• -Una frecuencia distorsionada y cargada de estática inundó las ondas. La transmisión infernal comenzó a escucharse simultáneamente en cada anillo del Infierno y a través de cualquier objeto o reliquia maldita con un sensor de sonido.-

    ¡Saludos, mis oyentes infernales! Veo que su adoración no disminuye. Me conmueve saber que anhelan más episodios de este programa radial, sin olvidar esas cartas con dedicatorias tan... adorables. Solo por ustedes, mis fieles seguidores, voy a inaugurar nuevos horarios. Pero sé que la espera es insoportable; quieren oírme cantar. ¡Así que empecemos!"

    -De mi cuerpo emergieron mis sombras, y una porción de ellas se materializó para ejecutar los instrumentos.
    Con un tono que era a la vez imponente y sarcástico, comencé mi canto. Mi voz narraba mi ascenso y mi éxito actual, celebrando que siempre cumplo mis propósitos. Sonreía con malicia y mofa, sabiendo que el simple hecho de verme tan triunfante les carcome el alma a todos aquellos que desearon verme caer. -

    https://youtu.be/h5JtAaP0HNU?si=iEVrK17mllhcRslS
    -Una frecuencia distorsionada y cargada de estática inundó las ondas. La transmisión infernal comenzó a escucharse simultáneamente en cada anillo del Infierno y a través de cualquier objeto o reliquia maldita con un sensor de sonido.- 🎙️¡Saludos, mis oyentes infernales! Veo que su adoración no disminuye. Me conmueve saber que anhelan más episodios de este programa radial, sin olvidar esas cartas con dedicatorias tan... adorables. Solo por ustedes, mis fieles seguidores, voy a inaugurar nuevos horarios. Pero sé que la espera es insoportable; quieren oírme cantar. ¡Así que empecemos!"🎙️🎶🎶🎶 -De mi cuerpo emergieron mis sombras, y una porción de ellas se materializó para ejecutar los instrumentos. Con un tono que era a la vez imponente y sarcástico, comencé mi canto. Mi voz narraba mi ascenso y mi éxito actual, celebrando que siempre cumplo mis propósitos. Sonreía con malicia y mofa, sabiendo que el simple hecho de verme tan triunfante les carcome el alma a todos aquellos que desearon verme caer. - https://youtu.be/h5JtAaP0HNU?si=iEVrK17mllhcRslS
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    Semanitas de estudio y reprobé. Me ví todo Harry Potter para calmarme y parte del señor de los anillos.
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  • Cap: 00.

    Las paredes volvieron a temblar, igual que hace muchas veces, con la misma intensidad que hacía temblar el agua estancada en aquel cuarto que engendra penumbras más allá de la ausencia lumínica. Cuando los movimientos, aquellos que aquél ya los tomaba como un suceso inmutable de su rutina, el mundo, su pequeño páramo de sombras, murió, o más bien se transformó, bajo una presencia delgada, pero intensa para él; luz nocturna, cayendo como cascada por encima de su rojiza cabeza.

    Para esa luz no le fue suficiente con hostigar desde arriba sino que también lo hizo desde abajo, usando el agua como un trampolín para fragmentarse en mil rayos que rebotaron en mil direcciones distintas. No hubo centímetro de ladrillo negro que se salvará de la iluminación.

    Las manos, delgadas y pálidas, cubrieron los párpados en un intento por esconder sus adoloridos ojos. Un frote tras otro fue suficiente, así pudo volver a posar la mirada en lo que escondían las penumbras a las que llamaba compañía; una recamara fría, inundada de aguas turbias que le llegan hasta las rodillas, con cuatro paredes que se repiten en patrón y medidas.

    El niño de cabello rojo estaba absorto en el paisaje, pero un susurro distante le hizo mirar hacia arriba. El cielo miró al niño y este le devolvió la mirada. Esa noche, de manera abrupta, el resplandor del firmamento fue trastornado por la mera presencia de aquel que por primera vez pudo hacer uso de la palabra belleza.
    No pudo descifrar el susurro, así como tampoco logró cortar el contacto visual con las estrellas. Era perturbador para él, quien era totalmente ajeno al desprecio que recibía desde lo alto. Algo presionó el centro de su pecho, algo que pronto se extendería hasta su garganta y culminaría en sus temblorosos labios.

    Flexionó las piernas, acto que pronto provocaría un nuevo temblor entre los ladrillos y el agua de la recamara. Al entorno se le sumaron los anillos, esas piezas doradas con trazos y fragmentos de rocas rojas, pero con una intensidad mayor. Él era el origen, motivado por una necesidad que jamás había sentido; Saber el porque las estrellas le odiaban.

