• El guerrero que cuida su mente es invencible.
    El guerrero que cuida su mente es invencible.
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  • INVENCIBLE sobrevolaba lentamente por la ciudad, manteniendo los ojos atentos desde lo alto. La brisa fría acariciaba su rostro mientras sus sentidos buscaban algo fuera de lugar. De pronto, algo captó su atención. Una figura que no podía reconocer aún, agitando los brazos con urgencia. No era una amenaza, parecía más bien alguien buscando ayuda.

    El joven héroe descendió rápidamente y aterrizó sobre lo primero que encontró, un movimiento que le serviría para tener una mayor visión del lugar y de los que estaban cerca, en caso de que fuera una trampa o algo parecido.

    —¡Oye! ¿Pediste mi ayuda? —preguntó con firmeza, dirigiéndose a la persona que lo detuvo.

    —Vi tu señal en el cielo.
    INVENCIBLE sobrevolaba lentamente por la ciudad, manteniendo los ojos atentos desde lo alto. La brisa fría acariciaba su rostro mientras sus sentidos buscaban algo fuera de lugar. De pronto, algo captó su atención. Una figura que no podía reconocer aún, agitando los brazos con urgencia. No era una amenaza, parecía más bien alguien buscando ayuda. El joven héroe descendió rápidamente y aterrizó sobre lo primero que encontró, un movimiento que le serviría para tener una mayor visión del lugar y de los que estaban cerca, en caso de que fuera una trampa o algo parecido. —¡Oye! ¿Pediste mi ayuda? —preguntó con firmeza, dirigiéndose a la persona que lo detuvo. —Vi tu señal en el cielo.
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  • ────╮
    ────𓉑 𝐍𝐄𝐖 غٹؚ   
    ㅤㅤ ⎯꯭ㅤ ㅤ𝕴𝗻𝗳𝗲𝗿𝗻𝗼ㅤ 𓈒𓆰𓆪
    ───────────────


    Los demonios no tomaban la apariencia humana de una forma gratuita, con ello conllevaba sufrimiento momentáneo y prolongado, ya que era como estar naciendo de nuevo. Así que muchos demonios se quedaban con esa apariencia por un largo tiempo y sólo cuando era necesario, volvían a su físico demoníaco natural, pero con el mismo procedimiento.

    En su transformación experimentó como un fuego consumía su esencia demoníaca hasta los cimientos, no era sólo el calor, ni el dolor, sino una sensación visceral de desgarro auténtico, como ser arrancado de su naturaleza original. Sus poderes y toda su energía caótica siendo oprimida y disminuida dentro de una nueva piel; débil y frágil. Junto a un vacío momentáneo en el que no reconocía quién o qué era, si un demonio, si un humano o solamente cenizas, como algo indefinido.

    Ya no estaban sus alas y no podía sacarlas a su voluntad a menos que se hiciera fuerte con éste nuevo cuerpo. Seguía teniendo sus poderes, pero en menor cantidad. Antes era invencible, podía durar en una batalla con otros seres infernales a la vez, ahora debía ser consciente de que no era tan fuerte y que cualquier ataque podría debilitarlo por días.

