• Buenos dias!
    Quieres uno cake's , algo para dar savor a dia.
    Buenos dias! Quieres uno cake's , algo para dar savor a dia.
    0 turnos 0 maullidos
  • Buenos dias a todos ......
    Les deseo un buen inicio de semana.
    Buenos dias a todos ...... Les deseo un buen inicio de semana.
    0 turnos 0 maullidos
  • 200 a 200 líneas por Semana
    Fandom
    zenless zone zero
    Búsqueda de
    Partner
    Estado
    Disponible
    Ando buscando a Hugo para OP con Belle, solo pido unos requisitos para ello.

    1.- Que conozca e intérprete bien a Hugo
    2.-No pido que este pegado las 24 horas del día, se que tenemos vidas que atender pero que no me deje tramas colgadas
    3.- Avisar cuando se ausente, solo por cortesía.
    4.- Que le guste armas varias tramas de diferentes géneros.

    Y en cambio ofrezco

    Desarrollo de la OP
    Lemon y romance
    Además de varias historias con tramas interesante.
    No dejarlo colgado
    E igual, si debo ausentarme, avisaré.
    También doy paciencia.
    Ando buscando a Hugo para OP con Belle, solo pido unos requisitos para ello. 1.- Que conozca e intérprete bien a Hugo 2.-No pido que este pegado las 24 horas del día, se que tenemos vidas que atender pero que no me deje tramas colgadas 3.- Avisar cuando se ausente, solo por cortesía. 4.- Que le guste armas varias tramas de diferentes géneros. Y en cambio ofrezco Desarrollo de la OP Lemon y romance Además de varias historias con tramas interesante. No dejarlo colgado E igual, si debo ausentarme, avisaré. También doy paciencia.
    0 comentarios 1 compartido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    // Pues acabo de actualizar https://www.faneo.es/comics/ecos-de-umbra/ por si alguien quiere leerlo
    // Pues acabo de actualizar https://www.faneo.es/comics/ecos-de-umbra/ por si alguien quiere leerlo :STK-5:
    WWW.FANEO.ES
    Ecos de Umbra
    Quizá los Precursores no contaron toda la verdad. Tras salvar el mundo de la destrucción, Jak y los suyos creyeron haber alcanzado la paz. Pero la paz es solo el eco del silencio… y todo acto tiene un precio. Ahora, una nueva presencia se alza desde la sombra del mundo: Unos seres olvidados por la historia, conectados con la oscuridad, las estrellas… y con un pasado que tal vez nunca fue enterrado. En un mundo marcado por traiciones, poder antiguo y heridas que no sanan, lo más peligroso no siempre es un enemigo. A veces, es lo que creías saber de ti mismo. Este cómic es un fanmade situado tras Jak 3, que imagina un nuevo capítulo. Respeta el canon original, pero introduce nuevas ideas, preguntas y una nueva raza para llenar algunos huecos de la historia… o tal vez abrir otros nuevos.
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Con ése beso desperté, tres días que se convirtieron en tres años en el jardín de las sombras. Ya no era la misma... Akane tampoco.

    El primer rayo del alba rompió las tinieblas como una lanza ardiente.
    La sombra gritó —no con voz humana, sino con todas las voces que había devorado— y se deshizo en miles de fragmentos que regresaron al lugar de donde vinieron: a mí.

    El Jardín de Sombras se fracturó.
    Las sombras que me habían acompañado retrocedieron como aves asustadas.
    La imagen de Akane se desvaneció en el lago, llevándose consigo aquella quietud imposible.

    Y yo desperté.

    Estaba tendida en el suelo frío, jadeando, como si hubiese corrido siglos enteros. Mis manos temblaban, mi cuerpo dolía, pero estaba viva.
    Viva… y sola.

    Entonces vi algo en mi palma.
    Una flor de loto.
    Un pétalo blanco y perfecto que no debía existir en ese mundo oscuro.

    Mi Renge.
    Como siempre le había llamado en voz baja, cuando nadie nos escuchaba.
    Mi flor en medio del caos.

    La apreté contra mi pecho, y supe —con una certeza que me rompió y me cosió al mismo tiempo— que ese fue el precio que Akane pagó para traerme de vuelta.
    O quizá… una parte de ella seguía conmigo, en ese lugar donde ni siquiera las sombras podían entrar.