    El niño de cabello rojo fue el factor que rompería con la quietud de la noche, el desencadenante de un catastrófico efecto mariposa para el destino. Un estruendo recorrió los oscuros bosques, como el rugido de los truenos durante las tormentas, mientras que un borrón escarlata cortó la distancia entre la tierra y el firmamento con una velocidad vertiginosa.

    Sus delgados dedos fueron extendidos en dirección a la infinidad del glorioso cielo, y él los extendió sin importar que una delgada capa ardiente y blanca cubriera desde las puntas de sus uñas negras hasta la mitad de sus antebrazos.

    No alcanzó a las estrellas.
    La distancia entre la tierra y el cielo, entre él y las estrellas, fue retornando a su forma original.
    Con el alejamiento creciente, con cada metro que se alejaba, la presión en su pecho fue grabándose, como si quisiera quedarse allí para toda la eternidad.

    Por primera vez sintió emociones; tristeza, frustración e ira. Pero también sintió algo aún mayor: Esperanza. La esperanza de algún día poder cambiar las estrellas.
    Cap: 00. Las paredes volvieron a temblar, igual que hace muchas veces, con la misma intensidad que hacía temblar el agua estancada en aquel cuarto que engendra penumbras más allá de la ausencia lumínica. Cuando los movimientos, aquellos que aquél ya los tomaba como un suceso inmutable de su rutina, el mundo, su pequeño páramo de sombras, murió, o más bien se transformó, bajo una presencia delgada, pero intensa para él; luz nocturna, cayendo como cascada por encima de su rojiza cabeza. Para esa luz no le fue suficiente con hostigar desde arriba sino que también lo hizo desde abajo, usando el agua como un trampolín para fragmentarse en mil rayos que rebotaron en mil direcciones distintas. No hubo centímetro de ladrillo negro que se salvará de la iluminación. Las manos, delgadas y pálidas, cubrieron los párpados en un intento por esconder sus adoloridos ojos. Un frote tras otro fue suficiente, así pudo volver a posar la mirada en lo que escondían las penumbras a las que llamaba compañía; una recamara fría, inundada de aguas turbias que le llegan hasta las rodillas, con cuatro paredes que se repiten en patrón y medidas. El niño de cabello rojo estaba absorto en el paisaje, pero un susurro distante le hizo mirar hacia arriba. El cielo miró al niño y este le devolvió la mirada. Esa noche, de manera abrupta, el resplandor del firmamento fue trastornado por la mera presencia de aquel que por primera vez pudo hacer uso de la palabra belleza. No pudo descifrar el susurro, así como tampoco logró cortar el contacto visual con las estrellas. Era perturbador para él, quien era totalmente ajeno al desprecio que recibía desde lo alto. Algo presionó el centro de su pecho, algo que pronto se extendería hasta su garganta y culminaría en sus temblorosos labios. Flexionó las piernas, acto que pronto provocaría un nuevo temblor entre los ladrillos y el agua de la recamara. Al entorno se le sumaron los anillos, esas piezas doradas con trazos y fragmentos de rocas rojas, pero con una intensidad mayor. Él era el origen, motivado por una necesidad que jamás había sentido; Saber el porque las estrellas le odiaban. El niño de cabello rojo fue el factor que rompería con la quietud de la noche, el desencadenante de un catastrófico efecto mariposa para el destino. Un estruendo recorrió los oscuros bosques, como el rugido de los truenos durante las tormentas, mientras que un borrón escarlata cortó la distancia entre la tierra y el firmamento con una velocidad vertiginosa. Sus delgados dedos fueron extendidos en dirección a la infinidad del glorioso cielo, y él los extendió sin importar que una delgada capa ardiente y blanca cubriera desde las puntas de sus uñas negras hasta la mitad de sus antebrazos. No alcanzó a las estrellas. La distancia entre la tierra y el cielo, entre él y las estrellas, fue retornando a su forma original. Con el alejamiento creciente, con cada metro que se alejaba, la presión en su pecho fue grabándose, como si quisiera quedarse allí para toda la eternidad. Por primera vez sintió emociones; tristeza, frustración e ira. Pero también sintió algo aún mayor: Esperanza. La esperanza de algún día poder cambiar las estrellas.
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  • Vox… mi apreciado, afeminada carcasa de metal, mi estruendoso compañero de frecuencias visuales. Desde el primer zumbido de tu voz en el infierno, supe que había encontrado a alguien que hablaba mi idioma… ¡literalmente! Tus ondas me acarician como un vinilo en reproductor musical , y tu presencia… ¡ay, tu presencia! Es como una tormenta de estática en mi alma ~

    He recorrido los rincones más oscuros del infierno, he visto reinos caer y reyes arder, pero jamás he encontrado una melodía tan embriagadora como la que emite tu chillona voz de princesa. Eres el zumbido en mi frecuencia, el eco en mi locución, el feedback que no quiero silenciar.

