• Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Al caer la segunda noche, la vuelvo a ver...

    Selin: Déjame que te cuente...

    La Leyenda de Shobu y Xinia

    Eclipses de amor y guerra

    Antes de que el tiempo aprendiera a contarse,
    cuando el cosmos aún era joven y silencioso,
    existió un espíritu solar errante.

    Shobu,
    una chispa viva del Sol,
    no era un habitante como los Phyros,
    sino una de las entidades primordiales,
    un Espíritu del Sol nacido del núcleo ardiente de la estrella.

    Viajaba libre,
    cruzando reinos de fuego, polvo y vacío,
    curioso ante todo aquello que no ardía como él.

    Un día, su luz chocó contra una esfera
    que no quemaba…
    sino que reflejaba.

    Había encontrado la Luna.

    La superficie plateada escondía vida delicada y silenciosa:
    los Elunai, habitantes lunares,
    y los misteriosos Espíritus de la Luna,
    criaturas antiguas como la noche.

    Y entre ellos,
    Shobu vio a una criatura cuya belleza anuló todo pensamiento:

    Xinia,
    espíritu lunar joven,
    una raposa de pelaje blanco y brillo azul,
    nacida de la calma de la Luna
    y bendecida por la plata de los Espíritus Lunares.

    Su luz no quemaba.
    Su luz acariciaba.

    Y Shobu, por primera vez, quiso ser acariciado.


    ---

    El primer lazo entre Sol y Luna

    Xinia se acercó sin temor alguno:
    ella no conocía el fuego,
    solo la quietud luminosa.

    Cuando tocaron sus energías —fuego y plata—
    el cosmos registró un suceso inédito:

    dos espíritus de orígenes contrarios
    hicieron armonía.

    Su unión fue inmediata,
    natural,
    destinada.

    Shobu deseó mostrarle su hogar en el Sol.
    Xinia aceptó, curiosa…
    y ese gesto inocente cambió para siempre el equilibrio de los mundos.


    ---

    La ira de Phyros y Elunai

    Cuando Shobu llevó a Xinia al Sol:

    Los Phyros (habitantes solares) ardieron en rabia:
    ¿cómo podía una criatura lunar resistir el calor sagrado del Sol?
    Lo consideraron un sacrilegio.

    Los Espíritus del Sol vieron peligro:
    “lo que es lunar no debe tocar lo solar”.


    Mientras tanto,

    Los Elunai (habitantes de la Luna)
    se sintieron traicionados:
    Shobu había arrebatado a su criatura más pura.

    Y los Espíritus de la Luna,
    orgullosos y fríos,
    declararon que ningún ser solar debía volver a pisar sus dominios.


    Fue entonces cuando ambos grupos superiores —solares y lunares—
    tejieron un destino cruel:

    un sello eterno
    que impedía que lo solar tocara lo lunar
    y que lo lunar tocara lo solar.

    Los mundos quedaron separados
    por la fuerza del miedo.

    Y Shobu y Xinia quedaron separados
    por la fuerza del amor.


    ---

    El Primer Eclipse

    Pero el amor, cuando es verdadero,
    rompe incluso las órdenes de los dioses.

    La Luna pasó frente al Sol.
    El Sol abrazó a la Luna por la espalda.

    Y en esa alineación perfecta,
    por primera vez en la historia del cielo,
    nació un camino imposible:

    un puente de fuego y plata,
    creado no por magia solar ni lunar,
    sino
    por la súplica unida
    de dos espíritus que se negaban a olvidarse.

    Xinia cruzó.
    Shobu cruzó.

    Y se encontraron en medio del eclipse,
    en un territorio que no era del Sol ni de la Luna,
    sino del amor prohibido.

    Bajo aquel puente, se prometieron mil vidas.
    Pero mil vidas no fueron suficientes para calmar a los mundos.


    ---

    Los eclipses de amor y guerra

    Cuando los Phyros y los Elunai vieron que el eclipse
    había roto sus prohibiciones,
    nació la primera guerra entre sus pueblos.

    No una guerra de ejércitos,
    sino una guerra de pensamiento:

    unos defendiendo la unión,

    otros exigiendo separación eterna.


    Desde entonces,
    cada eclipse repite la historia:

    cuando Sol y Luna se tocan, se encuentran dos amantes;
    cuando Sol y Luna se oscurecen, se confrontan dos pueblos.

    Los eclipses son puentes.
    Los eclipses son cicatrices.
    Y en el corazón de cada uno
    late todavía el juramento de Shobu y Xinia,
    el primer amor entre fuego y plata.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Al caer la segunda noche, la vuelvo a ver... Selin: Déjame que te cuente... La Leyenda de Shobu y Xinia Eclipses de amor y guerra Antes de que el tiempo aprendiera a contarse, cuando el cosmos aún era joven y silencioso, existió un espíritu solar errante. Shobu, una chispa viva del Sol, no era un habitante como los Phyros, sino una de las entidades primordiales, un Espíritu del Sol nacido del núcleo ardiente de la estrella. Viajaba libre, cruzando reinos de fuego, polvo y vacío, curioso ante todo aquello que no ardía como él. Un día, su luz chocó contra una esfera que no quemaba… sino que reflejaba. Había encontrado la Luna. La superficie plateada escondía vida delicada y silenciosa: los Elunai, habitantes lunares, y los misteriosos Espíritus de la Luna, criaturas antiguas como la noche. Y entre ellos, Shobu vio a una criatura cuya belleza anuló todo pensamiento: Xinia, espíritu lunar joven, una raposa de pelaje blanco y brillo azul, nacida de la calma de la Luna y bendecida por la plata de los Espíritus Lunares. Su luz no quemaba. Su luz acariciaba. Y Shobu, por primera vez, quiso ser acariciado. --- El primer lazo entre Sol y Luna Xinia se acercó sin temor alguno: ella no conocía el fuego, solo la quietud luminosa. Cuando tocaron sus energías —fuego y plata— el cosmos registró un suceso inédito: dos espíritus de orígenes contrarios hicieron armonía. Su unión fue inmediata, natural, destinada. Shobu deseó mostrarle su hogar en el Sol. Xinia aceptó, curiosa… y ese gesto inocente cambió para siempre el equilibrio de los mundos. --- La ira de Phyros y Elunai Cuando Shobu llevó a Xinia al Sol: Los Phyros (habitantes solares) ardieron en rabia: ¿cómo podía una criatura lunar resistir el calor sagrado del Sol? Lo consideraron un sacrilegio. Los Espíritus del Sol vieron peligro: “lo que es lunar no debe tocar lo solar”. Mientras tanto, Los Elunai (habitantes de la Luna) se sintieron traicionados: Shobu había arrebatado a su criatura más pura. Y los Espíritus de la Luna, orgullosos y fríos, declararon que ningún ser solar debía volver a pisar sus dominios. Fue entonces cuando ambos grupos superiores —solares y lunares— tejieron un destino cruel: un sello eterno que impedía que lo solar tocara lo lunar y que lo lunar tocara lo solar. Los mundos quedaron separados por la fuerza del miedo. Y Shobu y Xinia quedaron separados por la fuerza del amor. --- El Primer Eclipse Pero el amor, cuando es verdadero, rompe incluso las órdenes de los dioses. La Luna pasó frente al Sol. El Sol abrazó a la Luna por la espalda. Y en esa alineación perfecta, por primera vez en la historia del cielo, nació un camino imposible: un puente de fuego y plata, creado no por magia solar ni lunar, sino por la súplica unida de dos espíritus que se negaban a olvidarse. Xinia cruzó. Shobu cruzó. Y se encontraron en medio del eclipse, en un territorio que no era del Sol ni de la Luna, sino del amor prohibido. Bajo aquel puente, se prometieron mil vidas. Pero mil vidas no fueron suficientes para calmar a los mundos. --- Los eclipses de amor y guerra Cuando los Phyros y los Elunai vieron que el eclipse había roto sus prohibiciones, nació la primera guerra entre sus pueblos. No una guerra de ejércitos, sino una guerra de pensamiento: unos defendiendo la unión, otros exigiendo separación eterna. Desde entonces, cada eclipse repite la historia: cuando Sol y Luna se tocan, se encuentran dos amantes; cuando Sol y Luna se oscurecen, se confrontan dos pueblos. Los eclipses son puentes. Los eclipses son cicatrices. Y en el corazón de cada uno late todavía el juramento de Shobu y Xinia, el primer amor entre fuego y plata.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Al caer la segunda noche, la vuelvo a ver...