    Así fue la segunda vez que me enamoré. Un amor que me rompió por dentro. Un amor eternamente maldito.

    Akane Qᵘᵉᵉⁿ Ishtar
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Con ése beso desperté, tres días que se convirtieron en tres años en el jardín de las sombras. Ya no era la misma... Akane tampoco. El primer rayo del alba rompió las tinieblas como una lanza ardiente. La sombra gritó —no con voz humana, sino con todas las voces que había devorado— y se deshizo en miles de fragmentos que regresaron al lugar de donde vinieron: a mí. El Jardín de Sombras se fracturó. Las sombras que me habían acompañado retrocedieron como aves asustadas. La imagen de Akane se desvaneció en el lago, llevándose consigo aquella quietud imposible. Y yo desperté. Estaba tendida en el suelo frío, jadeando, como si hubiese corrido siglos enteros. Mis manos temblaban, mi cuerpo dolía, pero estaba viva. Viva… y sola. Entonces vi algo en mi palma. Una flor de loto. Un pétalo blanco y perfecto que no debía existir en ese mundo oscuro. Mi Renge. Como siempre le había llamado en voz baja, cuando nadie nos escuchaba. Mi flor en medio del caos. La apreté contra mi pecho, y supe —con una certeza que me rompió y me cosió al mismo tiempo— que ese fue el precio que Akane pagó para traerme de vuelta. O quizá… una parte de ella seguía conmigo, en ese lugar donde ni siquiera las sombras podían entrar. Así fue la segunda vez que me enamoré. Un amor que me rompió por dentro. Un amor eternamente maldito. [akane_qi]
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Con ése beso desperté, tres días que se convirtieron en tres años en el jardín de las sombras. Ya no era la misma... Akane tampoco.

    El primer rayo del alba rompió las tinieblas como una lanza ardiente.
    La sombra gritó —no con voz humana, sino con todas las voces que había devorado— y se deshizo en miles de fragmentos que regresaron al lugar de donde vinieron: a mí.

    El Jardín de Sombras se fracturó.
    Las sombras que me habían acompañado retrocedieron como aves asustadas.
    La imagen de Akane se desvaneció en el lago, llevándose consigo aquella quietud imposible.

    Y yo desperté.

    Estaba tendida en el suelo frío, jadeando, como si hubiese corrido siglos enteros. Mis manos temblaban, mi cuerpo dolía, pero estaba viva.
    Viva… y sola.

    Entonces vi algo en mi palma.
    Una flor de loto.
    Un pétalo blanco y perfecto que no debía existir en ese mundo oscuro.

    Mi Renge.
    Como siempre le había llamado en voz baja, cuando nadie nos escuchaba.
    Mi flor en medio del caos.

    La apreté contra mi pecho, y supe —con una certeza que me rompió y me cosió al mismo tiempo— que ese fue el precio que Akane pagó para traerme de vuelta.
    O quizá… una parte de ella seguía conmigo, en ese lugar donde ni siquiera las sombras podían entrar.

    Así fue la segunda vez que me enamoré. Un amor que me rompió por dentro. Un amor eternamente maldito.
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    Con ése beso desperté, tres días que se convirtieron en tres años en el jardín de las sombras. Ya no era la misma... Akane tampoco.

    El primer rayo del alba rompió las tinieblas como una lanza ardiente.
    La sombra gritó —no con voz humana, sino con todas las voces que había devorado— y se deshizo en miles de fragmentos que regresaron al lugar de donde vinieron: a mí.

    El Jardín de Sombras se fracturó.
    Las sombras que me habían acompañado retrocedieron como aves asustadas.
    La imagen de Akane se desvaneció en el lago, llevándose consigo aquella quietud imposible.

    Y yo desperté.

    Estaba tendida en el suelo frío, jadeando, como si hubiese corrido siglos enteros. Mis manos temblaban, mi cuerpo dolía, pero estaba viva.
    Viva… y sola.

    Entonces vi algo en mi palma.
    Una flor de loto.
    Un pétalo blanco y perfecto que no debía existir en ese mundo oscuro.

    Mi Renge.
    Como siempre le había llamado en voz baja, cuando nadie nos escuchaba.
    Mi flor en medio del caos.

