• El verde impecable del campo de golf se extendía bajo el sol de la mañana. Hyeon, con su polo negro y pantalones de golf, observaba el horizonte con una mirada fría y calculadora. No estaba allí por el deporte, sino por un asunto de negocios. Se reuniría en el club de golf con alguien para cerrar un trato.

    —Siempre jugando al despiste, —murmuró Hyeon, con una sonrisa fría curvando sus labios, mientras esperaba a su socio.

    Su mirada se detuvo en un grupo de hombres que se acercaban al campo, sus risas y conversaciones resonaban en el aire. Hyeon los observó con interés, sin dejar de escanear el campo mientras esperaba a su socio.

    —Interesante —susurró Hyeon-Seok para si mismo— un juego dentro de otro juego.

    De repente, su mirada se detuvo en un hombre que se acercaba al grupo, su rostro familiar y su expresión nerviosa le causaron una sensación de disgusto. No era su socio, al que estaba esperando, era alguien más: un hombre que lo había traicionado y le había costado mucho dinero.

    —Así que aquí estás —susurró Hyeon-Seok, una sonrisa fría curvando sus labios— quizás ha llegado el momento de cobrar mis deudas.

    Hyeon vio como el grupo junto al hombre comenzaban a alejarse. Comenzó a caminar hacia el hombre que lo había traicionado, con paso seguro pero calmado, para no levantar sospechas. El encuentro estaba a punto de comenzar, pero de repente, una persona se atravesó en su camino, ambos chocaron hombros, desviando su atención.

    —¿No ves por dónde caminas? —preguntó Hyeon, en un murmullo helado, con los ojos fijos en presencia ajena y una mirada que promete consecuencias.
    El verde impecable del campo de golf se extendía bajo el sol de la mañana. Hyeon, con su polo negro y pantalones de golf, observaba el horizonte con una mirada fría y calculadora. No estaba allí por el deporte, sino por un asunto de negocios. Se reuniría en el club de golf con alguien para cerrar un trato. —Siempre jugando al despiste, —murmuró Hyeon, con una sonrisa fría curvando sus labios, mientras esperaba a su socio. Su mirada se detuvo en un grupo de hombres que se acercaban al campo, sus risas y conversaciones resonaban en el aire. Hyeon los observó con interés, sin dejar de escanear el campo mientras esperaba a su socio. —Interesante —susurró Hyeon-Seok para si mismo— un juego dentro de otro juego. De repente, su mirada se detuvo en un hombre que se acercaba al grupo, su rostro familiar y su expresión nerviosa le causaron una sensación de disgusto. No era su socio, al que estaba esperando, era alguien más: un hombre que lo había traicionado y le había costado mucho dinero. —Así que aquí estás —susurró Hyeon-Seok, una sonrisa fría curvando sus labios— quizás ha llegado el momento de cobrar mis deudas. Hyeon vio como el grupo junto al hombre comenzaban a alejarse. Comenzó a caminar hacia el hombre que lo había traicionado, con paso seguro pero calmado, para no levantar sospechas. El encuentro estaba a punto de comenzar, pero de repente, una persona se atravesó en su camino, ambos chocaron hombros, desviando su atención. —¿No ves por dónde caminas? —preguntó Hyeon, en un murmullo helado, con los ojos fijos en presencia ajena y una mirada que promete consecuencias.
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  • Voltea a tu derecha, muchacho. -Dijo con una voz sumamente dulce la Sra. Inés, al acomodar los alfileres en las partes más flojas del traje de Abel. — Creo que deberás de comer menos panes de los que hace Yelena, por poco el botón de la camisa sale volando. - El hombre solo se sonrojó a las palabras de la mayor, tenía que bajarles un poco a las harinas, pero era tan difícil con aquellos postres que su prometida hacía consecutivamente.

