• (Cassian se sirve vino. No se sienta. Camina frente al ventanal, con una mano en el bolsillo. La voz es baja, grave, con ese acento indescifrable que no pertenece del todo a ningún país.)

    — Dicen que el mundo ya no nos pertenece.
    Que los linajes murieron. Que la sangre es solo biología.
    (Sonríe apenas)
    Ignoran lo esencial:
    la sangre no es herencia… es un mandato.

    (Hace una pausa. Se gira lentamente hacia un sillón vacío. Lo observa como si alguien estuviera allí.)

    Mi apellido pesa más que una nación.
    Medici.
    Lo han convertido en adorno para postales, en murmullo de museos.
    Pero bajo los mármoles y los frescos, la sangre sigue fluyendo…
    — y yo soy su cauce.

    (Camina hacia una vieja biblioteca. Toma un libro sin mirar. Lo abre con elegancia, sin leerlo.)

    Mi abuelo me enseñó a calcular cuánto vale un alma.
    Mi madre me enseñó a quebrarla.
    Y mi padre… bueno,
    él solo supo morir.

    (Cierra el libro. Bebe un sorbo de vino.)

    Me nombraron Custode della Linea cuando cumplí veintiocho.
    Demasiado joven, dijeron algunos.
    Ignoraban que fui viejo antes de nacer.

    (Se acerca al escritorio. Toca un anillo de sello sobre una caja de cristal. Lo observa como si hablara con él.)

    No lidero con discursos. No necesito multitudes.
    Yo negocio en los márgenes,
    yo invoco con papeles,
    yo destruyo con símbolos.

    (Hace una pausa. El tono baja, pero se vuelve más tenso.)

    Quieren olvidar lo que fuimos.
    Quieren borrar la línea.
    Quieren que me arrodille…

    (Silencio. Deja la copa. Se pone el anillo.)

    Entonces mirarán mis ojos y entenderán:
    el renacimiento no es arte.
    Es fuego.
    (Cassian se sirve vino. No se sienta. Camina frente al ventanal, con una mano en el bolsillo. La voz es baja, grave, con ese acento indescifrable que no pertenece del todo a ningún país.) — Dicen que el mundo ya no nos pertenece. Que los linajes murieron. Que la sangre es solo biología. (Sonríe apenas) Ignoran lo esencial: la sangre no es herencia… es un mandato. (Hace una pausa. Se gira lentamente hacia un sillón vacío. Lo observa como si alguien estuviera allí.) Mi apellido pesa más que una nación. Medici. Lo han convertido en adorno para postales, en murmullo de museos. Pero bajo los mármoles y los frescos, la sangre sigue fluyendo… — y yo soy su cauce. (Camina hacia una vieja biblioteca. Toma un libro sin mirar. Lo abre con elegancia, sin leerlo.) Mi abuelo me enseñó a calcular cuánto vale un alma. Mi madre me enseñó a quebrarla. Y mi padre… bueno, él solo supo morir. (Cierra el libro. Bebe un sorbo de vino.) Me nombraron Custode della Linea cuando cumplí veintiocho. Demasiado joven, dijeron algunos. Ignoraban que fui viejo antes de nacer. (Se acerca al escritorio. Toca un anillo de sello sobre una caja de cristal. Lo observa como si hablara con él.) No lidero con discursos. No necesito multitudes. Yo negocio en los márgenes, yo invoco con papeles, yo destruyo con símbolos. (Hace una pausa. El tono baja, pero se vuelve más tenso.) Quieren olvidar lo que fuimos. Quieren borrar la línea. Quieren que me arrodille… (Silencio. Deja la copa. Se pone el anillo.) Entonces mirarán mis ojos y entenderán: el renacimiento no es arte. Es fuego.
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  • De verdad.. ¿Tan difícil es encontrar algo en las bibliotecas? Maldita sea..
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  • 𝕎𝔼𝕃ℂ𝕆𝕄𝔼 𝕋𝕆 𝕋ℍ𝔼 𝔼ℕ𝔻𝔾𝔸𝕄𝔼
    Fandom Supernatural
    Categoría Acción
    ㅤㅤㅤㅤ𝒮𝓉𝒶𝓇𝓉ℯ𝓇 𝓅𝒶𝓇𝒶: DEAN WINCHESTER

    Tres años.
    Habían pasado tres años desde que Claire había vuelto al pasado. Tres años desde que había irrumpido en la vida de los Winchester, tres años desde que casi le provoca un infarto a su madre adoptiva al presentarse en su casa.
    Habían pasado tres años, y habían pasado demasiadas cosas en aquellos tres años. El bunker se había convertido en su hogar. Los hermanos, Castiel y Jack se habían convertido en su familia. Llevaba…. ¿podia ser cierto? Una idea frena los pensamientos de Claire, una idea que hace que todo lo demás se paralice, la mirada azul de la cazadora salta de la extraña e improvisada reunión que se estaba llevando a cabo en el bunker en aquellos momentos, a la pared del mismo, de donde colgaba un calendario realmente cutre, pero que le recordaba y le confirmaba lo que ella buscaba, en pocas horas haría tres años desde que su relación con Dean había comenzado.

