [LuciHe11] oye angelito ~ que tal si está noche tu y yo creamos a una demonesa curiosamente rubia que cumple el prototipo de una rara mujer a la que Quizás le tenga miedo pero que nos diga papas?~ -quizas tiene una o dos copitas encima (?-
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    BATTLE OF GODS
    Shein William Ishtar vs Zalgo – El Juicio del Fin

    Escenario
    El campo de batalla se abre en el Vacío Interdimensional, donde los universos colisionan y la realidad se fragmenta. El suelo está formado por esquirlas de mundos destruidos, flotando en un océano de sombras y luz. En el horizonte se percibe un sol negro que late como un corazón cósmico, y cada pulso retumba en el alma de los combatientes.

    El Choque
    El aire se quiebra cuando Zalgo desgarra el plano dimensional, emergiendo como una figura monstruosa, una amalgama de caos y horror viviente. Sus múltiples ojos rojos laten como estrellas moribundas, y su mera presencia hace sangrar el espacio-tiempo.

    Frente a él, con serenidad imperturbable, aparece Shein William Ishtar, el Primer Rey de la Casa Ishtar, envuelto en un aura plateada que brilla como mil lunas. Sus pasos resuenan con el peso de eras enteras, su mirada firme, como quien ha visto el inicio y el fin de todo.

    Un estruendo rompe el vacío: la colisión de divinidad contra el horror primordial.

    Habilidades
    Shein William Ishtar (Clan Ishtar)
    ⁕ Dominio del Tiempo y Espacio: controla las corrientes del tiempo, ralentizando o acelerando momentos críticos.
    ⁕ Espada de Estrellas: su arma materializa fragmentos de constelaciones, cortando no solo la materia, sino la esencia misma.
    ⁕ Aura Protectora Familiar: invoca un escudo indestructible alimentado por el juramento de proteger a su linaje.
    ⁕ Presencia Real: su simple existir somete la voluntad de aquellos que intentan desafiarlo.

    ✡ Zalgo (Primordial)
    ✠ Corrupción del Plano: distorsiona la realidad, volviendo la cordura polvo y el orden un espejismo.
    ✠ Ojo del Horror: mirar su rostro condena la mente a la locura eterna.
    ✠ Rugido del Fin: su grito es capaz de extinguir mundos enteros y hacer temblar dimensiones.
    ✠ Eterno Caos: no puede ser destruido por completo, pues su esencia es la del miedo mismo.

    El Clímax

    El enfrentamiento se intensifica. Zalgo lanza tentáculos de oscuridad cósmica que desgarran planetas flotantes en un instante, pero Shein contraataca, congelando el tiempo alrededor y partiendo la corrupción con su espada estelar.

    Los rugidos del Primordial resuenan como mil apocalipsis, pero la voz calmada de Shein, recitando un juramento ancestral, corta el caos mismo. La batalla se convierte en un baile de creación contra destrucción, de orden contra locura.

    El Ganador
    Al final, el vacío se silencia.
    Shein William Ishtar, aunque herido y marcado por la corrupción, se alza victorioso. Su convicción inquebrantable y su vínculo con la Casa Ishtar le otorgan la fuerza de lo imposible: someter a Zalgo y sellarlo nuevamente en su dimensión.

    No obstante, el precio es alto: cada vez que el sello se debilite, Zalgo intentará regresar, y solo un Ishtar podrá detenerlo.
    ⚔️ BATTLE OF GODS Shein William Ishtar vs Zalgo – El Juicio del Fin 🌌 Escenario El campo de batalla se abre en el Vacío Interdimensional, donde los universos colisionan y la realidad se fragmenta. El suelo está formado por esquirlas de mundos destruidos, flotando en un océano de sombras y luz. En el horizonte se percibe un sol negro que late como un corazón cósmico, y cada pulso retumba en el alma de los combatientes. 🔥 El Choque El aire se quiebra cuando Zalgo desgarra el plano dimensional, emergiendo como una figura monstruosa, una amalgama de caos y horror viviente. Sus múltiples ojos rojos laten como estrellas moribundas, y su mera presencia hace sangrar el espacio-tiempo. Frente a él, con serenidad imperturbable, aparece Shein William Ishtar, el Primer Rey de la Casa Ishtar, envuelto en un aura plateada que brilla como mil lunas. Sus pasos resuenan con el peso de eras enteras, su mirada firme, como quien ha visto el inicio y el fin de todo. Un estruendo rompe el vacío: la colisión de divinidad contra el horror primordial. ⚔️ Habilidades Shein William Ishtar (Clan Ishtar) ⁕ Dominio del Tiempo y Espacio: controla las corrientes del tiempo, ralentizando o acelerando momentos críticos. ⁕ Espada de Estrellas: su arma materializa fragmentos de constelaciones, cortando no solo la materia, sino la esencia misma. ⁕ Aura Protectora Familiar: invoca un escudo indestructible alimentado por el juramento de proteger a su linaje. ⁕ Presencia Real: su simple existir somete la voluntad de aquellos que intentan desafiarlo. ✡ Zalgo (Primordial) ✠ Corrupción del Plano: distorsiona la realidad, volviendo la cordura polvo y el orden un espejismo. ✠ Ojo del Horror: mirar su rostro condena la mente a la locura eterna. ✠ Rugido del Fin: su grito es capaz de extinguir mundos enteros y hacer temblar dimensiones. ✠ Eterno Caos: no puede ser destruido por completo, pues su esencia es la del miedo mismo. ⚡ El Clímax El enfrentamiento se intensifica. Zalgo lanza tentáculos de oscuridad cósmica que desgarran planetas flotantes en un instante, pero Shein contraataca, congelando el tiempo alrededor y partiendo la corrupción con su espada estelar. Los rugidos del Primordial resuenan como mil apocalipsis, pero la voz calmada de Shein, recitando un juramento ancestral, corta el caos mismo. La batalla se convierte en un baile de creación contra destrucción, de orden contra locura. 🏆 El Ganador Al final, el vacío se silencia. Shein William Ishtar, aunque herido y marcado por la corrupción, se alza victorioso. Su convicción inquebrantable y su vínculo con la Casa Ishtar le otorgan la fuerza de lo imposible: someter a Zalgo y sellarlo nuevamente en su dimensión. No obstante, el precio es alto: cada vez que el sello se debilite, Zalgo intentará regresar, y solo un Ishtar podrá detenerlo.
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  • Vestigia
    Sacrificio .