    -Se arrodilla, con un anillo que aún portaba el dedo de su antiguo portador -

    Así que dime, mi resonante ruiseñor de las ondas malditas y homosexual figura … ¿aceptarías ser mi eterno dúo infernal? ¿Compartirías conmigo esta sinfonía de locura, esta ópera de caos, esta emisión sin fin que llamamos existencia?

    ¡Cásate conmigo, Vox! Y juntos, haremos que el mismísimo infierno baile al ritmo de nuestra sintonía


    -era recopilar una propuesta de matrimonio que había hecho antes o herir a lucifer diciéndole que solo estaba junto a el por su poder.... Prefiere lo primero y porque el user ya tenía fresca la propuesta (?-

    Vox
    Vox… mi apreciado, afeminada carcasa de metal, mi estruendoso compañero de frecuencias visuales. Desde el primer zumbido de tu voz en el infierno, supe que había encontrado a alguien que hablaba mi idioma… ¡literalmente! Tus ondas me acarician como un vinilo en reproductor musical , y tu presencia… ¡ay, tu presencia! Es como una tormenta de estática en mi alma ~ He recorrido los rincones más oscuros del infierno, he visto reinos caer y reyes arder, pero jamás he encontrado una melodía tan embriagadora como la que emite tu chillona voz de princesa. Eres el zumbido en mi frecuencia, el eco en mi locución, el feedback que no quiero silenciar. -Se arrodilla, con un anillo que aún portaba el dedo de su antiguo portador - Así que dime, mi resonante ruiseñor de las ondas malditas y homosexual figura … ¿aceptarías ser mi eterno dúo infernal? ¿Compartirías conmigo esta sinfonía de locura, esta ópera de caos, esta emisión sin fin que llamamos existencia? ¡Cásate conmigo, Vox! Y juntos, haremos que el mismísimo infierno baile al ritmo de nuestra sintonía -era recopilar una propuesta de matrimonio que había hecho antes o herir a lucifer diciéndole que solo estaba junto a el por su poder.... Prefiere lo primero y porque el user ya tenía fresca la propuesta (?- [FuckA1astor]
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  • ꧁༒☬ ƖƖɛɠąɖą - ɱơŋơཞơƖ ☬༒꧂



    Había muchas cosas en el mundo, mucho más grande de lo que cualquier inmortal, incluso, imaginaria. Posibilidades infinitas, tanto como lo era el mismo universo.
    Había reglas cuyas existencias eran desconocidas incluso para los más sabios. Realidades, experiencias, poderes .... Incluso mundos que ni el mismo Dios en persona era capaz de imaginar.
    Mundos hermosos. Mundos perfectas... Y mundos rotos. Destruídos hasta la médula. Agonizantes y masacrados hasta el punto que nada quedaba; solo terror, oscuridad y, a veces, una soledad sofocante.

    Y aún así, en medio de todo ese bien y mal. De esa perfección y esa putrefacción. Aún en medio de lo desesperado y carente de sueño... También podía haber sobrevivientes. Guerreros. Luchadores. Soñadores...

    — Maldita sea. Esta vez tiene que funcionar —

    Había marcas. Marcas imborrables creadas por la vida y la experiencia. Por las decisiones tomadas y las consecuencias.
    En algún lugar remoto, donde ya nada quedaba salvo la muerte. Aún había esperanza. Una pequeña luz incansable que no se rendía y que, después de mucho tiempo, sus esfuerzos parecieron rendir.

    Aún entre el terror y la oscuridad, en otro mundo donde, aunque la vida era un infierno (literalmente) pero cuya vida aún brillaba... Un espejo pareció reflejar la misma vida. El mismo brillo. La ensoñación y la esperanza.
    Tal vez en algún lugar, tal vez en algún edificio, tal vez en alguna torre. ¿Dónde? Probablemente donde nadie estaba mirando en ese momento. Pero había un espejo, un único en todos los anillos del infierno, cuyo reflejó no mostró lo que veía.

    Una distorsión, una oscuridad, una realidad... Del otro lado nada era brillante. No había vida y no había esperanza. Salvo por una única silueta que se vio poco después asomándose por el espejo.
    Una silueta cansada, tal vez hasta destruida, pero no derrumbada. Una silueta en cuya mirada se denotaba el cansancio pero también la determinación y la victoria por haber conseguido por lo que tanto tiempo trabajo.
    Una rosada mirada intensa que amenazaba con peligrosa astucia y fiereza.
    El reflejo tembló y el vidrio del espejo pareció crear ondas como el agua cuando aquella silueta extendió su mano. Una mano que atravesó el vidrio. Que cruzó al otro lado... Y pronto, aquella silueta ya no estaba en lo que el espejo reflejó. No. Ahora era alguien real. Ahora sus pies estaban sobre el lado rebosante de vida infernal. Había cruzado el espejo en su totalidad.

