• ❝ 𝐍𝐨 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐞 𝐣𝐚𝐦𝐚𝐬... ❞ 

    𝐴𝑒𝑟𝑜𝑝𝑢𝑒𝑟𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑆𝑡𝑢𝑡𝑡𝑔𝑎𝑟𝑡, 𝐴𝑙𝑒𝑚𝑎𝑛𝑖𝑎.
    𝟷𝟶:𝟶𝟶 𝑝𝑚

    𝐽𝑢𝑟𝑒́ 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑑𝜄́𝑎 𝑛𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑝𝑜𝑛𝑒𝑟 𝑢𝑛 𝑝𝑖𝑒 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑟𝑢𝑖𝑛𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙.
    𝑀𝑢𝑦 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑚𝑎́𝑠 𝑢𝑛 𝑗𝑢𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑢𝜄́ 𝑠𝑖𝑛 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑟 𝑎𝑡𝑟𝑎́𝑠.

    𝑄𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑑𝑖𝑟𝜄́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑖𝑟𝑐𝑢𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑜𝑟𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟𝜄́𝑎𝑛 𝑎 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝘩𝑎𝑏𝜄́𝑎 𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑑𝑜.

    —Más vale que ese peleador sea tan bueno como dicen...

    Masculló entre dientes a otro miembro de su equipo y este asintió en silencio tan irritado como ella.
    La logistica de aquel "movimiento" repentino tenía a todos en tensión.
    Su jefe había sido blanco de constantes ataques por grupos rivales y el traslado de un país a otro no era la idea más brillante, sin embargo, órdenes eran órdenes.

    Aterrizar en Stuttgart era el paso más sencillo. Trasladarse por la ciudad hasta las instalaciones seguras era el reto...
    ❝ 𝐍𝐨 𝐯𝐨𝐥𝐯𝐞𝐫𝐞 𝐣𝐚𝐦𝐚𝐬... ❞  𝐴𝑒𝑟𝑜𝑝𝑢𝑒𝑟𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑆𝑡𝑢𝑡𝑡𝑔𝑎𝑟𝑡, 𝐴𝑙𝑒𝑚𝑎𝑛𝑖𝑎. 𝟷𝟶:𝟶𝟶 𝑝𝑚 𝐽𝑢𝑟𝑒́ 𝑎𝑞𝑢𝑒𝑙 𝑑𝜄́𝑎 𝑛𝑜 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟 𝑎 𝑝𝑜𝑛𝑒𝑟 𝑢𝑛 𝑝𝑖𝑒 𝑒𝑛 𝑙𝑎𝑠 𝑟𝑢𝑖𝑛𝑎𝑠 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑖𝑛𝑓𝑖𝑒𝑟𝑛𝑜 𝑝𝑒𝑟𝑠𝑜𝑛𝑎𝑙. 𝑀𝑢𝑦 𝑠𝑒𝑔𝑢𝑟𝑎 𝑑𝑒 𝑚𝑖𝑠 𝑝𝑎𝑙𝑎𝑏𝑟𝑎𝑠 𝑞𝑢𝑒 𝑒𝑟𝑎𝑛 𝑚𝑎́𝑠 𝑢𝑛 𝑗𝑢𝑟𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑙𝑎 𝑛𝑜𝑐𝘩𝑒 𝑞𝑢𝑒 𝘩𝑢𝜄́ 𝑠𝑖𝑛 𝑚𝑖𝑟𝑎𝑟 𝑎𝑡𝑟𝑎́𝑠. 𝑄𝑢𝑖𝑒́𝑛 𝑑𝑖𝑟𝜄́𝑎 𝑞𝑢𝑒 𝑐𝑖𝑟𝑐𝑢𝑛𝑠𝑡𝑎𝑛𝑐𝑖𝑎𝑠 𝑙𝑎𝑏𝑜𝑟𝑎𝑙𝑒𝑠 𝑚𝑒 𝑑𝑒𝑣𝑜𝑙𝑣𝑒𝑟𝜄́𝑎𝑛 𝑎 𝑑𝑜𝑛𝑑𝑒 𝑡𝑜𝑑𝑜 𝘩𝑎𝑏𝜄́𝑎 𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑑𝑜. —Más vale que ese peleador sea tan bueno como dicen... Masculló entre dientes a otro miembro de su equipo y este asintió en silencio tan irritado como ella. La logistica de aquel "movimiento" repentino tenía a todos en tensión. Su jefe había sido blanco de constantes ataques por grupos rivales y el traslado de un país a otro no era la idea más brillante, sin embargo, órdenes eran órdenes. Aterrizar en Stuttgart era el paso más sencillo. Trasladarse por la ciudad hasta las instalaciones seguras era el reto...
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  • El sol caía bajo, reflejando su luz dorada sobre la línea del horizonte, cuando Natasha Romanoff, la reconocida Viuda Negra, salió del helicóptero de transporte y pisó el terreno desconocido. Con el aire de un soldado experimentado, sus botas golpearon el suelo con la misma precisión que sus pensamientos. No era la primera vez que se encontraba en un lugar como ese, pero había algo diferente en la atmósfera. La sensación de estar lejos de su elemento habitual, en un campo de entrenamiento más grande y abierto que el habitual laberinto de oficinas y misiones secretas que conocía tan bien, le resultaba incómoda.