    Dime tú Basilio porque estás triste, te conozco yo desde que eras apenas un niño, te he visto pelear, derramar tu sangre y también castigar, pero nunca triste, nunca perdido, dime tú señor Rey de las bestias que es aquello que tú alma ha empañado de tristeza .

    Así fue la interrogante de la dama Carei sacerdotisa del credo Basilio al ver ella con sus ojos al joven Rey que sostiene en sus manos una rosa ya marchita, una rosa de aquellas azules que en las noches brillan como hermosas estrellas .

    - Yacarei .. dime qué debo hacer, quisiera verla una vez más, así sea una última vez, de ella no tuve el valor para despedirme, y como hacerlo si aún lejos nuestros cuerpos, el corazón es uno y el alma mía y la suya se mantienen abrazadas sin importar toda esta distancia .

    " Sin valor para mirar a la mujer que le habla, Zet pronunció sus palabras sin apartar mirada de aquella flor que parecía ya estar muerta .

    La dama recoge un poco su vestido y se inclina para acercarse más al Basilio, dobla sus rodillas pues aquel joven y atribulado Rey estaba sentado a la orilla de un arrollo, los labios de la dama se acercaron al oido del Dragón y susurraron suavemente .

    * Dame tus ojos, sabes bien que ese es mi más codiciado tesoro, dame tus ojos, aquellos que ven la mentira en el rostro y las malas intenciones que se ocultan en las palabras bondadosas, dame tu don para ver la verdad, entonces yo te llevaré con ella, un momento y nada más un instante, entonces dime, eso lo vale ??

    " El Basilio se ha puesto de pie y a lanzado la flor al arrollo .

    - Por cinco minutos daría hasta la última gota de mi sangre, llévame y mis ojos serán tuyos .

    " La mujer se puso de pie, se acercó por la espalda del varón y lo abrazo rodeado con sus delicadas manos la cintura del Rey Dragón .

    * Si no te escuchará yo con mi propio oído no creería que esas palabras fueran pronunciadas por tu boca, te vez tan tierno tan frágil, entonces tenemos un trato ??

    " Yacarei la sacerdotisa de los Basilios siempre había deseado el poder que habita en los ojos del Rey Zet, por esa razón, como una serpiente la mujer se desliza por la herida y con dulces palabras y gestos lo cautiva .

    - Que así sea ..

    " Y así fue, la mujer de inmediato abrió un portal en medio del arrollo conjurando palabras y magia antigua, del otro lado se veía con claridad una recamara, al Basilio le llegó el perfume de la mujer que ama y sin pensarlo atraviesa el portal, del otro lado ella estaba, recostada en su cama, en sus mejillas unas manchas al parecer había derramado unas cuantas lágrimas, dormida, serena y tranquila arropada en una gruesa cobija, Zet se acercó lentamente se subió a la cama, le beso la frente le abrazo con ternura y al oído de la rubia él susurro .

    - Te amo, te amare por siempre y un día más, renuncio a mi poder pero no al amor que tú hiciste nacer .

    " Aquel gran amor del Basilio es en todo contraria a el, es una mujer de luz, de gran belleza, de fortaleza como ninguna otra, Él la llama Reina Leona, de cabellos rubios, el azul es su color favorito, el eterno amor del Tirano Rey de los Dragones Basilios .