    Selin: Déjame que te cuente...

    La Leyenda de Shobu y Xinia

    Eclipses de amor y guerra

    Antes de que el tiempo aprendiera a contarse,
    cuando el cosmos aún era joven y silencioso,
    existió un espíritu solar errante.

    Shobu,
    una chispa viva del Sol,
    no era un habitante como los Phyros,
    sino una de las entidades primordiales,
    un Espíritu del Sol nacido del núcleo ardiente de la estrella.

    Viajaba libre,
    cruzando reinos de fuego, polvo y vacío,
    curioso ante todo aquello que no ardía como él.

    Un día, su luz chocó contra una esfera
    que no quemaba…
    sino que reflejaba.

    Había encontrado la Luna.

    La superficie plateada escondía vida delicada y silenciosa:
    los Elunai, habitantes lunares,
    y los misteriosos Espíritus de la Luna,
    criaturas antiguas como la noche.

    Y entre ellos,
    Shobu vio a una criatura cuya belleza anuló todo pensamiento:

    Xinia,
    espíritu lunar joven,
    una raposa de pelaje blanco y brillo azul,
    nacida de la calma de la Luna
    y bendecida por la plata de los Espíritus Lunares.

    Su luz no quemaba.
    Su luz acariciaba.

    Y Shobu, por primera vez, quiso ser acariciado.


    ---

    El primer lazo entre Sol y Luna

    Xinia se acercó sin temor alguno:
    ella no conocía el fuego,
    solo la quietud luminosa.

    Cuando tocaron sus energías —fuego y plata—
    el cosmos registró un suceso inédito:

    dos espíritus de orígenes contrarios
    hicieron armonía.

    Su unión fue inmediata,
    natural,
    destinada.

    Shobu deseó mostrarle su hogar en el Sol.
    Xinia aceptó, curiosa…
    y ese gesto inocente cambió para siempre el equilibrio de los mundos.


    ---

    La ira de Phyros y Elunai

    Cuando Shobu llevó a Xinia al Sol:

    Los Phyros (habitantes solares) ardieron en rabia:
    ¿cómo podía una criatura lunar resistir el calor sagrado del Sol?
    Lo consideraron un sacrilegio.

    Los Espíritus del Sol vieron peligro:
    “lo que es lunar no debe tocar lo solar”.


    Mientras tanto,

    Los Elunai (habitantes de la Luna)
    se sintieron traicionados:
    Shobu había arrebatado a su criatura más pura.

    Y los Espíritus de la Luna,
    orgullosos y fríos,
    declararon que ningún ser solar debía volver a pisar sus dominios.


    Fue entonces cuando ambos grupos superiores —solares y lunares—
    tejieron un destino cruel:

    un sello eterno
    que impedía que lo solar tocara lo lunar
    y que lo lunar tocara lo solar.

    Los mundos quedaron separados
    por la fuerza del miedo.

    Y Shobu y Xinia quedaron separados
    por la fuerza del amor.


    ---

    El Primer Eclipse

    Pero el amor, cuando es verdadero,
    rompe incluso las órdenes de los dioses.

    La Luna pasó frente al Sol.
    El Sol abrazó a la Luna por la espalda.

    Y en esa alineación perfecta,
    por primera vez en la historia del cielo,
    nació un camino imposible:

    un puente de fuego y plata,
    creado no por magia solar ni lunar,
    sino
    por la súplica unida
    de dos espíritus que se negaban a olvidarse.

    Xinia cruzó.
    Shobu cruzó.

    Y se encontraron en medio del eclipse,
    en un territorio que no era del Sol ni de la Luna,
    sino del amor prohibido.

    Bajo aquel puente, se prometieron mil vidas.
    Pero mil vidas no fueron suficientes para calmar a los mundos.


    ---

    Los eclipses de amor y guerra

    Cuando los Phyros y los Elunai vieron que el eclipse
    había roto sus prohibiciones,
    nació la primera guerra entre sus pueblos.

    No una guerra de ejércitos,
    sino una guerra de pensamiento:

    unos defendiendo la unión,

    otros exigiendo separación eterna.


    Desde entonces,
    cada eclipse repite la historia:

    cuando Sol y Luna se tocan, se encuentran dos amantes;
    cuando Sol y Luna se oscurecen, se confrontan dos pueblos.

    Los eclipses son puentes.
    Los eclipses son cicatrices.
    Y en el corazón de cada uno
    late todavía el juramento de Shobu y Xinia,
    el primer amor entre fuego y plata.
    Me encocora
    Me entristece
    Me gusta
    5
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Al caer la segunda noche, la vuelvo a ver...

    Selin: Déjame que te cuente...

    La Leyenda de Shobu y Xinia

    Eclipses de amor y guerra

    Antes de que el tiempo aprendiera a contarse,
    cuando el cosmos aún era joven y silencioso,
    existió un espíritu solar errante.

    Shobu,
    una chispa viva del Sol,
    no era un habitante como los Phyros,
    sino una de las entidades primordiales,
    un Espíritu del Sol nacido del núcleo ardiente de la estrella.

    Viajaba libre,
    cruzando reinos de fuego, polvo y vacío,
    curioso ante todo aquello que no ardía como él.

    Un día, su luz chocó contra una esfera
    que no quemaba…
    sino que reflejaba.