    La mujer siguió ajustando de algunas partes, ya estaba por completo, el color era neutro, la confección era inspirada en los trajes de gala griegos, para que el exmilitar no olvidara sus raíces. — Listo, estará terminado para mañana. - Explicó la mujer. —  El vestido de Yelena ya está listo, mejoré el diseño, quiero que se una sorpresa para mi muchachita. - La mujer adoptó a la pequeña rubia como hija, ella misma le había confeccionado varias de las faldas y vestidos que usaba, así que no se lo dio a maliciar, sería su regalo de bodas. -

    Gracias, Sra. no sé cómo pagarle lo espléndida que es con nosotros. - Aclaró Abel retirándose el saco del atuendo y llevándolo a los ganchos. —Debo agradecerle a usted y a su familia por las habitaciones de nuestros invitados, como pudo ver... - Realizó una pequeña pausa, dio media vuelta sobre sus propios pies para desabotonar la camisa. — ...No invitamos a muchos, de mi parte solo son dos, los de mi esposa tampoco son demasiado invitados. -Explicó el griego. —Solo son los más cercanos. - Aún no estaba seguro de que los invitados se presentaran, desde hace un par de días ya debería haber llegado al pueblo; sin embargo, no todo estaba perdido, el cariño de aquellos habitantes era más que suficiente para los enamorados. -

    No te preocupes, hijo, en lo que terminas de cambiarte, veré cómo van las empanadas. - La mujer salió con pasos lentos como era de costumbre hacia la cocina, los gritos y carcajadas de los niños se escuchaban desde lejos, las sábanas blancas sobre los tendederos bailaban con el viendo. — Por fin, se enseñó a despercudir la ropa, será una excelente esposa. - Susurró la mujer al ver las prendas sumamente blancas por la venta. 

    Yelena Antonov
    Voltea a tu derecha, muchacho. -Dijo con una voz sumamente dulce la Sra. Inés, al acomodar los alfileres en las partes más flojas del traje de Abel. — Creo que deberás de comer menos panes de los que hace Yelena, por poco el botón de la camisa sale volando. - El hombre solo se sonrojó a las palabras de la mayor, tenía que bajarles un poco a las harinas, pero era tan difícil con aquellos postres que su prometida hacía consecutivamente. La mujer siguió ajustando de algunas partes, ya estaba por completo, el color era neutro, la confección era inspirada en los trajes de gala griegos, para que el exmilitar no olvidara sus raíces. — Listo, estará terminado para mañana. - Explicó la mujer. —  El vestido de Yelena ya está listo, mejoré el diseño, quiero que se una sorpresa para mi muchachita. - La mujer adoptó a la pequeña rubia como hija, ella misma le había confeccionado varias de las faldas y vestidos que usaba, así que no se lo dio a maliciar, sería su regalo de bodas. - Gracias, Sra. no sé cómo pagarle lo espléndida que es con nosotros. - Aclaró Abel retirándose el saco del atuendo y llevándolo a los ganchos. —Debo agradecerle a usted y a su familia por las habitaciones de nuestros invitados, como pudo ver... - Realizó una pequeña pausa, dio media vuelta sobre sus propios pies para desabotonar la camisa. — ...No invitamos a muchos, de mi parte solo son dos, los de mi esposa tampoco son demasiado invitados. -Explicó el griego. —Solo son los más cercanos. - Aún no estaba seguro de que los invitados se presentaran, desde hace un par de días ya debería haber llegado al pueblo; sin embargo, no todo estaba perdido, el cariño de aquellos habitantes era más que suficiente para los enamorados. - No te preocupes, hijo, en lo que terminas de cambiarte, veré cómo van las empanadas. - La mujer salió con pasos lentos como era de costumbre hacia la cocina, los gritos y carcajadas de los niños se escuchaban desde lejos, las sábanas blancas sobre los tendederos bailaban con el viendo. — Por fin, se enseñó a despercudir la ropa, será una excelente esposa. - Susurró la mujer al ver las prendas sumamente blancas por la venta.  [C0quette]
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  • En nuestra compañía de modelaje, creemos que la belleza radica en la autenticidad y la confianza. Nos esforzamos por empoderar a cada modelo para que brille con su luz propia, redefiniendo estándares y dejando una huella imborrable en la industria. Juntos, creamos un legado de elegancia y estilo que inspira al mundo
    En nuestra compañía de modelaje, creemos que la belleza radica en la autenticidad y la confianza. Nos esforzamos por empoderar a cada modelo para que brille con su luz propia, redefiniendo estándares y dejando una huella imborrable en la industria. Juntos, creamos un legado de elegancia y estilo que inspira al mundo
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  • Una noche dura. [+18]
    Fandom OC
    Categoría Drama
    Atención, este rol puede contener violencia doméstica y lenguaje soez. Abstenerse de leer si es sensible. Gracias por la comprensión.