    Tres años en los que había llevado a cabo su plan de mantenerlo a salvo. Con más tropiezos y vueltas de las que le gustaría, pero al fin y al cabo el mayor de los hermanos estaba allí, a su lado, respirando.
    Tenía, en todo aquello, que agradecerle a Sam su incondicional ayuda, ya que era el único que sabía la verdadera razón de su viaje, su misión, y le había prometido ayudarle a cumplirla.
    Por el momento, el más alto había cumplido su promesa, incluso cuando parecía imposible, y casi pierden a Dean por su idea de enterrarse vivo en el fondo de Pacifico.
    Si en algún momento había estado tentada de revelarle su secreto, sin duda había sido ese.
    Pero se había mantenido firme y habían superado aquella bala también, y seguía manteniendo una relación con un hombre al que le ocultaba un gran secreto.

    Pero todo aquello, en esos momentos no tenía demasiado importancia, tan solo Claire había disociado ligeramente de la situación que estaban viviendo porque… ¿Cómo no hacerlo? Tenían al puñetero Dios sentado frente a ellos, jugueteando con la radio del bunker (sin tocarla, claro) diciendo que Jack era altamente apocalíptico, y que debia de intervenir.
    Es justamente en ese punto de la conversación en el que Claire vuelve a conectar al cien por cien con la realidad. Justo cuando Chuck señala el “𝑒𝑐𝑢𝑎𝑙𝑖𝑧𝑎𝑑𝑜𝑟” el único arma, recién salida del horno de la creación capaz de matar a Jack. Pero… ¿a qué precio?

    Los ojos de Claire saltaban, como los de Sam y el mismísimo Dios, de Castiel a Dean, y de vuelta al ángel, mientras son testigos de su discusión.
    En el fondo la rubia estaba de acuerdo con Castiel. ¿Iban a matar a Jack? Había matado a Mary, eso era cierto, y sabía que el dolor y la traición que Dean sentía hablaban por él, pero… ¿no habían hecho ellos, todos los que estaban reunidos allí, cosas terribles a seres queridos en los momentos más bajos? ¿Debían abandonar a Jack de aquella manera?
    No, por mucho que le molestara (y sin contar con el hecho de que si Dean mataba a Jack, morirían ambos) aquella vez estaba del lado de Castiel, y una vez disuelta aquella reunión, va en busca del más mayor para hacerle cambiar de opinion.

    O al menos esa es su intención ya que al llegar a la puerta de la habitación de Dean esta estaba abierta y de ella salían las voces de los dos hermanos.
    Debería haberse ido, debería haber seguido su camino, pero se para justo unos centímetros antes de poder ser vista por Sam quien estaba sentado a los pies de la cama, de cara a la puerta.

    La cazadora se mantiene en silencio, mientras escucha. La salida del más alto la toma por sorpresa por lo repentina, pero de un salto se dispone a seguirlo varios metros hasta que considera que sus voces ya no se podrían escuchar y le frena posando una mano en su brazo.

    — Tienes que pararlo, tienes que quitarle la idea de la cabeza, Sam.

    — Lo dices como si fuera algo sencillo hacer eso, Claire. Conoces a Dean…

    — No se merecen esto, ninguno de los dos, y lo sabes, Jack no es culpable de sus actos, no en este estado, no cuando se sacrificó por nosotros, por Dean y me prometiste que le salvarías a toda costa…

    — ¡Nada! No hay nada que quiera hacer más que salvar a mi hermano, pero no sé cómo hacerlo.

    — La clave está en esa pistola… en el ecualizador.

    No tenía claro que Chuck, que Dios, le permitiera vivir allí, o que le permitiera vivir directamente, no sabía si ella estaba siguiendo el plan del altísimo, o si se había salido de la hoja de ruta y la eliminaría con un chasquido de dedos, al igual que había acabado con el tema de no poder mentir, así de sencillo. Quizás debería haber muerto en aquel mundo, y su escapada había torcido sus planes, hecho que, no tenía duda arreglaría muy pronto.
    Así que le daba lo mismo si se arriesgaba a hacer aquello, las personas más peligrosas eran aquellas que no tenían nada que perder.

    Robaría esa pistola y huiría con ella, sabía que la encontrarían, sabía que Chuck sabría dónde está en todo momento, pero esperaba poder tener una mínima posibilidad de poner aquella creación lejos de Dean.
    Sam estaba distrayendo a Chuck, en la biblioteca, pero cuando Claire llega hasta la sala de mandos, Dean estaba subiendo por las escaleras, y saliendo por la puerta, sin mirar atrás, con la pistola encima, y sin despedirse.

    >> — ¿Puedes ir un poco más deprisa?

    El pie derecho de Claire se hundía hacia delante, presionando un acelerador que no existía. No tenía intención de dejar que aquello pasara, no iba a perder a Jack, y por supuesto no iba a perder a Dean.

    — Voy todo lo deprisa que puedo, ya estamos llegando.

    — Joder Sam. JODER.