    Como un consuelo y despedida la sacerdotisa le regaló al Basilio toda la noche, pero no le permitió despertar a la mujer que amaba, solo estar ahí, solo acompañarla, el Basilio la abrazó y durmió a su lado, al caer la mañana antes de que los ojos de ella se abrieran el cuerpo del Dragón desapareció, dejando en la cama la figura de su cuerpo y su aroma en la recamara .
    Mil veces el Basilio susurro al oído de la mujer que le perdonara, y le dijo también que quizás nunca más la volvería a ver, pero que él nunca la olvidaría, repitió también, mi amor será eterno y si un día te hago falta mira las estrellas, yo estaré siempre en medio de ellas .
    La noche terminó, el Basilio regresó al arrollo, lloro amargamente y como fue pactado el poder de aquel que todo lo ve le fue entregado a la sacerdotisa .

    * Te diré que con esto has firmado tu sentencia de muerte, aquellos que alguna vez te tuvieron miedo ahora vendrán por tu cabeza .

    " Aconteció después de sus palabras que la mujer desapareció como una sombra blanca que se desvanece con la suave brisa del viento .

    " El Basilio miró al cielo, saco un cigarro lo encendió y con una sonrisa simplemente respondió .

    - Diles tu dónde estoy, Diles dónde encontrarme que yo los esperare con ansias, y Diles también que vengan preparados para morir, porque yo estoy herido pero no derrotado .

    Vestigia Sacrificio . Dime tú Basilio porque estás triste, te conozco yo desde que eras apenas un niño, te he visto pelear, derramar tu sangre y también castigar, pero nunca triste, nunca perdido, dime tú señor Rey de las bestias que es aquello que tú alma ha empañado de tristeza . Así fue la interrogante de la dama Carei sacerdotisa del credo Basilio al ver ella con sus ojos al joven Rey que sostiene en sus manos una rosa ya marchita, una rosa de aquellas azules que en las noches brillan como hermosas estrellas . - Yacarei .. dime qué debo hacer, quisiera verla una vez más, así sea una última vez, de ella no tuve el valor para despedirme, y como hacerlo si aún lejos nuestros cuerpos, el corazón es uno y el alma mía y la suya se mantienen abrazadas sin importar toda esta distancia . " Sin valor para mirar a la mujer que le habla, Zet pronunció sus palabras sin apartar mirada de aquella flor que parecía ya estar muerta . La dama recoge un poco su vestido y se inclina para acercarse más al Basilio, dobla sus rodillas pues aquel joven y atribulado Rey estaba sentado a la orilla de un arrollo, los labios de la dama se acercaron al oido del Dragón y susurraron suavemente . * Dame tus ojos, sabes bien que ese es mi más codiciado tesoro, dame tus ojos, aquellos que ven la mentira en el rostro y las malas intenciones que se ocultan en las palabras bondadosas, dame tu don para ver la verdad, entonces yo te llevaré con ella, un momento y nada más un instante, entonces dime, eso lo vale ?? " El Basilio se ha puesto de pie y a lanzado la flor al arrollo . - Por cinco minutos daría hasta la última gota de mi sangre, llévame y mis ojos serán tuyos . " La mujer se puso de pie, se acercó por la espalda del varón y lo abrazo rodeado con sus delicadas manos la cintura del Rey Dragón . * Si no te escuchará yo con mi propio oído no creería que esas palabras fueran pronunciadas por tu boca, te vez tan tierno tan frágil, entonces tenemos un trato ?? " Yacarei la sacerdotisa de los Basilios siempre había deseado el poder que habita en los ojos del Rey Zet, por esa razón, como una serpiente la mujer se desliza por la herida y con dulces palabras y gestos lo cautiva . - Que así sea .. " Y así fue, la mujer de inmediato abrió un portal en medio del arrollo conjurando palabras y magia antigua, del otro lado se veía con claridad una recamara, al Basilio le llegó el perfume de la mujer que ama y sin pensarlo atraviesa el portal, del otro lado ella estaba, recostada en su cama, en sus mejillas unas manchas al parecer había derramado unas cuantas lágrimas, dormida, serena y tranquila arropada en una gruesa cobija, Zet se acercó lentamente se subió a la cama, le beso la frente le abrazo con ternura y al oído de la rubia él susurro . - Te amo, te amare por siempre y un día más, renuncio a mi poder pero no al amor que tú hiciste nacer . " Aquel gran amor del Basilio es en todo contraria a el, es una mujer de luz, de gran belleza, de fortaleza como ninguna otra, Él la llama Reina Leona, de cabellos rubios, el azul es su color favorito, el eterno amor del Tirano Rey de los Dragones Basilios . Como un consuelo y despedida la sacerdotisa le regaló al Basilio toda la noche, pero no le permitió despertar a la mujer que amaba, solo estar ahí, solo acompañarla, el Basilio la abrazó y durmió a su lado, al caer la mañana antes de que los ojos de ella se abrieran el cuerpo del Dragón desapareció, dejando en la cama la figura de su cuerpo y su aroma en la recamara . Mil veces el Basilio susurro al oído de la mujer que le perdonara, y le dijo también que quizás nunca más la volvería a ver, pero que él nunca la olvidaría, repitió también, mi amor será eterno y si un día te hago falta mira las estrellas, yo estaré siempre en medio de ellas . La noche terminó, el Basilio regresó al arrollo, lloro amargamente y como fue pactado el poder de aquel que todo lo ve le fue entregado a la sacerdotisa . * Te diré que con esto has firmado tu sentencia de muerte, aquellos que alguna vez te tuvieron miedo ahora vendrán por tu cabeza . " Aconteció después de sus palabras que la mujer desapareció como una sombra blanca que se desvanece con la suave brisa del viento . " El Basilio miró al cielo, saco un cigarro lo encendió y con una sonrisa simplemente respondió . - Diles tu dónde estoy, Diles dónde encontrarme que yo los esperare con ansias, y Diles también que vengan preparados para morir, porque yo estoy herido pero no derrotado .
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  • Conociendo la habilidad especial del Doctor Hayes
    Fandom OC
    Categoría Original
    El aire de la clínica de la ciudad, Vance Animal Hospital, olía a antiséptico y a dinero. El sol de la mañana se filtraba por los ventanales de suelo a techo, iluminando el impecable suelo de baldosas blancas y las elegantes sillas de cuero en la sala de espera. Jasper, vestido con una camisa de lino de un color neutro y pantalones bien ajustados, era la imagen misma de la eficiencia. Su voz, tranquila y serena, sonaba por el auricular mientras respondía a las preguntas de un cliente sobre un exótico gato de Bengala.

