• Aun no acabó el diseño ahh la arquitectura es difícil, pero es mi pasión ya hasta me dio sueño

    -Seguía en la biblioteca entonces se puso de nuevo los audífonos estirándose un poco siguiendo con el diseño, pero poco a poco el sueño lo venció y se terminó quedando dormido con el lápiz en la mano-
    Aun no acabó el diseño ahh la arquitectura es difícil, pero es mi pasión ya hasta me dio sueño -Seguía en la biblioteca entonces se puso de nuevo los audífonos estirándose un poco siguiendo con el diseño, pero poco a poco el sueño lo venció y se terminó quedando dormido con el lápiz en la mano-
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  • Un día muy ocupado para mi, estar pegado en una biblioteca leyendo de todo un poco me gusta, pero luego me quedo como un adicto por tomar tanto energizante para no quedarme dormido (No dormí bien estos días, provocado por ayudar a una librería y no me quejo pero mi hora de sueño se redujo)
    Un día muy ocupado para mi, estar pegado en una biblioteca leyendo de todo un poco me gusta, pero luego me quedo como un adicto por tomar tanto energizante para no quedarme dormido (No dormí bien estos días, provocado por ayudar a una librería y no me quejo pero mi hora de sueño se redujo)
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  • como siempre cual santo en sus tierras Aruna ingreso a la biblioteca phantomhive buscando a Jean Phantomhive -Jeeeaaaan! cuando vas a salir de verdad ya yienen semanas que no tenemos alguna salida juntos- como un niño pequeño hiba con su rostro en modo puchero molesto de que su hermano lo haya estado ignorando todo este tiempo
    como siempre cual santo en sus tierras Aruna ingreso a la biblioteca phantomhive buscando a [littl3gr3y] -Jeeeaaaan! cuando vas a salir de verdad ya yienen semanas que no tenemos alguna salida juntos- como un niño pequeño hiba con su rostro en modo puchero molesto de que su hermano lo haya estado ignorando todo este tiempo
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  • El despertador no llega a sonar. La pantalla del móvil parpadea una, dos veces… y se apaga de golpe, chamuscada.
    Rachel Morgan abre un ojo, medio sonriendo.
    —Otra vez… —murmura con voz ronca, arrastrando las palabras entre las sábanas.

    Desde que empezó a tener pesadillas con exámenes, su poder tiende a desbordarse mientras duerme. Las bombillas del techo aún titilan, indecisas entre apagarse o seguir funcionando.

    Se levanta despacio, con ese andar relajado que siempre parece calculado. Su cuerpo despierta con energía contenida; cada movimiento suyo desprende control y una sutil sensualidad. Frente al espejo, pasa una mano por su cabello negro azabache.

    Va al baño, dejando tras de sí un rastro imperceptible de energía. Cuando el agua fría cae sobre su piel, siente el leve cosquilleo de la corriente intentando salir; no lo permite. Respira, se concentra, lo contiene. Control. Siempre control.

    Su apartamento es pequeño, pero ordenado a su manera: libros de psicología abiertos en la mesa, una taza con restos de café de anoche y una chaqueta de cuero colgada del respaldo de una silla. Todo huele a rutina y a electricidad. Enciende la cafetera y mientras espera, revisa su agenda. Tres clases, una tutoría y el trabajo en la biblioteca. Nada fuera de lo normal, salvo que el cielo amenaza tormenta.

    Cuando se viste, elige unos vaqueros ajustados y una camiseta negra, se maquillaría en el coche por falta de tiempo. Sencilla, pero sabe exactamente el efecto que causa: el tipo de elegancia sin esfuerzo que hace que la gente la mire dos veces. Se perfuma con un toque sutil, se coloca la chaqueta sobre los hombros y, justo antes de salir, suelta una pequeña descarga con la punta del dedo. La cerradura emite un chasquido eléctrico y se cierra automáticamente.

    —Ventajas de ser una batería humana —dice para sí, sonriendo.

    Camina por el pasillo del edificio con paso firme. Su mirada, sus gestos, todo en ella transmite una seguridad natural. Al cruzarse con el vecino del 3B, le dedica una sonrisa rápida, coqueta, apenas un segundo más de lo necesario. Él se queda mirándola, y Rachel sonríe apenas al notar el efecto.