    Su ropa sucia y rota. Pero irónicamente aún parecía mantener el estilo... Aún así, aquella apariencia era la marca de la supervivencia. De la dura vida pasada.
    Su rostro denotaba seriedad, pero pronto, ya del otro lado, sus labios se curvaron en una sonrisa victoriosa.
    Levantó una de sus manos cerrada en un puño y, con fuerza, lo llevó detrás de ella sin siquiera voltear. Golpeando el, nuevamente sólido, vidrio del espejo que no demoró en quebrarse. Astillarse en millones de pedazos tal como estaba de astillado y roto el mundo de donde había provenido. Un mundo que, antes de desaparecer ante el estallido del vidrio a romperse, llegó a reflejar escalofriantes criaturas jamás imaginadas apareciendo de repente. Monstruos de pesadillas que apenas se hubieran llegado a ver.
    Pero con el espejo roto, la visión del otro lado desapareció. Tal vez una rara pesadilla que alguien drogado pudo haber imaginado ¿O no?

    — Espérame, V. Ya llegué —
    ꧁༒☬ ƖƖɛɠąɖą - ɱơŋơཞơƖ ☬༒꧂ Había muchas cosas en el mundo, mucho más grande de lo que cualquier inmortal, incluso, imaginaria. Posibilidades infinitas, tanto como lo era el mismo universo. Había reglas cuyas existencias eran desconocidas incluso para los más sabios. Realidades, experiencias, poderes .... Incluso mundos que ni el mismo Dios en persona era capaz de imaginar. Mundos hermosos. Mundos perfectas... Y mundos rotos. Destruídos hasta la médula. Agonizantes y masacrados hasta el punto que nada quedaba; solo terror, oscuridad y, a veces, una soledad sofocante. Y aún así, en medio de todo ese bien y mal. De esa perfección y esa putrefacción. Aún en medio de lo desesperado y carente de sueño... También podía haber sobrevivientes. Guerreros. Luchadores. Soñadores... — Maldita sea. Esta vez tiene que funcionar — Había marcas. Marcas imborrables creadas por la vida y la experiencia. Por las decisiones tomadas y las consecuencias. En algún lugar remoto, donde ya nada quedaba salvo la muerte. Aún había esperanza. Una pequeña luz incansable que no se rendía y que, después de mucho tiempo, sus esfuerzos parecieron rendir. Aún entre el terror y la oscuridad, en otro mundo donde, aunque la vida era un infierno (literalmente) pero cuya vida aún brillaba... Un espejo pareció reflejar la misma vida. El mismo brillo. La ensoñación y la esperanza. Tal vez en algún lugar, tal vez en algún edificio, tal vez en alguna torre. ¿Dónde? Probablemente donde nadie estaba mirando en ese momento. Pero había un espejo, un único en todos los anillos del infierno, cuyo reflejó no mostró lo que veía. Una distorsión, una oscuridad, una realidad... Del otro lado nada era brillante. No había vida y no había esperanza. Salvo por una única silueta que se vio poco después asomándose por el espejo. Una silueta cansada, tal vez hasta destruida, pero no derrumbada. Una silueta en cuya mirada se denotaba el cansancio pero también la determinación y la victoria por haber conseguido por lo que tanto tiempo trabajo. Una rosada mirada intensa que amenazaba con peligrosa astucia y fiereza. El reflejo tembló y el vidrio del espejo pareció crear ondas como el agua cuando aquella silueta extendió su mano. Una mano que atravesó el vidrio. Que cruzó al otro lado... Y pronto, aquella silueta ya no estaba en lo que el espejo reflejó. No. Ahora era alguien real. Ahora sus pies estaban sobre el lado rebosante de vida infernal. Había cruzado el espejo en su totalidad. Su ropa sucia y rota. Pero irónicamente aún parecía mantener el estilo... Aún así, aquella apariencia era la marca de la supervivencia. De la dura vida pasada. Su rostro denotaba seriedad, pero pronto, ya del otro lado, sus labios se curvaron en una sonrisa victoriosa. Levantó una de sus manos cerrada en un puño y, con fuerza, lo llevó detrás de ella sin siquiera voltear. Golpeando el, nuevamente sólido, vidrio del espejo que no demoró en quebrarse. Astillarse en millones de pedazos tal como estaba de astillado y roto el mundo de donde había provenido. Un mundo que, antes de desaparecer ante el estallido del vidrio a romperse, llegó a reflejar escalofriantes criaturas jamás imaginadas apareciendo de repente. Monstruos de pesadillas que apenas se hubieran llegado a ver. Pero con el espejo roto, la visión del otro lado desapareció. Tal vez una rara pesadilla que alguien drogado pudo haber imaginado ¿O no? — Espérame, V. Ya llegué —
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  • https://youtu.be/IlPnKDKb1Ak?si=ujkvVI-EKwIRTm9x