    Había encontrado la Luna.

    La superficie plateada escondía vida delicada y silenciosa:
    los Elunai, habitantes lunares,
    y los misteriosos Espíritus de la Luna,
    criaturas antiguas como la noche.

    Y entre ellos,
    Shobu vio a una criatura cuya belleza anuló todo pensamiento:

    Xinia,
    espíritu lunar joven,
    una raposa de pelaje blanco y brillo azul,
    nacida de la calma de la Luna
    y bendecida por la plata de los Espíritus Lunares.

    Su luz no quemaba.
    Su luz acariciaba.

    Y Shobu, por primera vez, quiso ser acariciado.


    ---

    El primer lazo entre Sol y Luna

    Xinia se acercó sin temor alguno:
    ella no conocía el fuego,
    solo la quietud luminosa.

    Cuando tocaron sus energías —fuego y plata—
    el cosmos registró un suceso inédito:

    dos espíritus de orígenes contrarios
    hicieron armonía.

    Su unión fue inmediata,
    natural,
    destinada.

    Shobu deseó mostrarle su hogar en el Sol.
    Xinia aceptó, curiosa…
    y ese gesto inocente cambió para siempre el equilibrio de los mundos.


    ---

    La ira de Phyros y Elunai

    Cuando Shobu llevó a Xinia al Sol:

    Los Phyros (habitantes solares) ardieron en rabia:
    ¿cómo podía una criatura lunar resistir el calor sagrado del Sol?
    Lo consideraron un sacrilegio.

    Los Espíritus del Sol vieron peligro:
    “lo que es lunar no debe tocar lo solar”.


    Mientras tanto,

    Los Elunai (habitantes de la Luna)
    se sintieron traicionados:
    Shobu había arrebatado a su criatura más pura.

    Y los Espíritus de la Luna,
    orgullosos y fríos,
    declararon que ningún ser solar debía volver a pisar sus dominios.


    Fue entonces cuando ambos grupos superiores —solares y lunares—
    tejieron un destino cruel:

    un sello eterno
    que impedía que lo solar tocara lo lunar
    y que lo lunar tocara lo solar.

    Los mundos quedaron separados
    por la fuerza del miedo.

    Y Shobu y Xinia quedaron separados
    por la fuerza del amor.


    ---

    El Primer Eclipse

    Pero el amor, cuando es verdadero,
    rompe incluso las órdenes de los dioses.

    La Luna pasó frente al Sol.
    El Sol abrazó a la Luna por la espalda.

    Y en esa alineación perfecta,
    por primera vez en la historia del cielo,
    nació un camino imposible:

    un puente de fuego y plata,
    creado no por magia solar ni lunar,
    sino
    por la súplica unida
    de dos espíritus que se negaban a olvidarse.

    Xinia cruzó.
    Shobu cruzó.

    Y se encontraron en medio del eclipse,
    en un territorio que no era del Sol ni de la Luna,
    sino del amor prohibido.

    Bajo aquel puente, se prometieron mil vidas.
    Pero mil vidas no fueron suficientes para calmar a los mundos.


    ---

    Los eclipses de amor y guerra

    Cuando los Phyros y los Elunai vieron que el eclipse
    había roto sus prohibiciones,
    nació la primera guerra entre sus pueblos.

    No una guerra de ejércitos,
    sino una guerra de pensamiento:

    unos defendiendo la unión,

    otros exigiendo separación eterna.


    Desde entonces,
    cada eclipse repite la historia:

    cuando Sol y Luna se tocan, se encuentran dos amantes;
    cuando Sol y Luna se oscurecen, se confrontan dos pueblos.

    Los eclipses son puentes.
    Los eclipses son cicatrices.
    Y en el corazón de cada uno
    late todavía el juramento de Shobu y Xinia,
    el primer amor entre fuego y plata.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Al caer la segunda noche, la vuelvo a ver... Selin: Déjame que te cuente... La Leyenda de Shobu y Xinia Eclipses de amor y guerra Antes de que el tiempo aprendiera a contarse, cuando el cosmos aún era joven y silencioso, existió un espíritu solar errante. Shobu, una chispa viva del Sol, no era un habitante como los Phyros, sino una de las entidades primordiales, un Espíritu del Sol nacido del núcleo ardiente de la estrella. Viajaba libre, cruzando reinos de fuego, polvo y vacío, curioso ante todo aquello que no ardía como él. Un día, su luz chocó contra una esfera que no quemaba… sino que reflejaba. Había encontrado la Luna. La superficie plateada escondía vida delicada y silenciosa: los Elunai, habitantes lunares, y los misteriosos Espíritus de la Luna, criaturas antiguas como la noche. Y entre ellos, Shobu vio a una criatura cuya belleza anuló todo pensamiento: Xinia, espíritu lunar joven, una raposa de pelaje blanco y brillo azul, nacida de la calma de la Luna y bendecida por la plata de los Espíritus Lunares. Su luz no quemaba. Su luz acariciaba. Y Shobu, por primera vez, quiso ser acariciado. --- El primer lazo entre Sol y Luna Xinia se acercó sin temor alguno: ella no conocía el fuego, solo la quietud luminosa. Cuando tocaron sus energías —fuego y plata— el cosmos registró un suceso inédito: dos espíritus de orígenes contrarios hicieron armonía. Su unión fue inmediata, natural, destinada. Shobu deseó mostrarle su hogar en el Sol. Xinia aceptó, curiosa… y ese gesto inocente cambió para siempre el equilibrio de los mundos. --- La ira de Phyros y Elunai Cuando Shobu llevó a Xinia al Sol: Los Phyros (habitantes solares) ardieron en rabia: ¿cómo podía una criatura lunar resistir el calor sagrado del Sol? Lo consideraron un sacrilegio. Los Espíritus del Sol vieron peligro: “lo que es lunar no debe tocar lo solar”. Mientras tanto, Los Elunai (habitantes de la Luna) se sintieron traicionados: Shobu había arrebatado a su criatura más pura. Y los Espíritus de la Luna, orgullosos y fríos, declararon que ningún ser solar debía volver a pisar sus dominios. Fue entonces cuando ambos grupos superiores —solares y lunares— tejieron un destino cruel: un sello eterno que impedía que lo solar tocara lo lunar y que lo lunar tocara lo solar. Los mundos quedaron separados por la fuerza del miedo. Y Shobu y Xinia quedaron separados por la fuerza del amor. --- El Primer Eclipse Pero el amor, cuando es verdadero, rompe incluso las órdenes de los dioses. La Luna pasó frente al Sol. El Sol abrazó a la Luna por la espalda. Y en esa alineación perfecta, por primera vez en la historia del cielo, nació un camino imposible: un puente de fuego y plata, creado no por magia solar ni lunar, sino por la súplica unida de dos espíritus que se negaban a olvidarse. Xinia cruzó. Shobu cruzó. Y se encontraron en medio del eclipse, en un territorio que no era del Sol ni de la Luna, sino del amor prohibido. Bajo aquel puente, se prometieron mil vidas. Pero mil vidas no fueron suficientes para calmar a los mundos. --- Los eclipses de amor y guerra Cuando los Phyros y los Elunai vieron que el eclipse había roto sus prohibiciones, nació la primera guerra entre sus pueblos. No una guerra de ejércitos, sino una guerra de pensamiento: unos defendiendo la unión, otros exigiendo separación eterna. Desde entonces, cada eclipse repite la historia: cuando Sol y Luna se tocan, se encuentran dos amantes; cuando Sol y Luna se oscurecen, se confrontan dos pueblos. Los eclipses son puentes. Los eclipses son cicatrices. Y en el corazón de cada uno late todavía el juramento de Shobu y Xinia, el primer amor entre fuego y plata.
    Me entristece
    2
    1 comentario 1 compartido
  • Encuentro
    Fandom Los Bridgerton
    Categoría Drama
    Eloise Bridgerton


