• A diferencia de Yuka, Kazuha es una joven gentil, amable, suele preocuparse por los demás, es un tanto inocente por ello es que algunos enemigos se han aprovechado de su misma nobleza para manipularla. Por lo que Yuka deliberadamente toma el control de su cuerpo cuando las situaciones son realmente peligrosas.

    https://www.youtube.com/watch?v=DNxNXNxaUQk
    A diferencia de Yuka, Kazuha es una joven gentil, amable, suele preocuparse por los demás, es un tanto inocente por ello es que algunos enemigos se han aprovechado de su misma nobleza para manipularla. Por lo que Yuka deliberadamente toma el control de su cuerpo cuando las situaciones son realmente peligrosas. https://www.youtube.com/watch?v=DNxNXNxaUQk
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  • ⠀⠀"En la cima, siempre estarás solo", una frase que atesoró al paso de los siglos, porque su verdad siempre fue absoluta. Desde que tiene memoria, y sus talentos afloraron en batalla, no había piedra u obstáculo que no pudiera domar.

    ⠀⠀Su cabellera, blanca y pura, se teñía en carmesí de forma habitual, el denso ambiente tribal de una salvaje naturaleza, incluso más que un puma; la humana. En constante crecimiento, una marea que no paraba de arrasar con todo, barcos, enemigos y... amigos.

    ⠀⠀Clavaba su espada, tallada en hueso y marcada con el espiral de su gente, en un macabro suelo, tierra húmeda rodeada de gente que alguna vez compartió sus ideales, otros se oponían y otros simplemente querían huir, pero incautos del peligro quedaron atrapados. No sentía remordimientos por almas que no escogieron morir, pero sí se sentía celoso, de aquellos que aun podían experimentar la adrenalina de la muerte cercana. De un combate que hirviera la sangre, y callara los pensamientos.
    ⠀⠀Pero eso se había ido. Una imagen tan vívida de una añoranza, un recuerdo feliz que jamás llegó.

    ⠀⠀Despertó. Aturdido por el sueño prolongado, tardada había sido aquella sesión de meditación que se enfrascó en el mundo de lo onírico. Su mente comenzó a confabular, pero esa pradera solitaria, solo iluminada por un atardecer familiar.

    ⠀⠀Justo como el de ese recuerdo...

    ⠀⠀Qué dicha aquellos que podían morir dándolo todo. Pero no era su caso, tendría que seguir buscando, y lo haría. Porque no había propósito más grande que su ego.
    ⠀⠀El fantasma del pueblo calchaquí se levantó de su cama de hojas, tomó su saco y continuó su camino.

    ⠀⠀Un rumbo incierto que esperaba, lo llevara a vivir combates impresionantes.




    ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀⠀"En la cima, siempre estarás solo", una frase que atesoró al paso de los siglos, porque su verdad siempre fue absoluta. Desde que tiene memoria, y sus talentos afloraron en batalla, no había piedra u obstáculo que no pudiera domar. ⠀⠀Su cabellera, blanca y pura, se teñía en carmesí de forma habitual, el denso ambiente tribal de una salvaje naturaleza, incluso más que un puma; la humana. En constante crecimiento, una marea que no paraba de arrasar con todo, barcos, enemigos y... amigos. ⠀⠀Clavaba su espada, tallada en hueso y marcada con el espiral de su gente, en un macabro suelo, tierra húmeda rodeada de gente que alguna vez compartió sus ideales, otros se oponían y otros simplemente querían huir, pero incautos del peligro quedaron atrapados. No sentía remordimientos por almas que no escogieron morir, pero sí se sentía celoso, de aquellos que aun podían experimentar la adrenalina de la muerte cercana. De un combate que hirviera la sangre, y callara los pensamientos. ⠀⠀Pero eso se había ido. Una imagen tan vívida de una añoranza, un recuerdo feliz que jamás llegó. ⠀⠀Despertó. Aturdido por el sueño prolongado, tardada había sido aquella sesión de meditación que se enfrascó en el mundo de lo onírico. Su mente comenzó a confabular, pero esa pradera solitaria, solo iluminada por un atardecer familiar. ⠀⠀Justo como el de ese recuerdo... ⠀⠀Qué dicha aquellos que podían morir dándolo todo. Pero no era su caso, tendría que seguir buscando, y lo haría. Porque no había propósito más grande que su ego. ⠀⠀El fantasma del pueblo calchaquí se levantó de su cama de hojas, tomó su saco y continuó su camino. ⠀⠀Un rumbo incierto que esperaba, lo llevara a vivir combates impresionantes. ⠀ ⠀ ⠀ ⠀ ⠀
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  • ORGANIZANDO PLAN DE RESCATE