    Era el demonio Belial, señor del Caos y del engaño. La última vez que estuvo consciente de sus actos fue durante la Peste negra, durante los campos de Concentración, durante muchos tiempos caóticos, siempre estuvo presente, ahora se había reducido a un simple mortal con algunas habilidades extras. Su orgullo estaba jodidamente herido, pero no podía rebelarse y tampoco lo veía necesario. Quería descubrir porqué había sido enviado al mundo humano en ese tiempo y quizás un poco más que eso.
    ────╮ ────𓉑 𝐍𝐄𝐖 غٹؚ    ㅤㅤ ⎯꯭ㅤ ㅤ𝕴𝗻𝗳𝗲𝗿𝗻𝗼ㅤ 𓈒𓆰𓆪 ─────────────── Los demonios no tomaban la apariencia humana de una forma gratuita, con ello conllevaba sufrimiento momentáneo y prolongado, ya que era como estar naciendo de nuevo. Así que muchos demonios se quedaban con esa apariencia por un largo tiempo y sólo cuando era necesario, volvían a su físico demoníaco natural, pero con el mismo procedimiento. En su transformación experimentó como un fuego consumía su esencia demoníaca hasta los cimientos, no era sólo el calor, ni el dolor, sino una sensación visceral de desgarro auténtico, como ser arrancado de su naturaleza original. Sus poderes y toda su energía caótica siendo oprimida y disminuida dentro de una nueva piel; débil y frágil. Junto a un vacío momentáneo en el que no reconocía quién o qué era, si un demonio, si un humano o solamente cenizas, como algo indefinido. Ya no estaban sus alas y no podía sacarlas a su voluntad a menos que se hiciera fuerte con éste nuevo cuerpo. Seguía teniendo sus poderes, pero en menor cantidad. Antes era invencible, podía durar en una batalla con otros seres infernales a la vez, ahora debía ser consciente de que no era tan fuerte y que cualquier ataque podría debilitarlo por días. Era el demonio Belial, señor del Caos y del engaño. La última vez que estuvo consciente de sus actos fue durante la Peste negra, durante los campos de Concentración, durante muchos tiempos caóticos, siempre estuvo presente, ahora se había reducido a un simple mortal con algunas habilidades extras. Su orgullo estaba jodidamente herido, pero no podía rebelarse y tampoco lo veía necesario. Quería descubrir porqué había sido enviado al mundo humano en ese tiempo y quizás un poco más que eso.
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  • Amigos mío... Estos son los resultados de las votaciones sobre el personaje favorito de mi mundo(?)... Cómo ven Flippy sacó el primer lugar porque el más amado por la mayoría y yo, resulte la segunda más amada. Nutty es el tercero y Lumpy cuarto. Los demás chicos que ven obtuvieron un voto pero merecen estar presente. Gracias a los que votaron por mí, debería darle un abrazo y un besito cómo agradecimiento. Aja, ajajaja ja.

    Los que votaron por mí: Lady Céleste Sun Wukong 𝑧𝘩𝑖 𝑧𝑢𝑛𝑏𝑎𝑜 Esteban Wimbleton Alonso 士 @𝒜𝒹𝓇𝒾𝒶𝓃 𝓢𝓸𝓵𝓮𝓻 𝓑𝓮𝓷𝓪𝓿𝓲𝓭𝓮𝓼, Oliver Queen

    Gracias por su voto: Lιᥣιᥲ Vᥲᥒɾoᥙgᥱ, Rae ⋆ ˚⋆ @𝙼𝚊𝚎 𝙱𝚎𝚛𝚐𝚖𝚊𝚗, Hiro , Kaon Mogami, 𝑆𝑒𝑟𝑝𝑖𝑒𝑛𝑡𝑒 , Zagreo the Dark Demon Greek Mitology, Sapphire Kawashima, NOOV ᵉˡ ᶜʰᶤᶜᵒ ʳᵒᵇᵒᵗ, Viltrum Mark, Richard Karter𝐖𝐚𝐝𝐞 𝐖𝐢𝐥𝐬𝐨𝐧 , Chroma Prime, Xtru Hoodstreed, Dick Grayson , Cham Cham チャムチャム, Dai Nslein ᴬⁿⁱˡˡᵒ Superchica Kᵃʳᵃ ᙆᵒʳ⁻ᴱˡ
    Amigos mío... Estos son los resultados de las votaciones sobre el personaje favorito de mi mundo(?)... Cómo ven Flippy sacó el primer lugar porque el más amado por la mayoría y yo, resulte la segunda más amada. Nutty es el tercero y Lumpy cuarto. Los demás chicos que ven obtuvieron un voto pero merecen estar presente. Gracias a los que votaron por mí, debería darle un abrazo y un besito cómo agradecimiento. Aja, ajajaja ja. Los que votaron por mí: [LadyCeleste2008] [wuk0ng] [Just_Wimbleton] @𝒜𝒹𝓇𝒾𝒶𝓃 𝓢𝓸𝓵𝓮𝓻 𝓑𝓮𝓷𝓪𝓿𝓲𝓭𝓮𝓼, [Oliver1] Gracias por su voto: [Lilia_vanrouge_Off.Rplyr01], [M1kusita] @𝙼𝚊𝚎 𝙱𝚎𝚛𝚐𝚖𝚊𝚗, [Hiritox3], [KaonMogami2494.1], [SDark0], [Dark_Demon], [Sapphire], [n.o.o.v], [Invencible_Mark_Viltrum_17], [Skynight86][DeadPool2], [drakoframe.10], [Xtruri.17], [Grayson.Dick], [Linda], [Wanderer] [An0uk]
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  • —¿Estás en peligro? ¿Necesitas que te protejan de alguien en particular? ¿Quieren asesinarte o golpearte? Pues ya no más, porque podrás llamar en cualquier momento que tu vida corra peligro.
    .
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    .
    .
    .
    .
    .
    .
    Así es, hablo de la policía.