    Los York nos han invitado a mi esposo y a mi al baile que celebran esta misma noche.
    Su salud lleva semanas recuperándose lo suficiente como para volver hacer vida normal, mis planes son completamente diferentes todavía lo sigo necesitando.
    Cojo otra copa observando con diversión a las solteronas y a los pequeños grupos de jovencitas que acaban de salir al mercado matrimonial.
    [WyattEloise] Los York nos han invitado a mi esposo y a mi al baile que celebran esta misma noche. Su salud lleva semanas recuperándose lo suficiente como para volver hacer vida normal, mis planes son completamente diferentes todavía lo sigo necesitando. Cojo otra copa observando con diversión a las solteronas y a los pequeños grupos de jovencitas que acaban de salir al mercado matrimonial.
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Terminado
    Me gusta
    2
    19 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    //Mis queridos amigos y hermanos... Ya no estoy tan regazada... Mañana continuaré revisando mis grupos y mi fanpage. Lamento mucho el retraso en verdad
    //Mis queridos amigos y hermanos... Ya no estoy tan regazada... Mañana continuaré revisando mis grupos y mi fanpage. Lamento mucho el retraso en verdad
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • Pido de favor que no me metan en grupos con temática de "bar", mi padre, mis tios y abuela, no les gustaría eso.
    Gracias
    Pido de favor que no me metan en grupos con temática de "bar", mi padre, mis tios y abuela, no les gustaría eso. Gracias
    Me enjaja
    1
    2 turnos 0 maullidos
  • ━━━ 𝐉𝐮𝐞𝐠𝐨 𝐝𝐞 𝐂𝐚𝐳𝐚 ━━━
    Fandom Elder Scrolls / Crossover / OC
    Categoría Terror
    Todo comienza con un espasmo interior, un estremecimiento que parece partir desde el alma.

    Los músculos tiemblan, los huesos crujen. El cuerpo del humano empieza a contorsionarse como si algo dentro intentara desgarrar su prisión de carne. Las venas se hinchan, las articulaciones se dislocan, el rostro se tensa hasta lo indecible.

    Un aullido sofocado escapa entre dientes apretados… pero no es un grito humano.

    Entonces, la piel comienza a rasgarse desde adentro. Literalmente se desprende como una capa muerta, desgarrada por garras que emergen bajo ella. No es un cambio suave —la carne humana se abre para revelar al lobo que estaba atrapado dentro—. Del interior brotan músculos nuevos, pelaje negro que se propaga como una enfermedad viva, y garras que rompen los dedos humanos, sustituyéndolos por extremidades animales y brutales. La mandíbula se desloca y alarga; los dientes se multiplican, el cráneo cambia de forma. Los ojos, antes humanos, se inundan de una furia dorada, brillante y salvaje.

    Cuando el proceso termina, el cuerpo humano ha desaparecido bajo una criatura enorme, encorvada, de poder descomunal, mitad bestia mitad pesadilla.
    Su respiración es un rugido constante; el suelo tiembla con sus movimientos. Ya no hay razón ni control, solo instinto.

    El tono es vacío y maldito. La transformación no tiene belleza, solo sufrimiento y violencia pura.
    No hay transición heroica ni glorificación del poder: es una condena, un desgarro entre cuerpo y alma, una transfiguración forzada por la luna y la maldición.
    En ese instante, el hombre deja de existir, y lo que queda es la representación viva de la furia y el dolor.

    ┏━━━━━━━━━━━━┓
    𝑳𝒐𝒔 𝒍𝒊𝒄𝒂𝒏𝒕𝒓𝒐𝒑𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒄𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐𝒓𝒆𝒔,
    𝒆𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔.
    𝑻𝒐𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒔𝒕𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒏𝒊𝒆𝒈𝒖𝒆 𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒄𝒊𝒑𝒂𝒓,
    𝒔𝒖𝒇𝒓𝒊𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒗𝒐𝒓𝒂𝒛.
    𝑺𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒉𝒐𝒏𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒈𝒓𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂𝒓,
    𝒆𝒏𝒇𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐𝒎𝒆 𝒂 𝒎𝒊, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝑯𝒊𝒓𝒄𝒊𝒏𝒆.
    ¡𝑫𝒐𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒂 𝒎𝒊 𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒛𝒂,
    𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒍𝒖𝒊𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒂𝒏 𝒂 𝒍𝒂 𝒏𝒐𝒓𝒎𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅!
    ┗━━━━━━━━━━━━┛

    — "𝗗𝗼𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗮 𝗺𝗶 𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗮𝘇𝗮" — La voz del anfitrión sigue resonando en la mente de todos, como un eco imposible. — "𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗶𝗲𝗹𝗼𝘀 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱". — La noche los espanta, cubriéndose de neblina espesa y una fuerte tonalidad verde fantasmal proveniente de la luna.

    El inicio del juego transforma el entorno en un teatro de locura. Los bosques se llenan de susurros y respiraciones, el aire se vuelve más denso, húmedo y con olor a hierro. Los aullidos se mezclan con gritos humanos. Se pueden distinguir movimientos veloces y colmillos brillando entre sombras.


    Los 𝗰𝗮𝘇𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 sienten algo extraño dentro de sí. El aire pesa, la tierra vibra bajos sus pies y sus cuerpos ya no les obedecen. No entienden si están siendo castigados, poseídos o si están muriendo. Intentan resistirlo, atándose a árboles o clavando las manos al suelo para no moverse y otros sucumben a sus nuevos instintos.

    La voz teatral en la cabeza de las 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝘀 rompe toda lógica natural; en la Edad Media, eso sería un suceso aterrador, considerado demoníaco o divino. Algunos se arrodillan, rezan, o se golpean el pecho convencidos de que los Dioses los están castigando o que el fin ha llegado. Otros gritan, lloran o huyen sin rumbo. La adrenalina toma el control. Algunos se ríen, no lo creen o piensan que han enloquecido.
    Una vez la caza empieza, el pánico se convierte en supervivencia o desesperación.
    Los más pragmáticos buscan refugio, armas o ventaja de alguna forma. Los seguidores del Príncipe de la Caza interpretan todo como una prueba, participando sin pensarlo mucho. Algunos protectores de los débiles comienzan a formar grupos para defender a la gente. Hay quienes se resignan entregándose a los licántropos, aceptando su destino.