    Narración: Aikaterine reunió a Sana y Fauna para una importante misión, una miembro del consejo ha sido raptada por enemigos sumamente poderosos, no se sabe qué intenciones tienen y qué es lo que buscan, el caso es bajo ninguna circunstancia dejarán ir fácilmente a Baelz, durante dicha conversación Fauna sugirió que necesitarían refuerzos para organizar esta investigación y sobre todo rescatar a Baelz, debido a que si pudieron secuestrar a una de ellas, entonces están hablando de enemigos que tranquilamente podrían acabar con ellas, entonces es ahí cuando a una de ellas se le ocurrió recurrir a dos Deidades más que podrían ser de mucha ayuda en esta misión, sobre todo para encontrar pista sobre donde tienen a Baelz.

    Aikaterine Ouro
    Tsukumo Sana Espacio
    Serithra
    Dohanna
    ORGANIZANDO PLAN DE RESCATE Narración: Aikaterine reunió a Sana y Fauna para una importante misión, una miembro del consejo ha sido raptada por enemigos sumamente poderosos, no se sabe qué intenciones tienen y qué es lo que buscan, el caso es bajo ninguna circunstancia dejarán ir fácilmente a Baelz, durante dicha conversación Fauna sugirió que necesitarían refuerzos para organizar esta investigación y sobre todo rescatar a Baelz, debido a que si pudieron secuestrar a una de ellas, entonces están hablando de enemigos que tranquilamente podrían acabar con ellas, entonces es ahí cuando a una de ellas se le ocurrió recurrir a dos Deidades más que podrían ser de mucha ayuda en esta misión, sobre todo para encontrar pista sobre donde tienen a Baelz. [Mercenary1x] [blaze_titanium_scorpion_916] [Sun_Goddess] [moon_energy_goddess]
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  • Quizas el hechizo funciono que lanze , quizas ya nadie me recuerde es como si nunca existi .... odio esta parte de mi sencible, tristan te deseo lo mejor con presea y los demas igual ya que seremos enemigos.
    Quizas el hechizo funciono que lanze , quizas ya nadie me recuerde es como si nunca existi .... odio esta parte de mi sencible, tristan te deseo lo mejor con presea y los demas igual ya que seremos enemigos.
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  • No debes caer con sentimientos y necesarios nyx era la nieva goberbate de la oscuridas la que aras las que los enemigos tiembre ante ti .
    No debes caer con sentimientos y necesarios nyx era la nieva goberbate de la oscuridas la que aras las que los enemigos tiembre ante ti .
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  • Se muy bien es tener ese odio y rencor ..... es lo que nos da fuerza en esta a ocuridad pero no estamos solos , la curidad es nuestro alido y nuestros enemigos , cairan y la esperanza desaparecera.
    Se muy bien es tener ese odio y rencor ..... es lo que nos da fuerza en esta a ocuridad pero no estamos solos , la curidad es nuestro alido y nuestros enemigos , cairan y la esperanza desaparecera.
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  • El Rey de los Zora patrullaba su reino como de costumbre, procurando que todo estuviera en orden. Si bien el dominio no era precisamente el blanco principal de los enemigos, como monarca se aseguraba de mantener cualquier amenaza lejos de su gente.