    Es broma, pueden llamarme a mi.—Dijo casi conteniendo la risa.

    Después de todo soy INVENCIBLE.
    —¿Estás en peligro? ¿Necesitas que te protejan de alguien en particular? ¿Quieren asesinarte o golpearte? Pues ya no más, porque podrás llamar en cualquier momento que tu vida corra peligro. . . . . . . . . Así es, hablo de la policía. Es broma, pueden llamarme a mi.—Dijo casi conteniendo la risa. Después de todo soy INVENCIBLE.
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  • El rugido de un motor acelerado corta el momento de paz en la ciudad. Un camión blindado recién robado iba a toda velocidad por las calles, este se abrió paso entre el tráfico, embistiendo coches mientras los peatones corren asustados. Invencible aterriza con fuerza frente al camión blindado, deteniéndolo con el cuerpo como si fuera de papel maché. El metal se deforma y chirría alrededor de él, pero Mark ni se inmuta. Levanta una ceja mientras los ladrones salen armados y listos para atacar.

    —Bueno muchachos ya saben cual es su papel. Les doy una paliza, van a prisión y todos felices. ¿Pueden hacer esto rápido por favor? hoy habrá pizza.

    Uno de los ladrones dispara. Mark gira los ojos con cierta resignación, pero el momento se ve interrumpido con un leve zumbido proveniente de su traje, este saca su teléfono del cinturón con calma y lo desbloquea mientras las balas rebotan en su traje como si fueran de juguete.

    —“¿Vas a la convención de cómics el viernes?” —Mark leía el mensaje de su amigo William con toda la tranquilidad, sabiendo muy bien que le estaba dando la espalda a los ladrones armados.

    Un tipo intenta golpearlo con una barra de acero. Mark la atrapa sin mirarlo directamente, la dobla como si fuera un alambre y con la palma de su mano lo empuja con la suficiente fuerza como para expulsarlo contra el camión blindado, noqueándolo en ese mismo momento. Luego se limitó a seguir escribiendo con el pulgar.

    —Claro, no lo he olvidado. Más vale que este año elijas un buen cosplay pensaré seriamente en dejar nuestra amistad. —Dijo murmurando para el mismo, luego envió el mensaje.

    Da un paso hacia otro ladrón, lo agarra de la chaqueta y lo lanza hacia el grupo como si fuera un saco de papas. Luego este recibe un puñetazo en la mandíbula que no lo mueve un centímetro. Cuando el ladrón retiró su puño sorprendido, Mark aprovechó para hablar.

    —Oigan, miren que he tenido días ocupados, pero responder mensajes de texto mientras me golpean... esto es nuevo.

    Se encoge de hombros, levanta al último ladrón por la espalda de la camiseta y lo deja suspendido en el aire, en cuestión de segundos lo deja caer con altura suficiente para dejarlo fuera de combate.

