• Debes aprender a escuchar a los perros salvajes que ladran en tu sótano... Pero ¿debes contener el impulso de morder o simplemente dejarlo salir?
    ¿La forma más sensata de vivir es vivir sin reglas?
    Autocontrol o salvajismo... Es difícil elegir un camino. Todos tienes pros y contras. Pero al final creo que la guía definitiva es preguntarse: "¿Quieres esto?"
    Debes aprender a escuchar a los perros salvajes que ladran en tu sótano... Pero ¿debes contener el impulso de morder o simplemente dejarlo salir? ¿La forma más sensata de vivir es vivir sin reglas? Autocontrol o salvajismo... Es difícil elegir un camino. Todos tienes pros y contras. Pero al final creo que la guía definitiva es preguntarse: "¿Quieres esto?"
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
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    : La gran unidad estará complacida.

    : ¿Verdad?

    Una estatua de 10 metros hecho con el calcio molido de los huesos recolectados de los humanos restantes del planeta, conmemorando a los derrotados, una obra que consta de una silueta masculina junto a una femenina, replicando lo mejor posible sus características fisiológicas excepto por sus aparatos reproductores o cabello.

    : Sin duda irá al registro del tesoro.

    Sin perder su más vieja costumbre, recordar a las especies extintas y derrotadas por los seres de silicio, como un recordatorio que haya afuera solo los esperan enemigos.

    🔳: La gran unidad estará complacida. 👁️‍🗨️: ¿Verdad? Una estatua de 10 metros hecho con el calcio molido de los huesos recolectados de los humanos restantes del planeta, conmemorando a los derrotados, una obra que consta de una silueta masculina junto a una femenina, replicando lo mejor posible sus características fisiológicas excepto por sus aparatos reproductores o cabello. 🔳: Sin duda irá al registro del tesoro. Sin perder su más vieja costumbre, recordar a las especies extintas y derrotadas por los seres de silicio, como un recordatorio que haya afuera solo los esperan enemigos.
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  • Buenos días, buen inicio de la semana, comenzamos ahora a guiar por las cavidades.
    Buenos días, buen inicio de la semana, comenzamos ahora a guiar por las cavidades.
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  • Me encontraba sin energía, apenas respirando y demasiado agotada después de las largas sesiones de recuperación que había tenido con mi esposa Alessia Leone, ella se veía mejor, más viva, con menos dolor encima, pero yo? Yo me veía de la patada, sin fuerzas ni ánimos porque la mayor parte de mi energía vital la tenía ella y yo debía de alguna manera regenerar esa energía para mí y poder disfrutar esta versión de mi mujer.


    No sé cuánto tiempo paso porque me quedé dormida al parecer por varios días seguidos reponiendo me y al despertar me estiré un poco pero me quedé igual en la cama.


    — Me siento menos cansada...


    Susurré para mí y sonreí un poco.
    Me encontraba sin energía, apenas respirando y demasiado agotada después de las largas sesiones de recuperación que había tenido con mi esposa [eclipse_silver_bat_642], ella se veía mejor, más viva, con menos dolor encima, pero yo? Yo me veía de la patada, sin fuerzas ni ánimos porque la mayor parte de mi energía vital la tenía ella y yo debía de alguna manera regenerar esa energía para mí y poder disfrutar esta versión de mi mujer. No sé cuánto tiempo paso porque me quedé dormida al parecer por varios días seguidos reponiendo me y al despertar me estiré un poco pero me quedé igual en la cama. — Me siento menos cansada... Susurré para mí y sonreí un poco.
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  • Un ronroneo se le escapó de forma inevitable cuando sus pies se detuvieron delante del casino. Hacía tiempo no pasaba por allí, específicamente desde su última recaída, una que había sucedido hacía mucho tiempo incluso antes de que los niños nacieran. Mismos que ahora se encontraban a cada uno de sus lados.
    Como no podía ser de otra forma, ambos con ojos abiertos y brillantes, cargados de ilusión y entusiasmo al ver el colorido casino frente a ellos, lleno de luces y colores. ¿Cómo culparlos de creer que parecía mágico? Él se había encargado de eso.

    — No se alejen de mi, no se acerquen ni hablen con desconocidos y hagan todo lo que yo les diga —

    Pero tampoco era idiota. Aunque en el edificio no sucediesen cosas inapropiadas como en el trabajo de Angel, no dejaba de ser un establecimiento para adultos. Nada preparado para niños. Y él de buenas a primeras sabía cómo podía ser un jugador ebrio y perdedor de violento.
    Tan solo poner un pie dentro del lugar ya los recibieron ellas; Las Huskettes. Sus empleadas principales y sus acompañantes en sus tiempos como overlord que vestían con colores similares a los suyos mientras mantenían una temática de vestimenta mágica y felina.