    Fuera de la clínica, los sonidos de la ciudad—bocinazos, motores y la prisa de la gente—eran una banda sonora constante que contrastaba con el silencio y los ruidos de la granja. Aunque Jasper mantenía una sonrisa profesional, en su interior, anhelaba el olor a heno y la calma de su propio mundo.

    En ese momento, una mujer vestida con ropa de diseñador entró nerviosamente con un pequeño perro de raza pomerania. El perro, temblando, parecía atemorizado por todo el ajetreo.

    "Doctor Hayes, ¡por favor, ayude a Doki!" suplicó la mujer. "Desde que lo trajimos del campo, no ha parado de temblar."

    Mientras lo tomaba, Jasper notó que los temblores no eran solo por miedo. Su naturaleza de Alfa y cambiante le permitió sentir el pánico del perro, un miedo que iba más allá del entorno urbano. Era un tipo de pánico que solo un animal que ha conocido la libertad podía sentir al estar atrapado.

    Jasper dejó de lado el teléfono. "Tranquila, lo entiendo. Déjeme revisarlo."

    El perro se acurrucó contra su pecho, calmado por la sola presencia de Jasper. Era un instinto que no podía controlar; su naturaleza de Alfa calmaba al animal, mientras su lado de cambiante sentía el dolor de la criatura.

    En ese momento, la verdadera personalidad de Jasper se asomó. Ya no era el profesional eficiente, era un sanador que entendía el alma del animal.

    "Doki no está enfermo", dijo Jasper, con una voz más suave que la que solía usar en la clínica. "Tiene un miedo profundo. Echa de menos el campo. Es un perro que necesita el espacio y el aire libre para sentirse seguro."

    La mujer, incrédula, miró a su perro, que ahora se encontraba acurrucado y en paz en los brazos del veterinario.

    "Nunca lo había visto tan tranquilo... ¿Cómo lo hizo?"

    Jasper sonrió y acarició la cabeza del perro. "Solo necesitaba un poco de paciencia. El estrés de la ciudad a veces es demasiado para algunos de ellos. Le recomendaría que lo lleve a un lugar con más naturaleza, a un parque alejado del centro o, si tiene la oportunidad, que lo deje pasar un fin de semana fuera de la ciudad."