    —¿Qué dirán sus madres si los ve haciendo esto? definitivamente no estarán orgullosas de ustedes. —Dijo en un tono burlón, manteniendo una media sonrisa.
    El rugido de un motor acelerado corta el momento de paz en la ciudad. Un camión blindado recién robado iba a toda velocidad por las calles, este se abrió paso entre el tráfico, embistiendo coches mientras los peatones corren asustados. Invencible aterriza con fuerza frente al camión blindado, deteniéndolo con el cuerpo como si fuera de papel maché. El metal se deforma y chirría alrededor de él, pero Mark ni se inmuta. Levanta una ceja mientras los ladrones salen armados y listos para atacar. —Bueno muchachos ya saben cual es su papel. Les doy una paliza, van a prisión y todos felices. ¿Pueden hacer esto rápido por favor? hoy habrá pizza. Uno de los ladrones dispara. Mark gira los ojos con cierta resignación, pero el momento se ve interrumpido con un leve zumbido proveniente de su traje, este saca su teléfono del cinturón con calma y lo desbloquea mientras las balas rebotan en su traje como si fueran de juguete. —“¿Vas a la convención de cómics el viernes?” —Mark leía el mensaje de su amigo William con toda la tranquilidad, sabiendo muy bien que le estaba dando la espalda a los ladrones armados. Un tipo intenta golpearlo con una barra de acero. Mark la atrapa sin mirarlo directamente, la dobla como si fuera un alambre y con la palma de su mano lo empuja con la suficiente fuerza como para expulsarlo contra el camión blindado, noqueándolo en ese mismo momento. Luego se limitó a seguir escribiendo con el pulgar. —Claro, no lo he olvidado. Más vale que este año elijas un buen cosplay pensaré seriamente en dejar nuestra amistad. —Dijo murmurando para el mismo, luego envió el mensaje. Da un paso hacia otro ladrón, lo agarra de la chaqueta y lo lanza hacia el grupo como si fuera un saco de papas. Luego este recibe un puñetazo en la mandíbula que no lo mueve un centímetro. Cuando el ladrón retiró su puño sorprendido, Mark aprovechó para hablar. —Oigan, miren que he tenido días ocupados, pero responder mensajes de texto mientras me golpean... esto es nuevo. Se encoge de hombros, levanta al último ladrón por la espalda de la camiseta y lo deja suspendido en el aire, en cuestión de segundos lo deja caer con altura suficiente para dejarlo fuera de combate. —¿Qué dirán sus madres si los ve haciendo esto? definitivamente no estarán orgullosas de ustedes. —Dijo en un tono burlón, manteniendo una media sonrisa.
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  • La campanilla sobre la puerta suena suavemente cuando Mark empuja el cristal con la mano. Una ráfaga de aire cálido lo envuelve al entrar en la cafetería, contrastando con el viento frío del final de la tarde que aún sopla afuera. El lugar huele a café recién molido y panes recién horneados. Es acogedor: techos bajos, lámparas colgantes con luz ámbar, estanterías con libros usados, y unas pocas mesas con gente conversando en voz baja o escribiendo en computadoras portátiles.

    Mark entra con pasos algo pesados, el traje azul y amarillo de Invencible marcado por el desgaste. Tiene tierra en las botas y un pequeño desgarro en el costado de su uniforme. Va despeinado, con el cabello pegado a la frente por el sudor seco y las ojeras ligeramente marcadas bajo sus googles.

    —Un café negro, con dos bolsitas de azúcar y un pastel de limón por favor. —Dijo con una sonrisa casi desgastada al camarero que lo había atendido apenas llegó.

    Mientras esperó por su pedido, Mark se dejó caer en una silla junto a la ventana. Su espalda se hundió contra el respaldo como si finalmente pudiera relajarse después de un día difícil. Llevó su mano izquierda a su mejilla y dio un leve suspiró.

    —Vaya día de mierda. Definitivamente reprobaré matemáticas. —murmuró para si mismo, recordando el examen que tuvo esa misma tarde.

