#𝙎𝙡𝙞𝙘𝙚𝙊𝙛𝙇𝙞𝙛𝙚
𝙎𝙖𝙣𝙘𝙩𝙪𝙨 𝘾𝙤𝙧𝙫𝙤𝙧𝙪𝙢
— Sólo los espíritus vengativos y sin valor se atreven a usar el nombre de Dios en vano. Despreciable..
Susurró lo último entre dientes mientras cortaba la palma de su mano y gotas de sangre caían sobre el libro. Éste tembló en su mano y enseguida las cadenas se rompieron y las hojas pasaron página tras página a una velocidad loca hasta detenerse en una en particular. El nombre brilló en rojizo encendido como las llamas del inframundo.
— Amon, eres realmente prudente al mantener tu boca cerrada, pero desafortunadamente para ti, te encontraste conmigo y casualmente, estoy un poco aburrido..
Una sonrisa ladina adornó sus labios y su expresión antes frívola, se volvió ligeramente con picardía y su tono bajó al terminar de hablar. Luego, empezó a pronunciar palabras en latín y en otra lengua desconocida, repitiendo el nombre Amon y éste tratando de liberarse de las cadenas doradas, pero sin tener resultado.
— In nomine patris..
En cuánto pronunció las primeras palabras, el demonio empezó a gritar y a maldecirlo.
— Edén.. ¿Crees que vas a vivir mucho? Cuando perezcas, el Edén será destruido y todos los demonios libres, sólo entonces podremos obtener nuestra venganza, pero sabemos que no estamos muy lejos de ella, después de todo, sigues siendo una parte humana.. jaja..
Edén hizo caso omiso a sus palabras insultantes y continuó mientras apretaba su rosario y se concentraba.
— Filii et Spiritus Sancti. Amen.
Y con un grito gutural y desgarrador, el demonio que generaba conflictos entre los humanos, desapareció entre un mar de cenizas.
Edén cerró el libro y éste se volvió a sellar. Otra expulsión con éxito. Pero por algún motivo sus pensamientos estaban en otro lugar, no lo sabía. Sólo deseaba alejarse de ese sitio y buscar un lugar tranquilo luego de tanto trabajo.
#𝙎𝙡𝙞𝙘𝙚𝙊𝙛𝙇𝙞𝙛𝙚
𝙎𝙖𝙣𝙘𝙩𝙪𝙨 𝘾𝙤𝙧𝙫𝙤𝙧𝙪𝙢
— Sólo los espíritus vengativos y sin valor se atreven a usar el nombre de Dios en vano. Despreciable..
Susurró lo último entre dientes mientras cortaba la palma de su mano y gotas de sangre caían sobre el libro. Éste tembló en su mano y enseguida las cadenas se rompieron y las hojas pasaron página tras página a una velocidad loca hasta detenerse en una en particular. El nombre brilló en rojizo encendido como las llamas del inframundo.
— Amon, eres realmente prudente al mantener tu boca cerrada, pero desafortunadamente para ti, te encontraste conmigo y casualmente, estoy un poco aburrido..
Una sonrisa ladina adornó sus labios y su expresión antes frívola, se volvió ligeramente con picardía y su tono bajó al terminar de hablar. Luego, empezó a pronunciar palabras en latín y en otra lengua desconocida, repitiendo el nombre Amon y éste tratando de liberarse de las cadenas doradas, pero sin tener resultado.
— In nomine patris..
En cuánto pronunció las primeras palabras, el demonio empezó a gritar y a maldecirlo.
— Edén.. ¿Crees que vas a vivir mucho? Cuando perezcas, el Edén será destruido y todos los demonios libres, sólo entonces podremos obtener nuestra venganza, pero sabemos que no estamos muy lejos de ella, después de todo, sigues siendo una parte humana.. jaja..
Edén hizo caso omiso a sus palabras insultantes y continuó mientras apretaba su rosario y se concentraba.
— Filii et Spiritus Sancti. Amen.
Y con un grito gutural y desgarrador, el demonio que generaba conflictos entre los humanos, desapareció entre un mar de cenizas.
Edén cerró el libro y éste se volvió a sellar. Otra expulsión con éxito. Pero por algún motivo sus pensamientos estaban en otro lugar, no lo sabía. Sólo deseaba alejarse de ese sitio y buscar un lugar tranquilo luego de tanto trabajo.