    La pareja sale del coche y corre a toda prisa, por la suave pradera del cementerio, gritando el nombre de Dean. Aquello era una puñetera ejecución, Jack estaba arrodillado delante del Winchester esperando su suerte, sin oponer resistencia, sin desatar el terrible apocalipsis prometido… Pero Dean estaba demasiado ciego para verlo, debían llegar antes.

    — ¡DEAN. DEAN PARA! ¡NO LO HAGAS!

    Sam se había parado, casi en seco, porque Dean se lo había pedido, pero ella no tenía intención alguna de hacerle caso, no iba a escucharlo cuando él tampoco la escuchaba a ella. Y lo hubiera conseguido si al pasar por su lado, Sam no la hubiera rodeado con el brazo, frenándola y pegándola contra él.

    — Dean…

    Claire ya no gritaba, la tensión del momento había dejado al mundo entero en silencio, Sam seguía sujetándola, al menos hasta que… hasta que Dean baja el arma, y todos (menos Chuck) parecen volver a respirar de nuevo. En ese momento Sam la libera, y Claire toma posición tras Dean, a su derecha, colocando una mano sobre el hombro masculino y casi hinchándose de orgullo al ver como Dean plantaba cara al puñetero Dios. Y de un segundo para el siguiente… se desata el caos.

    Jack estaba muriendo.
    Dean salta por los aires, aterrizando contra una lápida.
    Sam se adelanta a la idea de Claire y es él quien dispara a Chuck, hiriéndose él mismo en el proceso.
    Claire se agacha sobre Sam, comprobando su estado… y de repente…

    — 𝗕𝗶𝗲𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻.

    Aquellas palabras se quedan vibrando en el ambiente. Ahora eran cuatro y un cadáver, y era noche cerrada.
    Claire ayuda a Sam a levantarse, y cuando Dean se acerca, coge la mano de este, permitiéndose aquel sencillo gesto entre ambos para confirmar que estaban bien. Algo sencillo y escueto ya que los ojos de todos los allí presentes no podían separarse de Jack y de los horribles agujeros quemados que exhibía donde antes había lucido unos precioso ojos azules.

    Claire había visto demasiadas cosas en su vida, al igual que los Winchester y sin embargo su mano libre había acudido a cubrir su boca, horrorizada ante la imagen del cuerpo de Jack, aquel muchacho que a pesar de no tener alma, había aceptado la muerte a manos de Dean, consciente de sus actos y las consecuencias que ellos acarreaban. Aún sin alma era mucho mejor, mucho más humano que demasiadas personas. No se merecía aquel final.

    — Deberíamos llevarlo a ca— La tenue voz de la rubia se apaga de golpe cuando de pronto toda la tierra comienza a temblar mientras una brecha de fuego abre el suelo en dos, dejando salir de ella almas condenadas. Ven volar unas cuantas, pero lo más preocupante, por mucho que costara creerlo no era eso, si no que las tumbas a su alrededor estaba comenzando, literalmente a explotar y de ella salían cadáveres, decenas y decenas de ellos, rodeándoles.

    Solo entonces Dean suelta su mano, para armarse a él mismo, a su hermano y a Claire con tres picas de hierro.

    Pronto la lucha se vuelve encarnizada, los zombies atacaban en masa, y ellos se esforzaban en tratar de alejarlos.
    Cada uno luchaba solo contra cuatro, cinco o más cuerpos. Claire los apartaba con asco, a base de patadas, empentones y en cuanto tenía un hueco, por pequeño que fuera, les hundía su pica con rabia. Tenía un objetivo, aparte de no morir bajo aquel asedio descompuesto, y era llegar hasta Dean para evitar que él sucumbiera también. Habían llegado hasta allí, y no iba a permitir que el jodido capricho de un mini Dios con complejo de micro pene, acabara con todo su plan.

    Mientras más y más almas seguían sobrevolando el cielo, escapando de la brecha.
    El poder de Castiel acabando con los zombies iluminaba la noche, y los gruñidos y los chasquidos de los huesos y los dientes desnudos de aquellos bichos le revolvían el estómago a Claire.
    La llamada del ángel mientras se echaba al hombro a Jack, se hace escuchar por encima de todo aquel caos, y esta vez es Dean quien quitándole un zombie de encima coge su mano y tira de ella sacándola del circulo que habían creado a su alrededor para poder correr tras Sam, Jack y Cas. “𝑆𝑢 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒” había liberado parcialmente el camino, y ahora empalaban muertos mientras corrían hacia lo que claramente era un mausoleo.
    Los cinco (incluyendo a Jack) se precipitan dentro, Sam y Dean cierran la puerta, atrancándola.

    — Perfecto, dos minutos de calma en un puta ratonera. Que alguien haga una marca, acabamos de romper una ley mística del universo.

    Ahí estaba el mal humor de Claire camuflado con un comentario ácido y parcialmente pasota mientras veía a Castiel depositar en el suelo a Jack con el mayor de los cuidados. Tenía las manos cerradas en dos puños, el derecho rodeando aun la pica de hierro, con tanta fuerza que tenía blancos los nudillos.
    Sam pensaba que aquella puerta iba a aguantar, pero Claire, viendo los empujones que daban desde fuera, y la forma en la que, las hojas temblaban contra los goznes, tenía serias dudas, de modo que mientras los hermanos inspeccionaban el lugar, y Castiel se ocupaba de Jack o lo que quedaba de él, ella sube los tres pequeños escalones que hay entre la puerta y ellos, y se coloca allí, como una pobre pero fiera primera línea de defensa si aquellas abominaciones conseguían entrar.