    La campanilla sobre la puerta suena suavemente cuando Mark empuja el cristal con la mano. Una ráfaga de aire cálido lo envuelve al entrar en la cafetería, contrastando con el viento frío del final de la tarde que aún sopla afuera. El lugar huele a café recién molido y panes recién horneados. Es acogedor: techos bajos, lámparas colgantes con luz ámbar, estanterías con libros usados, y unas pocas mesas con gente conversando en voz baja o escribiendo en computadoras portátiles. Mark entra con pasos algo pesados, el traje azul y amarillo de Invencible marcado por el desgaste. Tiene tierra en las botas y un pequeño desgarro en el costado de su uniforme. Va despeinado, con el cabello pegado a la frente por el sudor seco y las ojeras ligeramente marcadas bajo sus googles. —Un café negro, con dos bolsitas de azúcar y un pastel de limón por favor. —Dijo con una sonrisa casi desgastada al camarero que lo había atendido apenas llegó. Mientras esperó por su pedido, Mark se dejó caer en una silla junto a la ventana. Su espalda se hundió contra el respaldo como si finalmente pudiera relajarse después de un día difícil. Llevó su mano izquierda a su mejilla y dio un leve suspiró. —Vaya día de mierda. Definitivamente reprobaré matemáticas. —murmuró para si mismo, recordando el examen que tuvo esa misma tarde.
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  • “No soy realmente ajeno a recibir daño, prefiero ser el primero en salir herido ante cualquier contrariedad

    ¿Qué gracia hay en ser invencible?

    No… quiero presionar hacia adelante, así deba hacerlo con los huesos rotos”
    “No soy realmente ajeno a recibir daño, prefiero ser el primero en salir herido ante cualquier contrariedad ¿Qué gracia hay en ser invencible? No… quiero presionar hacia adelante, así deba hacerlo con los huesos rotos”
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  • Después de un largo día en la tierra, Mark decidió volver al hotel y descansar. La habitación era pequeña, casi austera, sin lujos ni adornos innecesarios. Una cama deshecha, una silla en el rincón junto a una mesa cubierta con papeles, y una ventana que dejaba pasar la luz tenue de un atardecer que se desvanecía rápidamente. Mark estaba solo, sin soldados que lo vigilasen, sin órdenes inmediatas que seguir. Era su último día en la Tierra, antes de regresar a su deber, y aún no estaba listo para partir.

    En la mochila que llevaba consigo, su mirada se detuvo por un instante en un objeto que no estaba relacionado con las batallas, las guerras ni la conquista: un libro. Simplemente lo sacó y lo dejó sobre la mesa, sus dedos rozando la cubierta como si estuviera tocando algo raro, algo ajeno a el. Había encontrado ese libro en su antiguo hogar, escondido en una caja de cartón encima de un armario viejo. Tenía entendido que los libros fueron escritos por su padre, pero nunca les prestó mayor interés. Pero ahora, en la quietud de la habitación, algo le impulsó a abrirlo.

    Lo hojeó por unos momentos hasta llegar a una página que captó su atención. El título en la parte superior decía: "Space Racer: El hombre con el arma INVENCIBLE". Sin querer, su rostro adoptó una ligera expresión de curiosidad. Se acomodó en la silla y comenzó a leer.

    —Buen titulo, papá. —Dijo el, mostrando una leve sonrisa.

    —"𝙋𝙤𝙘𝙤 𝙨𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙎𝙥𝙖𝙘𝙚 𝙍𝙖𝙘𝙚𝙧. 𝙀𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙞𝙨𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙛𝙞𝙜𝙪𝙧𝙖 𝙡𝙚𝙜𝙚𝙣𝙙𝙖𝙧𝙞𝙖. 𝙎𝙪𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙖𝙗𝙖𝙧𝙘𝙖𝙣 𝟭𝟮 𝙜𝙖𝙡𝙖𝙭𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙘𝙡𝙪𝙞́𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚:

    —"𝙄𝙉𝙁𝙄𝙉𝙄𝙏𝙔 𝙍𝘼𝙔" —Realizó una breve pausa al leer aquel nombre, luego continuó con la lectura.

    —"𝙎𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙢𝙞𝙩𝙞́𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙤𝙣𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙧𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞́𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙨𝙤: 𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙤𝙞𝙙𝙚𝙨, 𝙨𝙖𝙩𝙚́𝙡𝙞𝙩𝙚𝙨, 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙚𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙡𝙨𝙤 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙮 𝙢𝙖́𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙖𝙪́𝙣, 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚. 𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙤 𝙖𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙖𝙧 𝙚𝙡 𝙖𝙧𝙢𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖".