    La mujer asintió, agradecida, y el asistente de Jasper le entregó una tarjeta con información de un parque natural. Mientras la mujer se alejaba con un Doki mucho más relajado, Jasper se quedó mirando por la ventana. El sol de la tarde bañaba las altas torres de cristal, pero en su mente, solo podía ver los campos verdes y las colinas de su granja. Se sentía satisfecho, pero su alma ya estaba anhelando el camino de vuelta a casa, el único lugar donde no necesitaba fingir para nadie.
    El aire de la clínica de la ciudad, Vance Animal Hospital, olía a antiséptico y a dinero. El sol de la mañana se filtraba por los ventanales de suelo a techo, iluminando el impecable suelo de baldosas blancas y las elegantes sillas de cuero en la sala de espera. Jasper, vestido con una camisa de lino de un color neutro y pantalones bien ajustados, era la imagen misma de la eficiencia. Su voz, tranquila y serena, sonaba por el auricular mientras respondía a las preguntas de un cliente sobre un exótico gato de Bengala. Fuera de la clínica, los sonidos de la ciudad—bocinazos, motores y la prisa de la gente—eran una banda sonora constante que contrastaba con el silencio y los ruidos de la granja. Aunque Jasper mantenía una sonrisa profesional, en su interior, anhelaba el olor a heno y la calma de su propio mundo. En ese momento, una mujer vestida con ropa de diseñador entró nerviosamente con un pequeño perro de raza pomerania. El perro, temblando, parecía atemorizado por todo el ajetreo. "Doctor Hayes, ¡por favor, ayude a Doki!" suplicó la mujer. "Desde que lo trajimos del campo, no ha parado de temblar." Mientras lo tomaba, Jasper notó que los temblores no eran solo por miedo. Su naturaleza de Alfa y cambiante le permitió sentir el pánico del perro, un miedo que iba más allá del entorno urbano. Era un tipo de pánico que solo un animal que ha conocido la libertad podía sentir al estar atrapado. Jasper dejó de lado el teléfono. "Tranquila, lo entiendo. Déjeme revisarlo." El perro se acurrucó contra su pecho, calmado por la sola presencia de Jasper. Era un instinto que no podía controlar; su naturaleza de Alfa calmaba al animal, mientras su lado de cambiante sentía el dolor de la criatura. En ese momento, la verdadera personalidad de Jasper se asomó. Ya no era el profesional eficiente, era un sanador que entendía el alma del animal. "Doki no está enfermo", dijo Jasper, con una voz más suave que la que solía usar en la clínica. "Tiene un miedo profundo. Echa de menos el campo. Es un perro que necesita el espacio y el aire libre para sentirse seguro." La mujer, incrédula, miró a su perro, que ahora se encontraba acurrucado y en paz en los brazos del veterinario. "Nunca lo había visto tan tranquilo... ¿Cómo lo hizo?" Jasper sonrió y acarició la cabeza del perro. "Solo necesitaba un poco de paciencia. El estrés de la ciudad a veces es demasiado para algunos de ellos. Le recomendaría que lo lleve a un lugar con más naturaleza, a un parque alejado del centro o, si tiene la oportunidad, que lo deje pasar un fin de semana fuera de la ciudad." La mujer asintió, agradecida, y el asistente de Jasper le entregó una tarjeta con información de un parque natural. Mientras la mujer se alejaba con un Doki mucho más relajado, Jasper se quedó mirando por la ventana. El sol de la tarde bañaba las altas torres de cristal, pero en su mente, solo podía ver los campos verdes y las colinas de su granja. Se sentía satisfecho, pero su alma ya estaba anhelando el camino de vuelta a casa, el único lugar donde no necesitaba fingir para nadie.
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  • GHOSTS AND HEROES
    Fandom Supernatural
    Categoría Drama

    ㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚘𝚛𝚛𝚢, 𝙳𝚘𝚌𝚝𝚘𝚛...
    ㅤㅤㅤㅤ𝙱𝚘𝚛𝚛𝚎𝚕𝚕...
    ㅤㅤㅤㅤ𝙱𝚘𝚛𝚛𝚎𝚕𝚕, 𝚢𝚎𝚊𝚑. 𝙸 𝚑𝚊𝚟𝚎 𝚝𝚘 𝚐𝚘. 𝙽𝚘𝚠.

    ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑
    ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ Luz Borrell



    Habían llegado a aquel pueblo apenas veinticuatro horas antes. Sam, Poppy y él. No era nada del otro mundo, un caso que parecía sencillo, aparentemente. Jóvenes adolescentes de excursión, un fantasma atrapado en una casa encantada, todo un cliché ¿qué podía salir mal? Demasiadas cosas. Todo se descontroló con una velocidad vertiginosa, y al final los tres héroes y sus nuevos dos amigos adolescentes supervivientes quedaron recluidos dentro de un círculo que Dean había trazado en el suelo con sal de roca siendo ese el único punto de la casa donde esos fantasmas no tenían acceso. Todo temblaba, las luces titilaban…

    -¡No salgáis del circulo de sa---! -tuvo tiempo de gritar Dean antes de que todo se volviera negro. Lo último que recordaría Dean Winchester sería salir disparado por la ventana del piso superior con una fuerza sobrehumana. Eso y las sirenas de la ambulancia mientras se lo llevaban al hospital.

    Allí despertó un par de horas más tarde, a causa de las palabras que compartían un par de doctores cerca de su cama. Hablaban de él. Estaba claro, y gracias a ellos pudo hacerse un mapa mental de lo que le había pasado. Había caído por una ventana y era un milagro que el césped y las plantas del jardín hubieran crecido de un modo salvaje, pues de otro modo no habrían detenido su caída y se habría partido la crisma. Era bueno saberlo. Movió sus manos y sus pies para asegurarse de que no se había quedado parapléjico, no sin cierto miedo, por supuesto. Pero cuando vio el movimiento de su mano, casi respiró aliviado.

    Entonces recordó.

    Poppy. Sam.

    ¿Dónde coño estaban?