    - En todos los anillos del infierno empezó a sintonizarse mientras en mi torre cantaba animado, recordando esos tiempos tan hermosos que tuve en vida -
    https://youtu.be/IlPnKDKb1Ak?si=ujkvVI-EKwIRTm9x :STK-54: - En todos los anillos del infierno empezó a sintonizarse mientras en mi torre cantaba animado, recordando esos tiempos tan hermosos que tuve en vida -
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  • ˖ ݁𖥔. ݁ . 𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝑺𝒄𝒂𝒓𝒍𝒆𝒕𝒕 . ݁.𖥔 ݁ ˖

    𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰𝑰: 𝑳𝒐𝒔 𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝑨𝒏𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝑨𝒅𝒊ó𝒔

    Querido diario…

    Dicen que todo fugitivo deja un rastro.
    
Yo dejé cuatro….
    
Y algo más… un reflejo roto que ya no quería cargar.

    La noche en que escapé de la Mansión Moretti, el silencio se estiraba entre las paredes como un animal dormido que podía despertar en cualquier momento.

    Mis pasos eran tímidos, pero mi decisión ardía como un incendio.

    En el vestíbulo principal, antes de cruzar la puerta que solo se abría en nacimientos, bodas o muertes, dejé sobre la mesa de mármol un pequeño cofre de madera oscura.

    
Mi renuncia.
    
Mi acto final como hija de esa casa.

    Dentro acomodé los cuatro anillos que representaban los destinos que nunca pedimos.

    El anillo de Luca:
Oro pálido con el escudo Moretti.
    El peso del deber que él jamás cuestionó… aunque sus ojos lo hicieran.

    El anillo de Adriano:
    
Sencillo, con un rubí oculto en el interior.
La rebeldía que él escondía mejor que sus temores.

    El anillo de Giulia:
    
Perlas blancas, frías como el papel en el que se firmarán sus votos
    Una pureza forzada… no elegida.

    Y mi anillo.
    
El compromiso con Nikolai Romanov.


    La corona que debía cargar sin haberla pedido.

    Los dejé juntos, como si así pudiera entregarles la vida que rechazaba.

    Pero había algo más que debía abandonar.
    A un lado del cofre dejé mi espejo de mano, aquel que mi madre me entregó cuando cumplí trece años.
    
Un espejo de oro, tallado con filigranas delicadas y pequeñas rosas grabadas en su borde.

    Ella solía decirme:

    "Una Moretti siempre debe recordar quién es."

    Esa noche lo dejé abierto, con la superficie rota en tres fragmentos, cada uno reflejando una parte distinta de mí.
    
Sobre ellos puse rosas rosadas, frescas, recién cortadas del invernadero.

    El contraste entre el oro brillando bajo la luz tenue, las grietas del cristal y el color suave de los pétalos decía todo lo que yo no quería escribirles en una carta:

    La mujer que ustedes intentaron forjar en oro ya no existe.
La rompí yo misma.

    Huir fue dolor.
Frío.
Silencio.
    
La libertad no huele a victoria… huele a miedo y a madrugada

    Viajé con lo mínimo, ocultando mi apellido como si fuera un pecado.

    Cada ciudad me recibió con indiferencia, cada tren con incertidumbre.

    Hasta llegar a Londres.
    La lluvia era un látigo.
    El viento, un verdugo.
    
Mis manos se entumecieron, mis piernas fallaron y mi respiración se volvió un susurro agonizante.

    Me desplomé en un callejón húmedo, abrazando mi propio cuerpo como si pudiera calentarme a mí misma.
    
Me pregunté si la libertad valía morir en un país donde nadie sabía pronunciar Scarlett…

    sin acento.

    Entonces… ella apareció.

    Una mujer alta, elegante, un abrigo negro envolviéndola como un secreto.
    
Ojos filosos.

    Labios rojos.
    
Presencia que imponía respeto sin pedirlo.

    —Niña —dijo con voz grave, segura—

    así no se muere.
    Vamos.
    Te levantarás.

    No sé si yo tomé su mano… o si la vida lo hizo por mí.

    Se llamaba Mirena Blackwood, dueña de uno de los burdeles más influyentes y discretos de Londres.
    
Una mujer que había sobrevivido al mundo… y que había aprendido a dominarlo.
    Me llevó a su refugio.

    Me alimentó.

    Me dio un baño caliente.

    Ropa limpia.
    Una cama que no juzgaba.