    —"𝙎𝙞 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙚𝙨 𝙧𝙚𝙖𝙡 𝙮 𝙚𝙨 𝙩𝙖́𝙣 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙚𝙣, 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣"

    Mark cerró el libro por un momento, pensativo. Había algo en la historia que le resonaba, algo que sentía profundamente en su ser. El concepto de ser imparable, de ser tan fuerte que nadie pudiera desafiarte. En cierto modo, Space Racer, con su arma destructiva, le recordaba a el mismo. El cazador sin escrúpulos, imparable, brutal... y vacío.

    Después de un largo día en la tierra, Mark decidió volver al hotel y descansar. La habitación era pequeña, casi austera, sin lujos ni adornos innecesarios. Una cama deshecha, una silla en el rincón junto a una mesa cubierta con papeles, y una ventana que dejaba pasar la luz tenue de un atardecer que se desvanecía rápidamente. Mark estaba solo, sin soldados que lo vigilasen, sin órdenes inmediatas que seguir. Era su último día en la Tierra, antes de regresar a su deber, y aún no estaba listo para partir. En la mochila que llevaba consigo, su mirada se detuvo por un instante en un objeto que no estaba relacionado con las batallas, las guerras ni la conquista: un libro. Simplemente lo sacó y lo dejó sobre la mesa, sus dedos rozando la cubierta como si estuviera tocando algo raro, algo ajeno a el. Había encontrado ese libro en su antiguo hogar, escondido en una caja de cartón encima de un armario viejo. Tenía entendido que los libros fueron escritos por su padre, pero nunca les prestó mayor interés. Pero ahora, en la quietud de la habitación, algo le impulsó a abrirlo. Lo hojeó por unos momentos hasta llegar a una página que captó su atención. El título en la parte superior decía: "Space Racer: El hombre con el arma INVENCIBLE". Sin querer, su rostro adoptó una ligera expresión de curiosidad. Se acomodó en la silla y comenzó a leer. —Buen titulo, papá. —Dijo el, mostrando una leve sonrisa. —"𝙋𝙤𝙘𝙤 𝙨𝙚 𝙨𝙖𝙗𝙞́𝙖 𝙨𝙤𝙗𝙧𝙚 𝙚𝙡 𝙎𝙥𝙖𝙘𝙚 𝙍𝙖𝙘𝙚𝙧. 𝙀𝙧𝙖 𝙪𝙣 𝙢𝙞𝙨𝙩𝙚𝙧𝙞𝙤, 𝙪𝙣𝙖 𝙛𝙞𝙜𝙪𝙧𝙖 𝙡𝙚𝙜𝙚𝙣𝙙𝙖𝙧𝙞𝙖. 𝙎𝙪𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙖𝙗𝙖𝙧𝙘𝙖𝙣 𝟭𝟮 𝙜𝙖𝙡𝙖𝙭𝙞𝙖𝙨 𝙮 𝙩𝙤𝙙𝙖𝙨 𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨 𝙞𝙣𝙘𝙡𝙪𝙞́𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙘𝙤𝙣𝙨𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚: —"𝙄𝙉𝙁𝙄𝙉𝙄𝙏𝙔 𝙍𝘼𝙔" —Realizó una breve pausa al leer aquel nombre, luego continuó con la lectura. —"𝙎𝙚 𝙙𝙚𝙘𝙞́𝙖 𝙦𝙪𝙚 𝙚𝙢𝙞𝙩𝙞́𝙖 𝙪𝙣𝙖 𝙤𝙣𝙙𝙖 𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙚𝙧𝙜𝙞́𝙖 𝙞𝙢𝙥𝙖𝙧𝙖𝙗𝙡𝙚 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙩𝙧𝙪𝙞́𝙖 𝙩𝙤𝙙𝙤 𝙖 𝙨𝙪 𝙥𝙖𝙨𝙤: 𝙖𝙨𝙩𝙚𝙧𝙤𝙞𝙙𝙚𝙨, 𝙨𝙖𝙩𝙚́𝙡𝙞𝙩𝙚𝙨, 𝙥𝙡𝙖𝙣𝙚𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙚𝙨𝙩𝙧𝙚𝙡𝙡𝙖𝙨. 𝙋𝙚𝙧𝙤 𝙧𝙚𝙦𝙪𝙚𝙧𝙞́𝙖 𝙪𝙣 𝙥𝙪𝙡𝙨𝙤 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚 𝙮 𝙢𝙖́𝙨 𝙞𝙢𝙥𝙤𝙧𝙩𝙖𝙣𝙩𝙚 𝙖𝙪́𝙣, 𝙪𝙣𝙖 𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙛𝙞𝙧𝙢𝙚. 𝙉𝙖𝙙𝙞𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙤 𝙖𝙘𝙚𝙧𝙘𝙖𝙧𝙨𝙚 𝙖 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙚𝙨𝙩𝙪𝙙𝙞𝙖𝙧 𝙚𝙡 𝙖𝙧𝙢𝙖 𝙥𝙤𝙧 𝙨𝙪 𝙘𝙪𝙚𝙣𝙩𝙖". —"𝙎𝙞 𝙄𝙣𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙮 𝙍𝙖𝙮 𝙚𝙨 𝙧𝙚𝙖𝙡 𝙮 𝙚𝙨 𝙩𝙖́𝙣 𝙥𝙤𝙙𝙚𝙧𝙤𝙨𝙤 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖𝙨 𝙝𝙞𝙨𝙩𝙤𝙧𝙞𝙖𝙨 𝙙𝙞𝙘𝙚𝙣, 𝙧𝙚𝙥𝙧𝙚𝙨𝙚𝙣𝙩𝙖 𝙪𝙣 𝙜𝙧𝙖𝙣 𝙥𝙚𝙡𝙞𝙜𝙧𝙤 𝙥𝙖𝙧𝙖 𝙣𝙪𝙚𝙨𝙩𝙧𝙖 𝙢𝙞𝙨𝙞𝙤́𝙣" Mark cerró el libro por un momento, pensativo. Había algo en la historia que le resonaba, algo que sentía profundamente en su ser. El concepto de ser imparable, de ser tan fuerte que nadie pudiera desafiarte. En cierto modo, Space Racer, con su arma destructiva, le recordaba a el mismo. El cazador sin escrúpulos, imparable, brutal... y vacío.