    La apreté contra mi pecho, y supe —con una certeza que me rompió y me cosió al mismo tiempo— que ese fue el precio que Akane pagó para traerme de vuelta.
    O quizá… una parte de ella seguía conmigo, en ese lugar donde ni siquiera las sombras podían entrar.

    Así fue la segunda vez que me enamoré. Un amor que me rompió por dentro. Un amor eternamente maldito.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 Con ése beso desperté, tres días que se convirtieron en tres años en el jardín de las sombras. Ya no era la misma... Akane tampoco. El primer rayo del alba rompió las tinieblas como una lanza ardiente. La sombra gritó —no con voz humana, sino con todas las voces que había devorado— y se deshizo en miles de fragmentos que regresaron al lugar de donde vinieron: a mí. El Jardín de Sombras se fracturó. Las sombras que me habían acompañado retrocedieron como aves asustadas. La imagen de Akane se desvaneció en el lago, llevándose consigo aquella quietud imposible. Y yo desperté. Estaba tendida en el suelo frío, jadeando, como si hubiese corrido siglos enteros. Mis manos temblaban, mi cuerpo dolía, pero estaba viva. Viva… y sola. Entonces vi algo en mi palma. Una flor de loto. Un pétalo blanco y perfecto que no debía existir en ese mundo oscuro. Mi Renge. Como siempre le había llamado en voz baja, cuando nadie nos escuchaba. Mi flor en medio del caos. La apreté contra mi pecho, y supe —con una certeza que me rompió y me cosió al mismo tiempo— que ese fue el precio que Akane pagó para traerme de vuelta. O quizá… una parte de ella seguía conmigo, en ese lugar donde ni siquiera las sombras podían entrar. Así fue la segunda vez que me enamoré. Un amor que me rompió por dentro. Un amor eternamente maldito.
    Me encocora
    1
    1 turno 1 maullido
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La noche de la luna nueva

    No había luna.
    No había estrellas.
    El cielo parecía muerto, pero no lo estaba: respiraba. Y esa respiración era mía… o de algo que usaba mi piel como cárcel.

    La sombra había crecido. Ya no era un huésped: era un continente.
    Se alzaba sobre la ciudad como una marea negra que tragaba los edificios, los pensamientos y hasta los rezos que nadie llegó a pronunciar. No eran nubes lo que cubría el firmamento. Era ella.
    Era yo dividida, fragmentada, arrancada de mí misma y convertida en un abismo sin fondo.

    Por fin era libre.
    Completa.
    Saciada del miedo que había devorado en los últimos días.
    Gigante hasta el punto de parecer capaz de cubrir el mundo entero.

    Y entonces… apareció Akane.

    Caminaba sin prisa, sin temor.
    Serena, como si la inmensidad de la sombra fuese sólo un velo más que podía apartar con la yema de los dedos. Su paso hacía un sonido suave, casi inexistente, pero en ese silencio universal resonó como un campanazo sagrado.

    Yo, atrapada en el Jardín de Sombras, sentí una presión en el pecho.
    No podía gritar.
    No podía moverme.
    Sólo podía ver.

    Akane no dijo nada.
    La sombra tampoco.
    Pero se reconocieron: cazadora y cazada, monstruo y espejo, hermana y sacrificio.

    La sombra la agarró.

    Un brazo hecho de tinieblas puras se extendió desde el cielo negro y la envolvió entera.
    La engulló sin violencia, sin prisa, como si absorberla fuera un acto natural, inevitable, antiguo como el origen del Caos.
    Un instante antes de que desapareciera, Akane levantó la mirada.
    Y juro que me vio.
    No a la sombra.
    A mí.

    Luego… llegó la luz.