    Los moblins y algunos lizalfos solían reunirse un poco después del puente, una zona considerablemente alejada del Dominio Zora; aun así, era sensato mantenerla despejada. Los viajeros que transitaban por esos caminos podían verse en aprietos si eran emboscados, y como buen anfitrión, Sidon velaba también por el bienestar de quienes visitaban su hogar.

    Con eso en mente, avanzó sigilosamente hacia la zona para cerciorarse de que estuviera libre de monstruos. Su respiración se volvió más suave y controlada a medida que se adentraba en la espesura, cuidando de no producir ningún ruido que delatara su presencia.

    Su mirada afilada examinó el perímetro, atento a cualquier señal inusual o a un movimiento sospechoso entre los arbustos. Pasados unos minutos, todo parecía en orden… hasta que, de reojo, distinguió un brillo que se deslizaba rápidamente cerca de la maleza.

    Un leve suspiro escapó de él, casi inaudible, mientras su cuerpo se tensaba instintivamente. Esperaba que no se tratara de uno de esos magos elementales. Sabía que podría enfrentarlos, pero resultaban adversarios especialmente fastidiosos con su manía de desaparecer y reaparecer sin aviso.

    El rey se acercó con cautela, lanza en mano y listo para atacar de ser necesario. Su respiración, ahora más contenida, acompañaba cada paso. Pero, como si aquellos destellos advirtieran su presencia, huyeron de inmediato, sorprendiéndolo al punto de parpadear, perplejo, ante esa reacción.

    Una vez pasada la sorpresa, el zora rojo siguió el destello casi por instinto. A la derecha, luego a la izquierda y otra vez a la derecha, hasta finalmente lograr bloquearle el paso.

    Entonces ocurrió algo inesperado. Del brillo misterioso se materializó un pequeño korok que flotaba gracias a unas hojas. Por un instante, los ojos de Sidon se abrieron apenas más, y la cola de su cabeza se elevó con un movimiento leve, reflejando la genuina emoción que le produjo el encuentro.

    —¿Recibiré alguna clase de recompensa por encontrarte? —preguntó con curiosidad sincera.