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  • El Renacer de una Sobreviviente en el Cruel Desierto
    Fandom Happy Tree Friends, High/Crossover
    Categoría Acción
    -Una hormiga deseambula en medio del desierto atraída por el fuerte dolor metálico proveniente de un pequeño charco de sangre que crece poco a poco con cada gota que cae encima. A los pies de un gran acantilado se encuentra un árbol seco y muerto que decora el despiadado desierto. En una de las fuertes ramas, yace una puercoespín mutante de pelaje rojo intenso boca arriba y empalada por una rama gruesa en la zona izquierda de su abdomen, cómo si le hubiese atravesado una estaca con un pequeño grupo de hormigas concentradas en aquella zona. La sangre seca escurrió a lo largo del tronco con el cuerpo de la criatura que es sostenida en medio del aire con los brazos abiertos y las piernas separadas y dobladas, con la espalda arqueda hacia atrás por el empalamiento.
    A los pies del tronco, se encuentra el cadaver de un humano que presenta desde la garganta hasta el torso clavado por varias púas larguísimas que le atravesaron su cuerpo estando "bañado" en su propia sangre seca y desnucado tras la caída de gran altura pero lo curioso que ninguna hormiga está invadiendo aquel cadaver. Las hormigas que están inspeccionando la zona empalada de la puercoespín caminan en círculos de forma rápida provocando que el cuerpo de la víctima reaccione, el corazón comienza a latir de nuevo y despierte mientras escurre una gran cantidad de sangre espesa por su boca, dificultandole respirar por la nariz al yacer boca arriba, mueve sus ojos de un lado a otro y su cerebro va dislumbrando en que situación se encuentra que la roedora respira más agitada que empieza a gemir de dolor porque cada respiración repercute en la zona empalada causandole más dolor y más sangre salga por su boca. Con la visión de "estando de cabeza" ve que cerca suyo hay un pequeño soplete junto con un celular, unas llaves y cigarrillos esparcidos por el suelo. Con dificultad estira su mano hasta alcanzar el soplete haciendo que su herida sangre más que el líquido carmesí escurra hacia el tronco que la tiene cautiva, recorriendo su espalda hasta su cabeza y las púas cayendo al suelo. Podía sentir su espalda lumbar que está "desnuda" al perder una gran cantidad de púas que están alojadas en el cadaver del humano. Ya con el soplete en mano, presiona el botón para que expulse una pequeña llamarada, sin soltarlo baja la mano con el soplete a los pies del tronco seco, acerca la llama al tronco que rapidamente se prende fuego, la madera se quema que lentamente va ascendiendo hasta aquella "estaca" que atravesa a la puercoespín que grita de dolor mientras se agita con fuerza quemandose la zona lumbar que se cauteriza, la rama gruesa se quiebra que la hembra cae de costado en el suelo y a un lado del cadaver humano.
    Siente cómo si su corazón estallará con los látidos que parece querer salir por su boca, con la respiración hiperventilada y con la estaca enterrada en su costado izquierdo mientras observa cómo el árbol seco se va desintegrando por el fuego que lo calcina que la malherida puercoespín cierra lentamente sus ojos hasta desmayarse producto del dolor. Sola y abandonada en medio de un hinóspito y cruel desierto...
