Daemyra rezaba.
La Princesa más joven era tan creyente de los Siete como su madre, Alicent Hightower.
Ella rezaba por el bienestár de sus hermanos en batalla, por la esperanza de que el bando Negro se rinda y no se deba derramar más sangre. Pero Alicent, Alicent le decía que debía rezar porque el Aegon permaneza en el Trono de Hierro, porque el derecho de nacimiento de su hermano mayor no debía ser arrebatado.
Y eso, a veces hacía que Daemyra se cuestionara muchas cosas.
La Princesa más joven era tan creyente de los Siete como su madre, Alicent Hightower.
Ella rezaba por el bienestár de sus hermanos en batalla, por la esperanza de que el bando Negro se rinda y no se deba derramar más sangre. Pero Alicent, Alicent le decía que debía rezar porque el Aegon permaneza en el Trono de Hierro, porque el derecho de nacimiento de su hermano mayor no debía ser arrebatado.
Y eso, a veces hacía que Daemyra se cuestionara muchas cosas.
Daemyra rezaba.
La Princesa más joven era tan creyente de los Siete como su madre, Alicent Hightower.
Ella rezaba por el bienestár de sus hermanos en batalla, por la esperanza de que el bando Negro se rinda y no se deba derramar más sangre. Pero Alicent, Alicent le decía que debía rezar porque el Aegon permaneza en el Trono de Hierro, porque el derecho de nacimiento de su hermano mayor no debía ser arrebatado.
Y eso, a veces hacía que Daemyra se cuestionara muchas cosas.