    Se detuvo un momento, observando el vasto campo de entrenamiento. Había camiones blindados estacionados a un lado, grupos de soldados que practicaban maniobras, y edificios industriales, algunos de ellos claramente destinados para entrenamientos avanzados. —Y dentro del aula que esperaba a sus instructores, los ojos de los inexperto alumnos brillaban de anticipación, sus posturas tensas, aprovechando la falta de presencia de sus docentes para intercambiar preguntas o tal. Todos sabían que sus nuevos instructores eran dos de los más experimentados soldados—.

    Natasha no sentía nervios, pero sí una cierta incomodidad, una incomodidad que no lograba disipar. Se pasó una mano por el cabello rojo, recogido en una coleta, y ajustó el chaleco táctico mientras avanzaba hacia el edificio principal. En sus pensamientos, había una serie de preguntas que se repetían, pero no había tiempo para reflexionar en ese momento. Lo único que necesitaba era concentrarse. Solo que hoy, se dio cuenta, no estaría sola. 𝗠𝗶𝗰𝗮𝗵 𝗥𝗮𝘃𝗲𝗻𝘀𝗰𝗿𝗼𝗳𝘁.

    El nombre había sido lo único que le habían dado. Un soldado experimentado con años de servicio, el que se encargaría de todo lo relacionado con la medicina de combate. Su mirada era la misma de siempre, calculadora, distante, pero esta vez, la sensación de estar acompañada la desconcertaba. No se le había informado mucho sobre él. Nada sobre su personalidad, su forma de enseñar, ni siquiera qué tan eficiente era en su especialidad. Solo sabía que era parte de este programa, y que compartiría la responsabilidad de enseñar a los nuevos reclutas con él.

    Caminaba hacia el edificio, distante a las miradas ajenas. La puerta de entrada se abrió automáticamente, y al instante, el ambiente cambió. Ya no estaba al aire libre. Ahora, estaba dentro de un espacio cerrado, de paredes grises y frías, lleno de largas pasarelas y pasillos desordenados.

    Al final de uno de esos pasillos, se encontraba él.

    El soldado estaba allí, de pie, en una esquina apartada del pasillo, en su uniforme de combate, ajustado a la perfección, no había nada que delatara su presencia más que su altura y su postura: erguida, seria, inquebrantable.

    Los pocos detalles que Natasha pudo captar desde su llegada fueron los suficientes para percatarse de que Micah no era un hombre de palabras. De hecho, no parecía tener ninguna intención de romper el silencio que parecía envolverlo.

    La mujer, aunque acostumbrada a trabajar con personas tan complejas como él, no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad. Pero no era una curiosidad complaciente; era más bien una necesidad de entender cómo, en este nuevo terreno, iba a encajar. ¿Cómo iba a trabajar con alguien que parecía tan… distante?

    Se acercó con paso firme, pero sin la urgencia que suele tener en las misiones. Un leve resoplido escapó de sus labios mientras recorría el pasillo. De reojo, observó los muros que les rodeaban.

    Finalmente, se acercó un poco más a él, hasta quedar a unos pasos de distancia. Se permitió un momento para evaluarlo con una mirada rápida y precisa, sus ojos se movieron con rapidez por su rostro, intentando descifrar cualquier cosa que pudiera indicarle algo sobre el hombre que tendría como compañero de instrucción.

    ──¿Micah Ravenscroft?

    Preguntó con un tono neutral, pero con una chispa de impaciencia que no pudo evitar esconder. El silencio de él le resultaba desconcertante. Estaba acostumbrada a la gente que no le temía a las palabras. ¿Por qué este hombre no respondía?

    Los ojos verde oliva y fríos del hombre, se encontraron con los de ella por un instante. Ella percibió o pensó que en el contrario no había miedo ni duda. Solo estaba… observando.