    El korok respondió con un suave sonido y, acto seguido, materializó una corona de flores sobre la cabeza del monarca. La cola de Sidon volvió a moverse con un pequeño vaivén alegre, mientras una cálida sonrisa se dibujaba en su rostro ante tan encantador gesto.
    El Rey de los Zora patrullaba su reino como de costumbre, procurando que todo estuviera en orden. Si bien el dominio no era precisamente el blanco principal de los enemigos, como monarca se aseguraba de mantener cualquier amenaza lejos de su gente. Los moblins y algunos lizalfos solían reunirse un poco después del puente, una zona considerablemente alejada del Dominio Zora; aun así, era sensato mantenerla despejada. Los viajeros que transitaban por esos caminos podían verse en aprietos si eran emboscados, y como buen anfitrión, Sidon velaba también por el bienestar de quienes visitaban su hogar. Con eso en mente, avanzó sigilosamente hacia la zona para cerciorarse de que estuviera libre de monstruos. Su respiración se volvió más suave y controlada a medida que se adentraba en la espesura, cuidando de no producir ningún ruido que delatara su presencia. Su mirada afilada examinó el perímetro, atento a cualquier señal inusual o a un movimiento sospechoso entre los arbustos. Pasados unos minutos, todo parecía en orden… hasta que, de reojo, distinguió un brillo que se deslizaba rápidamente cerca de la maleza. Un leve suspiro escapó de él, casi inaudible, mientras su cuerpo se tensaba instintivamente. Esperaba que no se tratara de uno de esos magos elementales. Sabía que podría enfrentarlos, pero resultaban adversarios especialmente fastidiosos con su manía de desaparecer y reaparecer sin aviso. El rey se acercó con cautela, lanza en mano y listo para atacar de ser necesario. Su respiración, ahora más contenida, acompañaba cada paso. Pero, como si aquellos destellos advirtieran su presencia, huyeron de inmediato, sorprendiéndolo al punto de parpadear, perplejo, ante esa reacción. Una vez pasada la sorpresa, el zora rojo siguió el destello casi por instinto. A la derecha, luego a la izquierda y otra vez a la derecha, hasta finalmente lograr bloquearle el paso. Entonces ocurrió algo inesperado. Del brillo misterioso se materializó un pequeño korok que flotaba gracias a unas hojas. Por un instante, los ojos de Sidon se abrieron apenas más, y la cola de su cabeza se elevó con un movimiento leve, reflejando la genuina emoción que le produjo el encuentro. —¿Recibiré alguna clase de recompensa por encontrarte? —preguntó con curiosidad sincera. El korok respondió con un suave sonido y, acto seguido, materializó una corona de flores sobre la cabeza del monarca. La cola de Sidon volvió a moverse con un pequeño vaivén alegre, mientras una cálida sonrisa se dibujaba en su rostro ante tan encantador gesto.
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  • ┉ Para vencer. ¿A quiénes?. A nuestros enemigos dirán muchos, cuando la batalla más larga es contra nosotros mismos, en ella; dónde pierdes más de lo que ganas, de las que muchos han resultado derrotados. ┉
    ┉ Para vencer. ¿A quiénes?. A nuestros enemigos dirán muchos, cuando la batalla más larga es contra nosotros mismos, en ella; dónde pierdes más de lo que ganas, de las que muchos han resultado derrotados. ┉
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  • La batalla contra unos de los enemigos más letales que ha afrontado el Universo, ha sido devastadora. Parecía el fin, pero la furia del Sol, producto de las pérdidas de esta batalla de todos sus Guardianes y Guerreros que dejaron la vida por proteger el Universo de un ser de Energía que representa el Vacío, gracias a la Furia Solar, ha provocado que no me rindiera ante el enemigo de tal magnitud. Sin embargo, ese poder y desgaste del mismo trajo consecuencias. A pesar de haber debilitado lo suficiente al enemigo, provocó que estuviera sellada y dormida por tiempo indefinido, la única forma de volver a aparecer, era que me invocaran en otro planeta que requiera estar en un peligro mayor, pero que prometí volver con más poder del que tenía, ya que el Sol descansaría y recargaría todas sus energías luego de aquella feroz batalla.
    La batalla contra unos de los enemigos más letales que ha afrontado el Universo, ha sido devastadora. Parecía el fin, pero la furia del Sol, producto de las pérdidas de esta batalla de todos sus Guardianes y Guerreros que dejaron la vida por proteger el Universo de un ser de Energía que representa el Vacío, gracias a la Furia Solar, ha provocado que no me rindiera ante el enemigo de tal magnitud. Sin embargo, ese poder y desgaste del mismo trajo consecuencias. A pesar de haber debilitado lo suficiente al enemigo, provocó que estuviera sellada y dormida por tiempo indefinido, la única forma de volver a aparecer, era que me invocaran en otro planeta que requiera estar en un peligro mayor, pero que prometí volver con más poder del que tenía, ya que el Sol descansaría y recargaría todas sus energías luego de aquella feroz batalla.
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  • 𝙞𝙛 𝙬𝙚 𝙙𝙤𝙣'𝙩 𝙚𝙣𝙙 𝙬𝙖𝙧, 𝙬𝙖𝙧 𝙬𝙞𝙡𝙡 𝙚𝙣𝙙 𝙪𝙨.
    Fandom The Boys
    Categoría Acción
    El sol de mediodía iluminaba la enorme bandera estadounidense pulcramente estirada y anclada en el escenario con el fin de ser el fondo en una de las últimas presentaciones del soldado favorito de América en ese lugar.

    Estados Unidos se proclamaba vencedor de la guerra, confiados en que Alemania aun estaba intentado componerse de la paliza que habían recibido. El hecho de que su mejor arma humana estuviese en Bayeux, no solo tranquilizaba a las personas de ese lugar, también dejaba una buena imagen del gobierno ante el mundo, con tal de hacerles creer que ellos eran los buenos del cuento cuando en realidad eran iguales o peores que sus enemigos.