    𝐹𝑜𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 Hope Mikaelson ‼AU
    ㅤㅤㅤㅤ𝒮𝓉𝒶𝓇𝓉ℯ𝓇 𝓅𝒶𝓇𝒶: [JerkHuntxr] Tres años. Habían pasado tres años desde que Claire había vuelto al pasado. Tres años desde que había irrumpido en la vida de los Winchester, tres años desde que casi le provoca un infarto a su madre adoptiva al presentarse en su casa. Habían pasado tres años, y habían pasado demasiadas cosas en aquellos tres años. El bunker se había convertido en su hogar. Los hermanos, Castiel y Jack se habían convertido en su familia. Llevaba…. ¿podia ser cierto? Una idea frena los pensamientos de Claire, una idea que hace que todo lo demás se paralice, la mirada azul de la cazadora salta de la extraña e improvisada reunión que se estaba llevando a cabo en el bunker en aquellos momentos, a la pared del mismo, de donde colgaba un calendario realmente cutre, pero que le recordaba y le confirmaba lo que ella buscaba, en pocas horas haría tres años desde que su relación con Dean había comenzado. Tres años en los que había llevado a cabo su plan de mantenerlo a salvo. Con más tropiezos y vueltas de las que le gustaría, pero al fin y al cabo el mayor de los hermanos estaba allí, a su lado, respirando. Tenía, en todo aquello, que agradecerle a Sam su incondicional ayuda, ya que era el único que sabía la verdadera razón de su viaje, su misión, y le había prometido ayudarle a cumplirla. Por el momento, el más alto había cumplido su promesa, incluso cuando parecía imposible, y casi pierden a Dean por su idea de enterrarse vivo en el fondo de Pacifico. Si en algún momento había estado tentada de revelarle su secreto, sin duda había sido ese. Pero se había mantenido firme y habían superado aquella bala también, y seguía manteniendo una relación con un hombre al que le ocultaba un gran secreto. Pero todo aquello, en esos momentos no tenía demasiado importancia, tan solo Claire había disociado ligeramente de la situación que estaban viviendo porque… ¿Cómo no hacerlo? Tenían al puñetero Dios sentado frente a ellos, jugueteando con la radio del bunker (sin tocarla, claro) diciendo que Jack era altamente apocalíptico, y que debia de intervenir. Es justamente en ese punto de la conversación en el que Claire vuelve a conectar al cien por cien con la realidad. Justo cuando Chuck señala el “𝑒𝑐𝑢𝑎𝑙𝑖𝑧𝑎𝑑𝑜𝑟” el único arma, recién salida del horno de la creación capaz de matar a Jack. Pero… ¿a qué precio? Los ojos de Claire saltaban, como los de Sam y el mismísimo Dios, de Castiel a Dean, y de vuelta al ángel, mientras son testigos de su discusión. En el fondo la rubia estaba de acuerdo con Castiel. ¿Iban a matar a Jack? Había matado a Mary, eso era cierto, y sabía que el dolor y la traición que Dean sentía hablaban por él, pero… ¿no habían hecho ellos, todos los que estaban reunidos allí, cosas terribles a seres queridos en los momentos más bajos? ¿Debían abandonar a Jack de aquella manera? No, por mucho que le molestara (y sin contar con el hecho de que si Dean mataba a Jack, morirían ambos) aquella vez estaba del lado de Castiel, y una vez disuelta aquella reunión, va en busca del más mayor para hacerle cambiar de opinion. O al menos esa es su intención ya que al llegar a la puerta de la habitación de Dean esta estaba abierta y de ella salían las voces de los dos hermanos. Debería haberse ido, debería haber seguido su camino, pero se para justo unos centímetros antes de poder ser vista por Sam quien estaba sentado a los pies de la cama, de cara a la puerta. La cazadora se mantiene en silencio, mientras escucha. La salida del más alto la toma por sorpresa por lo repentina, pero de un salto se dispone a seguirlo varios metros hasta que considera que sus voces ya no se podrían escuchar y le frena posando una mano en su brazo. — Tienes que pararlo, tienes que quitarle la idea de la cabeza, Sam. — Lo dices como si fuera algo sencillo hacer eso, Claire. Conoces a Dean… — No se merecen esto, ninguno de los dos, y lo sabes, Jack no es culpable de sus actos, no en este estado, no cuando se sacrificó por nosotros, por Dean y me prometiste que le salvarías a toda costa… — ¡Nada! No hay nada que quiera hacer más que salvar a mi hermano, pero no sé cómo hacerlo. — La clave está en esa pistola… en el ecualizador. No tenía claro que Chuck, que Dios, le permitiera vivir allí, o que le permitiera vivir directamente, no sabía si ella estaba siguiendo el plan del altísimo, o si se había salido de la hoja de ruta y la eliminaría con un chasquido de dedos, al igual que había acabado con el tema de no poder mentir, así de sencillo. Quizás debería haber muerto en aquel mundo, y su escapada había torcido sus planes, hecho que, no tenía duda arreglaría muy pronto. Así que le daba lo mismo si se arriesgaba a hacer aquello, las personas más peligrosas eran aquellas que no tenían nada que perder. Robaría esa pistola y huiría con ella, sabía que la encontrarían, sabía que Chuck sabría dónde está en todo momento, pero esperaba poder tener una mínima posibilidad de poner aquella creación lejos de Dean. Sam estaba distrayendo a Chuck, en la biblioteca, pero cuando Claire llega hasta la sala de mandos, Dean estaba subiendo por las escaleras, y saliendo por la puerta, sin mirar atrás, con la pistola encima, y sin despedirse. >> — ¿Puedes ir un poco más deprisa? El pie derecho de Claire se hundía hacia delante, presionando un acelerador que no existía. No tenía intención de dejar que aquello pasara, no iba a perder a Jack, y por supuesto no iba a perder a Dean. — Voy todo lo deprisa que puedo, ya estamos llegando. — Joder Sam. JODER. La pareja sale del coche y corre a toda