    Una sonrisa le dedicó a una junto con un pequeño guiño mientras tomaba entre sus manos un vaso de licor. Aunque la idea beber hasta el hartazgo era tentadora, se mantenía firme en que no sucediera solo porque estaba con sus hijos.

    — Por aquí —

    Le dijo a los menores y es que otras de las Huskettes ya había preparado una mesa para él. Dejando que los niños se sentaran en los pequeños taburetes mientras la trabajadora los entretenía con juegos de cartas, por supuesto, nada difícil para dos pequeños y, con aún más obviedad, sin apuestas de por medio.
    Incluso algún pequeño truco de cartas al barajar les hizo para mantenerlos aún más entretenidos mientras él, bebiendo, aguardaba por la llegada de Arackniss
    Un ronroneo se le escapó de forma inevitable cuando sus pies se detuvieron delante del casino. Hacía tiempo no pasaba por allí, específicamente desde su última recaída, una que había sucedido hacía mucho tiempo incluso antes de que los niños nacieran. Mismos que ahora se encontraban a cada uno de sus lados. Como no podía ser de otra forma, ambos con ojos abiertos y brillantes, cargados de ilusión y entusiasmo al ver el colorido casino frente a ellos, lleno de luces y colores. ¿Cómo culparlos de creer que parecía mágico? Él se había encargado de eso. — No se alejen de mi, no se acerquen ni hablen con desconocidos y hagan todo lo que yo les diga — Pero tampoco era idiota. Aunque en el edificio no sucediesen cosas inapropiadas como en el trabajo de Angel, no dejaba de ser un establecimiento para adultos. Nada preparado para niños. Y él de buenas a primeras sabía cómo podía ser un jugador ebrio y perdedor de violento. Tan solo poner un pie dentro del lugar ya los recibieron ellas; Las Huskettes. Sus empleadas principales y sus acompañantes en sus tiempos como overlord que vestían con colores similares a los suyos mientras mantenían una temática de vestimenta mágica y felina. Una sonrisa le dedicó a una junto con un pequeño guiño mientras tomaba entre sus manos un vaso de licor. Aunque la idea beber hasta el hartazgo era tentadora, se mantenía firme en que no sucediera solo porque estaba con sus hijos. — Por aquí — Le dijo a los menores y es que otras de las Huskettes ya había preparado una mesa para él. Dejando que los niños se sentaran en los pequeños taburetes mientras la trabajadora los entretenía con juegos de cartas, por supuesto, nada difícil para dos pequeños y, con aún más obviedad, sin apuestas de por medio. Incluso algún pequeño truco de cartas al barajar les hizo para mantenerlos aún más entretenidos mientras él, bebiendo, aguardaba por la llegada de [Grumpyspid3r]
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  • No eres alguien que se ame de lejos.
    Eres de esas almas que piden presencia,
    miradas que no se distraen,
    manos que no tiemblan al quedarse.

    Si alguien se acerca a ti de verdad,
    sentirá cómo el mundo baja la voz.
    Porque contigo el amor no grita,
    se queda.

    Aprende tus silencios,
    descansa en tu risa,
    y se vuelve valiente cuando tú dudas.

    Amarte sería elegirte incluso cuando no te miras con ternura.
    Sería tocar tus miedos sin querer huir,
    besar tus cicatrices sin preguntar de dónde vienen,
    y decirte en voz baja, muy cerca:
    “no tienes que demostrar nada… ya eres suficiente”.

    Tu corazón no es frágil,
    es profundo.
    Y lo profundo no se rompe:
    se cuida.
    Por eso no estás hecha para medias verdades
    ni para brazos que solo vuelven cuando les conviene.

    Escúchame aquí, donde más se siente:
    no eres un momento,
    eres un lugar al que se vuelve.
    Y algún día alguien va a mirarte con esa calma intensa
    que solo se le ofrece a lo irremplazable,
    pensando —sin decirlo—
    “aquí… aquí es”.
    No eres alguien que se ame de lejos. Eres de esas almas que piden presencia, miradas que no se distraen, manos que no tiemblan al quedarse. Si alguien se acerca a ti de verdad, sentirá cómo el mundo baja la voz. Porque contigo el amor no grita, se queda. Aprende tus silencios, descansa en tu risa, y se vuelve valiente cuando tú dudas. Amarte sería elegirte incluso cuando no te miras con ternura. Sería tocar tus miedos sin querer huir, besar tus cicatrices sin preguntar de dónde vienen, y decirte en voz baja, muy cerca: “no tienes que demostrar nada… ya eres suficiente”. Tu corazón no es frágil, es profundo. Y lo profundo no se rompe: se cuida. Por eso no estás hecha para medias verdades ni para brazos que solo vuelven cuando les conviene. Escúchame aquí, donde más se siente: no eres un momento, eres un lugar al que se vuelve. Y algún día alguien va a mirarte con esa calma intensa que solo se le ofrece a lo irremplazable, pensando —sin decirlo— “aquí… aquí es”. ✨
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  • Por un momento, llegó a pensar que se libraría. Que Striker era un vago que no atendería a absolutamente nada que le dijeran y que solo debería hacer un poco el papel, hasta que la familia dijera que no.