    "Supongo que tendré que trabajar con este silencio", pensó Natasha, sintiendo un leve tirón de frustración en su pecho. Pero rápidamente lo apartó de su mente. No tenía tiempo para juzgar, solo para actuar.
    ㅤㅤ
    [ Micah Ravenscroft ]
    El sol caía bajo, reflejando su luz dorada sobre la línea del horizonte, cuando Natasha Romanoff, la reconocida Viuda Negra, salió del helicóptero de transporte y pisó el terreno desconocido. Con el aire de un soldado experimentado, sus botas golpearon el suelo con la misma precisión que sus pensamientos. No era la primera vez que se encontraba en un lugar como ese, pero había algo diferente en la atmósfera. La sensación de estar lejos de su elemento habitual, en un campo de entrenamiento más grande y abierto que el habitual laberinto de oficinas y misiones secretas que conocía tan bien, le resultaba incómoda. Se detuvo un momento, observando el vasto campo de entrenamiento. Había camiones blindados estacionados a un lado, grupos de soldados que practicaban maniobras, y edificios industriales, algunos de ellos claramente destinados para entrenamientos avanzados. —Y dentro del aula que esperaba a sus instructores, los ojos de los inexperto alumnos brillaban de anticipación, sus posturas tensas, aprovechando la falta de presencia de sus docentes para intercambiar preguntas o tal. Todos sabían que sus nuevos instructores eran dos de los más experimentados soldados—. Natasha no sentía nervios, pero sí una cierta incomodidad, una incomodidad que no lograba disipar. Se pasó una mano por el cabello rojo, recogido en una coleta, y ajustó el chaleco táctico mientras avanzaba hacia el edificio principal. En sus pensamientos, había una serie de preguntas que se repetían, pero no había tiempo para reflexionar en ese momento. Lo único que necesitaba era concentrarse. Solo que hoy, se dio cuenta, no estaría sola. 𝗠𝗶𝗰𝗮𝗵 𝗥𝗮𝘃𝗲𝗻𝘀𝗰𝗿𝗼𝗳𝘁. El nombre había sido lo único que le habían dado. Un soldado experimentado con años de servicio, el que se encargaría de todo lo relacionado con la medicina de combate. Su mirada era la misma de siempre, calculadora, distante, pero esta vez, la sensación de estar acompañada la desconcertaba. No se le había informado mucho sobre él. Nada sobre su personalidad, su forma de enseñar, ni siquiera qué tan eficiente era en su especialidad. Solo sabía que era parte de este programa, y que compartiría la responsabilidad de enseñar a los nuevos reclutas con él. Caminaba hacia el edificio, distante a las miradas ajenas. La puerta de entrada se abrió automáticamente, y al instante, el ambiente cambió. Ya no estaba al aire libre. Ahora, estaba dentro de un espacio cerrado, de paredes grises y frías, lleno de largas pasarelas y pasillos desordenados. Al final de uno de esos pasillos, se encontraba él. El soldado estaba allí, de pie, en una esquina apartada del pasillo, en su uniforme de combate, ajustado a la perfección, no había nada que delatara su presencia más que su altura y su postura: erguida, seria, inquebrantable. Los pocos detalles que Natasha pudo captar desde su llegada fueron los suficientes para percatarse de que Micah no era un hombre de palabras. De hecho, no parecía tener ninguna intención de romper el silencio que parecía envolverlo. La mujer, aunque acostumbrada a trabajar con personas tan complejas como él, no pudo evitar sentir una punzada de curiosidad. Pero no era una curiosidad complaciente; era más bien una necesidad de entender cómo, en este nuevo terreno, iba a encajar. ¿Cómo iba a trabajar con alguien que parecía tan… distante? Se acercó con paso firme, pero sin la urgencia que suele tener en las misiones. Un leve resoplido escapó de sus labios mientras recorría el pasillo. De reojo, observó los muros que les rodeaban. Finalmente, se acercó un poco más a él, hasta quedar a unos pasos de distancia. Se permitió un momento para evaluarlo con una mirada rápida y precisa, sus ojos se movieron con rapidez por su rostro, intentando descifrar cualquier cosa que pudiera indicarle algo sobre el hombre que tendría como compañero de instrucción. ──¿Micah Ravenscroft? Preguntó con un tono neutral, pero con una chispa de impaciencia que no pudo evitar esconder. El silencio de él le resultaba desconcertante. Estaba acostumbrada a la gente que no le temía a las palabras. ¿Por qué este hombre no respondía? Los ojos verde oliva y fríos del hombre, se encontraron con los de ella por un instante. Ella percibió o pensó que en el contrario no había miedo ni duda. Solo estaba… observando. "Supongo que tendré que trabajar con este silencio", pensó Natasha, sintiendo un leve tirón de frustración en su pecho. Pero rápidamente lo apartó de su mente. No tenía tiempo para juzgar, solo para actuar. ㅤㅤ [ [M.C09] ]
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    En este post quiero aportar mis comentarios para seguir mejorando Twittrol.

    Inicio esto de la base que considero la plataforma una gran idea, con mucho potencial y que claramente mejora lo que puede ofrecer X.

    En cuanto a estructura la veo más que correcta, ya su idea fundamental es parecerse a X, al menos estéticamente, para que sea más familiar a lo ya conocido, y cumple con creces.

    Ya entrando en funcionalidades, los modos de publicación los veo bien, en cuanto a Público, Mencionados o Seguidores, como tiene X. Yo añadiría la opción del círculo, como la que tenía X y que quitaron gratuitamente sin motivo, le puede dar a Twittrol lo que tuvo X y que perdió cuando lo quitaron.
    Otro aspecto que introduciría sería la opción de publicar ON u OFF ROL, tal como está aquí, ya que lo veo útil.
    En cuanto al contenido NSFW, veo bien que exista la opción y le añadiría que por defecto difunime la imagen y que sea el usuario que decida si quiere verlo o no.

    En cuánto a la publicación de contenido, no se si sea posible incorporar las opciones que ya hay aquí, como starters, artículos, sagas, escenas de rol y demás.
    Pondría que se pueda mencionar a alguien cuando estás en su perfil y le das a postear, como en X.
    Permitiría crear grupos aunque sólo sean dos personas, ya que hay gente que separa las tramas (como yo).

    Estas son mis aportaciones en base a mi experiencia y cómo veo yo que funcionarían mejor las cosas.
    No sé hasta que punto se pueda o no hacer, pero dejo las ideas por si es posible hacerlas.