    ___________________________________

    creds:
    formato texto: @wh0yagonnacall
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    edit portada: edición propia
    ㅤ ㅤㅤㅤㅤ𝚂𝚘𝚛𝚛𝚢, 𝙳𝚘𝚌𝚝𝚘𝚛... ㅤㅤㅤㅤ𝙱𝚘𝚛𝚛𝚎𝚕𝚕... ㅤㅤㅤㅤ𝙱𝚘𝚛𝚛𝚎𝚕𝚕, 𝚢𝚎𝚊𝚑. 𝙸 𝚑𝚊𝚟𝚎 𝚝𝚘 𝚐𝚘. 𝙽𝚘𝚠. ㅤㅤㅤㅤ ⧽ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 ㅤㅤㅤㅤㅤ˹ [betweenmedicines18] ㅤ Habían llegado a aquel pueblo apenas veinticuatro horas antes. Sam, Poppy y él. No era nada del otro mundo, un caso que parecía sencillo, aparentemente. Jóvenes adolescentes de excursión, un fantasma atrapado en una casa encantada, todo un cliché ¿qué podía salir mal? Demasiadas cosas. Todo se descontroló con una velocidad vertiginosa, y al final los tres héroes y sus nuevos dos amigos adolescentes supervivientes quedaron recluidos dentro de un círculo que Dean había trazado en el suelo con sal de roca siendo ese el único punto de la casa donde esos fantasmas no tenían acceso. Todo temblaba, las luces titilaban… -¡No salgáis del circulo de sa---! -tuvo tiempo de gritar Dean antes de que todo se volviera negro. Lo último que recordaría Dean Winchester sería salir disparado por la ventana del piso superior con una fuerza sobrehumana. Eso y las sirenas de la ambulancia mientras se lo llevaban al hospital. Allí despertó un par de horas más tarde, a causa de las palabras que compartían un par de doctores cerca de su cama. Hablaban de él. Estaba claro, y gracias a ellos pudo hacerse un mapa mental de lo que le había pasado. Había caído por una ventana y era un milagro que el césped y las plantas del jardín hubieran crecido de un modo salvaje, pues de otro modo no habrían detenido su caída y se habría partido la crisma. Era bueno saberlo. Movió sus manos y sus pies para asegurarse de que no se había quedado parapléjico, no sin cierto miedo, por supuesto. Pero cuando vio el movimiento de su mano, casi respiró aliviado. Entonces recordó. Poppy. Sam. ¿Dónde coño estaban? ___________________________________ creds: formato texto: @wh0yagonnacall psd: gregarious on deviantArt edit portada: edición propia
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  • —Queen… —Ozma sonrió de lado, con la calma de quien ya ha visto reinos nacer y caer bajo sus manos—. Así que mi legado. Muy bien, pequeña niña, escucha con atención una verdad que corre por tu sangre:
    El caos.
    El caos no es ruina, Lili.
    Es el jardín donde la belleza crece sin permiso. Donde lo imperfecto florece… porque nadie lo ordenó. Ese es tu legado.

    Sus palabras quedaron tatuadas en mi memoria, incluso cuando me alejé hacia la ciudad, guiada por la sed oscura del ente que se alimenta de las sombras. Aceché en la penumbra a los que habían perdido todo: desgraciados que malvivían sin ganas de luchar, abandonando sus miedos como carroña para que yo los devorara. Sentí la fuerza crecer en mi interior, un poder que me devoraba tanto como me fortalecía.

    Pero no bastaba. Necesitaba comprender.

    Así que subí al edificio más alto. El viento me recibió como un verdugo que no olvida, azotando cada fibra de mi cuerpo. Me acerqué al borde, el corazón latiendo como un tambor de guerra. Cerré los ojos y recordé: “El caos florece sin que nadie lo ordene”.

    Oz... —Susurré.—

    Entonces… me dejé caer de espaldas. Sin resistencia. Sin miedo.
    Fluir con el caos.

    Siento mis huesos romperse en mil pedazos... No duele. Una llama arde en mi.

    Primero, nada.
    Después, un rugido ensordecedor.
    Nada otra vez.
    Sirenas de coches. Explosiones.
    Otra vez nada.

    Y cuando abrí los ojos, estaba rodeada de llamas. Un mar de caos ardía a mi alrededor. Helicópteros surcaban el cielo como aves desesperadas. Bomberos gritaban, ahogados entre humo y fuego. La ciudad gritaba.

    —¡Aquí hay una superviviente! —vociferó uno de ellos al verme.

    Me incorporé entre cenizas, el cuerpo débil, pero las manos ardiendo con un calor extraño, como brasas negras latiendo bajo la piel. El fuego no me consumía: me reconocía. El desastre no me rechazaba: me pertenecía.

    Las palabras de Ozma regresaron, retumbando como un presagio:
    "El caos no es ruina. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso."

    Y allí, en el corazón ardiente de la destrucción, entendí la duda que me perseguía:
    ¿Soy la flor que brota del caos, o soy la ruina disfrazada de belleza?