    Y, sobre todo, me dio algo que nadie en mi vida me había dado:
    Tiempo.
    Esa noche, mientras escuchaba la música sensual detrás de las paredes rojas del burdel y el murmullo de voces que vivían al margen del mundo elegante, entendí que la libertad no empieza cuando uno huye.

    Empieza cuando uno se permite renacer.


    — Scarlett Moretti

    ~(o tal vez, pronto… solo Scarlett (?)…

    ˖ ݁𖥔. ݁ . 𝑬𝒍 𝑫𝒊𝒂𝒓𝒊𝒐 𝒅𝒆 𝑺𝒄𝒂𝒓𝒍𝒆𝒕𝒕 . ݁.𖥔 ݁ ˖ 𝑪𝒂𝒑í𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑰𝑰𝑰: 𝑳𝒐𝒔 𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐 𝑨𝒏𝒊𝒍𝒍𝒐𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝑨𝒅𝒊ó𝒔 Querido diario… Dicen que todo fugitivo deja un rastro. 
Yo dejé cuatro…. 
Y algo más… un reflejo roto que ya no quería cargar. La noche en que escapé de la Mansión Moretti, el silencio se estiraba entre las paredes como un animal dormido que podía despertar en cualquier momento. Mis pasos eran tímidos, pero mi decisión ardía como un incendio. En el vestíbulo principal, antes de cruzar la puerta que solo se abría en nacimientos, bodas o muertes, dejé sobre la mesa de mármol un pequeño cofre de madera oscura. … 
Mi renuncia. 
Mi acto final como hija de esa casa. … Dentro acomodé los cuatro anillos que representaban los destinos que nunca pedimos. El anillo de Luca:
Oro pálido con el escudo Moretti. El peso del deber que él jamás cuestionó… aunque sus ojos lo hicieran. El anillo de Adriano: 
Sencillo, con un rubí oculto en el interior.
La rebeldía que él escondía mejor que sus temores. El anillo de Giulia: 
Perlas blancas, frías como el papel en el que se firmarán sus votos Una pureza forzada… no elegida. Y mi anillo. 
El compromiso con Nikolai Romanov.
 La corona que debía cargar sin haberla pedido. Los dejé juntos, como si así pudiera entregarles la vida que rechazaba. Pero había algo más que debía abandonar. A un lado del cofre dejé mi espejo de mano, aquel que mi madre me entregó cuando cumplí trece años. 
Un espejo de oro, tallado con filigranas delicadas y pequeñas rosas grabadas en su borde. Ella solía decirme: "Una Moretti siempre debe recordar quién es." Esa noche lo dejé abierto, con la superficie rota en tres fragmentos, cada uno reflejando una parte distinta de mí. 
Sobre ellos puse rosas rosadas, frescas, recién cortadas del invernadero. El contraste entre el oro brillando bajo la luz tenue, las grietas del cristal y el color suave de los pétalos decía todo lo que yo no quería escribirles en una carta: La mujer que ustedes intentaron forjar en oro ya no existe.
La rompí yo misma. Huir fue dolor.
Frío.
Silencio. 
La libertad no huele a victoria… huele a miedo y a madrugada Viajé con lo mínimo, ocultando mi apellido como si fuera un pecado. Cada ciudad me recibió con indiferencia, cada tren con incertidumbre. Hasta llegar a Londres. La lluvia era un látigo. El viento, un verdugo. 
Mis manos se entumecieron, mis piernas fallaron y mi respiración se volvió un susurro agonizante. Me desplomé en un callejón húmedo, abrazando mi propio cuerpo como si pudiera calentarme a mí misma. 
Me pregunté si la libertad valía morir en un país donde nadie sabía pronunciar Scarlett… sin acento. Entonces… ella apareció. Una mujer alta, elegante, un abrigo negro envolviéndola como un secreto. 
Ojos filosos.
 Labios rojos. 
Presencia que imponía respeto sin pedirlo. —Niña —dijo con voz grave, segura— así no se muere. Vamos. Te levantarás. No sé si yo tomé su mano… o si la vida lo hizo por mí. Se llamaba Mirena Blackwood, dueña de uno de los burdeles más influyentes y discretos de Londres. 
Una mujer que había sobrevivido al mundo… y que había aprendido a dominarlo. Me llevó a su refugio.
 Me alimentó.
 Me dio un baño caliente.
 Ropa limpia. Una cama que no juzgaba. Y, sobre todo, me dio algo que nadie en mi vida me había dado: Tiempo. Esa noche, mientras escuchaba la música sensual detrás de las paredes rojas del burdel y el murmullo de voces que vivían al margen del mundo elegante, entendí que la libertad no empieza cuando uno huye. Empieza cuando uno se permite renacer. — Scarlett Moretti
 ~(o tal vez, pronto… solo Scarlett (?)…
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  • -los vestidos son comodos pero cuando hace frio y prefiero verme mas masculino, m egusta este estilo, que les parece? aun estoy buscando algo que me quede como anillo al dedo-
    -los vestidos son comodos pero cuando hace frio y prefiero verme mas masculino, m egusta este estilo, que les parece? aun estoy buscando algo que me quede como anillo al dedo-
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  • Aquel día por la mañana ve a Tristán por los pasillos y lo intercepta con una amplia sonrisa bastante rara en ella.

