• Sobreviviente
    Fandom Lies of P, Original, Varios
    Categoría Otros
    Lyrei Vhagn

    Era de mañana, aunque, aún si el sol llegaba a brillar a lo alto, la ciudad de Krat seguía viéndose lúgubre debido a sus calles destruidas o "redecoradas", fuese con cuerpos humanos y sangre esparcidos alrededor o cuerpos de marionetas ya sin funcionar, algunas empaladas, otras desarmadas...

    Luego, estaban las marionetas que aún funcionaban, de esas que antes tenían un propósito. Podían verse como oficiales o simples sirvientes, divagando por las calles con movimientos pequeños, pero erráticos. También habían marionetas de animales, como perros, más grandes que los animales vivos, atentas a cualquier movimiento.

    Los pasos de P hicieron leve eco en el asfalto cuando llegó a la calle Rosa Isabelle, con su espada larga en mano, manchada de aceite y descansando en su hombro mientras la sostenía. Encuentros previos con enemigos.

    ¿Por qué estaba allí? Simple, mediante las vibraciones de Ergo y del Stargazer en el hotel (un artefacto con el que se podía comunicar al enviar o recibir mensajes, entre otros) Gemini detectó una señal en particular que llamó su atención.

    "Hay que ir a investigar, creo que encontraremos algo allí", fue lo que el guía dijo. Así que la marioneta le hizo caso, y ahí se encontraba. Observó con sumo cuidado de un lado a otro por si captaba algo inusual mientras continuaba con su camino.

    "Sé que encontraremos algo, estoy seguro... Es que... es extraño, en serio, es una señal que... no es de ninguna marioneta ni similar. Sigue buscando, atento.", Gemini insistió, haciendo pequeños ruidos cual grillo mientras hablaba. Él mismo, su luz, que estaba en la pequeña lámpara que colgaba a un lado del traje de P, brillaba con más intensidad, como si estuviera algo ansioso.
    「 [a.sea.of.time.to.find.you] 」 Era de mañana, aunque, aún si el sol llegaba a brillar a lo alto, la ciudad de Krat seguía viéndose lúgubre debido a sus calles destruidas o "redecoradas", fuese con cuerpos humanos y sangre esparcidos alrededor o cuerpos de marionetas ya sin funcionar, algunas empaladas, otras desarmadas... Luego, estaban las marionetas que aún funcionaban, de esas que antes tenían un propósito. Podían verse como oficiales o simples sirvientes, divagando por las calles con movimientos pequeños, pero erráticos. También habían marionetas de animales, como perros, más grandes que los animales vivos, atentas a cualquier movimiento. Los pasos de P hicieron leve eco en el asfalto cuando llegó a la calle Rosa Isabelle, con su espada larga en mano, manchada de aceite y descansando en su hombro mientras la sostenía. Encuentros previos con enemigos. ¿Por qué estaba allí? Simple, mediante las vibraciones de Ergo y del Stargazer en el hotel (un artefacto con el que se podía comunicar al enviar o recibir mensajes, entre otros) Gemini detectó una señal en particular que llamó su atención. "Hay que ir a investigar, creo que encontraremos algo allí", fue lo que el guía dijo. Así que la marioneta le hizo caso, y ahí se encontraba. Observó con sumo cuidado de un lado a otro por si captaba algo inusual mientras continuaba con su camino. "Sé que encontraremos algo, estoy seguro... Es que... es extraño, en serio, es una señal que... no es de ninguna marioneta ni similar. Sigue buscando, atento.", Gemini insistió, haciendo pequeños ruidos cual grillo mientras hablaba. Él mismo, su luz, que estaba en la pequeña lámpara que colgaba a un lado del traje de P, brillaba con más intensidad, como si estuviera algo ansioso.
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  • P estaba explorando el Hotel Krat. Al ser un lugar enorme, tenía mucho por descubrir además de las áreas comunes. Fue así que descubrió el jardín del hotel. Se veía bonito, a pesar de todo, habían algunas plantas intactas que daban un poco más de vida al escenario sombrío en general.

    Caminó lento por el jardín, tocando con cuidado alguna que otra hoja o pétalo, a veces agachándose para observar de cerca las plantas. Al parecer llamaban mucho su atención.

    Sin embargo, lo que se llevó por completo el boleto fue un gran árbol escondido en la parte más profunda del jardín. Un árbol torcido y con lo que parecían ser pequeñas frutas doradas, brillantes. Nunca antes vio algo similar.

    Se acercó, su vista fija en los frutos, hasta quedar justo debajo. Allí, extendió su diestra para tomar con delicadeza uno de los frutos, el cual pareció simplemente caer a su mano cuando esta estuvo lo suficientemente cerca, ni siquiera le hizo falta jalar.

    "Te gusta mucho, ¿eh?", habló Gemini luego de hacer ese típico grillido, "Es el Árbol de Monedas de Oro. Fascinante, ¿cierto? Déjame contarte un secreto... El árbol es mágico, no deja que nadie que tenga intenciones avariciosas saque sus frutos. Les quema las manos. Pero, ¿contigo? El fruto quiso llegar a tu mano. Eso es bueno."

    P observó con más diligencia el fruto, tan delgado y redondo como una moneda, era cierto, y reluciente como oro refinado, quizás hasta más.

    "Si lo ves de cierto ángulo, se asemeja a la figura de una mujer, y puedes notar que las ramas y frutos terminan formando lágrimas... Es un toque... interesante."
    P estaba explorando el Hotel Krat. Al ser un lugar enorme, tenía mucho por descubrir además de las áreas comunes. Fue así que descubrió el jardín del hotel. Se veía bonito, a pesar de todo, habían algunas plantas intactas que daban un poco más de vida al escenario sombrío en general. Caminó lento por el jardín, tocando con cuidado alguna que otra hoja o pétalo, a veces agachándose para observar de cerca las plantas. Al parecer llamaban mucho su atención. Sin embargo, lo que se llevó por completo el boleto fue un gran árbol escondido en la parte más profunda del jardín. Un árbol torcido y con lo que parecían ser pequeñas frutas doradas, brillantes. Nunca antes vio algo similar. Se acercó, su vista fija en los frutos, hasta quedar justo debajo. Allí, extendió su diestra para tomar con delicadeza uno de los frutos, el cual pareció simplemente caer a su mano cuando esta estuvo lo suficientemente cerca, ni siquiera le hizo falta jalar. "Te gusta mucho, ¿eh?", habló Gemini luego de hacer ese típico grillido, "Es el Árbol de Monedas de Oro. Fascinante, ¿cierto? Déjame contarte un secreto... El árbol es mágico, no deja que nadie que tenga intenciones avariciosas saque sus frutos. Les quema las manos. Pero, ¿contigo? El fruto quiso llegar a tu mano. Eso es bueno." P observó con más diligencia el fruto, tan delgado y redondo como una moneda, era cierto, y reluciente como oro refinado, quizás hasta más. "Si lo ves de cierto ángulo, se asemeja a la figura de una mujer, y puedes notar que las ramas y frutos terminan formando lágrimas... Es un toque... interesante."
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