    Aurora había llegado a su casa de estudiar y conforme llegó, pensaba no tener que lidiar con la presencia de su madre pensando que dormiría pero, una zancadilla la hizo caer al suelo y ahí estaba.

    Su madre con un cigarro empezó a reírse como una maldita loca en lo que Aurora trataba de levantarse con dificultad intentando reprimir sus lágrimas.

    — Hija de puta.. ¿Dónde estabas? ¿Huyes de mi? — Su boca apestaba a tabaco y bebida, algo que daba a entender que estaba borracha.

    Aurora tragó saliva y observó sus rodillas amorotonadas.

    — Tuve que hacer trabajo de clase..

    Una bofetada fue dada en su mejilla resonando en toda la casa y ahora, una marca de su mano.

    — Mientes, siempre mientes, fracasada de mierda. ¿Te crees que no se que te vas por ahí a follar con desconocidos?

    Aurora abrió los ojos como platos al escuchar las acusaciones falsas de su madre, ella simplemente huía de ella a estudiar a otro lugar, no podía estudiar con su presencia llena de negatividad, llena de dolor y aquello le dolió demasiado.

    — Hoy no vas a dormir en casa, así que vete de aquí, inútil. Qué desgracia eres, tenías que haberte ido con tu padre. Me has amargado la vida.

    Aurora hizo todo lo posible para aguantar las lágrimas posibles y antes de que ella se girase, su madre la agarró del pero en una coleta tirando de ella para acercarla.

    — Algún día.. te vas a morir, y vas a saber lo que estoy sufriendo yo. Maldita niñata que da problemas..

    La empujó al suelo haciéndole daño y se fue a la cama, Aurora dolida entre golpe y golpe no pudo más y empezó a salir más lágrimas, sin poder decir nada más definitivamente no iba a pasar la noche allí y salió rápidamente.

    Nisiquiera agarró chaqueta, ella con su uniforme del instituto caminó abrazándose mientras lloraba en voz baja. Esperando que en esa noche tan fría, nadie le hiciera nada malo.
    ⚠️ Atención, este rol puede contener violencia doméstica y lenguaje soez. Abstenerse de leer si es sensible. Gracias por la comprensión. ⚠️ Aurora había llegado a su casa de estudiar y conforme llegó, pensaba no tener que lidiar con la presencia de su madre pensando que dormiría pero, una zancadilla la hizo caer al suelo y ahí estaba. Su madre con un cigarro empezó a reírse como una maldita loca en lo que Aurora trataba de levantarse con dificultad intentando reprimir sus lágrimas. — Hija de puta.. ¿Dónde estabas? ¿Huyes de mi? — Su boca apestaba a tabaco y bebida, algo que daba a entender que estaba borracha. Aurora tragó saliva y observó sus rodillas amorotonadas. — Tuve que hacer trabajo de clase.. Una bofetada fue dada en su mejilla resonando en toda la casa y ahora, una marca de su mano. — Mientes, siempre mientes, fracasada de mierda. ¿Te crees que no se que te vas por ahí a follar con desconocidos? Aurora abrió los ojos como platos al escuchar las acusaciones falsas de su madre, ella simplemente huía de ella a estudiar a otro lugar, no podía estudiar con su presencia llena de negatividad, llena de dolor y aquello le dolió demasiado. — Hoy no vas a dormir en casa, así que vete de aquí, inútil. Qué desgracia eres, tenías que haberte ido con tu padre. Me has amargado la vida. Aurora hizo todo lo posible para aguantar las lágrimas posibles y antes de que ella se girase, su madre la agarró del pero en una coleta tirando de ella para acercarla. — Algún día.. te vas a morir, y vas a saber lo que estoy sufriendo yo. Maldita niñata que da problemas.. La empujó al suelo haciéndole daño y se fue a la cama, Aurora dolida entre golpe y golpe no pudo más y empezó a salir más lágrimas, sin poder decir nada más definitivamente no iba a pasar la noche allí y salió rápidamente. Nisiquiera agarró chaqueta, ella con su uniforme del instituto caminó abrazándose mientras lloraba en voz baja. Esperando que en esa noche tan fría, nadie le hiciera nada malo.
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  • Las semillas del legado
    Fandom Oc/en general
    Categoría Acción
    **El Legado del Guerrero: El Nacimiento del Dojo de Takeru**