    [ 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐫𝐨𝐥 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐧𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞, ¡𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐧 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐜𝐚𝐳𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚𝐬! 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 𝐭𝐮 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐣𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚/𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐛𝐚𝐬𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐫𝐨𝐥 (Skyrim) 𝐨 𝐧𝐨, 𝐞𝐬𝐨 𝐥𝐨 𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐬 𝐭𝐮. ¡𝐅𝐞𝐥𝐢𝐳 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧! ]
    Todo comienza con un espasmo interior, un estremecimiento que parece partir desde el alma. Los músculos tiemblan, los huesos crujen. El cuerpo del humano empieza a contorsionarse como si algo dentro intentara desgarrar su prisión de carne. Las venas se hinchan, las articulaciones se dislocan, el rostro se tensa hasta lo indecible. Un aullido sofocado escapa entre dientes apretados… pero no es un grito humano. Entonces, la piel comienza a rasgarse desde adentro. Literalmente se desprende como una capa muerta, desgarrada por garras que emergen bajo ella. No es un cambio suave —la carne humana se abre para revelar al lobo que estaba atrapado dentro—. Del interior brotan músculos nuevos, pelaje negro que se propaga como una enfermedad viva, y garras que rompen los dedos humanos, sustituyéndolos por extremidades animales y brutales. La mandíbula se desloca y alarga; los dientes se multiplican, el cráneo cambia de forma. Los ojos, antes humanos, se inundan de una furia dorada, brillante y salvaje. Cuando el proceso termina, el cuerpo humano ha desaparecido bajo una criatura enorme, encorvada, de poder descomunal, mitad bestia mitad pesadilla. Su respiración es un rugido constante; el suelo tiembla con sus movimientos. Ya no hay razón ni control, solo instinto. El tono es vacío y maldito. La transformación no tiene belleza, solo sufrimiento y violencia pura. No hay transición heroica ni glorificación del poder: es una condena, un desgarro entre cuerpo y alma, una transfiguración forzada por la luna y la maldición. En ese instante, el hombre deja de existir, y lo que queda es la representación viva de la furia y el dolor. ┏━━━━━━━━━━━━┓ 𝑳𝒐𝒔 𝒍𝒊𝒄𝒂𝒏𝒕𝒓𝒐𝒑𝒐𝒔 𝒔𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒄𝒂𝒛𝒂𝒅𝒐𝒓𝒆𝒔, 𝒆𝒍 𝒓𝒆𝒔𝒕𝒐 𝒔𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒔𝒖𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒔𝒂𝒔. 𝑻𝒐𝒅𝒂 𝒃𝒆𝒔𝒕𝒊𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆 𝒏𝒊𝒆𝒈𝒖𝒆 𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒕𝒊𝒄𝒊𝒑𝒂𝒓, 𝒔𝒖𝒇𝒓𝒊𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒉𝒂𝒎𝒃𝒓𝒆 𝒗𝒐𝒓𝒂𝒛. 𝑺𝒆𝒓𝒂𝒏 𝒉𝒐𝒏𝒓𝒓𝒂𝒅𝒐𝒔 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒏𝒆𝒔 𝒎𝒊𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒓𝒐𝒔 𝒍𝒐𝒈𝒓𝒆𝒏 𝒅𝒆𝒓𝒓𝒐𝒕𝒂𝒓, 𝒆𝒏𝒇𝒓𝒆𝒏𝒕𝒂𝒏𝒅𝒐𝒎𝒆 𝒂 𝒎𝒊, 𝒆𝒍 𝑷𝒓𝒊𝒏𝒄𝒊𝒑𝒆 𝑯𝒊𝒓𝒄𝒊𝒏𝒆. ¡𝑫𝒐𝒚 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐 𝒂 𝒎𝒊 𝑱𝒖𝒆𝒈𝒐 𝒅𝒆 𝑪𝒂𝒛𝒂, 𝒆𝒍 𝒄𝒖𝒂𝒍 𝒄𝒐𝒏𝒄𝒍𝒖𝒊𝒓𝒂 𝒄𝒖𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒆𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒂𝒏 𝒂 𝒍𝒂 𝒏𝒐𝒓𝒎𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅! ┗━━━━━━━━━━━━┛ — "𝗗𝗼𝘆 𝗰𝗼𝗺𝗶𝗲𝗻𝘇𝗼 𝗮 𝗺𝗶 𝗝𝘂𝗲𝗴𝗼 𝗱𝗲 𝗖𝗮𝘇𝗮" — La voz del anfitrión sigue resonando en la mente de todos, como un eco imposible. — "𝗖𝘂𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗼𝘀 𝗰𝗶𝗲𝗹𝗼𝘀 𝘃𝘂𝗲𝗹𝘃𝗮𝗻 𝗮 𝗹𝗮 𝗻𝗼𝗿𝗺𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱". — La noche los espanta, cubriéndose de neblina espesa y una fuerte tonalidad verde fantasmal proveniente de la luna. El inicio del juego transforma el entorno en un teatro de locura. Los bosques se llenan de susurros y respiraciones, el aire se vuelve más denso, húmedo y con olor a hierro. Los aullidos se mezclan con gritos humanos. Se pueden distinguir movimientos veloces y colmillos brillando entre sombras. Los 𝗰𝗮𝘇𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 sienten algo extraño dentro de sí. El aire pesa, la tierra vibra bajos sus pies y sus cuerpos ya no les obedecen. No entienden si están siendo castigados, poseídos o si están muriendo. Intentan resistirlo, atándose a árboles o clavando las manos al suelo para no moverse y otros sucumben a sus nuevos instintos. La voz teatral en la cabeza de las 𝗽𝗿𝗲𝘀𝗮𝘀 rompe toda lógica natural; en la Edad Media, eso sería un suceso aterrador, considerado demoníaco o divino. Algunos se arrodillan, rezan, o se golpean el pecho convencidos de que los Dioses los están castigando o que el fin ha llegado. Otros gritan, lloran o huyen sin rumbo. La adrenalina toma el control. Algunos se ríen, no lo creen o piensan que han enloquecido. Una vez la caza empieza, el pánico se convierte en supervivencia o desesperación. Los más pragmáticos buscan refugio, armas o ventaja de alguna forma. Los seguidores del Príncipe de la Caza interpretan todo como una prueba, participando sin pensarlo mucho. Algunos protectores de los débiles comienzan a formar grupos para defender a la gente. Hay quienes se resignan entregándose a los licántropos, aceptando su destino. [ 𝐄𝐬𝐭𝐞 𝐫𝐨𝐥 𝐧𝐨 𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬𝐚𝐫𝐢𝐚𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐚𝐟𝐞𝐜𝐭𝐚𝐫 𝐞𝐥 𝐜𝐚𝐧𝐨𝐧 𝐝𝐞 𝐭𝐮 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞, ¡𝐭𝐨𝐝𝐨𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐧 𝐢𝐧𝐯𝐢𝐭𝐚𝐝𝐨𝐬 𝐚 𝐬𝐞𝐫 𝐜𝐚𝐳𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐨 𝐩𝐫𝐞𝐬𝐚𝐬! 𝐏𝐮𝐞𝐝𝐞𝐬 𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐫 𝐭𝐮 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐣𝐞 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐞𝐧𝐜𝐚𝐣𝐚𝐫 𝐜𝐨𝐧 𝐥𝐚 𝐞𝐫𝐚/𝐮𝐧𝐢𝐯𝐞𝐫𝐬𝐨 𝐞𝐧 𝐥𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐬𝐞 𝐛𝐚𝐬𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐞 𝐫𝐨𝐥 (Skyrim) 𝐨 𝐧𝐨, 𝐞𝐬𝐨 𝐥𝐨 𝐞𝐥𝐢𝐠𝐞𝐬 𝐭𝐮. 🎃 ¡𝐅𝐞𝐥𝐢𝐳 𝐇𝐚𝐥𝐥𝐨𝐰𝐞𝐞𝐧! 🎃 ]
    Tipo
    Grupal
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
    Me gusta
    Me encocora
    6
    78 turnos 3 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Conversación textual entre Owen y su hermana:

    M: "¿Otra vez estás jugando a ese juego raro de citas? De verdad que no lo entiendo, que va a hacer cualquier personaje de estos si los invocas, ¿Invitar a salir al enemigo?"

    Owen la miró de reojo y sonrió, volviendo a centrarse en el videojuego.

    O: "Nop, pero es divertido, además no te preocupes, me he pasado el 'Double Dragon' hace poco."

    Marlena suspiró y negó con la cabeza, cruzándose de brazos.

    M: "Querrás decir que NOS lo hemos pasado, además técnicamente son solo dos tíos que pegan a muchos grupos, si los invocaras serían solo eso... Dos tíos."

    Owen rió un poco.

    O: "Eres una friki."

    Marlena agarró un cojín y se lo tiró a la cabeza, sonriendo y hablando sarcásticamente.

    M: "Claro, lo dice el tipo aquí presente el cuál su técnica es invocar personajes ficticios, porque eso no es para nada friki."

    O: "Touché."
    Conversación textual entre Owen y su hermana: M: "¿Otra vez estás jugando a ese juego raro de citas? De verdad que no lo entiendo, que va a hacer cualquier personaje de estos si los invocas, ¿Invitar a salir al enemigo?" Owen la miró de reojo y sonrió, volviendo a centrarse en el videojuego. O: "Nop, pero es divertido, además no te preocupes, me he pasado el 'Double Dragon' hace poco." Marlena suspiró y negó con la cabeza, cruzándose de brazos. M: "Querrás decir que NOS lo hemos pasado, además técnicamente son solo dos tíos que pegan a muchos grupos, si los invocaras serían solo eso... Dos tíos." Owen rió un poco. O: "Eres una friki." Marlena agarró un cojín y se lo tiró a la cabeza, sonriendo y hablando sarcásticamente. M: "Claro, lo dice el tipo aquí presente el cuál su técnica es invocar personajes ficticios, porque eso no es para nada friki." O: "Touché."
    0 comentarios 0 compartidos
  • Ya que estaba de visita a la ciudad y aún tenía semanas hasta volver a su trabajo, estuvo paseando durante ese día. Todavía le sorprendía lo ajetreado que podía ser el ir por las calles, pero aprendió a tomar caminos menos concurridos.

    El sol ya se estaba ocultando, las farolas de la plaza por donde pasaba estaban encendidas, iluminando de forma cálida el ambiente.

    Se tomó el tiempo de ir más despacio para observar mejor. Todavía habían algunos grupos charlando, otros de padres e hijos jugando, personas con perros paseando... no demasiado. La plaza se veía vacía en algunas zonas. Un de ellas fue donde se detuvo al ver una banca. Pensó en tomarse un momento ahí para descansar.

    Al tomar asiento, de repente escuchó un chillido de un niño que hizo que se girar a ver. Solo era un berrinche, pero ese sonido le hizo entrecerrar los ojos, llevando la diestra hacia su propia garganta, la cual estaba cubierta por el cuello largo de la camiseta, tapando la cicatriz. Gritar de esa manera no podía ser bueno para las cuerdas vocales... Ah, a veces extrañaba el poder hablar.

    Pensar en ello lo llevó al momento del accidente que, de forma entrenada, lo desvió para pensar en otra cosa. Dar vueltas en ese recuerdo solo servía para amargarlo un poco.

    Ahí es que se dio cuenta de pasos acercándose. Automáticamente se enderezó y quitó la mano de su cuello. Para distraerse, sacó una pequeña librera de su chaqueta y un lápiz, usualmente usaba ambas cosas para comunicarse cuando era muy necesario, pero ahora las utilizó para empezar a trazar un bosquejo cartográfico de la plaza. Apenas un mini-mapa.
    Ya que estaba de visita a la ciudad y aún tenía semanas hasta volver a su trabajo, estuvo paseando durante ese día. Todavía le sorprendía lo ajetreado que podía ser el ir por las calles, pero aprendió a tomar caminos menos concurridos. El sol ya se estaba ocultando, las farolas de la plaza por donde pasaba estaban encendidas, iluminando de forma cálida el ambiente. Se tomó el tiempo de ir más despacio para observar mejor. Todavía habían algunos grupos charlando, otros de padres e hijos jugando, personas con perros paseando... no demasiado. La plaza se veía vacía en algunas zonas. Un de ellas fue donde se detuvo al ver una banca. Pensó en tomarse un momento ahí para descansar. Al tomar asiento, de repente escuchó un chillido de un niño que hizo que se girar a ver. Solo era un berrinche, pero ese sonido le hizo entrecerrar los ojos, llevando la diestra hacia su propia garganta, la cual estaba cubierta por el cuello largo de la camiseta, tapando la cicatriz. Gritar de esa manera no podía ser bueno para las cuerdas vocales... Ah, a veces extrañaba el poder hablar. Pensar en ello lo llevó al momento del accidente que, de forma entrenada, lo desvió para pensar en otra cosa. Dar vueltas en ese recuerdo solo servía para amargarlo un poco. Ahí es que se dio cuenta de pasos acercándose. Automáticamente se enderezó y quitó la mano de su cuello. Para distraerse, sacó una pequeña librera de su chaqueta y un lápiz, usualmente usaba ambas cosas para comunicarse cuando era muy necesario, pero ahora las utilizó para empezar a trazar un bosquejo cartográfico de la plaza. Apenas un mini-mapa.
    Me gusta
    4
    19 turnos 0 maullidos
  • Durante mi camino, mientras estaba reposando en una taberna, me sentaba solo en la mesa menos ocupada. El bullicio del recinto me aturdía de cierto modo, de tal manera que lo único que había en el lugar sobre el rincón solitario era la vergüenza o timidez.