    He estado promocionando en X, pero la gente no es muy dada a moverse aunque les asegures que es mejor que lo tienen.

    Yo sólo busco un espacio donde pueda disfrutar sin limitaciones absurdas.
    En este post quiero aportar mis comentarios para seguir mejorando Twittrol. Inicio esto de la base que considero la plataforma una gran idea, con mucho potencial y que claramente mejora lo que puede ofrecer X. En cuanto a estructura la veo más que correcta, ya su idea fundamental es parecerse a X, al menos estéticamente, para que sea más familiar a lo ya conocido, y cumple con creces. Ya entrando en funcionalidades, los modos de publicación los veo bien, en cuanto a Público, Mencionados o Seguidores, como tiene X. Yo añadiría la opción del círculo, como la que tenía X y que quitaron gratuitamente sin motivo, le puede dar a Twittrol lo que tuvo X y que perdió cuando lo quitaron. Otro aspecto que introduciría sería la opción de publicar ON u OFF ROL, tal como está aquí, ya que lo veo útil. En cuanto al contenido NSFW, veo bien que exista la opción y le añadiría que por defecto difunime la imagen y que sea el usuario que decida si quiere verlo o no. En cuánto a la publicación de contenido, no se si sea posible incorporar las opciones que ya hay aquí, como starters, artículos, sagas, escenas de rol y demás. Pondría que se pueda mencionar a alguien cuando estás en su perfil y le das a postear, como en X. Permitiría crear grupos aunque sólo sean dos personas, ya que hay gente que separa las tramas (como yo). Estas son mis aportaciones en base a mi experiencia y cómo veo yo que funcionarían mejor las cosas. No sé hasta que punto se pueda o no hacer, pero dejo las ideas por si es posible hacerlas. He estado promocionando en X, pero la gente no es muy dada a moverse aunque les asegures que es mejor que lo tienen. Yo sólo busco un espacio donde pueda disfrutar sin limitaciones absurdas.
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  • [Aún recuerdo aquellas tardes solitarias de preparatoria, los hombres me excluían porqué era gorda y las mujeres no me hablaban por ser otaku. Apenas sostenía contacto con un par de personas y no entablé ninguna amistad profunda, solía ver como todos regresaban a sus casas con sus grupos de amigos, ir al karaoke o salir por un helado, mientras yo regresaba completamente sola, hacía tiempo antes de llegar a casa, iba a tiendas de Manga y videojuegos, después al llegar, le mentía a mi mamá diciéndole que estaba con mis amigas ¿Por qué? No quería molestarla más, ya se había enfrentado antes a mis compañeros de la secundaría porqué me bulleaban, debía resolver mi soledad por mi cuenta, además ella mantenía la casa mientras mi papá, bueno, el sólo bebía y trabajaba de vez en cuando. Se sienten lejanos esos días, pero a la vez, son recuerdos que me dejaron cicatrices ¿Algún día podré sanar? Llevar una vida normal, mi cuerpo cambió, pero yo... Yo sigo igual.]
    [Aún recuerdo aquellas tardes solitarias de preparatoria, los hombres me excluían porqué era gorda y las mujeres no me hablaban por ser otaku. Apenas sostenía contacto con un par de personas y no entablé ninguna amistad profunda, solía ver como todos regresaban a sus casas con sus grupos de amigos, ir al karaoke o salir por un helado, mientras yo regresaba completamente sola, hacía tiempo antes de llegar a casa, iba a tiendas de Manga y videojuegos, después al llegar, le mentía a mi mamá diciéndole que estaba con mis amigas ¿Por qué? No quería molestarla más, ya se había enfrentado antes a mis compañeros de la secundaría porqué me bulleaban, debía resolver mi soledad por mi cuenta, además ella mantenía la casa mientras mi papá, bueno, el sólo bebía y trabajaba de vez en cuando. Se sienten lejanos esos días, pero a la vez, son recuerdos que me dejaron cicatrices ¿Algún día podré sanar? Llevar una vida normal, mi cuerpo cambió, pero yo... Yo sigo igual.]
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    https://www.youtube.com/watch?v=3jV6TnBC2nk

    ///Bad Vibrations, una canción muy psicodélica, de esas que parecen que se andaban echando su buen viajecote, del grupo de "The Black Angels", que pensé que era más antiguo, pero resultó que debutó en 2004, pero por lo que veo son de esos grupos musicales que pasaron muy por debajo del radar, reduciéndose a un nicho de gente///
    https://www.youtube.com/watch?v=3jV6TnBC2nk ///Bad Vibrations, una canción muy psicodélica, de esas que parecen que se andaban echando su buen viajecote, del grupo de "The Black Angels", que pensé que era más antiguo, pero resultó que debutó en 2004, pero por lo que veo son de esos grupos musicales que pasaron muy por debajo del radar, reduciéndose a un nicho de gente///
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  • Decisiones:


    << Se econtraba sentado en la silla detrás del escritorio en su oficina, aún se encontraba en Cagliari resolviendo algunos asuntos en la tierra de su familia, si es que así se le podría llamar. Aunque no tenía queja alguna de su hermana Elisabetta, realmente había sido bastante cálida con él en todo este tiempo que se mantenía acoplandose al ritmo de la familia, lo cual era algo sutil aunque enérgico, totalmente diferente de lo distante y frívolo que podía ser en el territorio ruso. Ya habían tenido algunos asuntos que atender juntos, aunque no del todo directo ante la alianza que terminó recientemente. Una alianza que, superficialmente le era indiferente y , al igual que ellos, inútil pues no había mucho beneficio de ello para ambas familias.