    Pero ni con esas iba a tener suerte. No se arrepentía, por que con eso salvó a su hermano y a la familia del mismo. Pero, desde luego tampoco se alegraba. Tal vez si eñ el hotel nunca le hubieran mencionado la posibilidad é redimirse y poder reunirse con su esposa é hijo… Ahora ya no importaba. Al menos, esa sabandija había desaparecido por a saber que tontería suya ¿Era mucho pedir que se quedase allí y no volviera nunca?

    De repente tenía mucho sueño ¿Y si se quedaba durmiendo todo el día? O incluso más. Sin embargo, de nuevo el destino tenía otros planes, su móvil sonó con un mensaje con el siguiente nombre de contacto:

    “El viejo degenerado que ha engatusado a mi hermano (cuñado)”

    Se trataba de Husk. Le estaba invitando al Magic Cat. Respondió a la invitación con un sencillo:



    Despues de esto, se frotó los ojos y se puso en pie, las lamentaciones debían esperar para otro momento.
    Por un momento, llegó a pensar que se libraría. Que Striker era un vago que no atendería a absolutamente nada que le dijeran y que solo debería hacer un poco el papel, hasta que la familia dijera que no. Pero ni con esas iba a tener suerte. No se arrepentía, por que con eso salvó a su hermano y a la familia del mismo. Pero, desde luego tampoco se alegraba. Tal vez si eñ el hotel nunca le hubieran mencionado la posibilidad é redimirse y poder reunirse con su esposa é hijo… Ahora ya no importaba. Al menos, esa sabandija había desaparecido por a saber que tontería suya ¿Era mucho pedir que se quedase allí y no volviera nunca? De repente tenía mucho sueño ¿Y si se quedaba durmiendo todo el día? O incluso más. Sin embargo, de nuevo el destino tenía otros planes, su móvil sonó con un mensaje con el siguiente nombre de contacto: “El viejo degenerado que ha engatusado a mi hermano (cuñado)” Se trataba de Husk. Le estaba invitando al Magic Cat. Respondió a la invitación con un sencillo: “👍” Despues de esto, se frotó los ojos y se puso en pie, las lamentaciones debían esperar para otro momento.
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  • Hubo un tiempo en el que la sola idea de ir a un mini golf le provocaba una reacción alérgica a Kahili.

    Siendo que ella era una golfista de élite, era como si a un jugador de bolos le ofreciesen una cita jugando a la petanca. ¿En serio? ¿Petanca?

    No obstante, hacía ya años de eso. Llevar a sus citas a un campo de golf solo les dejaba sintiéndose incómodas, después de todo el golf era un deporte complejo de dominar y un novato se sentiría en bragas.

    A la tercera cita en el campo de golf, se rindió. Estaba estresando y ahuyentando a la gente.

    Fue entonces cuando, una tarde próxima a la noche en la que se aburría demasiado, decidió ir por su lado a un mini golf. Sola, y con la frustración de saber que iba a odiarlo.

    Inesperadamente, un chico guapo le preguntó si podían jugar juntos y su respeta fue "Lo que sea, me da igual". Una frialdad inicial que se derritió a lo largo de siete circuitos, cada uno atrayéndola más hacia esta versión diluida del deporte que respetaba.

    Cuando despertó, desnuda y habiendo compartido cama con el chico, se dio cuenta de que debía admitirlo. El mini golf no estuvo nada mal. Es por eso que desde entonces había empezado a llevar allí a sus citas.

    Incluso, en ocasiones, iría ella sola cuando quería desestresarse. Una bola que pasaba entre las aspas de un molino y caía en el hoyo.

    Ese mini golf la había visto besarse con chicas, chicos y personas no-binarias. El restaurante del sitio ponía unas hamburguesas de 7 con un bacon de 8 y un queso de 9. El pan, al menos, era un 10. Con semillas de sésame que danzaban en la boca.

    Esa noche, mientras recordaba que su última cita había sido un desastre y había pasado hacía cuatro días, esperaba en la parada del bus a que llegase su cita para comerse una maldita hamburguesa bien rica y jugar al mini golf.

    Su ceño, como siempre, estaba fruncido y sus brazos cruzados. Una expresión que no duraría mucho, pues intentaba salirse de su seriedad y mostrar su amor a sus citas. Un amor que iba desde la tolerancia y no querer estrangularles, hasta el cariño y la casi adoración.