    Con un beso que aún hoy no se interpretar... Que no sé si fué un sueño o fué real.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 La noche de la luna nueva No había luna. No había estrellas. El cielo parecía muerto, pero no lo estaba: respiraba. Y esa respiración era mía… o de algo que usaba mi piel como cárcel. La sombra había crecido. Ya no era un huésped: era un continente. Se alzaba sobre la ciudad como una marea negra que tragaba los edificios, los pensamientos y hasta los rezos que nadie llegó a pronunciar. No eran nubes lo que cubría el firmamento. Era ella. Era yo dividida, fragmentada, arrancada de mí misma y convertida en un abismo sin fondo. Por fin era libre. Completa. Saciada del miedo que había devorado en los últimos días. Gigante hasta el punto de parecer capaz de cubrir el mundo entero. Y entonces… apareció Akane. Caminaba sin prisa, sin temor. Serena, como si la inmensidad de la sombra fuese sólo un velo más que podía apartar con la yema de los dedos. Su paso hacía un sonido suave, casi inexistente, pero en ese silencio universal resonó como un campanazo sagrado. Yo, atrapada en el Jardín de Sombras, sentí una presión en el pecho. No podía gritar. No podía moverme. Sólo podía ver. Akane no dijo nada. La sombra tampoco. Pero se reconocieron: cazadora y cazada, monstruo y espejo, hermana y sacrificio. La sombra la agarró. Un brazo hecho de tinieblas puras se extendió desde el cielo negro y la envolvió entera. La engulló sin violencia, sin prisa, como si absorberla fuera un acto natural, inevitable, antiguo como el origen del Caos. Un instante antes de que desapareciera, Akane levantó la mirada. Y juro que me vio. No a la sombra. A mí. Luego… llegó la luz. Con un beso que aún hoy no se interpretar... Que no sé si fué un sueño o fué real.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La noche de la luna nueva

    No había luna.
    No había estrellas.
    El cielo parecía muerto, pero no lo estaba: respiraba. Y esa respiración era mía… o de algo que usaba mi piel como cárcel.

    La sombra había crecido. Ya no era un huésped: era un continente.
    Se alzaba sobre la ciudad como una marea negra que tragaba los edificios, los pensamientos y hasta los rezos que nadie llegó a pronunciar. No eran nubes lo que cubría el firmamento. Era ella.
    Era yo dividida, fragmentada, arrancada de mí misma y convertida en un abismo sin fondo.

    Por fin era libre.
    Completa.
    Saciada del miedo que había devorado en los últimos días.
    Gigante hasta el punto de parecer capaz de cubrir el mundo entero.

    Y entonces… apareció Akane.

    Caminaba sin prisa, sin temor.
    Serena, como si la inmensidad de la sombra fuese sólo un velo más que podía apartar con la yema de los dedos. Su paso hacía un sonido suave, casi inexistente, pero en ese silencio universal resonó como un campanazo sagrado.

    Yo, atrapada en el Jardín de Sombras, sentí una presión en el pecho.
    No podía gritar.
    No podía moverme.
    Sólo podía ver.

    Akane no dijo nada.
    La sombra tampoco.
    Pero se reconocieron: cazadora y cazada, monstruo y espejo, hermana y sacrificio.

    La sombra la agarró.

    Un brazo hecho de tinieblas puras se extendió desde el cielo negro y la envolvió entera.
    La engulló sin violencia, sin prisa, como si absorberla fuera un acto natural, inevitable, antiguo como el origen del Caos.
    Un instante antes de que desapareciera, Akane levantó la mirada.
    Y juro que me vio.
    No a la sombra.
    A mí.

    Luego… llegó la luz.

    Con un beso que aún hoy no se interpretar... Que no sé si fué un sueño o fué real.
    Me encocora
    1
    0 comentarios 0 compartidos
  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
    Tenlo en cuenta al responder.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷

    La noche de la luna nueva

    No había luna.
    No había estrellas.
    El cielo parecía muerto, pero no lo estaba: respiraba. Y esa respiración era mía… o de algo que usaba mi piel como cárcel.

    La sombra había crecido. Ya no era un huésped: era un continente.
    Se alzaba sobre la ciudad como una marea negra que tragaba los edificios, los pensamientos y hasta los rezos que nadie llegó a pronunciar. No eran nubes lo que cubría el firmamento. Era ella.
    Era yo dividida, fragmentada, arrancada de mí misma y convertida en un abismo sin fondo.

    Por fin era libre.
    Completa.
    Saciada del miedo que había devorado en los últimos días.
    Gigante hasta el punto de parecer capaz de cubrir el mundo entero.

    Y entonces… apareció Akane.

    Caminaba sin prisa, sin temor.
    Serena, como si la inmensidad de la sombra fuese sólo un velo más que podía apartar con la yema de los dedos. Su paso hacía un sonido suave, casi inexistente, pero en ese silencio universal resonó como un campanazo sagrado.