    Pensaba las cosas mientras se mecía en aquella silla giratoria, de arriba a bajo en las posibilidades que resultarían de que su esposa tuviese aquella reliquia entre sus manos ¿Realmente sería de ayuda para ella? ¿Su memoria regresaría? ¿Cambiarían las cosas entre ellos?

    Por otra parte, estaban los asuntos internos, en los que tenía que continuar manejando el pequeño proyecto de expansión que estaba orquestando en las sombras. Los disturbios en Rusia por el control de territorio comenzaba a intensificarse desde que un sujeto llamado Kiev comenzó a manifestarse en La Mafia Roja, haciendose llamar heredero legítimo de todo lo que se había estipulado en la hermandad. Mientras que Giovanni había comenzado desde abajo, subiendo lentamente y cobrando algunos favores que todavía le debían a su abuelo, aún cuando fueran veteranos de guerra y retirados de la KGB.

    Tenía que regresar a Rusia antes de que su ausencia se notara y comenzaran las invasiones. Además parecía que aquel mencionado sujeto, estaba totalemente interesado en el territorio que el hijo de Niccólo había conseguido en tierras rusas. Seguramente una disputa entre padres que ahora los hijos heredarían. Eso le causaba cierta molestia, y paranoia al creer que en cualquier momento su territorio, todo el trabajo que había hecho hasta ahora le fuese arrebatado. Realmente no le importaba el legado de su padre, pero si el trabajo que había realizado.

    Su mente estaba hecha un caos, pero por fuera, mostraba una serenidad inquebrantable, una resiliencia que incluso se compararía con los mismo glaciares de Siberia y que esta misma se mostraba en el claro de su mirada, mirada que se mantenía fija y decidida.

    Buscaba la mejor manera de proceder hasta que, repentinamente, el timbre del teléfono fijo comenzó a sonar ¿Quién podría ser? Seguro alguno de sus hombres, pues sólo ellos tenían el número directo de aquella oficina. Hasta ahora recordaba que había mandado a Dimitri junto a Sergei de regreso a Rusia para encargarse de las operaciones allá. Si, seguro era alguno de ellos. Tomó el teléfono con pocos deseos para así contestar dicha llamada.

    — Привет... —

    Dijo secamente. Del otro lado era Dimitri, quien tras un par de días encargandose de todo en San Petersburgo comenzó a informar la situación. Todo se encontraba en orden. Sin embargo, la situación cambió cuando escuchó mencionar la confirmación de que Kiev estaba ascendiendo lentamente e invalidando a cada miembro de la "Hermandad", algo que sin duda se expresó en el rostro del hijo de Di Vincenzo, su entrecejo estaba ligeramente fruncido y con ello algo de ira comenzó a surgir desde la boca del estómago.

    La conversación continuó, o mejor dicho, el reporte, ya que Giovanni tan solo se limitaba a escuchar y asentir tenuemente.

    — Han surgido inconvenientes manteniendo el territorio, hemos encontrado algunos infiltrados de ciertos grupos... — informó Dimitri estando él en alguno de los almacenes de la propiedad del italoruso.
    — ¿Y qué estas esperando? Ya sabes qué hacer... — replicó Giovanni con indiferencia.
    — ¿Qué hacemos con los voluntarios que quieren unirse? — cuestionó su mano derecha.
    — No habrá ingresos hasta nuevo aviso. — dijo Giovanni determinante. — Somete a los nuevos reclutas a interrogatorio. Ya sabes lo demás. —
    — Llegó un pedido nuevo. — agregó Dimitri hacia su jefe.
    — выплюнь это... — comentó.
    — Solicitan la búsqueda de un desertor: Máxim Kusminov... abandonó su puesto como piloto llevando recursos a tropas Ucranianas... — informó el pedido.
    — Encuéntralo y mátalo. — Ordenó Gio mientras miraba por la ventana en dirección al acantilado donde había paseado alguna vez con su esposa. Tras ello la llamada terminó y éste continuó con su momento de reflexión.