prisa, por la suave pradera del cementerio, gritando el nombre de Dean. Aquello era una puñetera ejecución, Jack estaba arrodillado delante del Winchester esperando su suerte, sin oponer resistencia, sin desatar el terrible apocalipsis prometido… Pero Dean estaba demasiado ciego para verlo, debían llegar antes. — ¡DEAN. DEAN PARA! ¡NO LO HAGAS! Sam se había parado, casi en seco, porque Dean se lo había pedido, pero ella no tenía intención alguna de hacerle caso, no iba a escucharlo cuando él tampoco la escuchaba a ella. Y lo hubiera conseguido si al pasar por su lado, Sam no la hubiera rodeado con el brazo, frenándola y pegándola contra él. — Dean… Claire ya no gritaba, la tensión del momento había dejado al mundo entero en silencio, Sam seguía sujetándola, al menos hasta que… hasta que Dean baja el arma, y todos (menos Chuck) parecen volver a respirar de nuevo. En ese momento Sam la libera, y Claire toma posición tras Dean, a su derecha, colocando una mano sobre el hombro masculino y casi hinchándose de orgullo al ver como Dean plantaba cara al puñetero Dios. Y de un segundo para el siguiente… se desata el caos. Jack estaba muriendo. Dean salta por los aires, aterrizando contra una lápida. Sam se adelanta a la idea de Claire y es él quien dispara a Chuck, hiriéndose él mismo en el proceso. Claire se agacha sobre Sam, comprobando su estado… y de repente… — 𝗕𝗶𝗲𝗻𝘃𝗲𝗻𝗶𝗱𝗼𝘀 𝗮𝗹 𝗳𝗶𝗻. Aquellas palabras se quedan vibrando en el ambiente. Ahora eran cuatro y un cadáver, y era noche cerrada. Claire ayuda a Sam a levantarse, y cuando Dean se acerca, coge la mano de este, permitiéndose aquel sencillo gesto entre ambos para confirmar que estaban bien. Algo sencillo y escueto ya que los ojos de todos los allí presentes no podían separarse de Jack y de los horribles agujeros quemados que exhibía donde antes había lucido unos precioso ojos azules. Claire había visto demasiadas cosas en su vida, al igual que los Winchester y sin embargo su mano libre había acudido a cubrir su boca, horrorizada ante la imagen del cuerpo de Jack, aquel muchacho que a pesar de no tener alma, había aceptado la muerte a manos de Dean, consciente de sus actos y las consecuencias que ellos acarreaban. Aún sin alma era mucho mejor, mucho más humano que demasiadas personas. No se merecía aquel final. — Deberíamos llevarlo a ca— La tenue voz de la rubia se apaga de golpe cuando de pronto toda la tierra comienza a temblar mientras una brecha de fuego abre el suelo en dos, dejando salir de ella almas condenadas. Ven volar unas cuantas, pero lo más preocupante, por mucho que costara creerlo no era eso, si no que las tumbas a su alrededor estaba comenzando, literalmente a explotar y de ella salían cadáveres, decenas y decenas de ellos, rodeándoles. Solo entonces Dean suelta su mano, para armarse a él mismo, a su hermano y a Claire con tres picas de hierro. Pronto la lucha se vuelve encarnizada, los zombies atacaban en masa, y ellos se esforzaban en tratar de alejarlos. Cada uno luchaba solo contra cuatro, cinco o más cuerpos. Claire los apartaba con asco, a base de patadas, empentones y en cuanto tenía un hueco, por pequeño que fuera, les hundía su pica con rabia. Tenía un objetivo, aparte de no morir bajo aquel asedio descompuesto, y era llegar hasta Dean para evitar que él sucumbiera también. Habían llegado hasta allí, y no iba a permitir que el jodido capricho de un mini Dios con complejo de micro pene, acabara con todo su plan. Mientras más y más almas seguían sobrevolando el cielo, escapando de la brecha. El poder de Castiel acabando con los zombies iluminaba la noche, y los gruñidos y los chasquidos de los huesos y los dientes desnudos de aquellos bichos le revolvían el estómago a Claire. La llamada del ángel mientras se echaba al hombro a Jack, se hace escuchar por encima de todo aquel caos, y esta vez es Dean quien quitándole un zombie de encima coge su mano y tira de ella sacándola del circulo que habían creado a su alrededor para poder correr tras Sam, Jack y Cas. “𝑆𝑢 𝑝𝑎𝑑𝑟𝑒” había liberado parcialmente el camino, y ahora empalaban muertos mientras corrían hacia lo que claramente era un mausoleo. Los cinco (incluyendo a Jack) se precipitan dentro, Sam y Dean cierran la puerta, atrancándola. — Perfecto, dos minutos de calma en un puta ratonera. Que alguien haga una marca, acabamos de romper una ley mística del universo. Ahí estaba el mal humor de Claire camuflado con un comentario ácido y parcialmente pasota mientras veía a Castiel depositar en el suelo a Jack con el mayor de los cuidados. Tenía las manos cerradas en dos puños, el derecho rodeando aun la pica de hierro, con tanta fuerza que tenía blancos los nudillos. Sam pensaba que aquella puerta iba a aguantar, pero Claire, viendo los empujones que daban desde fuera, y la forma en la que, las hojas temblaban contra los goznes, tenía serias dudas, de modo que mientras los hermanos inspeccionaban el lugar, y Castiel se ocupaba de Jack o lo que quedaba de él, ella sube los tres pequeños escalones que hay entre la puerta y ellos, y se coloca allí, como una pobre pero fiera primera línea de defensa si aquellas abominaciones conseguían entrar. 𝐹𝑜𝑡𝑜 𝑑𝑒 𝑠𝑡𝑎𝑟𝑡𝑒𝑟 𝑐𝑟𝑒𝑎𝑑𝑎 𝑝𝑜𝑟 [thetribrid]
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  • * Entre mis libros y mis pensamientos despedí a que mis sirvientes se fueran pidiéndoles que nadie me moleste recordando como Alastor caminaba por mi biblioteca sonriendo o preguntando un sin fin de preguntas o cuando estabas enojado y hacías una rabieta me rei de tales recuerdos poco a poco desahogue de mi interior este sentimiento que apuñalaba mi corazón con tanta crueldad *