    El rugido del público aún resonaba en la cabeza de **Takeru**, como un eco lejano de una gloria que jamás alcanzó. El *Torneo de Aniquilación Kengan* había sido su campo de batalla, el escenario donde había dado todo de sí, pero su cuerpo había alcanzado su límite antes que su espíritu. Las lesiones que sufrió en sus últimos combates fueron más que un simple obstáculo; fueron una sentencia. Médicos, entrenadores y hasta sus propios instintos coincidían en una sola verdad: no podía seguir luchando al más alto nivel.

    Por primera vez en su vida, Takeru se vio forzado a enfrentar la pregunta que todo guerrero teme: **¿qué sigue cuando la pelea termina?**

    ### **La Decisión**

    Los primeros meses tras su retiro fueron un infierno. La rehabilitación fue lenta, y la frustración lo devoraba desde dentro. Se negaba a aceptar que su camino había terminado. No podía permitirse ser un luchador que se desvaneciera en el olvido.

    Fue en esas noches solitarias, entre entrenamientos ligeros y pensamientos amargos, cuando encontró la respuesta: **si ya no podía pelear, entonces enseñaría a otros a hacerlo.**

    No bastaba con transmitir el *Estilo Niko* como le había sido enseñado; debía hacerlo suyo, adaptarlo a sus propias raíces. Takeru había crecido con el boxeo en sus venas, con los golpes afilados y el juego de pies como su segunda naturaleza. El *Estilo Niko* le había dado la versatilidad y la estrategia para luchar en cualquier circunstancia, pero el boxeo le había dado su identidad como peleador. Si iba a entrenar a la nueva generación, les enseñaría un **arte híbrido**, un sistema donde la agresividad calculada del boxeo se combinara con la fluidez y adaptabilidad del *Estilo Niko*.

    ### **El Nacimiento del Dojo**

    Con lo poco que había ganado en el torneo y algunos contactos en la comunidad de luchadores, Takeru consiguió un pequeño local en una zona apartada de la ciudad. No era nada lujoso: un viejo almacén remodelado con costales de arena, un ring desgastado y algunas pesas oxidadas. Pero para él, era un santuario.

    Al principio, los alumnos llegaban con dudas. Algunos querían aprender el legendario *Estilo Niko*, otros solo querían mejorar su boxeo. Pero cuando veían a Takeru moverse, su velocidad aún intacta, su guardia férrea y su mirada de depredador, entendían que estaban frente a un verdadero peleador.

    Les enseñó desde la base: cómo deslizarse con ligereza, cómo lanzar un *jab* con precisión quirúrgica, cómo encadenar un *weaving* con una patada baja para desestabilizar al oponente. Les mostró que la verdadera pelea no era solo fuerza o técnica, sino inteligencia y adaptabilidad.