    La prueba viviente de ello, estaba conformado por Ben a la cabeza y sus bailarinas, sin contar con el despilfarro de miles de dólares en sonido, iluminación, confeti y fuegos artificiales que bien podrían haber sido utilizados para ayudar a quienes decían proteger.

    Detrás de la imponente estructura de hierros ensamblados, montaron un par de carpas para uso exclusivo. Seis en total contando la del super, su equipo y la de las enfermeras. En esos eventos nunca faltaban los que se desmayaban, los que se golpeaban un ojo por accidente al tratar de descorchar una botella por cual utinselio no apto para esa tarea. Sin contar la cantidad de niños que se golpeaban entre ellos o se raspaban las rodillas tratando de imitar las piruetas que hacía su héroe favorito sobre el escenario a pesar que por contrato tuviera que decir la clásica frase: No intenten hacer esto en casa.

    Vought decidio ser lo más precavido posible y poner a disposición un lugar en el que tratar los accidentes tontos antes de que pudieran costarles la imagen que tanto se esforzaban por cuidar.

    Pese a ser temprano, ese sector en la plaza principal era el más caótico del pueblo. Todo mundo tenía prisa, todo el personal del evento corría de un lado a otro buscando y trayendo cosas mientras que otros se abocaban a una única tarea. El nuevo asistente de Ben entro en la carpa del super y le dejo el informe en el perchero junto a una segunda opción de vestuario para que escogiera cual usar aunque cambiar de uniforme en ese momento era algo osado cuando todos en ese lugar ya estaban acostumbrados a su uniforme clásico.

    El hombre se acerco hasta el tocador y le entrego una copia del programa del evento, lo dejo sobre la superficie de madera. El super bajo la mirada hacia el papel y sin mucho ánimo busco su horario, era quien cerraba el evento, lo cual le daba exactamente igual. Sus presentaciones no varíaban mucho entre si, lo único que importaba era lo que decía, el mensaje esperanzador que les daba.

    Su trabajo era mantener fuerte la mente de quienes habían elegido dar la vida por su país y para quienes habían esperado su regreso. Abuelas, madres, hermanas, esposas, hijas; hijos, padres, abuelos, hermanos, tíos... Todos ellos habían aportado su grano de arena en la guerra, no era un trabajo fácil convencer a las masas de que lo peor ya había pasado y Ben comenzaba a sospechar el motivo por el cual permanecía en ese lugar, no era por agradar a la prensa o al público en general, deseaba equivocarse pero algo le decía que esperaban un contrataque.

    Sin embargo, no pensaba demasiado en eso. Creía que su nombre artístico era suficiente para mantener al enemigo alejado, nadie es su sano juicio enviaría a sus soldados a darle pelea a un hombre con una fuerza descomunal, no por nada la prensa lo llamaban el Sansón moderno.

    Por otro lado, se sentía egoísta al no pensar en todas esas personas que creían y confiaban en él. Lo único en lo que pensaba era en una mujer, en Vanya, era su primer pensamiento al despertar y el último antes de dormir, todo giraba alredor de ella y era el único motivo porque el cual estaba feliz de permanecer en Bayeux porque si la guerra terminaba, ambos tendrían que tomar caminos diferentes y era probable que no volvieran a verse jamás.

    Quito la vista del papel cuando se dio cuenta de que lo había pasado demasiado tiempo mirándolo, aunque había dejado de lado las drogas, no quería que su asistente pensara que había desayunado un coctel de polvos blancos en la previa del show.

    ──¿Necesitas algo más? ¿Quieres que te traiga algo de comer o beber? ── Pregunto el hombre mirando a soldier boy en el reflejo del espejo.

    Ben estaba harto de los asistentes. Y si, era su culpa que los cambiaran rápido aunque este le caía un poco mejor que los anteriores. Hacía lo que le pedía, hablaba poco, no hacía preguntas estúpidas, no le cuestionaba nada; solo cumplía con los caprichos del super y eso, ya era ganancia.