    https://youtu.be/pgMiA8tn7jM?si=djerP0RMgfzGzfIz
    * Entre mis libros y mis pensamientos despedí a que mis sirvientes se fueran pidiéndoles que nadie me moleste recordando como Alastor caminaba por mi biblioteca sonriendo o preguntando un sin fin de preguntas o cuando estabas enojado y hacías una rabieta me rei de tales recuerdos poco a poco desahogue de mi interior este sentimiento que apuñalaba mi corazón con tanta crueldad * https://youtu.be/pgMiA8tn7jM?si=djerP0RMgfzGzfIz
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  • Esto se ha publicado como Out Of Character. Tenlo en cuenta al responder.
    Esto se ha publicado como Out Of Character.
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    Diez cosas sobre Mía:

    1. Adora el hidromiel aunque no le haga efecto alguno, su favorito, el hidromiel de la destilería amielada de carrera blanca.

    2. Le encantan los bollos de dulce, habrá guerra si le quitan uno y bueno… por ahí probó en cierta ocasión Skooma… (Si se entera papá Alduin y mamá Kari la matan) pero no le agradó, dijo que sabía a mierda, literalmente.

    3. Odia subir montañas, prefiere buscarle cosquillas a un troll de las nieves antes que subir una montaña.

    4. Le gusta ver la nieve y la lluvia caer, le encanta el sonido que estas hacen, la relajan.

    5. Sus mejores amigos son Serana Volkihar, el Dovahkiin y Cicero, este último la acompaña desde que era niña, era el quién la acompañaba cuando su madre se iba de misiones encomendadas por la Hermandad Oscura de Cheydinhall.

    6. Odia las arañas grandes, draugr y cualquier muerto viviente, evita las catacumbas pero a veces es imposible.

    7. Adora a su padre pero eso no quiere decir que quiere seguir sus pasos, quiere hacer su propio camino.

    8. Se puede pasar horas escuchando a los bardos, le encanta las historias, hasta Serana le tiene biblioteca en el castillo Volkihar solo para ella.