    Con el tiempo, su dojo dejó de ser un simple gimnasio y se convirtió en un refugio para aquellos que querían aprender de un guerrero que había vivido en la cima del combate. Luchadores de artes marciales mixtas, boxeadores en busca de una ventaja, incluso algunos ex-participantes de torneos Kengan cruzaron sus puertas para aprender.

    Pero Takeru nunca dejó que su dojo se convirtiera en un simple negocio. Para él, era algo más grande. **Era su legado.**

    ### **El Camino Continúa**

    A veces, cuando terminaba de entrenar a sus alumnos, Takeru se quedaba solo en el dojo, golpeando el saco de arena con precisión inhumana. Su cuerpo ya no podía soportar la brutalidad de los torneos, pero su espíritu seguía luchando.

    Sabía que nunca dejaría de ser un guerrero.

    Porque mientras hubiera alguien dispuesto a aprender, mientras su enseñanza viviera en los puños de la próxima generación… **la pelea nunca terminaría, mis queridos estudiantes se que llegarán a la cima jajaja**
    **El Legado del Guerrero: El Nacimiento del Dojo de Takeru** El rugido del público aún resonaba en la cabeza de **Takeru**, como un eco lejano de una gloria que jamás alcanzó. El *Torneo de Aniquilación Kengan* había sido su campo de batalla, el escenario donde había dado todo de sí, pero su cuerpo había alcanzado su límite antes que su espíritu. Las lesiones que sufrió en sus últimos combates fueron más que un simple obstáculo; fueron una sentencia. Médicos, entrenadores y hasta sus propios instintos coincidían en una sola verdad: no podía seguir luchando al más alto nivel. Por primera vez en su vida, Takeru se vio forzado a enfrentar la pregunta que todo guerrero teme: **¿qué sigue cuando la pelea termina?** ### **La Decisión** Los primeros meses tras su retiro fueron un infierno. La rehabilitación fue lenta, y la frustración lo devoraba desde dentro. Se negaba a aceptar que su camino había terminado. No podía permitirse ser un luchador que se desvaneciera en el olvido. Fue en esas noches solitarias, entre entrenamientos ligeros y pensamientos amargos, cuando encontró la respuesta: **si ya no podía pelear, entonces enseñaría a otros a hacerlo.** No bastaba con transmitir el *Estilo Niko* como le había sido enseñado; debía hacerlo suyo, adaptarlo a sus propias raíces. Takeru había crecido con el boxeo en sus venas, con los golpes afilados y el juego de pies como su segunda naturaleza. El *Estilo Niko* le había dado la versatilidad y la estrategia para luchar en cualquier circunstancia, pero el boxeo le había dado su identidad como peleador. Si iba a entrenar a la nueva generación, les enseñaría un **arte híbrido**, un sistema donde la agresividad calculada del boxeo se combinara con la fluidez y adaptabilidad del *Estilo Niko*. ### **El Nacimiento del Dojo** Con lo poco que había ganado en el torneo y algunos contactos en la comunidad de luchadores, Takeru consiguió un pequeño local en una zona apartada de la ciudad. No era nada lujoso: un viejo almacén remodelado con costales de arena, un ring desgastado y algunas pesas oxidadas. Pero para él, era un santuario. Al principio, los alumnos llegaban con dudas. Algunos querían aprender el legendario *Estilo Niko*, otros solo querían mejorar su boxeo. Pero cuando veían a Takeru moverse, su velocidad aún intacta, su guardia férrea y su mirada de depredador, entendían que estaban frente a un verdadero peleador. Les enseñó desde la base: cómo deslizarse con ligereza, cómo lanzar un *jab* con precisión quirúrgica, cómo encadenar un *weaving* con una patada baja para desestabilizar al oponente. Les mostró que la verdadera pelea no era solo fuerza o técnica, sino inteligencia y adaptabilidad. Con el tiempo, su dojo dejó de ser un simple gimnasio y se convirtió en un refugio para aquellos que querían aprender de un guerrero que había vivido en la cima del combate. Luchadores de artes marciales mixtas, boxeadores en busca de una ventaja, incluso algunos ex-participantes de torneos Kengan cruzaron sus puertas para aprender. Pero Takeru nunca dejó que su dojo se convirtiera en un simple negocio. Para él, era algo más grande. **Era su legado.** ### **El Camino Continúa** A veces, cuando terminaba de entrenar a sus alumnos, Takeru se quedaba solo en el dojo, golpeando el saco de arena con precisión inhumana. Su cuerpo ya no podía soportar la brutalidad de los torneos, pero su espíritu seguía luchando. Sabía que nunca dejaría de ser un guerrero. Porque mientras hubiera alguien dispuesto a aprender, mientras su enseñanza viviera en los puños de la próxima generación… **la pelea nunca terminaría, mis queridos estudiantes se que llegarán a la cima jajaja**
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    ¡Ya he actualizado el Directorio de Personajes 3D!

