#BitchLife
Viernes por la noche en el Black Butterfly. Nathan recién comienza su turno. Luce impecable. Su cabello ondulado cae libremente sobre sus hombros, perfectamente peinado para darle un aire despreocupado, mientras un toque de iluminador resalta sus pómulos. Lleva los ojos delineados en negro, realzando el verde de su mirada con un toque ahumado que le da una expresión entre seductora y desafiante.
La camisa de seda, de un color profundo, casi negro, suelta destellos juguetones bajo las luces del club y se ajusta a su figura, insinuando tanto como revela. Sus pantalones de cuero, ceñidos a las caderas, realzan su silueta esbelta, y un par de botines de tacón bajo completan el conjunto, dándole unos centímetros de altura y un andar seguro. En una de sus manos, luce varios anillos de plata, que tintinean levemente mientras mezcla y sirve los tragos, y sus labios están pintados de un tono sutilmente brillante, invitando a mirarlo con atención.
Desde detrás de la barra, observa a los clientes con una sonrisa traviesa mientras prepara un par de tragos. Al entregarlos, guiña un ojo con coquetería.
--- Aquí tienes. Dulce y fuerte... casi tanto como yo~
Viernes por la noche en el Black Butterfly. Nathan recién comienza su turno. Luce impecable. Su cabello ondulado cae libremente sobre sus hombros, perfectamente peinado para darle un aire despreocupado, mientras un toque de iluminador resalta sus pómulos. Lleva los ojos delineados en negro, realzando el verde de su mirada con un toque ahumado que le da una expresión entre seductora y desafiante.
La camisa de seda, de un color profundo, casi negro, suelta destellos juguetones bajo las luces del club y se ajusta a su figura, insinuando tanto como revela. Sus pantalones de cuero, ceñidos a las caderas, realzan su silueta esbelta, y un par de botines de tacón bajo completan el conjunto, dándole unos centímetros de altura y un andar seguro. En una de sus manos, luce varios anillos de plata, que tintinean levemente mientras mezcla y sirve los tragos, y sus labios están pintados de un tono sutilmente brillante, invitando a mirarlo con atención.
Desde detrás de la barra, observa a los clientes con una sonrisa traviesa mientras prepara un par de tragos. Al entregarlos, guiña un ojo con coquetería.
--- Aquí tienes. Dulce y fuerte... casi tanto como yo~
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La camisa de seda, de un color profundo, casi negro, suelta destellos juguetones bajo las luces del club y se ajusta a su figura, insinuando tanto como revela. Sus pantalones de cuero, ceñidos a las caderas, realzan su silueta esbelta, y un par de botines de tacón bajo completan el conjunto, dándole unos centímetros de altura y un andar seguro. En una de sus manos, luce varios anillos de plata, que tintinean levemente mientras mezcla y sirve los tragos, y sus labios están pintados de un tono sutilmente brillante, invitando a mirarlo con atención.
Desde detrás de la barra, observa a los clientes con una sonrisa traviesa mientras prepara un par de tragos. Al entregarlos, guiña un ojo con coquetería.
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