    Hasta que eso se acabó. Un hombre de tez bronceada. Parecía recién salido de un horno de los dioses de la luz. Su cuerpo, de un aspecto carnoso y tallado de mil batallas, llegaba a dejar mis sentidos cautivados. Un humano robusto y formado por el puño de luz en su marca. La cicatriz que tenía era lo que más me llamó la atención. Pensé que una bestia común le habría atacado, pero lo único que llamaron a mi atención mis ojos azules fueron sus ojos mostaza, como si expusieran un aura de control y dominio, paz y severidad a la vez. Lleno de certeza y decisión en lo que deseaba o quisiera tenerlo sin dificultad con solo hablar o mover un poco sus labios saboreando cada frase que diría antes de hablar.

    Fue así como me llamó la atención con un guiño que me había dejado embobado, lelo para la vista de él mientras se acercaba a un paso lento. La comisura de sus labios se elevó a tal manera de ser una invitación, quizás una insinuación; de cierto modo era más como una presunción de querer lucir algo. - ¿Qué hace tan sola una criatura pura como el mar y la naturaleza aquí? Los tuyos deberían estar bebiendo contigo, ¿no lo crees? - mencionó con una voz ronca. Parecía más un ronroneo mientras sostenía su sonrisa; que de cierto parecer era más pícara, dispuesta a abrir cualquier puerta cerrada. Se sentó y después miró con un rostro decidido. Sus semifelinos ojos llenaron mi presencia mientras añadió: - Noté que estabas mirándome un poco... ¿Cómo te llamas, chico? Es de mala educación no saludar como es debido a un caballero de la luz. Tú no pareces como los demás de los verdes como los tuyos. - Su comentario era un poco burlón a pesar de notar el característico color arcilla del orco, mientras suelta un par de internas y gruesas carcajadas.

    Me... llamo Daakuh... Daakuh Lobogelido... - fue lo único que le contesté mientras sus ojos se aferraron con el tiempo a sus manos. Su presencia aturdía un poco mi autoridad de mí mismo, de tal modo que solo él mismo, al notar que le miré con un poco de prisa, me guiñó y con ello tomó mi mano. Mi rostro se enrojeció mientras su imponente figura se cernía sobre mí con autoridad y dominio. - Sten... me llamo Sten, hemos estado juntos en la misión. Supongo que no estaría mal que nos conociéramos un poco, tú... de tal modo me inspiras un poco de... paz y confianza... - llevando así una de sus manos a sus labios mientras un leve shhhh- salió de su boca, implicando un acto completo de complicidad y de secretismo entre el calor de ambas manos de los dos. - ¿Q... qué estás haciendo... a- a dónde me llevas? S... se supone que tenemos que trabajar juntos en liberar a nuestros grupos... - Él interrumpió y, de una fuerza indomable, bufeó mientras me retiraba de la mesa.

    Solo quiero que nos vayamos a divertir un poco. Después de todo, es bueno tomarse un descanso debido como ambos guerreros. Deja que tu mente se relaje un poco, ¿quieres? - La interrupción del macho era más que una manera de relajar. Era una invitación tácita a lo más profundo. Con el tiempo que él estaba pasando a lo poco en la misión de expedición, parecía conocerlo de toda la vida como si hubiera deducido o vivido todo con él, atrayéndolo de manera posesiva. - Esto es entre nosotros dos. Tus ojos cansados piden a alguien que merezca reclamarte como se debe, y eso, un caballero como yo, jamás dejaría pasar la oportunidad de poder ser el primero en hacerlo - añadió al detenerse en una habitación que abriría después con una llave que tenía quién sabe cuánto. - ¡Pero es que yo! N- ¡Hhgggg! - Sten actuaba de manera desmedida mientras conseguía frotar su fría armadura en la piel del orco, causando un escalofrío. El deseo le tomó por sorpresa, y las palabras, calladas mediante un jugoso beso que invadía los labios del chico y la lengua, sin medida exploraba con ansias cada centímetro ajeno al que un humano quizá no debería adentrarse. - Cierra la boca... tú mismo lo pides aunque te niegues. ¿Por qué no complacerte y cumplir lo que anhelas? -.

    Entonces, sin pensarlo dos veces, las semienguantadas manos del macho empujaron a la cama al orco joven. A pesar de que su armadura revelaba su piel con discreción, despojaba cada parte de su armadura mientras los clicks y clacks de los broches y cinturones cedían. Estaba expectante en la cama mientras las mejillas de aquel orco exponían una complicidad a través del acto carnal que recibiría. El carmesí de sus mejillas estaban atestiguando lo fuerte e imponente que era ante sus ojos azulados como el mar puro y limpio, lleno de anhelos y propósitos. Sten, cerrando la puerta, estaba ya expuesto y desnudo. Los pantalones ajustados que tenía daban un vistazo a su abultado miembro mientras acariciaba en señal de que estaba más que listo de reclamar las tierras y rincones más oscuros y amorosos del orco, mordiéndose su labio inferior y con el brillo de sus ojos, calculando las cosas que podría hacer sabiendo que tenía al orco en sus manos.

    Interiores de cuero mostraban la anticipación de la semierección del hombre mientras aquella ropa escasa amenazaba quizás con romperse debido a la tensión que exhibía. Nuevamente un guiño a sus toques en su cuerpo robusto y grande le hicieron ronronear. - Que este sea nuestro paso a conocernos, chamán. La curiosidad ante esas hábiles manos tuyas me atraen... y esa boca... me llena de malditos deseos de querer tomarte completamente como mío, si es que no te opones a que te ponga mano dura... - Y sin previo aviso, tomó la nuca del joven para atraerlo a su entrepierna con su abultamiento tenso. La frente del orco chocaba con la rocosa y dura pelvis mientras seguía hablando... - ...este es tu reino como también el mío. Aquí puedes hacer lo que desees y podrás tomar lo que quieras, pero yo... te quiero es a ti...-

    - continuara cuando deseen leer mas el relato erotico -
    ///////arte por mi. regalo de un amigo que hice./////////
    /////// full sin censura pronto disponible ///////////

