Blythe:
¿Quien no desearía tocar el suelo con la punta y plantas de los pies?
A paso tranquilo recorriendo su camino se encontraba una joven peliblanca.
El sol no podía tocar su piel.
Sin embargo, una nube tranquila y ligeramente gris la acompañaba por todo lo largo de su camino recorrido.
Cubria la hermosa piel palida de la mujer, protegiéndola de la radiación electromagnética que resplandecía con su poder natural sobre el mundo.
Los pasos fríos de la dama al tocar la tierra, enfriaban ligeramente el pasto, hojas o cualquier tipo de planta que brotara del terreno recorrido.
La nube era necesariamente grande para hacer lucir el día ligeramente gris y con vista clara al rededor, pero tras ella la luz del sol iluminaba el camino detras de sus pasos, dando calidez y nuevamente vida a la tierra fría borrando el rastro de su pista.
La mujer ama caminar descalza.
Tocar la tierra le hacia sentir unida al mundo, aceptando su naturaleza animal en ese hermoso y curioso planeta que le hacía respirar en profundidad y le permite vivir cada paso que entregaba a su incierto pero seguro camino.
No importaba qué tocará sin calzo; pasto, arena, piedra, tierra, lodo, agua... Incluso una que otra espina al cual tuviera que sustraer. Ella ama tocar la tierra.
húmedo, pegajoso, mojado, duro, blando, rugoso, resbaloso, seco, suave... Podía sentir todo a su al rededor con su tacto y reconocer la similitud de los lugares en dónde sobrevive al recorrer el mundo.
Por la noche la enorme nube la deja a solas.
Toma un descanso dejando la vista descubierta del cielo; las estrellas y constelaciones sobre ella.
La piel de la mujer, se ilumina con la luz de la luna.
Lo que el sol no le puede ofrecer, la luna se lo entrega en su hermoso reflejo, haciendo que la mujer, brille en su propia oscuridad.
La mujer vive feliz, en calma y con fé.
Vive en recuerdos hermosos de todo lugar que a podido recorrer y conocer.
Todo aquel lugar que al volver, es acogida en convite.
Mujer feliz, que reconoce todo el mundo con el alma, corazón, mente , puntas... Y plantas de los pies.
¿Quien no desearía tocar el suelo con la punta y plantas de los pies?
A paso tranquilo recorriendo su camino se encontraba una joven peliblanca.
El sol no podía tocar su piel.
Sin embargo, una nube tranquila y ligeramente gris la acompañaba por todo lo largo de su camino recorrido.
Cubria la hermosa piel palida de la mujer, protegiéndola de la radiación electromagnética que resplandecía con su poder natural sobre el mundo.
Los pasos fríos de la dama al tocar la tierra, enfriaban ligeramente el pasto, hojas o cualquier tipo de planta que brotara del terreno recorrido.
La nube era necesariamente grande para hacer lucir el día ligeramente gris y con vista clara al rededor, pero tras ella la luz del sol iluminaba el camino detras de sus pasos, dando calidez y nuevamente vida a la tierra fría borrando el rastro de su pista.
La mujer ama caminar descalza.
Tocar la tierra le hacia sentir unida al mundo, aceptando su naturaleza animal en ese hermoso y curioso planeta que le hacía respirar en profundidad y le permite vivir cada paso que entregaba a su incierto pero seguro camino.
No importaba qué tocará sin calzo; pasto, arena, piedra, tierra, lodo, agua... Incluso una que otra espina al cual tuviera que sustraer. Ella ama tocar la tierra.
húmedo, pegajoso, mojado, duro, blando, rugoso, resbaloso, seco, suave... Podía sentir todo a su al rededor con su tacto y reconocer la similitud de los lugares en dónde sobrevive al recorrer el mundo.
Por la noche la enorme nube la deja a solas.
Toma un descanso dejando la vista descubierta del cielo; las estrellas y constelaciones sobre ella.
La piel de la mujer, se ilumina con la luz de la luna.
Lo que el sol no le puede ofrecer, la luna se lo entrega en su hermoso reflejo, haciendo que la mujer, brille en su propia oscuridad.
La mujer vive feliz, en calma y con fé.
Vive en recuerdos hermosos de todo lugar que a podido recorrer y conocer.
Todo aquel lugar que al volver, es acogida en convite.
Mujer feliz, que reconoce todo el mundo con el alma, corazón, mente , puntas... Y plantas de los pies.
Blythe:
¿Quien no desearía tocar el suelo con la punta y plantas de los pies?
A paso tranquilo recorriendo su camino se encontraba una joven peliblanca.
El sol no podía tocar su piel.
Sin embargo, una nube tranquila y ligeramente gris la acompañaba por todo lo largo de su camino recorrido.
Cubria la hermosa piel palida de la mujer, protegiéndola de la radiación electromagnética que resplandecía con su poder natural sobre el mundo.
Los pasos fríos de la dama al tocar la tierra, enfriaban ligeramente el pasto, hojas o cualquier tipo de planta que brotara del terreno recorrido.
La nube era necesariamente grande para hacer lucir el día ligeramente gris y con vista clara al rededor, pero tras ella la luz del sol iluminaba el camino detras de sus pasos, dando calidez y nuevamente vida a la tierra fría borrando el rastro de su pista.
La mujer ama caminar descalza.
Tocar la tierra le hacia sentir unida al mundo, aceptando su naturaleza animal en ese hermoso y curioso planeta que le hacía respirar en profundidad y le permite vivir cada paso que entregaba a su incierto pero seguro camino.
No importaba qué tocará sin calzo; pasto, arena, piedra, tierra, lodo, agua... Incluso una que otra espina al cual tuviera que sustraer. Ella ama tocar la tierra.
húmedo, pegajoso, mojado, duro, blando, rugoso, resbaloso, seco, suave... Podía sentir todo a su al rededor con su tacto y reconocer la similitud de los lugares en dónde sobrevive al recorrer el mundo.
Por la noche la enorme nube la deja a solas.
Toma un descanso dejando la vista descubierta del cielo; las estrellas y constelaciones sobre ella.
La piel de la mujer, se ilumina con la luz de la luna.
Lo que el sol no le puede ofrecer, la luna se lo entrega en su hermoso reflejo, haciendo que la mujer, brille en su propia oscuridad.
La mujer vive feliz, en calma y con fé.
Vive en recuerdos hermosos de todo lugar que a podido recorrer y conocer.
Todo aquel lugar que al volver, es acogida en convite.
Mujer feliz, que reconoce todo el mundo con el alma, corazón, mente , puntas... Y plantas de los pies.
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