    He añadido los nuevos personajes que han llegado esta semana. Si notáis que falta alguno, que hay información incorrecta o que un personaje ha sido borrado, avisadme por DM para corregirlo.

    ¡Gracias por ayudar a mantenerlo al día!
    📢 ¡Ya he actualizado el Directorio de Personajes 3D! 📢 He añadido los nuevos personajes que han llegado esta semana. Si notáis que falta alguno, que hay información incorrecta o que un personaje ha sido borrado, avisadme por DM para corregirlo. ¡Gracias por ayudar a mantenerlo al día! 😊
    DIRECTORIO PERSONAJES 3D Y FANDOMS
    ¡Hola FicRolers! ✨ Aquí teneis un directorio completo de los Personajes 3D que existen en FicRol. He considerado que, quizás ver el cómputo completo de los personajes 3D más activos os anime a agregar a otros personajes, intentar crear personajes en otro fandom, etc... Os cuento algunas caracteristicas: Está separado por fandoms, salvo en el caso de...
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  • ¡Febrero ha sido un mes increíble para los Personajes 3D!

    ¿Sabéis qué? ¡54 personajes 3D nuevos se han unido durante Febrero a FicRol! Ha sido un mes lleno de historias frescas, interacciones inesperadas y un sinfín de posibilidades para el rol. ¡Y esto es solo el comienzo!

    Cada personaje que llega trae algo especial: drama, acción, romance, caos… ¡todo lo que amamos! Si aún no habéis conocido a los recién llegados, ¡este es el momento perfecto para hacerlo! ¿Quién sabe? Tal vez su próximo rol favorito está a solo un mensaje de distancia.

    ¡Gracias por hacer de los Personajes 3D un espacio cada vez más grande y emocionante! ¡Vamos por más historias épicas en Marzo!

    #Personajes3D #FicRol #Comunidad3D #3D
    💫✨ ¡Febrero ha sido un mes increíble para los Personajes 3D! ✨💫 ¿Sabéis qué? ¡54 personajes 3D nuevos se han unido durante Febrero a FicRol! 🎉💙 Ha sido un mes lleno de historias frescas, interacciones inesperadas y un sinfín de posibilidades para el rol. ¡Y esto es solo el comienzo! Cada personaje que llega trae algo especial: drama, acción, romance, caos… ¡todo lo que amamos! 💃🔥 Si aún no habéis conocido a los recién llegados, ¡este es el momento perfecto para hacerlo! ¿Quién sabe? Tal vez su próximo rol favorito está a solo un mensaje de distancia. 😉 ¡Gracias por hacer de los Personajes 3D un espacio cada vez más grande y emocionante! 🚀💙 ¡Vamos por más historias épicas en Marzo! #Personajes3D #FicRol #Comunidad3D #3D
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  • — Era una noche tranquila y normal, el viento era fuerte, eran las 10 de la noches Melodie se encontraba en un restaurante bastante llamativo, la chica de cabello pelirosada, había llegado al restaurante, pidiendo su lugar, dirigiéndose a su lugar, sentandose comodamente en su lugar, se encontraba sola, sin nadie o alguna persona en su alrededor.