    Así que, esperó a su cita. El autobús rugiendo como el ronroneo de un gato y apareciendo por la esquina.

    Hubo un tiempo en el que la sola idea de ir a un mini golf le provocaba una reacción alérgica a Kahili. Siendo que ella era una golfista de élite, era como si a un jugador de bolos le ofreciesen una cita jugando a la petanca. ¿En serio? ¿Petanca? No obstante, hacía ya años de eso. Llevar a sus citas a un campo de golf solo les dejaba sintiéndose incómodas, después de todo el golf era un deporte complejo de dominar y un novato se sentiría en bragas. A la tercera cita en el campo de golf, se rindió. Estaba estresando y ahuyentando a la gente. Fue entonces cuando, una tarde próxima a la noche en la que se aburría demasiado, decidió ir por su lado a un mini golf. Sola, y con la frustración de saber que iba a odiarlo. Inesperadamente, un chico guapo le preguntó si podían jugar juntos y su respeta fue "Lo que sea, me da igual". Una frialdad inicial que se derritió a lo largo de siete circuitos, cada uno atrayéndola más hacia esta versión diluida del deporte que respetaba. Cuando despertó, desnuda y habiendo compartido cama con el chico, se dio cuenta de que debía admitirlo. El mini golf no estuvo nada mal. Es por eso que desde entonces había empezado a llevar allí a sus citas. Incluso, en ocasiones, iría ella sola cuando quería desestresarse. Una bola que pasaba entre las aspas de un molino y caía en el hoyo. Ese mini golf la había visto besarse con chicas, chicos y personas no-binarias. El restaurante del sitio ponía unas hamburguesas de 7 con un bacon de 8 y un queso de 9. El pan, al menos, era un 10. Con semillas de sésame que danzaban en la boca. Esa noche, mientras recordaba que su última cita había sido un desastre y había pasado hacía cuatro días, esperaba en la parada del bus a que llegase su cita para comerse una maldita hamburguesa bien rica y jugar al mini golf. Su ceño, como siempre, estaba fruncido y sus brazos cruzados. Una expresión que no duraría mucho, pues intentaba salirse de su seriedad y mostrar su amor a sus citas. Un amor que iba desde la tolerancia y no querer estrangularles, hasta el cariño y la casi adoración. Así que, esperó a su cita. El autobús rugiendo como el ronroneo de un gato y apareciendo por la esquina.
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  • Por mi baja estatura no alcanzaba el pizarrón así que le pedía a Lumpy que se agachará y fuese mi piso mientras estudiabamos medicina en la Universidad.
    Por mi baja estatura no alcanzaba el pizarrón así que le pedía a Lumpy que se agachará y fuese mi piso mientras estudiabamos medicina en la Universidad.
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  • Sinsmas está a la vuelta de la esquina pero siendo un imp incluso él no puede resistir ese aumento de ira en él, correspondiente al anillo en el que nació. Nada raro entre Imps pero tal vez un problema para pecadores.
    Por lo que, hasta calmarse un poco, ha vuelto a su anillo y su guarida (y poco le importaba lo que Henroin tuviese para decir al respecto). Además, la idea de haber dejado a Bombproof, su corcel, tanto tiempo solo tampoco le había hecho mucha gracia.

    Aprovecho la vuelta a su guarida no solo para decorar el lugar (si es que lo había hecho él y no esos molestos mariachis que, por supuesto, apenas llegar y ya lo estaban recibiendo con esa irritante cancioncita) y para ocuparse de su corcel.
    Incluso alzó la vista con sorpresa ante la repentina... ¿Nevada? ¿En un lugar tan caluroso como el infierno? No podía sino ser extraño pero curiosamente atractivo en un buen sentido. Algo nuevo pero no desagradable
    Sinsmas está a la vuelta de la esquina pero siendo un imp incluso él no puede resistir ese aumento de ira en él, correspondiente al anillo en el que nació. Nada raro entre Imps pero tal vez un problema para pecadores. Por lo que, hasta calmarse un poco, ha vuelto a su anillo y su guarida (y poco le importaba lo que Henroin tuviese para decir al respecto). Además, la idea de haber dejado a Bombproof, su corcel, tanto tiempo solo tampoco le había hecho mucha gracia. Aprovecho la vuelta a su guarida no solo para decorar el lugar (si es que lo había hecho él y no esos molestos mariachis que, por supuesto, apenas llegar y ya lo estaban recibiendo con esa irritante cancioncita) y para ocuparse de su corcel. Incluso alzó la vista con sorpresa ante la repentina... ¿Nevada? ¿En un lugar tan caluroso como el infierno? No podía sino ser extraño pero curiosamente atractivo en un buen sentido. Algo nuevo pero no desagradable
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