    Yo, atrapada en el Jardín de Sombras, sentí una presión en el pecho.
    No podía gritar.
    No podía moverme.
    Sólo podía ver.

    Akane no dijo nada.
    La sombra tampoco.
    Pero se reconocieron: cazadora y cazada, monstruo y espejo, hermana y sacrificio.

    La sombra la agarró.

    Un brazo hecho de tinieblas puras se extendió desde el cielo negro y la envolvió entera.
    La engulló sin violencia, sin prisa, como si absorberla fuera un acto natural, inevitable, antiguo como el origen del Caos.
    Un instante antes de que desapareciera, Akane levantó la mirada.
    Y juro que me vio.
    No a la sombra.
    A mí.

    Luego… llegó la luz.

    Con un beso que aún hoy no se interpretar... Que no sé si fué un sueño o fué real.
    Relato en Post y comentario de la imagen 🩷 La noche de la luna nueva No había luna. No había estrellas. El cielo parecía muerto, pero no lo estaba: respiraba. Y esa respiración era mía… o de algo que usaba mi piel como cárcel. La sombra había crecido. Ya no era un huésped: era un continente. Se alzaba sobre la ciudad como una marea negra que tragaba los edificios, los pensamientos y hasta los rezos que nadie llegó a pronunciar. No eran nubes lo que cubría el firmamento. Era ella. Era yo dividida, fragmentada, arrancada de mí misma y convertida en un abismo sin fondo. Por fin era libre. Completa. Saciada del miedo que había devorado en los últimos días. Gigante hasta el punto de parecer capaz de cubrir el mundo entero. Y entonces… apareció Akane. Caminaba sin prisa, sin temor. Serena, como si la inmensidad de la sombra fuese sólo un velo más que podía apartar con la yema de los dedos. Su paso hacía un sonido suave, casi inexistente, pero en ese silencio universal resonó como un campanazo sagrado. Yo, atrapada en el Jardín de Sombras, sentí una presión en el pecho. No podía gritar. No podía moverme. Sólo podía ver. Akane no dijo nada. La sombra tampoco. Pero se reconocieron: cazadora y cazada, monstruo y espejo, hermana y sacrificio. La sombra la agarró. Un brazo hecho de tinieblas puras se extendió desde el cielo negro y la envolvió entera. La engulló sin violencia, sin prisa, como si absorberla fuera un acto natural, inevitable, antiguo como el origen del Caos. Un instante antes de que desapareciera, Akane levantó la mirada. Y juro que me vio. No a la sombra. A mí. Luego… llegó la luz. Con un beso que aún hoy no se interpretar... Que no sé si fué un sueño o fué real.
    Me encocora
    1
    1 comentario 1 compartido
  • 𝐒us ojos brillaban al observar, porque siempre le gustaba formar parte de los momentos de quienes la rodeaban; acompañar y abrazar la oscuridad ajena, esa misma que ella sabía que también cargaba. Y aun en la vorágine de querer comprenderlo todo; lo luminoso y lo sombrío, admirar cada detalle en silencio, cada trazo que compone a los demás, seguía siendo su pasatiempo favorito. Era su manera de querer sin decirlo.
    𝐒us ojos brillaban al observar, porque siempre le gustaba formar parte de los momentos de quienes la rodeaban; acompañar y abrazar la oscuridad ajena, esa misma que ella sabía que también cargaba. Y aun en la vorágine de querer comprenderlo todo; lo luminoso y lo sombrío, admirar cada detalle en silencio, cada trazo que compone a los demás, seguía siendo su pasatiempo favorito. Era su manera de querer sin decirlo.
    Me encocora
    Me gusta
    3
    0 turnos 0 maullidos
  • Aaahmmm... Yo... -La puercoespín está parada enfrente de una farmacia sin atreverse a pedir el remedio que necesita por temor que le nieguen la venta por su condición meta-animal.-
    Aaahmmm... Yo... -La puercoespín está parada enfrente de una farmacia sin atreverse a pedir el remedio que necesita por temor que le nieguen la venta por su condición meta-animal.-
    Me encocora
    1
    0 turnos 0 maullidos
Ver más resultados
Patrocinados