    Fuera, el viento trae olor a lluvia. Una corriente recorre el aire, y sus dedos hormiguean.
    Ella levanta la vista al cielo gris.
    Sonrie, metiendo las manos en los bolsillos y caminando hacia la universidad, mientras el primer trueno retumba a lo lejos. Adora los dias así.
    El despertador no llega a sonar. La pantalla del móvil parpadea una, dos veces… y se apaga de golpe, chamuscada. Rachel Morgan abre un ojo, medio sonriendo. —Otra vez… —murmura con voz ronca, arrastrando las palabras entre las sábanas. Desde que empezó a tener pesadillas con exámenes, su poder tiende a desbordarse mientras duerme. Las bombillas del techo aún titilan, indecisas entre apagarse o seguir funcionando. Se levanta despacio, con ese andar relajado que siempre parece calculado. Su cuerpo despierta con energía contenida; cada movimiento suyo desprende control y una sutil sensualidad. Frente al espejo, pasa una mano por su cabello negro azabache. Va al baño, dejando tras de sí un rastro imperceptible de energía. Cuando el agua fría cae sobre su piel, siente el leve cosquilleo de la corriente intentando salir; no lo permite. Respira, se concentra, lo contiene. Control. Siempre control. Su apartamento es pequeño, pero ordenado a su manera: libros de psicología abiertos en la mesa, una taza con restos de café de anoche y una chaqueta de cuero colgada del respaldo de una silla. Todo huele a rutina y a electricidad. Enciende la cafetera y mientras espera, revisa su agenda. Tres clases, una tutoría y el trabajo en la biblioteca. Nada fuera de lo normal, salvo que el cielo amenaza tormenta. Cuando se viste, elige unos vaqueros ajustados y una camiseta negra, se maquillaría en el coche por falta de tiempo. Sencilla, pero sabe exactamente el efecto que causa: el tipo de elegancia sin esfuerzo que hace que la gente la mire dos veces. Se perfuma con un toque sutil, se coloca la chaqueta sobre los hombros y, justo antes de salir, suelta una pequeña descarga con la punta del dedo. La cerradura emite un chasquido eléctrico y se cierra automáticamente. —Ventajas de ser una batería humana —dice para sí, sonriendo. Camina por el pasillo del edificio con paso firme. Su mirada, sus gestos, todo en ella transmite una seguridad natural. Al cruzarse con el vecino del 3B, le dedica una sonrisa rápida, coqueta, apenas un segundo más de lo necesario. Él se queda mirándola, y Rachel sonríe apenas al notar el efecto. Fuera, el viento trae olor a lluvia. Una corriente recorre el aire, y sus dedos hormiguean. Ella levanta la vista al cielo gris. Sonrie, metiendo las manos en los bolsillos y caminando hacia la universidad, mientras el primer trueno retumba a lo lejos. Adora los dias así.
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  • EL inicio de una aventura
    Fandom Crossover
    Categoría Aventura
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre.
    Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar.

    -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente?

    Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft"

    -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto.

    -Jaja, muy gracioso Jonah.

    No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma.

    -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones.

    Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco.
    Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada.

    Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso.

    -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta?

    Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia.
    (ROL LIBRE)
    La mansión Croft, ahora en mejor estado que el de hacia un par de decadas, siempre había tenido algo particular que la gente del exterior ignoraba o prefería mantener en un misterio pues desde que los herederos del titulo se habían dejado a la arqueologia, la investigación y exploración de tumbas antiguas. SI no era el padre buscando indicios sobre la isla perdida en el triangulo de las vermudas, hasta las tierras aztecas en busca de tierras perdidas escondida en las selvas desde México hasta Brasil, mientras la hija se dedicaba a la búsqueda entre Siberia, Rusia y Siria, siguiendo las pistas de su difunto padre. Era tan extraño encontrarla en casa que muchos usaban la mansión Croft como un mito o un sitio de leyenda, como un lugar embrujado o la verdadera mina de oro a la que todos temían entrar. -¿En serio? ¿Eso es lo que piensa la gente? Lara se limito a sonreir a la pantalla. Jamas habría pensado que su propio hogar se volvería un lugar misterioso y fantasmal en un foro de Reddit. Zip, con su relajada personalidad solo se tomaba las cosas con calma, mientras Jonah se revolvía en su asiento mientras seguía leyendo como "El fantasma de Lady Croft" -Si pasaras mas tiempo en casa, estoy seguro que asustaría mucho mas que esas cámaras o la cara de Winston cada que le das un susto. -Jaja, muy gracioso Jonah. No era para menos, en los ultimos meses, con tantas investigaciones, apenas habia salido de la biblioteca. De no ser por el mayordomo y la necesidad urgente de bañarse, comenzaría a parecer un verdadero fantasma. -Da igual, mientras no entren en casa todo esta bien. -Salio de la 'cueva' llena de cables bostezando ligeramente- Me pone los pelos de punta saber que rondan fuera del porton, mas aun teniendo a la Trinidad pisandonos los talones. Recordar la 'muerte' de su padre y la constante paranoia de que un extraño entre en su hogar y atente contra sus amigos por su culpa no era la sensación mas agradable. Gracias a los ingresos por investigaciones, había podido poner tantas camaras, sistemas de bloqueo y muchas armas regadas entre esculturas, figuras y pinturas para poder dormir tranquila, aunque fuera por poco. Tres horas despues, justo cuando el reloj de péndulo invadió el silencioso lugar, un ruido bien calculado le hizo rebotar de la cama y saltar sigilosamente hacia la puerta, no sin antes sacar la pistola bajo la almohada. Susurros, pasos, como habían traspasado la segurida no era su principal preocupacion, solo quería deshacerse de los intrusos y buscar las respuestas después de eso. -¡MIerda! Hay un montón de cosas aquí ¿Como mierda vamos a encontrar la pieza que nos falta? Y, al parecer, no eran del tipo profesional incluso podría decir, carecían de cierta inteligencia. (ROL LIBRE)
    Tipo
    Individual
    Líneas
    Cualquier línea
    Estado
    Disponible
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  • Después de jugar un poco durante la mañana, llenarse hasta reventar en El Buen Cazador fue a la biblioteca a donde su maestra, Lisa. Llevando a la cede de los caballeros, lo saludan los guardias como ya como alguien habitual. Razor los saluda levantando la mano y entró a la biblioteca, llegó al escritorio mas no vio a su maestra, con un caminar sigiloso buscó entre los pasillos sin encontrarla, suspiró derrotado y, para no irse de inmediato se quedó la biblioteca.

    Después de unas horas había limpiado los pasillos, los estantes, los libros y miró el escritorio de Lisa mientras tenía un trapo en mano, frunció levemente el ceño, si bien Lisa dejaba a Razor en la biblioteca hacer lo que quisiera permisiblemente hablando si había algo preciado para la "Bruja de la rosa púrpura" después de sus amados libros, bien podría ser su escritorio y cada una de las cosas que estaba en el, cada objeto sobre el mueble por muy simple que fuera sabía que ella se daría cuenta aunque hubiera sido movido milimétricamente.

    -Glup... -tragó saliva y retrocedió, podía enfrentarse a lo que fuera, incluso había peleado con Dragartos Geo, pero, jamás a su maestra-