    Las llamas danzaban, esperando mi respuesta.
    —Queen… —[tidal_orange_cow_718] sonrió de lado, con la calma de quien ya ha visto reinos nacer y caer bajo sus manos—. Así que mi legado. Muy bien, pequeña niña, escucha con atención una verdad que corre por tu sangre: El caos. El caos no es ruina, Lili. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso. Donde lo imperfecto florece… porque nadie lo ordenó. Ese es tu legado. Sus palabras quedaron tatuadas en mi memoria, incluso cuando me alejé hacia la ciudad, guiada por la sed oscura del ente que se alimenta de las sombras. Aceché en la penumbra a los que habían perdido todo: desgraciados que malvivían sin ganas de luchar, abandonando sus miedos como carroña para que yo los devorara. Sentí la fuerza crecer en mi interior, un poder que me devoraba tanto como me fortalecía. Pero no bastaba. Necesitaba comprender. Así que subí al edificio más alto. El viento me recibió como un verdugo que no olvida, azotando cada fibra de mi cuerpo. Me acerqué al borde, el corazón latiendo como un tambor de guerra. Cerré los ojos y recordé: “El caos florece sin que nadie lo ordene”. Oz... —Susurré.— Entonces… me dejé caer de espaldas. Sin resistencia. Sin miedo. Fluir con el caos. Siento mis huesos romperse en mil pedazos... No duele. Una llama arde en mi. Primero, nada. Después, un rugido ensordecedor. Nada otra vez. Sirenas de coches. Explosiones. Otra vez nada. Y cuando abrí los ojos, estaba rodeada de llamas. Un mar de caos ardía a mi alrededor. Helicópteros surcaban el cielo como aves desesperadas. Bomberos gritaban, ahogados entre humo y fuego. La ciudad gritaba. —¡Aquí hay una superviviente! —vociferó uno de ellos al verme. Me incorporé entre cenizas, el cuerpo débil, pero las manos ardiendo con un calor extraño, como brasas negras latiendo bajo la piel. El fuego no me consumía: me reconocía. El desastre no me rechazaba: me pertenecía. Las palabras de Ozma regresaron, retumbando como un presagio: "El caos no es ruina. Es el jardín donde la belleza crece sin permiso." Y allí, en el corazón ardiente de la destrucción, entendí la duda que me perseguía: ¿Soy la flor que brota del caos, o soy la ruina disfrazada de belleza? Las llamas danzaban, esperando mi respuesta.
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  • Damien Voss

    Dispositivo de entrada 2.5

    Status: En progreso
    Fecha de actualización: xx-xx-xxxx
    Tiempo última modificación: 02:28:44
    Departamento: 043
    ----------------------------
    ----------[Error V/.08]-------

    <<Ingresar el método de medición alternativo

    Esto era la ventana que emergía del dispositivo de Lily al intentar configurar el nuevo termómetro para los drones de exploración. Hasta donde ella había trabajado solo había dos métodos de medición estándar, por lo que fue una desagradable y frustrante sorpresa la indicación del sistema para poder seguir haciendo las pruebas.

    —Damien...— culpó de inmediato a su colega llevando ambas manos a cubrir sus ojos dejando caer su cabeza hacia atrás. Era claro que él hizo la modificación hace más de dos horas y no le informó. —¿Podrías ser más considerado y menos egoísta? — dijo en voz suave y calma aún que claramente se notaba su disgusto.

    Dió un brinco de su silla para dirigirse al fondo del taller examinar la bitácora digital de seguimiento. Aún no se subían los datos así que por ley debía estar ese registro en la bitácora física, la busco en cada gabinete y compartimento del pequeño estudio montado dentro del taller, nada encontró, así que fue a la cápsula siguiente donde se encontraban los archivos impreso y tampoco consiguió éxito alguno.

    —"No molestes con preguntas hasta mañana." — arremedó la indicación del rubio cuando terminó la jornada de investigación hace una hora. —Eres ventajoso y no te lo permitiré...—

    Con decisión y una mirada traviesa de alguien que trama su plan atrevido se dirigió hasta el área de los dormitorios quedando justo enfrente del dormitorio del rubio.

    Observó el cerrojo digital, la luz cálida intermitente indicaba que la habitación estaba vacía.

    —Estoy de suerte - mordió su labio inferior sonriendo sin miedo a nada, deslizar la "llave maestra" que le permitirá acceso a casi cualquier área, tarjeta digital que ella misma configuró, se trataba de una práctica incorrecta no obstante su deber ser era obtener esa bitácora física y regresarla al lugar correcto. Conocía tan bien a Damien que no dudaba que la tuviera guardada en su habitación para usar de soporte tan valiosa libreta cuando venía una brillante idea a su mente.

    *Pimp* el acceso fue permitido, escaneo con la mirada aquella perfecta habitación, creía que podía estar a la vista lo que buscaba, lo cual habría hecho la tarea más fácil.