    — Puede que te sorprenda, pero soy muy buena con las fechas, y me he leído tu ficha varias veces, por temas puramente laborales, de modo que:

    ¡Feliz cumpleaños, 𝑇𝑅𝐼𝑆𝑇𝐴𝑁 !

    Ya debería ser suficiente regalo entrar en la organización, pero por si acaso no, he mandado que graben con tus iniciales, las reales, tu anillo de Kingsman, y esto es una botella de whisky de nuestros hermanos americanos Statesman.
    Aquel día por la mañana ve a Tristán por los pasillos y lo intercepta con una amplia sonrisa bastante rara en ella. — Puede que te sorprenda, pero soy muy buena con las fechas, y me he leído tu ficha varias veces, por temas puramente laborales, de modo que: ¡Feliz cumpleaños, [KINGSMAN.AGENT] ! Ya debería ser suficiente regalo entrar en la organización, pero por si acaso no, he mandado que graben con tus iniciales, las reales, tu anillo de Kingsman, y esto es una botella de whisky de nuestros hermanos americanos Statesman.
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  • 𝐀𝐩𝐫𝐨𝐯𝐞𝐜𝐡𝐚𝐫 𝐥𝐚𝐬 𝐨𝐩𝐨𝐫𝐭𝐮𝐧𝐢𝐝𝐚𝐝𝐞𝐬...
    Fandom The Walking Dead
    Categoría Drama
    ㅤㅤㅤ
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ∽『𝗦𝗧𝗔𝗥𝗧𝗘𝗥』∽
    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ 𝑭𝒓𝒂𝒏𝒌𝒊𝒆



    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤCuando El Reino cayó en las redes de Negan y sus Salvadores, Ezekiel jamás pensó que un día serian libres. A pesar de que su trato con sus señores feudales era mejor que el que tenían con ellos otras comunidades, lo cierto era que jamás había saboreado tanto la libertad como el día en que supieron que el imperio de Negan había caído de forma definitiva.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤAhora, un año después del fin de aquella guerra que tantas vidas había costado, pues aun Ezekiel no podía olvidar a las gentes de su pueblo, esos soldados que lo habían seguido a la muerte, la vida era muy distinta. Las comunidades se entendían entre sí, se ayudaban, se apoyaban. Era un alivio saber que si algo ocurría en casa, Hilltop y Alexandria responderían. Y lo mismo en el otro sentido. Por eso habían organizado una expedición a Washington. Anne, la que fue líder del grupo de los carroñeros, había tenido una idea. Recordaba, de su etapa de profesora de primaria, las reservas de semillas en el Museo de Historia. Semillas que serían útiles para los campos de las comunidades. Había sido Earl, el herrero, quien recordaba haber visto un antiguo arado una vez en aquel lugar. Un arado que él podría replicar sin problemas. Así, poco a poco, la lista de inventos necesarios se fue haciendo cada vez más larga: semillas, arados, carretas, canoas…

    Regresar de Washington les causó más problemas de los que hubieran esperado, pues por el camino los asaltaron los caminantes y uno de los chicos de Hilltop perdió la vida. Mientras Maggie y su gente regresaba a la colina, el resto de la comitiva pasó primero por el Santuario para llevar provisiones y artilugios necesarios.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤCaía la tarde y, mientras los recién llegados se entretenían en las muchas labores que había por hacer en el Santuario, Ezekiel optó por salir un momento a tomar aire fresco al exterior. Dejó que la brisa cálida de finales de verano acariciase su rostro. El Rey apoyó sus brazos cruzados sobre la barandilla de la plataforma desde que la Negan solía dar sus discursos a los salvadores del patio. Y sonrió. Porque por fin parecía que el mundo comenzaba a girar en la dirección correcta. A pesar de que Carol había rechazado su petición de matrimonio y, a pesar de que habían perdido a un chico en la expedición. Aun así, el Rey sonreía.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤInspiró profundamente observando el anillo de pedida que le había ofrecido a Carol y con una expresión optimista en el rostro lo guardó en el bolsillo de su camisa. En ese momento escuchó algunos jadeos provenientes de un lugar cercano, tras el muro este de la fábrica. Asi que, descendió los peldaños de cemento y caminó con cierta incertidumbre sin saber qué encontraría al otro lado. Hasta que, al doblar la esquina escuchó un cuchillo caer y una maldición murmurada entre dientes. Frunció sus cejas un segundo antes de descubrir una cabellera pelirroja meciéndose al mismo tiempo que su propietaria parecía golpear uno de esos trastos de entrenamiento de kickboxing que solía haber en los gimnasios. Probablemente había sido colocado allí por Justin, uno de los Salvadores que más guerra parecía darle a Daryl.

    ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤApoyó un hombro contra la pared y se cruzó de brazos observando a la joven fémina. La conocía. No había intercambiado demasiadas palabras con ella… Pero la recordaba… La recordaba del día en que los lideres de las comunidades acompañaron al Santuario a los Salvadores supervivientes. Se llamaba Frankie y había sido una de las esposas de Negan. Menudo cretino.

    -Seria más eficaz si tuvieras alguien con quien entrenar, eso es lo que digo siempre… -comentó con cierto aire divertido- Si no, nunca sabrás cuando estás preparada…


    #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
    ㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ∽『𝗦𝗧𝗔𝗥𝗧𝗘𝗥』∽ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ [FRANK1E] ㅤㅤㅤㅤㅤㅤCuando El Reino cayó en las redes de Negan y sus Salvadores, Ezekiel jamás pensó que un día serian libres. A pesar de que su trato con sus señores feudales era mejor que el que tenían con ellos otras comunidades, lo cierto era que jamás había saboreado tanto la libertad como el día en que supieron que el imperio de Negan había caído de forma definitiva. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤAhora, un año después del fin de aquella guerra que tantas vidas había costado, pues aun Ezekiel no podía olvidar a las gentes de su pueblo, esos soldados que lo habían seguido a la muerte, la vida era muy distinta. Las comunidades se entendían entre sí, se ayudaban, se apoyaban. Era un alivio saber que si algo ocurría en casa, Hilltop y Alexandria responderían. Y lo mismo en el otro sentido. Por eso habían organizado una expedición a Washington. Anne, la que fue líder del grupo de los carroñeros, había tenido una idea. Recordaba, de su etapa de profesora de primaria, las reservas de semillas en el Museo de Historia. Semillas que serían útiles para los campos de las comunidades. Había sido Earl, el herrero, quien recordaba haber visto un antiguo arado una vez en aquel lugar. Un arado que él podría replicar sin problemas. Así, poco a poco, la lista de inventos necesarios se fue haciendo cada vez más larga: semillas, arados, carretas, canoas… Regresar de Washington les causó más problemas de los que hubieran esperado, pues por el camino los asaltaron los caminantes y uno de los chicos de Hilltop perdió la vida. Mientras Maggie y su gente regresaba a la colina, el resto de la comitiva pasó primero por el Santuario para llevar provisiones y artilugios necesarios. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤCaía la tarde y, mientras los recién llegados se entretenían en las muchas labores que había por hacer en el Santuario, Ezekiel optó por salir un momento a tomar aire fresco al exterior. Dejó que la brisa cálida de finales de verano acariciase su rostro. El Rey apoyó sus brazos cruzados sobre la barandilla de la plataforma desde que la Negan solía dar sus discursos a los salvadores del patio. Y sonrió. Porque por fin parecía que el mundo comenzaba a girar en la dirección correcta. A pesar de que Carol había rechazado su petición de matrimonio y, a pesar de que habían perdido a un chico en la expedición. Aun así, el Rey sonreía. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤInspiró profundamente observando el anillo de pedida que le había ofrecido a Carol y con una expresión optimista en el rostro lo guardó en el bolsillo de su camisa. En ese momento escuchó algunos jadeos provenientes de un lugar cercano, tras el muro este de la fábrica. Asi que, descendió los peldaños de cemento y caminó con cierta incertidumbre sin saber qué encontraría al otro lado. Hasta que, al doblar la esquina escuchó un cuchillo caer y una maldición murmurada entre dientes. Frunció sus cejas un segundo antes de descubrir una cabellera pelirroja meciéndose al mismo tiempo que su propietaria parecía golpear uno de esos trastos de entrenamiento de kickboxing que solía haber en los gimnasios. Probablemente había sido colocado allí por Justin, uno de los Salvadores que más guerra parecía darle a Daryl. ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤApoyó un hombro contra la pared y se cruzó de brazos observando a la joven fémina. La conocía. No había intercambiado demasiadas palabras con ella… Pero la recordaba… La recordaba del día en que los lideres de las comunidades acompañaron al Santuario a los Salvadores supervivientes. Se llamaba Frankie y había sido una de las esposas de Negan. Menudo cretino. -Seria más eficaz si tuvieras alguien con quien entrenar, eso es lo que digo siempre… -comentó con cierto aire divertido- Si no, nunca sabrás cuando estás preparada… #Personajes3D #3D #Comunidad3D #StarterRol
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