El rugido de un motor acelerado corta el momento de paz en la ciudad. Un camión blindado recién robado iba a toda velocidad por las calles, este se abrió paso entre el tráfico, embistiendo coches mientras los peatones corren asustados. Invencible aterriza con fuerza frente al camión blindado, deteniéndolo con el cuerpo como si fuera de papel maché. El metal se deforma y chirría alrededor de él, pero Mark ni se inmuta. Levanta una ceja mientras los ladrones salen armados y listos para atacar.

—Bueno muchachos ya saben cual es su papel. Les doy una paliza, van a prisión y todos felices. ¿Pueden hacer esto rápido por favor? hoy habrá pizza.

Uno de los ladrones dispara. Mark gira los ojos con cierta resignación, pero el momento se ve interrumpido con un leve zumbido proveniente de su traje, este saca su teléfono del cinturón con calma y lo desbloquea mientras las balas rebotan en su traje como si fueran de juguete.

—“¿Vas a la convención de cómics el viernes?” —Mark leía el mensaje de su amigo William con toda la tranquilidad, sabiendo muy bien que le estaba dando la espalda a los ladrones armados.

Un tipo intenta golpearlo con una barra de acero. Mark la atrapa sin mirarlo directamente, la dobla como si fuera un alambre y con la palma de su mano lo empuja con la suficiente fuerza como para expulsarlo contra el camión blindado, noqueándolo en ese mismo momento. Luego se limitó a seguir escribiendo con el pulgar.

—Claro, no lo he olvidado. Más vale que este año elijas un buen cosplay pensaré seriamente en dejar nuestra amistad. —Dijo murmurando para el mismo, luego envió el mensaje.

Da un paso hacia otro ladrón, lo agarra de la chaqueta y lo lanza hacia el grupo como si fuera un saco de papas. Luego este recibe un puñetazo en la mandíbula que no lo mueve un centímetro. Cuando el ladrón retiró su puño sorprendido, Mark aprovechó para hablar.

—Oigan, miren que he tenido días ocupados, pero responder mensajes de texto mientras me golpean... esto es nuevo.

Se encoge de hombros, levanta al último ladrón por la espalda de la camiseta y lo deja suspendido en el aire, en cuestión de segundos lo deja caer con altura suficiente para dejarlo fuera de combate.

—¿Qué dirán sus madres si los ve haciendo esto? definitivamente no estarán orgullosas de ustedes. —Dijo en un tono burlón, manteniendo una media sonrisa.
El rugido de un motor acelerado corta el momento de paz en la ciudad. Un camión blindado recién robado iba a toda velocidad por las calles, este se abrió paso entre el tráfico, embistiendo coches mientras los peatones corren asustados. Invencible aterriza con fuerza frente al camión blindado, deteniéndolo con el cuerpo como si fuera de papel maché. El metal se deforma y chirría alrededor de él, pero Mark ni se inmuta. Levanta una ceja mientras los ladrones salen armados y listos para atacar. —Bueno muchachos ya saben cual es su papel. Les doy una paliza, van a prisión y todos felices. ¿Pueden hacer esto rápido por favor? hoy habrá pizza. Uno de los ladrones dispara. Mark gira los ojos con cierta resignación, pero el momento se ve interrumpido con un leve zumbido proveniente de su traje, este saca su teléfono del cinturón con calma y lo desbloquea mientras las balas rebotan en su traje como si fueran de juguete. —“¿Vas a la convención de cómics el viernes?” —Mark leía el mensaje de su amigo William con toda la tranquilidad, sabiendo muy bien que le estaba dando la espalda a los ladrones armados. Un tipo intenta golpearlo con una barra de acero. Mark la atrapa sin mirarlo directamente, la dobla como si fuera un alambre y con la palma de su mano lo empuja con la suficiente fuerza como para expulsarlo contra el camión blindado, noqueándolo en ese mismo momento. Luego se limitó a seguir escribiendo con el pulgar. —Claro, no lo he olvidado. Más vale que este año elijas un buen cosplay pensaré seriamente en dejar nuestra amistad. —Dijo murmurando para el mismo, luego envió el mensaje. Da un paso hacia otro ladrón, lo agarra de la chaqueta y lo lanza hacia el grupo como si fuera un saco de papas. Luego este recibe un puñetazo en la mandíbula que no lo mueve un centímetro. Cuando el ladrón retiró su puño sorprendido, Mark aprovechó para hablar. —Oigan, miren que he tenido días ocupados, pero responder mensajes de texto mientras me golpean... esto es nuevo. Se encoge de hombros, levanta al último ladrón por la espalda de la camiseta y lo deja suspendido en el aire, en cuestión de segundos lo deja caer con altura suficiente para dejarlo fuera de combate. —¿Qué dirán sus madres si los ve haciendo esto? definitivamente no estarán orgullosas de ustedes. —Dijo en un tono burlón, manteniendo una media sonrisa.
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