    — Ya comenzó... — >>
    Decisiones: << Se econtraba sentado en la silla detrás del escritorio en su oficina, aún se encontraba en Cagliari resolviendo algunos asuntos en la tierra de su familia, si es que así se le podría llamar. Aunque no tenía queja alguna de su hermana Elisabetta, realmente había sido bastante cálida con él en todo este tiempo que se mantenía acoplandose al ritmo de la familia, lo cual era algo sutil aunque enérgico, totalmente diferente de lo distante y frívolo que podía ser en el territorio ruso. Ya habían tenido algunos asuntos que atender juntos, aunque no del todo directo ante la alianza que terminó recientemente. Una alianza que, superficialmente le era indiferente y , al igual que ellos, inútil pues no había mucho beneficio de ello para ambas familias. Pensaba las cosas mientras se mecía en aquella silla giratoria, de arriba a bajo en las posibilidades que resultarían de que su esposa tuviese aquella reliquia entre sus manos ¿Realmente sería de ayuda para ella? ¿Su memoria regresaría? ¿Cambiarían las cosas entre ellos? Por otra parte, estaban los asuntos internos, en los que tenía que continuar manejando el pequeño proyecto de expansión que estaba orquestando en las sombras. Los disturbios en Rusia por el control de territorio comenzaba a intensificarse desde que un sujeto llamado Kiev comenzó a manifestarse en La Mafia Roja, haciendose llamar heredero legítimo de todo lo que se había estipulado en la hermandad. Mientras que Giovanni había comenzado desde abajo, subiendo lentamente y cobrando algunos favores que todavía le debían a su abuelo, aún cuando fueran veteranos de guerra y retirados de la KGB. Tenía que regresar a Rusia antes de que su ausencia se notara y comenzaran las invasiones. Además parecía que aquel mencionado sujeto, estaba totalemente interesado en el territorio que el hijo de Niccólo había conseguido en tierras rusas. Seguramente una disputa entre padres que ahora los hijos heredarían. Eso le causaba cierta molestia, y paranoia al creer que en cualquier momento su territorio, todo el trabajo que había hecho hasta ahora le fuese arrebatado. Realmente no le importaba el legado de su padre, pero si el trabajo que había realizado. Su mente estaba hecha un caos, pero por fuera, mostraba una serenidad inquebrantable, una resiliencia que incluso se compararía con los mismo glaciares de Siberia y que esta misma se mostraba en el claro de su mirada, mirada que se mantenía fija y decidida. Buscaba la mejor manera de proceder hasta que, repentinamente, el timbre del teléfono fijo comenzó a sonar ¿Quién podría ser? Seguro alguno de sus hombres, pues sólo ellos tenían el número directo de aquella oficina. Hasta ahora recordaba que había mandado a Dimitri junto a Sergei de regreso a Rusia para encargarse de las operaciones allá. Si, seguro era alguno de ellos. Tomó el teléfono con pocos deseos para así contestar dicha llamada. — Привет... — Dijo secamente. Del otro lado era Dimitri, quien tras un par de días encargandose de todo en San Petersburgo comenzó a informar la situación. Todo se encontraba en orden. Sin embargo, la situación cambió cuando escuchó mencionar la confirmación de que Kiev estaba ascendiendo lentamente e invalidando a cada miembro de la "Hermandad", algo que sin duda se expresó en el rostro del hijo de Di Vincenzo, su entrecejo estaba ligeramente fruncido y con ello algo de ira comenzó a surgir desde la boca del estómago. La conversación continuó, o mejor dicho, el reporte, ya que Giovanni tan solo se limitaba a escuchar y asentir tenuemente. — Han surgido inconvenientes manteniendo el territorio, hemos encontrado algunos infiltrados de ciertos grupos... — informó Dimitri estando él en alguno de los almacenes de la propiedad del italoruso. — ¿Y qué estas esperando? Ya sabes qué hacer... — replicó Giovanni con indiferencia. — ¿Qué hacemos con los voluntarios que quieren unirse? — cuestionó su mano derecha. — No habrá ingresos hasta nuevo aviso. — dijo Giovanni determinante. — Somete a los nuevos reclutas a interrogatorio. Ya sabes lo demás. — — Llegó un pedido nuevo. — agregó Dimitri hacia su jefe. — выплюнь это... — comentó. — Solicitan la búsqueda de un desertor: Máxim Kusminov... abandonó su puesto como piloto llevando recursos a tropas Ucranianas... — informó el pedido. — Encuéntralo y mátalo. — Ordenó Gio mientras miraba por la ventana en dirección al acantilado donde había paseado alguna vez con su esposa. Tras ello la llamada terminó y éste continuó con su momento de reflexión. — Ya comenzó... — >>
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  • Sabías qué hay más de...

    1000 Starters
    1800 Artículos
    200 Clasificados
    140 Grupos
    100000 Publicaciones y creciendo día a día...

    ¡Encontrar rol hay en todos lados!

    Las herramientas y secciones están a tu disposición; busca, crea y comparte con otros personajes.
    Sabías qué hay más de... 1000 Starters 1800 Artículos 200 Clasificados 140 Grupos 100000 Publicaciones y creciendo día a día... ¡Encontrar rol hay en todos lados! Las herramientas y secciones están a tu disposición; busca, crea y comparte con otros personajes. :STK-93:
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    Fandom the walking dead
    Categoría Acción
    ❘ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 - Tess Callahan

    Era el comienzo de un nuevo día con un sol radiante y clima agradable. Daryl regresaba de la primera cacería de la mañana y no había regresado con las manos vacías, traía un ciervo adulto de buen peso con el tamaño ideal para alimentar a las nuevas bocas del grupo.