    ──Ahora que lo preguntas, si... Necesito algo más. ¿Larry, verdad? ── Giro el cuerpo sobre la silla y apoyo el brazo sobre el respaldo, mirándolo directo a los ojos.

    ──Soy... Harry... Pero no importa, dime que necesitas ── Avanzo un paso más, sosteniendo una libreta que le quedaba minúscula en sus manos regordetas, evitando el contacto visual.

    En el rostro del super se dibujo una pequeña sonrisa, bien disimulada. Siempre que veía a su nuevo asistente no podía evitar imaginarlo como Gus, el ratón panzon de la película Cenicienta pero no lo decía en voz alta, gracias a Vanya había dejado de ser tan cruel con los demás.

    Harry apoyo el lápiz sobre la hoja en blanco, listo para apuntar lo que saliera de los labios del héroe.

    ──Desperte con un incómodo dolor de muelas, Harry. ¿Podrías pedirle a una de las enfermeras que me revise? Quiero estar comodo para el show ── El asiente asintió varias veces, escribiendo quien sabe que.

    Ben prosiguió, procurando hacerse el desentendido para tratar de traer a Vanya a su carpa pero cuidando de no exponerla, de no exponerlos a los dos, pero su deseo por verla antes del show era mayor que cualquier otra necesidad.

    Recurrio a una táctica ya aplicada antes y que funcionaba bien, pedir a las enfermeras que eran amigas de Vanya para que ellas enviaran a la pelirroja en su lugar; una regla no impuesta, como una especie de pacto entre ellas y él para que pudiera ver a su amada.

    ──Pregunta por Mona en la enfermería, es quien me revisa a veces. Tiene conocimiento en estas cosas de supers, pero si no me crees puedes hablar con alguien de vought ── Dejo esa última propuesta en el aire y giro de nuevo hacia el espejo, acercando al centro de la mesa lo que iba a utilizar para afeitarse.

    Por supuesto que Ben no era idiota, sabía que Harry no iba a preguntarle nada a nadie. En ese lugar, pedir hablar directamente con alguien de vought por algo sin relevancia, era un sinónimo de despido inmediato y al parecer el sujeto quería mucho ese empleo.

    El asistente no dijo nada, se marcho de la carpa decidido a cumplir con la petición del super soldado. No tuvo problemas en dar con la enfermería, era la única carpa de color blanco con una cruz roja en un costado.

    Al entrar, vio a un grupo de mujeres alistando algunas camillas y acomodando en una mesa lo necesario para curar heridas.

    ──Buenas tardes, disculpen las interrupción pero... ── Levanto la voz mientras se adentraba en la carpa, leyó una vez más el nombre que tenía anotado en el papel y clavo la vista en el grupo de enfermeras, tratando de dar con la mujer que le habían enviado a buscar. ──Soldier boy necesita que Mona lo revise y si es necesario, que le de alguna medicación para que pueda actuar en unas horas. Si no es ninguna de ustedes, por favor, díganle que se acerque a la carpa principal lo más rápido posible.

    El hombre no espero respuesta, dio media vuelta y se dirigió a revisar otros sectores en el predio.

    Mientras tanto, Ben había terminado de afeitarse y se encontraba contemplando el par de uniformes en el perchero. El nuevo y el viejo, sin poder decidirse por uno de los dos. Optó por esperar a Vanya para que le ayudara a elegir, pero antes, guardo en el bolsillo del pantalón un obsequio; incapaz de contener la alegría por verla antes del show.