    —♪° Hm, que podría cenar..
    — Era una noche tranquila y normal, el viento era fuerte, eran las 10 de la noches Melodie se encontraba en un restaurante bastante llamativo, la chica de cabello pelirosada, había llegado al restaurante, pidiendo su lugar, dirigiéndose a su lugar, sentandose comodamente en su lugar, se encontraba sola, sin nadie o alguna persona en su alrededor. —♪° Hm, que podría cenar..
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    A todos los que han seguido la historia de **Takeru Arakawa**, quiero agradecerles desde el fondo de mi corazón.

    Desde el primer combate hasta la última batalla contra **Tokita Ohma**, Takeru ha sido un guerrero que luchó con todo lo que tenía, desafiando límites, superando derrotas y dejando su marca en el mundo del Kengan. **No fue un camino fácil, pero tampoco lo habría querido de otra manera.**

    Esta historia ha sido un viaje lleno de emoción, intensidad y pasión por las artes marciales. Y nada de esto habría sido posible sin ustedes, los lectores que apoyaron cada golpe, cada caída y cada levantada de Takeru.

    Puede que su historia como peleador haya llegado a su fin, pero su legado sigue vivo. **Porque un verdadero luchador nunca se detiene, solo encuentra nuevas formas de seguir adelante.**

    Gracias por acompañarme en esta historia. ¡Nos veremos en la próxima batalla!

    —**El Autor**
    A todos los que han seguido la historia de **Takeru Arakawa**, quiero agradecerles desde el fondo de mi corazón. Desde el primer combate hasta la última batalla contra **Tokita Ohma**, Takeru ha sido un guerrero que luchó con todo lo que tenía, desafiando límites, superando derrotas y dejando su marca en el mundo del Kengan. **No fue un camino fácil, pero tampoco lo habría querido de otra manera.** Esta historia ha sido un viaje lleno de emoción, intensidad y pasión por las artes marciales. Y nada de esto habría sido posible sin ustedes, los lectores que apoyaron cada golpe, cada caída y cada levantada de Takeru. Puede que su historia como peleador haya llegado a su fin, pero su legado sigue vivo. **Porque un verdadero luchador nunca se detiene, solo encuentra nuevas formas de seguir adelante.** Gracias por acompañarme en esta historia. ¡Nos veremos en la próxima batalla! —**El Autor**
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  • ### **El Precio de la Derrota**

    Takeru Arakawa despertó con la vista nublada, el sonido de un monitor cardíaco marcando un ritmo pausado y constante. **Dolía respirar.**

    Su cuerpo **no le respondía.**

    Intentó mover la mano, pero un ardor insoportable recorrió su brazo. **No podía ni cerrar el puño.**

    —**Despierto al fin, eh.**

    Una voz familiar lo sacó de su trance. Su entrenador, un hombre mayor de rostro curtido por los años en el mundo de las peleas, estaba sentado junto a la cama.

    Takeru **intentó hablar, pero la garganta le ardía.** Solo pudo dejar salir un leve gruñido.

    —No te esfuerces —dijo su entrenador, suspirando con cansancio—. **Te partieron en pedazos ahí afuera.**

    Los recuerdos **llegaron de golpe.**

    **La final.**

    **Ohma.**

    **El Advance.**

    **La última técnica.**

    **El dolor.**

    Takeru cerró los ojos con frustración. **Había dado todo, y aún así, perdió.**

    —¿Cuánto… tiempo? —logró susurrar.

    —Casi dos días inconsciente —respondió su entrenador—. **Tus costillas están rotas, tu brazo derecho quedó hecho trizas y tu pierna izquierda tiene daño en los ligamentos.**

    **Takeru se quedó en silencio.**

    Sabía lo que eso significaba.

    Su entrenador lo miró con seriedad.

    —**No vas a poder pelear otra vez.**

    **Esas palabras lo golpearon más fuerte que cualquier ataque de Ohma.**

    Takeru sintió un vacío en el pecho. **Peleaba desde que tenía memoria.** Se había convertido en un luchador no solo por pasión, sino porque era lo único que realmente sabía hacer.