    Al verlo acercarse en su motocicleta con el ciervo a cuestas, Maggie y Glenn dieron la orden desde una de las torres de la prisión para que los demás les abrieran las puertas mientras que Carl junto a otro grupo, casi de su edad, corrían hacia la cerca donde los caminantes se amontonaban y los distraían para que no fuesen a moverse hacia la entrada.

    Una vez dentro de esa fortaleza improvisada, su grupo habitual le ayudo a quitarse de encima al animal y procedieron a llevárselo para cortarlo y racionarlo. Lo cual le daba algo de tiempo para desayunar y volver a salir a revisar las trampas en la parte oeste del bosque.

    “Parece que es tu día de suerte, quizás el nuevo grupo es nuestro trebol de cuatro hojas." Menciono Carol quien lo esperaba con un plato de huevos revueltos con tostadas.

    ──Si, me siento muy afortunado.── Respondió sarcástico pero con un deje de humor, el que siempre tenía cuando hablaba con Carol.

    Daryl recibió el plato y la siguió hasta el comedor comunitario que habían improvisado en el exterior. Mientras comía observaba al nuevo grupo convivir con su propio grupo, apenas habían llegado hace un día y parecía que se conocían de toda la vida aunque no tenían las mismas cualidades.

    El grupo que venía de Woodbury no eran útiles en las tareas del exterior. No los culpaba, el gobernador los había sobreprotegido hasta el punto que no sabían ni como sujetar un cuchillo pero se habían mostrado agradecidos y dispuestos a aprender para ser de ayuda.

    El arquero comía despacio, usando sus dedos para tomar los pequeños trozos de huevo. Observandolo todo pero disfrutando de ese pequeño instante de tranquilidad; de pronto, clavo la mirada en una de las mesas en el fondo. Allí había un grupo de mujeres remendando ropa, quizás habían elegido hacerlo para ayudar en algo, sentirse útiles pero eso no fue lo que le llamó la atención.

    ──Oye...── Llamó la atención de Carol y de forma discreta, le señaló a la muchacha que doblaba la ropa que ya había sido arreglada. ──¿No crees que deberías hablar con ella?... Ya sabes, por lo que menciono Rick anoche.── Carol ladeo el rostro, tomándose un tiempo para responder y luego asintió.

    "Iré a hablar con ella, se que lo se siente lidiar con alguien como su tío aunque también le preguntare si quiere darte una mano con las trampas en el bosque, le hará bien tomar un poco de aire fresco. " Antes de que Daryl pudiera protestar, Carol se había echado a correr en dirección a uno de los grupos que provenía de Woodbury y no le quedo más remedio que bufar antes terminarse el desayuno.

    ❘ 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐓𝐄𝐑 - [W00DBURYPEARL] Era el comienzo de un nuevo día con un sol radiante y clima agradable. Daryl regresaba de la primera cacería de la mañana y no había regresado con las manos vacías, traía un ciervo adulto de buen peso con el tamaño ideal para alimentar a las nuevas bocas del grupo. Al verlo acercarse en su motocicleta con el ciervo a cuestas, Maggie y Glenn dieron la orden desde una de las torres de la prisión para que los demás les abrieran las puertas mientras que Carl junto a otro grupo, casi de su edad, corrían hacia la cerca donde los caminantes se amontonaban y los distraían para que no fuesen a moverse hacia la entrada. Una vez dentro de esa fortaleza improvisada, su grupo habitual le ayudo a quitarse de encima al animal y procedieron a llevárselo para cortarlo y racionarlo. Lo cual le daba algo de tiempo para desayunar y volver a salir a revisar las trampas en la parte oeste del bosque. “Parece que es tu día de suerte, quizás el nuevo grupo es nuestro trebol de cuatro hojas." Menciono Carol quien lo esperaba con un plato de huevos revueltos con tostadas. ──Si, me siento muy afortunado.── Respondió sarcástico pero con un deje de humor, el que siempre tenía cuando hablaba con Carol. Daryl recibió el plato y la siguió hasta el comedor comunitario que habían improvisado en el exterior. Mientras comía observaba al nuevo grupo convivir con su propio grupo, apenas habían llegado hace un día y parecía que se conocían de toda la vida aunque no tenían las mismas cualidades. El grupo que venía de Woodbury no eran útiles en las tareas del exterior. No los culpaba, el gobernador los había sobreprotegido hasta el punto que no sabían ni como sujetar un cuchillo pero se habían mostrado agradecidos y dispuestos a aprender para ser de ayuda. El arquero comía despacio, usando sus dedos para tomar los pequeños trozos de huevo. Observandolo todo pero disfrutando de ese pequeño instante de tranquilidad; de pronto, clavo la mirada en una de las mesas en el fondo. Allí había un grupo de mujeres remendando ropa, quizás habían elegido hacerlo para ayudar en algo, sentirse útiles pero eso no fue lo que le llamó la atención. ──Oye...── Llamó la atención de Carol y de forma discreta, le señaló a la muchacha que doblaba la ropa que ya había sido arreglada. ──¿No crees que deberías hablar con ella?... Ya sabes, por lo que menciono Rick anoche.── Carol ladeo el rostro, tomándose un tiempo para responder y luego asintió. "Iré a hablar con ella, se que lo se siente lidiar con alguien como su tío aunque también le preguntare si quiere darte una mano con las trampas en el bosque, le hará bien tomar un poco de aire fresco. " Antes de que Daryl pudiera protestar, Carol se había echado a correr en dirección a uno de los grupos que provenía de Woodbury y no le quedo más remedio que bufar antes terminarse el desayuno.
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  • Miya 雅 星美

    Lumiere ─ Dos días después del «Gommage»


    La mirada del hombre estaba fija en la mujer que le acompañaba. Eran las 18:00 horas según el reloj en su bolsillo, el cuál miró tras un momento de meditación entre diálogos.