    --------- comentarios libres si deseas quizas unirte o desentrñar mas de la historia y actuarla.------------
    Durante mi camino, mientras estaba reposando en una taberna, me sentaba solo en la mesa menos ocupada. El bullicio del recinto me aturdía de cierto modo, de tal manera que lo único que había en el lugar sobre el rincón solitario era la vergüenza o timidez. Hasta que eso se acabó. Un hombre de tez bronceada. Parecía recién salido de un horno de los dioses de la luz. Su cuerpo, de un aspecto carnoso y tallado de mil batallas, llegaba a dejar mis sentidos cautivados. Un humano robusto y formado por el puño de luz en su marca. La cicatriz que tenía era lo que más me llamó la atención. Pensé que una bestia común le habría atacado, pero lo único que llamaron a mi atención mis ojos azules fueron sus ojos mostaza, como si expusieran un aura de control y dominio, paz y severidad a la vez. Lleno de certeza y decisión en lo que deseaba o quisiera tenerlo sin dificultad con solo hablar o mover un poco sus labios saboreando cada frase que diría antes de hablar. Fue así como me llamó la atención con un guiño que me había dejado embobado, lelo para la vista de él mientras se acercaba a un paso lento. La comisura de sus labios se elevó a tal manera de ser una invitación, quizás una insinuación; de cierto modo era más como una presunción de querer lucir algo. - ¿Qué hace tan sola una criatura pura como el mar y la naturaleza aquí? Los tuyos deberían estar bebiendo contigo, ¿no lo crees? - mencionó con una voz ronca. Parecía más un ronroneo mientras sostenía su sonrisa; que de cierto parecer era más pícara, dispuesta a abrir cualquier puerta cerrada. Se sentó y después miró con un rostro decidido. Sus semifelinos ojos llenaron mi presencia mientras añadió: - Noté que estabas mirándome un poco... ¿Cómo te llamas, chico? Es de mala educación no saludar como es debido a un caballero de la luz. Tú no pareces como los demás de los verdes como los tuyos. - Su comentario era un poco burlón a pesar de notar el característico color arcilla del orco, mientras suelta un par de internas y gruesas carcajadas. Me... llamo Daakuh... Daakuh Lobogelido... - fue lo único que le contesté mientras sus ojos se aferraron con el tiempo a sus manos. Su presencia aturdía un poco mi autoridad de mí mismo, de tal modo que solo él mismo, al notar que le miré con un poco de prisa, me guiñó y con ello tomó mi mano. Mi rostro se enrojeció mientras su imponente figura se cernía sobre mí con autoridad y dominio. - Sten... me llamo Sten, hemos estado juntos en la misión. Supongo que no estaría mal que nos conociéramos un poco, tú... de tal modo me inspiras un poco de... paz y confianza... - llevando así una de sus manos a sus labios mientras un leve shhhh- salió de su boca, implicando un acto completo de complicidad y de secretismo entre el calor de ambas manos de los dos. - ¿Q... qué estás haciendo... a- a dónde me llevas? S... se supone que tenemos que trabajar juntos en liberar a nuestros grupos... - Él interrumpió y, de una fuerza indomable, bufeó mientras me retiraba de la mesa. Solo quiero que nos vayamos a divertir un poco. Después de todo, es bueno tomarse un descanso debido como ambos guerreros. Deja que tu mente se relaje un poco, ¿quieres? - La interrupción del macho era más que una manera de relajar. Era una invitación tácita a lo más profundo. Con el tiempo que él estaba pasando a lo poco en la misión de expedición, parecía conocerlo de toda la vida como si hubiera deducido o vivido todo con él, atrayéndolo de manera posesiva. - Esto es entre nosotros dos. Tus ojos cansados piden a alguien que merezca reclamarte como se debe, y eso, un caballero como yo, jamás dejaría pasar la oportunidad de poder ser el primero en hacerlo - añadió al detenerse en una habitación que abriría después con una llave que tenía quién sabe cuánto. - ¡Pero es que yo! N- ¡Hhgggg! - Sten actuaba de manera desmedida mientras conseguía frotar su fría armadura en la piel del orco, causando un escalofrío. El deseo le tomó por sorpresa, y las palabras, calladas mediante un jugoso beso que invadía los labios del chico y la lengua, sin medida exploraba con ansias cada centímetro ajeno al que un humano quizá no debería adentrarse. - Cierra la boca... tú mismo lo pides aunque te niegues. ¿Por qué no complacerte y cumplir lo que anhelas? -. Entonces, sin pensarlo dos veces, las semienguantadas manos del macho empujaron a la cama al orco joven. A pesar de que su armadura revelaba su piel con discreción, despojaba cada parte de su armadura mientras los clicks y clacks de los broches y cinturones cedían. Estaba expectante en la cama mientras las mejillas de aquel orco exponían una complicidad a través del acto carnal que recibiría. El carmesí de sus mejillas estaban atestiguando lo fuerte e imponente que era ante sus ojos azulados como el mar puro y limpio, lleno de anhelos y propósitos. Sten, cerrando la puerta, estaba ya expuesto y desnudo. Los pantalones ajustados que tenía daban un vistazo a su abultado miembro mientras acariciaba en señal de que estaba más que listo de reclamar las tierras y rincones más oscuros y amorosos del orco, mordiéndose su labio inferior y con el brillo de sus ojos, calculando las cosas que podría hacer sabiendo que tenía al orco en sus manos. Interiores de cuero mostraban la anticipación de la semierección del hombre mientras aquella ropa escasa amenazaba quizás con romperse debido a la tensión que exhibía. Nuevamente un guiño a sus toques en su cuerpo robusto y grande le hicieron ronronear. - Que este sea nuestro paso a conocernos, chamán. La curiosidad ante esas hábiles manos tuyas me atraen... y esa boca... me llena de malditos deseos de querer tomarte completamente como mío, si es que no te opones a que te ponga mano dura... - Y sin previo aviso, tomó la nuca del joven para atraerlo a su entrepierna con su abultamiento tenso. La frente del orco chocaba con la rocosa y dura pelvis mientras seguía hablando... - ...este es tu reino como también el mío. Aquí puedes hacer lo que desees y podrás tomar lo que quieras, pero yo... te quiero es a ti...- - continuara cuando deseen leer mas el relato erotico - ///////arte por mi. regalo de un amigo que hice.///////// /////// full sin censura pronto disponible /////////// --------- comentarios libres si deseas quizas unirte o desentrñar mas de la historia y actuarla.------------
    0 turnos 0 maullidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    https://www.youtube.com/watch?v=tYTwIZslZXo&list=RDPvZsKCecCH0&index=6

    ///Vídeo musical del grupo Adema, de esos grupos que tuvieron su apogeo durante esa época edgy de los 2000´s en el apogeo del Nu Metal y similares, por lo que sé, esta agrupación no duro mucho más allá de algunos años, aun así tuvieron sus rolas memorables///
    https://www.youtube.com/watch?v=tYTwIZslZXo&list=RDPvZsKCecCH0&index=6 ///Vídeo musical del grupo Adema, de esos grupos que tuvieron su apogeo durante esa época edgy de los 2000´s en el apogeo del Nu Metal y similares, por lo que sé, esta agrupación no duro mucho más allá de algunos años, aun así tuvieron sus rolas memorables///
    0 comentarios 0 compartidos
Ver más resultados
Patrocinados