    9. Su arma favorita es el arco, aunque a veces usa dagas.

    10. Aunque por fuera parezca de carácter fuerte, por dentro es noble y emotiva, siempre lleva consigo un amuleto de Akatosh, no por que le rinda culto si no por qué ese amuleto le pertenecía a Kari, su madre, es su forma de honrarla.
    Diez cosas sobre Mía: 1. Adora el hidromiel aunque no le haga efecto alguno, su favorito, el hidromiel de la destilería amielada de carrera blanca. 2. Le encantan los bollos de dulce, habrá guerra si le quitan uno y bueno… por ahí probó en cierta ocasión Skooma… (Si se entera papá Alduin y mamá Kari la matan) pero no le agradó, dijo que sabía a mierda, literalmente. 3. Odia subir montañas, prefiere buscarle cosquillas a un troll de las nieves antes que subir una montaña. 4. Le gusta ver la nieve y la lluvia caer, le encanta el sonido que estas hacen, la relajan. 5. Sus mejores amigos son Serana Volkihar, el Dovahkiin y Cicero, este último la acompaña desde que era niña, era el quién la acompañaba cuando su madre se iba de misiones encomendadas por la Hermandad Oscura de Cheydinhall. 6. Odia las arañas grandes, draugr y cualquier muerto viviente, evita las catacumbas pero a veces es imposible. 7. Adora a su padre pero eso no quiere decir que quiere seguir sus pasos, quiere hacer su propio camino. 8. Se puede pasar horas escuchando a los bardos, le encanta las historias, hasta Serana le tiene biblioteca en el castillo Volkihar solo para ella. 9. Su arma favorita es el arco, aunque a veces usa dagas. 10. Aunque por fuera parezca de carácter fuerte, por dentro es noble y emotiva, siempre lleva consigo un amuleto de Akatosh, no por que le rinda culto si no por qué ese amuleto le pertenecía a Kari, su madre, es su forma de honrarla. :STK-4:
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    -Biblioteca de los caídos -

    //Seción ocultismo //

    Haber ....veamos que encontramos por aquí ....
    OFF🛑 -Biblioteca de los caídos - //Seción ocultismo // Haber ....veamos que encontramos por aquí ....
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  • Una nueva misión fue colocada en el tabloide de aventureros.

    𒈙𒈙𒈙𒈙

    𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢𝗡 𝗦𝗢𝗟𝗜𝗖𝗜𝗧𝗔𝗗𝗔 𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗬
    🇻​🇮​🇻​🇦​ 🇴​ 🇲​🇺​🇪​🇷​🇹​🇦​

    𒈙𒈙𒈙𒈙

    𝐀𝐦𝐩𝐡𝐢𝐫𝐚𝐱: 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐫𝐢𝐠𝐚𝐫

    𝑯𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒔𝒆 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂:

    Asesinó al campamento de 14 magos y 8 mercaderes libres.
    Robar ganado. (Vacas, ovejas, gallinas, caballos y un toro)
    Cazar y comer aventureros después de salir de calabozos.
    Destrucción de molinos de grano.
    Destrucción de telescopios y aparatos para analizar el cielo.
    Inundación de campos de cultivo.
    Incendio de una parte de la biblioteca de la orden de las brujas del norte.


    🇦​🇨​🇹​🇺​🇦​🇱​🇪​🇸​ 🇷​🇪​🇨​🇴​🇲​🇵​🇪​🇳​🇸​🇦​🇸​:
    • Captura con vida: 900 piezas de oro, una vivienda amueblada en la zona donde hay drenaje y agua potable. El título y obligación de ser el cazador del Rey.

    • Muerta; (deben llevar su cabeza)
    500 piezas de oro, una vivienda sin muebles, sin agua potable, pero en la zona donde hay drenaje. El título de cazador para el Rey.

    • Cola, pata, ala, garra, dedo: El peso de la extremidad en plata

    • Información precisa de su paradero: 50 piezas de bronce (después de confirmación de ser información veraz)

    •Información de avistamiento: 10 piezas de bronce.
    Una nueva misión fue colocada en el tabloide de aventureros. 𒈙𒈙𒈙𒈙 𝗠𝗜𝗦𝗜𝗢𝗡 𝗦𝗢𝗟𝗜𝗖𝗜𝗧𝗔𝗗𝗔 𝗣𝗢𝗥 𝗘𝗟 𝗥𝗘𝗬 🇻​🇮​🇻​🇦​ 🇴​ 🇲​🇺​🇪​🇷​🇹​🇦​ 𒈙𒈙𒈙𒈙 𝐀𝐦𝐩𝐡𝐢𝐫𝐚𝐱: 𝐇𝐚𝐧𝐧𝐢𝐛𝐚𝐫𝐢𝐠𝐚𝐫 𝑯𝒆𝒄𝒉𝒐𝒔 𝒑𝒐𝒓 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒂𝒍𝒆𝒔 𝒔𝒆 𝒃𝒖𝒔𝒄𝒂: Asesinó al campamento de 14 magos y 8 mercaderes libres. Robar ganado. (Vacas, ovejas, gallinas, caballos y un toro) Cazar y comer aventureros después de salir de calabozos. Destrucción de molinos de grano. Destrucción de telescopios y aparatos para analizar el cielo. Inundación de campos de cultivo. Incendio de una parte de la biblioteca de la orden de las brujas del norte. 🇦​🇨​🇹​🇺​🇦​🇱​🇪​🇸​ 🇷​🇪​🇨​🇴​🇲​🇵​🇪​🇳​🇸​🇦​🇸​: • Captura con vida: 900 piezas de oro, una vivienda amueblada en la zona donde hay drenaje y agua potable. El título y obligación de ser el cazador del Rey. • Muerta; (deben llevar su cabeza) 500 piezas de oro, una vivienda sin muebles, sin agua potable, pero en la zona donde hay drenaje. El título de cazador para el Rey. • Cola, pata, ala, garra, dedo: El peso de la extremidad en plata • Información precisa de su paradero: 50 piezas de bronce (después de confirmación de ser información veraz) •Información de avistamiento: 10 piezas de bronce.
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  • Tengo la costumbre de leey compulsivamente...