    ─Pienso que hay verdad en sus palabras, mon amie. Creo que usted ya está decidida plenamente. ¿Quién soy yo para negarme? ─ dijo en negación, pero en su rostro se dibujaba una sonrisa.
    ─ Muy bien, mon amie. Lo primero será ir con los expedicionarios para enlistarse. Según escuché, la próxima expedición saldrá en dos días.

    El hombre movió la cabeza en solicitando que le siguiera y comenzó a caminar en dirección al lado oeste del muelle.

    ─ Unos minutos después ─

    Llegaron al desembarco del muelle, dónde había una cantidad considerable de personas reunidas con ropajes de color negro, ataviados con un brazalete de tela en el bíceps con el número 33 bordado en dorado. Todos lucían muy jóvenes y alguno que otro mayor a los 30 años.
    Estaban platicando en grupos, algunos en solitario reflexivos, otros dando indicaciones, pero lo más llamativo era el navío de madera anclado en el muelle, con velas blancas.

    Verso se adelantó a hablar con un hombre de «color», quien rápidamente estrechó su mano. Tras unos instantes de plática, el otro hombre dedicó la mirada a la mujer.

    ─ Venga, mon amie ─ acompañó la frase con un ademán.
    [Miya011] Lumiere ─ Dos días después del «Gommage» La mirada del hombre estaba fija en la mujer que le acompañaba. Eran las 18:00 horas según el reloj en su bolsillo, el cuál miró tras un momento de meditación entre diálogos. ─Pienso que hay verdad en sus palabras, mon amie. Creo que usted ya está decidida plenamente. ¿Quién soy yo para negarme? ─ dijo en negación, pero en su rostro se dibujaba una sonrisa. ─ Muy bien, mon amie. Lo primero será ir con los expedicionarios para enlistarse. Según escuché, la próxima expedición saldrá en dos días. El hombre movió la cabeza en solicitando que le siguiera y comenzó a caminar en dirección al lado oeste del muelle. ─ Unos minutos después ─ Llegaron al desembarco del muelle, dónde había una cantidad considerable de personas reunidas con ropajes de color negro, ataviados con un brazalete de tela en el bíceps con el número 33 bordado en dorado. Todos lucían muy jóvenes y alguno que otro mayor a los 30 años. Estaban platicando en grupos, algunos en solitario reflexivos, otros dando indicaciones, pero lo más llamativo era el navío de madera anclado en el muelle, con velas blancas. Verso se adelantó a hablar con un hombre de «color», quien rápidamente estrechó su mano. Tras unos instantes de plática, el otro hombre dedicó la mirada a la mujer. ─ Venga, mon amie ─ acompañó la frase con un ademán.
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  • ╔═════-----------------------═════╗
    "Drakona fue, para mí, algo más que un simple clan o un hogar para dragones; fue un orgullo para nuestra especie. Surgido de un objeto de gran poder, la Piedra, que nos dio los montes para que varios grupos de escamosos se reunieran y posteriormente formarán una civilizaciones digna de su mención.

    Nosotros nos desarrollamos en un grupo concentrado, formamos una gran ciudad y una cultura que dejó un gran legado en estas tierras. La mayor civilización de dragones de las que se tiene registro; eso es algo a destacar.

    ¡A tiempos! ¡Si era un orgullo ver volar a un Drakeano entre las nubes y nuestros montes!

    Sin embargo desde que fuimos desterrados de nuestras propias tierras por miedo de otros, soy el único que actualmente responde a estas palabras: Por la Drakona, Por el Clan, Por la Piedra."
    ╚═════-----------------------═════╝
    — Diario del Guardian. Página 21.

    #DiarioDelGuardian
    ╔═════-----------------------═════╗ "Drakona fue, para mí, algo más que un simple clan o un hogar para dragones; fue un orgullo para nuestra especie. Surgido de un objeto de gran poder, la Piedra, que nos dio los montes para que varios grupos de escamosos se reunieran y posteriormente formarán una civilizaciones digna de su mención. Nosotros nos desarrollamos en un grupo concentrado, formamos una gran ciudad y una cultura que dejó un gran legado en estas tierras. La mayor civilización de dragones de las que se tiene registro; eso es algo a destacar. ¡A tiempos! ¡Si era un orgullo ver volar a un Drakeano entre las nubes y nuestros montes! Sin embargo desde que fuimos desterrados de nuestras propias tierras por miedo de otros, soy el único que actualmente responde a estas palabras: Por la Drakona, Por el Clan, Por la Piedra." ╚═════-----------------------═════╝ — Diario del Guardian. Página 21. #DiarioDelGuardian
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