    Para él no era cualquier día, era un día especial, un día que marcaría un antes y un después en su relación. No tenía idea que les deparaba el futuro pero al menos el presente parecía prometedor.
    Vanya Starkova
    El sol de mediodía iluminaba la enorme bandera estadounidense pulcramente estirada y anclada en el escenario con el fin de ser el fondo en una de las últimas presentaciones del soldado favorito de América en ese lugar. Estados Unidos se proclamaba vencedor de la guerra, confiados en que Alemania aun estaba intentado componerse de la paliza que habían recibido. El hecho de que su mejor arma humana estuviese en Bayeux, no solo tranquilizaba a las personas de ese lugar, también dejaba una buena imagen del gobierno ante el mundo, con tal de hacerles creer que ellos eran los buenos del cuento cuando en realidad eran iguales o peores que sus enemigos. La prueba viviente de ello, estaba conformado por Ben a la cabeza y sus bailarinas, sin contar con el despilfarro de miles de dólares en sonido, iluminación, confeti y fuegos artificiales que bien podrían haber sido utilizados para ayudar a quienes decían proteger. Detrás de la imponente estructura de hierros ensamblados, montaron un par de carpas para uso exclusivo. Seis en total contando la del super, su equipo y la de las enfermeras. En esos eventos nunca faltaban los que se desmayaban, los que se golpeaban un ojo por accidente al tratar de descorchar una botella por cual utinselio no apto para esa tarea. Sin contar la cantidad de niños que se golpeaban entre ellos o se raspaban las rodillas tratando de imitar las piruetas que hacía su héroe favorito sobre el escenario a pesar que por contrato tuviera que decir la clásica frase: No intenten hacer esto en casa. Vought decidio ser lo más precavido posible y poner a disposición un lugar en el que tratar los accidentes tontos antes de que pudieran costarles la imagen que tanto se esforzaban por cuidar. Pese a ser temprano, ese sector en la plaza principal era el más caótico del pueblo. Todo mundo tenía prisa, todo el personal del evento corría de un lado a otro buscando y trayendo cosas mientras que otros se abocaban a una única tarea. El nuevo asistente de Ben entro en la carpa del super y le dejo el informe en el perchero junto a una segunda opción de vestuario para que escogiera cual usar aunque cambiar de uniforme en ese momento era algo osado cuando todos en ese lugar ya estaban acostumbrados a su uniforme clásico. El hombre se acerco hasta el tocador y le entrego una copia del programa del evento, lo dejo sobre la superficie de madera. El super bajo la mirada hacia el papel y sin mucho ánimo busco su horario, era quien cerraba el evento, lo cual le daba exactamente igual. Sus presentaciones no varíaban mucho entre si, lo único que importaba era lo que decía, el mensaje esperanzador que les daba. Su trabajo era mantener fuerte la mente de quienes habían elegido dar la vida por su país y para quienes habían esperado su regreso. Abuelas, madres, hermanas, esposas, hijas; hijos, padres, abuelos, hermanos, tíos... Todos ellos habían aportado su grano de arena en la guerra, no era un trabajo fácil convencer a las masas de que lo peor ya había pasado y Ben comenzaba a sospechar el motivo por el cual permanecía en ese lugar, no era por agradar a la prensa o al público en general, deseaba equivocarse pero algo le decía que esperaban un contrataque. Sin embargo, no pensaba demasiado en eso. Creía que su nombre artístico era suficiente para mantener al enemigo alejado, nadie es su sano juicio enviaría a sus soldados a darle pelea a un hombre con una fuerza descomunal, no por nada la prensa lo llamaban el Sansón moderno. Por otro lado, se sentía egoísta al no pensar en todas esas personas que creían y confiaban en él. Lo único en lo que pensaba era en una mujer, en Vanya, era su primer pensamiento al despertar y el último antes de dormir, todo giraba alredor de ella y era el único motivo porque el cual estaba feliz de permanecer en Bayeux porque si la guerra terminaba, ambos tendrían que tomar caminos diferentes y era probable que no volvieran a verse jamás. Quito la vista del papel cuando se dio