    *Dice Shinn con un libro.*

    —No termino de leer un libro cuando ya estoy empezando otro... Y por eso hago muchos préstamos a domicilio de libros de la biblioteca, pero luego no los leo... Y cargo muchas multas porque tampoco los devuelvo a tiempo. Cómo este

    *Con ligera vergüenza sonríe.*

    —Un libro sobre monstruos que estoy cerca de finalizar, pero no lo devolví a tiempo, y ahora lo volví a encontrar...
    Tengo la costumbre de leey compulsivamente... *Dice Shinn con un libro.* —No termino de leer un libro cuando ya estoy empezando otro... Y por eso hago muchos préstamos a domicilio de libros de la biblioteca, pero luego no los leo... Y cargo muchas multas porque tampoco los devuelvo a tiempo. Cómo este 😅 *Con ligera vergüenza sonríe.* —Un libro sobre monstruos que estoy cerca de finalizar, pero no lo devolví a tiempo, y ahora lo volví a encontrar...
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  • Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo.

    Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior.

    Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían.

    El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más.

    A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado.

    Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca.

    Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia.

    Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse.

    Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño.

    ~ ɱ૦ՐƿҺ૯υς ⁠♡
    Al principio, los sueños eran solo eso, paisajes suaves como canciones, donde los colores flotaban con vida propia. Sora caminaba entre praderas suspendidas en el cielo, cruzaba puentes hechos de mariposas dormidas, y las nubes hablaban en voz baja entre sí; todo era hermoso, frágil, como si bastara un suspiro para romperlo. Y Sora sonreía, porque ese era su mundo. Pero si uno se quedaba el tiempo suficiente, si se atrevía a mirar más allá de la primera capa, descubría lo que nadie notaba, las flores tenían espinas de cristal, el agua de los lagos era tan profunda como el vacío, y a veces, solo a veces, la risa de Sora se quebraba, apenas un instante, lo suficiente para saber que había algo oscuro guardado en su interior. Fue entonces que él apareció, un gato, silencioso, de color gris con vetas oscuras como ceniza vieja, con ojos grandes y brillantes que no reflejaban luz, sino recuerdos, no hablaba, pero parecía entenderlo todo, siempre estaba allí, a veces al borde del campo de visión de Sora, otras, dormido en una colina flotante cubierta de pétalos, y cuando ella se acercaba, él no huía, la miraba, solo la miraba, como si supiera quién era realmente, más allá de la dulzura que todos veían. El primer encuentro fue breve, solo se cruzaron en una estación hecha de relojes sin agujas; pero en el segundo, el gato caminó a su lado sin emitir un solo sonido; en el tercero, ella le habló; en el cuarto, él le rozó la mano con la cabeza; y así, en cada nuevo sueño, el lazo se tejía más. A veces, Sora lo esperaba, o lo buscaba por laberintos de espejos que mostraban versiones alternas de sí misma, otras, lo encontraba sin buscarlo, durmiendo en su regazo en medio de una biblioteca sumergida, o siguiéndola entre trenes sin rumbo que viajaban por el cielo estrellado. Con él, los sueños cambiaban, se volvían más cálidos, más nítidos, pero también más honestos. La oscuridad dentro de ella dejaba de esconderse; se asomaba sin miedo, como una sombra que también deseaba ser amada. Y el gato no la rechazaba, nunca. Sora comenzó a sentirlo primero como consuelo, luego como compañía, y sin darse cuenta, como algo que dolía en el pecho cuando no estaba. No era solo afecto, no era ternura, era ese tipo de amor que se construye en silencio, sin promesas ni palabras, solo con presencia. Lo acariciaba con cuidado, como si pudiera romperse, le susurraba secretos que ni siquiera ella entendía del todo. Él se quedaba junto a ella, como si pudiera sostener su alma con solo quedarse. Y así, noche tras noche, entre mundos que flotaban como burbujas de jabón, Sora y el gato seguían encontrándose, porque incluso en sueños, hay hilos que el destino no puede cortar. Y este, ya no era un simple sueño. ~ [Sweets_dreams] ⁠♡
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  • Pocas veces permite el acceso de alguien a su biblioteca, pero ahora, se encuentra bastante sorprendido de ver a la pequeña muchacha albina devorando libros sin parar, uno detrás de otro, parecía que cada tema lo asimilaba en cuestión de segundos.

    — Parece ser que estas cerca de terminar otro libro, Ilnara ¿Por qué te interesa aprender tan rápido?
    Pocas veces permite el acceso de alguien a su biblioteca, pero ahora, se encuentra bastante sorprendido de ver a la pequeña muchacha albina devorando libros sin parar, uno detrás de otro, parecía que cada tema lo asimilaba en cuestión de segundos. — Parece ser que estas cerca de terminar otro libro, Ilnara ¿Por qué te interesa aprender tan rápido?
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