    Viltrum Mark
    -Una hormiga deseambula en medio del desierto atraída por el fuerte dolor metálico proveniente de un pequeño charco de sangre que crece poco a poco con cada gota que cae encima. A los pies de un gran acantilado se encuentra un árbol seco y muerto que decora el despiadado desierto. En una de las fuertes ramas, yace una puercoespín mutante de pelaje rojo intenso boca arriba y empalada por una rama gruesa en la zona izquierda de su abdomen, cómo si le hubiese atravesado una estaca con un pequeño grupo de hormigas concentradas en aquella zona. La sangre seca escurrió a lo largo del tronco con el cuerpo de la criatura que es sostenida en medio del aire con los brazos abiertos y las piernas separadas y dobladas, con la espalda arqueda hacia atrás por el empalamiento. A los pies del tronco, se encuentra el cadaver de un humano que presenta desde la garganta hasta el torso clavado por varias púas larguísimas que le atravesaron su cuerpo estando "bañado" en su propia sangre seca y desnucado tras la caída de gran altura pero lo curioso que ninguna hormiga está invadiendo aquel cadaver. Las hormigas que están inspeccionando la zona empalada de la puercoespín caminan en círculos de forma rápida provocando que el cuerpo de la víctima reaccione, el corazón comienza a latir de nuevo y despierte mientras escurre una gran cantidad de sangre espesa por su boca, dificultandole respirar por la nariz al yacer boca arriba, mueve sus ojos de un lado a otro y su cerebro va dislumbrando en que situación se encuentra que la roedora respira más agitada que empieza a gemir de dolor porque cada respiración repercute en la zona empalada causandole más dolor y más sangre salga por su boca. Con la visión de "estando de cabeza" ve que cerca suyo hay un pequeño soplete junto con un celular, unas llaves y cigarrillos esparcidos por el suelo. Con dificultad estira su mano hasta alcanzar el soplete haciendo que su herida sangre más que el líquido carmesí escurra hacia el tronco que la tiene cautiva, recorriendo su espalda hasta su cabeza y las púas cayendo al suelo. Podía sentir su espalda lumbar que está "desnuda" al perder una gran cantidad de púas que están alojadas en el cadaver del humano. Ya con el soplete en mano, presiona el botón para que expulse una pequeña llamarada, sin soltarlo baja la mano con el soplete a los pies del tronco seco, acerca la llama al tronco que rapidamente se prende fuego, la madera se quema que lentamente va ascendiendo hasta aquella "estaca" que atravesa a la puercoespín que grita de dolor mientras se agita con fuerza quemandose la zona lumbar que se cauteriza, la rama gruesa se quiebra que la hembra cae de costado en el suelo y a un lado del cadaver humano. Siente cómo si su corazón estallará con los látidos que parece querer salir por su boca, con la respiración hiperventilada y con la estaca enterrada en su costado izquierdo mientras observa cómo el árbol seco se va desintegrando por el fuego que lo calcina que la malherida puercoespín cierra lentamente sus ojos hasta desmayarse producto del dolor. Sola y abandonada en medio de un hinóspito y cruel desierto... [Invencible_Mark_Viltrum_17]
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