    Como si no hubiera pasado nada retrocedió y fue por un libro de cuentos el cual se puso a leer en la silla frente al escritorio de Lisa que siempre usaba.
    Después de jugar un poco durante la mañana, llenarse hasta reventar en El Buen Cazador fue a la biblioteca a donde su maestra, Lisa. Llevando a la cede de los caballeros, lo saludan los guardias como ya como alguien habitual. Razor los saluda levantando la mano y entró a la biblioteca, llegó al escritorio mas no vio a su maestra, con un caminar sigiloso buscó entre los pasillos sin encontrarla, suspiró derrotado y, para no irse de inmediato se quedó la biblioteca. Después de unas horas había limpiado los pasillos, los estantes, los libros y miró el escritorio de Lisa mientras tenía un trapo en mano, frunció levemente el ceño, si bien Lisa dejaba a Razor en la biblioteca hacer lo que quisiera permisiblemente hablando si había algo preciado para la "Bruja de la rosa púrpura" después de sus amados libros, bien podría ser su escritorio y cada una de las cosas que estaba en el, cada objeto sobre el mueble por muy simple que fuera sabía que ella se daría cuenta aunque hubiera sido movido milimétricamente. -Glup... -tragó saliva y retrocedió, podía enfrentarse a lo que fuera, incluso había peleado con Dragartos Geo, pero, jamás a su maestra- Como si no hubiera pasado nada retrocedió y fue por un libro de cuentos el cual se puso a leer en la silla frente al escritorio de Lisa que siempre usaba.
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  • {Anoche.. fue un día bastante cansado en la cafetería de Shiina, no obstante a primera hora se dirigía hacia su universidad a paso tranquilo en otra fría mañana. Al llegar se encontró con la situación de que su profesor se había ausentado, por lo que cada alumno decidió otra cosa que hacer, ella por su lado se fue hasta la biblioteca.. mientras acariciaba con los dedos una fila de libros de la estantería.. su mente seguía en blanco, nada le llamaba la atención. De pronto se fijó en la poca luz de la sala, y se dirigió a una ventana cubierta con las cortinas y rodó estas dejando entrar la luz. De percató de que si levantaba un poco la mirada podía llegar a ver una clase de otra facultad, donde inesperadamente hizo contacto visual con un chico..}
    {Anoche.. fue un día bastante cansado en la cafetería de Shiina, no obstante a primera hora se dirigía hacia su universidad a paso tranquilo en otra fría mañana. Al llegar se encontró con la situación de que su profesor se había ausentado, por lo que cada alumno decidió otra cosa que hacer, ella por su lado se fue hasta la biblioteca.. mientras acariciaba con los dedos una fila de libros de la estantería.. su mente seguía en blanco, nada le llamaba la atención. De pronto se fijó en la poca luz de la sala, y se dirigió a una ventana cubierta con las cortinas y rodó estas dejando entrar la luz. De percató de que si levantaba un poco la mirada podía llegar a ver una clase de otra facultad, donde inesperadamente hizo contacto visual con un chico..} 🏵️
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  • *Temprano por la mañana, Shinn había decidido visitar la biblioteca.
    Hacerlo en este horario era agradable porque a esa hora normalmente no hay mucha gente, así que de algún modo tiene la biblioteca para él solo.*

    -Hay un libro que no he telído desde hace más de un año... Hoy tengo ganas de acabarlo al fin.
    *Temprano por la mañana, Shinn había decidido visitar la biblioteca. Hacerlo en este horario era agradable porque a esa hora normalmente no hay mucha gente, así que de algún modo tiene la biblioteca para él solo.* -Hay un libro que no he telído desde hace más de un año... Hoy tengo ganas de acabarlo al fin.
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  • Nada más regresar le entregó a un lacayo mi sombrero, guantes y el abrigo.
    Vengo de la comisaría ese despreciable de Lord Ronald no volverá a estar cerca de una mujer.
    —¿Sabe si mi esposa ha salido de su cuarto?.
    —Si señor, la encontrará en la biblioteca.
    —Gracias.
    Nada más regresar le entregó a un lacayo mi sombrero, guantes y el abrigo. Vengo de la comisaría ese despreciable de Lord Ronald no volverá a estar cerca de una mujer. —¿Sabe si mi esposa ha salido de su cuarto?. —Si señor, la encontrará en la biblioteca. —Gracias.
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  • Reviso el diccionario que acabo de coger en la biblioteca del campus, me falta anotar algunas definiciones y poner los enlaces que consulte en internet al igual que los libros para el primer trabajo que nos puso el lunes pasado el profesor Newton.

    Debo enviárselo antes del martes, me he esforzado el doble para poder enviárselo a las doce y cinco de la mañana.
    Reviso el diccionario que acabo de coger en la biblioteca del campus, me falta anotar algunas definiciones y poner los enlaces que consulte en internet al igual que los libros para el primer trabajo que nos puso el lunes pasado el profesor Newton. Debo enviárselo antes del martes, me he esforzado el doble para poder enviárselo a las doce y cinco de la mañana.
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