cuenta de que lo había pasado demasiado tiempo mirándolo, aunque había dejado de lado las drogas, no quería que su asistente pensara que había desayunado un coctel de polvos blancos en la previa del show. ──¿Necesitas algo más? ¿Quieres que te traiga algo de comer o beber? ── Pregunto el hombre mirando a soldier boy en el reflejo del espejo. Ben estaba harto de los asistentes. Y si, era su culpa que los cambiaran rápido aunque este le caía un poco mejor que los anteriores. Hacía lo que le pedía, hablaba poco, no hacía preguntas estúpidas, no le cuestionaba nada; solo cumplía con los caprichos del super y eso, ya era ganancia. ──Ahora que lo preguntas, si... Necesito algo más. ¿Larry, verdad? ── Giro el cuerpo sobre la silla y apoyo el brazo sobre el respaldo, mirándolo directo a los ojos. ──Soy... Harry... Pero no importa, dime que necesitas ── Avanzo un paso más, sosteniendo una libreta que le quedaba minúscula en sus manos regordetas, evitando el contacto visual. En el rostro del super se dibujo una pequeña sonrisa, bien disimulada. Siempre que veía a su nuevo asistente no podía evitar imaginarlo como Gus, el ratón panzon de la película Cenicienta pero no lo decía en voz alta, gracias a Vanya había dejado de ser tan cruel con los demás. Harry apoyo el lápiz sobre la hoja en blanco, listo para apuntar lo que saliera de los labios del héroe. ──Desperte con un incómodo dolor de muelas, Harry. ¿Podrías pedirle a una de las enfermeras que me revise? Quiero estar comodo para el show ── El asiente asintió varias veces, escribiendo quien sabe que. Ben prosiguió, procurando hacerse el desentendido para tratar de traer a Vanya a su carpa pero cuidando de no exponerla, de no exponerlos a los dos, pero su deseo por verla antes del show era mayor que cualquier otra necesidad. Recurrio a una táctica ya aplicada antes y que funcionaba bien, pedir a las enfermeras que eran amigas de Vanya para que ellas enviaran a la pelirroja en su lugar; una regla no impuesta, como una especie de pacto entre ellas y él para que pudiera ver a su amada. ──Pregunta por Mona en la enfermería, es quien me revisa a veces. Tiene conocimiento en estas cosas de supers, pero si no me crees puedes hablar con alguien de vought ── Dejo esa última propuesta en el aire y giro de nuevo hacia el espejo, acercando al centro de la mesa lo que iba a utilizar para afeitarse. Por supuesto que Ben no era idiota, sabía que Harry no iba a preguntarle nada a nadie. En ese lugar, pedir hablar directamente con alguien de vought por algo sin relevancia, era un sinónimo de despido inmediato y al parecer el sujeto quería mucho ese empleo. El asistente no dijo nada, se marcho de la carpa decidido a cumplir con la petición del super soldado. No tuvo problemas en dar con la enfermería, era la única carpa de color blanco con una cruz roja en un costado. Al entrar, vio a un grupo de mujeres alistando algunas camillas y acomodando en una mesa lo necesario para curar heridas. ──Buenas tardes, disculpen las interrupción pero... ── Levanto la voz mientras se adentraba en la carpa, leyó una vez más el nombre que tenía anotado en el papel y clavo la vista en el grupo de enfermeras, tratando de dar con la mujer que le habían enviado a buscar. ──Soldier boy necesita que Mona lo revise y si es necesario, que le de alguna medicación para que pueda actuar en unas horas. Si no es ninguna de ustedes, por favor, díganle que se acerque a la carpa principal lo más rápido posible. El hombre no espero respuesta, dio media vuelta y se dirigió a revisar otros sectores en el predio. Mientras tanto, Ben había terminado de afeitarse y se encontraba contemplando el par de uniformes en el perchero. El nuevo y el viejo, sin poder decidirse por uno de los dos. Optó por esperar a Vanya para que le ayudara a elegir, pero antes, guardo en el bolsillo del pantalón un obsequio; incapaz de contener la alegría por verla antes del show. Para él no era cualquier día, era un día especial, un día que marcaría un antes y un después en su relación. No tenía idea que les deparaba el futuro pero al menos el presente parecía prometedor. [THE.REDSUPER]
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