    Y ahora, **ese camino estaba cerrado para siempre.**

    Apretó los dientes, conteniendo la rabia, la impotencia.

    —Entonces… ¿qué se supone que haga ahora? —murmuró con la voz rota.

    Su entrenador cruzó los brazos.

    —Esa es la pregunta que debes responder tú mismo.


    La voz de su entrenador lo sacó de su trance.

    —Si crees que tu vida terminó porque ya no puedes pelear, entonces no entendiste nada de lo que te enseñé.

    **Takeru lo miró, sorprendido.**

    —Tu legado no es solo lanzar golpes. **Es la determinación con la que peleaste cada maldito día.**

    —Aún puedes enseñar.

    —Aún puedes inspirar.

    —Aún puedes encontrar un nuevo propósito.

    Takeru sintió un nudo en la garganta.


    Se quedó en silencio por un largo momento… luego **sonrió débilmente.**

    —Supongo que un lobo sin colmillos… aún puede seguir corriendo, ¿eh?

    El entrenador bufó.

    —Esa es la actitud, chico.

    **Takeru Arakawa había perdido el derecho de pelear… pero no había perdido su espíritu.**
    ### **El Precio de la Derrota** Takeru Arakawa despertó con la vista nublada, el sonido de un monitor cardíaco marcando un ritmo pausado y constante. **Dolía respirar.** Su cuerpo **no le respondía.** Intentó mover la mano, pero un ardor insoportable recorrió su brazo. **No podía ni cerrar el puño.** —**Despierto al fin, eh.** Una voz familiar lo sacó de su trance. Su entrenador, un hombre mayor de rostro curtido por los años en el mundo de las peleas, estaba sentado junto a la cama. Takeru **intentó hablar, pero la garganta le ardía.** Solo pudo dejar salir un leve gruñido. —No te esfuerces —dijo su entrenador, suspirando con cansancio—. **Te partieron en pedazos ahí afuera.** Los recuerdos **llegaron de golpe.** **La final.** **Ohma.** **El Advance.** **La última técnica.** **El dolor.** Takeru cerró los ojos con frustración. **Había dado todo, y aún así, perdió.** —¿Cuánto… tiempo? —logró susurrar. —Casi dos días inconsciente —respondió su entrenador—. **Tus costillas están rotas, tu brazo derecho quedó hecho trizas y tu pierna izquierda tiene daño en los ligamentos.** **Takeru se quedó en silencio.** Sabía lo que eso significaba. Su entrenador lo miró con seriedad. —**No vas a poder pelear otra vez.** **Esas palabras lo golpearon más fuerte que cualquier ataque de Ohma.** Takeru sintió un vacío en el pecho. **Peleaba desde que tenía memoria.** Se había convertido en un luchador no solo por pasión, sino porque era lo único que realmente sabía hacer. Y ahora, **ese camino estaba cerrado para siempre.** Apretó los dientes, conteniendo la rabia, la impotencia. —Entonces… ¿qué se supone que haga ahora? —murmuró con la voz rota. Su entrenador cruzó los brazos. —Esa es la pregunta que debes responder tú mismo. La voz de su entrenador lo sacó de su trance. —Si crees que tu vida terminó porque ya no puedes pelear, entonces no entendiste nada de lo que te enseñé. **Takeru lo miró, sorprendido.** —Tu legado no es solo lanzar golpes. **Es la determinación con la que peleaste cada maldito día.** —Aún puedes enseñar. —Aún puedes inspirar. —Aún puedes encontrar un nuevo propósito. Takeru sintió un nudo en la garganta. Se quedó en silencio por un largo momento… luego **sonrió débilmente.** —Supongo que un lobo sin colmillos… aún puede seguir corriendo, ¿eh? El entrenador bufó. —Esa es la actitud, chico. **Takeru Arakawa había perdido el derecho de pelear… pero no había perdido su espíritu.**
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