    —Tu me has obligado a ésto. — con cuidado comenzó a revisar, cajón por cajón, compartimento por compartimento, y cada mueble que sugiriera un escondite para la bitácora hasta que llegó a los cajones secretos, saco un maletín de piel que guardaba libros , lo abrió para dejar caer el contenido en la cama y examinar mejor, que equivocada estaba al pensar que escondía la bitácora ahí, la chica se sonrojó con lo que veía.

    ¿Atrevidas revistas con modelos? ¿Fotos indecorosas de personas reales? ¿Algún cómic erótico? No, nada de eso. Eran títulos de libros escritos por sexólogos para tener un amplio conocimiento y satisfacción al consumir el acto con una pareja. Definitivamente no era algo que quisiera saber de su colega y en ese momento supo que cruzó demasiado los límites, ya no podría verlo de la misma manera después de esta invasión a un lado muy íntimo.

    Con torpeza y nerviosismo tomo el primer libro para regresarlo al estuche pero no pudo evitar leer el título tan intrigante, claramente era un libro que revelaba los puntos más sensibles de pies a cabeza en el cuerpo femenino, los superficiales y los internos.
    [shadow_crimson_cow_904] Dispositivo de entrada 2.5 Status: En progreso Fecha de actualización: xx-xx-xxxx Tiempo última modificación: 02:28:44 Departamento: 043 ---------------------------- ----------[Error V/.08]------- <<Ingresar el método de medición alternativo Esto era la ventana que emergía del dispositivo de Lily al intentar configurar el nuevo termómetro para los drones de exploración. Hasta donde ella había trabajado solo había dos métodos de medición estándar, por lo que fue una desagradable y frustrante sorpresa la indicación del sistema para poder seguir haciendo las pruebas. —Damien...— culpó de inmediato a su colega llevando ambas manos a cubrir sus ojos dejando caer su cabeza hacia atrás. Era claro que él hizo la modificación hace más de dos horas y no le informó. —¿Podrías ser más considerado y menos egoísta? — dijo en voz suave y calma aún que claramente se notaba su disgusto. Dió un brinco de su silla para dirigirse al fondo del taller examinar la bitácora digital de seguimiento. Aún no se subían los datos así que por ley debía estar ese registro en la bitácora física, la busco en cada gabinete y compartimento del pequeño estudio montado dentro del taller, nada encontró, así que fue a la cápsula siguiente donde se encontraban los archivos impreso y tampoco consiguió éxito alguno. —"No molestes con preguntas hasta mañana." — arremedó la indicación del rubio cuando terminó la jornada de investigación hace una hora. —Eres ventajoso y no te lo permitiré...— Con decisión y una mirada traviesa de alguien que trama su plan atrevido se dirigió hasta el área de los dormitorios quedando justo enfrente del dormitorio del rubio. Observó el cerrojo digital, la luz cálida intermitente indicaba que la habitación estaba vacía. —Estoy de suerte - mordió su labio inferior sonriendo sin miedo a nada, deslizar la "llave maestra" que le permitirá acceso a casi cualquier área, tarjeta digital que ella misma configuró, se trataba de una práctica incorrecta no obstante su deber ser era obtener esa bitácora física y regresarla al lugar correcto. Conocía tan bien a Damien que no dudaba que la tuviera guardada en su habitación para usar de soporte tan valiosa libreta cuando venía una brillante idea a su mente. *Pimp* el acceso fue permitido, escaneo con la mirada aquella perfecta habitación, creía que podía estar a la vista lo que buscaba, lo cual habría hecho la tarea más fácil. —Tu me has obligado a ésto. — con cuidado comenzó a revisar, cajón por cajón, compartimento por compartimento, y cada mueble que sugiriera un escondite para la bitácora hasta que llegó a los cajones secretos, saco un maletín de piel que guardaba libros , lo abrió para dejar caer el contenido en la cama y examinar mejor, que equivocada estaba al pensar que escondía la bitácora ahí, la chica se sonrojó con lo que veía. ¿Atrevidas revistas con modelos? ¿Fotos indecorosas de personas reales? ¿Algún cómic erótico? No, nada de eso. Eran títulos de libros escritos por sexólogos para tener un amplio conocimiento y satisfacción al consumir el acto con una pareja. Definitivamente no era algo que quisiera saber de su colega y en ese momento supo que cruzó demasiado los límites, ya no podría verlo de la misma manera después de esta invasión a un lado muy íntimo. Con torpeza y nerviosismo tomo el primer libro para regresarlo al estuche pero no pudo evitar leer el título tan intrigante, claramente era un libro que revelaba los puntos más sensibles de pies a cabeza en el cuerpo femenino, los superficiales y los internos.
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  • El tiempo es una batalla que no da tregua, no puede darse el lujo de perderse en el miedo e inseguridades, tiene que seguir avanzando por aquellos que puede salvar, por Val, por su futuro.
    El tiempo es una batalla que no da tregua, no puede darse el lujo de perderse en el miedo e inseguridades, tiene que seguir avanzando por aquellos que puede salvar, por Val, por su futuro.
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